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Revista da ABOP
versão impressa ISSN 1414-8889
Rev. ABOP v.3 n.1 Porto Alegre jun. 1999
La orientacion vocacional en la Argentina
Sergio Rascovan; Mercedes Del Compare20
Asociación de Profesionales de la Orientación de la República Argentina - APORA
RESUMEN
La Orientación Vocacional en la República Argentina es una práctica profesional difundida y aceptada socialmente en amplios sectores de la población, en especial en los sectores medios. Sus comienzos se remontan a principios de siglo; desde entonces - como toda práctica social - han variado la especificidad de su campo, los modelos y técnicas de intervención, y la valoración social y política que se le atribuye. El presente artículo reconstruye -parcialmente- los hitos más destacables de que en ese derrotero jugó la Asociación de Profesionales de la Orientación de la República Argentina (APORA). En la actualidad la incidencia de los factores sociales y los condicionamientos culturales nos hacen poner énfasis en el entrecuzamientos de lo macro-contextual y lo subjetivo. La globalización y su paradójico resultado de ampliación de las fronteras versus el aumento del aislamiento económico y cultural para los países marginales; la supremacia del mercado enfrentada a la exclusión y la pobreza estructural, la sociedad del conocimiento versus la impossibilidad de acceder a la educación y la capacitación para ina gran masa de población, la tecnología y la digitalización, el desempleo, las patologías subjetivas y sociales derivadas de la crisis, plantean el desafío de efrecer nuevas y creativas respuestas a las demandas de jóvenes y adultos que búscan “su lugar en le mundo”. Finalmente, planteamos la necessidad de responder a estas nuevas exigencias con creatividad, solidez teórica y apertura transdisciplinaria. Sostenemos, ademas, la importancia de desarrolar un fecundo intercambio con los colegas del Mercosur a quienes nos unen no solamente nuestros comunes orígenes cmom naciones, sino y sobre todo, la acuciante realidad socioeconómica, las urgencias y necesidades de nuestros jóvenes, y nuestro compromiso profesional com el cambio hacia una sociedad más justa y solidaria.
Palabras chave: Orientación Vocacional-República Argentina.
ABSTRACT
Guidance and counseling in Argentina are professional practices valued and accepted by a large quantity of persons, specially by the middle classes. It began as recognized work as early as the beginning of the century, and since then, like any other social endeavours, has changed in many ways, since it has renewed its practices and intervention techniques. This and others factors have improved the social and political recognition of counseling. This article tries to bring out the most important landmarks in the history of Guidance and Vocational Counseling in Argentina, and the relevance of the work achieved by the Argentine Association APORA, for the development of counseling practices in the whole country. Nowadays many social and cultural factors and historical conditionings make it necessary to think over the intercrossing of the social and political factors in the context of counseling but also taking care of personal and subjective factors. Globalization and the opening of national limits and frontiers for commerce and cultural interchange are only one side of the question, because they do not take into account the reality lived in many marginal countries. Because of economic policies , the market has become the most important factor, but it tends to clearly exclude the structurally poor. There is a knowledge society one side and in the other side huge sectors of population that cannot received education and training. The increase in technology and digitalization, the unemployment, and the social and psychological pathology derived from the crisis, make it necessary to find new and creative answers for the needs of adults and young persons, that are searching for a place in the world Lastly, we find that it is our responsibility to give some response to all new demands, with creativity, solid technical knowledge and a a wide transdisciplinary focus. We also want to stress the important of developing a rich interchange with all our Mercosur colleagues, since we are bound not only by origins as nations, but specially by our crude socioeconomic reality, that shows many urgent needs for our young. We stress our professional commitment searching for positive changes towards a more just and solidary society.
Keywords: Vocational guidance in Argentina.
La Orientación Vocacional en la República Argentina es una práctica profesional difundida y aceptada socialmente en amplios sectores de la población, en especial en los sectores medios. Sus comienzos se remontan a principios de siglo; desde entonces - como toda práctica social - han variado la especificidad de su campo, los modelos y técnicas de intervención, y la valoración social y política que se le atribuye.
Nuestro país fue pìonero en América Latina en contar con un Instituto de Orientación Profesional. El 11 de mayo de 1925, por decreto del Poder Ejecutivo Nacional, se crea el Instituto de Psicotecnia y Orientación Profesional con los objetivos de organizar la orientación para los egresados de escuelas primarias y secundarias, de formar personal idóneo para el ejercicio de la práctica y de investigar en el área de la Orientación y la Selección.
En 1949 Argentina fue uno de los primeros países en incluir la entonces denominada Orientación Profesional entre los derechos de la Educación y la Cultura. El artículo 37 de la Constitución Nacional promulgada entonces decía:
“...La O.P. de los jóvenes concebida como un complemento de la acción de instruir y educar, es una función social que el estado ampara y fomenta mediante instituciones que guíen a los jóvenes hacia actividades para las que posean aptitudes y capacidades, con el fin de que la adecuada elección profesional redunde en el beneficio suyo y de la sociedad...”
En la segunda mitad del siglo las instituciones que alentaron los desarrollos de la Orientación se multiplicaron con la creación de carreras de Psicología en varias Universidades estatales y privadas a partir de 1958 (en cuyas currículas se incluyó el estudio de esta disciplina), incrementándose la formación de recursos profesionales competentes. Lo propio ocurrió en la formación de Profesores para las Escuelas Medias, en especial en los profesorados de Psicología y Psicopedagogía. También en la década de los ´50 se crea la Dirección de Psicología y Asistencia Social Escolar de la Provincia de Buenos Aires. Durante estos años, las teorías de los rasgos y factores, la difusión y aplicación de la psicometría y el modelo taylorista de producción influyeron en las prácticas orientadoras.
Sin embargo, dos elementos importantes iban perfilando un particular modo de abordar las problemáticas vocacionales, que diferenció la Orientación Vocacional en la Argentina de los modelos norteamericanos y europeos y que fue posible merced a la permeabilidad para aceptar e incluir distintos modelos de pensamiento y prácticas:
- las contribuciones que desde la Pedagogía realizaron a la orientación renombrados educadores argentinos, acentuando la importancia de la escuela y del aprendizaje en el proceso vocacional (Horas, Tavella, Oñativia entre otros).
- la rápida y fecunda penetración del psicoanálisis en los desarrollos teóricos y metodológicos.
En los años ´60 las reflexiones teóricas y la creación de nuevos recursos y técnicas encuentran terreno fértil para su desarrollo. En 1965 el ámbito académico se hace eco de las preocupaciones de los científicos sociales y la Universidad de Buenos Aires a través de su Departamento de Orientación Vocacional organiza las Primeras Jornadas de Orientación Vocacional. Las Actas de estas Jornadas muestran la riqueza de los nuevos aportes ligados a los factores dinámicos de la subjetividad y a la consideración de los procesos socioculturales. En 1971 Rodolfo Bohoslavsky publica “Orientación vocacional: la estrategia clínica” . Esta obra - que desarrolla las ideas y estrategias de un equipo de orientadores - señaló el inicio de una modalidad de trabajo y una concepción en la que se siguen apoyando gran parte de nuestras prácticas actuales.
Muchas de las reflexiones teóricas de estos años se nutren en el psicoanálisis inglés y en los aportes de psicoanalistas argentinos (Enrique Pichón Riviere, José Bleger, Fernando Ulloa). Se conforma así un cuerpo teórico conocido en Latinoamérica como "Escuela Argentina de Orientación Vocacional".
En referencia a este período Gullco (1998) menciona en un trabajo de su autoría:
Hacia fines de la década del 70 y durante el período siguiente la orientación comienza a verse como un campo cada vez mas amplio que no puede ser abordado sólo desde la psicología o desde la educación. La incidencia de los factores sociales y los condicionamientos culturales nos hacen poner énfasis en cómo se entrecruzan lo macro-contextual y lo subjetivo y en cómo las crisis evolutivas del adolescente interactúan con las crisis de contexto. Se hace evidente que el punto de partida de aquellos consultantes potenciales o reales es muy distinto de acuerdo a su inserción social actual, y que además de la consideración de sus variables subjetivas, es cada vez más importante pensar en la inserción laboral, a medida que avanza el fenómeno de la desocupación. Ya Bohoslavsky afirmaba en su libro “Teoría, técnica e ideología” en 1974 que la elección vocacional está necesariamente sobredeterminada por la familia, la estructura educacional, y los medios masivos de comunicación de tal manera que es posible afirmar que más que elegir, el sujeto es “elegido” por la cultura.
Dice textualmente: “...Es preciso construir modelos que develen la articulación entre el sistema social que constituye a los hombres y los sujetos que los soportan, lo mantienen pero también lo transforman...”.
Es posible leer entre las líneas de este párrafo un planteo esperanzado a pesar de la sobredeterminación que menciona.
En los años ´80 el retorno de la democracia nos estimula a buscar espacios de cooperación e intercambio. En 1984 un grupo de orientadores funda la Asociación de Profesionales de la Orientación Vocacional (APOV) que fue germen de la actual APORA (Asociación de Profesionales de la Orientación de la República Argentina). Nuestra Asociación nuclea a los orientadores de todo el país y entre otros objetivos dedica gran parte de sus esfuerzos a la formación y actualización de los profesionales, a la difusión y estímulo de nuevas prácticas, experiencias e investigaciones y a la creación de canales de comunicación con las autoridades responsables de las políticas públicas en el área. Desde sus inicios, APORA forma parte de la AIOEP-AIOSP (Asociación Internacional de Orientación Educativa y Profesional) y varios de sus miembros integraron en distintos períodos su Comité Ejecutivo.
APORA ha sido en estos años la institución referente de la orientación en la Argentina, por su compromiso y continuidad en las acciones. Así, ha convocado a orientadores argentinos y extranjeros, realizando - con distintas organizaciones, universidades u otras asociaciones - seminarios nacionales e internacionales, jornadas y cursos de actualización y perfeccionamiento.
En este recorrido cabe destacar la iniciativa que, en 1988, presentaron al Congreso de la Nación la Lic.Raquel M. de Faletty (1993) y la Dra. Angela López Bonelli, para la creación de un Sistema Nacional de Orientación. Este proyecto no fue considerado de interés nacional entre los legisladores y su destino fue similar al de otros: la indiferencia de los funcionarios.
Durante los años 1991 y 1992 se intentó incluir dentro del Ministerio de Educación un Equipo Técnico de Orientación para la elaboración de programas en el area destinados a escuelas de nivel medio de todo el país. Un grupo de asesores denominado Grupo de Consulta Técnica integrado por especialistas con distintos enfoques asesoraba al equipo técnico. Lamentablemente el trabajo de los especialistas no contó con el apoyo político necesario y el intento fracasó.
Los años ´90 trajeron a los orientadores argentinos la necesidad de ampliar la mirada hacia los procesos sociales, políticos, económicos y culturales que se instauraban en el "nuevo orden" neomoderno. La globalización y su paradójico resultado de ampliación de las fronteras versus el aumento del aislamiento económico y cultural para los países marginales; la supremacía del mercado enfrentada a la exclusión y la pobreza estructural, la sociedad del conocimiento versus la imposibilidad de acceder a la educación y la capacitación para una gran masa de población, la tecnología y la digitalización, el desempleo, las patologías subjetivas y sociales derivadas de la crisis y la exclusión, plantean el desafío de ofrecer nuevas y creativas respuestas a las demandas de jóvenes y adultos que buscan "su lugar en el mundo".
En los últimos años hubieron intentos individuales y de APORA - como entidad representativa de los orientadores argentinos - para incluir en la agenda oficial la problemática en torno de las políticas públicas en Orientación. Las exigencias sociales así lo requieren. No es casual el desarrollo de los servicios de orientación vocacional que se ha incrementado notablemente en universidades, escuelas, centros asistenciales y comunitarios. Sin embargo -y a pesar de la gravedad de los problemas ocupacionales- no volvió a existir una instancia de coordinación y de desarrollo de políticas públicas en orientación como ocurrió en sus orígenes.
Orientación y Ley Federal de Educación
Un párrafo aparte merece la nueva Ley Federal de Educación Nº 24195 que se está implementando en Argentina, de manera irregular, en medio de una intensa disputa política. Promulgada en abril de 1993 como un intento de Transformación Educativa, ha cambiado la forma de organización del Sistema Educativo. Se creó un nivel de enseñanza de tres años para adolescentes denominado “Polimodal”, al que se accede luego del recorrido obligatorio por la Educación General Básica cuya duración es de diez años, dividida en tres ciclos.
No cabe dudas que la educación necesitaba ser transformada. La nueva ley supuestamente respondía a esa necesidad. Pero una ley no puede resolver lo que las políticas de los gobernantes no hacen.
Si bien reconoce en el capítulo I, del Título VIII: entre los derechos de los educandos el de “recibir orientación vocacional, académica y profesional-ocupacional que posibilite su inserción en el mundo laboral o la prosecución de sus estudios”, no define claramente cómo ni quiénes llevarán a cabo esta tarea.
Los orientadores vocacionales de Argentina, a pesar de no tener un lugar “legalmente” definido en el sistema educativo, hicimos, hacemos y seguiremos haciendo gran cantidad de intervenciones que creemos eficaces. Desde nuestro rol nos planteamos la posibilidad de operar sobre docentes y alumnos para reflexionar desde la educación sobre el mundo del trabajo, y para tender puentes entre los distintos niveles educativos.
Como decíamos anteriormente, la Ley no ha sido implementada por igual en las distintas provincias. Las urgencias para el cambio son en más de una ocasión de carácter político y se asocian con recortes al presupuesto que no pueden sostener dicha urgencia. Incorporar la temática de la orientación en la capacitación a docentes ha sido una tarea ardua y no siempre lograda. Sin embargo la necesidad de que los jóvenes “afinen” su capacidad de elegir al terminar el Tercer Ciclo de EGB (alrededor de los 14 ó 15 años) abre una nueva actividad al campo de la orientación, aunque la oferta Polimodal -que da por terminado el nivel secundario- todavía esté algo desdibujada, o extremadamente limitada por las recursos edilicios y humanos en distintas regiones del país.
La Formación de Orientadores
La gran mayoría de los orientadores argentinos son graduados de las carreras de Psicología, Psicopedagogía y Ciencias de la Educación, que contemplan entre sus incumbencias profesionales la práctica de la orientación vocacional. Sin embargo, en los últimos años, algunos profesionales provenientes de otras ciencias sociales -por ejemplo Trabajo Social, Relaciones Humanas, o Relaciones Laborales- están desarrollando tareas relacionadas a nuestras prácticas.
En términos generales, la formación como orientador vocacional se completa fuera de la carrera de grado, ya que en la currícula de las carreras mencionadas la orientación vocacional aparece como una materia de especialidad, muchas veces optativa, en los últimos años de formación. Así es que algunas Universidades han implementado cursos de postgrado en orientación vocacional, ocupacional y educativa, a la que asisten graduados universitarios y profesores de escuelas medias que deseen formarse y/o actualizarse en el área. Otros profesionales completan su formación a través de grupos de estudio con expertos y de supervisiones clínicas de su tarea.
En este sentido APORA ha desarrollado una incesante tarea de formación y actualización de profesionales, a través de cursos, seminarios y supervisiones. Al ser el nuestro un campo de intervención transdisciplinario, se hace indispensable delinear con claridad los límites de los distintos roles y funciones de los profesionales que intervienen en el proceso y enriquecerse con los aportes de todos ellos. En 1998 APORA elaboró un Código de Etica que funcionará como regulador y ordenador de la tarea del orientador, contemplando la variedad de recursos profesionales, enfoques y prácticas.
En los últimos años, se ha incrementado también el intercambio con orientadores de otros países latinoamericanos, norteamericanos y europeos. Prueba de ello es la presencia de colegas en los seminarios realizados por ABOP y APORA, y las propuestas de intercambio de experiencias y enfoques de orientación en el Mercosur que se concretarán el próximo mes de setiembre en Florianópolis. Es importante mencionar también la invitación realizada a orientadores argentinos para participar en el Simposio Internacional sobre Desarrollo de Carrera y Políticas Públicas, celebrado en Canadá el pasado mes de mayo. El simposio fue convocado por la Fundación Canadiense para el Desarrollo de Carrera, organización que cuenta con el apoyo oficial del Gobierno de Canadá. Argentina fue invitada junto a otros 12 países (el único latinoamericano) para discutir criterios de implementación de políticas públicas en orientación.
Hacia el futuro...
Hemos intentado trazar un panorama de la situación de la orientación vocacional en la Argentina, del modo más realista posible.
El comienzo del nuevo milenio nos plantea atrayentes desafíos a los que deberemos responder con creatividad, solidez teórica y apertura transdisciplinaria. Es imprescindible, además, que desarrollemos un fecundo intercambio con los colegas del Mercosur a quienes nos unen no solamente nuestros comunes orígenes como naciones, sino y sobre todo, la acuciante realidad socioeconómica, las urgencias y necesidades de nuestros jóvenes, y nuestro compromiso profesional con el cambio hacia una sociedad más justa y solidaria.
Bibliografia:
GULLCO, ADRIANA. Historia y actualidad de los principales enfoques en orientación vocacional. In: Orientación Vocacional. Aportes para la formación de orientadores. Rascovan (comp.) et al. Cap.I. Ed. Novedades Educativas. Buenos Aires, 1998. [ Links ]
MIGONE DE FALETTY, Raquel. Orientación Vocacional. Enfoque integrado de la orientación vocacional, educacional y ocupacional. Cap. 2. Ed. Bonum. Buenos Aires, 1993. [ Links ]
20 Psicólogos especialistas en Orientación Vocacional. Presidente y Vicepresidenta de la Asociación de Profesionales de la Orientación de la República Argentina APORA. E-mail: rascovan@cvtci.com.ar e datavoc@netizen.com.ar.