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Revista Psicologia e Saúde
On-line version ISSN 2177-093X
Rev. Psicol. Saúde vol.5 no.1 Campo Grande June 2013
ARTIGO
Un modelo de calidad de vida de jóvenes de Hermosillo, Sonora, México
A quality of life model of young people from Hermosillo, Sonora, México
Um modelo de qualidade de vida de jovens de Hermosillo, Sonora, México
Jesús Tánori QuintanaI,1; José Ángel Vera NoriegaI,1; Beatriz Yasuko Arita WatanabeII,2
ICentro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A.C
IIUniversidad Autónoma de Sinaloa
RESUMEN
Basado en el modelo homeostático de Cummins (1996) se proponen rasgos de personalidad social acordes al juicio de calidad de vida para hipotetizar que el sistema de equilibrio tiene lugar bajo condiciones mínimas de ingreso y satisfactores básicos. El objetivo de este estudio es, investigar el papel que juegan los recursos psicológicos y las premisas histórico socio-culturales en la determinación de la calidad de vida desde el bienestar personal y subjetivo. El diseño del estudio es: no experimental, transversal y de tipo correlacional-causal. La muestra está conformada por 855 jóvenes estudiantes de bachiller. Los resultados confirman que existen otras variables que intervienen en la percepción de la calidad de vida, la ecuación de regresión indica que los rasgos de personalidad social en conjunto contribuyen a la explicación con una mayor ponderación. Además, se confirma que las variables materiales, ingreso y los enseres se relacionan con el mecanismo homeostático. Por lo que se considera un modelo complementario, y por tanto amplía la explicación de dicho constructo.
Palabras-clave: Calidad de vida; Premisas histórico socio-culturales; Recursos psicológicos.
ABSTRACT
Based on Cummins' homeostatic model (1996) proposed social personality features according the judgement of quality of life used in order to hypothesize the balance system that takes place under the minimun conditions of icome and basic satisfiers. The aim of this study is the research of the role that play the psycological resources and historical socioculture premises in determining the quality of life from the personal and subjective well-being. The Study is designed as a non-experimental, transversal and correlational-causal type. The statical sample is conformed from 855 young high school students. The outcomes reveals that there is another set of variables that are involve in the perception of quality of life. The regression equation points out that a set of social personality features contribute to formulate a greater weighting explanation. In addition it confirms that income and assets viewed as material variables, relate with de homeostatic mechanism. So, it is considered a complementary model, and therefore extends the construct explanation.
Key-words: Quality of life; Historical socio-cultural premises; Psycological resources.
RESUMO
Com base no modelo homeostático de Cummins (1996) se propõe características de personalidade social acordes ao juízo de qualidade de vida para levantar a hipótese de que o sistema de equilíbrio tem lugar sob condições mínimas de renda e de outros elementos básicos de satisfação. O objetivo deste estudo é pesquisar o papel que jogam os recursos psicológicos e as premissas históricas e socioculturais na determinação da qualidade de vida desde o bem-estar pessoal e subjetivo. O modelo do estudo é experimental, transversal e de tipo correlacional-causal. A amostrar está conformada por 855 jovens estudantes de ensino médio. Os resultados confirmam que existem outras variáveis que intervém na percepção da qualidade de vida, a equação de regressão indica que as características de personalidade social, no seu conjunto, contribuem para a explicação com uma maior ponderação. Além disso, se confirma que as variáveis materiais, a renda e os utensílios se relacionam com o mecanismo homeostático. Pelo que se considera um modelo complementar, e por tanto amplia a explicação do referido construto.
Palavras-chave: Qualidade de vida; Premissas histórico sócio-culturais; Recursos psicológicos.
Calidad de vida
Actualmente, se entienden los aspectos subjetivos de la calidad de vida bajo el concepto de bienestar subjetivo y se relacionan estrechamente con los juicios cognitivos de las personas sobre la satisfacción sentida en algunos aspectos de su vida, por ejemplo: bienestar material, salud, productividad, intimidad, seguridad, la relación con la comunidad y el bienestar emocional (Cummins, 1996).
El bienestar subjetivo ha sido estudiado por Diener (1984) y Diener y Larsen (1993) quienes mencionan que su estructura está conformada por dos componentes esenciales: la satisfacción con la vida y el equilibrio afectivo. El constructo refiere una percepción del mundo circundante donde el criterio es personal en el sentido estricto de su valoración, mientras que Diener y Lucas (1999) refieren que un indicador de la calidad de vida de una sociedad es el grado de felicidad y satisfacción con la vida de sus ciudadanos. El estudio de estos factores subjetivos constituye un área general de interés científico y no únicamente una estructura específica, pues incluye las respuestas emocionales de los individuos, sus satisfacciones de dominio y los juicios globales de satisfacción con la vida (Diener, Suh, Lucas y Smith, 1999).
El bienestar subjetivo es el campo de la psicología que intenta entender las evaluaciones que la gente hace sobre su propia vida, por ejemplo: la satisfacción con la vida, la satisfacción matrimonial o puede consistir en la frecuencia con la que se experimentan emociones agradables como la alegría, y/o emociones desagradables como la depresión. Las investigaciones se orientan a entender no solamente estados deseables o indeseables de las personas, sino también las diferencias entre la gente cuando se comparan sus niveles positivos y negativos del bienestar a largo plazo. La medición del bienestar subjetivo sugiere una correlación entre variables demográficas de los individuos y las diferencias culturales que existen entre los sujetos (Díaz, 2001).
Algunos autores como Lawton (1972 in Izal y Fernández-Ballesteros, 1990) han considerado el bienestar subjetivo como la expresión de la afectividad. Se plantea que el bienestar es visto como una valoración cognitiva y congruente entre las metas deseadas y las obtenidas en la vida. Sin embargo, Diener, Suh y Shigeiro (1997) brindan una concepción más integradora del bienestar subjetivo al considerarlo como la evaluación que hacen las personas de su vida, la que incluye tanto juicios cognitivos como reacciones afectivas, es decir, estados de ánimo y emociones. Otra definición que contempla e integra la totalidad de las actividades, sentimientos y necesidades de los individuos es la propuesta por Anguas-Platas (1997, p. 28) enunciada a continuación:
"La percepción de un estado interno y positivo de homeostasis, acompañado por un tono afectivo agradable, resultado de la satisfacción de necesidades elementales y superiores del individuo"
A pesar de la estructura del bienestar subjetivo, bien delimitada por Diener (1984), se dice que para reconocer más allá de la satisfacción como un todo, como algo global, es necesario tener la medida de los aspectos que dominan nuestras vidas. Es decir, la estimación global de la satisfacción por la vida como indicador del bienestar subjetivo no puede dar entendimiento de los diversos componentes de la vida (Arita, 2006b). Cummins (2000) propone una teoría referente a un estado de homeostasis de las personas, que tiene que ver con el bienestar personal (Casas, 2009) dándole importancia al estudio de la percepción subjetiva de la calidad de vida. Aportando, por tanto, un amplio espectro relativo al contexto de las personas y dotándola de una inexorable postura individual de su propio bienestar en relación con los ámbitos próximos y distales de la vida.
Cummins (2003) propuso la teoría de la homeostasis para explicar cómo las personas tienden a mantenerse en un estado de bienestar, una tendencia que hace que sobreviva a las adversidades de la vida. Para Cummins y Cahill (2000) el primer obstáculo es identificar, y por lo tanto medir los factores relacionados con el bienestar de los individuos. En este punto, requiere contar una medida sobre calidad de vida general, donde no solamente se contemplen personas con alguna enfermedad crónica degenerativa o alguna incapacidad, ya que se estaría confundiendo con el "estado funcional" de una persona. La medida, por lo tanto debe estar compuesta por ámbitos generales de la vida, que nos den entendimiento de puntajes comparables de bienestar personal de la población en general. El modelo de los siete ámbitos de la calidad de vida de Cummins (1996) propone cómo las dimensiones objetivas y subjetivas de la calidad de vida interactúan entre sí por medio del sistema homeostático de las personas para equilibrar la percepción de calidad de vida. La teoría propone que cuando las condiciones objetivas son muy pobres, los aspectos subjetivos son los disparadores del bienestar subjetivo, como la seguridad o la conexión con la comunidad, es por ello que la inclusión de dimensiones objetivas y subjetivas es fundamental para estudiar bienestar de la población, y por lo tanto la calidad de vida.
Cummins (2005) explica cómo el sistema homeostático está relacionado con un componente cognitivo en las personas y con los juicios valorativos de éstas con su vida en comparación con los demás. El cotejo de la persona con el estándar de vida de los demás en su comunidad puede provocar aumento o decremento en la satisfacción sentida con la vida; cuando ésta comparación provoca un decremento en la satisfacción el sistema homeostático es el responsable de devolver la satisfacción sentida a los niveles normales. El cómo se lleva a cabo esta reestructuración de la felicidad sentida es explicada por los siguientes ámbitos: bienestar material, salud, productividad, intimidad, seguridad, relación con la comunidad y bienestar emocional (Cummins, 1996).
Reconociendo la idea de que la calidad de vida tiene que ver con un estado y un rasgo de bienestar tenemos que distinguir entonces entre algo objetivo y subjetivo, a lo que Nordenfelt (1996) señaló que el bienestar está compuesto por dos aspectos generales: "welfare" y "wellbeing". Al parecer se pueden apreciar como sinónimos, pero existen diferencias entre ellos. El welfare es algo externo: son esos fenómenos que nos rodean y nos afectan constantemente; el wellbeing es interno: refiere a nuestras reacciones al mundo externo y nuestras experiencias en general (donde se genera un proceso de interiorización). En la actualidad es viable y recomendable medir la percepción de calidad de vida desde los sujetos con las siguientes variables y dimensiones: condiciones objetivas de vida (diferenciación socioeconómica por estratos); capacidad objetiva y subjetiva (ingreso, educación, bienestar psicológico y creencia de capacidad); y Bienestar subjetivo (Satisfacción y felicidad sentida por la vida) (Arita, 2006a).
Casas (2009) menciona que se deben contemplar aspectos periféricos de la satisfacción global con la vida, felicidad y satisfacción con los ámbitos de la vida -estructura del bienestar -, donde autoestima, percepción de control, apoyo social percibido, optimismo vital, son ejemplos de variables periféricas, donde el contexto aportaría parte de los estilos interactivos de los sujetos. Por lo tanto, se puede afirmar que variables personales (rasgos de personalidad) y contextuales (cultura), son importantes al momento de enmarcar la percepción de la calidad de vida de las personas.
El ecosistema sociocultural
En vez de buscar una explicación centrada en el individuo parece más lógico explicar el comportamiento humano a partir de las relaciones funcionales entre el individuo y lo que Díaz-Guerrero (1986) llama el ecosistema sociocultural. Desde esta aproximación el ecosistema donde el ser humano crece e interactúa incluye, más allá de las variables que los biólogos determinan para otras especies, factores culturales, sociales, psíquicos, económicos y de sanidad, desde los cuales el individuo y los diversos grupos perciben la calidad de su vida. Parece factible que de todos estos factores el más importante para el desarrollo psicológico del individuo sea precisamente la percepción que éste y el grupo tienen de sí mismos y del ecosistema en el que se desarrollan (Díaz-Guerrero, 1989).
De esta manera se toma como eje central para este enfoque la dialéctica cultura-contracultura. Díaz-Guerrero (1986) menciona que el inevitable conflicto entre las fuerzas culturales y contraculturales da lugar a la evolución de los sistemas sociales. Aquí las fuerzas culturales son los valores tradicionales, filosofías de vida y características estructurales.
Dado que el ser humano es un animal lógico y lingüístico, Díaz-Guerrero (1994) propone que la premisa histórico-sociocultural (PHSC) es un constructo útil para operacionalizar las fuerzas culturales en una sociedad, pues encierra las tradiciones culturales respecto a valores, creencias, pensamientos y acciones.
A estos aspectos de la cultura se les dio el nombre de socio-cultura, la cual fue definida de la siguiente forma (Díaz-Guerrero, 1972, p. 29):
"Sistema de premisas histórico- socioculturales (phsc) interrelacionadas que norman o gobiernan los sentimientos, las ideas, la jerarquización de las relaciones interpersonales, la estipulación de los tipos de papeles sociales que hay que llenar, las reglas de la interacción de los individuos en tales papeles, y los dónde, cuándo y con quién y cómo desempeñarlos. Todo esto es válido para la interacción dentro de la familia, la familia colateral, los grupos, la sociedad, las superestructuras institucionales: educacionales, religiosas, gubernativas, y para tales problemas como los desiderata principales de la vida, la manera de encararla, la forma de percibir a la humanidad, los problemas de la sexualidad, la masculinidad y la femineidad, la economía, la muerte, etc."
La idea central para esta perspectiva radica en el conocimiento de que la cultura tiene lugar a través de las maneras de ser, pensar, sentir y actuar de los miembros de esa cultura. Es decir, permitir que la cultura nos hable de sí misma y no intentar comprenderla a partir de puntos de vista intelectualizados desarrollados casi siempre en otros contextos (Alarcón, 2010).
Para medir las premisas histórico socio-culturales ha sido la de desarrollar instrumentos de medición fundados en el discurso que utiliza la gente común en su comunicación cotidiana, es decir, sus dichos, proverbios, mandamientos, creencias, ideas respecto a la vida, estilos de enfrentar los problemas, entre otros elementos (Díaz-Guerrero, 1994).
Se cree que las PHSC's son aprendidas dentro del grupo, como afirmaciones que los individuos internalizan y sostienen como verdades. Se aprenden de las figuras significativas del contexto sociocultural, principalmente los padres, y son reforzadas a menudo por casi todos los adultos y las instituciones sociales, educativas, religiosas, o gubernamentales (Alarcón, 2010).
Recursos psicológicos
Díaz-Loving (2002) le adjudica, a la explicación basada en el ecosistema cultural de la conducta social humana (Bio-Psico-Socio-Cultural), tres componentes básicos: el autoconcepto, la evaluación en función del valor y la importancia que posee la identidad y lo que siente el individuo al ser miembro de un grupo. Por lo que se concibe un conjunto de recursos (en este caso psicológicos) en la persona y en su actuar cotidiano que lo distingue de los demás y en su momento se le identificará con una región. Propiamente se estaría diciendo que los individuos se distinguen y se agrupan, lo que contempla características universales o generales y propias de una cultura en particular.
De acuerdo con Palomar et al. (2004) existen variables que denotan la composición psicológica de las personas, a las cuales se les da el valor de recursos psicológicos mediadores. Algunos de estos recursos son: estrategias de afrontamiento al estrés, competitividad, maestría, locus de control, estado de ánimo y autoestima. Estos recursos son los que el individuo utiliza para enfrentar al medio ambiente y varían de persona a persona, además que determinan la identidad psicológica. Los recursos psicológicos se refieren a invariantes del comportamiento que son útiles como estilos o rasgos para tomar decisiones, resolver problemas o enfrentar condiciones conflictivas en el micro ambiente circundante.
Palomar y Valdés (2004) han demostrado que si se modifican esos rasgos podrían mejorar las condiciones de las personas; han estudiado la relación que existe entre la pobreza y los recursos psicológicos en relación al bienestar subjetivo, en donde ha encontrado que prevalecen los aspectos negativos, tales como tendencia a la depresión, locus de control externo, obstaculizando una orientación hacia la competitividad y la maestría. La percepción de las condiciones de vida que tienen los sujetos pueden ser modificadas por sus características personales, o como lo dicen Palomar y Lanzagorta (2005): los recursos psicológicos están estrechamente relacionados con la percepción bienestar subjetivo que es un componente de la calidad de vida.
Así mismo, Vera et al. (2003) contemplan cuatros rasgos de personalidad que denotan y conforman los recursos psicológicos de los individuos, que el individuo cuenta para enfrentar las exigencias del medio, siendo los siguientes: autoconcepto, locus de control, enfrentamiento de los problemas y orientación al logro y evitación al éxito.
Asumiendo que existe la evidencia suficiente para considerar la existencia de un sistema homeostático que regula la percepción de calidad de vida (Cummins 1996; 2003) este estudio se propone investigar el papel que juegan en la determinación de los valores proximales (bienestar personal y subjetivo), los recursos psicológicos y las premisas histórico socio-culturales, considerando que los primeros como factores de personalidad y por tanto inherentes del comportamiento o patrones son mas ajustivos y diferenciados con la normal cultural subjetiva del ecosistema cultural medido por los PHC's ; constituyendo esta relación métrica una posible explicación alternativa al proceso homeostático que supone que este solo funcionará por comparación y como factor de percepción subjetivo de armonía. La hipótesis descansa en la posibilidad de mostrar que la relación de patrones de comportamiento asociados a los recursos psicológicos y las suposiciones subjetivas acerca de la socio-cultura en un continuo ajuste por la necesidad de aceptación y socialización lo que promueve los cambios en la percepción de calidad de vida hacia un sistema de equilibrio evitando así el desajuste social y personal.
Participantes
Jóvenes participantes del estudio y tipo de muestreo.
La muestra fue probabilística por racimos (conglomerados) (Hernández-Sampieri, Fernández y Baptista, 2006) seleccionando a colegios de educación media superior, que captaran las edades y un entorno socio-demográfico similar. Probabilizando, además, un número mínimo al momento de cruzar distintos valores de variables a estudiar. El resultado es una muestra formada por 855 adolescentes entre 15 y 18 años. Donde el 60.40% de los adolescentes son mujeres y el 39.60% son hombres, y una media de 16.26 años de edad. Por semestre, tenemos 208 hombres de tercero y 131 de quinto semestre y 320 mujeres de tercero y 196 de quinto semestre. El diseño de investigación es no experimental ya que sólo se midió el fenómeno estudiado sin modificar o manipular los factores que intervienen; transversal porque fue en un sólo momento y de tipo correlacional-causal (Hernández-Sampieri, et al., 2006), ya que se describe la relación entre variables, siendo la de interés: calidad de vida y su relación con las premisas histórico socio-culturales y recursos psicológicos.
En la tabla 1, se observa que la media de residencia en Hermosillo es de 14.71 años referida al criterio de inclusión para ser miembro de la muestra de la mitad de la edad más 5 años. Además observamos la edad promedio y el número de miembros de la familia.
El 18.9% de los estudiantes trabajan, usualmente pocos días o fines de semana. El estado civil de los padres de los jóvenes en su mayoría (82.9%) es casado. Los alumnos reportan con mayor frecuencia que las madres alcanzan, como máximo grado de estudio, la secundaria y los padres el bachillerato (ver tabla 2).
Basados en la línea de pobreza de la ONU-CEPAL, INEGI (1993) y partiendo del costo de la canasta básica se consideraron rangos de ingreso que se clasificaron de la siguiente manera: nivel bajo, medio bajo, medio alto y alto. Enseguida se muestra en la tabla 3 lo que los participantes reportan en lo referente al ingreso aproximado mensual de las familias.
En general las viviendas de los alumnos cuentan con la mayoría de los servicios y artículos domésticos. En su mayoría cuentan con los siguientes servicios: electricidad, agua potable, drenaje, teléfono, gas, cable e internet. Además de los siguientes artículos: aire acondicionado, abanico, cooler, estufa, horno de microondas, boiler y lavadora de ropa.
Medidas.
Instrumento de Calidad de Vida (Arita, 2005).
Para medir calidad de vida se aplicó la conjunción de escalas que realizó Arita (2006a) en su estudio sobre calidad de vida en Culiacán. Dicha escala consta de 51 ítems que contemplan tres dimensiones. Como primera encontramos a las condiciones objetivas de vida; capacidad objetiva (contiene nivel de ingreso y educación) y subjetiva (nivel de bienestar psicológico y nivel de creencia de capacidades para enfrentar la vida); el bienestar subjetivo, integrado por el nivel de satisfacción y felicidad por la vida sería la tercera dimensión. La batería que mide lo objetivo y subjetivo del constructo está integrada por varias escalas. Escala de Bienestar Personal, de Banks y cols. de 1988, contiene 12 reactivos que evalúan el bienestar afectivo, se conforma por tres factores. Escala de Capacidades de De La Herrán y Arita de 2003, evalúa la capacidad que el individuo cree tener para afrontar la vida, se forma por 8 reactivos divididos en dos factores. Escala de Satisfacción con la Vida de Diener de 1984, evalúa la satisfacción global de ésta, se compone de un sólo factor con 5 reactivos que explican. Índice de Satisfacción Personal y Local de Cummins (2000) por una parte se integra por las 13 aseveraciones originalmente planteadas que indagan sobre la situación económica, de salud, logros, para todas a nivel personal y sobre la localidad de pertenencia a la localidad con 7 reactivos referentes las relaciones interpersonales.
Premisas histórico-socio-culturales.
Se utilizó la escala corta propuesta por García y Reyes-Lagunes (2003), la cual consta de 42 reactivos presentados en forma de afirmaciones con siete opciones de respuesta que van en un continuo desde "totalmente de acuerdo" hasta "totalmente en desacuerdo". Dicha escala se compone, actualmente, de cinco factores: machismo -refiere la superioridad del hombre sobre la mujer-, virginidad -denota la importancia de la virginidad femenina-, respeto sobre amor -es más importante respetar a los padres que amarlos-, obediencia afiliativa -no se cuestiona a las figuras de autoridad- y educación -la educación de los hijos está primordialmente en manos de los padres-.
Escala de Recursos Psicológicos.
Se compone de cuatro versiones cortas de escalas que fueron adaptadas y validadas para población sonorense, las cuales se describen a continuación: Locus de Control (La Rosa, Díaz-Loving y Andrade, 1986; Vera y Cervantes, 2000), ésta se conforma originalmente por 78 reactivos con siete opciones de respuesta presentados en forma tipo Likert pictórico, representados por siete cuadros ordenados de mayor a menor tamaño que van desde "completamente de acuerdo" hasta "completamente en desacuerdo", respectivamente. Se compone por los siguientes factores: control interno, control externo y afiliativo. Escala de Autoconcepto (La Rosa, 1986; Valdez y Reyes-Lagunes, 1992; Serrano y Vera, 1998), consiste en una lista de 77 adjetivos con siete opciones de respuesta para cada uno, que van desde "muchísimo" en el lado izquierdo y representado por el cuadro más grande, hasta "nada" en el lado derecho representado por el cuadro más pequeño. Escalas de Orientación al Logro y Evitación al Éxito (Díaz-Loving, Andrade y La Rosa 1989; Espinosa y Reyes, 1991; Laborín y Vera, 2000), originalmente se componen por 42 y 17 reactivos, respectivamente, de tipo Likert pictórico con siete opciones de respuesta que van de "completamente de acuerdo" a "completamente en desacuerdo". En orientación al logro se han encontrado los siguientes factores: competitividad, trabajo y maestría. En evitación al éxito: inseguridad de logro y dependencia de la evaluación social. Se realizaron ajustes para que orientación al logro y evitación al éxito se tomaran como un aspecto positivo -inclinación hacia la laboriosidad, productividad y a situaciones que impliquen logro- y otro negativo -experimentación de temor y nerviosismo cuando se emprende una tarea- de lo que se denomina Motivación al Logro. Escala de Enfrentamiento a los problemas (Góngora y Reyes, 1998; Vera y Silva, 2000), este instrumento de autoreporte de respuesta tipo Likert, integrado por seis situaciones problema (vida, escuela/trabajo, familia, amigos, pareja y salud) distribuidas en 108 reactivos. El instrumento tiene siete posibilidades de respuesta donde 1 es igual a "siempre" y 7 igual a "nunca"; el puntaje más alto indica la mayor frecuencia de respuestas de enfrentamiento a los problemas. Está formado por tres categorías o estilos de enfrentamiento: 1) directo revalorativo: las personas expresan hacer algo por resolver la situación cognoscitiva o conductualmente, 2) emocional: cuando se manifiesta solamente un sentimiento o emoción ante un problema y 3) evasivo: se utiliza cualquier estrategia ya sea cognitiva o conductual para escapar o disminuir la importancia de algún problema.
Los instrumentos que conforman la escala de recursos psicológicos, fueron sintetizados a través de un análisis factorial por componentes principales con rotación varimax. Se tomaron los primeros cinco reactivos de cada factor resultante. Dicha reducción obedece precisamente a un aspecto metodológico ya que anteriormente se contaba con todas las escalas por separado y en sus versiones originales cuentan con más de trescientos reactivos.
Finalmente se elaboró un cuestionario que indaga sobre algunas características atributivas generales de los participantes como la edad, sexo, estado civil, tamaño de la familia, tiempo de residencia en Hermosillo, ocupación e ingreso familiar. Atendiendo el objetivo de la investigación se decidió recoger los datos en una de las modalidades de sistema de educación media superior que existen en la ciudad de Hermosillo, siendo esta la modalidad COBACH (Colegio de Bachilleres del Estado de Sonora). Ya que capta el 35.5% de la demanda de estudiantes de ese nivel. En total se visitaron todos los planteles que existen en la ciudad de Hermosillo.
Hallazgos
En esta sección se incluyen los resultados de análisis de componentes principales (para comprobar la estructura de las diferentes escalas), y un análisis multivariante: regresión lineal. El objeto de la primera parte, la psicometría, es tener la certeza de que se está midiendo lo que se pretende medir, y que exista además consistencia en las aplicaciones.
Análisis factorial de segundo orden; calidad de vida.
Atendiendo la propuesta de Arita (2005; 2006a) se llevo a cabo un análisis factorial de segundo orden, esto con el objeto de integrar las dimensiones ya obtenidas en las medidas utilizadas en una marco lógico más sintético. La solución factorial de segundo orden presento los siguientes factores: índice de bienestar personal y local (lugar donde se vive) (Cummins, 2000), bienestar psicológico (Banks y cols., 1988), creencias de capacidad (De La Herrán y Arita, 2003), felicidad sentida (Palomar, 1998), y vida como un todo (Campbell, Converse, Roger, 1976) -ítems únicos- los cuales se agrupan en una solución factorial de dos componentes, uno referido al aspecto proximal del bienestar y el otro a lo distal. En los parámetros de adecuación de muestreo (KMO) todos los valores obtenidos están por encima de .50, valor considerado como mínimo para determinar si es conveniente someter los datos a un análisis factorial. Además, el valor del alfa de Cronbach está por encima del límite inferior aceptado (.60 a .70) (Hair, Anderson, Tatham y Black, 2007). Y en general se obtuvo un valor de varianza explicada de 64.8 (Ver las tablas 4 y 5).
Modelo de regresión Calidad Vida.
Se realizó un análisis de regresión múltiple por pasos para evaluar la relación entre las variables independientes; satisfacción con la vida, índice de bienestar local, premisas histórico-socio-culturales, recursos psicológicos y la variable dependiente calidad de vida en su dimensión proximal. Las variables independientes en interacción explican el 51% de la calidad de vida, cumpliendo el criterio de independencia con un valor de Durbin-Watson de 2, aproximadamente, lo cual nos indica que existe independencia entre los residuos, lo que nos sugiere que la relación es lineal.
De igual manera el modelo contrasta la hipótesis a través de la prueba ANOVA de que la R es mayor a cero y en concordancia las variables involucradas están linealmente relacionadas. Asimismo, el criterio de no colinealidad tolerancia se encuentra dentro de los rangos aceptados. La variable que tiene mayor importancia relativa es satisfacción con la vida con un valor beta de .53, seguida de la variable bienestar local con .19. Por el contrario las variables que presentan menor importancia relativa son autoconcepto y la orientación al logro, ambas en su componente negativo, aportando sólo .06 cada una. Por lo demás, podemos observar que todas las variables cumplen con niveles de significancia menores a .05 (Ver la tabla 6).
SWLS = satisfacción con la vida IBL= índice de bienestar local LCE= locus de control externo AUTP= autoconcepto positivo EE= enfrentamiento emocional PES= preocupación por la evaluación social OLP= orientación al logro positivo MACH= machismo AUTN= autoconcepto negativo OLN=orientación al logro negativo FIV= factores de inflación de la varianza (indicador de colinealidad)
El modelo explica el 51% de la varianza, esperaríamos que la distribución de las betas fueran más parejas, pero comparando este modelo, por ejemplo; con un estudio que realizaron Vera, Domínguez, Laborín, Batista y Seabra (2007), donde buscaban relaciones predictivas entre algunos recursos psicológicos y variables atributivas en una muestra de adultos mayores del Noreste de Brasil, reportaron porcentajes de varianza explicada del 28% entre el autoconcepto positivo con trabajar actualmente y locus de control interno [ R2 = 0.28 P < 0.001].
En general podemos decir que las variables asociadas a los recursos psicológicos tienen mayor presencia, y sólo machismo, para las premisas histórico socio-culturales. Esto concuerda con la conceptualización de Casas (2009; 2010) sobre el carácter satelital de las variables de cultura y personalidad alrededor del núcleo del bienestar personal, que están presentes y que a pesar que correlacionan poco o moderadamente son significativas, para explicar el fenómeno de la calidad de vida.
Cierre
Revisando los valores de beta estandarizados podemos observar una predominancia del autoconcepto positivo y negativo, orientación a logro y evitación al fracaso lo mismo que el enfrentamiento positivo y negativo en su explicación de la dimensión proximal de la calidad de vida. Sólo machismo de las PHSC resulto relevante en la ecuación, las demás dimensiones quedaron fuera. El índice de satisfacción con la vida y el índice de bienestar local resultaron ser las variables con mayor poder explicativo. Ambas variables explican la misma varianza que todas aquellas de personalidad y cultura conjuntamente.
Lo anterior es el hallazgo más relevante, pues a cumplido con todos lo parámetros para una regresión lineal múltiple. Podemos afirmar que la percepción de calidad de vida es un constructo personal que incluye además de los procesos cognitivos de representación social asociado a imágenes de satisfacción con la vida, requiere conceptualizar sus recursos psicológicos y el balance entre los aspectos negativos y positivos del autoconcepto, la forma de enfrentar problemas y la orientación al éxito con la comparación a cerca de la satisfacción con la vida y en nivel de bienestar local, concordando con Casas (2009) al encontrar que esos elementos socio-culturales y personales son aspectos periféricos de la satisfacción global con la vida.
Los estudiantes de bachillerato que participaron en el estudio para responder a la hipótesis sobre los factores relacionados con el juicio de calidad de vida que lleva a cabo el joven y de qué manera se relaciona con los recurso psicológicos y la premisas histórico socio-culturales, presentan diferencias significativas entre los valores de los dos indicadores de calidad de vida y los ingresos particularmente en la calidad de vida y sus factores proximales los cuales presentan una media de 80.60 para ingresos hasta de tres mil pesos y a partir de ese nivel los valores incrementan a 85 ( f= 7.08; p= .000), sin embrago para observar un incremento semejante en los factores distales - de 60 a 65 puntos - es necesario estar por arriba de los seis mil pesos ( f= 3.86; p= .009). Lo anterior indica que la percepción del ambiente local como parte de la calidad de vida tiene un punto de corte relacionado con el doble del ingreso, de tal forma que aquellos por debajo de los tres mil pesos o sea un salario mínimo no manejan un sistema homeostático, pero a partir de los dos salarios mínimos arranca esa posibilidad, que es lo que Cummins (2005) y Palomar y Lanzagorta (2005), mencionan sobre la precariedad y el sistema regulador del bienestar personal. Aún cuando la dimensión proximal resulta de lo más relevante para ser explicada con el estado de satisfacción, la satisfacción parece estar vinculada al equilibrio entre afectos y emociones. Además de la auto percepción y la forma de resolver los problemas con las aproximaciones personales al logro de sus metas en relación a sus competencias.
En la dimensión proximal fueron aceptadas en la ecuación, el índice de bienestar local ( .191) y la satisfacción con la vida (.530), ambas con los valores de beta tipificada más importantes y por tanto con mayor poder explicativo sobre la calidad de vida, sin embargo el auto concepto positivo, orientación al éxito y locus de control externo con un peso relativo mucho menor pero que en la totalidad de las variables de personalidad suman .647 de beta o sea en conjunto se consideran variables con mayor peso explicativo sobre la calidad de vida . Es posible que ésta forma adicional de entender la calidad de vida desde los rasgos de personalidad social permita explicar porque en países en desarrollo se requiere un mínimo de ingreso y enseres para que tenga lugar un proceso homeostático.
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Recebido: 08/11/2012
Última revisão: 08/04/2013
Aceite final: 10/05//2013
Sobre os autores:
Dr. Jesús Tánori Quintana - Apoyo Técnico - Departamento de Desarrollo Humano y Bienestar Social - Dirección de Desarrollo Regional - Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A. C.
E-mail: tanori@ciad.mx
Dr. José Ángel Vera Noriega - Investigador Titular "E" - Departamento de Desarrollo Humano y Bienestar Social - Dirección de Desarrollo Regional- Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A. C.
E-mail: avera@ciad.mx
Dra. Beatriz Yasuko Arita Watanabe - Profesora Investigadora Titular "C" - Universidad Autónoma de Sinaloa.
E-mail: baritaw@hotmail.com
1 Endereço 1: Departamento de Desarrollo Humano y Bienestar Social - Dirección de Desarrollo Regional - Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A. C. Carretera a la Victoria Km .06 A.P. 1735 C. P. 83000 Hermosillo, Sonora. Tel.: 01 662 289 24 00 ext. 515 e ext. 317
2 Endereço 2: Universidad Autónoma de Sinaloa - Prol. Josefa O. de Domínguez s/n - C.P. 80040 - Ciudad Universitaria - Culiacán, Sin Tel.: 01 667 716 13 41