EDITORIAL

Hoy por hoy, la comprensión de las dinámicas de producción y visibilidad del conocimiento descansa sobre la articulación de tres sistemas de información distintos: en primer lugar, los sistemas de gestión de conocimiento (las revistas), en segundo lugar, los repositorios de información (bases de datos) y, en tercer lugar, los sistemas de indicadores de consulta y citación.

Es en esta dirección que los esfuerzos por construir sinergias entre los diversos grupos resultan fundamentales para entender el proceso completo que permita, dentro de un contexto regional y global, operar sobre lo local. Es así como los editores se empeñan en la gestión electrónica de sus revistas mediante el uso de sistemas de acceso abierto como el Open Journal System (OJS) desarrollado por iniciativa del Public Knowledge Project (PKP), organismo conformado por las universidades canadienses British Columbia y Simon Fraser University y Stanford University de EE.UU., el cual permite no sólo gestionar las prácticas de editores, escritores y pares evaluadores, sino además identificar los tiempos y las acciones de los diferentes actores. Hoy además se está buscando que el sistema pueda exportar los datos de los artículos a repositorios de información como la Red de Revistas Científicas de América Latina y El Caribe, España y Portugal- Redalyc, la Scientific Electronic Library Online- SciELO, el Directory of Open Access Journals-DOAJ, entre otras bases de datos.

Redalyc (iniciativa que forma parte de un grupo de investigación interesado en los procesos de circulación de conocimiento) se ha convertido en el Sistema de Información de Acceso Libre más relevante de Iberoamérica ya que cuenta con más de 500 revistas en acceso abierto y, después de México, Colombia es el país con el mayor número de publicaciones dentro de dicho sistema. La base de datos, con un énfasis inicial en ciencias sociales y ahora extendida a todas las ciencias, pasa de ser una red de revistas a ser un sistema de información disponible para los editores e investigadores de consultas, redes de colaboración y, en el futuro, buscará entregar información de citación. Además de ser una iniciativa mexicana con sede en la Universidad Autónoma del Estado de México, proyecta convertirse en una iniciativa regional.

Por un lado, el sistema Redalyc construye un acuerdo de cooperación con el grupo de investigación Scimago (iniciativa alojada en investigadores de las Universidades de Granada, Alcalá de Henares, Carlos III y Extremadura en España) que genera las dos iniciativas más relevantes de información de indicadores cienciométricos de Iberoamérica, el Atlas of Science y el ranking iberoamericano de investigación –RI3 de Universia– a partir de los datos de la Web of Knowledge de Thomson Scientific- ISI (8 mil revistas: sólo una colombiana). y, por otro lado, genera el Scimago Journal and Country Ranking (SJR) a escala mundial con los datos del sistema Scopus Elsevier (16 mil revistas con más de 16 revistas colombianas). Este último fue reconocido por la revista Nature (451-6 de 2008) como una nueva y poderosa herramienta de indicadores cienciométricos de producción, de investigadores, de grupos, de instituciones, de revistas y de países, alternativa al monopolio de ISI, para generar indicadores al sistema Redalyc de forma tal que la producción iberoamericana pueda ser claramente evaluada tanto en sus contextos locales como nacionales, regionales y globales.

Lo que tenemos aquí, entonces, es un conjunto de actores que están articulándose en la dinámica del libre acceso, permitiendo dar información en tiempo real y pertinente en términos nacionales, regionales y globales de la producción, la visibilidad y el impacto de la investigación producida en nuestro contexto. Así mismo, debe permitir, en el mediano plazo, entender nuestras propias dinámicas, en la perspectiva de ofrecer reconocimiento y de fortalecer las apropiaciones sociales de los desarrollos de conocimiento que generan nuestras comunidades.

Nota: la revista celebra, a los dos años de su creación, las más de 100 mil visitas a su web y espera mejorar los procesos para optimizar la calidad editorial, de contenidos y de acceso a la misma.

Wilson López-López
Editor