Aragonés (2010) y Rodríguez, Zúñiga y Guier (2002) reportaron que el desarrollo sustentable se logra al atender factores múltiples que impactan al ambiente para lograr la construcción de un comportamiento de cuidado ambiental; según la declaración de la Conferencia de la ONU sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Calva, 2007; United Nations [UN], 2009), el desarrollo sustentable se refiere al derecho de las generaciones presentes y futuras para cuidar en forma responsable la naturaleza y atender sus necesidades ambientales (Leff, Ezcurra, Pisanty & Romero, 2002; Leff, 2004). UNESCO-PNUMA (1987) ha venido participando con propuestas de sensibilización en las escuelas primarias en Chile no solamente para un cambio cognitivo, sino para el fortalecimiento de valores, cambio de actitudes a favor de la naturaleza y el ambiente, desde edades tempranas cuya repercusión se espera en la familia.

En México se ha buscado instaurar un régimen jurídico normativo que coordine las problemáticas ambientales y la utilización sustentable del capital natural (Instituto Nacional de Ecología [INE], 2011), previendo que el grado de capacidad de dichas normas y su aplicabilidad hagan de ellas mecanismos efectivos de preservación del ambiente y de los recursos naturales. En la Carta Magna se establecen diversas disposiciones de carácter ambiental que son la base del sistema jurídico actual, por lo que es importante mencionar que el Artículo 27, que se refiere a la conservación de los recursos naturales, otorga suma importancia al medio ambiente, el cual queda estipulado de la siguiente manera:

Otro concepto utilizado actualmente es el de la conducta sustentable, que se evalúa de acuerdo a las acciones efectivas, deliberadas y anticipadas, dirigidas a la toma de responsabilidad de la prevención, conservación y preservación de los recursos físicos y culturales que incluyen la integridad de las especies animales y vegetales, así como al bienestar y la seguridad material individual y social de las generaciones humanas actuales y futuras (Encinas, 2002; Amerigo, 2010; Soler, 2006).

Acosta (2000) reporta que el deterioro ambiental ha ido afectando con mayor impacto la calidad de vida del ser humano, no únicamente en países de América Latina, sino en todo el mundo, convirtiéndose en una problemática que debe ser atendida de inmediato para proteger los diversos ecosistemas de los que depende el hombre, además de sugerir acciones inmediatas que le lleven a rescatar y proteger el ambiente, siendo tema obligado para su incorporación en la educación en México, a través de actividades que fomenten la responsabilidad hacia el ambiente, y promovidas desde edades tempranas.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales [SEMARNAT] (2006), por su parte, enfatizó el papel del educador ambiental que desempeña cualquier profesionista cuyas actividades formativas con los diversos actores sociales (niños, adolescentes, adultos) diseñaran cualquier propuesta que llevara a la sensibilización de protección del ambiente, creando la cultura ambiental en los grupos sociales. En años recientes se ha registrado un crecimiento sobre el deterioro del ambiente, en el estado de Veracruz, México, y en particular en la ciudad de Poza Rica de Hidalgo, Veracruz, donde se producen anualmente alrededor de 80,000 toneladas de residuos, lo que supone 1 kg/día de residuos generados por una persona. Dentro de estos residuos municipales se reporta el papel, cartón, vidrio, plásticos, chatarra, metales, textiles, envases de cartón, bebidas y materia orgánica.

Participantes

La muestra se conformó de 96 participantes por muestreo incidental en los grados superiores de la escuela, en un rango de edad de 8 a 13 años, con una media de edad de 10.22, siendo el 54.1% niñas y el 45.8% niños, y que cursaban los grados de 4°, 5° y 6°. El criterio para la selección de la muestra fue el permiso de los padres y el hecho de que los niños pudieran realizar las actividades siguiendo instrucciones y que pudieran guiar a sus compañeros de grados inferiores en las actividades realizadas.

Instrumento

Para evaluar la comprensión sobre el cuidado ambiental de los participantes, se aplicó un instrumento sobre comportamiento sustentable (Ver Anexo) (Mazadiego, 2012), integrado por 23 ítems y con cuatro alternativas de respuesta tipo Likert: 1. No; 2. Un poco; 3. Más o menos; y 4 Sí. Los factores que mide el instrumento son: conocimiento sobre el cambio climático (8, 9, 10, 11, 13), reutilizar (3, 16, 17, 18, 19), cultura ambiental (2, 4, 5, 7,12, 23) y prevención y protección del ambiente (1, 6, 14, 15, 20, 21, 22). Los cuatro temas se seleccionaron basados en el tiempo de duración que permitió la escuela, en el objetivo de la investigación y en el tratamiento práctico para facilitar su comprensión. Evaluándose estos conocimientos con el instrumento al inicio del programa y al final. Este instrumento se validó en 15 estudios más sobre comportamiento sustentable con estudiantes de educación básica, educación media y media superior en escuelas de Poza Rica, Gutiérrez Zamora y Cazones todas entidades de Veracruz y una comunidad denominada Venustiano Carranza, de Puebla, México.

Variables de la investigación

La variable independiente fue el programa que fue aplicado por los investigadores; la variable dependiente fueron las respuestas de los participantes en el programa, definidas operacionalmente como el conjunto de acciones observables, medibles y registrables, dirigidas a la prevención, conservación y preservación de los recursos naturales que incluyeron el cuidado del agua y uso de energía eléctrica, para la seguridad individual y social de las personas.

Diseño

Diseño pre-experimental antes-después

Procedimiento

Fase I

Se obtuvo la autorización del proyecto para trabajar en la escuela primaria José María Morelos y Pavón de la ciudad de Poza Rica, Veracruz, México, elaborando un convenio con la empresa Promotora Ambiental, S.A. de Poza Rica (PASA) para el manejo de residuos reciclables (PET), así como también para la recolección del aceite comestible de la cooperativa de la escuela y de lo que llevaran los padres de familia, siendo la empresa PASA la que proporcionó el vehículo para la recolección. La duración de esta fase fue de 10 días.

Fase II

La aplicación de la pre-prueba se llevó a cabo en los salones de cada grupo para mayor comodidad, donde se les explicaba el objetivo y propósito del curso y la aplicación del instrumento; confirmando el anonimato y seriedad de sus respuestas, así como la aclaración de algunas dudas. La mayoría de los participantes se mostraron dispuestos y colaborativos, además de dar señas de confianza con la investigadora e interés en el estudio para lograr una mejora en su institución. La duración fue de 4 días.

Fase III

Para la intervención se utilizó un cañón para la proyección de videos ilustrativos para lograr la sensibilización de los participantes y las diapositivas en power point de acuerdo a los temas (medio ambiente, reciclaje, compostaje, carta de la tierra). En primer instancia se quiso conocer la perspectiva de cada niño acerca del medio ambiente y la forma en que ellos se la imaginaban dentro de unos años, observando a su alrededor el poco cuidado y la falta de respeto que las personas muestran al tirar basura en el suelo, representándolo en un dibujo alusivo. Uno de los trabajos que harían el resto del ciclo escolar, consistió en que los niños recolectarían los días viernes las botellas que consumieran en casa o en la escuela durante la semana, depositándolas el día siguiente en el "súper saco" proporcionado por PASA, para que una vez lleno se pudiera entregar; ello con la finalidad de favorecer al medio ambiente y a la institución puesto que el producto de la venta les beneficiaría.

También se impartió un taller de reciclaje con botellas de plástico que consumieran en casa, realizándose una exposición de flores realizadas con la creatividad de cada uno; posteriormente se llevaron a cabo actividades como la composta, donde cada niño participaba con la recolección de residuos orgánicos de sus casas. La composta se realizó en el jardín de la escuela, donde el suelo se encontraba seco y con basura que los niños tiraban en el recreo. Después de ocho semanas aproximadamente la composta quedó lista y se depositó en el área de manera que los participantes pudieran preparar la tierra y sembrar flores. La duración de la intervención fue de 12 semanas (Ver Figuras 1 y 2)

Fase IV

Se obtuvo la consistencia interna del instrumento, con un valor alfa de Cronbach de 0.893, por lo que se consideró un instrumento confiable. Se aplicó ANOVA con la prueba de no aditividad de Tukey (Ver Tabla 1) para conocer si hubo un cambio en cada participante.

Se hizo una relación de siete variables donde se observó la conducta sustentable de los niños (Ver Tabla 2), en cambios significativos tanto en niños como en niñas, al sentirse parte del ambiente, al participar por una cultura ambiental en su comunidad orientando a su familia y a sus amistades, además de participar en la prevención y protección del ambiente para prevenir los futuros cambios climáticos.

Discusión

Dad que el instrumento utilizado mostró tener consistencia interna, se sugiere su aplicación a situaciones similares para sensibilizar a los niños a través de un proceso de aprendizaje sobre la protección del ambiente y, con ello, probar su consistencia. El objetivo propuesto que se refería a la sensibilización de los participantes en un proceso de educación ambiental, fue alcanzado con las estrategias de aprendizaje significativas, que les permitió a los niños la construcción de un comportamiento sustentable en el mejoramiento del ambiente de la escuela, siendo alcanzado exitosamente por ellos, impactando en sus compañeros de escuela que solicitaron participar, en las familias de los participantes y en las autoridades escolares. La prueba F confirmó que el aprendizaje fue significativo: cambios en cada participante F=89.276, con una significancia de p<0.001; y cambios de un participante a otro F=98.230, con una significancia de p<0.001

El apoyo prestado por la empresa PASA fue sustancial, al capacitar a 15 estudiantes de la Facultad de Psicología y tres Docentes, quiénes solicitaron el conocimiento de elaboración de lombriz-composta, elaboración de jabón a base de aceite comestible usado, reciclaje y aspectos teóricos para comprender las consecuencias del cambio climático. De esta forma, los estudiantes de Psicología se distribuyeron en 15 diferentes escuelas donde también se aplicó el instrumento aquí presentado, obteniéndose resultados similares.

Los resultados obtenidos coinciden con lo reportado por Aragonés (2010) y Rodríguez et al. (2002), en el sentido de que para desarrollar una cultura ambiental se debe partir de la familia, y una forma efectiva es participando sus integrantes por una cultura del ambiente, por el derecho que tienen las generaciones presentes y futuras para ejercer su desarrollo en forma equitativa de acuerdo a sus necesidades ambientales (Calva, 2007; United Nations [UN], 2009; Leff et al., 2002; Leff, 2004; UNESCO-PNUMA, 1987).

La responsabilidad de la prevención, conservación y preservación de los recursos físicos y culturales, que incluyen la integridad de las especies animales y vegetales, se debe fomentar y educar desde edades tempranas, para lograr una sensibilización hacia una conducta sustentable que permita el bienestar y la seguridad material individual y social de las generaciones humanas actuales y futuras a través de un aprendizaje significativo.

Los resultados obtenidos permiten afirmar que el proceso de sensibilización en los participantes fue eficaz y, en forma colateral, influyó en familiares, amigos de los participantes y en el personal de la escuela primaria José María Morelos y Pavón de Poza Rica, Veracruz, pues todos los profesores empezaron a implementar el mismo Programa, por lo que se les facilitó el material para que se reprodujera. Además, tanto niños como niñas, se iniciaron en el proceso de comportamiento sustentable al registrarse su participación en el cuidado ambiental, al mostrar con hechos y palabras sentirse parte de él, al participar por una cultura ambiental en su comunidad orientando a su familia y a sus amistades, realizando acciones en la prevención y protección del ambiente para prevenir los futuros cambios climáticos y, por lo tanto, mostrando la eficacia del Programa de Educación Ambiental y su impacto no solo en los participantes, sino en todos los que contribuyeron directa e indirectamente a minimizar el problema de la basura escolar, convirtiéndose en agentes de cambio para el desarrollo del cuidado ambiental.

El proceso de sensibilización en el que participaron los 96 niños de la escuela, les facilitó el aprendizaje de información sencilla que poco a poco se transformó en conocimientos, conceptos, ideas y esquemas, y siempre con interés y motivación personal; esta experiencia motivadora la podrá utilizar cada niño como guía para nuevos aprendizajes sobre el cuidado del ambiente. Aunque no todos los niños que participaron tuvieron la misma motivación, en un seguimiento que se hizo a los 6 meses, se encontró que en la hora del receso los niños de toda la escuela dejaban limpia el área donde comen y juegan; en cuestión de basura ésta se recolecta en forma específica, el jardín que se realizó sobre la composta donde los niños sembraron flores, es respetado al no pisarlo ni tirar basura.

El convenio que se llevó a cabo con PASA después de dos meses se canceló, pero el programa continúa con otra empresa, y ahora los niños depositan el PET en cajas, recolectando una cierta cantidad compactada para que se pese y se reciba con esto un beneficio, y para motivarlos. Los que recolectaron mayor cantidad de PET siguen recibiendo un diploma en el homenaje a la bandera que se realiza cada lunes, reconociéndolos como portadores de cultura al cuidado del ambiente. Diplomas que son entregados por la directora del plantel (Ver Figura 3).

Los resultados obtenidos permiten afirmar que el programa de educación ambiental fue efectivo en la sensibilización de cada participante, al observarse cambios sustentables en la institución; los padres de familia de los participantes reportaron que sus hijos influían en ellos al enseñarles a separar la basura, a cuidar el agua, la energía eléctrica, a llevar el PET y el aceite usado a la escuela; y el cambio en los participantes se notó al mantener limpio su salón de clases, su patio de recreo. Así, ellos hoy son promotores de comportamientos sustentables en sus colonias favoreciendo con su ejemplo la enseñanza de la cultura ambiental, concluyendo que el impacto que ha tenido esta investigación ha sido significativa y puede ser replicada por otros investigadores en contextos que requieran de un proceso de sensibilización de los participantes en pro del ambiente.

Referencias

Acosta, A. S. (2000). Una propuesta para evitar la disociación de lo natural y lo social. In N. del Río (Coord.). Ampliando el entorno educativo del niño (pp. 1-15). México: UAM, UNICEF. Recuperado de: http://www.uam.mx/cdi/ampliando/1acosta.pdf         [ Links ]

Amerigo, A. (2010). Psicología ambiental. México: Grupo Anaya comercial.         [ Links ]

ANEXO

INSTRUMENTO SOBRE COMPORTAMIENTO SUSTENTABLE (Mazadiego, 2012)

Por favor, responde todo el cuestionario marcando con una cruz, no hay respuestas verdaderas o falsas. Tu información es confidencial.

1= no 2= un poco 3= más o menos 4= sí