INVESTIGACIONES

 

Resiliencia: la historia de Ana y Luis

 

Resilience history of Ana and Luis

 

 

Eugenio Saavedra Guajardo^*

Universidad Católica del Maule (Chile)

 

 

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RESUMEN

A través del análisis de dos historias de vida, se desarrolla una interpretación teórica de los mecanismos a la base de la generación de conductas Resilientes.
Se utiliza una metodología eminentemente cualitativa, destacando el discurso de los sujetos y centrándonos en los significados construidos por ellos.
Se hace un recorrido biográfico desde el nacimiento, hasta su adultez, atravesando los episodios más relevantes en torno a dinámicas familiares, escolares, religiosas, políticas, relaciones afectivas, relaciones académicas, mundo laboral y familia actual. Concluye el texto con la propuesta de un modelo teórico que explicaría el nacimiento y la mantención de la conducta resiliente.

Palabras clave: Pobreza, Resiliencia, Vínculos, Apego.

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ABSTRACT

Through the analysis of two histories of life, a theoretical interpretation of the mechanisms is developed to the base of the generation of Resilientes conducts. It is used an eminently qualitative methodology, emphasizing the speech of the subjects and centering us in the meaning constructed by them. A biographical route becomes from the birth, to its adulthood, crossing the most excellent episodes around dynamic relatives, students, affective nuns, policies, relations, academic relations, labor world and present family. It concludes the text with the proposal of a theoretical model that would explain the birth and the maintenance of the resiliente conduct.

Keywords: Poverty, Resilience, Links, Affection.

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La pobreza como tema central de una nación, sigue estando presente en los países del tercer mundo y en particular en América Latina.

Hoy día, las diferencias en torno a la distribución del ingreso son enormes entre la población más rica del mundo y la población más pobre. Es así como en los años sesenta, la relación entre el quinto más rico y el quinto más pobre, era de 30 a 1, sin embargo, hoy la proporción es de 74 a 1. Lo anterior significa que cada vez se agranda la brecha de desigualdades económicas (UNICEF, 2000).

Más aún, hoy día en el mundo existen más de 1.200 millones de personas que viven con menos de 1 dólar diario, siendo población infantil cerca de 600millones (UNICEF, 2000).

A la vez se ha visto que los países más pobres han declinado en sus ingresos, y es así como más de 80 países tienen un ingreso percápita menor que hace 10 años atrás. Por su parte, en los países más ricos, se estima que hay un 12% de personas que están afectadas por la pobreza (PNUD, 1996).

En nuestro país, las cifras de personas con muy bajos ingresos económicos se acercarían al 20 %, a pesar de los avances en materia económica, en las últimas décadas. Estos ingresos se harían insuficientes para cubrir las necesidades mínimas en torno a salud, alimentación, vivienda, educación, vestuario, recreación, entre otros (INE, 1998).

Lo anterior se ve asociado a otras problemáticas socioculturales, como la delincuencia, el consumo de alcohol y drogas, la violencia intrafamiliar, prostitución adulta e infantil, embarazos no deseados, condiciones laborales injustas, por mencionar algunas. Todo esto genera un escenario poco propicio para el normal desarrollo de una persona, ya que serían innumerables los factores de riesgo que rodearían al sujeto en formación, lo que indudablemente condiciona el logro de las metas propuestas. Más aún, si pensamos que hay más de 15 millones de niños en Latino América, que están obligados a trabajar por sus condiciones económicas y sociales (OIT, 1997).

La intervención de los gobiernos a través de sus programas sociales, intenta revertir estas dramáticas condiciones, sin embargo, los esfuerzos aún parecen insuficientes, dejando a un amplio sector postergado y con pocas posibilidades de competir con el resto de la población.

Al analizar más cercanamente a este grupo social, nos encontramos que sus niveles de expectativas en general son bajos y su motivación por alcanzar algunas metas, se ve bastante deprimida, lo que muchas veces completa este círculo fatal, que perpetúa la situación del sujeto (Almansa, 1999).

Si nos conformáramos con un análisis lineal, concluiríamos que los factores antes señalados condicionan al sujeto y limitan su desarrollo físico, educacional y social. Sin embargo, la experiencia nos muestra la existencia de personas que a pesar de las condiciones descritas, rompen con este círculo de fatalidad, destacándose de sus pares, al proponerse metas y lograrlas, alcanzando altos niveles de desarrollo social y cultural (Vanistendael, 1995).

Llama la atención las diferencias individuales que existen, ya que dichos sujetos comparten las mismas situaciones sociales de base que el resto del grupo, provienen de un similar medio, pero, sin embargo, sus niveles de aspiración, sus expectativas, su motivación, no son como las del resto y por el contrario sobresalen (Kotliarenco, 1995, 1998, 1999).

Esta resistencia frente a la adversidad y la capacidad para construir conductas vitales positivas, de modo de alcanzar niveles de calidad de vida adecuados, es lo que se conoce como Resiliencia (Vanistendael, 1995; Kotliarenco,1995).

En la Resiliencia intervendrían algunos “factores protectores”, que operarían protegiendo al sujeto de la hostilidad encontrada en su entorno. Dichos factores se agruparían en factores personales, a saber: C.I. verbal y matemático mayor, tendencia al acercamiento social, humor positivo, ritmo biológico estable. Factores cognitivos y afectivos, a saber: empatía, mayor autoestima, motivación al logro, sentimiento de autosuficiencia, baja desesperanza, autonomía en las acciones emprendidas, orientación a la resolución de problemas. Factores psicosociales familiares, a saber: ambiente cálido, madres apoyadoras, comunicación abierta, estructura familiar estable, padres estimuladores, buenas relaciones con los pares, apoyo social de figuras cercanas. Factores socioculturales, a saber: sistema de creencias y valores explícitos, sistemas de relaciones sociales, sistema político, sistema educativo (Vanistendael, 1995, Kotliarenco, 1998, Valdés, 1999, Gubbins, 2.000).

Como se aprecia, son múltiples los factores que intervendrían, sin embargo si miramos detenidamente estos factores, todos ellos han sido estudiados desde la mirada de “una observador externo”, sin rescatar los significados profundos guardados al interior de las personas, denominadas como resilientes. Lo anterior se ve fuertemente reforzado por la gran influencia positivista en los estudios y la gran inversión de energía por determinar “objetivamente” indicadores que explicaran las conductas.

Hace falta entonces realizar estudios desde la interioridad de los sujetos, que rescaten lo cualitativo y los significados construidos por cada uno (Kotliarenco, 1999). De esta manera, podremos acceder a información que tradicionalmente se escapaba de la mirada externa y así podremos acercarnos a las emociones del sujeto, a su mirada interna, a su forma de percibir el mundo, a la forma de dar coherencia a los significados de su experiencia y a la manera de verse a sí mismos.

En este sentido, vale la pena volver la mirada hacia el paradigma constructivista, en torno a entender que las realidades son una construcción de cada sujeto y que no existen independientes de él, y que cada persona hace una lectura diferente de los fenómenos a que es expuesto (Delval, 1997; López, 1997; Iraegui, 1992; Ovejero, 1999).

De este modo, nos alejamos de la “Ideología de la Representación” (Ovejero, 1999), y hacemos conciencia de la existencia de algunosmitos, a saber:

1. El mito del conocimiento válido, como representación correcta y fiable de la realidad.

2. El mito del objeto como elemento constitutivo del mundo.

3. El mito de la realidad como entidad independiente de las personas.

4. El mito de la verdad única y absoluta.

Debemos hacer entonces, un esfuerzo por admitir la subjetividad en nuestra búsqueda, integrar nuestros deseos y creencias a las decisiones que tomamos, visualizar los fenómenos desde miradas múltiples sin generalizar ni universalizar y aceptar la intersubjetividad de la relación humana como fuente de conocimiento.

Es aquí donde surge el interés de este trabajo, en torno a comprender cómo son y cómo operan, los procesos cognitivo-afectivos construidos por el sujeto, a través de su historia de vida, que le permitieron progresar a pesar de los obstáculos presentes en su biografía y generar conductas y actitudes Resilientes.

 

MÉTODO

DISEÑO

La presente investigación, se planteó como un Estudio de Casos Interpretativo dentro del paradigma Hermenéutico. A través de él, se intentó rescatar e interpretar los significados construidos por el sujeto, en torno a su historia de vida familiar y escolar y vincularlos con una conducta Resiliente, en términos de superación de obstáculos y proyección de metas.

 

PARTICIPANTES

Para la presente investigación, centramos nuestra atención en dos personas, que reunían los atributos requeridos según el problema planteado, a saber: niñez y adolescencia en situación de pobreza y adversidad, que en la actualidad presentan logros y metas alcanzadas según sus expectativas y que les ha permitido romper con el denominado “círculo fatal de la pobreza”. Dicho de otro modo, dos personas que reunían características Resilientes y que encontrándose en la adultez, sientan que han logrado una calidad de vida adecuada con sus proyectos.

Dichas personas fueron buscadas en el ambiente universitario - profesional (ambiente familiar para el investigador), respondiendo a sujetos previamente conocidos por el investigador como alumnos y que presentaron graves carencias económico sociales.

 

INSTRUMENTO

Con esta finalidad se utilizó la técnica de entrevista en profundidad con los sujetos (realizando 6 entrevistas a cada uno), triangulándolas con una autobiografía confeccionada por las personas del estudio.

De este modo, lo que se buscó, es la comprensión profunda del fenómeno, haciendo una descripción densa y detallada de los hechos reconstruidos por el sujeto, interpretarlos y relacionarlos con el contexto inmediato y más amplio y finalmente buscar el sentido de las relaciones intersubjetivas establecidas (Stake, 1998).

De manera resumida podemos agregar que el estudio fue definido como: investigación básica, de terreno o campo, descriptivo interpretativo, empírico, cualitativo, sincrónico.

 

RESULTADOS

Se llevaron a cabo 6 entrevistas en profundidad a cada sujeto, durante dos meses de trabajo. Luego de hacer la lectura detenida de las transcripciones, se agruparon los temas y se conformaron categorías, como observamos en el siguiente cuadro: “ANA”:

 

 

Interpretación.

Al leer las agrupaciones del apartado anterior, indudablemente destaca que, el tener resueltas algunas necesidades materiales, dan una base de seguridad mayor a Ana, para ir desarrollando otras áreas que superan lo estrictamente relacionado con su supervivencia. De este modo al tener casa, alimento y algún vestuario provee de elementos que contribuyen a formar esta base más sólida desde su primera infancia.

El contar con otras personas que acuden ante sus demandas, entrega a Ana unmensaje de confirmación y ayuda a ir conformando una imagen positiva de sí misma, como una persona valorada y necesaria. Del mismo modo el ayudar a otros, le provee un rol y un espacio en su vida, aportando un elemento central para su identidad.

El padre de Ana pasa a ser una figura central de identificación. Ambos se coordinan emocionalmente, de modo de crear un vínculo afectivo muy estrecho y siendo un referente para la niña.

La afectividad expresada por el padre hacia la menor, contribuyen a solidificar la base sobre la cual se está construyendo la personalidad de Ana.

Por su parte la imagen que Ana construye de su madre, es la de unamujer que resuelve las necesidades cotidianas y da compañía, en tanto el padre resuelve las necesidades afectivas. Con todo, la imagen de mujer construida, es la de esposa y madre trabajadora y protectora y que Ana replicará en su adultez.

Respecto de la imagen formada de sus hermanas, esta resulta ser de debilidad y pasividad, reforzando la percepción de fortaleza que Ana tiene de sí misma. Con ello, como una forma de equilibrar los roles al interior de la familia, Ana debe asumir un papel activo frente a las dificultades, como un modo de compensar dichas debilidades, impulsándola a ser generativa en sus respuestas.

El desarrollo afectivo de ella se verá fuertemente influido por la presencia de la abuela, quien la nutre y la llama a valorar “lo simple”, proveyendo otra mirada del mundo, no centrada en lo material. Esta valoración de lo simple de la vida, claramente lleva a Ana a un espacio en donde se afianza su seguridad, ya que al valorar cosas espirituales y apartarse de los bienes materiales, la aleja del riesgo de “pérdida” de posesiones y no entra en competencia con otros por obtenerlas, ya que están disponibles para todos.

La valoración de la espiritualidad da un sentido trascendente a la vida de Ana, apartándose de las preocupaciones cotidianas por la sobrevivencia económica. Del mismo modo, el acercarse a lo espiritual provee de otro elemento de seguridad que da sentido a su vida.

La búsqueda de figuras de referencia en personas mayores, nos da cuenta de que Ana percibe a sus “iguales”, hermanas y compañeros de colegio, como figuras necesitadas, débiles y que necesitan su ayuda. Por tanto “la sabiduría” se encontrará en figuras que estén por sobre ella y no en niños de su mismo rango de edad. Ana en repetidas oportunidades señala que no se percibe como igual a otros, sino que ella se sitúa en posición de ayudarlos.

Cuando analizamos las redes de comunicación y ayuda que construye Ana y su familia, nos damos cuenta que se establece como un modo de vida para ellos, generando mayores niveles de seguridad, al sentirse acompañados y sabiendo que ante la dificultad, podrán contar con otros. Este modo de vida solidario no sólo proveerá de las ayudas necesarias, sino que afectarán positivamente la autoestima de Ana, al sentirse útil y necesitada por otros.

El ayudar a sus mayores, generando una “inversión de roles”, implica en Ana una percepción de capacidad en la resolución de problemas, dándose cuenta que ella es capaz de enfrentar situaciones de mayor exigencia que las habituales para su edad.

Si sumamos a lo anterior una percepción positiva de su desempeño escolar, siendo reconocida por sus compañeros y profesores, veremos como Ana construye también una base sólida en ese aspecto. La relación de ayuda que establece con sus compañeros, implica a la vez una autopercepción de superioridad en algunas áreas por parte de Ana.

Si consensuamos que Ana en este ámbito, percibe a sus compañeros en un nivel inferior, nos explicaremos el por qué acude a los adultos para buscar información y aprender de su experiencia.

Por otro lado, el estudiar se convierte en una actividad gratificante, toda vez que ella recibe continuos reconocimientos de los otros y reafirma su imagen de autoeficacia.

La valoración del estudio se mantendrá hasta la actualidad, siendo fuente de gratificación permanente y que le devuelve una imagen positiva de sus capacidades.

Por otro lado, cuando analizamos la imagen del esposo, formada por Ana, vemos como tampoco lo sitúa necesariamente a su mismo nivel, ya que frecuentemente expresa que es él quien se adapta a ella, pudiendo observar que es ella el centro de la familia actual, aunque reconoce que es un complemento. No obstante lo anterior, es dura en su crítica señalando que su esposo con frecuencia quiebra las normas, significando esto una clara descalificación.

Podemos ver que, al ser ella la persona que soluciona los problemas y toma las decisiones, de algún modo repite el modelo familiar, en donde ella juega el rol central replicando el modelo de su padre.

Los hijos siguen el modelo de responsabilidad, afectividad y liderazgo desarrollado por Ana, provocándose una suerte de transmisión intergeneracional del modelo, que pasó del padre hacia Ana y de ésta hacia los hijos.

En torno a los valores cultivados por Ana, reflejan claramente la historia desarrollada durante su vida. De este modo vemos como, lo solidario y comunitario están valorados como algo central, que responde a ese estilo de vida que tanto su familia como ella, llevaron desde su infancia.

La fe en Dios, aparece como reflejo de la relación con su abuela, pero también se desprende de la buena relación con su padre. Así entonces el formar una imagen positiva del padre y de la autoridad, favorece el creer en una figura generadora de amor y protectora. Esto también se ve reforzado por la inminente muerte de sumadre, que la hacen buscar respuestas en algo superior a ella. La imagen de un “Dios Padre” le provee la seguridad necesaria en esos momentos críticos.

Por su parte la justicia, la verdad y la democracia, son temas presentes y llevados a la práctica desde muy temprano en su historia familiar y por eso no es de extrañar, que dichos valores conformen la base moral de Ana.

Un tema reiterativo que aparece en el discurso de Ana, es la disposición a “estar abierta al aprendizaje”, cuestión que puede ser interpretada como la concepción de una vida en donde existe una “tarea incompleta” y que es necesaria la superación para lograr nivelesmayores de “perfección”. A la vez valorar el aprendizaje, implica que la solución a los problemas dependerá en gran parte de la capacidades cognitivas que posea ella, ubicando el control de la situación, en su capacidad para aprender y no en fuerzas o eventos externos que ella no puede controlar.

Esta autopercepción de fortaleza, refuerza su imagen positiva y reafirma la convicción de que los cambios en su vida dependen en gran parte de ella. Lo anterior se ve apoyado además en la percepción que Ana tiene de ser “una persona distinta”, “especial” y “atípica”.

Cuando analizamos el planteamiento de Ana en torno a fijarse “metas a corto plazo”, vemos como ella está buscando nuevamente un sentido de eficacia al aumentar la posibilidad de éxito en los proyectos que emprende.

De esta forma metas a largo plazo implicarían una percepción de lentitud en los cambios y no obtención de resultados, restándole el sentido de eficacia, ya que una meta que se extiende en el tiempo, encierra en ella una mayor probabilidad de “tropiezo” o fracaso.

En definitiva podemos percibir como Ana, va construyendo su vida sobre una base afectiva sólida, con una autoimagen positiva, un autoconcepto de eficacia y la convicción de que los cambios dependen en gran medida de ella. Por otro lado el ver a sus “iguales” como necesitados, genera en ella una respuesta activa , que le brinda un rol y una identidad en su vida. Del mismo modo, al ver a los otros como necesitados, hace que cambie el foco de atención hacia fuera, no centrándose en sus propias necesidades y carencias.

Lo anterior significa queAna, desdemuy pequeña va construyendo actitudes y respuestas “Resilientes” , que la hacen resistir las adversidades de su vida y que además le permiten construir y desarrollar sus proyectos, a partir de esos desafíos. El no paralizarse frente a los obstáculos y generar respuestas activas, concretas y apoyadas en una fuerte autoestima, hacen que Ana pueda generar cambios eficaces, que dependen fundamentalmente de ella.

También los temas tratados con Luis fueron organizados y agrupados en: “LUIS”:

 

 

Interpretación.

Al revisar las descripciones anteriores, podemos observar que Luis, desde el momento de su nacimiento, se percibe como excluido de esta sociedad. La idea de marginalidad está corroborada por la precariedad de los cuidados del parto y el trato recibido por su madre.

El ambiente de carencias descrito en sus primeros años de vida, marcarán la historia de Luis y las opciones que posteriormente se presentes, estarán teñidas por estas experiencias primarias.

Es así como desde pequeño deberá depender sólo de él, brindando a la vez de una imagen de soledad, una autopercepción de eficacia y fortaleza. Del mismo modo, las duras condiciones de vida, servirán para la generación de herramientas para “defenderse” de un ambiente hostil.

La suma de carencias materiales y afectivas, irán endureciendo el carácter de Luis, teniendo que sobreponerse tempranamente a situaciones adversas.

La imagen que construye de su madre, durante su infancia, es la de una “víctima del sistema” con la cual se identifica en torno a su origen carenciado y marginal, a la vez de reconocerla como una persona maltratada por la sociedad.

En esta misma dirección, esta imagen materna es el primer modelo resiliente que conoce Luis, toda vez que ella ha sido capaz de proteger a sus hijos y al menos brindarle los elementos para su sobrevivencia. Será también central el rol afectivo que juega esta mujer, en la historia de Luis,mostrándole una dimensión distinta de las relaciones humanas que hasta la fecha no había conocido a través de otros agentes.

Esta imagen de mujer luchadora, es reforzada por su propia esposa e hijas en el presente, construyendo una imagen positiva global de las mujeres, que se mantiene hasta hoy.

Como una forma de revertir lo vivido, Luis hoy día le “devolverá la mano” a su madre, cuidándola y protegiéndola. Del mismo modo, construirá una relación de mucho respeto y afectividad con su mujer y sus dos hijas.

Respecto de la imagen construida del padre, esta resulta ser muy negativa, cargada de violencia y maltrato, lo que generará mucha rabia y resentimiento. En esta misma dirección, la rabia orientada hacia el padre, es fácilmente transferida a la imagen de los militares y a toda estructura de poder. Luis se autopercibe como una persona “dañada por la autoridad”.

Podríamos pensar incluso, que la imagen de un “dios padre” se ve contaminada, al ser relacionada con un ser superior que implica autoridad y poder. Sería factible pensar entonces que el alejamiento de la idea de dios, se relaciona con el alejamiento afectivo de la imagen paterna. Veremos más adelante que lo anterior es muy coherente con una concepción marxista de la vida.

En torno a la imagen construida de los hermanos, podemos decir que se reafirma la idea de soledad frente a los problemas, al tener ellos una actitud pasiva frente a las dificultades y dejar que Luis tome la iniciativa, ejerciendo el liderazgo desde edades muy tempranas.

Del mismo modo, se ve reforzada la idea de no depender de los otros para la solución de los problemas y convertirse en un sujeto, generativo de alternativas frente a las dificultades.

La experiencia vivida en el internado de religiosas, aumenta la imagen de niño rechazado, excluido y discriminado por su condición social.

Las fuertes experiencias vividas en lo disciplinario y el trato castigador en el internado, hacen que Luis vaya perdiendo la credibilidad en la Iglesia, o al menos en sus representantes, lo que desarrolla en él un alejamiento progresivo de la religión.

Los abusos y mentiras, terminarán por generar en Luis un rechazo hacia el mundo católico, lo que reforzará la idea de marginalidad, al vivir en una sociedad que mayoritariamente profesa esa religión.

Llama la atención que luego de estas experiencias, Luis no caiga en el polo de la tristeza o la depresión, sino que más bien se contacte con la rabia y la rebeldía, manteniéndose activo y generativo frente a las agresiones. Será esta una nueva herramienta para combatir la adversidad.

Otro elemento que se destaca en el relato, gira en torno a las vivencias experimentadas al momento de sufrir accidentes y maltratos, teniendo como resultado la internación por largos períodos en el hospital. La sensación de soledad, cercanía con la muerte y la resistencia al dolor, ayudarán a construir la imagen de fortaleza física y capacidad para la superación de las dificultades.

Cuando abordamos la dinámica del colegio, vemos como Luis se relaciona con el poder, desde la posición de alguien “oprimido” frente al autoritarismo y los maltratos de sus profesores. Lo anterior está muy distante de sentirse como una “víctima” del sistema, ya que de alguna manera esto implicaría una imagen de debilidad.

Cuando es catalogado como “tonto” por sus profesores, en Luis se provoca una reacción y trata de demostrar lo contrario con su vida posterior, siendo un buen alumno. De esta manera muestra que es capaz y que puede salir adelante.

Esta capacidad se ve reflejada al momento de hacerse cargo de su educación y por si mismo realizar sus trámites de inscripción en el colegio nocturno. Nuevamente se refuerza la idea de que “todo” depende de él, generando una gran sensación de autoeficacia.

Más aún, cuando desafía la autoridad, se construye una autopercepción de fortaleza, autonomía y capacidad.

En la adultez el percibirse distinto de sus compañeros de universidad, de devuelve una imagen de una persona con trayectoria, que es distinto y “superior” a los demás. Claramente a un refuerzo a la autoestima de Luis.

El ingreso al Partido Político, representa para Luis una ampliación de consciencia y encuentra un sistema de creencias y valores que son coherentes con su historia de vida. Recibe confirmación y valoración por parte de personas adultas, cuestión que en la vida de Luis no es frecuente.

Al revisar algunos episodios con personajes célebres de la época, Luis es capaz de ponerse a la altura de ellos e incluso demostrar mayor consecuencia que sus propios líderes. Lo anterior reforzará aún más su autoestima.

Los impactantes momentos descritos en torno al golpe militar, nos muestran a un Luis que debe enfrentar la crueldad de un poder sin límites y que nuevamente debe hacerlo solo. La sensación de desamparo y sometimiento, contribuirán a fortalecer una identidad de sujeto oprimido, ya conocida en los ámbitos familiares y educacionales.

Es notable la forma como Luis busca una imagen sustituta de “padre protector” en el “viejo Manuel”, quien lo acoge y devuelve la esperanza, llenando un espacio afectivo en un momento de absoluta fragilidad y vulnerabilidad.

Las experiencias que rodean su exilio, agregan en Luis la imagen de un combatiente que resiste los enfrentamientos armados y que avanza en su carrera como soldado. Lo anterior sin embargo, no logran disminuir la percepción de soledad en que se encuentra, alejado de su familia y pareja, pensando que probablemente lo den por muerto.

Al volver de manera clandestina, retoma su vida afectiva y es fuertemente confirmado por su novia, quien lo ha esperado todos esos años y que mantuvo en todo momento fidelidad, ya que tenía el convencimiento de que Luis volvería. Por su parte Luis en todo ese tiempo tampoco formó pareja, con la esperanza de rehacer su relación al volver a Chile.

Al momento de contraer matrimonio, se vuelve a repetir la sensación de tener “todo en contra”, ya que el padre de su novia nunca lo aceptará. Esto implica un nuevo enfrentamiento con la autoridad y la adversidad, cuestión que ya se ha convertido en un estilo de vida para Luis.

Cuando forma su actual familia, claramente no quiere repetir lo vivido en sus años de infancia y es así como Luis compensará las experiencias tempranas y desarrollará una gran cercanía con su esposa e hijas, ejerciendo un positivo y fuerte liderazgo frente a ellas.

En torno a los valores expresados por Luis en su relato, podemos ver como hay una fuerte identificación con los “débiles” y con la injusticia que les ha tocado vivir. De algún modo el luchar por ellos, implica luchar por si mismo, ya que se reconoce como parte de esa clase.

De estamanera el “ayudar a transformar elmundo” significa transformar su mundo, su historia, sus vivencias.

Revertir lo vivido a través de la educación y la construcción de relaciones positivas, lo hace alejarse y liberarse de las ataduras del pasado, que impedirían su desarrollo. Lo anterior es posible lograrlo guiado en parte por la imagen de resistencia de su madre y por la visión de esperanza que le brinda el viejo Manuel.

Respecto de la imagen que construye de sí mismo, podemos señalar que las repetidas experiencias de soledad, sumadas a la resolución de problemas, forman la base para desarrollar en Luis la percepción de autoeficacia. El ejercer un rol de liderazgo y protección, lo ponen en una situación de “superioridad” respecto de sus pares y le refuerzan una imagen positiva de si.

Las metas “a corto plazo” que se propone Luis en su vida, son realistas y alcanzables, lo que le aseguran éxito, contribuyendo a la imagen de capacidad. También reflejan en cierta medida una mirada de “inmediatez” en torno al mundo, esperando resultados rápidos y concretos.

Respecto de las teorías que Luis construye en torno a sí mismo, destaca como busca siempre una alternativa frente a lo adverso, lo que lo hace tener una actitud constructiva y dinámica frente a los problemas y no caer en la desesperanza e inmovilismo.

Cuando nos habla de la importancia de tener modelos teóricos explicativos, frente a su situación de opresión y pobreza, Luis se aleja de la vivencia emocional y opta por trabajar esos contenidos a un nivel teórico, que claramente lo hacen menos vulnerable. De alguna manera el contactarse con emociones fuertes, en el esquema de Luis pudiera ser rotulado como una muestra de debilidad.

Finalmente, se puede observar en Luis, una necesidad de revertir los fuertes sentimientos de soledad, al afirmar la importancia de integrarse a organizaciones y de “pertenecer a algo”, con ello logrará estar con otros, compartir sus problemas y enfrentar las adversidades colectivamente.

 

MODELO TEÓRICO EMERGENTE

Amodo de esquema teórico, podemos resumir la dinámica de la generación de una respuesta resiliente en ambos sujetos del estudio, de la siguiente forma:

 

 

Podemos observar como existen condiciones relacionadas con el vínculo, la identidad, el sistema de creencias y el rol que ejercen y la visión que se tiene de si mismo, como características estructurales de los sujetos en las cuales se apoyarán y serán la base para construir la respuesta resiliente.

Del mismo modo existen elementos de relación con el medio, que harán que los sujetos dimensionen el problema y organicen una respuesta activa, caracterizada por involucrar a los otros sujetos en una formulación de metas a corto plazo y con objetivos prácticos.

El esquema anterior implicaría una serie de retro alimentaciones, que refuerzan los momentos anteriores, conformando un sistema cíclico.

 

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Recibido: 5 de setiembre 2005
Revisado: 6 de setiembre 2005
Aceptado: 17 de octubre 2005

 

 

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