Psicologia para América Latina
ISSN 1870-350X
ENTORNO AMBIENTAL Y PROCESOS PSICOLÓGICOS
Tiempo libre y modo de vida en el vecindario urbano
Dr. Javier Guevara Martínez; Mtra. Carolina Rodríguez Álvarez
Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla - México
RESUMEN
El foco de análisis es el tiempo libre en el vecindario, el cual es entendido como una fuente de influencia social, como un escenario generador de normas y roles. Los vecindarios tienen no sólo demarcaciones, también presentan cierto grado de homogeneidad. El estudio centra su atención en el Modo de Vida, cuyos componentes son el soporte material, el sistema de relaciones o prácticas sociales y los sistemas de significación social. El Tiempo Libre, al ser una expresión del modo de vida, comporta sus diferenciaciones, por tal motivo, El estudio se realiza en tres vecindarios de alto contraste en la ciudad de Puebla, aplicando cuestionarios, observación-participación, y entrevistas estructuradas. Los resultados dan un perfil del tipo de población que habita en cada vecindario, distinguiendo las formas diversas en que el tiempo libre se experimenta en cada modo de vida analizado.
Palabras clave: Vecindario urbano, Modo de vida, Tiempo libre, Psicología social.
ABSTRACT
The analysis area is the free time in the neighbourhood. This is understood as a source of social influence, as a generating procedures stage and roles. The neighbourhoods have not only physical demarcations, also presents certain degree of homogeneity. The study centers his attention in the way of life, whose components are the material support, the system of relationships or social practices and the social meaning systems. The Free Time, to be an expression of the way of life, behaves its differentiationes. The study is accomplished in three high contrast neighbourhoods in the city of Puebla, Mexico, apply questionnaires, observation-participation and structured interviews. The results give a profile of the type of population that inhabits in each neighbourhood, distinguishing the various forms in which the free time is experienced in each analysed way of life.
Keywords: Urban neighbourhood, Way of life, Free time, Social psychology.
1. Introducción
La investigación en cuestión se realizó en la ciudad de Puebla, cuarta en importancia en México por su número de habitantes y actividad económica e industrial. Puebla comporta las características urbanísticas de las ciudades en América Latina, el crecimiento acelerado en ellas alrededor de la mitad del siglo pasado, invirtió el carácter rural que le era propio a la región, para mantener en la actualidad una población predominantemente urbana. Ese crecimiento desmesurado en tiempos reducidos generó en los países del llamado tercer mundo un carácter permanentemente deficitario de los servicios urbanos.
No se necesita argumentar que además de la insuficiencia de los servicios, ha existido el problema de su in equitativa distribución. A diferencia de los países del norte, en los del sur existe mayor disparidad entre sus habitantes, esos grandes contrastes se refieren a las condiciones materiales de vida, pero también a las prácticas sociales y a los procesos cognitivos y afectivos que les son inherentes.
La investigación tiene dos intereses (simultáneos, complementarios y de mutua implicación), por un lado, la evaluación de la equidad en la distribución del equipamiento y la infraestructura urbana (calidad de vida), y por otro, las implicaciones simbólicas que les son inherentes (bienestar social). Focalizados en uno de los aspectos de la vida contemporánea que cada vez adquiere mayor importancia, es el que se refiere al Tiempo Libre.
Munné (1974, citado por Rodríguez, 2000) mostró la entidad del derecho al tiempo libre, reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada por la ONU en 1948, siendo aplicables a los derechos de descanso, vacaciones, educación física y deporte. El Tiempo Libre no sólo refleja los atributos que componen el modo de vida actual, además experimenta sus paradojas: Con el inevitable crecimiento de la ciudad, hay una multiplicidad y diversidad de oferta social para el tiempo libre, pero hay también una mayor carga de trabajo y una multiplicación del tiempo destinado al traslado, lo cual obliga a consumir cada vez más tiempo en los desplazamientos entre la casa y el lugar de trabajo, en detrimento del mismo.
Al igual que en los demás aspectos involucrados en la problemática urbana, el tiempo libre refleja distintos niveles y esferas, los cuales van, desde el equipamiento y la infraestructura (oferta y calidad de servicios), hasta los procesos sociales y cognitivos que le dan significación social. De esta manera el tiempo libre, además de ser condicionado por múltiples factores, se manifiesta en: Equipamiento e infraestructura, traza de la ciudad, espacios especializados, de producción, consumo, recreación, etc., y aunque en este rubro están los servicios urbanos para la cultura, la recreación y el ocio, la investigación pone énfasis en su expresión local, a escala del vecindario.
El desempeño del tiempo libre también esta asociado a los atributos demográficos y socioeconómicos de la población crecimiento natural y social de la población, movimientos migratorios, natalidad, etc.; niveles de ingreso, infraestructura familiar, escolaridad, etc. que, como se verá más adelante, juegan un papel sumamente importante en el desempeño ciudadano del tiempo libre.
Un aspecto adicional se relaciona con las prácticas sociales referidas al tiempo libre, es decir, qué hace la gente en su tiempo libre, cómo y con quién lo hace, cómo se organizan los habitantes en el vecindario y cuál es el modelo (o sistema de regularidades) predominante en cada lugar de residencia.
Finalmente, existe la dimensión cognitiva y afectiva de los habitantes de la ciudad y los vecindarios, que se dirime en expectativas hacia la ocupación del tiempo, al orden de prioridad en el que se encuentra la actividad hedonista, a los vínculos con agrupaciones promotoras de dichas actividades, y a las creencias, imágenes, representaciones, etcétera, que se vinculan al conjunto de la actividad de tiempo libre.
Los factores desagregados en líneas anteriores juegan un papel importante cuando se agrupan para presentar determinados perfiles en cada vecindario y, por su puesto, en los habitantes de los mismos. Dichos aspectos entran en juego para presentar formas diferenciadas de ocupación de la ciudad, esas formas pueden definirse como modalidades del modo de vida, los cuales, a su vez tienen un lugar físico y social de expresión, el vecindario.
2. El vecindario urbano como escala de análisis y el modo de vida
El análisis del modo de vida en la perspectiva expuesta, contempla el crecimiento de la ciudad y con esto la aparición de nuevos escenarios urbanos, el uso diferenciado del suelo y su constante mutación, para aproximarse a la emergencia y diversificación de estilos de vida sujetos a las nuevas condiciones sociales.
Sin embargo, en uno de los principales componentes del debate en las llamadas “ciencias de lo urbano”, desde la sociología estructural se impugnó tal orientación, bajo el reproche de “la ideologización en el estudio de la ciudad”, (lo que ha sido definido como el análisis de la sociedad urbana). Durante muchos años “se sesgó e incluso devaluó el acercamiento a la cultura urbana al promover a ésta como producto meramente ideológico. La crítica demoledora a la Escuela de Chicago, centró la mirada de los investigadores en el estudio del consumo de bienes colectivos y en el papel de la ciudad como instancia para la reproducción de la fuerza de trabajo. Fue a partir de la reflexión y problematización sobre temáticas locales no abordadas desde el paradigma estructural, como reaparecen en escena los nombres de Simmel, Park y Wirt, vinculados a situaciones de interacción social, vecindario, modos de vida urbanos, etcétera” (Sevilla y Aguilar, pp. 14-15, 1996)
Efectivamente, la perspectiva de análisis de los procesos sociales urbanos bajo un modelo dicotómico, reduce no sólo la variable independiente (en este caso, el contexto urbano), reduce también la variable dependiente (el comportamiento y las cogniciones). Además de presentarla tajantemente al arbitrio de la función de la primera, al disociar un aspecto de la realidad social, ignora la multiplicidad de elementos en el entorno, así como sus interconexiones como posibles agentes de influencia. Esto es, compartimos la crítica a la eventualidad de una interpretación reduccionista, pero compartimos también los hallazgos empíricos que demuestran la existencia de regularidades sociales en contextos específicos, lo cual nos remite a la idea de homogeneidad.
De una zona se dice que es homogénea no porque todos sus habitantes sean iguales, sino porque la probabilidad de que un individuo elegido arbitrariamente tenga una característica determinada es similar en todas las partes del área. Así, si las características de un área se expresan en forma de proporción, el área se podrá calificar de homogénea respecto de una característica, X, si en la mayoría de las subdivisiones geográficas del área el valor de X es el mismo (Tryon, 1955, p.38-44).
La urbanización, dice Wirth (citado por Basolls, et al, 1988), ya no se limita a definir el proceso por el cual las personas se ven atraídas por un lugar llamado la ciudad, e incorporadas a su sistema de vida. Se refiere también a esa acentuación acumulativa de las características distintivas del modo de vida que se asocia con el crecimiento de la ciudad, y finalmente, con los cambios en la dirección de los modos de vida reconocidos como urbanos. “La masificación de los procesos sociales fundamentales se expresa espacialmente con la introducción de una nueva traza urbana, un equipamiento comercial y nuevas formas de utilización del tiempo libre” (Rosales, 1996, p 90).
El modo de vida y su diferenciación, tiene su soporte en los diversos vecindarios de la ciudad, es decir, en áreas construidas que comportan mayor o menor grado de homogeneidad en su aparición, en el tipo de vivienda, así como en la condición socioeconómica de sus habitantes. Se trata de lugares, lugares diferenciados de residencia, lugares que albergan formas distintas de vivir la ciudad, modos distintos de vida.
Entendemos al vecindario urbano a partir de los dos componentes atribuidos por Keller (1968): por un lado, la existencia de un sistema de comportamientos específicos respecto a la vida social local, en particular en relación con los vecinos. Este sistema de vecindad (“neighbourin”) comprende, al menos, dos dimensiones distintas: las actividades relativas a la vecindad (la ayuda, el préstamo mutuo, las visitas, los consejos, etc.) y las relaciones sociales propiamente dichas (a saber, la relación entre relaciones amistosas, familiares, de vecindad, participación en asociaciones y centros de interés, etc.). El conjunto de estos comportamientos expresa la definición cultural del rol (papel social) del vecino; este rol varía en intensidad e intimidad, según las dimensiones y según las normas culturales interiorizadas por los diferentes grupos sociales.
En segundo lugar, entendemos al vecindario como la existencia de una unidad ecológica particular (barrio, unidad habitacional, etc.), con fronteras suficientemente específicas para hacer una separación socialmente significativa.
El vecindario es eso, es un lugar físico y es un lugar social, es el contexto de una determinada vida social, es su marco pero también su expresión. La entidad física y la entidad social existen bajo una permanente fusión. Esa fusión, de ninguna manera se da siempre de la misma forma y en los mismos ritmos. En el vecindario emergen los modos de vida bajo influencias asimétricas, comparten sus planos espacial y temporal con otras significaciones, de tal manera que el modo de vida no es determinado por su entorno físico, es condicionado bajo una lógica de concomitancias (Guevara, op. Cit. p.55). Los modos de vida hacen referencia a las formas diversas, tanto personales como colectivas, en que los seres humanos organizan su vida cotidiana. Así, afirman Corraliza y Gilmanrtín (1996), podrían incluirse en este concepto aquellos estilos, usos, prácticas, costumbres y valores de los individuos que inciden en las conductas, actitudes y creencias en relación a sí mismos, al medio en el que viven y a los otros individuos.
3. Perspectiva psicosocial del tiempo libre
La importancia del tiempo libre se puede advertir si analizamos su evolución social, hasta llegar a convertirse en uno de los aspectos centrales de la vida cotidiana que evalúan la calidad de vida y el bienestar social.
Para muchos investigadores nos dirigimos hoy hacia una llamada "civilización del ocio", históricamente sin precedentes. Si en el pasado no se había prestado la debida atención a esta materia, se debe principalmente a que se le otorgaba mayor interés al tiempo de trabajo.
Por tiempo libre no puede entenderse el tiempo durante el cual uno queda libre de las exigencias del trabajo, ésta visión implica oponer el tiempo libre al tiempo de trabajo, y crear por lo tanto una visión negativa del fenómeno, lo que ha acarreado que se considere como improductivo (cosa que no siempre es cierta), o incluir en el concepto todo el tiempo dedicado a las diferentes obligaciones de carácter familiar y social que se llevan a cabo fuera de la jornada laboral. Como se puede advertir, el tiempo libre es generalmente un concepto impreciso, sin embargo, la definición que tiene mayor aceptación entre los estudiosos de este fenómeno es la de Dumazedier (1971):
El tiempo libre se presenta como un conjunto de ocupaciones a las que el individuo puede dedicarse voluntariamente, ya sea para divertirse, para descansar o para desarrollar su información o su formación desinteresada o para desarrollar su voluntaria participación social o su libre capacidad creadora, después de estar desligado de todas sus obligaciones profesionales, familiares y sociales.
Para entender al tiempo libre es necesario considerar sus aspectos analíticos. Estos nos mostrarán que, a pesar de ser "libre" este tiempo y que cada uno puede disponer de él como quiera, esto no es de un modo absoluto, sino que esta libertad está configurada por unos requisitos y tiende a ajustarse a unas pautas, más o menos condicionadas y condicionantes, para así poder satisfacer la necesidad social a que responde. (Munné, n.d., p. 453)
Partiremos pues de que el fenómeno del tiempo libre se soporta, por un lado, en una infraestructura que se compone a su vez en una base material, consistente en disponer de elementos materiales que hagan posible la realización de las actividades típicas del tiempo libre. A su vez, esta base puede depender de uno mismo (libros, equipos de pesca, televisor, etc.) o del equipamiento societal (bibliotecas, campos de deporte o casas de reposo). Por otro lado, el tiempo libre se soporta en una base organizativa, de carácter personal -autodistribución del tiempo libre- o de carácter social, e.g. clubs, compañías de espectáculos, agrupaciones de aficionados, etc:
Es la base material la que en buena medida otorga la libertad de uso del tiempo, en términos de su volumen, contenido, estructura y empleo. El análisis del tiempo libre como fenómeno social ofrece cuatro aspectos importantes en la perspectiva de Munné:
a. El volumen del tiempo libre. Es la cantidad global de tiempo libre disponible por una persona, agrupamiento o conjunto estadístico durante un periodo determinado. Este volumen resulta de deducir todas aquellas actividades de carácter necesario remunerado o no, que son consumidoras habituales de tiempo.
Estas actividades se clasifican en seis apartados: 1) El trabajo fundamental y, para los estudiantes el estudio; 2) el trabajo o trabajos suplementarios, realizados con el fin de incrementar los ingresos (pluriempleo y superempleo); 3) el camino a casa hasta el lugar o lugares de trabajo y viceversa; 4) las necesidades familiares: ir de compra diaria, limpieza del hogar, preparar comidas, reparaciones caseras, cuidado de los hijos; 5) las necesidades fisiológicas, relativas a la alimentación, el sueño, el aseo personal; y 6) las necesidades religiosas: asistir a funciones religiosas, rezar, etc.
b. La estructura del tiempo libre, se refiere a las diferentes pautas en que puede distribuirse el volumen disponible. Esta estructura puede ser muy fluida o no, dependiendo de si se da en la ciudad o en el campo. El tiempo libre se da en bloque y muy diferenciado del tiempo de trabajo, y en cierta medida también del semilibre cuando se trata de áreas urbanas.
c. El contenido del tiempo libre. Entre los problemas más sugestivos del contenido del tiempo libre se cuentan: La importancia cualitativa de las actividades propias del mismo, que conllevan cuestiones de axiología social y funcionalidad societal de carácter genérico de carácter específico y la cuestión relativa al carácter excluyente de algunas actividades entre sí, como ver la televisión y leer, o a su carácter competitivo, por ej. entre la televisión y el cine.
d. El empleo del tiempo libre. Se refiere al contenido no potencial del mismo sino al contenido real que da al mismo cada persona, agrupamiento o conjunto social.
Las actividades en que gastamos nuestro tiempo libre dependen del volumen disponible, de la estructura que tiene y de cómo distribuimos las actividades en dicho volumen y estructura. Pero en último término depende de la elección personal, de qué actividades elegimos de entre aquellas que integran el contenido potencial que posee el tiempo libre en la sociedad en que vivimos.
Para Munné, (1992), estos cuatro aspectos analíticos caracterizan distintamente los diversos tipos de tiempo libre. La distinta fluidez de éste permite diferenciar el tiempo libre de los días de trabajo, el de los fines de semana y el de las vacaciones de verano que se distinguen por su volumen, estructura, contenido y empleo.
Compartimos la hipótesis en el sentido que "el tiempo libre cumple, en gran medida, una función social genérica de contacto social, que tiende cada vez más a tener un carácter compensador. Esta función se basa en el establecimiento de relaciones primarias de tendencia informal (amistades, relaciones de vecindad, etc.) frente a la creciente formalización de las relaciones laborales." (Ibid., p. 460)
El comportamiento pautado de la gente durante su tiempo libre, origina el desempeño de múltiples roles de descanso, de diversión o creadores, de gama muy variada e incluso heterogénea.
Nuestra posición social se ve afectada por estos roles, así como por el otro aspecto de dicha posición, el estatus.
"Porque una característica importante del tiempo libre, a la que no se le ha concedido la atención que merece y sin la cual es imposible profundizar y comprender la dinámica del fenómeno, es que el empleo del tiempo libre es fuente de estatus." (Idem.)
4. Diseño de la investigación
a.Criterios y principios metodológicos.
La investigación se nutre de diversos campos y enfoques en psicología y desarrolla momentos de intervención cuantitativa, pero también cualitativa, por esta razón, aunque de forma general, es pertinente referirse a los criterios y principios que soportan el diseño de la misma:
Aproximación cuantitativa y cualitativa.
Ambas aproximaciones pueden desplegarse de manera estratégica, pueden conllevarse en un continuo, como lo propone Delgado y Gutiérrez (1994), de acuerdo con la respectiva formulación del problema, por ejemplo, estudiar las tipicidades y mecanismos de la construcción social de la realidad y a la vez, con métodos cuantitativos, estudiar la representatividad de los modelos o muestras poblacionales (Ruiz Carrillo, 2004).
Aunque las asociaciones o correlaciones entre diferentes variables no necesariamente demuestran cuál es la causa y cuál el efecto, tales análisis pueden proporcionar una información útil para el estudio de las relaciones causales (Campbell y Katona, 1992). Por su lado, la metodología cualitativa, no adapta al individuo a categorías preconcebidas, sino que en el proceso de aproximación metodológica del investigado se construye la especificidad del sujeto como un momento concreto del desarrollo del conocimiento, separándose de la relación directa entre el sujeto investigado y la teoría (Gonzales Rey, 2002)
Las condiciones de los procesos y las necesidades de indagación requieren una correspondencia que se adecue, por un lado a las propiedades que guarda la realidad, y por otro, a los requerimientos específicos de la investigación. Que para la que se reporta, implica conocer las tendencias sociales a partir de ciertas categorías mediante una aproximación cuantitativa, pero también el proceso de construcción de sus actores, mediante procedimientos cualitativos. Lo cual enriquece el proceso investigativo y los resultados.
En este sentido el criterio metodológico asumido es en esencia de complementariedad y de pertinencia, por lo tanto, el problema de la metodología es ante todo un asunto de pertinencia. En esa dirección, Robinson (2000) critica la dependencia de la ciencia de algún marco o paradigma, esto es, enmarcar el trabajo investigativo a una sola visión ya sea en un plano teórico o metodológico. En consecuencia existen otras perspectivas que apuntan a contemplar la importancia de la inclusión de más de una perspectiva:
Triangulación.
Cuando se hace investigación es frecuente acudir a la triangulación o utilización de varios tipos de métodos o de datos. Denzin (1989) identifica cuatro tipos básicos de triangulación:
• Triangulación de datos: el uso de una variedad de fuentes en un estudio
• Triangulación del investigador: el uso de varios investigadores o evaluadores distintos
• Triangulación de teorías: el uso de múltiples perspectivas para interpretar una sola serie de datos
• Triangulación metodológica: el uso de múltiples métodos para estudiar un sólo problema.
Participación de actores.
La intervención del grupo abre la identificación del problema a la participación de los diferentes puntos de vista que existan sobre la conformación de éste, contrapesándose de este modo los sesgos que el investigador o el diseñador de políticas públicas pueda introducir en la toma de decisiones (Sánchez, 1998). Puede afirmarse que a pesar de la existencia de múltiples perspectivas de abordaje de los objetos de estudio, es indispensable un enfoque interpretativo y naturalista de la realidad mediante el estudio de los eventos en sus contextos naturales y desde los significados que le asignan los sujetos, destacando de esta manera su visión de construcción social de la realidad (Denzin y Lincoln, 2000).
Lincoln (1998) plantea como necesario crear nuevos criterios para juzgar la calidad y propone la inclusión de la comunidad como árbitro de calidad, así como tomar en cuenta la posicionalidad de los que intervienen y que condiciona la construcción del conocimiento y de la acción.
b.Metodología.
La investigación se organiza en dos momentos principales: Observación directa extensiva y observación directa intensiva. En el primero predomina la metodología cuantitativa, mientras que en la segunda los métodos cualitativos.
Observación Directa Extensiva.
a)Se desarrolla una matriz que reúne los atributos de la población y las variables provenientes de la categorización de tiempo libre (tabla 1).
b)A partir de los atributos de los sujetos y de su ponderación, se desarrolla una muestra probabilística (siguiente apartado).
c)Se construye una encuesta: mediante un registro en forma estandarizada en el instrumento, se desarrolla la observación que permite la localización de propiedades generales o “gruesas”.
Observación Directa Intensiva.
a)Se recolectan los datos mediante observación participación, entrevistas, notas de campo y fotografías (se incorpora también información proveniente de la encuesta).
b)Se reducen los datos y se confrontan las categorías provenientes de la discusión teórica. Se detectan patrones.
c)Se presentan y verifican los datos. Compartimos la definición de análisis de datos que elaboran Miles y Huberman, (1984, 1994), la cual implica tres subprocesos vinculados entre sí: la reducción de datos, su presentación y la etapa de conclusiones/verificación (ver tabla 3). Estos procesos ocurren antes de la recolección de datos, durante el diseño y planeación del estudio; durante la recolección de datos cuando se desarrollan los primeros análisis; y después de la recolección de datos cuando se elabora y termina el producto final.
Los pasos enunciados se sintetizan en la siguiente tabla:
5. Universo y muestra de la investigación
Para los fines de la investigación era importante observar la heterogeneidad de los grupos sociales, así como la diversidad de condiciones en las que se desempeña las prácticas sociales ligadas directamente al Tiempo Libre. Por esta razón el estudio se realiza en tres vecindarios de alto contraste de la ciudad de Puebla (Barrio de Analco, Unidad Habitacional la Margarita y Fraccionamiento Estrellas del Sur).
Fue necesario extraer la muestra de un universo de cerca de 9,000 familias para la fase extensiva, con la siguiente población y muestra:
Se seleccionaron 427 familias, ponderando cada vecindario como universo parcial. El método de muestreo fue probabilístico por dos razones: en primer lugar, aunque no existe una representatividad perfecta, absoluta, las muestras probabílisticas son más representativas que otro tipo de muestras, evitan la eventualidad del prejuicio y de otras formas de subjetividad, cuando es el investigador el que selecciona bajo ciertos criterios. En segundo lugar, y de mayor importancia, la teoría de la probabilidad permite al investigador estimar la precisión o representatividad de la muestra. Se aplicó el cuestionario a todos los miembros de las familias seleccionadas.
Barrio de analco
Es un vecindario con una población proveniente de sectores populares (pequeños comerciantes, comerciantes informales, jornaleros, obreros, etc.).
Ubicado en el centro histórico de la ciudad, el barrio tiene una arquitectura colonial, con edificios de viviendas multifuncionales, llamadas vecindades; (viejas casonas con ciertos servicios comunes: sanitarios para algunos casos, patios, lavaderos de ropa, pila de agua, tendederos de ropa, etc).
El tipo de familias que habitan en el barrio son predominantemente de extracción socieoeconómica baja y en su mayoría son familias extensivas. La identidad con el vecindario es alta y el tipo de relaciones sociales predominantes entre los vecinos es de alta intensidad.
La infraestructura familiar es considerablemente precaria, así encontramos por ejemplo que sólo la quinta parte de la población tiene automóvil; tres de cada diez familias tienen reproductor de discos compactos; poco más de la mitad de las familias, cuentan con reproductor de video.
La oferta social para el tiempo libre en el barrio de Analco, tiene que ver por una parte, con lugares de diversión predominantemente nocturna y principalmente para sectores de la población adulta, y por otra con el comercio de artesanías que se exhiben los fines de semana, lo cual propicia la visita al barrio de habitantes de otros puntos de la ciudad, particularmente el fin de semana.
Unidad habitacional la margarita
Es un vecindario que cuenta con una población predominantemente obrera y con la mayor densidad habitacional de la ciudad. Es un tipo de vecindario moderno por su planeación: andadores, estacionamientos, salón social, canchas deportivas, parques y áreas comerciales (la oferta especializada no se refiere a la calidad de esta. Ver fig. 2).
La oferta social para el tiempo libre del vecindario se vincula a dos aspectos, el primero a lugares diseñados especialmente para el recreo y el segundo a la oferta social nocturna en bares, discotecas, cantinas, etc.
Por otra parte, el tipo de familias que habitan en La Margarita son predominantemente familias nucleares, en general corresponden a una extracción socioeconómica de nivel medio bajo y bajo y la infraestructura familiar no se presenta con mucha diferencia en cuanto a la de las familias que habitan en el Barrio de Analco.
Fraccionamiento Estrellas del Sur
Vecindario compuesto por habitantes de clase media superior y superior, con características urbanas de exclusividad (vigilancia privada, alambrada en el polígono del vecindario, etc.) La propuesta arquitectónica es predominantemente de casas solas, la mayoría de ellas con grandes jardines (fig 3).
El tipo de familias que habitan el fraccionamiento es nuclear, su infraestructura, comparada con la de los otros dos vecindarios, es considerablemente mayor en calidad y cantidad, por citar sólo algunos ejemplos: Más del 80% de la población posee automovil, y más de la mitad tiene computadora en casa.
La oferta social del vecindario se restringe a los parques y jardines, salón para eventos sociales, iglesia y caseta de policía. No hay instalaciones de otro tipo.
6. Resultados de la investigación
De los resultados obtenidos en la fase de observación extensiva y mediante la estrategia de observación-participación y entrevista estructurada, se elabora un perfil de la población de cada uno de ellos, basado principalmente en los atributos de nivel socioeconómico, edad y parentesco.
Barrio de analco
a. Atributo parentesco (padre y madre)
El perfil de Madres de familia en el barrio es el de las amas de casa, que en su mayoría no acostumbran practicar deporte alguno y que en los fines de semana su actividad hedonísta se limita a permanecer en casa y ver televisión.
Ahora bien, las madres del barrio no tienen muchas posibilidades de desarrollo personal, debido principalmente a una estructura cognitiva que rechaza la participación activa en las organizaciones vecinales de su vecindario, y tampoco consideran que sea importante hacerlo. Este dato es importante, ya que refleja que el nivel de sociabilidad que predomina en las Madres del Barrio es en gran medida bajo, y que por lo tanto el nivel de bienestar social también lo es.
La tradición del deporte en ellas es casi inexistente, por lo cual no se muestran muy receptivas a que sus hijos participen en torneos deportivos.
La preocupación de las madres por las instalaciones de recreación faltantes en el barrio tiene que ver en primera instancia con la Diversión para niños, con parques y jardines, y salones de fiesta.
El perfil de los Padres de familia en el barrio no varía mucho del de las madres.
Sus actividades deportivas son restringidas, sin embargo, la tercera parte de la población total de padres que hacen deporte prefieren el juego de futbol.
No son propensos a participar en organizaciones vecinales ni culturales, y tampoco consideran que sea necesario hacerlo. Su escasa perspectiva deportiva se traduce en no considerar productivo que sus hijos participen en torneos deportivos del vecindario.
b. Categoría de edad (niños, jóvenes, adultos jóvenes, adultos y ancianos).En el Barrio de Analco los niños dividen su actividad del fin de semana entre visitar algún punto de la colonia y/o visitar algún punto de la ciudad, en menor probabilidad se quedan en casa a mirar televisión.
Prefieren el juego de futbol y les parece atractiva la idea de participar en grupos culturales de su colonia (teatro, danza, música, rondalla, etc.). Les gustan los lugares abiertos y consideran que hacen falta instalaciones de Diversión para niños asi como auditorios de cine y cultura.
La diferencia de actividades entre los niños y los jóvenes, es decir las personas ubicadas entre los 15 y 24 años de edad, no es muy marcada; por lo tanto, los jóvenes también dividen su actividad de fin de semana entre salir y dar un paseo por su colonia o visitar algún punto de la ciudad, mientras que un poco más de la tercera parte de ésta población opta por quedarse en casa a ver televisión.
Una cuarta parte de la población de jóvenes no practica deporte alguno, mientras que el resto prefiere el juego de futbol. A su vez se muestran interesados en participar en grupos culturales de su colonia. Asi mismo consideran que hacen falta en su vecindario instalaciones para la diversión de niños y unidades deportivas.
El perfil de la población de adultos jóvenes (entre 25 y 39 años) varía en cuanto a las dos anteriores: poco menos de la mitad de las personas ubicadas en ésta categoría de edad, no hacen deporte y su actividad del fin de semana se restringe al consumo televisivo.
Las expectativas de participación social con algún grupo cultural de la colonia se mantienen y coinciden en que las instalaciones que más hacen falta en la colonia son las que tienen que ver con la diversión para niños, unidades deportivas y salones de fiesta.
La población de adultos (entre 40 y 64 años) difiere aun más de las dos primeras, en este caso encontramos que los adultos del barrio tienen una escasísima vida social, es decir, no les interesa hacer ejercicio, ni salir de sus casas los fines de semana, prefieren sentarse frente al televisor, y ante la expectativa de participar en un grupo cultural de su colonia se muestran renuentes y no le conceden importancia a las organizaciones sociales.
Es importante decir que la población en este rango de edad, en su inmensa mayoría desempeña el rol parental con hijos que superan los veinte años.
Sin embargo, las personas adultas también coinciden con los demás en que hacen falta instalaciones para la diversión infantil, salones de fiesta y unidades deportivas.
Finalmente, los ancianos del barrio van a comportar una vida casi sedentaria, ya que la mayoría no se ejercita físicamente y en los fines de semana prefieren no salir de casa y mirar la televisión como única fuente de entretenimiento.
Por otra parte, la posibilidad de visitar los espacios para la recreación que oferta la ciudad es nula, y en todo caso, solamente uno de cada diez ancianos sale a dar un paseo por su colonia.
Unidad habitacional la margarita
a. Categoría de parentesco (padre, madre)
Madres: El perfil de las madres de familia que viven en La Margarita se caracteriza por ser un sector de la población que en su mayoría dispone gran parte de su tiempo libre para dedicarlo al consumo televisivo; los paseos por su vecindario no son habituales y únicamente la cuarta parte de esta población visita algún punto de la ciudad en los fines de semana.
La perspectiva del deporte como parte integral de su vida es prácticamente inexistente, sin embargo, se muestran más conscientes de la importancia del deporte en la vida de sus hijos, y manifiestan agrado ante la idea de que ellos participen en los torneos deportivos que se organizan en el vecindario.
Esto puede tener su origen en el sustento material para el deporte con el que cuentan en el vecindario, que aunque precario en el sentido de que sólo hay canchas, aventaja al barrio de Analco en donde ni siquiera cuentan con ellas.
En lo que se refiere al aspecto de la participación social, sí le conceden importancia a las organizaciones vecinales, por lo que su participación en este sentido es más activa que en las otras áreas; al respecto cabe mencionar que el lugar en donde se han ubicado hasta el momento el mayor número de asociaciones voluntarias es precisamente en La Margarita. Lo cual nos refleja la alta organización social que se vivencia en el contexto del vecindario.
Por último añadiremos que la mayoría de las madres opinan que las instalaciones para la recreación que hacen falta en su vecindario son parques, salones de fiesta y diversión para niños.
Padres: El perfil de los Padres de familia en este lugar es muy similar al que tienen las madres. Más de la cuarta parte de ellos, salen a visitar algún punto de la ciudad. Salir y pasear dentro de su propio vecindario no está dentro de sus actividades, es decir, que la perspectiva de arraigo local tanto para los padres como para las madres de La Margarita, es considerablemente baja. La participación deportiva es poca, sin embargo los que sí hacen deporte prefieren el futbol. Por lo demás como ya mencionamos no se ubican diferencias significativas con las madres.
b. Categoría de edades El perfil de los niños de La Margarita, es bajo en cuanto a actividades de tiempo libre en los fines de semana, así tenemos que poco más de cuatro de cada diez niños, se quedan en su casa a ver televisión, el resto visitan un punto de su colonia o bien un punto de la ciudad.
El deporte que más practican es el futbol y los deportes en equipo.
Se muestran dispuestos a participar en grupos culturales que se organicen en su vecindario, y consideran que hacen falta parques y jardines, diversión para niños y salón de fiestas.
Los jóvenes, en mayor medida salen y visitan un punto de la ciudad, es menor el número de los que se quedan a ver televisión, y poco significativo el número de los que visitan su colonia.
Más de la mitad de ellos no practica deporte alguno, y para los que sí gustan del deporte eligen el juego de futbol y los deportes en equipo en general. Además se muestran interesados en la participación social.
Con respecto a los adultos jóvenes, la mitad de la población se queda en sus casas y la opción de tiempo libre es mirar el televisor, más de la cuarta parte de ellos prefieren visitar un punto de la ciudad, y la minoría da un paseo por su colonia. La actividad deportiva disminuye en esta categoría, y la existente se restringe de igual manera al futbol.
La participación social es activa. En la población de adultos, se observa una tendencia a la vida sedentaria, es decir, la mayoría de ellos no practican deporte y tampoco tienen muchas expectativas de actividades de tiempo libre en los fines de semana, la motivación para la participación en organizaciones vecinales disminuye.
La población de ancianos dedica casi todo su tiempo a estar dentro de su casa, y en los fines de semana lo dedican principalmente al consumo televisivo.
Fraccionamiento estrellas del sur
a. Perfil de la población.
Madres: El perfil de las madres de familia de Estrellas del Sur es el de aquellas madres que en su mayoría salen a visitar algún punto de la ciudad en los fines de semana, o bien salen de la ciudad.
Estos datos nos muestran la diferencia de alternativas para el tiempo libre con que cuentan las madres del fraccionamiento ostentoso a diferencia del perfil de madres que viven en los dos vecindarios anteriormente analizados.
Sin embargo, coincide con las madres de los otros vecindarios en que la mayoría de ellas no hacen ningún tipo de deporte. Con respecto a la participación social muestran interés en las organizaciones y grupos vecinales; también opinan que la instalaciones que hacen falta en su colonia son las unidades deportivas.
Padres: El perfil de padres de familia en el Fraccionamiento no varía significativamente del de las madres, sin embargo se pueden hacer algunas distinciones en cuanto a los perfiles de los otros dos vecindarios. Asi tenemos que a diferencia de los padres de extracción socioeconómica media y media baja, éstos no practican el futbol, y además el salir de la ciudad está contemplado como posibilidad de recreación en los fines de semana. La posibilidad de hacerlo depende en gran medida de la infraestructura con la que cuentan para ello, es decir, casi todos los habitantes de esta colonia tienen automóvil, por una parte, y por la otra, cuentan con los recursos económicos para hacerlo.
b. Categoría de edades.
El perfil de los niños de Estrellas del Sur corresponde al de aquellos que suelen salir a visitar algún punto de la ciudad en los fines de semana, y como segunda opción está el quedarse en casa, a ver televisión pero con una gran variedad de canales televisivos debido a que cuentan con cable o antena parabólica. Al igual que los niños de los anteriores vecindarios, éstos también prefieren el juego de futbol. Opinan que las instalaciones para la recreación que hacen falta en su colonia son parques y jardines, así como unidades deportivas.
Los jóvenes del fraccionamiento ostentoso, son los que más visitan algún punto de la ciudad en los fines de semana, el paseo por el propio vecindario se da muy disminuido en esta población, les gusta el deporte en equipo y coinciden con los niños en que hacen falta parques, jardines y unidades deportivas en la colonia.
Los adultos jóvenes y los adultos no varían mucho del pérfil de los jóvenes, la diferencia más significariva es la ausencia del deporte.
7. Discusión y conclusiones.
Las características de un vecindario y otro son distintas por su soporte material, pero son distintas también por sus prácticas sociales. Sería ingenuo pretender interpretar la diferencia en los estilos de comportamiento por las características arquitectónicas y urbanísticas de los vecindarios. Sin embargo, éstas también juegan un papel (más que como determinantes, como condicionantes); las prácticas sociales, la simbolización social y el soporte material, así como la multiplicidad de elementos que los componen (y que ocasionalmente ejercerán influencias por sí solos), operan bajo un principio de concomitancias. Son estas las que nos orientan sobre los perfiles que predominan en cada uno de los vecindarios. Éstos presentan un perfil definido, que se sintetiza en el siguiente cuadro:
a.Los ingresos económicos y la infraestructura (tanto vecinal, como familiar), cuando se encuentran por encima de la media, generan una orientación urbana, mientras que, cuando están por debajo de la media, generan una orientación local. Eso explica la diferencia entre el barrio y la unidad habitacional; con respecto al fraccionamiento, en los lugares elegidos para el tiempo libre.
b.Los grupos de edad expresan formas particulares de desarrollar el modo de vida, sin embargo, algunos de ellos (la tercera edad y las madres, por ejemplo), presentan patrones, independientemente del vecindario de origen. Esto adquiere sentido si asumimos que no existe, por ejemplo, para el caso de la tercera edad, una cultura orientada al anciano que le otorgue un papel social importante y digno, por el contrario, es generalizada la exclusión dentro de los ámbitos laboral y social.
c.La mayor identidad se presenta en el viejo barrio y menos en la unidad habitacional, en ésta última podríamos afirmar que se expresa un “híbrido cultural”. Esto es, los resultados para el barrio histórico coinciden con estudios antropológicos sobre su sistema identitario; con respecto a las nuevos centros habitacionales, los resultados son convergentes con estudios psicosociales (Guevara y Rodríguez, 2003) acerca de que en dichos vecindarios predominan los sistemas relacionales anomicos, contrarios a sus sistemas comunitarios de origen. Son híbridos porque son emergentes y compuestos (combinados).
d.La preocupación por la cobertura a los infantes es generalizada en los grupos de edad y en los distintos vecindarios, apuntando la importancia de generar opciones de recreación pública para los niños.
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El presente trabajo se realizó bajo la cobertura del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT, proyecto 2250 PH)