35 2Jerome Seymour Bruner: 1915-2016 
Home Page  


Revista de Psicología (Lima)

 ISSN 0254-9247

     

 

RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS

 

León, R. (Ed.) (2016). Cartas desde el exilio. Lima: Universidad Ricardo Palma, 304 págs. ISBN 978-612-4234-59-0

 

Walter Lizandro Arias Gallegos

Universidad Católica San Pablo, Arequipa, Perú

 


 

 

Escribir cartas es una actividad que se ha venido perdiendo con el paso del tiempo y con el avance de la tecnología. Sin embargo, hace unas décadas atrás, todavía era una costumbre muy frecuente, con el fin de establecer comunicación con familiares, amigos y colegas. En el campo académico la comunicación epistolar fue un medio no solo de comunicación, sino además, de investigación, cuando estas misivas se convierten en objeto de estudio por parte de los interesados en develar a través de ellas ciertas facetas o hechos con trascendencia para la ciencia, o más precisamente, un ámbito del saber en particular.

De hecho, existen diversos libros dedicados a este tipo de estudios. Por ejemplo, el libro Orígenes del psicoanálisis (Freud, 1986) no es sino la correspondencia que se enviaban Sigmund Freud (1856-1939) y Wilhelm Fliess (1858-1928) entre 1887 y 1904, y que revela cómo Freud fue ordenando sus ideas sobre su teoría de la seducción y el papel del inconsciente, que derivaron en la formulación de los principios básicos del psicoanálisis. Otro documento similar es el epistolario de Friedrich Nietzsche (1919) que agrupa las cartas del filósofo con su madre y hermana, con Ricardo Wagner, el Barón de Gersdorff Erwin Rohde, Peter Gast, Federico Ritschl, Paul Deussen, Hugo von Senger, María Baumgartner, Carlos Hillebrand, Gottfried Keller, Jacobo Burckhardt, etc.; con quienes comparte sus emociones, sus padecimientos, sus ideas y proyectos.

También se han publicado, en formato de artículo, el análisis de la correspondencia entre William James y Charles Peirce (Morgade-Salgado, 2010), entre John Watson y Adolf Meyer (Ruiz & Sánchez, 2006), que brindan una noción clara de las situaciones personales por las que pasan cada uno de sus personajes, en el momento en que se escriben, así como de las ideas y pensamientos que corresponden con su visión académica y su trabajo intelectual.

A nivel del Perú, desde la década de 1980 se dieron a conocer las cartas entre Sigmund Freud y Honorio Delgado (1892-1969) gracias a las contribuciones de Álvaro Rey de Castro (1983, 1993), en las que se traslucen las relaciones de estos personajes, que fueron tensas en ciertos aspectos, y muy cordiales en otros, y que nos dan luces para hipotetizar sobre los motivos que condujeron al distanciamiento entre ambos, al punto de que, luego de ser un admirador y difusor muy laborioso del psicoanálisis, Delgado se torna a partir de 1940 en un crítico muy mordaz de Freud y su obra (Arias, 2015).

Otra contribución significativa a la historia de la psicología en el Perú es el análisis de la correspondencia de Walter Blumenfeld (18821967) con diversas personalidades del mundo académico y de la psicología de la primera mitad del siglo XX. Este trabajo, que al igual que el anterior, se centra en una de las figuras más importantes de la psicología peruana (León, 1993b; Alarcón, 2000), es mérito de uno de los más importantes cultores de la historia de la psicología en este país, como es Ramón León, quien viene publicando en los últimos años diversos trabajos de corte historiográfico y epistolar, donde somete a escrutinio la correspondencia de Walter Blumenfeld y Enrique Mouchet, Francisco Romero (León 2014a), Franziska Baumgarten-Tramer (León, 2014b) y Emilio Mira y López (León & Kagelmann, 2015).

Por nuestra parte, tuvimos la oportunidad, gracias a la generosa colaboración del doctor León, de publicar también un trabajo en el que se analiza, con métodos cualitativos propios del análisis de contenido y utilizando el programa estadístico T-LAB 8.1, la correspondencia entre Walter Blumenfeld y Edwin Boring (Caycho, Arias y Barboza, 2015). Y es que la obra de Walter Blumenfeld ha merecido la atención de diversos académicos (Alarcón, 1980, 1994, 2000, 2006; León, 1983, 1993a, 1993b, Caycho, 2013a, 2013b, 2015; Caycho, Arias y Barboza, 2015), que han relevado sus aportes en la investigación psicológica y la profesionalización de la psicología, al punto de considerarle pionero de la psicología en Latinoamérica (Ardila, 1989; Caycho, 2015; León, 1983) y de calificarle como el introductor de la psicología científica en el Perú (Alarcón, 1994, León, 1993b).

Pues bien, siguiendo la línea de investigación epistolar antes mencionada, Ramón León, nos presenta su nuevo libro titulado Cartas desde el exilio, en el que nos muestra la correspondencia entre Walter Blumenfeld y Rodolfo Mondolfo (1877-1976), que comprende un total de 148 cartas que se escriben el uno al otro entre 1948 y 1966. Blumenfeld, un psicólogo alemán formado en la escuela Gestalt que emigra a Perú en 1935 y Mondolfo, un filósofo italiano especializado en el helenismo que radicó en Argentina; ambos por motivos políticos, debido a la persecución nazi que se radicaliza desde 1933; se escriben mutuamente, comentándose sus desventuras en el nuevo continente. La correspondencia está llena de anécdotas y peripecias que ambos tienen que pasar en Latinoamérica como producto de la burocracia y las limitaciones presupuestales, que agobian a las universidades donde laboran. Así también, el contexto de exaltaciones políticas y dictaduras militares les juega en contra, pero siempre buscan alternativas para sobrellevar tales dificultades.

Con la confianza que fueron cultivando con el paso de los años y a través de su correspondencia, tanto Blumenfeld como Mondolfo nos muestran el lado humano de dos académicos de alto prestigio internacional. Las carestías económicas de Blumenfeld y su complejo tránsito por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos primero, y por la Gran Unidad Escolar Melitón Carvajal, después; son tema recurrente de sus conversaciones. Mientras que Mondolfo le cuenta sus viajes a Europa y Estados Unidos, sus encuentros familiares con sus hijos, sus proyectos académicos y sus nuevas publicaciones. Existen temas más apremiantes, como la salud de la hermana de Blumenfeld o el fallecimiento de la esposa de Mondolfo en 1950, con quien Blumenfeld también mantuvo correspondencia. En este momento, las cartas revelan el difícil duelo por el que atraviesa Mondolfo y que, durante aproximadamente dos años, no deja de manifestarse en las cartas que le escribe a su corresponsal en Perú.

Por otro lado, llama la atención las inconsistencias burocráticas, tanto de la UNMSM como de la Universidad Nacional de Tucumán, donde por ejemplo, en el primer caso, a Blumenfeld le obligan a sacar dos doctorados en el Perú, pues uno era para licenciar su desempeño como docente en la Facultad de Letras y otro en la Facultad de Ciencias. Por el otro lado, a Mondolfo le niegan facilidades para viajar a Europa, por ser extranjero, y convenir que sea un argentino quien represente a la universidad tucumana en los certámenes académicos internacionales.

El texto está lleno de curiosidades, de datos personales, de intercambios de libros y artículos, que se enviaban uno al otro, compartiendo así, el fruto de su trabajo. Con el paso del tiempo, son también motivo de conversación, los achaques propios de la edad (hernias, problemas visuales, hipertensión, etc.), y el cansancio que comienza a afectar la laboriosidad con la que cada cual se entrega a sus respectivas producciones académicas.

El lenguaje usado es cordial, claro y recurre eventualmente a las metáforas y las citas célebres de grandes autores. Hay interrogantes planteadas, que alcanzan respuesta meses más tarde, hay demoras y dilaciones, que son excusadas y también reclamadas. En ese sentido, se puede contrastar, la suavidad del filósofo italiano con la dureza del psicólogo alemán. El lado humano de Blumenfeld, que era exigente, puntual, metódico y directo; con el sentimentalismo de Mondolfo, que se conjuga con las circunstancias de un hombre hogareño, atareado y sumamente activo.

Por etapas, se aprecia un Blumenfeld resignado y expectante, así como un Mondolfo molesto y deprimido. Se hace mención a diversos colegas que también comparten con ellos, la amistad y la misma pasión por el conocimiento. Entre los mencionados se tiene a Francisco Romero, Emilio Mira y López, Francisco Miró Quesada, Fritz von Rintelen, Carlos Astrada, Enrique Mouchet, Guido de Ruggiero, Juan Adolfo Vásquez, Renato Treves, Gerhard Funke, Raymundo Pardo, y un largo etc.

Las alegrías, vienen de la mano de las anécdotas familiares, y las quejas son contra el nazismo, y en el caso particular de Blumenfled, contra Honorio Delgado y Mariano Iberico, a quienes describe como sus "enemigos" (p. 69).

La correspondencia entre Blumenfeld y Mondolfo es, en suma, una importante colección de fuentes primarias que rara vez se han discutido en la escena latinoamericana con la extensión y profundidad con que Ramón León ha hecho posible compartir con los lectores, en su calidad de editor; y con los interesados por la historia de la psicología, para quienes, seguramente, este libro será una consulta obligada, pues hace una invalorable contribución al conocimiento de las motivaciones y las personalidades de los interlocutores. Sugerimos Cartas desde el exilio como una lectura formativa que los lleva a la reflexión y al asombro, así como a la admiración y a la congoja; emociones humanas, que son también expresadas por sus protagonistas, en sus poco más de 300 páginas.

Aprovechamos estas páginas también para agradecer a Ramón León por compartir estos valiosos documentos con los colegas iberoamericanos, y que estamos seguros, inspirarán nuevas líneas de investigación histórica y permitirán estimar aún más la obra de Walter Blumenfeld y Rodolfo Mondolfo.

 

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License