LA LETRA (Columna mensual del GEPG en "El Periódico")

 

Los "Raves"... ¿lazo social?

 

 

Lorena Greñas de Contreras

Grupo de Estudios Psicoanalíticos de Guatemala

 

 

Paz, amor, unidad y respeto... (PLUR, por sus siglas en inglés), así reza la consigna del movimiento "rave"; un fenómeno juvenil reciente que despierta múltiples interrogantes: ¿qué es?, ¿por qué surge?, ¿qué pasa dentro de un "rave"?

El movimiento "rave" surgió en Europa, a finales de la década de 1980 cuando cientos de jóvenes se reunían a escuchar música electrónica. Como efecto de la globalización, éstos se han popularizado por todos los continentes tomando en cada sitio características propias.

El término "rave" significa frenético, acelerado; actuar violenta o agresivamente; "estar en delirio". Se refiere a "reuniones itinerantes" de duración variable en las que predomina la música electrónica en todas sus variedades, ésta suena a un volumen tan elevado que hace imposible hablar así que los "ravers" se dedican a bailar en medio de efectos especiales que sobrecargan los sentidos. El DJ (disk jockey) juega un papel preponderante, más que un animador, es el encargado de conducir a los asistentes al PLUR. Los "raves" se asocian al consumo de diferentes tipos de drogas, especialmente de éxtasis, cuyo nombre evoca un estado en el cual la persona se encuentra como transportada fuera de sí y del mundo sensible. Su propósito... escapar de la realidad a un estado de ánimo ilusorio.

La multitud reunida en un "rave" produce un fenómeno grupal que lleva al desarrollo de un estado psicológico propio. Para Freud, los vínculos que se producen en los fenómenos grupales son consecuencia de los lazos libidinales que se extienden tanto de cada individuo hacia el líder como entre cada individuo y los restantes miembros de la colectividad, posibilitando así la formación del lazo social. Basándonos únicamente en el aspecto manifiesto, podría pensarse que en los "raves" se han extendido lazos libidinales entre todos los participantes así como entre éstos y el DJ pero, ¿será así realmente?

Caracterizados por "intensidad pura", sobrecarga a la sensibilidad acompañada de un consumo elevado de drogas, los "raves" conducen a un estado psíquico alterado que imposibilita la formación de lazo social. En ellos se evidencia más bien, un empuje a lo que Jacques Lacan denominó "goce".

Para comprender el significado de "goce" cabe contrastarlo con uno de los dos principios postulados por Freud para explicar el funcionamiento mental: el principio del placer. Si bien dicho principio apunta exclusivamente a obtener placer y a evitar el displacer, es efecto de la una ley simbólica relacionada con la prohibición y la regulación e implica un orden. En cambio, el goce es un factor de desorden, es una cantidad excesiva de excitación que el principio de placer intenta impedir. Mientras que para el placer hay medida, para el goce no. El goce es una exigencia absoluta que no tiene límites; es un estado en que el cuerpo es puesto a prueba al máximo, donde desaparecen las palabras y domina la acción; no se habla ni se piensa... desaparece la subjetividad. El goce implica una satisfacción pulsional que no tiene límites ...de ahí que sea autoerótica, autista en tanto excluye al Otro.

En "El Malestar en la Cultura" de 1930, Freud se pregunta "¿qué fines y propósito expresan los hombres en su propia conducta; qué esperan de la vida?....aspiran a la felicidad. Sin embargo, Freud considera que la felicidad es imposible para el ser humano puesto que, debido a su propia constitución, sus posibilidades de obtener placer son limitadas. La cultura actual exige a las personas un buen funcionamiento en nombre de la adaptación y la normalidad, y al mismo tiempo les incita a consumir más para obtener felicidad; les incita a vivir de acuerdo a su goce personal, autoerótico y particular, mientras paradójicamente, el mercado uniforma los goces.

Se puede pensar que en los "raves" confluyen una multitud de personas para gozar todos de la misma forma pero cada quien en forma autista...sin hacer lazo social.

Para el psicoanálisis, los síntomas son portadores de un sentido. Los "raves" pueden considerarse como un síntoma contemporáneo y como tal portan un mensaje que vale la pena descifrar para intentar rescatar la subjetividad perdida en el goce que producen.