La historia de la Psicología en Puerto Rico es un tema que ha sido poco discutido en la literatura puertorriqueña. Ilsa Echegaray, profesora de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras fue tal vez la primera persona que abordó el tema con seriedad. Ella recogió entrevistas de los primeros/as profesionales de la psicología y docentes de Puerto Rico donde documentó sus trayectorias, pero nunca escribió sobre ello y todos sus archivos grabados se quemaron en un incendio que ocurrió en su oficina. Su trabajo se difundió en numerosas presentaciones en actividades de la Asociación de Psicología de Puerto Rico (APPR), en las universidades de Puerto Rico y en su curso de Historia de la Psicología. La doctora Echegaray murió en 2006 después de 41 años de servicios como docente de Psicología en UPR-RP.
En 1984 la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto Metro y su Programa Graduado de Psicología, en colaboración con la APPR, organizaron el Primer Congreso sobre Psicología y Salud Mental cuyas memorias se publicaron en noviembre de 1985 en el Tomo Extraordinario de la revista Homines, volumen 3. En ese volumen se encuentra un trabajo de Hernández (1985), que narra el desarrollo del tratamiento para trastornos mentales ofrecido en la Casa de Beneficencia, fundada en 1844, en el Manicomio, establecido en 1900, hoy conocido como Hospital de Psiquiatría y en los Centros de Salud Mental, establecidos en 1963. Estos sucesos también se encuentran documentados en libros escritos por el doctor Rosselló (1975), ex director médico del Hospital de Psiquiatría y exdirector del Departamento de Psiquiatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico.
Eugenio María de Hostos, reconocido sociólogo y educador puertorriqueño del siglo XIX, ha sido señalado por Canino (2000) y De la Torre (2006) como precursor de la Psicología tanto en Puerto Rico como en Latinoamérica. Sus ideas sobre la educación y el desarrollo humano han sido señaladas como un trabajo previo a las teorías de Piaget. Su visión del ser humano como un ser dotado de razón que debía educarse de acuerdo a su desarrollo cognoscitivo, impactaron el desarrollo del sistema educativo de la República Dominicana y de Chile.
Otra fuente de información sobre los inicios de la Psicología en Puerto Rico lo es González-Rivera (2006a), profesora de la Universidad Sagrado Corazón y quien posee tanto un PhD en Psicología como uno en Historia de Puerto Rico. Ella ha publicado varios trabajos sobre el tratamiento a personas con trastornos mentales, principalmente desde la cultura taína hasta principios del siglo XX (González-Rivera, 2006b,). La doctora González-Rivera recurrió a fuentes originales sobre la historia de nuestro pueblo en sus orígenes en la cultura taína y recogió escritos de los siglos posteriores para documentar el tratamiento disponible para las personas con trastornos mentales durante el período del coloniaje español.
En esas fuentes citadas puede establecerse el desarrollo del pensamiento psicológico previo a la entrada en Puerto Rico de Estados Unidos de América, pero no encontré mucha información del desarrollo académico de la Psicología durante el siglo XX. En vista de esta ausencia de información, en 2006 edité, en colaboración con Nydia Lucca Irizarry, un volumen extraordinario de la Revista Puertorriqueña de Psicología, titulado, Historia de la Psicología en Puerto Rico: Antecedentes, desarrollo y reto, donde incluí 21 artículos relevantes al desarrollo de la Psicología en Puerto Rico. Este volumen consta de 589 páginas y cubre los inicios de la Psicología, su desarrollo en las universidades, su desarrollo como profesión, la práctica especializada y la investigación. Se discute el desarrollo de las especialidades lo que ofrece un cuadro general de los factores y personas que han contribuido a la evolución de la Psicología en Puerto Rico.
La enseñanza a nivel universitario de la Psicología en Puerto Rico comienza en el 1900 en la Escuela Normal Industrial (Álvarez, 2006), al igual que comenzó en muchos países latinoamericanos (Alonso & Nicemboin, 1999). Puerto Rico se encuentra en el grupo de países latinoamericanos que comienzan a enseñar Psicología a finales del siglo XIX y principios del XX. Entre ellos se encuentra Argentina, donde se inicia un laboratorio de Psicología en 1891 y una cátedra en psicología pedagógica en la Universidad de Buenos Aires en 1896 (Alonso, 1999); México, donde se ofrecen los primeros cursos de Psicología en la Escuela Nacional Preparatoria en 1893 (Pick & Guivaudan, 1999); Ecuador que inició una cátedra de Psicología en 1897 en el Instituto Nacional Mejías (Serrano Jara, 1999); Chile ofreció su primera cátedra de Psicología en la Universidad de Chile en 1899 (Toro y Villegas, 1999) y Bolivia, en cuyo Colegio Ayacucho de La Paz se imparten los primeros cursos de Psicología de ese país desde 1925 (Calderón Jemio, 1999).
Método
El estudio de la historia del desarrollo de una disciplina a base de la biografía de sus protagonistas es un método frecuentemente usado en la investigación histórica y que ha tomado auge en la investigación en el siglo XXI (Lucca-Irizarry & Berríos Rivera, 2010). El documentar las vidas de profesionales de la Psicología pioneros/as en Puerto Rico era un tema que había trabajado y por eso acepté la encomienda de Ana Jacó-Vilela cuando me solicitó editar un grupo de reseñas biográficas de personas que hubieran contribuido al desarrollo de la Psicología en Puerto Rico. El proyecto hoy se conoce como la Enciclopedia Palgrave de Biografías de la Psicología en América Latina, una importante publicación editada por Ana Jacó-Vilela, Hugo Klappenbach y Rubén Ardila que incluye más de 600 biografías de personas que contribuyeron al desarrollo de la Psicología en la América Latina. Entre esas personas se incluyen 54 contribuciones de Puerto Rico. Esta monumental e importante obra se publicará de forma impresa en 2023, pero desde 2021 se incluyen algunas de las biografías en formato digital en línea.
La presente investigación es una de tipo cualitativo, histórico y documental cuyo objetivo fue explorar la vida de nueve de los profesionales pioneros y pioneras de la Psicología en Puerto Rico que enseñaron los primeros cursos de esa disciplina en la Universidad de Puerto Rico, centro iniciador de la educación universitaria en Puerto Rico. El conocer la vida de personas que han contribuido al desarrollo de una disciplina permite conocer sus prioridades e inquietudes y ofrece un cuadro más elocuente de qué se pensaba en la Psicología en su época (Lucca-Irizarry & Berríos Rivera, 2010). El poder compilar biografías de los profesionales de la Psicología de principios del siglo XX permitió conocer un poco más el desarrollo de la Psicología en Puerto Rico en esa época.
La selección de las personas a incluir la determiné evaluando sus contribuciones al desarrollo de algún aspecto o área de la Psicología: academia, práctica, investigación, salud mental, clínica, escolar, educativa, social, familiar, industrial/organizacional, consejería, desarrollo del ser humano, diversidad funcional, entre otros temas. Otro de los criterios de inclusión establecidos por los editores de la Enciclopedia era que la persona hubiera fallecido, o si vivía que hubiera nacido en o antes de 1945. No era necesario que la persona escogida hubiera estudiado psicología, pues muchos de los pioneros y pioneras en la Psicología se educaron en otras áreas del saber como Medicina, Biología, Química, Educación, Historia, Filosofía, Ingeniería, Contabilidad, entre otras.
Al iniciar la lista de las personas de Puerto Rico a incluir en la Enciclopedia revisé un artículo de Álvarez (2006). Ese artículo recoge el desarrollo de la enseñanza de la Psicología en la Universidad de Puerto Rico desde su fundación en el inicio del siglo XX y pensé que al ser esa la primera universidad en Puerto Rico era un buen lugar de comienzo para identificar esos profesionales pioneros/as. Además, utilicé muchos de los artículos recopilados en el volumen 17 de la Revista Puertorriqueña de Psicología (Asencio Toro, 1999; Bernal, 2006, Boulon-Díaz, 2006; Moreno-Velázquez et al., 2006; entre otros).
En vista de que la Psicología como disciplina se había fundado simultáneamente a finales del siglo XIX en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica - aunque míticamente se ofrece la fundación del laboratorio de Wündt en Alemania en 1879 como la fecha de su inicio - y que en Puerto Rico solo se habían publicado tres libros sobre Psicología ) y mencionado un círculo de estudiosos de la Psicología en 1888 (Bernal, 2006; Díaz Caneja, 1874), consideré que el comienzo del siglo XX era una buena fecha para iniciar la búsqueda de las personas que habían contribuido al desarrollo de la Psicología en Puerto Rico. Basada en los artículos mencionados, hice una lista preliminar de personas que pensaba debían incluirse y consulté a la doctora Frances Boulon-Jiménez, investigadora del tema y mi colega. Entre ambas, revisamos la lista original y terminamos con alrededor de 70-80 personas que ambas considerábamos habían tenido un impacto especial en el desarrollo de la disciplina en Puerto Rico.
En vista de que era requisito que la persona reseñada hubiera nacido en o antes de 1945, me comuniqué con las personas identificadas, les pregunté su fecha de nacimiento y les pedí permiso para incluir su biografía en el proyecto. Además, les pregunté si consideraban que alguna otra persona debía incluirse. Después de esas comunicaciones personales, eliminé varias personas pues habían nacido después de la fecha establecida y añadí otras personas sugeridas. La lista siempre fue flexible, en cualquier momento podía aceptar nuevas sugerencias, o podía incluir personas que habían fallecido recientemente y que originalmente no habían cualificado por su fecha de nacimiento.
Luego de confeccionada la lista de personas procedí a identificar personas para que escribieran las reseñas y de esa forma colaboraran con la investigación. Estos futuros autores y autoras debían consultar a las personas que iban a reseñar y obtener su permiso para incluirlo en la Enciclopedia. Respecto a las personas fallecidas intentamos comunicarnos con algunos de sus familiares, aunque hubo algunos casos que no pudimos hacerlo. Finalmente, la lista de personas cuyas reseñas biográficas iba a someter incluyó 57 personas, uno de los cuales no le interesó el proyecto y dos no fueron incluidas por haber nacido en 1946, en enero y julio, respectivamente. Un total de 24 colegas escribimos las 54 reseñas biográficas.
Estas 54 reseñas biográficas de personas importantes en el desarrollo de la Psicología en Puerto Rico incluyen 30 mujeres y 24 hombres. Deseo puntualizar la importante influencia temprana de las profesionales femeninas al desarrollo de la Psicología en Puerto Rico, pues dos féminas, Malvina L. Monefeldt y Ana María O’Neill, enseñaron en la UPR-RP desde la década de 1920. De las 54 personas biografiadas solamente siete nacieron fuera de Puerto Rico: Charles W. St. John, Joseph Andrew Carroll, Carlos Varona, Norman Matlin, Fred C. Walters y Marion García de Ramírez. Más aún, estos profesores y profesoras dedicaron la mayor parte de su vida profesional a Puerto Rico.
En este artículo presentaré nueve de los 54 biografiados en la Enciclopedia. Entre estos nueve profesores y profesoras incluyo al único profesor de Psicología en la Escuela Normal Insular de Fajardo, primera institución universitaria de Puerto Rico para el desarrollo de maestros y maestras. Además, incluyo a la mayoría de los primeros profesores y profesoras de Psicología de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en su Recinto original en la ciudad de Río Piedras (UPR-RP), hoy perteneciente a San Juan, la Capital de Puerto Rico. La Escuela Normal Insular de Fajardo fue fundada en 1900, posterior a la invasión de Puerto Rico por los Estados Unidos de Norteamérica en 1898. Hasta esa fecha, Puerto Rico había sido colonia española desde su descubrimiento por Cristóbal Colón en 1493. Esta escuela se convirtió en 1903 en la Universidad de Puerto Rico (UPR), institución universitaria pública que hoy consta de 11 recintos y casi 120 años de existencia.
Estos primeros profesores y profesoras estudiaron diferentes disciplinas tanto a nivel subgraduado como a nivel graduado. Entre ellas, estudiaron Educación, Historia, Filosofía, Ingeniería, Medicina, Leyes y Psicología. Estudiaron en España, Estados Unidos y Puerto Rico. Obtuvieron una variedad de títulos académicos que incluían diplomas graduados, bachilleratos, maestrías y doctorados. En la Tabla 1 podemos ver sus nombres, fechas de nacimiento y muerte y de comienzo como docentes en la UPR.
Nombre | Lugar de na cimiento | Nacimiento y muerte | Trabajo en UPR |
---|---|---|---|
Domingo A, Rubio Arana | Arecibo, PR | 1864-1918 | 1900-1907 |
Charles W. St. John | New Jersey, EEUU | 1889-1933 | 1914-1926 |
Juan B. Soto González | Aguada, PR | 1882-1980 | 1915-1963 |
Fred C. Walters | Iowa, EEUU | 1879-1965 | 1924-1962 |
Malvina L. Monefeldt | Mayagüez, PR | 1892-1965 | 1927-1962 |
Alfredo Silva Cofres! | Cabo Rojo, PR | 1897-1980 | 1927-1962 |
Néstor Isaac Vincenty | Mayagüez, PR | 1901-1992 | 1927-1948 |
Ana Maria O'Neill | Aguadilla, PR | 1894-1981 | 192S-1961 |
Teobaldo Casanova | Mayagüez, PR | 1894-1977 | 1933-1949 |
Como se puede observar en detalle en la Tabla 1, siete de los nueve primeros profesores nacieron y se criaron en Puerto Rico. Solamente dos profesores vinieron de Estados Unidos de América. Fred C. Walters dedicó su vida profesional a la UPR-RP, sin embargo, Charles W. St. John renunció a su puesto después de 12 años y regresó a los Estados Unidos, donde murió unos años después. Interesantemente los profesores puertorriqueños provienen principalmente de la costa oeste de Puerto Rico. En esta costa y lejos de San Juan, la capital de Puerto Rico, cuna de Eugenio María de Hostos, es donde se desarrolla, en 1911, el segundo Recinto de la UPR, Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas (CAAM) y hoy Recinto de Mayagüez de la UPR. Aquí también se funda en 1912 el Instituto Politécnico de Puerto Rico, hoy Universidad Interamericana de Puerto Rico y primera universidad privada del país (Asencio Toro, 2006).
A continuación, describo los grados obtenidos por dichos profesores y profesoras, las universidades donde estudiaron y los logros y reconocimientos de esos pioneros de la psicología en Puerto Rico. Los presento en orden cronológico, de acuerdo al momento en que inician funciones docentes en la UPR.
Domingo Antonio Rubio Arana
Domingo A. Rubio Arana se graduó con un grado de bachiller del Instituto Civil Provincial de Segunda Enseñanza de Puerto Rico (Lucca-Irizarry, 2021a). Este Instituto era una organización privada fundada en San Juan de Puerto Rico para ofrecer principalmente educación secundaria en la Isla, es decir, ofrecía lo que hoy equivale en Puerto Rico a un nivel general de Escuela Superior o el nivel de enseñanza preuniversitaria equivalente a doce años de enseñanza desde elemental, intermedia y superior. Sin embargo, en vista de que no había universidades en Puerto Rico ofrecía también algunos grados universitarios. El Rey español Alfonso XII decretó su fundación en 1882, fue establecido en 1883 y su primer director fue José Julián Acosta (Rodríguez Meléndez, 2005).
Para obtener una licencia de maestro en Puerto Rico en el siglo XIX bastaba con haber terminado la escuela intermedia o el octavo grado de estudios. Los egresados de este Instituto podían emplearse como maestros en las incipientes escuelas elementales del país u optar por ir a España a obtener un grado universitario. El profesor Domingo A. Rubio Arana hizo ambas cosas: primero, fue maestro en escuelas primarias y secundarias; segundo, obtuvo un bachillerato en artes en el Instituto y finalmente, terminó un grado en Educación en la Escuela Normal Central de Madrid.
Al fundarse en 1900 la Escuela Normal de Fajardo, Domingo A. Rubio fue contratado como profesor de Psicología, Historia de Estados Unidos, Historia de Europa, Geografía Descriptiva y Geografía Física (Lucca-Irizarry, 2021a). Ofrecía un año de Psicología a los futuros maestros de Puerto Rico y era uno de cinco maestros, dos puertorriqueños y tres procedentes de EEUU que impartían los cursos requeridos. En 1903, pasó a formar parte de la Universidad de Puerto Rico donde siguió impartiendo cursos de Psicología hasta 1907 cuando se trasladó a su natal Arecibo a formar parte del claustro de la recién fundada Escuela Superior de Arecibo, la cuarta en Puerto Rico (Lucca-Irizarry, 2021a). Fue un líder cultural y educativo en su pueblo natal, miembro del Ateneo Puertorriqueño y delegado ante la Asociación de Maestros de Puerto Rico.
Charles Webster St. John
Charles W. St. John obtuvo un bachillerato (BA) y una maestría (MA) en Psicología en Clark University, radicada en Worcester, Massachussets (EEUU). Tan pronto se graduó se casó con Gertrude Gillette, una maestra de Nueva York y se mudó a Puerto Rico pues la UPR lo había contratado como profesor de Psicología y Educación, y director del Departamento Normal (Lucca-Irizarry, 2021b). Ofrecía los cursos de Psicología General Avanzada y Psicología Pedagógica desde una perspectiva funcionalista. En 1917 fue nombrado Decano del Colegio de Río Piedras de la UPR (puesto hoy equivalente a Rector) y estuvo en ese puesto hasta 1924. Como Decano, puntualizó la importancia de ampliar la enseñanza de la Psicología, recomendando la contratación de nuevos profesores y profesoras en esa área; estimuló el desarrollo de un colegio de negocios que fue creado en 1926, hoy Facultad de Administración de Empresas; y propuso la creación de una Escuela de Medicina-la Escuela de Medicina Tropical que fue creada en 1926 (Lucca-Irizarry, 2021b).
Al aprobarse una nueva ley universitaria en 1923 que eliminaba el puesto de Decano del Colegio de Río Piedras, el profesor St. John regresó a su puesto de profesor y de director del Departamento de Educación por un año y finalmente renunció en 1925 y empezó sus estudios doctorales en Harvard University donde obtuvo su doctorado en Educación en 1930. Su disertación doctoral estudió la relación entre los logros académicos y la inteligencia, proyecto de tal envergadura que Harvard lo publicó). Luego, fue contratado por Dana College, hoy Rutgers University en New Jersey, donde enseñó hasta su fallecimiento en 1933 (Lucca-Irizarry, 2021b).
Durante su estadía en Puerto Rico dirigió investigaciones y escribió importantes artículos sobre la enseñanza del inglés en Puerto Rico, defendió la capacidad innata de la niñez para desarrollarse plenamente como individuos, la importancia de las actividades grupales en el aprendizaje y puntualizó la profesionalización de la profesión de maestro. Además, fue editor y prolífero contribuidor de la revista Puerto Rico School Review (Lucca-Irizarry, 2021b).
Juan Bautista Soto González
Juan B. Soto obtuvo un bachillerato en artes en el Instituto Civil de Segunda Enseñanza en Puerto Rico en 1899. Además, completó un grado en leyes (LLB) en 1909 y un Doctorado en Filosofía y Letras en 1929 en la Universidad de Madrid, hoy Universidad Complutense de Madrid. Inició su trabajo en la UPR-RP en 1915, donde fue profesor de Psicología, Filosofía, Historia y Leyes; fundador y director del Departamento de Filosofía y rector de la Universidad. Dirigió la Academia de Historia de Puerto Rico y en su retiro de la UPR-RP en 1963, recibió el título de Profesor Emérito (Olivera Santiago, 2021a).
Juan B. Soto escribió uno de los primeros libros de Psicología publicados en Puerto Rico: Las leyes mecanicistas del aprendizaje y la nueva Psicología alemana. Este libro fue producto de su investigación para obtener el grado doctoral. Este importante profesor fue un escritor prolífero, fundador y editor de la revista Puerto Rico, un político prominente, un abogado destacado y miembro del comité que escribió la Constitución de Puerto Rico (Olivera Santiago, 2021a).
Fred C. Walters
Fred C. Walters obtuvo un bachillerato en Educación en Kansas State Teachers College en 1916, una maestría en Educación en 1917 y un doctorado en Educación en 1927 en Teacher’s College de Columbia University en Nueva York. Fue maestro de escuela pública, profesor de universidad y psicólogo escolar en Estados Unidos de América (Olivera Santiago, 2021b). En 1924, fue contratado por la UPR-RP como profesor de Psicología y director del Instituto de Investigación Educativa y Educación Internacional. Posteriormente fue director del Departamento de Psicología y se retiró de la UPR-RP en 1962 a los 82 años, después de dedicar casi 60 años a la enseñanza.
Fred C. Walters fue uno de los pioneros en Puerto Rico en el desarrollo de pruebas psicológicas. Trabajó en conjunto con Malvina L. Monefeldt, Alfredo Silva Cofresí, y María Mercedes Chiqués de Walsh. Ese equipo, dirigido por Walters desarrolló pruebas de aptitud y aprovechamiento como el Test Hispanoamericano de Habilidad y Logro, para estudiantes de escuela superior y para estudiantes de escuela elemental e intermedia. Además, este mismo equipo tradujo al español la Stanford-Binet Intelligence Scale for Children de 1916 (Olivera Santiago, 2021b). La pasión del Dr. Walters por desarrollar instrumentos válidos y confiables para medir las habilidades de nuestra niñez estableció una tradición de excelencia en el desarrollo de todo tipo de instrumentos de evaluación en Puerto Rico.
Alfredo Silva Cofresí
Alfredo Silva Cofresí obtuvo un Bachillerato en Artes de la Educación en UPR-RP en 1915 y una Maestría en Artes especializada en Psicología Educativa y un diploma como examinador de pruebas psicológicas y educativas en Columbia University en Nueva York en 1927 (Olivera Santiago, 2021b). Trabajó como profesor de Psicología en la UPR-RP de 1927 hasta 1962. Durante su carrera en la UPR-RP además de profesor fue director del Departamento de Educación y Rector del Recinto de Río Piedras de la UPR. Se distinguió por su trabajo en el desarrollo de instrumentos con el equipo del Dr. Fred C. Walters y por sus publicaciones en medios populares sobre el desarrollo humano y el aprendizaje.
Malvina Louise Monefeldt Müller
Malvina L. Monefeldt obtuvo un grado de Normal en la UPR-RP en 1912, un Bachillerato en Ciencias en 1927 en Columbia University, en Nueva York y una Maestría en Artes de la Educación, especializada en Niñez y Adolescencia, en 1930 también en Columbia University (Olivera Santiago, 2021c). Enseñó en las escuelas públicas de Puerto Rico y en la Escuela Elemental de la UPR-RP. En 1927 fue contratada para enseñar en la UPR-RP cursos de Desarrollo y Psicología, de donde se retiró en 1963 como Profesora Emérita. Se distinguió por su trabajo en el desarrollo de instrumentos de evaluación psicológica y de aprovechamiento que dirigía el Dr. Fred C. Walters y por ofrecer servicios de consejería psicológica tanto en la UPR-RP como en la escuela privada St. John. Tal vez, este fue el primer ofrecimiento de Psicología Escolar en una escuela en Puerto Rico (Boulon & Roca de Torres, 2021).
Néstor Isaac Vincenty Ramírez de Arellano
Néstor I. Vincenty obtuvo un Bachillerato en Artes de la Educación (BAE) en la UPR-RP en 1925, una Maestría en Educación (ME) y un doctorado en Educación, especializado en Psicología Educativa (EdD) en 1930 en Harvard University. Su disertación doctoral estudió las diferencias raciales en inteligencia en una prueba pictórica entre estudiantes de Puerto Rico y de EEUU). En 1936, obtuvo el grado de Doctor en Medicina en la Universidad Central de Madrid (Roca de Torres & Olivera-Santiago, 2021). Desde el verano de 1927 hasta el 1948 trabajó ocasionalmente, en la UPR-RP como profesor de Psicología en el Colegio de Educación o en el Colegio de Ciencias Sociales. Además, estuvo destacado como director de la Oficina de Investigaciones del Departamento de Instrucción Pública y como director médico de la Unidad de Salud Pública de Río Piedras.
Su puesto permanente como Catedrático en la UPR-RP duró de 1939-1948 cuando fue terminado por razones políticas pues defendió, públicamente y de manera vehemente, al estudiantado que protestaba y estaba en huelga porque no le habían dado permiso al licenciado Pedro Albizu Campos, un reconocido líder nacionalista para hablar en el Recinto. Su defensa se basó en el derecho a la libertad de expresión de la Carta de Derechos de la Constitución de EEUU (Roca de Torres & Olivera-Santiago, 2021). Hasta ese momento dirigía el Programa de Psicología del Colegio de Ciencias Sociales, ofrecía una multiplicidad de cursos de Psicología y era un escritor prolífero, sobre todo en defensa de los derechos del estudiantado, profesorado y ciudadanía atropellada por las autoridades universitarias y gubernamentales.
Una vez fue separado de UPR-RP, el Dr. Vincenty continuó por muchos años con la práctica a nivel privado de ambas profesiones: Psicología y Medicina. Hasta su muerte, a los 91 años, su pluma certera defendió los derechos de los oprimidos y sostuvo la importancia de la enseñanza de la niñez en su idioma vernáculo para ofrecerle todas las oportunidades de desarrollar su potencial plenamente (Roca de Torres & Olivera-Santiago, 2021).
Ana María O’Neill Milán
Ana María O’Neill obtuvo un Diploma Normal de la UPR-RP en 1915, un Bachillerato en Artes de la Educación (BAE) en 1924 de la UPR-RP, y una Maestría en Educación (ME), especializada en Psicología Educativa en 1927, de Columbia University en la ciudad de Nueva York (Boulon-Jiménez, 2021). Tan pronto obtuvo su grado normal de maestra comenzó a enseñar Español en la Central High, una de las mejores escuelas superiores de San Juan. Después de graduarse de maestría, trabajó en la UPR-RP (1928-1961). Trabajó como profesora de Ética Comercial, Español y Psicología de la Comunicación en la Facultad de Administración de Empresas de la UPR-RP casi desde sus comienzos. Además, dirigió el Departamento de Español y Ética de esa Facultad.
Ana María O’Neill era una psicóloga con una visión humanista de la disciplina, criticaba los movimientos conductistas y mecanicistas de la Psicología y fundamentaba su visión de la Psicología en la ética humana y en la responsabilidad ciudadana (Boulon-Jiménez, 2021). Ella consideraba al ser humano como un ser racional, ético y responsable y capaz de sus acciones. Contribuyó al desarrollo en Puerto Rico del Cooperativismo, movimiento económico basado en sus creencias sobre el Ser Humano y a fundar un Instituto en UPR-PR que hoy ofrece grados de bachillerato y maestría en Cooperativismo, además de adiestramientos. Luchó con vehemencia por el derecho al sufragio de las mujeres, derecho que se obtuvo en Puerto Rico en 1929 para las mujeres que escribían y leían, y en 1935 para todas las mujeres (Boulon-Jiménez, 2021).
Ana María O’Neill fue una escritora prolífera, sobre todo de libros de texto y sus libros se reeditaron en múltiples ocasiones. Su libro Ethics for the Atomic Age ) ganó una competencia en Estados Unidos y presenta un estudio profundo de la naturaleza del ser humano. Critica el sistema educativo estadounidense por estar basado en visiones falsas del ser humano y de su inteligencia y presenta los cambios necesarios en la educación estadounidense para desarrollar ciudadanos libres y productivos para el sistema democrático de gobierno.
Por sus contribuciones extraordinarias a la UPR-RP recibió la distinción de Profesora Emérita, y el edificio de la Facultad de Administración de Empresas fue nombrado en su honor. Además, recibió el premio Mujer de Puerto Rico de 1966, otorgado por la Unión de Mujeres Americanas. El Movimiento Cooperativo de Puerto Rico la distinguió con el premio Mujer de las Américas (Boulon-Jiménez, 2021).
Teobaldo Casanova Prats
Teobaldo Casanova obtuvo un Bachillerato en Ingeniería de la Agrimensura en el CAAM (hoy UPR-Mayagüez) en 1920, una maestría en Psicología en 1929 y un doctorado en Psicología en 1933 en New York University; y una maestría en matemáticas en Columbia University (Roca de Torres, 2021).
Teobaldo Casanova trabajó originalmente como maestro de Física en las escuelas públicas del país, posteriormente, ejerció su profesión de Ingeniería tanto en Puerto Rico como en Nueva York. Luego de obtener su doctorado en Psicología trabajó en la UPR-RP desde 1933 hasta 1949. Enseñaba cursos de estadísticas, investigación y delincuencia juvenil. Era un investigador y escritor productivo y publicaba sus investigaciones en reconocidas revistas profesionales estadounidenses, principalmente sobre estadística y metodología de investigación (Roca de Torres, 2021).
Del 1937-1939, Teobaldo Casanova estuvo destacado en el Departamento de Instrucción Pública organizando la Oficina de Investigaciones Pedagógicas. Posteriormente, fue invitado a trabajar en Texas University, en el desarrollo de pruebas interamericanas, bilingües de habilidades cognoscitivas (Roca de Torres, 2021). Dirigió el Instituto de Estudios Jurídicos de 1941 hasta 1949. En ese año, a los 55 años, decidió renunciar a su puesto permanente en la UPR-RP y abrir una oficina privada para la práctica de la Psicología.
Reflexiones Finales
El conocer sobre el desarrollo de una disciplina permite estudiar mejor las bases teóricas de su desarrollo y sus principios teóricos. El estudiar la vida de estos profesionales pioneros y pioneras de la Psicología me permitió darme cuenta de que la Psicología en Puerto Rico se desarrolla de la mano del campo de la Educación. Situación que se observa también en Estados Unidos de Norteamérica (EEUU) (Álvarez, 2006) y en algunos países latinoamericanos como Ecuador (Serrano Jara, 1999), México (Pick & Guivaudan, 1999), Bolivia (Calderón Jemio, 1999), Uruguay, entre otros (Alonso & Nicenboin, 1999). Más aún la psicología puertorriqueña desde su inicio recibió influencias tanto estadounidenses como latinoamericanas y europeas.
Otro tema que surge paralelamente durante los inicios del siglo XX tanto en Puerto Rico como en EEUU, América Latina y Europa es un fuerte interés en el desarrollo de instrumentos de medición psicológica. El desarrollo de instrumentos para la evaluación de las habilidades cognoscitivas y de logro se convierte en una tarea esencial para profesores y profesoras que han estudiado temas como el aprendizaje, el desarrollo de los seres humanos, la investigación y estadísticas. En Puerto Rico profesores como Fred C. Walters, Malvina Monefeldt y Alfredo Silva Cofresí desarrollaron instrumentos para medir las habilidades cognoscitivas de la niñez puertorriqueña y tradujeron la Escala Binet de Inteligencia para Niños/as. Tanto en Colombia como en Argentina la fundación de institutos de psicotecnia contribuye al desarrollo del incipiente campo de la Psicología (Alonso, 1999; Puche-Navarro, 1999).
La experiencia de indagar sobre la formación, logros y contribuciones de estos pioneros y pioneras de la Psicología ha sido gratificante por muchas razones. Al conocer los diferentes grados académicos que alcanzaron en disciplinas diversas, y que la mayoría estudiaron en lugares distantes de su país de origen, me di cuenta de su gran dedicación al aprendizaje, a la enseñanza y al desarrollo de su país. Me enorgullece que impulsaron el estudio, la investigación, el desarrollo de pruebas psicológicas y la publicación de temas de psicología, lo cual contribuyó a dar a conocer esta disciplina y su importancia ante la comunidad.
Sin embargo, el método de investigación utilizado en esta investigación, las biografías, tiene algunas limitaciones pues vemos el desarrollo de la disciplina desde la perspectiva de cada persona y esa óptica no permite un acercamiento más objetivo al objeto de estudio. En este tipo de indagación se depende de documentos escritos recopilados en algunos archivos y de relatos orales, cuya verificación, a veces, resulta difícil. No siempre encontramos documentos escritos por las personas biografiadas, lo que nos hubiera permitido un acercamiento más cercano a conocer sus visiones teóricas.
A pesar de las limitaciones mencionadas, considero que este trabajo provee información valiosa pues ahora conocemos mejor la vida y obra de estos profesores y profesoras pioneras. Es necesario reconocer los logros de quienes nos precedieron en la docencia y práctica de la psicología y apreciar su persistencia en momentos en que la disciplina era poco conocida y apoyada. Finalmente, he podido admirar el activismo y valentía que manifestaron ante causas que benefician a la comunidad, como el sufragio femenino, el cooperativismo, el derecho a la libre expresión y el acceso a la educación pública. Espero que este breve compendio de biografías sirva para reconocer la gesta de estos precursores/as de la Psicología, para orientar a futuras generaciones de psicólogos y psicólogas sobre los inicios de su disciplina en Puerto Rico y para estimular futuras investigaciones sobre el tema.