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Liberabit

versão impressa ISSN 1729-4827

Liberabit vol.15 no.2 Lima dez. 2009

 

ARTÍCULOS

 

Validación comparativa entre dos cuestionarios sobre competencia del juicio moral

 

Comparative validation between two tests on moral judgement competence

 

 

Víctor Robles Francia*

Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo

 

 


RESUMEN

Esta investigación presenta los resultados de validación de dos cuestionarios de competencia del juicio moral. El primero, el Cuestionario de Problemas Sociomorales Gerenciales y Empresariales, el CPSGE, y el segundo, el Cuestionario del Juicio Moral, CJM. Esto mediante la discusión teórica de sus fundamentación y el análisis básicamente de cuatro criterios: el orden de preferencias, la estructura cuasi-simplex, el paralelismo cognitivo-afectivo y la significación de una tarea moral complicada. El análisis de estas pautas mostró incumplimiento de validez de ambos instrumentos, contradiciendo investigaciones anteriores y demandando un acatamiento fehaciente de los criterios en cada dilema del cualquiera de los dos test.

Palabras clave: Competencia del juicio moral, Gerentes, Validación.


ABSTRACT

This investigation presents the validation findings of two questionnaires on moral judgement competence. The first one, the Entrepreneurial and Managerial Sociomoral Problems Test, the EMSPT and the second one, the Moral Judgment Test, MJT.
This by means of the theoretical discussion of their foundations and the analysis on their empirical validation: the order of preferences, the structure cuasi-simplex, the cognitive affective parallelism and a complicated moral task. The analysis of these criteria showed a breach of validity of both instruments, contradicting previous investigations and demanding to fulfill each one of the criteria in every dilemma of both tests.

Keywords: Competence, Moral judgment, Managers, Validation.


 

 

Propósito del estudio

El objetivo de esta investigación fue la comparación entre el MJT y el CPSGE mediante la validación de cuatro criterios, los cuales consisten en una disposición cuantitativa de valores estadísticos entre estadios del juicio moral, el índice C de tal juicio y las historias. Esos criterios son: el orden de preferencias, la estructura cuasi-simplex, el paralelismo cognitivo afectivo y el de una tarea moral complicada. En este sentido, se desea analizar la validez del CPSGE contra la del MJT con relación a cada una de sus historias que los integran y con respecto al contexto organizacional.

El MJT ha sido validado ampliamente (Lind, 2008) en varios idiomas, siempre asumido totalmente y no tomando sólo una parte. Igualmente, el CPSGE ha sido validado tomándolo completamente (Robles, 2008) y no de forma parcial. Pero la validación de cada una de sus historias que los integran y su eficacia comparativa en sujetos del ámbito económico administrativo no han sido cuestionadas ni verificadas. Esto mostraría el cumplimiento o la inexactitud en cada uno de los cuatro criterios de validación de cada historia de ambos cuestionarios. De esta forma, es menester evaluar la validez de cada uno de los dilemas morales, que constituye elMJTy el CPSGE.

El análisis de validación se realizó dual, en parejas, y singularmente sobre los dilemas del MJT y del CPSGE para observar la validez singular o complementaria de cada uno de los dilemas constituyentes de los cuestionarios.

 

El Cuestionario de la Competencia del Juicio Moral. Su fundamento y validez

El juicio moral se define como la capacidad de tomar decisiones, realizar valoraciones morales y conducirse acorde a tales apreciaciones (Kohlberg, 1964). Los cuestionarios experimentales de competencia del juicio moral incluyen explícitamente el aspecto cognitivo del comportamiento del juicio moral y el componente afectivo de las actitudes morales, resolviendo las limitaciones de los cuestionarios de preferencias puras y los inconvenientes de la entrevista. La limitante fundamental de los cuestionarios de preferencias puras y de la entrevista es que tratan explícitamente con el aspecto afectivo y el componente cognitivo estructural sólo lo introducen de forma tácita. Además, la entrevista conlleva alta subjetividad en la captación de la intensidad de las respuestas y se centra más en la generación de argumentos que en el reconocimiento de la estructura cognitiva (Lind, Hartmann y Wakenhut, 1985: 82; Lind, 1989).

El Cuestionario del Juicio Moral CJM es cimentado en la competencia o en la tarea moral. Este cuestionario, desarrollado por Lind (Lind y Wakenhut, 1985) denominado originalmente Der Moralisches Urteil Test MUT, en inglés Moral Judgment Test MJ, incorpora los seis diferentes estadios morales Kohlbergianos que se agrupan dentro de tres grandes niveles morales de reciprocidad y de equilibrio. El nivel preconvencional (estadio 1 y 2), el nivel convencional (estadio 3 y 4) y el nivel postconvencional (estadio 5 y 6). El término convencional refiere la adhesión a las normas sociales, significa conformidad y mantenimiento de las normas, expectativas y acuerdos de la sociedad y la secuencia de sus estadios refiere el nivel evolutivo de conciencia del mismo ego sobre otros egos. Asimismo, el prefijo pre y post, del término convencional, refieren a la forma en que se consideran las normas sociales. Las considera, primero, solamente por la ejecución que tienen y, segundo, por la revisión de la ejecución de las mismas (Kohlberg, 1958, 1984).

Los seis estadios morales considerados por Kohlberg (1984) representan seis diferentes moralidades. Primeramente, el nivel preconvencional se conforma por el estadio 1. El que representa una moralidad heterónoma de significación moral de la acción como cualidad inherente a los objetos. El castigo se ve como algo importante en el sentido de que identifica una mala acción. Adicionalmente, este nivel preconvencional, se constituye por el estadio 2, que considera una moralidad individualista instrumental de relatividad moral, donde las personas pueden tener justificaciones para reclamar justicia y, tal vez, reconocer la perspectiva de la autoridad. Aquí los patrones familiares influyen totalmente el razonamiento moral (Haan, Langer YKohlberg, 1976).

El segundo nivel moral, el llamado convencional, se establece por el estadio 3 con una moralidad normativa interpersonal, donde las perspectivas de los individuos se coordinan con la perspectiva de una tercera persona. Aquí, las normas morales compartidas entre un grupo se manifiestan como vigentes y el individuo posee una integración de tales perspectivas, asumiendo la regla de oro: has o no hagas lo que te gustaría que otros te hicieran o no te hicieran; el nivel convencional, se establece, además, por el estadio 4, en donde se considera la moralidad del sistema social. El individuo toma la perspectiva de un miembro de la sociedad generalizado en donde ésta determina un conjunto consistente de códigos y de procedimientos para todos sus miembros. Pretenden así, mantener el sistema socio-moral como un todo (Kohlberg, 1984).

El nivel postconvencional, la más alta y última categoría moral, se constituye por el estadio 5. El cual representa una moralidad de los derechos humanos y del bienestar social. En el cual, se considera un contrato libremente aceptado por cada individuo para preservar el bienestar de todos los miembros, una perspectiva de «crear una sociedad» mediante la cooperación y el libre acuerdo social. En este estadio, se entiende una preocupación y protección de la minoría; finalmente, este nivel, se constituye por el estadio 6 con una moralidad de principios éticos generales, universales, reversibles y expirables. Un «punto de vista moral» autónomo, donde un principio, como el de la dignidad humana, puede implicar quebrantar a veces las reglas socialmente (Kohlberg, 1975; 1984).

Un fundamentos teórico de los cuestionarios experimentales del juicio moral es la calificación simultánea cognitiva y afectiva. Éste, a su vez, se fundamenta en la teoría del aspecto dual del comportamiento de juicio moral delineada por Piaget (1974), por Kohlberg (1958) y en mayor detalle por Lind (2004). Para Piaget (1974) el mecanismo afectivo y el cognitivo son inseparables pero distintos. El afectivo depende de la energía y el cognitivo depende de la estructura. Al respecto, Kohlberg (1958) representa, en su modelo, una descripción de ambos aspectos del comportamiento moral pero no en forma clara. El índice C del CJM, siendo independiente de las actitudes morales de la persona, cumple con los criterios de un índice de competencias: refiere a una tarea moral, no es falsable, tiene una curva de aprendizaje gradual y una curva suavizada del olvido (Lind, 1995, 1999). Por esta razón, al Índice C se le conoce como un índice puro de competencia moral (Lind y Wakenaut, 1985; Lind, 1995).

 

La Alternativa Del CPSGE Sobre El Rol Y El Contexto Gerencial

El rol y el contexto del individuo, en este caso gerencial, es un fundamento que debe incluir cualquier técnica de investigación sobre la competencia moral organizacional.

En tal rol, el juicio moral del gerente significa, hacer valoraciones de normas organizacionales y actuar conforme a tales valoraciones propias. Además, el gerente es quien tiene la máxima responsabilidad de diseñar y realizar la estrategia como guía moral. Asimismo, él cumple con la característica de un agente de consecuencias o de sucesos que reflejan intencionalidades de sí mismo. Esta persona posee agentividad, la capacidad de elección, de crítica y de conciencia enmarcada en un contexto social dinámico (Kitwood, 1996), por tanto, el individuo en tal rol organizacional, se constituye como una persona moral.

Las historias del CJM incumplen con la toma del rol gerencial, aunque cumplen con los axiomas teóricos del juicio moral (Lind y Wakenhut, 1985). Al respecto, se ha pretendido realizar un dilema en el contexto contable empresarial válido para medir la competencia del juicio moral, pero sus resultados no cumplieron con los criterios de validación (Lind y Schillinger, 2007). Así, las oportunidades de toma de rol y la perspectiva socio-moral conforman un requerimiento teórico del desarrollo moral (Schillinger, 2006). Este es un axioma fundamental que debe abordar cualquier técnica aplicada, normalmente excluida en la generalidad de las investigaciones morales organizacionales.

El rol y el contexto, están ausentes en diversas investigaciones en el ámbito organizacional. Por ejemplo: Wasieleski y Weber (2001) aplican la teoría del desarrollo moral de Kohlberg, utilizando la técnica de entrevista a una muestra de 308 gerentes sin encontrar diferencias significativas sobre la edad y el género; Snell (2000: 267) desarrolla un marco de trabajo para analizar el ethos moral organizacional adaptando un modelo kohlbergiano; Wimalasiri, Pavri y Jalil (1996) investigan el razonamiento moral entre gerentes en Singapur; Schwepker e Ingram (1996) la relación entre el juicio moral y el desempeño de los trabajadores; Ashkanasy, Windsor, y Treviño (2006) la decisiones éticas de los gerentes mediante el Cuestionario de Problemas Sociomorales, en inglés el Defining Issues Test DIT (Rest. 1979); Wasieleski y Weber (2001) las influencias sobre el razonamiento moral de los gerentes y White (1999) los efectos de género en el desarrollo moral.

Estas investigaciones, en su técnica empírica, excluyen el rol gerencial, la moralidad y valores contextuales, aspecto fundamental, como ya se comentó, de la teoría del desarrollo moral, por lo que sus resultados tienen menor eticidad y eficacia, y por el contrario evalúan más actitudes morales que la competencia del juicio moral (Kohlberg, 1958; Piaget, 1974).

La limitación teórica sobre diseños empíricos de investigación, excluyentes del papel gerencial, se ejemplifica además del fallido intento de Lind y Schillinger (2007), con la técnica de investigación de Monga (2007), quien usa la entrevista de Weber (1989), basada en los dilemas de Kohlberg, para investigar el razonamiento moral de gerentes y por ende, sin fundamento o validez teórica sobre el rol y el contexto gerencial. Tales investigaciones emplean erróneamente los mismos dilemas pretendiendo evaluar la competencia o estudiar el juicio moral gerencial o empresarial, excluyendo su propio ámbito. Por el contrario, los dilemas de la vida real, en este caso el empresarial, aportan mayor exactitud en la información, representatividad y eticidad (Liisa y Klaus, 2002). De tal manera, si el medio ambiente es un componente clave de la conciencia de las consecuencias de los comportamientos, entonces es un componente fundamental que debe aplicarse al diseño de cualquier técnica indagatoria sobre la moralidad gerencial.

Las anteriores argumentaciones fundamentan el requerimiento de un instrumento validado completamente en el rol y el contexto gerencial, en este caso la validación del CPSGE. Éste se diseñó siguiendo la estructura del CJM, asimismo sitúa sus antecedentes a partir de los dilemas contenidos en los propios del CJM, del instrumento de Mestre y Pérez (1997), en el idioma castellano, y por Kohlberg (1992). Dilemas que presentan el siguiente contexto:

a) Los dilemas de Lind (1985: 104-105), se constituyen por un relato organizacional y uno de la vida personal en dos historias: i) la disyuntiva de los trabajadores de defender sus derechos contra el orden de la compañía y ii) el problema de defender la vida o avalar la muerte de una mujer con cáncer.

b) En su cuestionario sobre los problemas sociomorales, Mestre y Pérez en el idioma castellano, plantean seis dilemas: i) Enrique y el medicamento, ii) la ocupación de los estudiantes, iii) el preso fugado, iv) el dilema del doctor, v) el Sr. Gómez y vi) el periódico (Mestre y Pérez, 1997: 289-297).

c) Los dilemas, traducidos al castellano por Asun Zubiaur, de Kohlberg (1992: 589-599), abordan complejidades de la vida de las personas mediante los relatos de: i) Heinz, ii) Joe, iii) el Dr. Jeferson, iv) Lousie, v) el capitán, vi) el sastre y vii) los hermanos Bob y Karl.

Los dilemas de las investigaciones de Mestre y Pérez, Lind, y Kohlberg presentan roles de la vida familiar de las personas y muy parcialmente, como el dilema de los obreros diseñado por Lind (1985: 104-105), consideran la moralidad empresarial. Así, observando aspectos teoréticos, la toma de rol y el contexto (Kohlberg, 1958), fue necesario considerar las circunstancias empresariales. En la constitución del CPSGE (Robles, 2004) los dilemas se elaboraron conforme al nivel moral de las historias de Heinz y Joe de la entrevista de Kohlberg (1992: 589-592). Así, el CPSGE se centra en el diseño de tareas organizacionales, con la finalidad de evaluar la competencia del juicio moral del gerente encuestado.

En investigaciones previas, el CPSGE ha cumplido generalmente con los criterios de validación (Robles, 2008), pero no se ha examinado la validación de cada una de las historias que constituyen a éste y al CJM. Ni si cada historia es eficaz, ni cuáles son los criterios con los que no cumple y su eficacia comparativa en el ámbito económicoadministrativo.

 

Hipótesis

El CJM y el CPSGE son dos instrumentos sobre la competencia del juicio moral que precisan mayor profundidad en su validación. Ello a partir de una validación comparativa dual e individualmente de los dilemas de cada uno de los instrumentos. Este análisis, realizado en la presente investigación, propone observar el cumplimiento de los cuatro criterios de validación de cada una de las historias del CJM y del CPSGE, estudiadas en parejas y de forma singular, con la finalidad de presentar deficiencias o fortalezas de validación, así como la eficacia como dilema de cada historia en participantes de ciencias económico administrativas.

La hipótesis planteada en esta investigación propone una validez completa del CJM y del CPSGE y, solamente se satisface si cada una de las historias que contiene cada test, tanto en pares como en forma singular, cumplen con: el orden descendente de preferencias de los seis estadios morales, la estructura cuasi simplex correlacionando mayormente los estadios morales contiguos que los distantes, el paralelismo cognitivo afectivo con un valor bajo de correlación negativa para los primeros dos estadios y el índice C, media para los dos estadios intermedios y una correlación positiva alta entre los dos últimos estadios y el índice C y la significación de un dilema moral de cada una de las historias, entonces se conforma un dilema fundamentado y, por tanto, un cuestionario validado en su totalidad.

 

Método

Esta investigación se realizó con un enfoque cualitativo y cuantitativo, profundizando en el análisis de validez de cada uno de los dilemas de los dos cuestionarios, el CJM y el CPSGE. Este estudio se realizó dual y singularmente mediante cinco criterios de validación, derivados de la teoría cognitiva y del desarrollo moral de Kohlberg (1958), Rest (1979), Walker(1986) y fundamentalmente de Lind (1998), a saber:

i. Relación del índice C entre dilemas. El valor del índice C evaluado en pares de dilemas debe ser más bajo que el valor del índice C de cada dilema de forma separada y el valor del índice C entre cada uno debe ser similar. Además, las diferencias mayores a cinco puntos en el valor del índice C, entre dos dilemas, son consideradas significativas y, por tanto, un incumplimiento de validez (Lind y Schillenger, 2007).

ii. Jerarquía de Precedentes. Las preferencias de las seis etapas kohlberianas deben estar ordenadas inversamente. La etapa seis la de mayor preferencia, la cinco luego, así sucesivamente hasta la uno. Algunas inversiones de etapas (especialmente entre la uno y la dos y entre la cinco y seis) pueden ocurrir y no invalidan la versión.

iii. Estructura Quasi-simplex. Esta estructura refiere a las correlaciones de preferencia de las etapas. Las etapas contiguas deben correlacionar más alto que las más distantes.

iv. Paralelismo Afectivo Cognitivo. Las preferencias de etapas deben correlacionar con el Índice C. Mientras que la preferencia por las etapas más altas debe correlacionar positivamente con la competencia del juicio moral, las preferencias por las etapas más bajas deben correlacionar negativamente con la competencia y los otros índices deben mostrar valores intermedios entre estos extremos.

V. Significación de dilema moral. El cuestionario o técnica debe constituir un conjunto de historias que representen problemas significativos de valoración moral, es decir, deben erigirse como dilemas morales.

Participantes

Los participantes fueron 115 estudiantes del último año de las áreas de ciencias económico-administrativas con la finalidad de comparar, en ese ámbito, el CJM y el CPSGE, mismos que han sido probados con estudiantes de otras áreas. Esto con la finalidad de obtener un cuestionario más eficaz en la eticidad y en el contexto de las ciencias económicas administrativas. Los participantes tuvieron un promedio de edad de 21 años y un predominio del género femenino del 63%.

Instrumentos

CJM

El CJM (Lind y Wakenhut, 1985) es un experimento multivariado con un individuo tomado como el universo. Las variables independientes se varían para poder estudiar la forma en la cual trabaja la mente del individuo. Estos raciocinios difieren mucho de una persona a otra, dependiendo de su grado de desarrollo (Lind et al. 1985, Lind, 1989; Mischel y Shoda, 1995; Krebs et al., 1990).

La variable dependiente del CJM se representa por el comportamiento de juicio del individuo, ello en una calificación de los argumentos en una escala de -4 a +4 (Lind, 1982). Así, los dilemas contenidos en el CJM representan diferentes estructuras de raciocinio moral. Este test ha sido diseñado como un experimento multi-variado, con un diseño de 6 por 2 por 2, dependiente y ortogonal (Lind, 1999).

El CJM presenta consistencia entre el patrón de preguntas-respuestas e introduce argumentos a favor y en contra e independencia general con el grado de acuerdo con el dilema socio-moral.

El principal índice del CJM, llamado Índice C, mide la capacidad de una persona de juzgar los argumentos de otros con relación a su propia moral. Este índice tiene un rango de 1 a 100, indica el porcentaje de la variación de la respuesta total de un individuo que refleje la calidad de su raciocinio moral sobre el comportamiento narrado. El Índice C se califica como bajo (1-9), medio (10-29), alto (30-49) y muy alto (sobre 50). Su índice C se calcula haciendo partición de la suma de los cuadrados similarmente a un análisis MANOVA (Lind, 1999). Contiene dos historias, cada una relata a una persona dentro de un dilema de comportamiento donde el sujeto encuestado entra en conflicto con normas conductuales.

En este cuestionario, lo importante es la calidad de la decisión y no la decisión en sí. A los sujetos se les pide juzgar los argumentos situados en los seis niveles de raciocinio: seis a favor de la decisión del protagonista y seis en contra. El CJM contiene 24 argumentos, 12 para cada dilema, que el sujeto debe analizar. Previamente al juicio de cada argumento, se le pide al sujeto juzgar lo buena o mala decisión del protagonista (Lind, 1999).

 

CPSGE

El CPSGE conlleva una fundamentación en la teoría de Kohlberg (1958) y en el diseño del CJM de Lind (1982,1989). Además, el CPSGE, considera el rol del gerente, su contexto empresarial y la evolución sobre los estadios del juicio moral del propio gerente; se conforma por cuatros dilemas morales, fundamentales en la investigación de las habilidades sobre el Juicio Moral del Gerente.

Los cuatro dilemas del CPSGE se constituyen por dos relacionados con el nivel interorganizacional de la empresa, denominados, la empresa "Mexinz" y la empresa "Mexoe". Asimismo, se integra por dos con el nivel interprofesional, bajo el dilema del "gerente Pérez" y del "Ing. Hernández". Las cuatro historias rivalizan normas empresariales convencionales, como son: la política autónoma empresarial del proveedor contra el propósito empresarial del cliente, la libertad estratégica de un negocio contra el propósito de mercado del líder industrial, el objetivo profesional de un gerente contra el interés de otro.

El CPSGE es entonces un cuestionario experimental, conformándose en una matriz de 6 x 2 x 4. En él, se consideró además, el orden jerárquico planteado por Kohlberg (1958) y cumple con el contexto o rol del gerente. Se consideraron también los argumentos a favor y en contra del CJM de Lind, con relación a la teoría de los seis estadios, los de Pérez y los preliminares de Robles (2004).

El CPSGE, en cada dilema conlleva un contenido situacional de la vida o del mundo organizacional del sujeto. Tiene una estructura cognitiva explícita, se centra en el individuo y su valoración en una escala continua diferenciada. Un aspecto más que conforma el CPSGE es el cuestionamiento sobre la solución hipotética planteada al final de cada dilema.

 

Resultados

Resultados duales delCJMy delCPSGE

a) Relación del índice C entre dilemas.

La competencia del juicio moral de los estudiantes de licenciatura en el área de las ciencias económico administrativas, mediante el índice C del CJM, es de 15.19 puntos. Interpretándose, respecto a estudios de otros países, como una capacidad menor de comprender y reflexionar sobre los argumentos, historias y razones de otras personas, acerca de la moral. Los valores encontrados del índice C son más bajos que los esperados para una muestra de estudiantes de educación superior (Lind y Schillenger, 2007). Ello, a pesar de que los participantes se ubican en la edad promedio de tal estrato educativo, en este caso, 21 años. Una causa posible de esa menor capacidad de los participantes podría ser el aprendizaje desfavorable ocasionado por el medio ambiente, en este caso relacionado con las áreas económico y administrativas, mismo que afectaría negativamente la competencia del juicio moral (Lind y Schillenger, 2007).

La tabla 1 presenta el valor del índice C del CJM y de cada uno de sus dilemas: el de los trabajadores y el del médico. Adicionalmente, presenta el valor del índice C del CPSGE, además del valor del índice C para cada par de dilemas y el valor singular de cada uno de ellos: Mexinz, Mexoe, Hernández y Pérez. Siendo el rango de 0 hasta 100 del índice C, se confirmó que no se obtuvieron valores fuera de tal rango en el análisis delCJMni del CPSGE.

Se esperaba que el valor del índice C del CJM para ambos dilemas fuera más bajo que el valor del índice C de cada dilema de forma separada y que el valor del índice C para cada uno de los dilemas debiera ser similar. De esta forma, el puntaje del índice C, de cada dilema del CPSGE, debe ser parecido también entre sí. Las diferencias mayores a cinco puntos en el valor del índice C, entre dilemas analizados individualmente, son consideradas significativas (Lind y Schillenger, 2007). Tales diferencias importantes son observadas en el análisis de los dilemas del CJM, también en el análisis de los dilemas de Hernández y Pérez del CPSGE y, solamente entre los dilemas de Mexinz y Mexoe, no se observaron diferencias significativas.

b) Orden De Preferencias. Deben preferirse inversa y descendentemente los estadios, primeramente el nivel seis, luego el cinco y así sucesivamente. Algunas contradicciones, como las cinco y seis, pueden ocurrir y no invalidan la versión (Lind, 1982; Gross, 1996). Los dilemas obreros y médicos del CJM cumplen satisfactoriamente con este criterio (figura 1); los dos primeros, Mexinz y Mexoe, del CPSGE no cumplen en los estadios 3 y 4, pues estos no son mayores al 2, se mantienen igualmente en la misma preferencia (figuras 2); y por su parte, los dilemas del Ing. Hernández y del gerente Pérez del CPSGE, cumplen la preferencia parcialmente con el estadio 3, luego el 2 y el 1, pero no así, con los estadios 6, 5 y 4 (figura 3).

c) Estructura Quasi-Simplex. Las correlaciones de preferencias de las etapas contiguas deben ser más altas que las lejanas. Los dos dilemas del CJM cumplen en cinco estadios, los estadios 1, 2, 3, 5 y 6, excepto con el estadio 4 que no cumple (tabla 2); Los dilemas de Mexinz y Mexoe del CPSGE en los estadios 2, 4, 5 y 6 cumplen, y los estadios 1 y 3 no cumplen (tabla 3); Los dilemas de Hernández y Pérez del CPSGE en los estadios 3, 5 y 6 cumplen, contrariamente los estadios 1,2y4nocumplen (tabla4).

d) Paralelismo Cognitivo-Afectivo. Debe haber correlaciones entre el índice C y el resto de las actitudes, negativa para el estadio uno, baja para el dos, moderadas para el 3 y el 4 y positivas altas para 5 y 6 (Lind, 1999). Los dilemas del CJM no cumplen totalmente con este criterio, sólo ligeramente hasta el estadio 3 (figura 3); los dilemas Mexinz y Mexoe del CPSGE no cumplen, sólo los estadios 1 y 2 (figura 4); y los dilemas Hernández y Pérez no cumplen en absoluto (figura 5).

e) Significancia del dilema moral. Las narraciones de los obreros y del médico no son vistos totalmente como dilemas, los estudiantes de la muestra manifestaron una simpatía con la decisión del actor de la historia (figuras 7 y 8). Un comportamiento semejante al anterior, fue en la historia de Mexinz y contrariamente, con mayor eficacia como dilema, el de Mexoe (figuras 9 y 10). Los dilemas de Hernández y de Pérez observan un comportamiento más diferenciado, los estudiantes muestran una inclinación tanto a favor por la decisión del actor de la historia como en contra de tal decisión (figuras 11 y 12). De esta forma, los dos dilemas del CJM no se perciben totalmente como dilemas y al menos tres, el de Mexoe, el del gerente Pérez y el del Ing. Hernández, del CPSGE sí se percibieron como dilemas morales, lo que no sucedió con el de Mexinz.

Resultados singulares delCJMy delCPSGE

a) Orden de preferencias de los dilemas. El dilema de los obreros cumple parcialmente con este criterio hasta el estadio 3 (figura 13); el del médico no cumple (figura 14); el de Mexinz cumple parcialmente hasta el estadio 4 (figura 15); el de Mexoe hasta el 3 (figura 16); el de Pérez no cumple (figura 17); y el del Ing. Hernández cumple parcialmente hasta el estadio 3 (figura 18).

b) Estructura cuasi-simplex. Las correlaciones de preferencias de las etapas contiguas deben ser más altas que las lejanas. El dilema de los obreros cumple con este criterio excepto en el estadio 3 donde su correlación (0,29) con el estadio 1 es mayor que con el estadio 2 (0,18) y que con el 4 (0,17) (tabla 5); El dilema del médico no cumple con este criterio, por ejemplo el estadio 4 tiene una correlación (0,42) mayor con el estadio 1 que con el estadio 5 con el que tiene una correlación (0,17) menor (tabla 6); los dilemas Mexinz, Mexoe y Pérez no cumplen con este criterio (tablas 7, 8 y 9); y, por último, el dilema del Ing. Hernández cumple parcialmente, sólo con los estadios 5 y 6 (tabla 10).

c) Paralelismo Cognitivo-Afectivo. Debe haber correlaciones entre el índice C y el resto de las actitudes, negativa para el estadio 1, baja para el 2, moderadas para el 3 y el 4 y positivas altas para 5 y 6 (Lind, 2004). El dilema de los obreros sólo cumple con este criterio hasta el estadio 4 (figura 19), el dilema del médico, el de la empresa Mexinz, el la empresa Mexoe y el del gerente Pérez (figuras: 20, 21, 22 y 23) no cumplen, el del Ing. Hernández cumple hasta el estadio 3 (figura 24).

d) Significancia del dilema moral. El análisis sobre la significación de cada uno de los dilemas del CJM y del CPSGE, mostró, que las dos historias del CJM no se percibieron totalmente como dilemas y al menos tres, la de Mexoe, la del gerente Pérez y la del Ing. Hernández, excepto la de Mexinz, del CPSGE, sí se confirmaron como dilemas morales.

 

Discusión

El análisis dual de dilemas del CJM y del CPSGE refiere una discusión sobre su validez. Primeramente, respecto a las historias obreros-médico del CJM, no cumplieron totalmente con los cinco criterios de validación, sólo con el orden de preferencias; con la estructura cuasi simplex y con el paralelismo cognitivo afectivo parcialmente cumplieron; el índice C entre ambas historias tiene una diferencia mayor de cinco puntos y no cumplieron con la significancia de percibirse como dilemas.

En este mismo análisis dual, los dilemas Mexinz-Mexoe del CPSGE no cumplieron totalmente, sólo parcialmente, con la estructura cuasi simplex, con el paralelismo cognitivo afectivo y con la significancia de percibirse como dilemas; y no cumplieron con el orden de preferencia. Asimismo, los dilemas, Hernández y Pérez, del CPSGE no son válidos. Estos no cumplieron, sólo en la significancia de percibirse como dilemas. No cumplieron con el orden de preferencias, tampoco con la estructura cuasi simplex ni con el paralelismo cognitivo afectivo.

Continuando con lo encontrado en esta investigación, precisamos comentar las causas del incumplimiento de validación. Así, éstas se deben no a los dos dilemas, si no a las deficiencias de diseño de uno de los dos, esto a partir del análisis singular de los dilemas de ambos instrumentos. El dilema de los obreros del CJM no cumplió totalmente, sólo con la estructura cuasi-simplex; cumplió parcialmente, con el orden de preferencias hasta el estadio 3, con el paralelismo cognitivo-afectivo hasta el estadio 4 e, igualmente parcial, con la significancia de percibirse como dilema.

El dilema del médico del CJM no satisfizo totalmente los criterios, sólo cumplió con el de la estructura cuasisimplex; cumplió parcialmente con el orden de preferencias hasta el estadio 3, con el paralelismo cognitivo-afectivo hasta el estadio 4 e, igualmente parcial, con la significancia de percibirse como dilema.

Por su parte los cuatro dilemas del CPSGE, en el análisis singular, ninguno verificó los criterios de validación. El dilema de la empresa Mexinz cumplió con el orden de preferencias, una ligera inversión entre el estadio 3 y 4, o entre el estadio 5 y seis, no invalidaron este criterio; cumplió parcialmente con la estructura cuasi-simplex en el estadio 2 y 6; no cumplió con el paralelismo cognitivoafectivo; y tampoco con la significación de constituirse como un dilema moral.

El dilema de la empresa Mexoe, pareja del dilema Mexinz, cumplió parcialmente con el orden de preferencias, una ligera inversión entre el estadio 3 y 4, o entre el estadio 5 y seis, no invalidaron este criterio; éste mismo dilema no cumplió con la estructura cuasi-simplex, tampoco con el paralelismo cognitivo-afectivo; ni con la significación de constituirse como un dilema moral.

El dilema del gerente Pérez, penúltimo del CPSGE no cumplió ninguno de los criterios de validación, sólo en la significancia de percibirse como dilema. El dilema del Ing. Hernández cumplió sólo parcialmente con el orden de preferencias hasta el estadio 3; en la estructura cuasisimplex sólo en el estadio 5 y 6, en el paralelismo cognitivoafectivo hasta el estadio 3; pero cumple enteramente con el criterio de significación de un dilema.

 

Conclusión

No se confirmó la validez empírica particular de cada uno de los dos dilemas, a partir de los lineamientos de un cuestionario experimental de competencias puras, que conforman el CJM. Esto con relación al proceso de validación sugerido por Lind (1982; Lind y Wakenhut, 1985). Así, el CJM integra una unidad completa de evaluación de la competencia del juicio moral, al conformarse con dos dilemas (Lind, 1999) y no de forma individual cada uno de ellos. Esto es debido a que, las limitaciones individuales de cada dilema se resuelven mediante las ventajas o eficacia de validación del otro dilema. Por ejemplo, la validez en el orden de preferencias y en la estructura cuasi-simplex del dilema de los obreros soslaya las deficiencias de validación del dilema del médico del CJM.

Se confirmó, bajo el mismo procedimiento, la falta de validez de forma dual y singular de los dilemas del CPSGE. De tal forma, el CPSGE se constituye como una unidad de evaluación de la competencia del juicio moral integrando sus cuatro dilemas (Robles, 2008) y no en parejas o individualmente cada uno de los dilemas. Esto es debido a que, las limitaciones individuales de cada dilema, igual que el CJM, se resuelven mediante las ventajas o eficacia de validación de otro u otros dilemas. Señalando una de ellas, la validez en el orden de preferencias de los dilemas del Ing. Hernández y de la empresa Mexoe, la validez parcial en la estructura cuasi-simplex del dilema de la empresa Mexinz y del Ing. Hernández, disminuyen el impacto de las deficiencias de validación del dilema, en tales aspectos, del dilema del Ing. Hernández y del gerente Pérez del CPSGE. Por su parte, estos dos últimos dilemas soslayan la validez de confirmarse como un dilema moral la historia de la empresa Mexinz del CPSGE.

Los dilemas en el contexto organizacional auxilia el diseño de la evaluación de la competencia del juicio moral dentro de su entorno, mismo que de forma semejante al familiar, influye en el desarrollo del juicio moral, ya que refiere una oportunidad de toma de rol (Haan, Langer y Kohlberg, 1976).

Se debe realizar investigaciones futuras con el propósito de tener dilemas y cuestionarios con mayor validación. Además de considerar que el entorno económico y organizacional deteriora la competencia del juicio moral del individuo. Finalmente, se debe indagar la posibilidad de indagar el efecto de la estructura emotiva sobre el juicio moral en la vida adulta (Prinz, 2006); reflexionar, además de la prevención mediante educación moral idónea en la adolescencia (Lind, 1999a) y la factibilidad de reorientar la educación moral en la vida adulta, particularmente, en el ámbito organizacional.

 

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Recibido: 18 de agosto de 2009
Aceptado: 02 de octubre de 2009

 

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