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Interamerican Journal of Psychology
versão impressa ISSN 0034-9690
Interam. j. psychol. v.40 n.2 Porto Alegre ago. 2006
ARTÍCULOS
Análisis comparativo de confiabilidad y validez de dos escalas de anomia
Reliability and validity comparative analysis of two anomies scales
José Miguel Rodríguez García1, 2
Universidad de Costa Rica, San José, Costa Rica
RESUMEN
Se realizó un estudio psicométrico comparativo de la escala de la Anomie de Srole y de la escala de Anomy de McClosky y Schaar con el cual se evaluó la confiabilidad y validez de las escalas. La confiabilidad de las escalas fue explorada por medio del método de formas paralelas y la consistencia interna. La validez se valoró por medio de un método de validez de contenido, validez de criterio y de constructo. De los resultados se desprende que la escala de McClosky y Schaar muestra un mejor comportamiento a través de la muestra que la escala de Srole, aunque esta puede ser empleada siguiendo una serie de recomendaciones.
Palavras clave: Anomia, Psicometría, Escalas.
ABSTRACT
A comparative psychometric study of validity and reliability was made for the Anomies Srole scale and Anomys McClosky and Schaar scale. The reliability of the scales was carrying out by parallel forms and internal consistence methods. For validity was made a content validity, criterion validity and construct validity analysis. The results show that McClosky and Schaars scale had a best performance than Sroles scale in the sample. In spite of this Sroles scale can be used following a set of recommendations.
Keywords: Anomie, Psychometrics, Scaling (testing).
Anomia: un Concepto Clásico en Ciencias Sociales
Anomia es asociada de manera muy general con condiciones de desintegración o desorganización social. Como término proviene del griego Üvoìíá que significa ausencia de ley, orden o estructura. Los desarrollos teóricos más relevantes en este campo se ubican en la teoría sociológica, especialmente en Durkheim y Merton teniendo luego repercusiones en diversos autores, entre ellos Parsons (vease Parsons, 1951).
El concepto de anomia fue introducido originalmente en la sociología por Durkheim en su tesis doctoral la división social del trabajo (Durkheim, 1928a) y lo desarrolla ampliamente en el estudio del suicidio (Durkheim, 1928b) donde explica las tasas de suicidio por medio de la anomia la cual a su vez es consecuencia de cambios en las normativas sociales producto de cambio en las formas de producción y organización de la sociedad. Para Durkheim (1928b) anomia describe una condición de pérdida de regulación en la sociedad. En este sentido las fuentes tradicionales de regulación en la sociedad (gobierno, religión, industria, etc.) muestran fallas en el ordenamiento de la conducta social.
Este estado de desorden en la sociedad es el resultado de periodos de transición, por ejemplo en el ámbito político o económico, los cuales generan procesos de descomposición social y tienen incidencia en la conducta individual. Estas consecuencias en la conducta son las que explicarían conductas tales como aumento en los divorcios, aumento en los suicidios o conductas de criminalidad (Durkheim, 1928a, 1928b). De manera sintética, el concepto de Durkheim de anomia refiere a la ineficacia del poder regulativo de la sociedad debido a procesos de transición social y a la falta de reglas sociales que limiten las necesidades el ser humano.
La otra gran aproximación sociológica al concepto de anomia proviene del trabajo de Merton (1965) quien relaciona el concepto de anomia con el estudio sociológico de la conducta desviada sosteniendo la tesis de que la estructura social genera presiones a ciertos individuos para comportarse de una manera atípica. Él distingue dos elementos importantes en la estructura social y la cultural. Una de ellos son las metas definidas culturalmente y por otro lado los significados institucionales determinados hacia esas metas. Las metas culturales y los significados institucionalizados no siempre operan en conjunto El concepto de anomia de Merton refiere a la desmoralización y la desinstitucionalización de los significados, que es resultado de la disociación entre las metas culturales y las normas institucionales. Un ejemplo de esto es presentado por Merton en su análisis de la cultura estadounidense, donde el éxito monetario es una meta cultural que ocurre sin correlato de sentidos institucionalizados. Las personas en esta situación tienden a exhibir modos de conducta diferentes según se acoplen a esta situación, o la rechacen de diversas maneras. Tales modos de conducta son desarrollados de acuerdo al estrato social al que las personas pertenezcan.
En síntesis se puede señalar que para Durkheim (1928a, 1928b) la anomia es una condición endémica de las sociedades modernas y es especialmente activa en el sector económico donde los valores morales y la ética están determinados en gran medida por los lineamientos del enriquecimiento capitalista. Esta condición da a las personas la sensación de un vacío. Esto genera la percepción de pérdida de valores, la vida misma es vista sin sentido y el resultado para muchos es la anomia y la autodestrucción. Por su parte Merton (1965) ve la anomia como el resultado de la ruptura con la estructura cultural, especialmente en las diferencias entre las normas y metas culturalmente estructuradas y las capacidades de los miembros o de los grupos que actúan conforme a ellas. Sin embargo el análisis es similar. El resultado de esto es la conducta desviada y la anomia. Para ambos autores la lógica es la misma: condiciones sociales causan estados psicológicos y estos a su vez causan las conductas desviadas. Los contendidos de las categorías son diferentes pero la idea es básicamente la misma.
Finalmente es importante notar que la afirmación de que anomia es un concepto clásico en ciencias sociales no es lo mismo que decir que es un concepto fuera de uso o irrelevante en la actualidad. Cuando se hace una revisión de los acontecimientos sociales y políticos de las últimas décadas en países como Costa Rica resulta evidente que la anomia puede ser un factor que interviene en la vida social y que en consecuencia su estudio es una vía de explicación. Los casos de corrupción política a los más altos niveles del poder ejecutivo de las pasadas administraciones en Costa Rica constituye uno de los ejemplos de condiciones políticas que afectan la confianza en el sistema político, generando sensaciones de descontento, desorganización y sentimientos de traición por parte de los líderes y partidos tradicionales costarricenses (Kimer, 2005). Como explica Seligson (2002a) basado en datos empíricos para Latinoamérica, la corrupción erosiona la legitimación del sistema político y decrece la confianza interpersonal afectando negativamente las relaciones al interior de la sociedad civil. Por lo tanto la corrupción tiene un alto costo político pero también social. Lo anterior se muestra de una manera independiente de aspectos socioeconómicos, sociodemográficos y la identificación partidaria. Para el caso específico de Costa Rica, en su estudio sobre abstencionismo, Seligson (2002b) plantea que el notable aumento del abstencionismo en Costa Rica refleja una crisis en la legitimidad del sistema que previsiblemente está ocasionada por factores tales como la incapacidad de una respuesta efectiva del sistema judicial, los cambios demográficos en la población en los últimos años, los problemas de legitimidad en la representación en el sistema legislativo, el pobre desempeño de los líderes políticos y representantes del poder ejecutivo, y finalmente el cambio paulatino del modelo económico hacia políticas neoliberales que ha generado un amplio descontento en la mayoría de los sectores de la sociedad civil. Estas posibles explicaciones remiten sin lugar a dudas a la creación de un clima de desintegración social y en consecuencia anomia.
Las referencias a la variable anomia no han dejado de ser importantes en psicología social y sociología. Estudios recientes muestran que la anomia continúa siendo una dimensión relevante en la explicación en ciencias sociales, en psicología política (e.g. Blank, 2003), psicología social de las relaciones intergrupales (e.g. Hughes & Thomas, 1998; Konig, Scheepers, & Felling, 2001), psicología social y sociología de la salud (e.g. Peltzer & Malaka, 2001; Thorlindsson & Bjarnason, 1998), estudios de criminalidad (e.g. Messner & Rosenfeld, 1997) o estudios de juventud (CELADE, 2000) ente otros, ejemplos todos ellos que marcan la actualidad del concepto en las ciencias sociales.
Las Escalas de Anomia de McClosky y Shaar y de Srole
Si bien el trabajo sobre anomia ha sido principalmente desde el punto de vista sociológico y centrado en el estudio de los extremos de la cadena Condiciones Sociales-Individuo- Consecuencias Individuales. Sin embargo al menos dos aproximaciones han buscado describir la anomia por medio de mediciones centradas en el componente medio de la cadena, es decir enfocándose en los aspectos psicológicos de la anomia. Tales aproximaciones se describen a continuación.
A pesar de que Srole está conciente de que el concepto de anomia propuesto por Durkheim y Merton refiere a un estado de la sociedad, Srole la trabaja como un estado mental de acuerdo a interpretaciones posteriores del concepto de anomia por autores como Laswell (1952) y MacIver (1950) quienes impulsan la concepción de anomia como la ruptura del sentido de pertenencia entre los individuos y la sociedad, y débil identificación entre el sí mismo y los otros (Deflem, 1989).
La escala de Srole (1956) fue pensada para referirse a un estado mental expresada por individuos que de acuerdo a Srole viven bajo condiciones descritas por Durkheim como anomia. En su estudio Srole desarrolla una escala para medir los grados de anomia en los individuos, la cual es entendida por este autor como la visión molecular de los individuos de que ellos están integrados en los campos de interacción de sus relaciones interpersonales y grupos de referencia. En este sentido Srole se refiere principalmente a inadecuada integración social y alineación interpersonal como términos equivalentes que se refieren a las condiciones individuales de distancia de los demás alineación del yo hacia los otros, condiciones que son dependientes de tanto procesos sociológicos como psicológicos (Deflem, 1989).
La escala de Srole originalmente consistía en cinco distintas dimensiones de anomia, cada una medida por un ítem y con opciones de respuesta de acuerdo y desacuerdo. Tales dimensiones son: a) la percepción de que los líderes de la comunidad actúan de manera indiferente o contraria a las necesidades de los individuos; b) la percepción individual de que el orden social es impredecible o caótico; c) la visión individual de que él y la gente como él están retrocediendo de las metas previamente alcanzadas; d) el sentido individual de pérdida de sentido de la vida y de si mismo y; e) la percepción individual de que el marco de relaciones personales no constituye un apoyo. Una versión más extensa de la escala está compuesta por nueve ítems.
La revisión de las aplicaciones empíricas de la escala de Srole realizada por Robinson, Shaver y Wrihtsman (1991) demuestran que por medio de un análisis de factores se probó la unidimensionalidad. Así mismo reporta un coeficiente de reproductividad de .90 y un coeficiente de estabilidad de .65. El promedio de las interrelaciones entre ítems fue de .30. Por su parte los análisis de validez a la misma han sido de dos tipos: de validez convergente y validez divergente. Tales resultados mostraron que la escala está relacionada con actitudes negativas hacia grupos minoritarios cuando la variable autoritarismo está controlada. Además ésta escala se presenta inversamente correlacionada con estatus socioeconómico, estatus ocupacional, ingreso y nivel educativo; resultados que se muestran acorde con la teoría.
La escala de anomia de McClosky y Shaar (1965a) fue desarrollada con el objetivo de estudiar las dimensiones psicológicas de la anomia. La investigación de estos autores parte del principio de que anomia es una variable que es afectada por aspectos psicológicos y que por lo tanto debe ser estudiada tomando en cuenta estos aspectos. Lo anterior sin negar que existan diversos componentes de carácter sociológico que conforman una muy relevante parte del problema. Ellos conceptúan anomia como un estado mental, una cadena de actitudes creencias y sentimientos de que el mundo y uno mismo están a la deriva, extraviados, y escasos de reglas claras y amarras. Implica un sentimiento de desmoralización y ambigüedad en las reglas que gobiernan la conducta. Esta escala está compuesta por 9 ítems que se responden originalmente con acuerdo o en desacuerdo, donde altos puntajes en la escala implican altos puntajes de anomia en los individuos. La publicación de esta escala, junto a una revisión conceptual de las aplicaciones de anomia conllevó una discusión de la misma en la que además de los autores (McClosky & Schaar, 1965b) participaron Srole (1965) y Nettler (1965). La discusión versó principalmente acerca de la adecuación de los análisis estadísticos de los proponentes de la escala de Anomy.
De acuerdo a la revisión de Robinson et al. (1991) para la escala de McClosky y Shaar se ha reportado una consistencia interna de .71 empleando el alfa de Cronbach para una versión de cinco ítems y se han reportado coeficientes de reproductividad de .83 y .80 en dos muestras nacionales en Estados Unidos. En términos de validez solamente se ha reportado validez convergente con medidas como alineación (correlación positiva), pesimismo (correlación positiva), cinismo político (correlación positiva), impotencia política (correlación positiva) y satisfacción con la vida (correlación negativa).
Estudios de Anomia en Costa Rica
A pesar de que anomia es un concepto de considerable importancia son pocos los estudios en las ciencias sociales costarricenses que lo han trabajado. Específicamente se pueden señalar dos investigaciones al respecto. El estudio de Hernández, Brenes y Adis (1972) se centró en los efectos de anomia en aspectos de la planificación familiar. En tal investigación se utilizó la escala de anomia de Srole-Sheppard que es una modificación de la escala de anomia de Srole y que cuenta con ocho preguntas. La aplicación del instrumento se llevó a cabo con 758 personas, todas ellas entrevistadas en sus unidades familiares. La interpretación de anomia se realizó en términos de optimismo y pesimismo de las personas. En este sentido personas con un alto puntaje de anomia fueron interpretadas como pesimistas mientras que las personas con un bajo puntaje de anomia fueron entendidas como optimistas, y se consideró una variable que afectaba la decisión de procrear. Como resultado de esta investigación se encontró que a más puntaje en anomia menor deseo de tener hijos se presentaba en las parejas estudiadas.
Posteriormente el trabajo de Azofeifa, Cascante, Cortés y Raven (1980) también centrado en aspectos de la familia costarricense relacionó la variable nivel socioeconómico de las familias con niveles de anomia. Se encontró que a mayor nivel socioeconómico se percibía menor anomia. La variable anomia se operacionalizó por medio de una frase configurativa que contiene un conjunto de indicadores como extensión familiar nuclear, indiferencia personal, minusvalía, nihilismo, expectativas de mejoramiento, aspectos ético-morales, etc.
Lamentablemente en ninguna de las dos investigaciones antes referidas se reportan datos psicométricos que permitan dar una idea de la pertinencia de tales mediciones en el contexto costarricense. Otra limitación es que tales aplicaciones se realizaron hace más de dos décadas por lo que resulta relevante contar en la actualidad con instrumentos adecuados para el estudio de esta variable.
El objetivo de este estudio es realizar un análisis de confiabilidad y validez de dos escalas para medir anomia desde un punto de vista individual, específicamente las escalas de anomia desarrolladas por McClosky y Schaar, y por Srole, anteriormente referidas esto con el fin de proveer información sobre las propiedades psicométricas de instrumentos relevantes para futuras investigaciones en el campo de la psicología.
Método
Participantes
Las escalas fueron aplicadas a estudiantes de colegio y sus padres, grupos que son denominados a lo largo del texto como generación 1 (padres) y generación 2 (hijos). Las características de los participantes se describen a continuación. Las características sociodemográficas de los participantes fueron las siguientes: Para la Anomie Scale3 respondieron un total de 187 personas de las cuales el 32.6% fueron del cantón central de San José/Costa Rica, 19.8% de Curridabat/Costa Rica, 18.7% de Santa Ana/Costa Rica, 18.2% de Montes de Oca/Costa Rica y de la provincia de Guanacaste/Costa Rica 10.7% del distrito de Liberia/Costa Rica. Respecto a la generación de los respondientes 27.8% fueron de la generación 1 y el 72.2% de la generación 2. La adscripción religiosa de los 185 respondientes que respondieron a esta pregunta fue principalmente católica para un 62.7%, seguidos de cristianos evangélicos con un 22.7% y los demás se agruparon en testigo de Jehová, Mormón, sin religión o ateo y otra. En cuanto al grupo étnico de pertenencia de 186 respondientes el 99.5% fueron Blancos o Mestizos y el porcentaje restante fue de Indígenas. En cuanto al género de los participantes de los 187 participantes el 44.1% fue masculino.
Respecto a la nacionalidad de los participantes, de 184 respondientes 93.5% fueron costarricenses. El nivel socioeconómico de los participantes fue en su mayoría de clases bajas 71.7% y el resto de clase media-alta. De los diez niveles de ingreso económico el 6.4% estuvo en el nivel 1, el 9.6% en el nivel 2, 2.1% nivel 3, ningún participante se ubicó en el nivel 4, 23% nivel 5, 10.7% nivel 6, 8.6% nivel 7, 17.1% nivel 8, 21.4% nivel 9 y 1.1% en el nivel 10. La distribución del nivel educativo de la muestra fue para los 134 respondientes de la generación 1 de un 46.3% estudiantes de noveno año, 36.6% de décimo año y 17.2% de undécimo año. Los niveles educativos reportados por la generación 2 fueron escuela primaria incompleta 5.9%, primaria completa 15.7%, colegio incompleto 25.5%, colegio completo 19.6%, educación técnica 5.9%, universidad incompleta 13.7% y 13.7% de universidad completa para un total de 51 respondientes. Finalmente las edades de los participantes tuvieron para la generación 1 un promedio de 41.8 y una SD de 7.41, y en el caso de la generación 2 un promedio de 16.2 y una SD de 1.04.
Por su parte para la Anomy Scale las características de los participantes fueron prácticamente las mismas. Respondieron un total de 181 personas de las cuales el 32% fueron del cantón central de San José, 19.3% de Curridabat, 19.9% de Santa Ana, 18.2% de Montes de Oca y de la provincia de Guanacaste 10.5% del distrito de Liberia. Respecto a la generación de los respondientes 28.2% fueron de la generación 1 y el 71.8% de la generación 2. La adscripción religiosa de los 180 personas que respondieron a esta pregunta fue principalmente católica para un 63.9%, seguidos de cristianos evangélicos con un 21.7% y los demás se agruparon en testigo de Jehová, Mormón, sin religión o ateo y otra. En cuanto al grupo étnico de pertenencia de 180 respondientes el 99.4% fueron Blancos o Mestizos y el porcentaje restante fue de Indígenas. En cuanto al género de los participantes de los 181 participantes el 47% fue masculino. Respecto a la nacionalidad de los participantes, de 177 respondientes 93.8% fueron de nacionalidad costarricenses y el 92.1% fueron además nacidos en Costa Rica. El nivel socioeconómico de los participantes fue en su mayoría de clases bajas 72.4% y el resto de clase media-alta. De los diez niveles de ingreso económico el 6.6% estuvo en el nivel 1, el 9.4% en el nivel 2, 2.2% nivel 3, ninguno se ubicó en el nivel 4, 23.8% nivel 5, 9.9% nivel 6, 9.4% nivel 7, 18.2% nivel 8, 19.3% nivel 9 y 1.1% en el nivel 10. La distribución del nivel educativo de la muestra fue para los 129 respondientes de la generación 1 de un 45% estudiantes de noveno año, 38% de décimo año y 17.1% de undécimo año. Los niveles educativos reportados por la generación 2 fueron escuela primaria incompleta 6%, primaria completa 18%, colegio incompleto 24%, colegio completo 20%, educación técnica 4%, universidad incompleta 14% y 14% de universidad completa para un total de 51 respondientes. Finalmente las edades de los participantes tuvieron para la generación 1 un promedio de 41.8 y una SD de 7.4, y en el caso de la generación 2 un promedio de 16.2 y una SD de 1.04.
Instrumentos
Se emplearon las escalas de anomia de Srole y de McClosky y Shaar en sus versiones de nueve ítems cada una. Si bien ambas escalas en su versión original se aplicaron con dos opciones de respuesta (de acuerdo o desacuerdo) en esta versión se empleó una escala de likert de cuatro puntos que van de Muy de acuerdo hasta Desacuerdo (ver apéndices). Ambas escalas fueron traducidas del inglés al español y esta traducción posteriormente fue revisada por dos jueces hasta lograr un acuerdo. Sin embargo el objetivo de la traducción no fue buscar una referencia literal sino lograr una traducción ajustada al contexto del estudio. Tanto el traductor como los jueces son hablantes nativos de idioma español y son costarricenses.
Procedimientos
Las escalas de anomia fueron aplicadas en conjunto con un amplio grupo de escalas psicológicas para las variables prejuicio, aculturación, contacto, amenaza, conservadurismo, identidad nacional, nacionalismo, patriotismo, religión, fundamentalismo religioso y diversos sociodemográficos como edad, nivel educativo, estrato socioeconómico, grupo étnico, nacionalidad y país de nacimiento. Las escalas de anomia fueron ubicadas al final de este grupo de instrumentos y se alternó aleatoriamente en los cuestionarios el orden de presentación de la escala de Srole y la de McClosky y Shaar.
La aplicación se llevó a cabo en colegios públicos diurnos y académicos del área urbana de San José/Costa Rica y de Liberia/Costa Rica en secciones de noveno, décimo y undécimo año. La selección de los colegios así como las secciones se realizó también de forma aleatoria y el instrumento se aplicó a grupos completos. La participación fue voluntaria y a las personas se les explicó los objetivos del estudio. La aplicación a los estudiantes se realizó en el aula. Para la aplicación de los instrumentos a los padres se les envió el cuestionario por medio de sus hijos con una carta en la que se explicaban los objetivos del estudio, informándoles que su participación era voluntaria y se les proveía de medios para contactar a los investigadores en caso de que desearan realizan alguna consulta o comentario. La recolección de los datos se llevó a cabo por el investigador y cuatro asistentes entrenados para este propósito.
Los procedimientos de análisis estadísticos de los datos son descritos a seguir. Con el fin de medir la confiabilidad de las escalas de anomia se siguieron dos métodos posibles. Se evaluó la confiabilidad de formas alternas o paralelas, y se evaluó la consistencia interna de las escalas (Kazdin, 2001). No se recurrió a criterios de confiabilidad test-retest debido a que únicamente se cuenta con una medición.
La confiabilidad por medio de formas alternas plantea que la confiabilidad de la escala es el producto de la correlación entre dos medidas paralelas de las escalas en los mismos sujetos. Para este fin se van a analizar las correlaciones entre las dos escalas de anomia y se espera que ambas muestren una alta correlación entre sí. Una correlación altamente significativa entre las escalas (p< .01) mostrará una satisfactoria confiabilidad para este método. Para realizar este procedimiento se tomaran los participantes que respondieron tanto a la escala de Anomy como a la de Anomie. Por ello el primer objetivo de este análisis buscará comprobar que las mediciones de las dos escalas de anomia empleadas en este estudio se van a correlacionar de manera significativa y positiva.
La evaluación de la consistencia interna de las escalas es la segunda aproximación por la que se observará la confiabilidad. Los procedimientos de consistencia interna se dirigen a evaluar hasta qué punto los sujetos tienen un rendimiento consistente en diversas partes de la escala (Martínez, 1996) y son métodos de confiabilidad particularmente útiles cuando se trata de una única aplicación de la escala como es este caso. Para este fin se va a calcular el Coeficiente alfa de Cronbach y las correlaciones totales entre ítems. Las correlaciones totales es otra aproximación a la consistencia interna que evalúa la correlación de los ítems con la escala y permite discernir si los ítems son retenidos por la misma. No se aplicaron métodos de consistencia interna de mitades partidas (split-halves) debido a la poca cantidad de ítems de cada escala. Tomando en cuenta estos procedimientos el segundo objetivo de trabajo será mostrar que ambas escalas de anomia muestran un adecuado nivel de consistencia interna medido por el alfa de Cronbach y las correlaciones totales entre ítems.
Las escalas van a ser sometidos a tres aproximaciones de validez. Se va a recurrir a analizar la validez de contenido, validez de criterio y validez de constructo. La validez de contenido refiere al grado en el que los componentes de un test constituye una muestra representativa de los elementos del constructo que pretende evaluar (Martínez, 1996). Los procedimientos de esta forma de análisis de contenido son primordialmente cualitativos e implican el juicio por medio de jueces acerca de cuánto el contenido del instrumento representa el constructo que quiere medir. Tomando en cuenta que las escalas que están siendo analizadas no son nuevas y que por lo tanto en su construcción pasaron ya por este proceso de validez, tal paso va a ser dado por realizado. En su lugar se va a realizar un análisis cuantitativo del contenido de los test en donde lo que se va a analizar es la estructura interna de las escalas. Con el fin de analizar la estructura interna de las escalas se va recurrir a un análisis exploratorio de factores tanto para la escala de Srole como para la escala de McClosky y Schaar. De acuerdo al proceso de construcción de las escalas ambas son unidimensionales y en este sentido un análisis exploratorio de factores permitirá comprobar si en muestras costarricenses se comportan de esta manera, o si por el contrario arrojan más de un factor.
Previo al análisis de factores se aplicarán las pruebas Kaiser-Meyer-Olkin y el test Bartlett de esfericidad como estándares mínimos previos al análisis de factores. Por este procedimiento se tiene como objetivo comprobar que se cuenta con los casos necesarios para que el análisis de factores pueda ser considerado válido.
Adicionalmente se va realizar un análisis de la validez de constructo de las escalas de anomia. Validez de constructo implica que se examinan relaciones lógicas entre variables. Para ello se utilizaron varias escalas para medir dimensiones psicosociales con las que anomia teóricamente mantiene relaciones. Estas dimensiones son: religiosidad y prejuicio. Respecto a la relación entre anomia y religión la hipótesis a probar es que anomia y religiosidad deberán presentar una correlación fuerte y negativa. La baja religiosidad estaría asociada a mayores puntajes en anomia. Esta hipótesis surge de los primeros planteamientos de Durkheim según los cuales la religión juega un rol en la reducción de la anomia, específicamente refiere a que la espiritualidad y la vinculación a creencias y estructuras religiosas es un contrapeso a la percepción de anomia. En pocas palabras la religión tiene una función de integración social y de soporte hipótesis que ha sido examinada en diversas investigaciones han probado esta hipótesis (Hong, 1981; Stack, 1981, 1986). La religiosidad será entendida como la práctica de ser religioso (asistir a servicios religiosos, oración e importancia de la religión) y será medido por medio de la Youth Religious Measure de Lindner y Moore (2002) que mide con escalas de likert frecuencia con que se asiste a los servicios religiosos, frecuencia con la que se reza e importancia de la religión. En pruebas previas de esta escala en muestras costarricenses ha mostrado un alfa de Cronbach de .74 y correlaciones totales entre ítems por encima de .48 (Rodríguez, 2005).
Anomia ha sido considerada una variable que muestra relaciones con prejuicio étnico. Este supuesto parte de la tesis de que la anomia impulsa las actitudes negativas hacia los exogrupos. Para comprobar esta relación se empleé como medida de prejuicio la escala de Blantant and Subtle Prejudice de Pettigrew y Meertens (1995). Esta escala fue diseñada con el fin de evaluar tanto formas abiertas de prejuicio como formas encubiertas. La escala de Blatant Prejudice mostró alfas entre .72 y .76, mientras que la escala de Subtle Prejudice mostró alfas entre .63 y .71 (Rodríguez, 2005). Finalmente es importante observar las correlaciones de ambas escalas de anomia con medidas de educación y nivel socioeconómico, dado que ambas dimensiones deberían correlacionar negativamente las mediciones de anomia. El nivel educativo se midió como el máximo grado de educación para los padres y el nivel de educación secundaria en el grupo más joven de la muestra. Para el nivel socioeconómico se utilizaron dos medidas, una de ellas es el nivel socioeconómico de acuerdo a la profesión del participante o sus progenitores mientras que la otra es el ingreso económico. El ingreso se estableció por medio de las profesiones u ocupaciones de las personas relacionándolos con 10 categorías que sirven para clasificar el ingreso económico y que son usadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC, 2004). Los datos de ingreso por categoría se tomaron de los resultados más recientes disponibles que son los datos para el 2004.
Tomando en cuenta estos aspectos, el objetivo de este procedimiento será comprobar si las mediciones de anomia se correlacionan negativamente con las mediciones de religiosidad y si las mediciones de anomia se correlacionan positivamente con las mediciones de prejuicio. De manera similar se esperará que las mediciones de anomia se correlacionen negativamente con las mediciones de educación y nivel socioeconómico.
Finalmente para establecer la validez de criterio se realizaron contrastaciones con grupos naturales para valorar el rendimiento de las escalas. Específicamente se va a observar el comportamiento de las escalas de anomia según grupos sexuales, grupos con diferentes ingresos económicos, diferencias étnicas, geográficas, institucionales, diferentes niveles de educación y diferencias por grupos generacionales. En este sentido se espera que las mediciones de anomia no muestren diferencias significativas entre hombres y mujeres y que no hayan diferencias significativas entre los grupos generacionales, esto para excluir la posibilidad de que se den altos resultados de anomia en la submuestra adolescente como producto natural de los procesos de conformación de la identidad. Respecto a ingreso se espera que las personas con un mayor ingreso económico muestren diferencias significativas en las mediciones de anomia con respecto de los sujetos que tienen menor ingreso económico así como diferencias en el nivel de educación. La variable género se midió de manera usual preguntando por el sexo de los participantes, mientras que la identificación en el grupo generacional estaban previamente identificadas en el códigos de los cuestionarios. Otras variables menos estudiadas y que sin embargo no deberían mostrar diferencias significativas en anomia son grupo étnico, edad, cantón, colegio, adscripción religiosa. Para todas estas variables se va a esperar que no presenten diferencias significativas en los puntajes de las dos escalas de anomia. Para probar estas tesis se van a emplear pruebas T y ANOVA de un solo factor.
Resultados
Luego de la aplicación del conjunto de instrumentos se obtuvieron los resultados descriptivos que se muestran en la Tabla 1. Con el fin de comprobar si ambas escalas de anomia estaban correlacionadas positivamente, esto en tanto ambas son mediciones de un mismo constructo teórico se procedió a establecer las correlaciones de Pearson entre los resultados de ambos instrumentos. Como se muestra en la Tabla 2 las dos escalas se correlacionan positivamente y la correlación es significativa (p< .01). Esta situación se presenta tanto para la muestra total como para las dos submuestras, la generación 1 que corresponde a los padres de familia y para la generación 2 compuesta por los estudiantes de colegio.
La consistencia interna de las escalas fue evaluada por dos vías, el cálculo de los alfas de Cronbach y de las correlaciones entre ítems y la escala. En la Tabla 3 se observa que la escala de Anomy muestra un buen alfa de Cronbach lo que da a conocer que la escala es adecuadamente consistente. Por su parte las correlaciones totales entre los ítems muestran también un buen resultado pues la correlación más baja es la del ítem Ay08 que es de .38 que se puede considerar un muy buen resultado. Con tales datos resulta evidente que la escala de Anomy muestra una adecuada consistencia interna.
Por su parte la escala de Anomie presenta dos problemas. Por un lado el alfa de Cronbach es más bajo que en el caso de la escala anterior aunque .67 se considera aún suficiente. Por otro lado las correlaciones ítem-total muestran tres ítems que se encuentra por debajo de .30, límite que se suele considerar deseable. Este es el caso de los primeros tres ítems pero especialmente de An01 y An02. Para evaluar cuáles podrían ser las causas de esta situación se calculó los alfas de Cronbach de esta escala en diversos grupos naturales, particularmente género, generación y estatus socioeconómico.
En el caso de los alfas de Cronbach por nivel socioeconómico, la muestra de estratos medios y altos presentó un Alfa de .66 y la muestra de estratos bajos un alfa de .68. En el primer caso se presentaron problemas en las correlaciones de los ítems 1 y 3, mientras que en el segundo los problemas estaban dados en el ítem 2. Esta diferencia podría evidenciar que esta escala puede ser sensible a las diferencias de estrato económico de las muestras, o de otra manera que las respuestas de los sujetos de estratos medios-altos tienden a ser poco consistentes en los ítems 1 y 3 y las de los estratos bajos tienden a ser poco consistentes en el ítem 2. Una explicación tentativa a este fenómeno es que el ítem 1 esta referido a los funcionarios públicos los cuales posiblemente integren la clase media-alta de la muestra. Los resultados por género mostraron similitudes con el caso anterior. Los hombres presentan un alfa de Cronbach de .69 con problemas de consistencia en los ítems 1 y 2, mientras que las mujeres presentan un alfa de .65 con problemas de consistencia en los ítems 1, 2 y 3 aunque menos pronunciados. Los resultados por generación muestran que un alfa de .63 para la generación 1 y .69 para la generación 2. De nuevo los ítems 1, 2 y 3 muestran problemas de consistencia en ambas generaciones.
Una alternativa a esto es la eliminación de ítems de la escala. Eliminando el ítem An01 el alfa sería de .67, eliminando An02 el alfa sería de .68 y sin An03 .66. Además, eliminando An01 y An02 el alfa sería de .69 y eliminando los tres primeros ítems se alcanzaría un alfa de .70. Como se ve, si bien la escala mejora en su consistencia con la eliminación de estos ítems la mejoría no es muy amplia. Un problema que tiene este procedimiento es que aunque la escala mejora, pierde la posibilidad de comparar los resultados de la misma con otras aplicaciones nacionales o internacionales donde se haya empleado la escala en su totalidad. Por esta razón y dado que la mejoría en la consistencia de la escala no es substancial lo recomendable es emplear esta escala de manera completa. Sin embargo, para estar seguro es necesario esperar a un análisis exploratorio de factores, debido a que la baja correlación de estos tres ítems con la escala puede deberse a que los mismos pertenezcan a otro factor.
Con el fin de evaluar la consistencia interna de las escalas se procedió a hacer un análisis exploratorio de las mismas. La medición de adecuación de la muestra de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) y el test Bartlett de esfericidad para ambas escalas resultó satisfactorio. El KMO de Anomie fue de .734 y .787 para Anomy. El test de Bartlett fue también satisfactorio para ambas escalas (Anomie x2=229.3, df= 36, p< .000 y Anomy x2=324.4, df= 36, p< .000).
Con estos elementos se procedió a realizar los correspondientes análisis exploratorios de factores. En ambos casos se empleó el método de extracción de componentes principales el cual consiste en una combinación lineal de todas las variables de modo que el primer componente principal sea una combinación que explique la mayor proporción de la varianza de la muestra.
La escala de Anomy mostró dos componentes principales. El primero de ellos con un valor propio de 3.240 para un 36.004% de la varianza explicada y el segundo con un valor propio de 1.082 para un 12.021% de la varianza explicada. Estos resultados muestran que la estructura de la escala es unidimensional a pesar de que presente dos valores propios, debido a que la mayoría de la varianza (más de un 30%) es explicada principalmente por el primer factor.
En el caso de la escala de Anomie los resultados arrojaron dos componentes principales. El primero con un valor propio de 2.623 para un 29.144% de la varianza explicada y el segundo con un valor propio de 1.325 con 14.720% de la varianza explicada y en conjunto un 43.864% de la varianza total explicada. Los tres primeros ítems de la escala mostraron saturaciones mayores en el segundo componente mientras que los restantes séis se adhirieron al primero de los componentes principales. La solución rotada, por medio de la rotación Varimax confirmó lo anterior. A pesar de que la varianza explicada por el primer factor es suficiente para considerar la escala de Anomie como unidimensional, tales resultados también apoyan la idea antes expuesta en el análisis de confiabilidad. Con ambos resultados, lo recomendable es suponer que la escala Anomie no responde adecuadamente en esta versión de 9 ítems y que al menos en muestras costarricenses lo recomendable es que sea empleada en una versión más corta que incluya solamente del ítem An04 al An09.
Dado los resultados anteriores de las escalas, para confirmar la estructura factorial de la escala de Anomy se procedió a realizar un análisis confirmatorio de factores. Tal análisis fue realizado por medio de AMOS 5.0. En el caso de la escala de Anomy los resultados mostraron un x2 = 33,74; df = 25; p= .11, con lo que se confirma la unidimensionalidad del modelo confirmatorio de factores. Adicionalmente este modelo mostró un RMR = .45, RMSEA = .04, CFI = .96, GFI = .96 y el AGFI = .93. Las cargas factoriales de las variables observadas varían entre .65 y 1.15. Con estos resultados se puede afirmar que el modelo de Anomy se ajusta a los datos y se confirma una estructura la estructura unidimensional.
Con el fin de examinar las relaciones lógicas de las escalas de anomia con otras variables se calcularon las correlaciones de tales escalas con seis escalas de prejuicio hacia tres grupos de inmigrantes en Costa Rica. Tales escalas miden prejuicio manifiesto y prejuicio latente hacia estos grupos. Adicionalmente se correlacionaron los resultados de las escalas de anomia con dos medidas de religiosidad, el nivel educativo de los participantes y dos medidas de nivel socioeconómico. Los resultados se muestran en la Tabla 4.
Como se puede observar en la Tabla 4 se muestran pocas correlaciones significativas y altamente significativas entre las mediciones de anomia y las demás. En el caso de las medidas de prejuicio manifiesto solamente aquellas que son dirigidas hacia colombianos y nicaragüenses muestran correlaciones significativas aunque todas muestran una dirección positiva, como teóricamente era de esperarse. En ningún caso las mediciones de prejuicio latente correlacionaron significativamente con las mediciones de anomia y en el caso de la medida de prejuicio latente hacia Estadounidenses las correlaciones fueron negativas, lo que contradice la teoría de anomia. Una explicación tentativa a este hecho es que en Costa Rica a pesar de que los Estadounidenses constituyen un grupo importante de inmigrantes no se les suele considerar de esta manera y las mediciones de prejuicio se pudieron haber visto afectadas por esta condición. Las correlaciones de las escalas de anomia sigue la dirección esperada por la teoría aunque solamente en el de ingreso económico hubo una correlación significativa con la escala de Anomie. Para las mediciones de educación tres de las cuatro correlaciones mostraron una dirección negativa, lo cual se adecua a la teoría, aunque ninguna de ellas fue una correlación estadísticamente significativa. Finalmente las correlaciones de anomia con las escalas mediciones de religión contradicen lo esperado por la teoría. En ningún caso las correlaciones fueron significativas y tres de estas se dieron mostrando direcciones positivas respecto a anomia lo cual es un resultado contradictorio.
Con el fin de mostrar la validez de criterio de las escalas se recurrió a hacer pruebas T y pruebas ANOVA de un solo factor para los participantes según grupos naturales en la muestra (ver Tabla 4). Como se ve no hay diferencias significativas entre grupos y para ambas escalas; resultado que no es del todo satisfactorio. En este trabajo se ha sostenido la tesis de que la anomia debería poder estar presente independientemente de la mayoría de los aspectos aquí evaluados. Por ejemplo es satisfactorio que anomia no muestre diferencias significativas en género, edad, religión a la que el individuo está adscrito. Diferencias en estos aspectos harían sospechar que tales resultados están afectados por otros factores intervinientes como la maduración propia de los estadios de desarrollo humano, las características de la religión a la que la persona está adscrita o factores culturales relacionados con aspectos de género.
En el caso de distrito y colegio pudieron haberse encontrado diferencias si las condiciones de las muestra fueran otras, pero al ser ésta una muestra de estudiantes de colegios públicos y sus padres, esto plantea ya un nivel de homogenización por lo que no tenía sentido esperar diferencias importantes en estos dos criterios. Sin embargo en cuanto a educación y las dos medidas socioeconómicas sí era esperable, desde el punto de vista teórico, que la muestra se comportara de una manera diferenciada. Una explicación de esto debe remitirse a las condiciones de homogeneidad de la muestra antes aludidas, condición que con frecuencia surge al trabajar con muestras costarricenses.
Discusión
Con los análisis realizados anteriormente se puede establecer una síntesis que valore los alcances y las limitaciones de las escalas de anomia de Srole y de McClosky y Schaar. Se aplicaron un total de cinco estrategias para evaluar la confiabilidad y validez de las dos escalas de anomia. La valoración de la confiabilidad se llevó a cabo por medio de las formas paralelas y por medio de la evaluación de consistencia interna de las escalas. Para evaluar la validez se aplicaron estrategias de contenido, constructo y criterio.
La confiabilidad por medio de formas paralelas dio el resultado esperado mostrando que ambas escalas están correlacionadas de una manera positiva y altamente significativa lo que permite suponer que ambas están orientadas a la medición de un mismo constructo. Por ello este resultado se puede considerar muy satisfactorio.
La consistencia interna de las escalas mostró algunas diferencias importantes entre ambas escalas. La escala de Anomy de McClosky y Shaar obtuvo como resultado un buen alfa de Cronbach, y los análisis de las correlaciones ítem-total mostraron que todos los ítems de esta escala estaban adecuadamente vinculados. Por otra parte el alfa de Cronbach de la escala de Anomie de Srole aunque presentó un alfa de Cronbach aceptable, los análisis de las correlaciones ítem-total permiten observar que los primeros ítems de la escala no correlacionan de una manera adecuada.
Los resultados del análisis de validez de contenido por medio de la estructura factorial mostró en el caso de la escala de Anomy una estructura unidimensional ya que el primer factor explicó un porcentaje suficiente de la varianza. Este resultado permite comprobar que la escala de McClosky y Shaar se comporta en la muestra estudiada de acuerdo a lo esperado. Este resultado fue confirmado por medio de un análisis confirmatorio de factores. Por su parte el análisis factorial de la escala de Anomie de Srole presentó dos factores, uno de ellos compuesto por los tres primeros ítems de la escala lo que permite confirmar que tales ítems comprenden un componente aparte de la escala. Por tal razón y sumado a los resultados de consistencia interna de la escala es que se recomienda que esta escala sea utilizada eliminando los tres primeros ítems, condición por medio de la cual la consistencia interna de la escala aumenta y se comporta de una manera unidimensional en términos factoriales. A pesar de estos resultados un análisis confirmatorio de factores muestra que un modelo de un factor se ajusta a los datos. Con elementos y a nivel de recomendación se puede plantear que una estrategia adecuada con el fin de mejorar la escala y mejorar el desempeño de los primeros ítems sería realizar un estudio de carácter cualitativo en el que se explore posibles problemas de comprensión de estos ítems o la búsqueda de explicaciones alternativas a tales resultados.
En el análisis de la validez de constructo a pesar de que se obtuvieron pocas correlaciones altamente significativas y significativas, la mayoría de las correlaciones mostraron que el comportamiento de las dos escalas de anomia con diferentes dimensiones psicosociales se orientaron en la dirección esperada teóricamente; resultado que puede considerarse adecuado para ambas escalas. La ultima estrategia de evaluación, la validez de criterio, permitió observar que para ambas escalas no se encontraron diferencias significativas entre los puntajes de las escalas de anomia según diversos grupos naturales. Resultó sin embargo sorprendente no encontrar diferencias significativas en grupos socioeconómicos y en nivel educativo, situación que previsiblemente pueda ser explicado por la homogeneidad de la muestra. En este sentido la recomendación para estudios posteriores es realizar análisis de validez de criterio empleando grupos extremos con el fin de que las puntaciones de las escalas muestren un comportamiento diferenciado.
Conclusión
En términos generales se puede decir que la escala de Anomy de McClosky y Shaar muestra mejores resultados que la escala de Anomie de Srole en muestras costarricenses. El comportamiento de la escala Anomy es bastante más similar al comportamiento exhibido en las investigaciones internacionales de esta misma medida referidas en el inicio el presente texto. Esto sugiere que para la escala de Anomie se deben tomar decisiones para su uso posterior que implica usar la escala en una versión más corta, omitiendo los tres primeros ítems o sometiéndola a posteriores análisis que incluyan un estudio cualitativo donde se valore la compresión de los ítems por parte de los participantes y la adecuación sociocultural de tales ítems con el contexto latinoamericano.
Finalmente es importante señalar que contar con una medida de anomia puede ser de gran ayuda en la actualidad, esto pensando tanto en el contexto local costarricense como en el marco latinoamericano. Las mediciones de anomia se pueden constituir en los estudios de psicología social en elementos importantes para entender las relaciones interétnicas así como la conducta social de individuos y grupos en un contexto de constante transformación y crisis, en el cual el estudio de la anomia parece proveer un aporte privilegiado.
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Received 20/08/2005
Accepted 26/03/2006
1 Dirección: AG Sozialpsychologie, Psychologie FB. Philipps- Universität Marburg. Gutenberg Straße 18. Germany. E-mail: rodrigue@staff.uni-marburg.de. Instituto de Investigaciones Psicológicas, Universidad de Costa Rica, San José, Costa Rica.
2 Este articulo se escribió con el apoyo económico del Deutscher Akademischer Austausch Dienst (DAAD) y del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la Universidad de Costa Rica (IIPUCR). Así mismo, el autor desea agradecer las recomendaciones de dos anónimos revisores.
3 A lo largo del texto con Anomie Scale se hace referencia a la escala de anomia de Srole (1956) y con Anomy Scale se hace referencia a la escala de anomia de McClosky y Schaar (1965).
José Miguel Rodríguez García. Licenciado en Psicología en la Universidad de Costa Rica. Docente en esa misma Universidad (20002003, 2005) e investigador del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la Universidad de Costa Rica (2000) y del departamento de investigación de la Fundación Omar Dengo (2001-2003). Desde el 2004, doctorante en la Philipps-Universität Marburg, Alemania. Temas de interés: Relaciones intergrupales, religión, nacionalismo, educación, metodología de la investigación.