Psicologia para América Latina
ISSN 1870-350X
ARTÍCULOS
La categoría mente y el concepto individuo en la terapia Gestalt
Erick Daniel Granados Monroy1
Universidad Latina, Campus Sur, México
RESUMEN
Se analiza el sustento y alcance de la explicación que realiza la teoría Gestalt para la categoría mente y para el concepto individuo. Se examina la ubicación paradigmática de este enfoque, particularizando el análisis en las interpretaciones intersubjetivas de Paul Goodman. Finalmente, se realiza una reflexión crítica sobre la teoría y el autor, contrastándolo con el pensamiento de Wilhelm Reich.
Palabras clave: terapia Gestalt, campo organismo/entorno, consciencia inmediata, consciencia reflexiva, egotismo, Wilhelm Reich.
RESUMO
O trabalho analiza o sustento e o alcance da explicação que faz a terapia Gestalt para a categoria mente e para o conceito individuo. Examina-se a localização paradigmática deste enfoque, particulariza-se nas análises as interpretações intersubjetivas de Paul Goodman. Finalmente se realiza uma reflexão crítica sobre a teoria e o autor, constratando com o pensamento de Wilhelm Reich.
Palavras-chave: terapia Gestalt, campo organismo/entorno, consciência imediata, consciência reflexiva, egotismo, Wilhelm Reich.
ABSTRACT
This paper examines the extent of support and explanation made by Gestalt therapy for the category mind and the concept of individual. It examines the paradigmatic location of this approach, the particularized interpretations of Paul Goodman and contains a critical reflection on this author and his theory.
Keywords: Gestalt therapy, body/environment field, immediate consciousness, reflective consciousness, egotism, Wilhelm Reich.
Introducción
Un compromiso que tenemos como estudiantes y estudiosos de las ciencias sociales y de las humanidades es -amén de conocer las teorías y los paradigmas donde nos desarrollamos-, contrastar, validar, refutar y proponer nuevas maneras de comprender las explicaciones sobre los diversos fenómenos humanos que examinamos. Nuestro compromiso requiere que reflexionemos de manera crítica, que problematicemos los autores y sus propuestas, con el objeto de refinar y acrecentar la capacidad explicativa de nuestras herramientas teóricas, y nuestro conocimiento sobre lo humano.
En correspondencia con lo anterior, el propósito de este artículo es reflexionar en torno a la categoría mente y al concepto individuo, en diálogo con el pensamiento ubicado como enfoque Gestalt; analizaremos el sustento y validez de la terapia Gestalt, con relación a esos tópicos. Consideramos necesario abarcar la interpretación Gestáltica -por lo menos en su fracción de pensamiento que implica a las nociones planteadas-, con el propósito de conocer, comprender y validar el alcance de ese pensamiento, a fin de retomar lo valioso del enfoque, y complementar nuestra posición.
Nuestra metodología de investigación es la documental, utilizamos el Método Doxográfico en la fundamentación de nuestra argumentación; para ello analizamos el Capítulo 3, Segunda Parte, Volumen II del texto Terapia Gestalt. Excitación y Crecimiento de la Personalidad Humana (Perls, Hefferline, & Goodman, 2003), para estructurar el análisis de la categoría mente, y el Capítulo 15 del mismo texto para argumentar lo referente al Concepto Individuo. Es necesario precisar que dicho texto si bien fue presentado en coautoría con Fritz Perls y Ralph Hefferline, pertenece en su redacción y conformación teórica a Paul Goodman2.
En este artículo hacemos una revisión conceptual sobre la interpretación de Goodman para el fenómeno humano, su elucidación sobre los procesos vitales de la persona, su crecimiento, y la interrelación entre la percepción, la experiencia, las consciencias, y el contacto dinámico entre el ser vivo y su contexto. Las categorías quel abarcaremos en nuestra revisión de Goodman serán las siguientes: campo organismo/entorno, consciencia inmediata y reflexiva, y egotismo.
La categoría mente
Goodman, de acuerdo a From y Miller (2003), colaboró en una de las versiones para ese estudio sobre la realidad y la conducta humana. Desde la perspectiva de esos pensadores, existen dos manifestaciones principales que se reúnen bajo el rótulo psicoterapia Gestalt: la intrapsíquica y la intersubjetiva.
La primera versión de terapia Gestalt: "la piel roja", de la Costa Oeste, California, manifiesta una visión primordialmente intrapsíquica de las interacciones que establece la persona con su medio, en ella fue Perls (principalmente en su etapa de Esalen3) uno de sus exponentes y desarrolladores.
Por otro lado, se encuentra la vertiente Gestáltica identificada con la metáfora "caras pálidas", ubicada en la Costa Este, Nueva York4, y designada como una postura intersubjetiva, siendo Goodman el artífice de ese esfuerzo teorético.
Bajo el esquema interpretativo planteado, serán dos los enfoques Gestálticos: intrapsíquico e intersubjetivo. Sin embargo, nos enfocamos en la Terapia Gestalt intersubjetiva, es decir, en el pensamiento goodmaniano. Habiendo ubicado las vertientes Gestálticas, procedemos entonces a analizar la propuesta de la Costa Este.
En la visión sobre lo vivo, la persona y su desarrollo que sostiene la Gestalt intersubjetiva, se realiza la siguiente explicación, y en donde juega un papel fundamental la categoría campo organismo/entorno (Perls, Hefferline, & Goodman, 2003):
Entre las ciencias biológicas y sociales, de entre todas las que se refieren a las diferentes interacciones en el campo organismo/entorno, la psicología estudia la operación de la frontera-contacto en el campo organismo/entorno. Este es un sujeto-objeto específico, y es fácil comprender por qué los psicólogos siempre han encontrado dificultades para delimitar su sujeto. Cuando se dice 'frontera' se piensa en una 'frontera entre'; pero la frontera-contacto, donde tiene lugar la experiencia, no separa al organismo de su entorno; más bien limita al organismo, lo contiene y lo protege, y al mismo tiempo toca el entorno. En otras palabras, aunque puedan parecer raras, la frontera-contacto (por ejemplo, la piel sensible) no es tanto una parte del 'organismo', sobre todo es el órgano de una relación concreta entre el organismo y el entorno. Fundamentalmente, como pronto vamos a tratar de demostrar, esta relación es el crecimiento. A lo que se es sensible no es a la condición del órgano (que podría ser el dolor) sino a la interacción del campo.
El contacto es la consciencia inmediata del campo o la respuesta motora del campo. Por esta razón, el contacto en acción, el funcionamiento de la mera frontera del organismo, nunca puede pretender decir la realidad, todo lo más nos dice el impulso o la pasividad del organismo.
Entendamos bien que el proceso de contacto, la consciencia inmediata y la respuesta motora son tomados aquí en el sentido más amplio, incluyendo el deseo y el rechazo, el acercarse o el evitar, la sensación, el sentimiento, la manipulación, el cálculo, la comunicación, la lucha por, etc., todo tipo de relación viva que tiene lugar en la frontera, en la interacción del organismo con el entorno". (p.8)
Según lo anterior, en la persona se explica su crecimiento con base en la idea principal de campo-organismo-entorno, entendiéndose bajo esta noción al punto de interacción del ser vivo con su ambiente, el contacto e interrelación del humano con el contexto; el contacto organismo/entorno como el inicio y fuente de la existencia y el desarrollo. La vida, producto de un proceso de relación con el entorno5.
Para From y Miller (2003), el enfoque intersubjetivo se ubica como un esfuerzo en contra de las disciplinas psicológicas y psicoterapéuticas esquematizadoras; por ello expresan que:
Si la terapia Gestalt puede todavía mantener alguna promesa de aportar una perspectiva renovada a este debate cada vez más estridente, es porque la teoría de la terapia Gestalt ha abandonado del todo el modelo de las ciencias naturales y ha hecho esto sin ir hacia el misticismo. La mitad teórica del libro de Perls, Hefferline y Goodman, en lugar de pretender describir la salud y la patología en términos extraídos de las ciencias causales, presenta una comprensión fenomenológica, basada en la experiencia observable e inmediatamente comunicable, de cómo una persona hace para crear (y continúa creando) una realidad sana o neurótica. Esto representa un cambio fundamental de paradigmas en psicoterapia, ya que sugiere que la terapia Gestalt no necesita llegar a enfangarse en alegatos y contra-alegatos sobre si es la psicología o la neurofisiología la ciencia verdadera del sufrimiento humano.
En su búsqueda de una realidad empírica objetiva, un mundo físico que podría describirse con las leyes de la lógica y de las matemáticas, la ciencia moderna nacida a finales del siglo XVI con el pensamiento de Galileo, Descartes y Francis Bacon, creó una división entre el sujeto, la mente cognoscente y el objeto, lo que es conocido. Todo el pensamiento occidental posterior por completo ha mantenido este dualismo, que suscita toda clase de problemas sobre la relación de la mente con la materia. El movimiento fenomenológico en la filosofía, iniciado por Edmund Husserl en los primeros años de este siglo, puede comprenderse mejor como un intento de restablecer la unidad entre el sujeto y el objeto. La Fenomenología es, sobre todo, un método alternativo al método científico dominante: ni afirma ni rechaza la existencia de un mundo físico 'externo'; simplemente insiste en que la investigación filosófica empieza con el mundo en los únicos términos en que podemos conocerlo (según se presenta a la consciencia). Por eso la filosofía es el estudio de la estructura de la experiencia inmediata subjetiva. La terapia Gestalt es una fenomenología aplicada". (pp. XXXV-XXXVI).
En este sentido, el enfoque goodmaniano coincide con la modalidad epistemológica Husserliana: parte de los elementos experienciales (previos a los elementos sociales y socializadores) para encarar y construir el saber y el devenir de lo humano. La Gestalt intersubjetiva es una perspectiva en la que se concede primacía a la experiencia, a los elementos particulares, vitales y totalizadores que la componen.
Goodman procura evitar y al mismo tiempo trascender los modelos paradigmáticos que esquematizan y bifurcan al humano y al conocimiento; respecto a las posturas que se mantienen dentro de ese tipo de lógicas explicativas, explica que (Perls, Hefferline & Goodman, 2003):
Cuando proponemos la tesis unitaria, la creatividad de las totalidades estructuradas y estas otras cosas, no en las situaciones poco interesantes de los laboratorios, sino en las situaciones urgentes de la psicoterapia, de la pedagogía y de las relaciones personales y sociales, nos encontramos repentinamente empujados, y llevados muy lejos, a rechazar numerosas hipótesis y divisiones y categorías comúnmente admitidas, como fundamentalmente inadmisibles, ya que son "fragmentaciones y aniquilaciones del objeto que se trata de estudiar". En lugar de ser verdades que determinan la naturaleza del caso, a nosotros nos parece que expresan precisamente la división neurótica del paciente y de la sociedad. Y que llaman la atención sobre las hipótesis básicas que son neuróticas y despiertan ansiedad (en los autores y en los lectores, al mismo tiempo).
En la división neurótica, una de las partes se mantiene fuera de cualquier consciencia inmediata o bien es fríamente reconocida pero despojada de cualquier interés o, también, las dos partes son, cuidadosamente aisladas una de otra y convertidas en aparentemente incompatibles entre sí, para evitar el conflicto y mantener el statu quo. Pero si, en una situación urgente, ya sea en la consulta del médico ya en la sociedad, uno concentra su consciencia en la parte no consciente o sobre las conexiones 'inadecuadas', entonces se desarrolla la ansiedad; ansiedad que es el resultado de la inhibición de la unificación creativa. El método de tratamiento consiste en llegar a un contacto, cada vez más estrecho, con la crisis tal como se presenta, hasta poder identificarla, corriendo el riesgo de saltar a lo desconocido, a la integración creativa de la división que pueda aparecer". (pp. 21-22)
Con base en lo citado, al realizarse la división artificial, la separación de la existencia en esferas social y natural, entre lo humano y sus objetos de experiencia e interés, se está respondiendo a criterios que devienen de una estructura contextual bifurcada, misma que posee de manera deliberada esos propósitos divisorios.
Goodman lista varias de las divisiones que realizan las disciplinas y personalidades alienadas de su experiencia; disciplinas y personalidades neuróticas que producen interpretaciones separadas, separativas, poláricas y esquematizadas en su relación con el entorno: self y mundo exterior; emocional (subjetivo) y real (objetivo); infantil y maduro; biológico y cultural; poesía y prosa; espontaneo y deliberado; personal y social; amor y agresión; inconsciente y consciente; y la que nos interesa para efectos de este análisis: cuerpo y mente6. Respecto a esta segmentación, enuncia lo siguiente (Perls, Hefferline & Goodman, 2003):
Esta división existe todavía hoy en día, aunque, entre los mejores médicos, se da por supuesta la unidad psicosomática. Vamos a mostrar que surge de un hábito deliberado y finalmente no consciente frente a una amenaza en el funcionamiento orgánico. Esta división paralizante, inevitable y casi endémica, ha despojado a nuestra cultura de cualquier alegría y cualquier gracia. (p. 23)
De acuerdo a nuestro autor, el fraccionamiento de la persona en un elemento mental y otro físico es resultado de un tipo de conducta que no es reflexionada, no es asumida, y además reduce las posibilidades de gratificación y desarrollo del humano y de la comunidad.
En su argumentación en contra de las apreciaciones dicotómicas sobre el ámbito de interacción y vivencia humana, Goodman repasa las explicaciones del freudismo y de los psicólogos Gestalt. En su interpretación de la perspectiva de Freud sobre el problema de lo mental, expresa que ese autor no sólo aceptó el dualismo que dividía al fenómeno psíquico, sino que lo subdividió aún más en otros cinco elementos: lo mental consciente, lo mental preconsciente (los recuerdos, etc.), lo mental inconsciente, la complacencia somática y lo somático7. Respecto a la dilucidación propuesta por el paradigma alemán de la psicología Gestalt, expresó que en esa vertiente explicativa de los elementos físicos y psicológicos, consideraban a la existencia compuesta por totalidades significativas que relacionaban el comportamiento físico y el consciente en el cuerpo y en la mente. Bajo esta enunciación, se dice de esta conjunción que es significativa: "en el sentido de que la totalidad explica las partes; son intencionales en el sentido de que puede demostrar que las partes tienen tendencia a completar totalidades" (Perls, Hefferline & Goodman, 2003, p. 42).
Es decir, que la totalidad determina las partes, el conjunto de factores inmiscuidos y conformantes de la situación de campo, serán las que podrán englobarse -como un ejercicio de abstracción- en el vocablo mente. Menciona que pese a la anterior aportación, esos estudiosos dejaron de lado la interacción que mantenían las totalidades de la consciencia -las totalidades del fenómeno mental-, con otras totalidades, por ejemplo, las contenidas en los procesos de interacción corporal e intencional (querer extender la mano, hacerlo y ser consciente de eso). Refiere Goodman que: "Lo que hace peculiar estas relaciones problemáticas es que el sentimiento de desconexión, de 'no ser uno mismo', es un dato en la experiencia misma del cuerpo y del mundo" (Perls, Hefferline & Goodman, 2003, p. 43). Con base en la postura intersubjetiva, esta situación-sensación-factor de alienación, de separación del Ser con su contexto, será la fuente del malestar y apreciaciones erróneas sobre el mundo, el conocimiento y lo humano: una experiencia distendida que conforma saberes alienados sobre un mundo excluyente.
Según esta lógica, la experiencia humana, el contacto humano se explica con base en la segunda categoría goodmaniana utilizada: la consciencia inmediata y la consciencia reflexiva; de tal modo, la experiencia: "Es una totalidad formada de consciencia inmediata, respuesta motora y sentimiento (una cooperación de los sistemas sensorial, muscular y vegetativo), y este proceso de contacto se produce en la frontera-superficie en el campo organismo/entorno" (Perls, Hefferline & Goodman, 2003, p. 43).
Bajo este enfoque, el organismo se define por su tipo y nivel de interacción entre su propio Ser y el ambiente. Y se define, porque esa actividad de interacción será la acción primordial desde la cual el humano vive, se desarrolla, percibe -awareness, consciencia inmediata e implícita de campo-, y reflexiona -consciousness, consciencia reflexiva, operación reflexiva de la mente8 -sobre lo interactuado. La interacción -el proceso de relación dinámica, creativa y cambiante- pone en entredicho la rigidez esquemática de las interpretaciones poláricas (externo-interno, mente-cuerpo, etcétera). Expresa Goodman que el grado y tipo de consciencia -inmediata o reflexiva- depende del tipo y calidad de interrelación que existe en el campo organismo/entorno; de tal forma que: "Si la interacción en la frontera-contacto es relativamente sencilla, hay poca consciencia inmediata, poca reflexión, poco ajuste motor y poca intención deliberada. Pero cuando es difícil y complicada, la consciencia inmediata se intensifica" (Perls, Hefferline & Goodman, 2003, p. 44).
A partir de las nociones planteadas, enuncia que dependiendo el grado de complejidad del contacto, y desde las condiciones y contingencias contextuales, se manifestarán o replegarán los dos tipos de consciencia. Sin embargo, según la terapia Gestalt de Goodman, existen dos situaciones en las cuales las circunstancias ambientales provocarán cierto tipo de percepciones y concepciones alienantes (Perls, Hefferline & Goodman, 2003):
"La situación de peligro: si la frontera sufre una presión intensa, intolerable porque es necesario ejercer una selección y un rechazo extraordinarios para rechazar las fuerzas ambientales; y la situación de frustración, de privación, de enfermedad: si la frontera empieza a tensarse de una manera intolerable porque las exigencias propioceptivas no pueden equilibrarse desde el entorno.
En estos dos últimos casos en los que hay un exceso de peligro y de frustración, las funciones temporales se establecen para parar el peligro y proteger la superficie sensible. Se pueden observar estas reacciones en todo el reino animal; son de dos clases: infranormales o supranormales. Por una parte, la huida debida a un pánico "sin sentido", el shock, la anestesia, el desvanecimiento, hacerse el muerto, anular una parte, la amnesia, que protegen la frontera desensibilizándola o paralizando la motricidad, esperando a que pase la situación de urgencia. Y existen, por otra parte, los dispositivos para amortiguar la tensión agotando una parte de su energía en la agitación de la frontera misma: por ejemplo, la alucinación y el sueño, la imaginación viva, los pensamientos obsesivos, siempre acompañados de una efervescencia motora". (p. 47)
Para esta postura, las circunstancias ambientales de peligro, privación, tensión, intensidad o distorsión provocarán una deformación de las funciones corporales y perceptivas. En el enfoque Gestalt, la consciencia reflexiva también poseerá otra función: la de retrasar la consciencia inmediata. Esto funcionará para descargar, liberar energía y mantener un equilibrio en el organismo, y con dos propósitos: agudizar la consciencia inmediata, experimentar y encarar un problema y, por otro lado, proporcionar un período de reposo, de retirada -de huida momentánea o definitiva-, con vistas a proteger la superficie sensible del ente vivo.9,10 Por otro lado (y adelantándonos un poco a la argumentación), existirán factores ambientales deliberadamente tendenciados, situaciones sociales que socavarán y deformarán las consciencias humanas; el resultado de esta deformación es la visión polárica y aislacionista de la realidad y de lo humano.
Después de haber enunciado a la conciencia reflexiva como una función de contacto en un campo organismo/entorno complejo y difícil, Goodman refiere un primer acercamiento a la categoría mente y explica que: "La noción de 'mente' como entidad única aislada, sui generis, no solo no es explicable genéticamente, sino que además es, en un sentido, una ilusión inevitable, empíricamente dada en la experiencia promedio" (Perls, Hefferline & Goodman, 2003, pp. 49-50).
De acuerdo al enfoque Gestáltico intersubjetivo, no es posible ubicar corporalmente a esa noción, y con todo, será parte de un tipo de función de la consciousness, pero derivado de ciertas circunstancias que permean o se mantienen en el entorno, y que por la interrelación campo/organismo, afectará al Ser. Esas condiciones que afectarán a la consciencia reflexiva serán aquellas en las que existe "un desequilibrio crónico de baja intensidad, una irritación constante de peligro y frustración, asociada a crisis agudas ocasionales, que nunca se alivia" (Perls, Hefferline & Goodman, 2003, p. 50).
Refiere nuestro autor que si bien la existencia y reconocimiento de esas circunstancias no es algo precisamente halagador, es una realidad, un hecho histórico en la mayor parte de nosotros. Ese tipo de ambiente producirá y provocará en el humano una sensación de peligro y frustración; de acuerdo a Goodman: "El peligro reduce la oportunidad de satisfacción en un campo suficientemente ajustado al principio; entonces, la frustración se acrecienta. Pero la frustración aumenta la urgencia de la exploración y reduce la oportunidad de una selección escrupulosa" (Perls, Hefferline & Goodman, 2003, p. 50).
Entonces, los factores contextuales lacerantes y de insatisfacción distorsionan y reducen la plenitud y gratificación que obtiene un Ser con su relación ambiental, debido a que no es posible ubicar, reconocer y aprehender de forma efectiva los elementos que necesita para mantener y acrecentar sus constantes vitales, su homeostasis y homeorexis, su ralenti y desboque. Desde la perspectiva Gestalt: "La atención se aparta de las demandas propioceptivas y la vivencia del cuerpo-como-parte-del-self pierde su intensidad" (Perls, Hefferline & Goodman, 2003, p. 51).
Dicho en otras palabras, si bien existe una intensificación de la atención, ésta no es precisa ni sentida, por ello, la experiencia puede parecer extraña, ajena al awareness (consciencia inmediata); confirma Goodman esta noción cuando enuncia que: "Lo que es dado mediante esta atención acrecentada es "extraño", no pertinente, ajeno a cualquier consciencia inmediata de uno mismo" (Perls, Hefferline & Goodman, 2003, p. 51). Esto es, que ocurre una disminución y distorsión del contacto, debido a una distensión de lo propioceptivo.
Y a su vez, la conciencia reflexiva (consciousness) -en esa función en la cual busca liberar tensión y alcanzar alguna resolución- produce en aumento: "sueños, deseos inútiles, ilusiones (proyecciones, prejuicios, pensamientos obsesivos, etc.)" (Perls, Hefferline & Goodman, 2003, p. 51). Es decir, a la par que se reduce la consciencia inmediata (awareness), aumenta la consciencia reflexiva -consciousness-. Y es aquí donde comienza el dualismo, la polaridad, la separatividad, y finalmente exclusión y alienación del ambiente y la persona, del ser y su experiencia, de su "cuerpo" y su "mente". Coincidiendo con nuestra interpretación, enuncia este pensador anarquista que: "En la situación de urgencia crónica de baja intensidad que acabamos de describir, los sentidos, el inicio del movimiento y los sentimientos son inevitablemente asimilados a la "Mente", un sistema aislado y único" (Perls, Hefferline & Goodman, 2003, p. 52). Según lo referido, nuestra interacción ambiental será seccionada, parcelarizada y finalmente alienada. En ese seccionamiento aislativo en el cual el campo organismo/entorno fue roto y donde no hay unidad entre lo deseado-percibido, al surgir la división "interna", la separación experiencial de mente-cuerpo, también aparece un alejamiento-aversión para con el entorno: "El 'Mundo Exterior' es percibido entonces como extraño, 'neutro' y, por lo tanto, teñido de hostilidad, ya que 'cualquier extraño es un enemigo'. (Esto explica un cierto comportamiento "esterilizante", obsesivo y paranoide de la ciencia positivista)" (Perls, Hefferline & Goodman, 2003, p. 52).
Guiándonos por lo citado, la separación "personal" en cuerpo-mente, se traslada al ámbito de la interacción ambiental. El entorno ya no se siente ni se comprende ni visualiza como la fuente y base vital; el ambiente ya no es el origen de la vida, sino que se piensa como algo diferente a nosotros, opuesto, adverso.
La observación epistemológica complementaria que nos ofrece el párrafo, ataca la pretensión de objetividad fría y desapasionada de ciertas modalidades cognitivas: el ambiente no como una madre que provee, sino como un bicho que debe ser viviseccionado y controlado11.
Continuando su argumentación contra el dualismo -entendido como la distorsión de los procesos perceptivos-interactivos, y en donde se priorizan algunas funciones de la Frontera, tales como el retraso y el cálculo-, el enfoque Gestalt considera que:
"No es que estos conceptos de cuerpo, mente, mundo, voluntad, ideas sean errores corrientes que deberían corregirse mediante hipótesis contrarias y verificaciones; ni que, una vez más, sean errores semánticos, sino que son datos que se dan en una experiencia inmediata de un cierto tipo y que pueden perder su carácter de urgencia y su peso de evidencia solo si las condiciones de esta experiencia cambian" (Perls, Hefferline & Goodman, 2003, p. 53).
Bajo esta lógica, el dualismo en cuanto a lo experiencial, lo cognitivo y el entorno, es producto de una circunstancia ambiental en donde las presiones, tensiones e insatisfacciones provocarán alienación de los procesos sensitivos-cognitivos, y la división, la separación de la persona con el ambiente. Por ello, no es posible cambiar o remover este patrón conductual tan difundido, usando meras palabras, con propuestas o hipótesis psicológicas; serán ellas todas inútiles mientras no se reconfiguren las circunstancias sociales que dan forma a ese tipo de experiencia. Respecto a este entorno de interacción adversa Goodman expresa que:
"En nuestra sociedad, en donde la comunidad de hermanos no existe, el individuo existe y crece cada vez más profundamente en este aislamiento. Los adultos se tratan entre sí como enemigos y tratan a sus hijos alternativamente como esclavos o como tiranos" (Perls, Hefferline & Goodman, 2003, p. 59).
Lo que enuncia esta postura, es que la separatividad que vive el humano es producto de una interacción y alejamiento defectuoso y prematuro que se dio entre la madre y su hijo, y que se acentuó en el entorno social ofensivo en el que tuvo que interactuar la persona; se vió alejado de un buen contacto materno, y tuvo la necesidad de convivir en una circunstancia social de tensión, ofensividad, agresividad y urgencia. En la última parte del Capítulo 3 del Tomo II, concluye que el dualismo produce alienación de la sensopercepción y posteriormente rigidez e insensibilización corporal (Perls, Hefferline & Goodman, 2003, p. 57)12.
Tras realizar el recorrido teórico en el que se abarcan los elementos teóricos que versan sobre la categoría mente, procedemos a revisar ahora los correspondientes al concepto individuo; y es en esta misma noción a analizar donde encontraremos la tercera categoría goodmaniana: egotismo.
El concepto individuo
Respecto al concepto individuo, Goodman no realiza un análisis específico en torno a ese fenómeno o vocablo, no obstante, el concepto Gestáltico que desde nuestra perspectiva coincide con la noción filosófica de individuo13, es el de egotismo. Desde los planteamientos ubicados en el Capítulo 15 de Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad humana, egotismo será uno de los caracteres neuróticos, un tipo de contacto en el cual: "La preocupación final se refiere a las fronteras y a la identidad propias más que a lo que se ha contactado" (Perls, Hefferline & Goodman, 2003, p. 293).
Según esta definición, egotismo se implica en un tipo de conducta en la cual básicamente no hay compromiso: existe un esfuerzo por controlar lo incontrolable y aquello que pueda causar asombro o miedo, y debido a ese tipo de atención deliberada, la persona no se inmiscuye ni se entrega a la sensación, a la experiencia ni al entorno, en pos de mantener una identidad. En esa modalidad, la persona no está creciendo con base al contacto con el otro y con el ambiente; en contraposición tiene otro objetivo: tener el control. De acuerdo a Goodman:
"Su preocupación no es contactar con algún Tú que pudiera interesarle, sino multiplicar sus conocimientos científicos y técnicos para poner cada vez más cosas del entorno a su alcance y en su poder para ser irrefutable. Pero un 'entorno' así deja de ser entorno, no le alimenta, y el individuo no puede crecer ni cambiar. Y finalmente, puesto que impide la experiencia de renovarse, se llena de aburrimiento y de soledad" (Perls, Hefferline & Goodman, 2003, p. 293).
Entonces, una persona en egotismo -buscando preservar o desarrollar una unicidad, una individualidad que lo distingue y empodera sobre el otro-, estructurará dinámicas de convivencia en las que desde su 'saber', mantendrá una situación de control y estabilidad, pero a cambio de eso, fijará su experiencia a ciertos esquemas, a la vez que aislará su self, y rigidizará y excluirá la plasticidad ambiental.
Expresa Goodman que: "Su método para conseguir satisfacción directa consiste en hacer compartimientos: al poner entre paréntesis cada actitud ya acabada y segura" (Perls, Hefferline & Goodman, 2003, p. 294). Siguiendo la argumentación del autor del Volumen II de Terapia Gestalt, la persona se encerrará en sus concepciones autocomplacientes y al mismo tiempo mantiene y "confirma" su desconfianza sobre el mundo y las personas. Se aísla para sentirse seguro, pero finalmente su abstracción conceptual y existencial lo deja fuera de la corriente vital de la interacción.
Bajo el enfoque Gestalt, ser Individuo -estar abstraído de influencias e interacciones personales y ambientales-, es negativo, desaconsejable, puesto que es en la convivencia, en la interacción, como vivimos y crecemos.
Al negarse el papel de lo intersubjetivo y/o el valor de la naturaleza, la persona quedará estancada, encerrada en una modalidad, en un tipo de personalidad que si bien le permitirá mantener sus constantes vitales, su "particularidad", y presentar una participación "ajustada" ante los requerimientos sociales, más allá de estos arquetipos no existirá creatividad o posibilidades: una vida reducida a márgenes, a cintas de aislar, alambres de espino que evitan el paso de abejas, pero que impiden ver y oler y comprender las flores, el agua, la existencia. Recapitulando y sintetizando: para Goodman, el uso del vocablo mente implica una división, alienación del Ser y experiencia humanos, dualidad. Y aislarse de las facciones contextuales e interpersonales en pos de mantener una Individualidad, es estéril y llevará a una reducción de las posibilidades existenciales.
Conclusiones
En la interpretación goodmaniana sobre la escisión epistemológica y existencial que contiene la dualidad mente-cuerpo encontramos un elemento explicativo valioso: la división, como un reflejo individual (neurosis personal) derivada-causante de la neurosis colectiva (hábitos, procesos cognitivo-conductuales separativos e irracionales), y que a su vez poseen un propósito estabilizador y adoctrinador: homogenizan el pensar-sentir-hacer del habitante de esa comunidad y lo predisponen a formas de vida basados en la producción y en el consumo masificado: mismos productos, objetos hechos en serie, para personas hechas en serie14.
Desde nuestra interpretación, el uso Gestáltico para la categoría mente, obra bajo una lógica racionalista, esquemática, limitada y lineal.
A su vez, el uso del concepto individuo requiere de una mayor construcción conceptual y validación fáctica: ambos son epistemológicamente insuficientes.
Si bien el enfoque Gestalt trasciende el dualismo que critica en el uso y estructuración de la categoría mente, su interpretación se ubica en otro extremo epistemológico, y es que se reduce a una labor reflexiva permeada en su mayor parte del momento inductivo: producción de una construcción conceptual que no trasciende los marcos subjetivos de su elaboración, que no se concatena con otras interpretaciones ni valida sus elementos argumentativos.
Es necesario reconocer que el manejo filosófico dualista de la categoría mente es deficiente explicativamente al no poseer un referente empírico, pero la argumentación Gestáltica intersubjetiva también es insuficiente: es inductivista, define la realidad y el conocimiento primordialmente con base a inferencias básicamente subjetivas, sin mayor contrastación que la creencia o una sensación, por ello, también presenta insuficiencias epistemológicas.
De hecho, en ese sentido sólo podríamos hablar de una hipótesis Gestalt, no de una teoría Gestalt, ya que no existen elementos contextuales que fuera de la línea discursiva, respalden las aserciones propuestas. La terapia Gestalt se basa en una hipótesis dado que no satisface la pretensión de verdad, no cumple la relación epistemológica al no presentar elementos fácticos y contextuales que sustenten sus enunciados15.
Consideramos que en pos de dotar de rigurosidad a los intentos cognitivos, es necesario eliminar terminologías injustificadas, simples y parciales para proyectos epistemológicos complejos. El punto de partida del análisis y propuesta goodmaniana -la consideración de polaridades, de elementos diferentes y opuestos, alienados-, es una visión parasítica de las distinciones que devienen del dualismo ontológico y epistemológico que considera ámbitos distintos divididos en espacial/físico y mental/temporal (ontológico), y sensorial e introspectivo (epistemológico).
Expresado en otros términos: el enfoque Gestalt se aleja del dualismo pero se reduce a un racionalismo; no supera las reflexiones esquemáticas lineales filosóficas, sino que permanece como un remanente paradigmático, un rescoldo conceptual, visión parasítica de antiguos y reducidos paradigmas16. Visiones parciales y reducidas que pretenden abarcar fenómenos complejos y contemporáneos con herramientas vetustas.
Por ello, nuestra propuesta consiste en la complementación, lo interdisciplinario: aunar a la vertiente filosófica y a la psicoterapia Gestalt con los esfuerzos explicativos y críticos de la psicología fisiológica y de la psicología política de Reich (1980). Con el monismo materialista y con las críticas sociales reichianas, se estarán materializando y contextualizando la propuesta interpretativa17.
Otra deficiencia explicativa de la perspectiva Gestalt aparece cuando Goodman refiere en su término consciencia elementos sensoriales, musculares y vegetativos; los menciona, pero no define ni justifica el uso de esos vocablos-mecanismos y, a su vez, deja de lado o no infiere -ni siquiera justifica la ausencia de- la actividad cortical. No considera, ni refiere ni asume los procesos cerebrales, como si las personas fuéramos amibas o caracoles que derivan su conducta de reflejos e instintos.
No obstante, es necesario reconocer que esa simplificación de la conducta humana, deriva de la lógica fenomenológica que Goodman asume. De tal modo, la argumentación contra la fenomenología también se aplica al enfoque Gestalt.
Comentaremos dos aspectos sobre la modalidad cognitiva fenomenológica; aquellas que bajo nuestra interpretación aportan elementos conceptuales que es necesario valorar y retomar, y nociones que presentan deficiencias y que sería recomendable dejar de lado, dado que presentan restricciones epistemológicas.
Argumentos a favor de la epistemología fenomenológica usada en la Gestalt Intersubjetiva: la enunciación que expresa que las características del objeto están determinadas por nuestro nivel de percepción y consciencia. Presenta elementos de sistematicidad que permiten análisis, comprensión y desarrollo. Considera al pensamiento como una función real, y a la consciencia como intención. Es decir, que la consciencia nace de la interacción con el mundo, y no se trata de una entidad aislada.
Insuficiencias de la hipótesis fenomenológica y de la Gestalt goodmaniana:
- Contrario a lo que señalan, las características del objeto están ligadas al evento; no son ni remotamente abstracciones, sino que devienen de diversos componentes, circunstancias, antecedentes y facciones: hechos y fenómenos.
- En cuanto a su pretensión ingenua de aspirar a un conocimiento estricto de los fenómenos, es necesario decir que existirán aproximaciones del saber tras un proceso que necesitará diversos ámbitos, etapas y esfuerzos perfectibles pero defectuosos y parciales. El saber no como un producto categórico o apodíctico sino como un proceso secuencial, fásico.
- Su actitud prejuiciada al descartar las "apariencias", como si elementos externos, arquetipados o consensuales no pudieran proporcionar acercamientos, diferentes dimensiones de conocimiento, o indicadores de la situación: síntomas del condicionamiento fascista.
- Considerar que los objetos son tal y como se muestran a la consciencia; las ideas o emociones son el resultado de una compleja red de procesos electroquímicos, donde miles de millones de neuronas laboran para procesar y producir una sensación, comprensión o acción. No hay una liga directa y simple entre un objeto y una sensación o cognición; de hecho, se requieren básicamente dos elementos primordiales en el proceso epistemológico: mismos y funcionales instrumentos psiconeurales, y un sistema de comunicación común. biología y cultura, fisiología y sociedad, si no, no hay elemento somatosensorial, diálogo ni conocimiento. Y de inicio, es necesario complejizar, problematizar y sustentar el concepto consciencia.
- Reducir la experiencia y cognición al fenómeno, como si solo existiese un ámbito de la realidad; se parte del supuesto de que la mera subjetividad y sensaciones, de que la "experiencia" bastará para fundamentar un proyecto epistémico, dejándose de lado la existencia de las funciones corticales, las estructuras de poder y demás facciones anatómicas y políticas que inciden en nuestro pensar-sentir-hacer.
- Minimizar al objeto en sí mismo lleva a no ver el objeto en su totalidad.
- Otra insuficiencia, que en realidad es un simplismo, aparece en el enunciado que marca que el fenómeno existe mientras se presenta el yo, el observador; ¿nuestra interpretación de esta idea? Solipsismo, ensimismamiento epistemológico, subjetivismo radical.
La terapia Gestalt intersubjetiva y fenomenológica es una actividad elucidativa sin sustento ni posibilidad de validación más allá de la lógica y semánticas inmanentes; señalamos su deficiencia en su tendencia a concentrarse en elementos "ideales", en estructuras "esenciales" supuestamente percibidas por el constructo, por el concepto denominado consciencia. Su noción-idea-constructo denominado consciencia es básicamente una abstracción; un constructo para explicar las funciones cerebrales superiores, una suposición originada en épocas donde no se contaba con los descubrimientos de las neurociencias, y donde resultaba peligroso intentar ese tipo de conocimiento materialista. Constructos, nociones parciales y primitivas para una época más burda; no obstante, en este momento existen herramientas y disciplinas -por ejemplo, la psicología fisiológica- que permiten ampliar el horizonte de comprensión, por encima de esas nociones elementales y restrictivas.
Conceptos como intuición, experiencia y sensación, pese a su pretendida pureza -más allá de su propósito de constituirse en contactos prístinos con lo "real"-, son productos secundarios; o, precisando, terciarios. Sustentamos este enunciado de acuerdo al siguiente razonamiento:
De inicio, tenemos los circuitos aferentes -neuronas somatosensoriales del sistema nervioso periférico- (primer momento). Procesamiento en el área cortical y específicamente en el lóbulo prefrontal (segundo momento) de los datos recabados por las neuronas sensoriales. Posteriormente, su manifestación en algún tipo de conducta observable o registrable de manera directa o indirecta -hablar, creer en dios, no creer en el conocimiento, reconocer el pensamiento mágico, callar, ubicarse en una lógica explicativa positivista o no positivista, etcétera (esta es la fase terciaria).
Así, el enfoque fenomenológico - Gestáltico es una construcción conceptual de cierto tipo; quizás no es una modalidad elucubrativa psicologista, biologicista o economicista, pero finalmente es producto de una base anatómica funcional y de ciertas condiciones y posibilidades históricas: biología y sociedad en grados mínimos de función. Sin uno u otro de esos elementos no hay sensación, ni trascendencia, ni cuerpo, ni reducción, ni campo organismo/entorno, si self, ni sensibilidad, ni nada. Si acaso un animalito al que hay que cuidar, alimentar y amar, pero no una persona con las funciones cerebrales suficientes para elaborar ese lenguaje selecto, misterioso, propositivo, atractivo y sutil.18 La corporeidad, la experiencia corporal, sólo es posible y asumida gracias a la correcta estructura y función del sistema nervioso central y periférico, pero primordialmente gracias a la corteza cerebral; es una ingenuidad filosófica y psicológica creer que es posible un sentir y un conocer al margen de las estructuras anatómicas.
Por otra parte, una réplica que le formulamos a la vertiente de Goodman es la necesidad de poner en la balanza el acto de abstracción, de aislación y compartimentación que hace una persona para obtener un grado de control de su ambiente: ¿no puede ser preferible evitar cierto tipo de dinámicas sociales, cierto tipo de personas, ámbitos y datos sensoriales?
Consideramos racional, en el sentido reichiano, en el sentido de la psicología política, aquella decisión, conducta o ambiente que promueve y desarrolla los procesos biológicos, la salud. En contraposición, Irracional es aquel acto, ambiente o directiva que evita o distorsiona la pulsión vital de la persona. Es recomendable un grado de abstracción dado el tipo de personalidades y comunidades irracionales que los habitantes de ubicaciones geográficas en las que imperan estructuras sociales de dependencia tenemos que vivir y soportar. Consideramos más vital, menos tóxico, evitar procesos intersubjetivos dañinos, que confluir en dimensiones que emergen como influencias decididamente rigidizantes, hostiles y degradantes19, 20. Nos parece que una de las principales observaciones o afirmaciones que se encuentra ausente en la psicoterapia Gestalt, es la no consideración de que estas condiciones ambientales (que desde su perspectiva promueven el dualismo cognitivo y existencial), son, primordialmente, decididamente, deliberadas.
En los países tercermundistas, lo irracional es algo intencional. En México, lo irracional es algo programado. Y por cierto ignorado y defendido por un sector amplio de la población. Esta sociedad que aliena nuestra experiencia y nuestro contacto con el mundo, es de tal forma, porque así está planeada, porque de esa forma la población así puede ser cosificada, utilizada. En este tipo de entorno, las personas podemos ser utilizadas para ciertos fines al aislarnos unos de otros y enfrentarnos, y al alienarnos de nuestras sensaciones. En esos fines, la persona es el medio. El humano como herramienta para acrecentar la ganancia, siendo desgastado y agotado en el proceso; y claro, no importa si se crean paranoides en el acto capitalista.
Las corporativocracias moldean nuestros procesos cognitivos -nuestra experiencia-, de tal modo que sean implantados en nosotros esquemas conductuales que permitan, favorezcan, ejecuten y perpetúen patrones de producción y consumo; su finalidad: la ganancia, y mantener sus posiciones de poder, seguridad y estabilidad. Si en el proceso producen infelicidad, es algo secundario, no es algo que les interese, lo primordial para esa élite económica es el poder y las posesiones.
Las anteriores replicas se concretizan desde nuestra propuesta interdisciplinaria, ya que dichas reflexiones surgen de la psicología fisiológica y de la psicología política de Wilhelm Reich (1980), las cuales se muestran como herramientas teóricas valiosas, necesarias para complementar las explicaciones filosóficas racionalistas, psicologías inductivistas y el enfoque goodmaniano.
De hecho, consideramos que tanto la Gestalt intrapsíquica como la intersubjetiva se derivan en algún grado del pensamiento de Reich: Perls hizo su proceso terapéutico analítico con Reich, y Goodman fue admirador y apologista de las ideas reichianas.
En la revisión efectuada del enfoque intersubjetivo encontramos tres elementos conceptuales originados en la teoría de Reich (1980):
- La consciencia reflexiva que se abstrae para proteger la superficie; que aparece como una adaptación de la categoría pulsión vital de Reich: expansión-contracción.
- El concepto de insensibilización corporal, que tiene como antecedentes las nociones de armadura muscular, estructura caracterológica y anorgonía.
- Y la noción de alienación experiencial como producto del entorno hostil; que ubicamos en las interpretaciones sociales que hace la psicología política de Reich (1980), en la cual se considera que todas y cada una de las estructuras antropológicas de una comunidad fascista están configuradas de manera irracional y con propósitos ideologizantes y cosificadores. Fetichización que se consigue al rigidizar, al condicionar en esquemas fijos, infantiles, pasivos, acríticos y desresponsabilizantes, al integrante de la comunidad21.
Consideramos que la Gestalt intersubjetiva tiene como antecedente teórico, como base y referencia al pensamiento de Wilhelm Reich. Eso de alguna manera es positivo, lo reprochable, es que retrocedan políticamente, reflexiva, críticamente respecto a Reich. Esta interpretación es apoyada por Roger Dadoun (1978). Para ese crítico y comentador del pensamiento Reichiano, no sólo Goodman, sino también Perls y Lowen realizan adaptaciones superfluas y complacientes de la teoría social crítica de Reich. Así, explica que:
"El pensamiento de Reich se muestra particularmente vulnerable ante estos procesos de deslizamiento, primero, y de inversión conceptual luego: no porque sus definiciones y articulaciones sean demasiado borrosas o demasiado flojas -pensamos, por el contrario, que se trata de un pensamiento fuertemente unitario, excelentemente armado, ricamente compenetrado- sino por el hecho de su excepcional proximidad con respecto a lo cotidiano, a lo concreto, a lo vivido, a lo presente, al aquí y ahora; está demasiado cerca de nosotros, de nuestras ocupaciones y preocupaciones, como para que cualquiera sienta el deseo de echar mano de él, de servirse de él, de acudir a él para cometer pequeños robos…. Uno de éstos, eminentemente ilustrativo, se realiza a través de la bioenergía; apartada del proyecto y del texto reichiano, ésta se difunde cada vez más en el dominio público, y publicitario, como 'técnica' que promete el bienestar, el equilibrio, la felicidad, la potencia, la sabiduría, el éxito…. Sin embargo, al principio, los dos brillantes discípulos de Reich que desempeñan un papel decisivo en la difusión del concepto de bioenergía, Alexandre Lowen y John Pierrakos, permanecen fieles al proyecto científico global y a las orientaciones rigurosas de la investigación reichiana.
Lowen explora sistemáticamente diversos aspectos esenciales del campo reichiano: las formaciones caracteriales y sus componentes, la dinámica del orgasmo y sus perturbaciones, los estados emocionales fundamentales; sus preocupaciones, principalmente de orden práctico y terapéutico, le llevan a fundar en Nueva York, en 1956, el Instituto de Análisis bioenergético, cuyo programa fue definido en los significativos títulos de las principales obra de Lowen: The Physycal Dynamics of Character Structure, 1958 (La dinámica física de la estructura caracterial); Love and Orgasm, 1965 (El amor y el orgasmo); Betrayal of the Body, 1967 (Revelación del cuerpo); Pleasure, A creative approach to life (El placer, un enfoque creador de la vida).
Pierrakos continuó los trabajos de bioelectricidad de Reich y se dedicó a explorar especialmente los campos energéticos dentro del marco de las perspectivas orgonómicas reichianas: en el hombre, las plantas, los cristales, la atmosfera, la tierra, el océano; estos estudios fueron presentados a través de las publicaciones del Instituto de bioenergía en la colección de trabajos titulada Energy and Character (La energía y el carácter), 1970.
Lo que se destaca sobre todo en Lowen y Pierrakos, especialmente en los trabajos que realizaron juntos, es la tendencia creciente a poner en primer plano las intuiciones de lo 'vivido', los feelings, aquello que el individuo siente y experimenta, y a privilegiar los efectos terapéuticos.
Esta valoración de carácter tecnicista es la que contribuye a desarraigar la noción de bioenergía con respecto al conjunto del texto reichiano y a conferirle una función cada vez más claramente pragmática, junto con técnicas y terapias vecinas: la terapia Gestalt, también inspirada en Reich (Fritz Perls, Paul Goodman y Ralph Hefferline, Gestalt Therapy, 1951), que pretende que el individuo llegue a admitir las partes reprimidas, escindidas, separadas de su personalidad; los métodos de desarrollo del potencial humano; los grupos de encuentro y de consejo recíproco, etc. El principio general de todos estos métodos consiste en dejar hablar y hacer hablar al cuerpo, en favorecer sus formas específicas de expresión: movimientos, gestos, mímicas, gritos, llanto, descargas emocionales, etc. La noción de bioenergía sigue siendo central, pero asume un aspecto en cierto sentido unidimensional: circula para el individuo, para su 'expansión', su 'desarrollo armónico', su 'creatividad'.… Un buen uso de la bioenergía permitiría al individuo encontrar el equilibrio y la felicidad en el mundo tal cual es.
Estamos en las antípodas del poderoso funcionalismo unitario de Reich." (pp. 68-69).
De acuerdo a Dadoun, los anteriores pensadores y escuelas retoman elementos teóricos valiosos de la propuesta Reichiana pero los despojan de su aspecto crítico social y de su rigurosidad científica. Abstraen conceptos para convertirlos en técnicas superfluas, y desechan el compromiso político y la pretensión de verdad que buscaba Reich. Concluye el pensador francés enunciando que: "Podría decirse que el paso que va desde la simplicidad de Reich al simplismo de los discípulos es franqueado con las manos en alto y dentro de la bolsa…" (Dadoun, 1978, p. 70). Es decir, que el trasfondo que podríamos intuir en el robo y transmutación del pensamiento de Reich en técnicas terapéuticas, pudo haber tenido dos motivos: un aspecto utilitarista, mercantilista, económico; beneficiarse monetariamente de él. Y otro, ideologizante: simplificar algo complejo para facilitar su difusión, misma que al masificarse vulgarizará y nulificará las ideas principales y críticas de una propuesta. Dilución programada por las élites económicas, legalizada por los cómplices-empleados gubernamentales, y ejecutada por los psicólogos y psicoterapeutas.
Quizás la crítica de Dadoun se enfoca más en la Gestalt Perlsiana, pero, desde los párrafos goodmanianos que señalamos, nos parece que también el enfoque intersubjetivo extrae elementos reichianos, dejando de lado el aspecto científico y el elemento crítico social de la obra de Reich: su lucha contra el misticismo, contra la filosofía metafísica y la psicología verbalista, y la denuncia, la crítica a las condiciones sociales fascistas, capitalistas, injustas y explotadoras. ¿Qué queda? Interés, complicidad; desinterés, beneficio.
Recapitulando, es una ingenuidad pretender desarrollar una propuesta explicativa y un proyecto humanista al margen del reconocimiento del correcto funcionamiento de la base anatómica, y al margen de la influencia de las estructuras de poder (Granados, 2012b).
La mente en Goodman es un concepto basado en inducciones y apriorismos, y el individuo se estructura sin consideración de los elementos políticos, de las facciones fascistas, de las condiciones de capitalismo brutal, esclavista y expoliador que padecemos quienes vivimos en los países tercermundistas. Condiciones que de hecho impiden la individualidad, la genuinidad, la espontaneidad, y en contraposición, generan esquemas cognitivo-conductuales que impelen a la persona a adoptar patrones de producción y consumo, a soportar y a ser cómplice de este absurdo: cómplices de lo irracional, participes de la brutalidad, del dolor y el despojo (Granados, 2012a).
Escolio sobre el uso del término Gestalt
Cerramos esta reflexión con un pequeño esquema explicativo sobre las diversas disciplinas que han usado a la categoría Gestalt, primero en la psicología, luego en la psicoterapia y finalmente en la filosofía.
Originalmente fueron Koffka, Köhler y Sander quienes utilizaron el vocablo en la propuesta heurística alemana de la preguerra, conocida como psicología Gestalt, una vertiente de pensamiento que se oponía al introspeccionismo, al paradigma psicológico freudiano que comenzaba a difundirse en Europa entre los años veintes y los cuarentas, y que se encontraba excesivamente matizado del método inductivo, de generalizaciones, de subjetivismo y emotivismo. La psicología Gestalt buscaba sustentar de manera material fenómenos de estudio tales como la conciencia, la experiencia, los sentidos, la memoria y el aprendizaje; buscaban trascender enunciados sólo sostenidos en inferencias y sensaciones, exponiendo al elemento encefálico como primordial para el desarrollo y expansión de las conductas complejas (Köhler, Koffka & Sander, 1963, pp. 15-21)22.
Por ejemplo, respecto a la visión, enunciaban que:
"El hecho de que no sean las propiedades de cada uno de los estímulos dados, sino sus interrelaciones (para hablar con mayor exactitud la constelación total de estímulos) las decisivas en la formación de unidades, sugiere inmediatamente la idea de que es un intercambio dinámico en el campo el que decide qué llega a ser una unidad y qué resulta excluido de ella; qué habrá de ser "figura" y qué retrocederá como mero 'fondo'. En realidad, en el presente pocos psicólogos negarán que si se conocen estas unidades reales, etc., en el campo visual, es posible extraer inmediatamente las consecuencias adecuadas y señalar a qué parte del cerebro corresponden los procesos de nuestro campo de visión. Las unidades, subunidades, límites, la diferencia de 'figura' y 'fondo' deben existir allí como realidades fisiológicas.
Observando ahora que la distancia relativa y las relaciones de las propiedades cualitativas son los principales factores determinantes en la formación de unidades, recordamos que esos mismos factores deben ser los decisivos si sufren el efecto del intercambio dinámico del proceso fisiológico total del campo. Muchas interacciones físicas y químicas las conocemos como dependientes de la relación de las propiedades y de la distancia mutua entre el material en el espacio.
Ahora bien, las diferencias de estimulación producen puntos, líneas, áreas de reacción química diferente y ciertas relaciones espaciales reciprocas en la retina. Si existe una conexión transversal entre los conductores longitudinales del nervio óptico en algún sitio del sector óptico del sistema nervioso, el intercambio dinámico mutuo debe depender de las relaciones cualitativas, espaciales y de otra índole, entre las propiedades cualitativas y espaciales que en cierto momento existen en el proceso óptico total y que surgen del cerebro o lo atraviesan. No debe extrañarnos el hecho de que los fenómenos de grupo, muestran una dependencia directa de estas relaciones" (Köhler, Koffka & Sander, 1963, p. 19).
Con base en lo anterior, se enuncia que el fenómeno de la percepción somatosensorial será un proceso dinámico, complejo y fluido compuesto por la base anatómica neuronal y por los conjuntos ambientales que a su vez se componen de unidades y de subunidades23. Según la cita y su explicación, exponemos la interpretación de los psicólogos Gestálticos como un paradigma interesado en lo fisiológico y en lo ambiental.
Posteriormente tenemos a la terapia Gestalt, en sus vertientes perlsiana y goodmaniana: la terapia Gestalt intrapsíquica de la "silla caliente" o "silla vacía", de los sueños y del sentir. La terapia Gestalt intersubjetiva de Goodman (base de este artículo) en la cual el proceso de relación y correlación con el entorno e intersubjetivo con el Otro, serán las fuentes de nacimiento, crecimiento y creatividad. Finalmente tenemos a la filosofía Gestalt. Una postura reciente que retoma algunos de los elementos estudiados. Al respecto, primero comentamos parte de su trasfondo teórico ubicado desde el pensamiento de Mulligan y Smith (1988), mismos que retoman elementos de la psicología Gestalt de Ehrenfels y de Mach. Estos pensadores alemanes enuncian que:
"Para Ehrenfels, como para Mach, no hay esfuerzo, atención o actitud intelectual especial necesarios para producir el darse cuenta de una Gestalt de calidad: este darse cuenta ocurre de una manera casi automática. El problema de la gratuidad universal de la formación de las Gestalt de calidad, es sin embargo un asunto complejo. Ehrenfels afirma que 'siempre que esté presente un fenómeno que pueda servir como base de una Gestalt de calidad, y que pueda percibirse por la conciencia, la percepción será instantánea y sin ninguna contribución por nuestra parte, y también se dará en la conciencia'. Esta observación se refiere únicamente a la génesis de Gestalts de calidad (de percepciones claras, de sensaciones nítidas), la cuestión es si, sobre la base de un fundamento dado, cualquier actividad o asistencia que requiera nuestra atención a fin de lograr una Gestalt de calidad, pueda ser percibida también por nuestra conciencia. Así Ehrenfels señala que, al menos en algunos casos, 'el esfuerzo que parece exigir el fin de captar una forma o una melodía sobre la base de una atención, se presenta de una manera mucho más complicada a la percepción espontanea".
Con base en lo anterior, se declara que una percepción no esquematizada, no focalizada, puede producir más claridad en cuanto a las sensaciones y a la experiencia; un grado de nitidez y claridad mucho más alto que aquella conciencia reflexiva que podamos enfocar de manera deliberada en un objeto de interés. De acuerdo a Mulligan y Smith (1988), la conciencia inmediata producirá una mejor comprensión de lo visto o sentido, y por ello, podemos tener una mayor comprensión sobre lo vivenciado, que cuando forzamos la percepción, que cuando utilizamos la conciencia reflexiva. Abogándose así, por el elemento intuitivo, por las pre-reflexiones que producen una espontaneidad que de acuerdo a esta perspectiva, será más vital.
Respecto a la filosofía Gestalt como disciplina, un primer acercamiento explicativo lo ofrece Ortiz (2009) de la siguiente manera:
"La filosofía Gestalt, es una filosofía en sentido lato, cuyos principios de simplicidad y significatividad, favorece el desarrollo de propiciar que la esencia del Ser sea desvelada y situada en la fenomenología y la hermenéutica en el círculo hermenéutico; por consiguiente, la filosofía Gestalt, es una filosofía de vida situada, que describe la esencia de la persona, interpretada como es percibida ante quien se devela". (p. 7)24
En la lógica anterior, la filosofía Gestalt se manifiesta como un elemento que permite comprender a la persona, al Otro y a uno mismo; un autodescubrimiento que permite nuevas vertientes existenciales, una vivencia que enfoca y desarrolla nuevas posibilidades pragmáticas.
Ortiz (2009) presenta las vertientes teóricas que fundamentan a la filosofía Gestalt, de la siguiente manera:
"La filosofía Gestalt, se constituye en la educación caracterizada a partir de la fenomenología y la hermenéutica, situada, estimulada tanto por la teoría de la Gestalt, como por la paideia de Heidegger y los teoremas fundamentales de la hermenéutica que propone Gadamer: El circulo hermenéutico. La diferencia ontológica. El círculo hermenéutico es una remisión de la parte al todo y del todo a la parte, realizada por el intérprete. Y que la lengua es el fenómeno del ser, que al mismo tiempo oculta y revela su presencia; y la interpretación es el momento en que se acoge y se guarda esa manifestación a través del pensamiento". (p. 212)
Según lo citado, la filosofía Gestalt estructurará teóricamente su postura con diversos elementos conceptuales, algunos provenientes de la psicología de la forma, otros de diversos paradigmas alemanes, entre ellos la fenomenología husserliana, el existencialismo heideggeriano y la hermenéutica gadameriana, mismos que le permitirán acceder a un proceso interpretativo en pos de la comprensión y el desarrollo del Ser.
Ortiz (2009) señala que una de las categorías principales de la modalidad filosófica Gestáltica será la referida a lo experiencial, y enuncia que:
"Es frente al estímulo y sensación que aprendemos, si percibimos una forma, una estructura, una configuración o Gestalt. Los cuestionamientos que surgen tienen respuestas en la comprensión súbita o insight como estrategia de aprendizaje Gestáltico. Lo cual se demuestra a través de descubrimientos que nos maravillan, como el eureka, encontré la respuesta. Que quiere decir estamos siempre en la experiencia y percibiendo esos descubrimientos internos acerca de los problemas que se interponen en nuestra vida, a estos aprendizajes la Gestalt da el nombre de comprensión súbita o insight. Pero ésta comprensión, en el aquí y ahora requieren que enseñemos a pensar nosotros y nuestros alumnos en la fenomenología hermenéutica, la cual, una vez situada, describe el ámbito de la filosofía Gestalt.
La filosofía Gestalt afilia estas opciones porque hace de la existencia, una experiencia vivida, y del cuerpo, el núcleo de sus planteamientos; este es nuestro suelo (boden), el mundo de la vida (lebenswelt) pre-predicativo en el que estamos inmersos siempre, ese es el mundo que Husserl recondujo a la subjetividad, el lugar de la intersubjetividad inmediata, el horizonte originario". (p. 168)
De acuerdo a lo anterior, será desde la sensación, desde la experiencia y relación como la persona desarrollará su percepción y devenir vital; el cuerpo, el sentir y lo intersubjetivo como el horizonte que posibilitará la creatividad, el aprendizaje y la existencia. Continúa acotando su interpretación sobre lo Filosófico Gestáltico cuando expresa que:
"La filosofía Gestalt tiene como tarea interrogar al mundo de la vida sin dar nada como algo acabado, sino susceptible de reestructuración. El primer acercamiento a esta interrogación es la percepción entendida, no como función sensorial, sino como paradigma del encuentro originario" (Ortiz, 2009, p. 169).
Es decir, que la filosofía Gestáltica aparece no como un instrumento -no como un producto terminado, limitado y rígido-, sino como una actitud vital flexible, como una forma de percibir y percibirse de manera amplia, mutable y singular, un estar en el mundo de manera consciente, creativa y abierta, un '"diálogo que el individuo mantiene consigo mismo, con los otros y con sus necesidades en un contexto de vida. Es decir, un proceso de reflexión filosófica que conlleva a la fusión de horizontes" (Ortiz, 2009, p. 199). En relación con lo citado, esta propuesta, más que un elemento académico, requiere un elemento actitudinal que busque romper esquemas autoritarios y excluyentes, en pos de la apertura con el Otro y con el propio Ser; apertura que permitirá la expansión de nuestra humanidad al complementarla con el Ser del Otro.
Concluye Ortiz (2009) su propuesta aproximativa sobre la filosofía Gestáltica enunciando que:
"La filosofía Gestalt, es una filosofía de vida; por consiguiente sus aportaciones teórico prácticas están sustentadas por la Fenomenología Hermenéutica Situada, cuyo pensamiento filosófico reflexivo es el más apropiado para diseñar la integración de un proyecto de vida propio en libertad, a partir de saber aprender a aprender, así como reconocer la temporalidad y la finitud que hace vulnerable a la angustia del Ser humano." (p. 215)
Con base al autor, la modalidad filosófica Gestáltica aparece como un elemento que puede utilizar el Ser para proyectarse, para construirse y encontrarse en la romería extraña, desconocida y maravillosa que puede ser la existencia humana. La filosofía Gestalt como un intento humanista, cualitativo y creador.
La filosofía Gestalt como una propuesta teórica y vivencial que se basa en los psicólogos Gestalt, en la fenomenología, en la hermenéutica y en el existencialismo, y que se trata más que de un sistema académico, de una cosmovisión que busca integrar al Ser con su sentir y su ambiente.
Por último, es necesario problematizar tanto la categoría filosofía como la categoría Gestalt, en pos de un proceso reflexivo-crítico que trascienda los elementos epistemológicos estándar y que se enfoque en una labor interdisciplinaria materialista y social -fisiológica y política-, que realice explicaciones y propuestas, más allá de las producidas por vertientes uniparadigmáticas y monometodológicas.
Así, son cuatro las disciplinas que han usado el vocablo:
- La psicología Gestalt.
- La terapia Gestalt intrapsíquica.
- la terapia Gestalt intersubjetiva.
- La filosofía Gestalt.
Cada una de ellas con diversos enfoques interpretativos, y ubicadas en sentidos epistemológicos diferentes. Herramientas que buscan explicar y comprender la complejidad de la realidad y de lo humano. Lo humano como algo problemático y complejo, pero también fantástico, con posibilidades.
Referencias
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1 d_granados@hotmail.com
2 En mi interpretación sobre ese texto fundacional, considero que el Volumen I es obra de Hefferline, y el Volumen II creación de Goodman. Perls fue el iniciador del proyecto (quien financió una parte), y aportó intuiciones básicas, pero en sentido teórico, lo que tenemos en el Volumen II es primordial y medularmente Goodman.
3 Dos fuentes coinciden en esta aserción de la etapa de Perls en ese lugar; sólo hay una pequeña divergencia en cuanto a la duración del periodo Esalen. Por un lado, Castanedo (1980, p. 2), explica que: "Años después de fundar el Instituto Gestalt de Nueva York, Perls abandonó esta ciudad y residió tres años en el renombrado Centro Esalen de California, donde dio a conocer la teoría y práctica de la terapia gestáltica". Por otro lado, en la página http://www.fritzgestalt.com/fritz.htm, se enuncia que: "En 1964 se instala en Esalen. Ha conocido meses antes a Michael Murphy, heredero de la fincabalneario, y a Dick Price, ambos discípulos de Alan Watts, que tenían como proyecto crear un Centro de Desarrollo del Potencial Humano. Pese a que en su primera visita no le gustó el lugar, acepta ser residente y hacer demostraciones de terapia Gestalt". Se refiere en esa misma página que en 1968 decide abandonar Esalen y trasladarse a Canadá. Es decir, si bien ambas fuentes coinciden en considerar esa fase californiana como primordial para la Gestalt perlsiana, en una versión consistió en tres años, y otra en cuatro.
4 Cfr. From y Miller (2003).
5 En la anterior cita encontramos una primera referencia a la categoría consciencia inmediata; más adelante se explica dicha noción.
6 La definición que usamos para esta categoría, la ubicamos desde la postura del filósofo británico Stephen Priest (1994), quien la estructura de la siguiente manera: "Decir que algo es una mente es decir que tiene capacidad de pensar. Tener esta capacidad es, lógicamente, la condición necesaria y suficiente de lo mental. Si una cosa x existe y x tiene la capacidad de pensar, de ello se sigue lógicamente que al menos una mente existe. Si una cosa x existe y x no tiene la capacidad de pensar, entonces se sigue lógicamente que x no es una mente". (p. 249). De acuerdo a lo anterior, mente es aquella entidad o función que permite el procesamiento cognitivo; la mente es en Priest la sede y fuente de los procesos epistemológicos.
7 Cfr. Perls, Hefferline & Goodman (2003, p. 42).
8 Según nota 1 a pie de página, de la página XLI (Perls, Hefferline & Goodman, 2003).
9 Cfr. Perls, Hefferline y Goodman (2003, p. 47)
10 Ésta noción se apareja con la categoría pulsión vital de la orgonoterapia de Reich; el flujo expansión-contracción desde el cual el organismo contacta con su ambiente, aprehende lo necesario para vivir (emoción, movimiento centrífugo) y se protege de las condiciones adversas, con el movimiento centrípeto de la contracción (remoción). La visión de la Terapia Gestalt del proceso de la imaginación, de la conciencia reflexiva (consciousness) como modalidad que permite desgastar, satisfacer psíquicamente un acto que de manera fáctica no se cumple, también se apareja con la explicación Reichiana en la cual la energía, la materia celular que no fue utilizada ni para estructurar a la propia célula, ni para producir energía, ni quemada por la motricidad, es liberada (se libera la presión que ejerce en las paredes de la célula y del organismo) a través del acto sexual. Cfr. Granados (2012a). Recordemos que Perls realizó su proceso terapéutico con Reich, y Goodman fue admirador y apologista de Reich. Así, el enfoque Gestalt tanto intrapsíquico como intersubjetivo se encuentran relacionados con categorías reichianas, con alguna de las dimensiones teóricas producidas por Wilhelm Reich.
11 De hecho, más adelante (Perls, Hefferline & Goodman, 2003, p. 59), Goodman proporciona una ampliación de esta explicación sobre la búsqueda de objetividad y neutralidad en cierto tipo de científicos: ésta actitud será debida a un tipo de escape, un alivio, una búsqueda de tranquilidad y paz: el científico proviene de un entorno familiar y social, en condiciones en las cuales lo que impera es la irracionalidad, las interacciones defectuosas, dolorosas, tensas, la falta de afecto; así, se encuentra buscando un ámbito de estabilidad, de tranquilidad, de racionalidad, aunque sea en un ambiente de cosas, aunque sea en interacción con objetos. Bajo esta interpretación, el investigador "objetivo" busca la objetividad, un ambiente razonable, huyendo de las interacciones apasionadamente destructivas que conoció y que vive en su casa, con su pareja y sus padres. Prefiere relacionarse con ratones, estadísticas o teorías, porque teme el contacto riesgoso pero fértil con el Otro. Disfraza su miedo u odio con cientificismo.
12 Estos párrafos confirman nuevamente nuestra hipótesis respecto a Wilhelm Reich como antecedente teórico e histórico del enfoque Gestalt; aquí encontramos alusiones o elementos retomados del pensamiento Reichiano, ya que es el concepto de armadura muscular -que evolucionaría en el de estructura caracterológica, y posteriormente en anorgonía-, el que aparece como precedente de la argumentación de Goodman y de Perls. Goodman fue admirador y apologista del pensamiento de Reich, cuando éste aún vivía y aún tras su muerte, o más bien tras el asesinato de Reich, ejecutado por la corporativocracia norteamericana.
13 Nos referimos a individuo en el sentido que le concede Priest (1994), entendido como singularidad, genuinidad y unicidad: un humano con características que lo hacen totalmente distinto a los demás. "El problema de la individualidad es el problema de la propia existencia. Nótese que no puede tener una explicación científica (por ejemplo, biológica). Del hecho de que ciertos padres tengan un hijo no se sigue que el niño sea o vaya a ser usted. Tampoco se trata de un trivial asunto del lenguaje modal. Es necesario que lo que es, sea idéntico a sí mismo". (p. 261). Según lo anterior, los individuos existen y es un enigma su existencia, el que de una persona, de dos personas, surja una diferente, totalmente distinta, un individuo.
14 De hecho, esta noción será el tercer elemento reichiano que encontramos en la Gestalt intersubjetiva.
15 Cfr. Nicol (1997).
16 Por ejemplo: Víctor Mendoza Fernández considera que la Gestalt goodmaniana es una adecuación simplista de la teoría de sistemas; él conoce y valora esa propuesta, y desde su perspectiva la terapia Gestalt se estructura de manera pobre, sin considerar la riqueza, amplitud y profundidad de dicha teoría.
17 Una propuesta que implicaría ir más allá de lo interdisciplinario y lo transdisciplinario, es lo interárea. Es valioso que en el esfuerzo interdisciplinario se aúnen esfuerzos de la filosofía con la psicología y con la sociología, pero eso no basta. Es válido, pero no suficiente. Consideramos que se obtiene mayor complejidad y profundidad explicativa al concatenar visiones de las humanidades, de la filosofía y psicología, pero complementadas con la economía, la arqueología, la etología, la administración, la ingeniería, la neurología, en fin, con otros paradigmas, con otras disciplinas más allá de las ciencias sociales y las humanidades, y esa sería la propuesta interárea.
18 Al escribir esto, recuerdo a alguna persona de edad con demencia senil o alguien que tuvo la terrible, monstruosa, dolorosísima experiencia (para él y sus allegados) de un accidente cerebrovascular: Tras él, los sueños, proyectos, ideas, amores, recuerdos, besos y abrazos quedaron olvidados, disipados, hechos polvo. Sin neurona no hay amor, sin sistema nervioso no hay planes ni compromisos ni vínculos, todo queda barrido, una experiencia monstruosa. Un pequeño recordatorio de que en la carne, y sólo en la carne, está nuestro Ser, nuestra humanidad, nuestras posibilidades y vínculos; saber y pasión.
19 Cfr. Granados (2012).
20 Imaginemos lo que pasaría si en un evento masivo -digamos una final de futbol o la procesión de los peregrinos- una persona que acudiera y que poseyera un tipo de personalidad diferente a los arquetipos, a los códigos manejados por esa comunidad, los expresara y proporcionara una valoración diferente a los implantados en ese grupo, ¿qué le pasaría? A eso me refiero. Quizás, en ciertas circunstancias más vale perderse una oportunidad de experiencia y retroalimentación en un entorno y con personas diferentes, que arriesgarse a la extrapolación brutal que la identidad grupal irracional puede ejecutar.
21 Cfr. Granados (2012a).
22 Los psicólogos Gestalt enunciaban, por ejemplo, que la memoria se explicaba desde canales que se abrían en el cerebro, mismos que devenían de estímulos constantes y que se afianzaban desde la continuidad. Desde ese tipo de hipótesis, consideramos que la psicología Gestalt podría considerarse un antecedente de la psicología fisiológica.
23 Una hipótesis para explicar la falta de continuidad del paradigma psicológico alemán Gestáltico, es que dado que los autores tuvieron que emigrar debido a las condiciones riesgosas de la Segunda Guerra Mundial, al llegar a sus lugares de asilo se encontraron con ambientes epistemológicos en los que imperaba el freudismo o el conductismo, y dado que no contaron con el suficiente apoyo para persistir en sus proyectos, sus ideas fueron progresivamente diluyéndose en ese ambiente nuevo.
24 Una segunda definición que ofrece Ortiz (2009, p. 20) es la siguiente: "La filosofía Gestalt como un enfoque filosófico de la forma, del todo o de la reestructuración o configuración, entendida como la complementación de los opuestos integrados holísticamente para fundamentar una filosofía de vida, propósito que implica la necesidad de reinterpretar la filosofía desde sus orígenes, a fin de destacar la realidad de que el conocimiento no se genera de manera espontánea, sino que es producto coyuntural de procesos, postulados e ideas afines, en atención a necesidades planteadas". Es decir, será filosofía no en sentido academicista, sino en un sentido flexible y vital.