Resumo

ANDRADE, Celana Cardoso. Carta a una joven terapeuta. Rev. abordagem gestalt. [online]. 2010, vol.16, n.2, pp.222-225. ISSN 1809-6867.

El inicio de la práctica clínica en la psicología es vivido por la joven terapeuta como un gran desafío. Envuelve sentimientos de esperanza, de miedo, de incertidumbre, entre otros. Esos sentimientos vienen de la difícil tarea de no saltar etapas en ese proceso, de tener paciencia para obtener información teórica, metodológica y personal, y aún ir más allá de la teoría estudiada, en un espacio en que las respuestas no son tan obvias. Convertirse terapeuta es un camino solitario, en que es necesario también, buscar respuestas en si misma, tanto en los cuestionamientos que surgen en su vida personal como en los relativos a la profesión. La persona que escoge ser terapeuta necesita entender que terapia es una expresión que significa cuidado, tratamiento y cura. Cuidar implica consideración, interés, atención, solicitud, celo, preocupación, actitudes comunes en las terapeutas iniciantes en su relación con los clientes, pero raras cuando se refieren a ellas mismas. Por tanto la joven terapeuta necesita estar disponible para los encuentros, el contacto, condición que se hace imprescindible en la relación terapéutica y, al mismo tiempo, ella debe cuidar de si misma. El objetivo de esta carta es, de alguna forma, mostrar, que la persona necesita comenzar a realizar atendimientos, aunque no se sienta totalmente lista para tal tarea. El deseo y la disposición para atender, además de toda la teoría estudiada, con seguridad, la capacitará para iniciar esa actividad.

Palavras-chave : Terapia; Inicio profesional; Soporte teórico; Soporte emocional.

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