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Metaphora

versão impressa ISSN 2072-0696

Metaphora (Guatem.)  n.3 Guatemala nov. 2004

 

LA LETRA (Columna mensual del GEPG en "El Periódico")

 

Freud Dinosaurio

 

 

Carlos Seijas

Grupo de Estudios Psicoanalíticos de Guatemala

 

 

Dentro del caldo de la incipiente selva jurásica de la ciencia moderna, muchos pensadores han intentado explicar la naturaleza humana, pero ninguno ha logrado tanta claridad y tesón, con sus insólitas ideas, que el vienes Sigmund Freud. Más nombrado que leído, más criticado que entendido, el Médico Neurólogo, Doctor en Medicina y en Leyes, el connotado creador del psicoanálisis, es a la fecha una de las herencias de una época que marcó, si duda alguna, la historia de occidente; me refiero, claro está, a la época victoriana. Fruto de nuestra desnutrición intelectual y los terribles niveles de subdesarrollo mental, que creo han afectado nuestra capacidad de permitirnos mantener una memoria no digamos a largo plazo, a mediano plazo del entorno social e histórico, la "era" global, nos ha dejado desmemoriados. Lo interesante de esta miseria cultural, es que parece ser contagiosa, dado que nuestros vecinos del norte no tienen raíces en sus tierras, pues arrasaron con cuanta cultura precolombina encontraron. Para ellos fue más fácil olvidar y tomar lo de ahora como lo novedoso, que escarbar en su Valle de la Muerte y fascinarse con los fósiles de antaño. A qué vienen estas afirmaciones, se preguntarán. Permítanme situarles en el contexto. Hace unos meses, asistí al IV Congreso Nacional de Filosofía organizado por la Asociación Nacional de Filosofía donde expuse un trabajo que titulé "El lugar de la ética en el mal-estar en la cultura". Me encontré con un público en su mayoría joven, pues resulta que a una docente le llamó la atención el nombre de mi conferencia y solicitó a sus estudiantes que asistieran. Eso estuvo muy bien, por mi parte, pues tener una aula con más de 60 personas dispuestas a escuchar hablar de estos temas, me parecía un sueño, sí, de esos que analizaba Freud. La exposición transcurrió muy juiciosa, procedí a dar lectura a mi artículo, costumbre que llevo muy enraizada, pues al hablar sin un papel en la mano puedo perder la estructura de mis ideas y podría terminar hablando de los pequeños seres mágicos que habitan en el bosque. Luego de finalizada mi lectura, dejé el espacio para preguntas y... silencio. Pasado un rato, un filósofo, el Dr. Morís Polanco, me hizo un par de pertinentes y agudas preguntas que elaboré como respuesta, y luego de esto, nuevamente silencio. Agradecí a la concurrencia y terminé mi exposición. Nada del otro mundo como ven. Pero, resulta que había un infiltrado en la conferencia, mi buen amigo Manuel Velásquez, quien una vez finalizada la conferencia me hizo partícipe de los comentarios que escuchó tras bambalinas. Me contó que una señora entró tarde a la conferencia y se sentó delante de él, por lo que escuchó que ésta le preguntó a otra dama a su lado: "Y bien, ¿qué tal está?", a lo que su compañera respondió: "Nada que ver usted, aburridísimo, puro Freud: otro dinosaurio." Estas palabras me evocaron el cuento de Augusto Monterroso, pero a la inversa, pues si "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí", el Dr. Freud podría estar muy orgulloso, porque a pesar del inminente predomino del paradigma positivista reduccionista y el triunfo de las psicoterapias (que apuntan al aquí y ahora), en ciertas partes del orbe, el psicoanálisis, retoño del médico vienes, sigue cautivando a millones de personas, y acá en la tierra del oscurantismo, son muchos los que se encuentran ajenos al candente debate que se lleva a cabo ahora mismo en Francia, sobre el destino de las psis, como llama Jacques-Alain Miller a la causa que blande en nombre del psicoanálisis, la psicología y las psicoterapias, frente al modelo médico-psiquiátrico. Así mismo, La Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP) y la Asociación Internacional de Psicoanálisis (IPA), la primera fruto del trabajo del francés Jacques Lacan y la segunda creación directa de Freud, mantienen día a día un enriquecedor debate que nutre la historia de esta corriente de pensamiento, que busca, cada vez más actual que nunca, cada vez más puntual que nunca, escudriñar y desenmascarar nuestra vida inconsciente, pues como diría Lactancio: "Efficiunt Daemones, ut quae non sunt, sic tamen quassi sint, conspicienda hominibus exhibeant33. Es el destino mismo de la terrible Lex Freudiana. Freud ¿Dinosaurio?

 

 

33 Los demonios hacen que lo que no es, se presente, sin embargo, a los ojos de los hombres como si existiera.

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