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Actualidades en psicología
versión On-line ISSN 0258-6444
Actual. psicol. v.22 n.109 San José 2008
RESENÃ BIBLIOGRÁFICA
The Lucifer effect 1
Juan Manso-Pinto
Facultad de Ciencias Sociales Universidad de Concepción, Chile
Dirección para correspondencia
Aunque de reciente publicación, puede decirse que este libro comenzó a escribirse treinta y siete años atrás, cuando su autor, por aquellos días un recién graduado en psicología, llevó a efecto el ya clásico y controvertido experimento de la “Prisión Standford”. En este experimento, trataba de probar si la maldad y el sadismo son algo intrínseco a la naturaleza de cada cual o bien se trata de un subproducto del ambiente en el que la persona se encuentra. Para ello, Zimbardo simuló una cárcel ficticia en la que sus internos fueron veinte y cuatro estudiantes universitarios que se prestaron voluntariamente a tal experiencia (por un sueldo diario de quince dólares). Fueron divididos, al azar, en dos grupos iguales: unos hacían de carceleros y otros de prisioneros. Aunque el experimento estaba programado para durar quince días, las conductas que desarrollaron los carceleros fueron de tan excesiva perversidad y sadismo, y la conducta que adoptaron los prisioneros de tan excesiva falta de dignidad, que el experimento, a poco andar, se transformó en una verdadera pesadilla; hubo de ser cancelado al sexto día.
Ahora, treinta y siete años después de ocurrido tales sucesos, Philip Zimbardo -profesor emérito en la Universidad de Stanford en Estados Unidos, ex presidente de la Asociación Estadounidense de Psicología y, en la actualidad director del Centro Interdisciplinario Standford para el Estudio de la Educación e Investigación del Terrorismo- vuelve con un libro oficial sobre el asunto “The Lucifer Effect. Understanding How Good People Turn Evil” (El efecto Lucifer. Comprendiendo como la gente buena se vuelve mala) en el que ensaya explicar como y porqué las personas buenas, comunes y corrientes, pueden llegar a transformarse en seres perversos, malignos. Proceso de transformación este al que Zimbardo denomina efecto Lucifer, en alusión al relato bíblico en que Lucifer, el ángel favorito de Dios, termina transformándose en Satanás.
El texto se compone de dieciséis capítulos. En el primero de ellos Zimbardo presenta un marco conceptual para comprender como funciona el efecto Lucifer. Sostiene Zimbardo que las causas de la conducta perversa no hay que buscarlas tanto en las tendencias disposicionales (internas) de las personas como en las particulares condiciones situacionales (externas) que estructuran el contexto social en que ellas se encuentran.
A lo largo de los capítulos segundo al noveno Zimbardo, retomando sus notas de campo y video-grabaciones, hace la descripción más detallada que se haya divulgado hasta ahora de lo que fue el experimento de la prisión simulada. Describe, día a día, hora a hora, las reacciones psicológicas y los tipos de conductas que se fueron generando entre quienes hacían de guardias y de prisioneros. Zimbardo complementa sus descripciones estableciendo un paralelo entre lo sucedido en su experimento y lo ocurrido en una variedad de situaciones históricas actuales caracterizadas por la crueldad de los actos en ellas cometidos.
En los capítulos décimo y undécimo se analiza el diseño del experimento desde el punto de vista de sus fortalezas y debilidades metodológicas. Se describen, además, los instrumentos psicológicos que se emplearon para asegurar la “normalidad” de los sujetos que participaron en dicho estudio. Se analizan también las principales implicaciones prácticas y éticas del experimento.
Los capítulos décimo segundo y décimo tercero se dedican a mostrar como las particulares condiciones situacionales y de dinámica grupal que las personas enfrentan pueden moldear, para bien o para mal, sus conductas. A tal efecto, se repasan y comentan los conocidos estudios de Musafer Sherif (conformidad a las normas), Salomón Asch (conformidad al grupo), Stanley Milgram (obediencia a la autoridad) y Bibb Latané (inacción).
Los capítulos décimo cuarto y décimo quinto bien pudiera decirse constituyen la razón de ser de este libro. A través de ellos, Zimbardo hace un detallado relato de la participación que como experto le cupo en testificar en favor de uno de los soldados que fueran sometidos a corte marcial por la justicia militar estadounidense por actos inhumanos que cometieran en la prisión militar de Abu Ghraib, Irak. En esta etapa del libro Zimbardo abandona el estilo académico que mantuviera en los capítulos anteriores, para optar, por uno decididamente político. En este sentido, desarrolla una ácida crítica a la justicia militar que en nada consideró su testimonio; su defendido fue condenado a ocho años de prisión. Para demostrar cuan errada fue la decisión de la corte marcial, Zimbardo desarrolla un descarnado análisis de lo que fue el asunto llevado a corte marcial, desde la persona acusada (su defendido), las características de la situación donde se produjeron los abusos (prisión Abu Ghraib), para finalmente llegar al sistema (estructura) que permitió que todo ello ocurriera (gobierno civil y ejercito de los Estados Unidos). Zimbardo concluye su crítica advirtiendo que lo ocurrido en el experimento de la prisión simulada y lo ocurrido en la prisión de Abu Grahib constituyen una ilustrativa lección de como “sistemas perversos” originan “situaciones perversas” y como éstas, a su vez, originan “conductas perversas”, aún en personas buenas (p. 445).
El capítulo final del libro se inicia con un pensamiento esperanzador. Sostiene Zimbardo que una de las más grandes ventajas que posee la especie humana es su capacidad para explorar y comprender el mundo social que ha creado y para aplicar lo que de ello aprende a mejorar la vida (p. 451).
Sostiene Zimbardo que para la psicología social estudiar y comprender el mal es esperanzador, pues, en la misma medida que sus hallazgos pueden ser usados para estimular en la gente sus más perversos instintos, también pueden ser aplicados para cultivar lo mejor que hay en ella. Propone Zimbardo que una de las principales tareas de la psicología es aplicar sus encuentros para alejar a las personas del mal; que es necesario estimular en ellas la “banalidad del heroísmo”, es decir, el interés por comportarse de una manera ejemplar (p. 457). Para ello propone un interesante Decálogo de aforismos y una Taxonomía de conductas que las personas deberían tener presente y practicar a la hora de relacionarse con los demás.
En suma, si bien “The Lucifer Effect. Understanding how good people turn evil”, es un libro más bien extenso (551 páginas) y a veces innecesariamente repetitivo, su contenido es tan absorbente que uno no puede evitar leerlo como una novela, olvidando que no sólo es el informe de un experimento científico, sino también un alegato sobre el modo en que están organizadas las prisiones y, más controversialmente, una declaración política sobre la intervención política de Estados Unidos en Irak. Un aspecto destacable del libro es la amplia y actualizada cantidad de citas y referencias (517) que apoyan a los diez y seis capítulos y que, por lo mismo, contribuyen a enriquecerlo. Por lo anterior, bienvenida será su traducción al español.
Dirección para correspondencia
Casilla 650. Concepcion, Chile.
E-mail: jmanso@udec.cl
1 Reseña del libro de Zimbardo, P.G. (2007). The Lucifer Effect. Understanding How Good People Turn Evil. New York: Random House. 551 pp . ISBN 978-1-4000-6411.