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Psicologia para América Latina

 ISSN 1870-350X

     

 

 

¿Deben participar los psicólogos y psicólogas en política pública?: una mirada desde la psicología social-comunitaria1

 

 

Verónica Carvallo Messa*; 2; Irma Serrano-García**

Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, San Juan, Puerto Rico

 

 


RESUMEN

La psicología social-comunitaria (PSC) nació en Puerto Rico en los años ’70. Cuenta entre sus niveles de intervención el de la política pública (PP). Poco se ha estudiado la participación de los psicólogos/as (Ps) en este nivel. Realizamos este estudio para explorar la opinión que tienen los/as Ps de todas las especialidades sobre la participación de la disciplina en estos procesos, las barreras que obstaculizan dicha participación, los factores que la facilitan y sus recomendaciones. La mayoría de los/las Ps encuestados pensaban que se debe participar en PP porque debemos ser agentes de cambio social. Entre las barreras mencionaron la apatía y el tipo de educación que recibieron. Recomendaron incluir cursos sobre PP en los currículos universitarios de psicología e incorporar a los/as Ps en trabajos legislativos. Mencionamos gestiones que los/as psicólogos sociales-comunitarios podemos realizar para fomentar la intervención de colegas en PP.

Palabras clave: Psicología Social-Comunitaria, Política pública.


ABSTRACT

Social-community psychology was born in Puerto Rico in the 70’s. Public policy (PP) ranks among its intervention levels. Little has been studied regarding the Psychologists (Ps) participation in this level. The present study was carried out to explore the opinion of Ps from all specialty areas regarding the participation of the field in PP processes, barriers that hinder such participation, the factors that promote it and their recommendations. Most of the Ps surveyed thought that there should be participation in PP because Ps should be agents for social change. Apathy and the type of education received were mentioned among the existing barriers. Ps recommended the inclusion of PP courses in psychology university curricula and to incorporate Ps into legislative work. We mention activities that social-community psychologist may carry out to promote colleague intervention in PP.

Keywords: Social-community psychology, Public policy.


 

 

Hace más de 20 años, Serrano-García planteó que la psicología social-comunitaria es una innovación puertorriqueña (Resto, Torres, & Serrano-García, 2007). A nivel local reclamos, mayormente estudiantiles, de justicia social y de acción para solucionar las problemáticas de los años ‘70, influyeron en el surgimiento de esta innovación (Miranda Gierbolini, 2005). A nivel internacional dos eventos fueron importantes: a) en los E.U. el interés en promover cambio social desde la psicología de comunidad (PC), y b) la crisis de confianza de la psicología social (PS) tradicional en América Latina (Serrano-García, López & Rivera Medina, 1992). A partir de estas influencias, un grupo de psicólogos/as puertorriqueños entendieron que examinar los fenómenos sociales exclusivamente desde una visión psicológica era insuficiente. Así nació la disciplina en Puerto Rico, la cual se concretó en el área de PSC del Programa Graduado de la Universidad de Puerto Rico.

Puesto de manera sencilla, podemos decir que la PSC pretende estudiar y entender las realidades sociales para luego facilitar el cambio social mediante la aplicación del conocimiento psicológico (López & Serrano-García, 2006). De esta forma, la PSC se presenta como una psicología para el desarrollo y progreso del individuo, su hábitat y las relaciones individuo-grupo, el mejoramiento de las organizaciones, el fortalecimiento de las comunidades y la formulación de nuevas políticas sociales (Resto, et al, 2007).

Aunque los psicólogos/as comunitarios/as (PsSC) pueden trabajar en diversos niveles de intervención su énfasis es en los niveles de grupo, comunidades y políticas sociales (Rappaport, 1977). Un/a PsSC puede ser, entre otros: a) analista de sistemas y procesos sociales, b) diseñador, planificador, implantador y evaluador de programas sociales, c) consultor, d) educador, e) mediador, f) experto en relaciones humanas, g) abogado social, h) catalizador del cambio comunitario o agente de cambio, y i) científico o investigador social (Serrano-García, et al., 1992).

La política pública (PP) o social3 es uno de los niveles en que estos/as profesionales laboran. Por tanto, antes de continuar es necesario ofrecer una orientación general de los conceptos básicos que trabajaremos en este estudio.

Psicología y Política Pública

La PP influye en la calidad de vida de individuos y grupos (Gil, 1976). Tomando como base el modelo clásico, el proceso de PP se compone de cinco fases: 1) identificación o definición adecuada del problema a atender con la PP; 2) formulación de alternativas de PP; 3) aprobación - la implantación de esa política a través de estatutos, reglamentos, o leyes; 4) implantación - las maneras de traducir las PP en cursos de acción; y 5) evaluación de la PP implantada (Dinitto & Dye, 1987; Dye, 1987; Murrel, 1984; Peters, 1982; Woll, 1974). Este modelo, aunque es el más conocido, tiene sus limitaciones ya que sabemos que la PP se desarrolla de manera dinámica y, generalmente, no sigue un esquema lineal ni racional (García San Inocencio, 2005). La PP es parte del proceso político e incorpora decisiones que parten de valores que muchas veces confligen o se contradicen. Por tanto, en ocasiones no se obtienen los beneficios esperados ni surgen resultados cónsonos con las necesidades de los diferentes grupos sociales.

Dentro de este proceso se ejecutan diversos roles. Estos incluyen : 1) peritaje (Loftus & Monahan, 1980; Segall, 1976); 2) traducción y consultoría (Solarz,1995); 3) investigación; 4) administración (Tomes & Rickel, 1996); 5) activismo/colaboración; (Wolff, 2001); y 6) intercesoría en la solución de conflictos (Davidson & Rappaport, 1978). Debe ser aparente la similitud entre estos roles y los que describimos previamente para los/as PsSC, aunque no son privativos de esta especialidad.

A partir de esta conceptualización, de nuestro entendimiento de que la intervención a nivel de la PP es un medio efectivo para lograr cambio, y de que los/as Ps poseen conocimientos y destrezas que aportan a la comprensión del comportamiento humano en el entorno social-cultural, político y económico, nos interesamos en profundizar en el estudio de su participación en procesos de PP. Los objetivos de este trabajo fueron: 1) Analizar si los/as Ps deben participar en PP; 2) Determinar las razones que ofrecen para participar; 3) Identificar las barreras que obstaculizan su participación en PP, y 4) Analizar las recomendaciones que los/as Ps ofrecen para facilitar la misma.

Participación de los/as Ps en PP: Estudios Previos

Serrano-García y sus colegas han estudiado la participación de los/as Ps de todas las especialidades en procesos de PP (Serrano-García, 2005). Han identificado características de quienes participan, etapas del proceso más frecuentes y roles que ejecutan (Lugo, García & Díaz, 2005; Serrano-García, Rosa & García, 2005). En un estudio que realizaron en el la muestra estuvo conformada mayormente por Ps con especialidad en el área clínica, un gran número de ellos/as dedicados a la práctica privada, con doctorado y estudios en Puerto Rico. Indicaron que la etapa del proceso en que más participaban era la identificación del problema y los roles que más ejecutaban los de redacción, consultoría y testigo experto (Serrano-García, et al, 2005).

En otro estudio se enfocó la labor de los/as PsSC en Puerto Rico y sus intervenciones en PP en particular (Serrano-García, Chévere, Cabrera & Lugo, Sometido). Realizaron una encuesta a 174 Ps licenciados/as de todas las especialidades entre los/as cuales contestaron ocho PsSC. De estos/as, siete informaron que habían participado en PP. Las fases del proceso de PP con mayor participación fueron la implantación y la formulación de PP, y la identificación del problema. Habían trabajado una variedad de temas como la salud mental y su recuperación, prevención de violencia, prevención de VIH/SIDA, servicios de educación especial, la reglamentación de la psicología, y asuntos ambientales. Ejercían una gran variedad de roles.

Aunque tenemos estos datos de los/as PsSC, dado los objetivos de este estudio, nos pareció pertinente examinar los resultados sobre las barreras que inhiben la participación de los/as Ps en general. No quisimos enfocar sólo a la PSC porque esta es de reciente creación en la Isla en comparación con las otras especialidades (Resto, et al, 2007), y por esa razón los/as PsSC constituyen un grupo pequeño de los/as Ps del país. Además, pensamos que la cultura que impere en la profesión en cuanto a la participación en PP influirá con mayor fuerza en la ejecutoria de otros/as colegas, que las actuaciones de este pequeño grupo de profesionales. Por último, conocer cómo piensan los/as demás facilitará que los/as PsSC desarrollemos estrategias para facilitar que otros/as Ps se inserten en procesos de PP, lo cual es nuestro principal interés.

En los estudios antes mencionados, se ha encontrado que la participación de los/as Ps en PP es escasa. Sin embargo cada vez más los/as Ps creen que se debe participar en esos procesos (Serrano-García, et al, 2005). En estos trabajos también se ha informado que la participación en PP de los/as Ps de las diversas especialidades se ha visto limitada por diversas barreras, como: a) la falta de adiestramiento formal, b) la falta de conocimientos y comprensión del proceso, c) la ignorancia, la apatía y falta de interés, d) el enfoque individualista en su formación, y e) la percepción negativa que se piensan tienen los/as formuladores de PP sobre la profesión. (Díaz, Colón, Serrano-García & Massanet, 2005; Lugo, Martínez & Serrano-García, 2005; Serrano-García, Colón & Díaz, 2005; Serrano-García, et al, 2005).

En resumen, aunque una muestra pequeña de PsSC informa participar activamente en PP, los estudios de Ps de todas las especialidades reflejan que no es mucha la participación de los y las Ps de nuestro país en PP, y que estos/as han enfrentado diversos tipos de barreras en su gestión.

 

Método

Participantes

El universo de este estudio lo conformaron Ps licenciados/as de Puerto Rico con maestría o doctorado (N= 1,373). La muestra total incluyó 174 personas que completaron los instrumentos. Este grupo consistió de 126 mujeres (73.3%) y 46 hombres4 (26.7%), con un promedio de edad de 46.04 años y una dispersión de 27 a 70 años. La mayoria de las personas estaban casadas (n=105, 60.3%).

De estos/as participantes el 56.3% (n=98) poseía grado de doctorado (Ph.D. o Psy.D.) y el 41.4% (n=72) grado de maestría (MA o MSW). El área de especialidad de mayor frecuencia fue Clínica/Consejería (53.7%; n=93), siguiéndole Industrial-Organizacional (19.7%; n=34), Escolar (12.1%; n=21), Social-Comunitaria (5.2%, n=9) y Académica Investigativa (2.3%, n=4).

Instrumentos

Utilizamos el Cuestionario sobre Política Publica (CPP; Serrano-García, Rodríguez, Marques, Rosa, Lugo, Canino & Arriaga, 2005), que está compuesto de tres secciones: 1) datos sociodemográficos, 2) Ps y la política pública, y 3) participación en PP dentro y fuera del empleo. Este incluye 53 preguntas cerradas y abiertas. La primera sección recoge información sobre las variables socio-demográficas y participación política y en organizaciones. Las preguntas de la segunda sección indagan sobre la percepción de las personas en torno a lo que es PP, participación, razones para participar y temas de interés. Por último, en la sección se aborda la relación de la PP con el escenario laboral, los roles en PP, adiestramiento, conocimiento y educación en psicología y PP, y las barreras a su participación.

Procedimiento

Obtuvimos las listas de los/as Ps licenciados de la Junta Examinadora de Psicólogos de Puerto Rico5. Con esos datos preparamos un envío que incluía para cada participante: 1) Carta de presentación, 2) Hoja de consentimiento, y 3) el CPP. En la carta de presentación expusimos una breve explicación del proyecto, una descripción de los materiales, y las instrucciones específicas para la devolución de los mismos. En la Hoja de Consentimiento describimos los objetivos y límites de la investigación, dando énfasis a la confidencialidad de los datos y al carácter voluntario de la participación6. El envío por correo se realizó en enero de 2006. Las personas recibieron los instrumentos en un sobre que contenía, a su vez, sobres predirigidos con sello de correo para facilitar la devolución. La última respuesta se recibió en agosto de 2006.

Análisis

Las respuestas obtenidas se ingresaron en una base de datos creada en el programa Statistical Package for the Social Sciences (SPSS v.10). Utilizamos estadísticas descriptivas para analizar los datos.

 

Resultados

Razones para Participar en PP

De las 174 personas que contestaron el CPP casi todas (97.1%, n=168) opinaron que los/as Ps deben participar en PP. Entre las razones7 que ofrecieron encontramos que : los/as Ps debemos ser agentes de cambio social (82.6%, n=138), la PP nos afecta a todos/as (77.2%. n=129), refleja nuestro compromiso con los seres humanos (68.9%, n=115), poseemos la preparación (54.5%, n=91), y es nuestra responsabilidad profesional (52.7%, n=88). No obstante, sólo el 41.7% (n=70) de la muestra participaba en PP.

Barreras

Más de la mitad (59.9%, n=101) de los/as participantes que creen que se debe participar en PP mencionaron la apatía como la principal barrera a dicha participación. Otras barreras mencionadas fueron: la percepción que tienen de la profesión quienes formulan PP (45.5%, n=77), el conservadurismo (37.9%, n=64), la falta de legitimidad de esa participación para la psicología (36.1%, n=61), el énfasis en la preparación para intervenciones individuales (35.5%, n=60), la percepción que tiene el público de la profesión (31.4%, n=53), el tipo de educación (29.6%, n=50) y la desesperanza (23.1%, n=39).

Recomendaciones

Para facilitar la participación de los/as Ps en PP, tres cuartas partes (75.3%, n=128) de los/as participantes recomendaron integrar a los/las Ps en equipos que evalúan PP. Más de la mitad recomendaron evaluar los currículos universitarios de psicología para incluir cursos sobre PP (69.4%, n=118) y ofrecerle a los/as Ps adiestramientos sobre el tema (65.9%, n=112). Otras recomendaciones fueron: incorporar Ps en los equipos de trabajo de los /las legisladores (48.8%, n=83), crear grupos de trabajo sobre asuntos de PP y desarrollar mensajes en los medios masivos de comunicación, por ejemplo, la radio, los periódicos, y la televisión (43.5%, n=74).

 

Discusión

En términos generales, los resultados que hemos informado coindicen con los de estudios anteriores. Así por ejemplo, Serrano-García, et al (2005) señalaron en otro estudio que la mayoría de las personas participantes entendían que los/as Ps deben participar en PP por razones de corte valorativo o moral (ej. los/as Ps son agentes de cambio, los/as Ps tienen un compromiso con los demás seres humanos). Sin embargo, las razones profesionales (ej. poseer la preparación, responsabilidad profesional) quedaron rezagadas. Esto puede reflejar una diferencia entre la retórica y la práctica, ya que menos de la mitad de estos/a profesionales participa en PP. Otro motivo por el cual las razones de corte moral o valorativo fueron más mencionadas que las profesionales, podría ser que, como se ha visto en otros estudios, muchos/as Ps en Puerto Rico no consideran la participación en PP una actividad legítima de la profesión (Serrano-García, et al., 2005).

En un estudio reciente Díaz Meléndez (2007) encontró que la apatía era una barrera para la participación de los/as Ps en PP. El rol de la apatía como la principal barrera para la participación en PP, puede deberse a: a) la supuesta inaccesibilidad de los formuladores/as de PP, b) a que algunas PP aprobadas nunca se implantan, y a c) que al no percibir la PP como parte de su actividad profesional prefieren no invertir su tiempo libre en este tipo de gestiones. También puede resultar de un desprecio por lo político, definido como lo político-partidista, lo cual es cónsono con la era de la globalización en que vivimos (Ander-Egg, 2005; Sánchez Vidal, 2005).

Un alto porcentaje de participantes mencionó la falta o el tipo de educación como barrera. Esto es cónsono con que la mayoría de los/as participantes eran Ps clínicos o consejeros. Díaz et al (2005) confirman que la oferta académica sobre PP es escasa en nuestros programas graduados. La psicología en Puerto Rico se originó en la psicología educativa y la clínica ambas desde modelos intrapsíquicos y enfocados en el individuo (Roca de Torres & Lucca, 2007). Las especialidades con enfoques más amplios (social-comunitaria e industrial-organizacional) son de reciente cuño en la Isla al igual que fueron de posterior desarrollo en la disciplina en general (Moreno, Justel & Massanet, 2007; Resto et al, 2007)). Aunque dentro de estas sub-especialidades, el énfasis en el trabajo a nivel de la PP es posterior al de intervenciones grupales, organizacionales o comunitarias, se notó en los resultados de Serrano-García et al (Sometido) que los/as PsC participan más en PP que los/as Ps de otras especialidades. Dado que la formación académica se considera un facilitador importante para la participación en PP (Díaz, et al, 2005), el desarrollo disciplinario antes descrito es una barrera a la misma.

Otra barrera que se repitió fue la percepción que sobre la profesión le atribuyen los y las Ps a quienes formulan PP, pese a que en un estudio reciente se demostró que la percepción que tienen los/as legisladores sobre los/as Ps es positiva (Serrano-García, Chévere & Cabrera, 2006). Pensamos que la construcción de que la percepción legislativa es negativa puede surgir de: a) experiencias en las que las peticiones de los/as Ps no se han atendido, y b) una percepción negativa de los/as Ps sobre los legisladores/as en el país, porque estos/as se han vinculado a diversos problemas acuciantes en la Isla (Vélez, 2006).

El conservadurismo como barrera se mencionó por primera vez en este estudio. Sin embargo, no es de extrañar porque el clima actual en el país refleja esta tendencia en asuntos de cariz psicosocial como, por ejemplo, la custodia compartida, la violencia doméstica y el discrimen por orientación sexual (Martínez Taboas, 2007).

Resumiendo podemos decir que los resultados de este estudio sugieren que la mayoría de los/as participantes entienden que los/as Ps deben participar en PP, aunque no necesariamente por razones de índole profesional. Esto parece ser cónsono con el tipo de adiestramiento que reciben durante su formación académica, sobre todo si tomamos en cuenta que la muestra fue en su mayoría de Ps del área clínica. Los/as Ps recomiendan que para facilitar su participación en PP se deben integrar a equipos que evalúan PP, lo que podría significar que a pesar de la barrera de la apatía, aún creen que involucrarse en estos procesos es de gran importancia.

Recomendaciones para Facilitar la Participación de los/as Ps en PP

Después de analizar estos datos y tomando como base las recomendaciones de los/as participantes de este estudio, presentamos sugerencias de actividades que pueden llevarse a cabo para contribuir a la participación de los/as Ps en PP. Estas incluyen:

•Fomentar la colaboración con legisladores/as mediante la presencia activa de Ps y otros/as científicos sociales en sus equipos de trabajo.

•Evaluar los currículos universitarios para incluir cursos en PP y ofrecer adiestramientos de educación continua

•Crear vínculos con redes y alianzas involucradas en procesos PP, así como con los institutos de PP en instituciones académicas locales e internacionales.

•Generar actividades comunitarias y municipales en las que los/as Ps y otros/as científicos sociales puedan afectar la PP.

•Formar un Comité de PP en la Asociación de Psicología de Puerto Rico.

•Desarrollar mensajes en los medios masivos de comunicación

•Crear listas de direcciones electrónicas para mantener informados/as a los/as Ps sobre lo que se está haciendo o se hará en materia de PP.

•Publicar artículos en revistas y boletines nacionales e internacionales.

Como se muestra en este estudio, es abrumador el porcentaje de Ps que piensa que debemos participar en PP, sin embargo, el ejercicio o la práctica en los procesos de PP dentro de nuestra disciplina contradice nuestro discurso. Es lamentable que siendo los/as Ps poseedores de conocimientos y destrezas que nos capacitan para intervenir por el bienestar de las personas, los grupos y las comunidades, nos quedemos cruzados de brazos. Los/as PsSC podemos y debemos facilitar la involucración de colegas en estas lides. No debemos olvidar que nuestro compromiso en pro de la justicia y el cambio social tiene como alternativa viable que intervengamos en los procesos de PP, para que la voz de nuestros pueblos pueda escucharse y sus derechos puedan respetarse. Es nuestra responsabilidad contribuir activamente a las decisiones que nos afectan a todos/as.

 

Referencias

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*Verónica Carvallo Messa. Contacto: vcarvallom@gmail.com. Posee una Licenciatura en Psicología de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. Antes de trasladarse a Puerto Rico fue Jefa de Área del Departamento de Capacitación y Asistencia Social de la Dirección de Planeación y Evaluación del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de Tabasco. Actualmente es estudiante graduada de Psicología Social-Comunitaria en la Universidad de Puerto Rico. Ha trabajado varios años en PRAXIS un proyecto de investigación sobre la psicología y la política pública. Ha realizado presentaciones profesionales en México, Puerto Rico y Nicaragua. Es miembro de la Sociedad Interamericana de Psicología. Sus intereses incluyen la psicología y la política pública y la prevención del suicido.
**Irma Serrano-García. Irma Serrano-García, PhD, es actualmente Catedrática en el Departamento de Psicología e Investigadora Principal en el Centro Universitario de Servicios y Estudios Psicológicos (CUSEP) de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. Fue Editora de la Revista Interamericana de Psicología. Obtuvo un post-doctorado en política pública de la Universidad de Harvard y un doctorado en Psicología Social-Comunitaria de la Universidad de Michigan. Tiene más de 50 publicaciones, incluyendo cinco libros. Es miembro de la American Psychological Association, la Sociedad Interamericana de Psicología y la Asociación de Psicología de Puerto Rico. Sus temas de interés incluyen el cambio social y las relaciones de poder, el desarrollo comunitario, la investigación partícipe, los estudios de género, y la prevención del VIH/SIDA. Provee consultoría a organizaciones de base comunitaria y a agencias gubernamentales.
1 Este trabajo fue financiado por el Decanato de Estudios Graduados e Investigación y el Departamento de Psicología de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Es una versión expandida de un cartel presentado en el Congreso Interamericano de Psicología, Ciudad México, México.
2 La primera autora es estudiante del Programa Graduado de Psicología Social-Comunitaria y la co-autora es Catedrática en el Departamento de Psicología de la Universidad de Puerto Rico.
3 Utilizamos estos términos indistintamente.
4 Algunas personas no contestaron algunos reactivos.
5 Este es el organismo nacional que certifica a los/as Ps para la práctica de la psicología mediante exámenes de reválida.
6 El Comité para la Protección de Sujetos Humanos en la Investigación de la Universidad de Puerto Rico aprobó esta fase del estudio el 3 de octubre del 2005.
7 Los porcentajes no suman 100% porque los/as participantes podían elegir más de una respuesta.

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