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Revista Latinoamericana de Psicología
versión impresa ISSN 0120-0534
Rev. Latinoam. Psicol. v.40 n.2 Bogotá ago. 2008
LIBROS
Surani Silva Nova
Universidad Cooperativa, Villavicencio, Colombia
Saforcada, E., Cervone, N., Castellá Sarriera, J., Lapalma, A., De Lellis, M. (compiladores) (2007). Aportes de la psicología comunitaria a problemáticas de la actualidad latinoamericana. Buenos Aires: JVE Ediciones, pp. 384.
La consolidación de la psicología comunitaria en América Latina y su reconocimiento en la academia y en el ámbito social han sido producto de innumerables esfuerzos orientados a dinamizar esta área tanto en lo teórico como en lo aplicado; esfuerzos que se han materializado a través de la publicación de libros y artículos en revistas científicas así como la presentación de un número importante de trabajos sobre psicología comunitaria en diversos congresos de renombre en Latinoamérica.
Aún cuando el desarrollo de la psicología comunitaria ha sido forjado por la realidad social del continente, su historia, la magnitud y complejidad de los problemas sociales allí presentes, el cuestionamiento a la respuesta de la psicología individual a las necesidades sociales y la inconformidad con una postura social con mayor tendencia al individualismo (Montero, 2004), la significación y la importancia otorgada a esta área ha sido posible a través de la sistematización de trabajos de construcción teórica, aplicación e investigación.
El libro aquí tratado, correspondiente al anuario de la especialidad del 30º Congreso de Psicología realizado en Buenos Aires en el año 2005 y el cual fue impulsado por el Grupo de Trabajo de Psicología Comunitaria de la Sociedad Interamericana de Psicología (SIP) y la Universidad de Buenos Aires, constituye una evidencia de los avances y logros de la psicología comunitaria en América Latina. Las razones esenciales y a las que hacen alusión sus compiladores son dos: primero, realizar el anuario en el tema de la psicología comunitaria fue respuesta a la cantidad de trabajos presentados en el congreso y, segundo, que el criterio primordial para la selección de los trabajos que se incluirían en el texto fue su pertinencia en relación con la situación actual de América Latina, en lo económico, lo social y lo político y los procesos que se están desarrollando a nivel nacional y regional. En este caso, los trabajos incluidos muestran un avance importante en el desarrollo de modelos de comprensión e intervención en lo comunitario pero coherentes con las realidades sociales propias del entorno y la época.
Lo anterior se refleja en la presentación de trabajos, producto de la investigación y la discusión, realizados en varios países y Universidades Latinoamericanas, apreciándose experiencias de países como Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, México, Puerto Rico, Venezuela y Colombia. Así mismo, es notable el desarrollo en el esfuerzo por compatibilizar las prácticas profesionales comunitarias con los marcos teóricos de comprensión generados en la academia, lo cual ha constituido uno de los principales problemas en lo que se refiere al desarrollo de la psicología comunitaria como disciplina y profesión.
Consecuentemente, la compilación de Saforcada, Cervone, Castellá, Lapalma, y De Lellis debe ser considerada como un aporte fundamental, pertinente y necesario para la estructuración de la evolución histórica de la psicología comunitaria latinoamericana y la discusión clásica que alrededor de esta área se ha suscitado. Sara Slapak, Decana de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, así lo señala en el prólogo del libro: "Las discusiones académicas ahora se centran en la variedad de marcos teóricos que confluyen en la construcción de la psicología comunitaria como campo, en la diversidad de sus dispositivos metodológicos y técnicos y en la amplitud de aplicación a temas, problemas y poblaciones. Esta publicación será sin duda un aporte importante a estas discusiones (p. 12).
De esta manera, los planteamientos presentados en esta publicación se concentran en tres aspectos principalmente: formación en psicología comunitaria; trabajo con comunidades y abordaje de problemáticas sociales; y la presencia de la psicología comunitaria en la formulación, ejecución y evaluación de políticas públicas. Se destaca precisamente como una de las riquezas del libro el retomar otros componentes sustanciales de la psicología comunitaria en América Latina como la formación del psicólogo comunitario y su participación en lo relacionado con políticas de desarrollo, reflejando su pertinencia frente a la preocupación que se ha motivado desde las facultades de psicología y los profesionales dedicados al trabajo y las prácticas sociales comunitarias y de la salud. A su vez, esto permite apreciar el interés por consolidar una psicología comunitaria fortalecida desde la academia pero orientada a lograr un impacto real en lo que Bronfenbrenner, en su modelo ecológico del desarrollo, denomina "el macrosistema.
Si bien se exponen experiencias y reflexiones alrededor de estos dos temas, se invita al lector y especialmente a los psicólogos a problemizar y discutir sobre ellos y a generar propuestas y responder a las preguntas y cuestionamientos que desde la discusión y la práctica de han originado.
Resulta interesante del texto el capítulo introductorio en tanto que ofrece una reflexión sobre el empowerment, clave en psicología comunitaria, y las distintas nociones y significados que se le han otorgado incluso al interior de esta disciplina. Aunque el autor plantea una forma de utilizar la noción de empowerment, "el poder como oportunidad de transformación, esta discusión se puede fortalecer tomando como referente los propósitos de la psicología comunitaria. Otro aspecto que trata este capítulo se refiere a la formación en psicología comunitaria y la falta de integración entre los marcos teóricos propuestos desde la academia y las prácticas profesionales, haciendo énfasis en lo significativo que resultaría la construcción de cuerpos teóricos a partir de las experiencias en trabajo comunitario.
En el cierre introductorio se señala que las ciencias humanas han diseñado e intentan legitimizar otras formas de construcción de conocimiento que difieran de la ciencia moderna, se presenta "el diálogo como una estrategia para "producir un flujo de significado, inventar nuevas posibilidades, nueva visión (diálogo germinativo).
La primera parte, "la formación en psicología comunitaria, está conformada por dos capítulos que presentan experiencias de Brasil y Uruguay, el primero sostiene una necesidad apremiante de formar psicólogos "críticos y reflexivos de su acción, promoviendo la autobservación y el desarrollo de competencias profesionales bajo supervisión continuada. El segundo centra su reflexión en el desfase entre el desarrollo académico y su reconocimiento y posicionamiento como subdisciplina. Hace referencia en primera instancia a aspectos curriculares y su inclusión en el plan de estudios además de los desafíos y oportunidades en la formación de los psicólogos en contextos con condiciones sociopolíticas particulares. Finalmente se sostiene que la proyección social y la extensión universitaria han contribuido al fortalecimiento del campo, por lo que su reto es promover la investigación en el ejercicio docente que en consecuencia optimice la actividad de extensión en coherencia con los requerimientos del contexto.
La segunda parte abarca cuatro trabajos sobre "psicología comunitaria con pueblos originarios y ámbitos rurales; en ellos se incluye el trabajo con la comunidad Mapuche de Chile, jóvenes del sector rural en Colombia, movimientos sociales rurales en Brasil y unas reflexiones éticas en la investigación con grupos indígenas. Además de considerar experiencias con diferentes grupos, lo valioso de este apartado es representado en sus contenidos en tanto que se exponen temas de diversa naturaleza, como el estudio de la concepción de comunidad, redes y movimientos sociales y aspectos éticos en la práctica comunitaria.
En la tercera parte se comparten dos artículos en los que se da una notable relevancia al abordaje y la intervención comunitaria sobre dos problemas de alta prevalencia en México y Brasil: madres solteras (construcción de conocimiento colectivo sobre factores personales y socioculturales que influyeron para que adquirieran su condición); y la tercera edad. Complementando, en la cuarta parte se pasa del abordaje de fenómenos sociales a la presentación de una postura que propone la resistencia comunitaria como una estrategia de transformación social.
Uno de los desafíos primordiales de la psicología comunitaria es lograr el impactar socialmente a través de su participación en el campo de políticas públicas, en este sentido es meritorio encontrar en la última parte del libro el mayor número de artículos dedicados a este tema. Se inicia por un análisis de las definiciones de política pública de psicólogos de Puerto Rico y un debate sobre el fenómeno de la globalización, el cambio social y el empowerment comunitario, así como los aportes de la psicología comunitaria a la noción de desarrollo y su inserción en los procesos de desarrollo local. Como valor agregado, los cuatro artículos restantes presentan propuestas, aportaciones y experiencias de Chile, Venezuela, México y Uruguay sobre planes de desarrollo comunitario; programas de desarrollo humano dirigidos a facilitar competencias y generar autosostenibilidad procurando un desarrollo comunitario sustentable; y estrategias como el fortalecimiento comunitario, procesos de tipo participativo y la transmisión de la memoria colectiva (identidades).
Eminentemente, el libro manifiesta una postura de la psicología comunitaria orientada en mayor medida a la psicología de la salud que a la psicología social aunque no desconoce las aportaciones de ésta área y la necesidad de apoyarse en marcos de comprensión teóricos y metodológicos de otros campos de la psicología y de otras disciplinas de las ciencias sociales y humanas.
Con esta riqueza de artículos en diversas categorías y poblaciones se hace evidente la intención de los compiladores por ampliar la visión frente a la psicología comunitaria y superar el problema de considerarla como sinónimo de "psicología de la pobreza sin negar su propósito de "mejorar condiciones humanas y de calidad de vida. Se enriquece la noción de "comunidad y se legitimiza la metodología cualitativa y participativa como principal herramienta en el trabajo comunitario, ampliando la comprensión del rol del profesional de esta área, la distinción de los fenómenos de los que se ocupa y su modo de comprensión y actuación en la realidad en relación con otros campos.
Los compiladores señalan que este anuario puede ser útil a los profesionales de la psicología que aportan a la solución de problemas sociales y a aquellos que trabajan en la especialidad o en otros campos de la disciplina cercanos a éste y que están dedicados a promover el desarrollo humano integral y el mejoramiento de la calidad de vida de "nuestras sociedades, no obstante, se recomienda a académicos, estudiantes y profesionales de otras disciplinas afines como sociólogos y antropólogos y, de manera especial, a aquellos que estén interesados en el desarrollo histórico de la psicología comunitaria en Latinoamérica.
REFERENCIA
Montero, M. (2004). Introducción a la psicología comunitaria. Buenos Aires: Paidós. [ Links ]