Revista Puertorriqueña de Psicología
ISSN 1946-2026
SECCIÓN ESPECIAL
EL CUERPO EN EVIDENCIA: REFLEXIONES SOBRE ASPECTOS SOCIALES Y CLÍNICOS DE LA CORPORALIDAD
Introducción: el cuerpo en evidencia: reflexiones sobre aspectos sociales y clínicos de la corporalidad
José Toro-Alfonso
Departamento de Psicología - Universidad de Puerto Rico
En las Ciencias Sociales en general y en la psicología en particular, el cuerpo está de moda. Estamos implicados en esta moda, vivimos en una sociedad donde se realiza un culto al cuerpo. El cuerpo, en la mayoría de las culturas occidentales, moldeado por el contexto social y cultural manifiesta esa representación por medio del cual se construye la evidencia de la relación con el mundo. Es a través del cuerpo que nos relacionamos con las personas y con el mundo. Finalmente, la existencia misma es corporalidad (Brenton, 1992).
A finales de los años 60 y bajo la influencia de los feminismos que siguieron a la década, surge un nuevo interés sobre el cuerpo esta vez trascendiendo lo biológico y concentrándose en el cuerpo como discurso y como producto cultural. Se posiciona el cuerpo de la mujer en su trance con la opresión de lo masculino, se problematiza el color en la lucha de los cuerpos de negritud frente al domino del blanco anglosajón y se manifiesta el cuerpo sexual como producto del apoderamiento del placer y el deseo.
El cuerpo hoy es más visible que nunca. No sólo en las representaciones del mercado mediante la imagen corporal que vende productos sino además como manifestación individual del contexto social. El cuerpo se torna objeto de manifestación de modas particulares, de expresiones culturales, de reconocimiento y validación de la raza, de la sobrevalorización de lo masculino y la exaltación del cuerpo joven.
La corporalización se asume entonces como objeto de reflexión y de estudio sobre los significados del cuerpo en el género, las diversas razas y culturas, la utilización del cuerpo como mercado y las posibilidades de construir el cuerpo que se quiere mediante las tecnologías. Lo corpóreo se convierte en el referente ante el cual se mide la inclusión en lo social y en las interacciones personales.
Surge entonces todo un campo de estudio sobre el cuerpo y sus significados. El cuerpo social viene a ser un centro de atracción por la diversidad de las manifestaciones y la amplitud de los contextos en los cuales el cuerpo se desenvuelve. El cuerpo saludable, incólume, indestructible se convierte en el referente social principal en las sociedades modernas.
Dado que el cuerpo es producto y discurso social, está atravesado por los referentes saludables de género, clase social, orientación sexual y otros. Desde esa mirada es posible leer en los cuerpos sociales los significados históricos y geográficos de la normativa social sobre lo que se espera de los cuerpos. La corporalización como proceso social no está exenta de la norma cultural.
Entonces el cuerpo puede ser también resistencia y enfrentamiento de las instancias de poder que le conforman. Los tatuajes, aretes y particulares manifestaciones instauradas en el cuerpo muestran los espacios de transgresión de una corporalidad controlada. Después de todo el poder necesita la resistencia para ser funcional (Hoy, 1999).
Es desde esa resistencia que estos trabajos que se presentan en esta Sección Especial ofrecen una mirada a varios asuntos de la corporalidad. Desde la psicología de la salud y el género hasta la psicología social y la clínica, los trabajos que siguen a continuación dan cuenta de los diversos significados del cuerpo como fenómeno cultural.
En el primer artículo de esta sección las autoras Walters, Serrano-García y Echegaray hacen visible el cuerpo evidente de lo que se ha llamado uno de los problemas de salud pública de nuestra sociedad: la obesidad. El cuerpo obeso desde una perspectiva biopsicosocial con sus consecuencias y sus valorizaciones sociales. Las autoras nos presentan datos epidemiológicos y los significados para la salud que implica la obesidad.
Describen el estigma asociado a la obesidad y las instancias en donde se manifiesta con mayor brutalidad como en la infancia y en los escenarios laborales de personas adultas. Se señalan algunos factores asociados a la obesidad, destacando la genética, la sobrealimentación y la influencia de una sociedad y cultura que no fomenta un cuerpo saludable. La pobreza, dentro de una sociedad global capitalista, se señala además como uno de los ejes principales de la obesidad.
El impacto individual de la obesidad se describe en el segundo artículo de esta sección en donde Maysonet y Toro-Alfonso presentan a un cuerpo que carga el peso. Mediante la narración de un caso clínico de obesidad mórbida, la autora y el autor dan significado concreto al peso y a la imagen corporal de un hombre adulto en un proceso psicoterapéutico. El peso, la imagen y la apariencia se han convertido también en aspectos preocupantes para los hombres.
Este artículo es precisamente acerca de la relación de ese otro, el varón, con los asuntos corpóreos; de cómo el género masculino se enfrenta a un estándar de belleza inaccesible en nuestros días y de cómo la exposición al mismo puede generar la presencia de sintomatologia psicológica. El interlocutor en terapia nos habla claramente del cuerpo que se tiene y del cuerpo que se quiere.
La autora y el autor plantean que en nuestra cultura, el peso, la imagen corporal y la apariencia física son vistos como medidas de éxito, tanto para hombres como para mujeres; por lo que el cuerpo se asume como proyecto de vida. Cuando ese proyecto no refleja la mirada socialmente aceptada de lo que es el cuerpo, se confronta entonces con las interrogantes que esta persona hace frente al espacio voluminoso que ocupa.
La mirada del género y el cuerpo se observa nuevamente en el trabajo de Rodríguez y Rosselló cuando apalabran los discursos de un grupo de mujeres con cáncer de mamas. Siendo el cáncer de mamas la primera causa de muerte por cáncer en mujeres puertorriqueñas, la percepción del cuerpo enfermo es evidente en el discurso de las participantes.
Nos indican las autoras que los estudios realizados con mujeres con cáncer de mamas reflejan una pobre imagen de sí mismas, baja auto-estima y cierta tendencia a percibirse como impotentes, desesperanzadas y muy ansiosas. El impacto de las tecnologías quirúrgicas añade dolor a la ignominia en el manejo del cuerpo que queda luego de la mastectomía.
El cuerpo con cáncer de mama se enfrenta a las dificultades en la imagen social, en la sexualidad y en la concepción de la salud. El cuerpo se niega a la desnudez porque hace evidente un cuerpo incompleto. El cuerpo que le falta algo se niega a la mirada del otro, como apalabra una de las participantes.
Las autoras aclaran el contexto de este trabajo, señalando que es imposible no insertarlo en la realidad del acceso a los servicios de salud en Puerto Rico. Hacen recomendaciones dirigidas a tomar en consideración el impacto y los significados que le atribuyen las mujeres al diagnóstico y tratamiento del cuerpo con cáncer.
Finalmente, el artículo cuarto de esta sección recoge la intersección del cuerpo y el género. Más allá de las miradas al género en un cuerpo obeso o en un cuerpo con cáncer, este trabajo invita a la reflexión de los significados sociales del cuerpo con género.
El artículo invita a trascender la concepción esencialista del género biológico para abrir espacios al género como cultura que se instaura en el cuerpo. Siendo el cuerpo un fenómeno producto de la cultura, el referente hombre y el referente mujer no tienen sentido en sí mismos si no en el contexto cultural. No son entonces referentes universales ni permanentes.
La existencia de las tecnologías y la posibilidad de retransformar y reconstruir el género, da cuenta de que los cuerpos sexuados son discursos socialmente construidos que pueden reinventarse transformando sus significados. Como testigo de la resistencia, los cuerpos transgresores se mueven en la fluidez de los constructos de lo masculino y lo femenino.
Si el cuerpo es construcción social y el género es discurso cultural; el deseo sexual del cuerpo es también producto social. Las multiplicidades del deseo sexual nos hablan claramente de la complejidad del deseo, pero sobre todo, nos evidencian cómo el cuerpo construye el deseo y lo articula de formas diferentes dependiendo del contexto.
Estos trabajos son un atisbo de la necesidad de conceptualizar el cuerpo y sus significados como objeto de estudio de la psicología. Puede ser que la psicología llega tarde porque los cuerpos anteceden el análisis y desde hace mucho ya reinventan discursos y transforman las relaciones sociales. Acercarnos a este análisis debe ser también tarea nuestra.
REFERENCIAS
Brenton, DX. (1992). La sociología del cuerpo. Buenos Aires, Argentina: Ediciones Nueva Visión. [ Links ]
Hoy, D.C. (1999). Critical resistance: Foucault and Bordieu. En G. Weiss & H. F. Haber (Eds.), Perspectives on embodiment: The intersection of nature and culture (pp. 3-22). New York, NY: Routledge [ Links ]