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Psicologia para América Latina

versión On-line ISSN 1870-350X

Psicol. Am. Lat.  n.6 México mayo 2006

 

ESTRUTURA Y DINÁMICA FAMILIAR

 

Algunos problemas de salud de las familias, grupos y colectivos

 

 

Lic. Clara Pérez Cárdenas

Facultad de Ciencias Médicas Calixto García - Cuba

 

 


RESUMEN

Con el presente material nos propusimos organizar algunas ideas relacionadas con el tema de las alteraciones más frecuentes en los grandes grupos que coexisten en la comunidad. Es considerablemente importante que los profesionales de la salud conozcan de estos posibles trastornos para que sus acciones sean realmente abarcadoras de estas esferas y por tanto verdaderamente integrales, logrando salud en sentido amplio de este concepto, en la población que atiende.

Palabras clave: Salud familiar, Grupos en la comunidad, Alteraciones grupales frecuentes.


ABSTRACT

Some ideas regarded to the most frequent alterations in those big groups that coexist in communities were organized in this material due to their importance for professionals in the health system. So, their actions would be integral and they would accomplish their task, that is to say, they would provide health in its wider sense in the population they work with.

Keywords: Familiar health, Community, Frequent alterations.


 

 

Se trata de un trabajo inédito, con el que pretendemos compartir, con los profesionales de del nivel primario de atención, e interesados en investigaciones en esta área, algunas experiencias de nuestro trabajo comunitario.

Comencemos con el grupo primario de pertenencia de cualquier individuo: la familia.

 

Alteraciones en la familia

Antes de adentrarnos en conceptualizaciones de lo que son las crisis relacionadas con el ciclo vital de la familia, es necesario recordar dos elementos: en primer lugar, que ésta es un grupo humano condicionado socialmente, es decir, su dinámica varía de una forma de organización social a otra e incluso en iguales condiciones sociales, no puede hablarse de homogeneidad, porque aunque el funcionamiento de la familia depende de su contexto histórico-cultural, cada una tiene mecanismos propios de autorregulación, que hablan a favor de su autenticidad. (Arés; 1990)(UNICEF; 1996)

Por otra parte, la familia es un sistema abierto, es decir, hay estrecha interrelación entre sus integrantes, por lo que lo que le sucede a un miembro, influye ineludiblemente en los otros y en el sistema como un todo.

De estos dos aspectos se deriva que en la salud familiar, (entiéndase que hablamos de salud familiar cuando este grupo cumple con las funciones básicas que son la esencia de su existencia, tienen un mínimo de condiciones de vida que le permiten la satisfacción de necesidades básicas, hay concenso de salud en sus integrantes y además las relaciones entre los mismos es percibida por ellos, como agradables y gratificantes) en nuestras condiciones actuales, tienen consecuencias negativas las circunstancias socioeconómicas que vive el país, que hacen que se de una sobrevaloración de la función económica del grupo, en detrimento de otras funciones familiares. (Pérez Cárdenas C; 2005). En otras palabras, en nuestras familias de hoy, es frecuente que se piense en términos de las necesidades materiales y cómo satisfacerlas, sin valorarse en toda su magnitud, cuánto afecta al grupo familiar, la irritabilidad y malestar que el manejo de las mismas genera y que con frecuencia se traducen en los intercambios con las demás personas (Alvarez M; 1992). Generalmente se ignoran las necesidades psicosociales básicas de cada miembro de la familia en correspondencia con el período del desarrollo individual en que se encuentre.

 

Principales problemas de salud en las familias

Independientemente de esas condiciones sociales a las que nos hemos referido y por ser la familia, como ya dijimos, un sistema, una enfermedad de cualquier tipo, un accidente, o un conflicto para un miembro de una familia, afecta la dinámica de las interrelaciones entre todos, período éste en que tampoco podríamos hablar de salud familiar.

 

¿A qué llamamos crisis familiares?

Crisis

Un momento importante del desarrollo de las familias que debe tenerse en cuenta para poder realizar verdadera promoción y prevención de la salud de este grupo lo constituyen las llamadas crisis familiares transitorias, también conocidas como crisis normativas o crisis evolutivas de la familia.

A lo largo de su desarrollo como grupo (desde que surge hasta que se diluye) existen períodos de relativo equilibrio y otros, en que los procesos individuales son tan intensos, que la familia como un todo se siente afrontando una nueva situación que sobrepasa sus recursos internos de adaptación.(González I.;1997) Nos referimos aquí a momentos tales como el matrimonio o unión, el nacimiento de cada uno de los hijos que se tengan en la familia, el inicio del primero de los descendientes en la vida escolar, su adolescencia, su decisión de independencia de los padres y la muerte de los cónyuges que dieron origen a esa familia.

La dinámica de las relaciones de pareja puede afectarse si no se cumplen las tareas propias del período de formación familiar.

Los conflictos entre los miembros de la pareja derivan del establecimiento de un contrato matrimonial que no cubre las necesidades de ambas partes, por lo que la percepción de armonía y satisfacción en la misma se obstaculiza. La influencia extrema de las familias de orígenes, o el no permitirse independencia y libertad de acción de un miembro (generalmente la esposa) por el otro, o no existir coincidencia y ajustes de necesidades y prácticas sexuales, entre otros aspectos, pueden ser conflictos frecuentes en esta etapa de la vida familiar.

Otras son las posibles causas de dificultades en la familia cuando ésta comienza a extenderse con el nacimiento de un niño. La pasividad en el desempeño del rol paterno puede tener sus orígenes desde esta etapa del desarrollo del grupo familiar, ya sea porque se mantiene la intervención de las familias de orígenes, ahora en los cuidados del bebé, o porque las madres asumen casi totalmente esta responsabilidad nueva, sin tenerlos en cuenta a ellos, o ambas razones entremezcladas, sin obviar otras posibles. La relación de pareja se afecta, pues es frecuente verse el fenómeno de padre periférico, ellos sienten que sólo reciben migajas de atención de su compañera, por estar éstas, entregadas completamente al cuidado del niño.(Pérez Cárdenas C;1997)

La adolescencia de los hijos es otra etapa evolutiva de la familia en la que ambos padres se describen irritados porque se les hace difícil, como hemos expresado, la comunicación con sus hijos y los ven “como si hubieran quitado a uno y hubieran puesto a otro.” (Pérez Cárdenas C; 1998). El funcionamiento del grupo familiar cambia, la percepción de satisfacción con la pertenencia a este grupo y con sus miembros, decrece. La familia atraviesa una evidente crisis en su desarrollo.

Si los conflictos de una etapa no se resuelven, el paso a la otra se complica mucho más y la percepción de los miembros del grupo no es precisamente de una familia donde se satisfagan sus necesidades en un clima de armonía y comprensión.

Cada uno de los eventos mencionados, tiene su impacto positivo o negativo, de acuerdo al sentido personal y familiar que tengan los mismos en el grupo. A esas nuevas condiciones deben adaptarse todos y para lograrlo, cada miembro del grupo debe modificar su rol, asumir tareas por primera vez y abandonar algunas costumbres, en función de que las consecuencias del evento que afrontan, sean lo menos negativas posibles para el grupo.

El estilo familiar se modifica, hay necesidad de cambios y son a estos momentos de relativa desorganización, a los que nos referimos cuando aseguramos que la familia atraviesa una crisis transitoria, normativa o evolutiva, (González I; 1997), no refiriéndonos al tiempo que la familia invierta en adaptarse a esa nueva situación, si no al hecho de ser éstas, esperadas, posibles de vivir o de observarse en el tránsito o curso normal del desarrollo de la familia como grupo.

Popularmente el término tiene una connotación negativa, se dice que una familia está en crisis únicamente cuando atraviesa un momento desagradable para sus miembros, sin embargo, como vimos, el término tiene una acepción más amplia y hay momentos de dicha y felicidad para todos, como es el caso del nacimiento de un niño deseado y planificado y la familia estar en una crisis transitoria, en tanto cada miembro debe asumir una actitud diferente a la que tradicionalmente asumía en la familia e incorporar nuevos modos de actuar. (Pérez Cárdenas C; Negrín I; Fragoso JM; 1997)

En todos estos momentos, la percepción que tiene cada miembro del grupo es que hay alteraciones en el funcionamiento habitual de su familia. No hay dudas ante este hecho, de que el equipo de salud debe ver en la familia su blanco de acciones de promoción y prevención. Educar a estos grupos sociales, es prepararlos para que su evolución transcurra a favor del polo favorable en el proceso salud-enfermedad y disminuir las contingencias que los desestabiliza, pues tendrían herramientas para afrontar todas estas situaciones esperadas en su desarrollo. Es importante subrayar que no necesariamente cuando una familia afronta una crisis tiene que hablarse de pérdida de su salud. (Bernal I; 1993). Siempre sufre cambios en su dinámica, pero si sus miembros son lo suficientemente flexibles para lograrlos y se adaptan a las nuevas condiciones después del impacto del acontecimiento que han afrontado, cumpliendo con los parámetros de salud familiar que señalamos antes, estamos en presencia de una familia sana.

Las crisis transitorias hay que verlas entonces como riesgos para la salud familiar; de ellas las familias crecen enriquecidas o se dañan.

Este grupo social esta expuesto al afrontamiento de otros múltiples eventos en el desarrollo de su ciclo de vida, ajenos a éste, pero que también afectan en sentido positivo o negativo el funcionamiento familiar. El desequilibrio que se produce en estos casos es conocido como crisis no transitoria o paranormativa y los acontecimientos que la producen son por ejemplo hospitalizaciones de algún miembro, nacimientos no deseados, alcoholismo, reclusiones, entre otros.

Ahora es importante comprender que la salud de la familia se altera a partir de algunos indicadores básicos que deben ser analizados casuisticamente. Nos referimos al grado en que la familia cumple sus funciones básicas, a la propia estructura familiar que puede en ocasiones ser un riesgo para la salud del grupo, a las condiciones materiales de vida en que se desarrolla este grupo y la afectación que para todos provoca, la pérdida de la salud (enfermedad) de los individuos que la conforman.(Colectivo de autores; 2000)

 

Principales problemas de salud en los grupos educacionales

En una comunidad, no son las familias los únicos grupos a los que los profesionales de la salud deben dirigir su atención. Los individuos se organizan también en otros grupos, entre ellos los más importantes son los grupos educacionales y los grupos laborales, cada uno con sus especificidades y sus problemas.(Pérez Cárdenas C; 2005)

A partir del concepto de grupo, el primer problema que afecta la funcionalidad de los grupos educacionales es el número de niños que los conforman. Las matrículas en cada aula, con bastante frecuencia va más allá de aquel número que permite que realmente entre los miembros se establezcan relaciones de comunicación cara-cara. Afortunadamente este elemento se modifica aceleradamente tanto en el nivel primario, como en las Secundarias Básicas de nuestro país, al crearse aulas con matriculas de veinte niños.

Hay otras situaciones que generan dificultades en el funcionamiento de estos grupos y por lo tanto afectan la apreciación de satisfacción por la pertenencia al mismo; unas dependen de las condiciones ambientales y materiales del centro escolar, también solucionadas en nuestro medio, con los programas priorizados de la Revolución cubana, de reparación capital de los centros escolares de todo el país; otras se relacionan con el propio proceso docente y otras obedecen a uno y otro de los polos de dicho proceso: el escolar y el educador.

Pudiéramos decir que son frecuentes las alteraciones que observamos en cualquier grupo escolar que son catalogadas por el maestro como indisciplina de uno o más niños y que realmente obedecen a las condiciones en que se desarrolla la actividad fundamental que realizan. A veces la intranquilidad en un grupo se debe a dificultades en la iluminación natural o artificial del aula, o al estado de pintura de la pizarra, que obstaculizan la visibilidad de lo escrito en ella y promueve que los escolares se pongan de pie, o busquen qué ha escrito el compañero más cercano virándose hacia los lados, o sencillamente, se sientan desmotivados por la clase y asuman una postura apática y se dediquen, en medio de la misma a la realización de otras actividades: coloreado, conversación ajena a lo que se expone en el aula con otros niños, conformando microgrupos que obstaculizan la actividad que se realiza.(Pérez Cárdenas C; 2005)

Igualmente sucede cuando el aula tiene dificultades de ventilación o de espacio y por lo tanto no pueden realizar cómodos ninguna tarea docente, ni alcanzar resultados todo lo satisfactorios que se espera de ellos.

Otras veces los adultos critican constantemente la postura del menor al sentarse, sin reparar en que puede deberse a una no correspondencia entre la talla del niño y las dimensiones del pupitre. En estos casos, los escolares tratan de contrarrestar esta diferencia, sentándose sobre una pierna o en el borde de la silla, afectando la calidad de sus trazos y dando una visión no real de indisciplina grupal.

Errores en el propio proceso docente- educativo serían por ejemplo, no tener en cuenta al dosificar las actividades, la adecuada relación que debe existir entre las docentes y las independientes, la carga docente y los necesarios descansos. Esto pudiera promover irritabilidad en el grupo, fatiga, disminución del rendimiento docente y siempre una vivencia emocional negativa para alumnos y personal docente (Pérez Cárdenas C; 2005)

Por otra parte el funcionamiento del grupo puede ser afectado por verdaderos trastornos de conducta en uno o varios miembros, ya sea por la dificultad de algunos en lograr inhibiciones (intranquilidad extrema), como en el retraimiento, que en estos grupos se traduce en pocas participaciones en clases y actividades extraescolares. Déficit en analizadores (visuales y auditivos), resultan ser otras de las razones que alteran el proceso y generalmente no son tenidas en cuenta a priori, si no que el comportamiento del escolar en estos casos es interpretado frecuentemente como intranquilidad o indisciplina escolar.

En no pocos casos y es lo que más se encuentra en una consulta de Psicología, los niños que se evalúan por trastornos en el aprendizaje, no son portadores de un Retraso Mental diagnosticado a partir de estudios psicológicos y evaluaciones psicométricas. Su dificultad para aprender es consecuencia directa en la mayoría de los casos, de disfunciones familiares y en menor escala, es producto de un mal manejo pedagógico; aunque estos dos elementos pueden estar presentes y complicar el cuadro individual o del grupo (pérez Cárdenas C; 2005)

La distorsión en las familias de su función emocional y educativa, con una hiperbolización de la función económica, es decir, la prioridad que dan las familias a la satisfacción de las necesidades materiales de los hijos y no a sus necesidades o al apoyo en la solución de las dificultades en la actividad social básica que realizan, es un problema que en medio de nuestras condiciones socioeconómicas se debe enfrentar. Para el personal médico ubicado en estos centros de la comunidad, esto se convierte en un reto y por lo tanto deben incluir en su programa de actividades, acciones de promoción y de educación para la salud con profesores y familias de los escolares.

Es importante que el maestro reconozca la importancia que tiene para los resultados de su labor educativa, el cuidado de su lenguaje verbal y extraverbal, su forma de vestirse e incluso su estilo de comportamiento fuera del área de la escuela, porque son el patrón de conducta a imitar por los niños y no menos importante, es que las familias aprendan a conceder su justo lugar a la actividad social que están realizando sus hijos y cooperen con la escuela en los éxitos docentes y en la disciplina de los menores (Pérez Cárdenas C; 2005)

En nuestra experiencia actual, los aspectos materiales que influyen en la aparición de alteraciones en los grupos escolares, están solucionados; se han salvado todas las dificultades constructivas, de mobiliario; están cuidadas las áreas de receso de las escuelas y el número de alumnos por grupo es el que se precisa para un buen trabajo docente y metodológico. Ahora, debemos reforzar en los jóvenes maestros egresados de los Planes de Formación, todos los valores que de un educador se esperan. Son muchachos jóvenes; capacitados teóricamente están; tanto a los maestros de experiencia de las escuelas, como a los padres de los escolares y a los educadores para la salud de la comunidad, nos corresponde apoyarlos en la difícil tarea que tienen en sus manos.

Principales problemas de salud en los grupos laborales

En estos grupos, como ya dijimos, se reúnen individuos para realizar una actividad común, generalmente con un móvil económico. El funcionamiento efectivo del grupo en términos de buen rendimiento productivo o calidad en los servicios que brinda, depende de distintos factores. Por ejemplo; las condiciones de ruido por encima de 85 db, las vibraciones que acompañan a ese ruido y que afectan la precisión de los trabajadores en la realización de las tareas, la ventilación del local del trabajo, la iluminación, que influye en la rapidez y efectividad del trabajador para discriminar estímulos, son algunos de los elementos que inciden en la aparición de:

• Fatiga intelectual e inestabilidad emocional.

• Aumento del tiempo de reacción.

• Aumento de errores y actos inseguros.

• Distractibilidad.

• Incremento de malestar subjetivo y síntomas psicosomáticos.

Estas afecciones aparecerán en mayor o menor medida en condiciones laborales como las descritas, en dependencia de las particularidades individuales del trabajador que pueden actuar como elementos moduladores.

Nos referimos aquí a la capacidad de habituación del trabajador por exposición continuada a los estímulos, motivaciones, gustos y características de su sistema nervioso y la función del personal de salud en este sentido es eliminar su presencia en lo posible o minimizar sus efectos.

La tarea a realizar en sí misma puede ser otro factor influyente en los resultados del trabajo; las metas o normas altas, difíciles de cumplir, generan insatisfacción con el trabajo y vivencias de incapacidad, una conducta de inseguridad y por consiguiente una conducta desordenada que puede acarrear lamentables accidentes.

La relación que se establezca entre jefes y subordinados es básica. Un estilo autoritario y centrado en la tarea, con frecuencia ocasiona choques en la comunicación en el grupo, con su consecuente afectación en los resultados del trabajo, en los que también influyen todas las alteraciones que en el proceso salud-enfermedad individual pueden presentarse.

 

Conclusiones

En este trabajo expresamos los problemas más frecuentes en los principales grupos de la comunidad.

En el caso de la familia, nos referimos fundamentalmente a aquellos elementos que se erigen como factores de riesgo para la salud familiar, mientras que en grupos escolares y laborales, abordamos los principales problemas que afrontan y afectan la salud del grupo.

Después de analizados todos estos acápites probablemente coincidamos en reconocer la importancia que tiene para un profesional de la salud que desee hacer labor asistencial verdaderamente integral, detectar aquellos posibles factores que den al traste con la salud de los individuos, ya sea en sus familias o en cualquiera de sus grupos de pertenencia (educacional o laboral), para poder actuar en aras de la promoción de salud de los mismos o de la prevención de posibles complicaciones.

 

Bibliografía consultada

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