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Interamerican Journal of Psychology

versão impressa ISSN 0034-9690

Interam. j. psychol. v.43 n.1 Porto Alegre abr. 2009

 

 

Identificando patrones de apoyo social en población migrante mediante el análisis de escalograma de orden parcial

 

Identifying social support patterns in migrant population, trough partial order scalogram analysis by base coordinates

 

 

Alejandra Domínguez EspinosaI,1; Irene Salas MenottiII

IUniversidad Iberoamericana, México, DF
IIUniversidad Santo Tomás, Bogotá, Colombia

 

 


RESUMEN

El objetivo del presente estudio fue elaborar un perfil de la población mexicana migrante en Estados Unidos que permitiera ubicarlos de una manera sencilla y rápida, en cuanto al nivel de apoyo social, con el que cuentan fuera de su lugar de origen. Se realizó el estudio con la participación de 82 migrantes mexicanos en el área de Florida, que respondieron una escala de cinco reactivos, desarrollada para esta investigación. Se realizó un Escalograma de Orden Parcial para la muestra general, así como para cada sexo. Los resultados indican que las mujeres, a diferencia de los hombres, tienen más apoyo social. La disposición de un agente de consuelo, así como de un consejero espiritual, resultaron ser las variables más significativas en el análisis para diferenciar los patrones de apoyo. Este estudio constituye una propuesta para evaluar de manera exploratoria, los tipos de apoyo disponibles para los migrantes, utilizando un número relativamente mínimo de variables para tal efecto.

Palabras clave: Apoyo social; Migrantes; POSAC; Patrones.


ABSTRACT

The purpose of this study was to create a profile of the Mexican migrant population in the United States, which would allow us to identify them in a quick and easy way based on their level of social support. 82 Mexican migrants who lived and worked in Florida participated; they answered a five-item test, specifically developed for this research. A Partial Order Scalogram Analysis was performed on the total sample, as well as by gender. The results showed that women perceive more availability of social support than men. The accessibility to a comfort agent, as well as that of a spiritual counselor, was the most significant variables in the analysis. This study represents a proposal to further studies in the research of social support types available to migrants, with the added advantage of using a relatively low number of variables.

Keywords: Social Support; Migrants; POSAC; Profiles.


 

 

El concepto de apoyo social ha sido investigado desde muchas aproximaciones metodológicas y teóricas, encontrándose en la literatura científica muy diversas definiciones. Barrera (1986) indica que una de las aproximaciones más referidas en la literatura considera al apoyo social como la apreciación cognitiva de estar confiablemente relacionado con otros. También, en términos generales, el apoyo puede ser definido como la asistencia y protección otorgada a otros (Cohen, Gottlieb, & Underwood, 2000), éstas tangibles, como por ejemplo otorgar dinero, o intangible, como la ayuda emocional. Según Colarossi (2001), el apoyo social es un concepto multifacético que necesita separación y especificación a través de dimensiones estructurales y funcionales involucrando a ambos agentes implicados, aquellos que dan y aquellos que reciben el apoyo social, y que generalmente se da en las personas de una misma raza o país (Bastida, 2001). El apoyo social puede considerarse como un flujo de interés emocional, ayuda instrumental y/o apreciación recíproca entre individuos (House, 1981), que puede hacer referencia a eventos pasados o potencialmente posibles (Acuña & Bruner, 1999). Así como también se refiere a la provisión específica y personal de relaciones sociales y sus componentes más subjetivos como intensidad, reciprocidad de interacción, confidencia y tranquilidad (Pantelidou & Craig, 2006).

El apoyo social es típicamente definido en términos de varios dominios funcionales en los cuáles las relaciones personales sirven para una función particular. Las funciones más citadas son: Emocionales (p. ej. Tener una persona a quién se le expresa simpatía), de ayuda instrumental o tangible (p. ej. Provisión de apoyo financiero, bienes inmuebles, transportación, ayuda doméstica, etc.), de información o consejo (p. ej. Tener una persona con la cuál compartir actividades como ir al cine, comer o ir de compras), y de validación (p. ej. Tener a alguien a quien pedirle retroalimentación acerca de uno mismo) (Barrera, 1986; Cohen et al., 2000; House, 1981). El apoyo emocional implica la provisión de cariño, empatía, amor y confianza, siendo para House (1981) la categoría más importante a través de la cuál los individuos perciben el apoyo de otros. El apoyo instrumental implica la provisión de bienes materiales, servicios o ayuda tangible, ya sea por ejemplo, dar ayuda financiera o realizar alguna actividad a favor de otros. La información y evaluación son categorías definidas en términos de la información otorgada a una persona, para la solución de problemas o para la autoevaluación (Tilden & Weinert, 1987; Wong, Yoo, & Stewart, 2007), todo esto proveniente de muy diversas fuentes (padres, maestros, amigos cercanos, compañeros de clase o trabajo, etc. (Demaray, Malecki, Davidson, Hodgson, & Rebus, 2005).

Ayala y Nurit (2003) y Curran y Saguy (2001) indican que existen aspectos en el apoyo social que son específicos para cada sexo, como por ejemplo, la tendencia de las mujeres a buscar apoyo en sus esposos o madres, mientras que los hombres lo buscan en sus amigos. Las mujeres buscan mayor apoyo social de tipo emocional y de evaluación, mientras que los hombres buscan el apoyo social de tipo informativo e instrumental (Banyard & Graham-Bermann, 1993; Gecková, van Dijk, Stewart, Groothoff, & Post, 2003; Monnier, Stone, Hobfoll, & Johnson, 1998; Olson & Shultz, 1994; Porter & Stone, 1995); Asimismo, las mujeres buscan, utilizan y proveen apoyo social más frecuentemente y efectivamente que los hombres (Belle, 1987; Day & Livingstone, 2003; Gecková et al., 2003; Stokes & Wilson, 1984). La socialización femenina ha enfatizado la expresividad, calidez y búsqueda de intimidad, lo que hace las hace ser más conscientes de la necesidad y fortalecimiento de las relaciones de apoyo (Olson & Shultz, 1994) resultando en que las mujeres dan mayor valor al apoyo que los hombres (Kessler, Price, & Wortman, 1985). Estas diferencias entre hombres y mujeres no implican que no exista una necesidad de apoyo social para ambos; más bien que las manifestaciones de apoyo son cualitativamente diferentes.

El apoyo social se ha reconocido como un fenómeno que está directamente involucrado en la salud física y mental de los individuos, siendo que éste es un predictor de buena salud (Hale, Hannum, & Espelage, 2005), de mejor calidad de vida (Hampton, 2004) y como atenuante de los efectos perjudiciales originados por eventos negativos (Bell, Leroy, & Stephenson, 1982). Existe un número considerable de estudios que indican una relación directa entre el apoyo social y desórdenes psiquiátricos, los cuáles han indicado que a falta de apoyo se experimenta estrés y depresión (Cohen et al., 2000; Pantelidou & Craig, 2006), mientras que un alto apoyo se relaciona positivamente con un alto bienestar subjetivo (Wong et al., 2007) y reduce el estrés por aculturación (Thomas & Choi, 2006).

El apoyo social es una variable muy referida en el área de la migración, ya que diversos estudios han identificado que es una variable facilitadora de la migración en diversos sentidos: puede brindar información valiosa en cuanto a rutas seguras y baratas para el cruce de fronteras y vacantes de empleo, los migrantes pueden compartir costos de vida, vivienda y gastos cotidianos con otros migrantes, etc. (Curran & Rivero-Fuentes, 2003; Massey & García, 1987). También puede considerarse que la migración es una manifestación adaptativa de la red de apoyo social para solventar una realidad económica y social (Bastida, 2001).

No obstante que el apoyo social puede fomentar la migración, este mismo proceso puede ocasionar que la persona al movilizarse pierda contacto con su familia, amigos y vecinos; esta circunstancia origina que disminuyan sus agentes de apoyo, y que se tengan que establecer nuevos contactos en el lugar al que ha llegado. Esta pérdida de sujetos significativos de apoyo, como lo sugieren Hovey y Magaña (2002b), es un factor de riesgo que puede desencadenar problemas de ansiedad en dicha población o bien, al crear un apoyo social ineficaz, puede elevar los niveles de ansiedad y depresión, así como experimentar mayor estrés por aculturación (Thomas & Choi, 2006). Al mismo tiempo, la cultura mexicana enfatiza los valores de una cultura colectivista, en la que la afiliación y los sentimientos de unión y cooperación son muy importantes (Díaz-Guerrero, 1990), resultando en que los trabajadores migrantes mexicanos pueden sentirse vulnerables cuando carecen de apoyo social (Hovey & Magaña, 2002a).

Las estrategias de movilización que se han observado para la migración México-Estados Unidos, originan diferencias de sexo en el tipo de apoyo social buscado. Curran y Rivero-Fuentes (2003) indican que la migración femenina difiere de la masculina en que la primera se asegura de más recursos e información para migrar y lo hace con parientes cercanos, mientras que los hombres buscan apoyo en amigos y parientes lejanos, y no necesariamente buscan mucha información para decidirse migrar. Incluso los motivos de migración difieren entre los grupos (Donato, 1993), tradicionalmente los hombres migran por razones económicas y las mujeres lo hacen motivadas por la reunificación familiar. Las diferencias en las estrategias y motivos de migración pueden permanecer como diferencias en el nivel de apoyo con el que cuentan los y las migrantes fuera de su lugar de origen.

Con base en lo expuesto anteriormente, es importante identificar el tipo de apoyo social que tiene o carece la población migrante, ya que este grupo es considerado particularmente vulnerable y, en ocasiones, carente de apoyo, por lo que el objetivo de esta investigación fue explorar el tipo de perfil de apoyo social con el que cuenta la población mexicana migrante en el área de la Florida, mediante la identificación de los tres tipos de apoyo principales: Emocional, instrumental y de información-evaluación.

 

Método

Participantes

Inicialmente se contó con la participación voluntaria y consentida de 130 personas originarias de México, que se encontraban laborando en el estado de Florida al momento de la investigación. Se aplicaron las escalas y se realizó una entrevista semi-estructurada con el apoyo del consulado móvil Mexicano en Miami, que en el momento se encontraba tramitando pasaportes y cédulas de identificación. Debido a las exigencias metodológicas de la técnica POSAC - Partial Order Scalogram Analysis by base Coordinates (Shye, 1994), que requiere que todas las respuestas de la escala estén contestadas, la muestra se redujo a un total de 82 casos, siendo el 65% hombres y el 35% mujeres. El 60% de la muestra reporta estar casado.Y respecto al nivel educativo, el 25% alcanza el nivel de básica primaria, 32% secundaria, 29% preparatoria, y el 14% reporta un nivel de estudios superiores. Con relación a la Religión, el 75% se autodenominan católicos apostólicos romanos, el 12% católicos apostólicos no romanos y el 13% ateos.

Instrumentos

Con base en las clasificaciones de apoyo social más referidas en la literatura (Barrera, 1986; Cohen et al., 2000; House, 1981; Tilden & Weinert, 1987), se redactaron cinco preguntas que sugerían la evaluación del constructo en términos de la disposición de apoyo social con el que cuentan los migrantes en Estados Unidos: (a) tengo a alguien que me consuela si lo necesito (Consuelo); (b) cuento con alguien a quien le puedo decir mis más profundos pensamientos y sentimientos (Sentimientos); (c) cuento con alguien que me preste dinero cuando lo necesito (Dinero); (d) cuento con alguien a quien le puedo pedir un favor si lo necesito (Favor); (e) cuando tengo problemas, acudo a mi iglesia o consejero espiritual (Iglesia).

Los reactivos, aunque sencillos, son representativos de tres tipos de apoyo; los dos primeros hacen referencia al tipo de apoyo emocional que involucra sentimientos y afectos. Los dos reactivos siguientes hacen énfasis en el tipo de apoyo instrumental, que involucra el apoyo con bienes tangibles o realización de actividades por parte de un tercero. El último hace referencia al apoyo espiritual, para el cual se redactó un reactivo que abarca el apoyo de información y evaluación, ya que la consejería espiritual brinda apoyo para la solución de problemas, así como para la autoevaluación de los actos. Se incluyó este reactivo ya que en la cultura mexicana uno de los agentes significativos para la resolución de problemas y la autoevaluación está representada en la iglesia (Díaz-Guerrero, 1990).

Las respuestas tenían un formato dicotómico, el valor de dos fue asignado si la persona reportaba que contaba con el apoyo, mientras que el valor de uno representaba la ausencia de apoyo; así el puntaje máximo posible en la escala era diez mientras que el mínimo era cinco. La validez de la escala fue establecida con base en un análisis semántico, siguiendo la división emocional-instrumental-información-evaluación del apoyo social de cinco jueces, todos psicólogos de formación. La confiabilidad (alpha de Cronbach) obtenida fue de .48.

Análisis Estadístico

En la búsqueda por crear un perfil de apoyo social y escalar las características del mismo, se utilizó una técnica multivariada de reciente desarrollo denominada POSAC.

El POSAC trata con el espacio entre los valores obtenidos por cada sujeto en cada reactivo. Un análisis de orden parcial empieza con un número determinado de reactivos para la estratificación de la población, basándose en el supuesto de que todos los reactivos miden un mismo constructo, y todas las respuestas siguen una misma dirección (Borg & Shye, 1995; Shye, 1998). Cada miembro de la población tiene un perfil observado compuesto por n reactivos. Un perfil es superior a otro, si es mayor al menos en un reactivo y no es menor en otro reactivo. Un perfil es considerado como menor cuando se obtiene un valor menor en al menos un reactivo. Un perfil es igual a otro si ambos son iguales en todos los reactivos. Cuando la relación entre dos perfiles es "alta", "baja" o "igual", estos perfiles son comparables. Se considera que hay perfiles incomparables a nivel cuantitativo cuando uno de ellos es superior en al menos un reactivo, mientras que otro perfil es superior en al menos otro reactivo diferente, como se representa en la Tabla 1; es precisamente en estos casos cuando el POSAC demuestra sus bondades permitiendo la comparación de perfiles "incomparables".

 

 

Cada perfil aparece como un punto en el espacio bidimensional; cualquier par de perfiles comparables se ubicarán en línea con una pendiente positiva o bien se empalmarán (X+Y). Dos perfiles incompatibles se situarán en una línea con pendiente negativa o en dirección lateral (X-Y). El análisis está estructurado de tal manera que una línea de la esquina inferior izquierda a la esquina superior derecha forma el eje cuantitativo; mientras que el eje cualitativo se origina en la esquina inferior derecha y continúa hacia la esquina superior izquierda.

 

 

El POSAC calcula un par de perfiles matemáticos óptimos en los extremos de los ejes de las abscisas y ordenadas, a manera de perfiles extremos, aún cuando ninguno de los casos presente esa combinación, estos perfiles extremos sirven de parámetro de comparación (Base Coordinates). Finalmente, se representa espacialmente el orden parcial del total de perfiles (Shye, 1998).

De acuerdo con Levy, Tennenbaum y Ornoy (2000) y Taylor (2002), el POSAC cuenta con algunas ventajas sobre otros métodos no paramétricos: (a) todas las variables son consideradas simultáneamente; (b) no existe una variable "central", si no que todas las variables tienen la misma importancia en el análisis; (c) no es necesaria una combinación lineal y (d) no se dan ni se necesitan pesos específicos o ponderación para las variables. Sin embargo, el POSAC es un análisis que tiene un número limitado de variables para ser utilizadas, por lo que se sugiere que las variables no excedan de nueve.

Asimismo, Santtila, Sandnabba, Alison y Nordling (2002) indican que el POSAC puede ser utilizado como análisis discriminante mediante la división en cuadrantes; uno puede observar que cierta variable divide los perfiles en grupos. Esto se realiza trazando líneas horizontales, verticales y transversales sobre los datos a partir del incremento o decremento en el valor de una variable específica.

Existe la posibilidad de crear diagramas por reactivo, es decir, se puede evaluar la respuesta a un reactivo particular a través de los diferentes perfiles y se pueden obtener tantos diagramas por reactivo como variables en el análisis. Debido a que los perfiles están dispuestos de tal forma que aparecen cercanos unos con otros espacialmente, el agrupamiento de los perfiles ocurre en un diagrama por reactivo particular cuando sus respuestas son las mismas. Este agrupamiento de respuestas idénticas a un reactivo particular se conoce como "regionalización" (Dancer, 1990, p. 485). El diagrama por reactivo facilita la identificación de regiones en el mapa de perfiles total en el cuál cada reactivo particular tiene idénticos valores. También permite observar cuales son las formas y la localización relativa de aquellas regiones de perfiles en el cual el reactivo i tiene por ejemplo, el valor de uno o cualquier otro valor (Lewy & Shye, 1990).

De esta forma se puede interpretar de mejor manera cuáles variables son relevantes para la solución general espacial. Los diagramas por reactivo resultan especialmente útiles porque indican que los perfiles pueden resu-mirse usando solamente algunas variables, obteniéndose una solución más parsimoniosa. Como las regiones se dividen a lo largo de los ejes X e Y, un perfil puede ser expresado en términos de sus posiciones relativas a X e Y. Así, en lugar de que un perfil sea definido con, por ejemplo, siete reactivos, podría ser definido de acuerdo a dos. De esta manera, los datos pueden ser suficientemente representados por los reactivos encontrados como los más discriminantes. Aunque estos diagramas por reactivos son prescindibles, si es recomendable llevarlos a cabo para una mayor clarificación de la solución general.

 

Resultados

A continuación se presenta los resultados generales de la solución POSAC, los análisis detallados por sexo y los diagramas por reactivos para las variables Iglesia y Consuelo, para el resto de variables solamente se enunciará las diferencias respecto a las soluciones iniciales. El análisis se realizó introduciendo las variables en el mismo orden en el que se presentaban en el instrumento; es decir en la secuencia (a) consuelo; (b) sentimientos; (c) dinero; (d) favor y (e) iglesia. La media de los puntajes fue de 8.9 con una desviación estándar de 1.09 El rango de los datos fue de 5 a 10.

En la Tabla 2 se muestran los valores originales y la combinación de variables que dan lugar a la solución espacial representada en la Figura 2. Se puede apreciar que el total cuantitativo obtenido por cada perfil, así como el número de sujetos que obtuvieron cada uno de los perfiles.

 

 

Los datos presentados en la Tabla 2 indican que las respuestas a los reactivos evaluados por los 82 sujetos generaron 16 perfiles diferentes (Se tiene que hacer notar que a priori la escala podría haber generado 25 = 32 perfiles diferentes. En el presente análisis 16 perfiles potenciales no ocurrieron). El hecho de que algunos perfiles no aparecieron en los datos empíricos indica que posiblemente la explicación de un constructo particular puede basarse en una estructura subyacente más simple de la que se ha considerado. En otras palabras, mientras el análisis revele menos dimensiones, puede ser que represente más contenido elemental y teóricamente más estable.

Adicionalmente se observa que el orden de las variables resultó diferente al orden original, por lo que, en primer lugar en el análisis, aparece la variable Iglesia, seguida de Favor, Sentimientos, Dinero y Consuelo. Es importante tomar en cuenta el orden de las variables al interpretar la solución final, ya que la primera variable es generalmente la más importante en el análisis para la división en cuadrantes.

En la Tabla 3, se presentan los valores de ajuste, y se observa que a pesar de que algunos perfiles tienen un valor Joint (cuantitativo) muy similar, por ejemplo el perfil 12212 con .754 y el 12221 con .796, en su valor Lateral (cualitativo) difieren, siendo que el primero cuenta con un valor de .677, mientras que el segundo tiene un valor de .479, lo que ocasiona que la ubicación espacial del primer perfil se ubique por abajo del segundo perfil.

 

 

En la Figura 2 se muestra la solución espacial para la muestra total, la cual registró un coeficiente de correspondencia de .923, que indica que el 93% de los casos fueron correctamente ubicados en el espacio bidimensional del análisis. En esta Figura, se puede observar cómo en la mayoría de los casos la representación espacial se basa principalmente en la primera variable, que hace referencia al apoyo que la persona recibe de parte de su iglesia o consejero espiritual.

Se puede observar cómo los perfiles pueden dividirse a partir del valor en la primera variable con excepción de un perfil (22112). Aquí se observa que la división por cuadrantes separa en dos regiones los resultados.

Con respecto al análisis por sexo, en la Tabla 4 se muestra los valores obtenidos para el grupo de hombres. El valor obtenido del coeficiente de correspondencia para el grupo de hombres fue de .919, representando un ajuste adecuado para el 91% de los casos. Aquí se observa que en este grupo se registran 14 perfiles diferentes y los perfiles varían en cuanto a su distribución y frecuencia con respecto a la solución inicial.

 

 

En la Figura 3 se muestra la solución espacial para los hombres y, nuevamente, la variable principal por la cual están ubicados los perfiles para este grupo es Iglesia. También se observa que en este grupo se presentan las combinaciones extremas, es decir, hay un caso que reporta no contar con ningún tipo de apoyo al momento de la entrevista (perfil 11111), así mismo, 17 hombres reportan obtener todos los tipos de apoyo (perfil 22222). En esta solución se muestra el mismo orden de variables obtenido para la solución general.

 

 

Se observa que casi la totalidad de hombres participantes reportan contar con el tipo de apoyo que mide la variable 2 (Favor), por lo que se considera que es una variable de comportamiento constante, y no proporciona información discriminante entre perfiles.

En la Tabla 5 se presentan los diferentes perfiles obtenidos por el grupo de mujeres. La solución POSAC obtuvo un coeficiente de correspondencia de 1, lo que indica que el 100% de los casos para este grupo fueron correctamente ajustados a la solución espacial.

 

 

Este grupo obtuvo 7 perfiles diferentes, siendo la mitad del número registrado en el grupo de hombres. En este grupo no se registró ningún caso con el perfil 11111, lo cual indica que ninguna mujer reportó carecer de apoyo social al momento de la aplicación. En la Figura 4 el programa automáticamente calcula este perfil a manera de parámetro (Base Coordinate).

 

 

La solución espacial difiere también en cuanto a la variable más importante para la ubicación y la discriminación de perfiles, resultando que Consuelo es la primera variable que se utiliza en el análisis. Aquí al igual que en los hombres, la variable Favor es la menos discriminante de las cinco.

En la Figura 4, se observa que al haber un menor número de combinaciones (Figura 4) es más sencillo ubicar una línea divisoria entre aquellos casos que reportan contar con alguien que brinde consuelo en casos de necesidad, y aquellos que cuentan con otro tipo de apoyo, pero que no cuentan con alguien que los consuele.

Con el fin de explorar aún más la importancia relativa de cada una de estas variables para la identificación de los perfiles, se obtuvieron los diagramas por reactivos para las cinco variables. En este artículo sólo se presentan los diagramas que corresponden a los reactivos Iglesia y Consuelo, que resultaron ser los más importantes en la división por sexo. En estos diagramas se retoma el número total de participantes.

En la Figura 5, se observa la solución espacial según la variable Iglesia, que obtuvo un coeficiente de corres-pondencia de .923. En esta Figura se muestra más claramente la división que existe entre aquellos perfiles que cuentan con este tipo de apoyo y aquellos que no lo tienen. Las líneas que se muestran tienen el objetivo de ilustrar los agrupamientos de perfiles o la regionalización, según si está presente o no el apoyo. Con excepción de dos perfiles, la regionalización es muy notoria. Los perfiles que ocasionan que la división no sea perfecta, son hombres con sólo una frecuencia en cada perfil.

 

 

En la Figura 6, se presenta la solución espacial para la variable Consuelo, que obtuvo un coeficiente de correspondencia de .923 para la variable Consuelo. Al igual que el caso anterior, la línea punteada trata de marcar la región que corresponde a los perfiles que difieren en cuanto al apoyo obtenido mediante el consuelo brindado por terceras personas. Si se observa cuidadosamente, la solución es inversa casi en su totalidad a la solución de la variable Iglesia; cuando se presenta el apoyo espiritual se carece de una persona específica que brinde consuelo, mientras que si se cuenta con una persona significativa que ofrezca consuelo, no se requiere el apoyo de un consejero espiritual. La división en este caso no se realiza de manera vertical sino horizontal, reportándose de nueva cuenta dos perfiles sin ajuste perfecto y con una sola frecuencia. Los únicos perfiles que no siguen este patrón son precisamente aquellos que no se ajustan perfectamente en la regionalización.

 

 

Discusión

Como se pudo observar, el número de perfiles obtenidos por los hombres fue diferente al de las mujeres. Es decir, el nivel de apoyo reportado por hombres y por mujeres en este estudio es cualitativa y cuantitativamente diferente, lo que concuerda con la literatura de apoyo social (Ayala & Nurit, 2003; Banyard & Graham-Bermann, 1993; Gecková et al., 2003) y de migración (Curran & Rivero-Fuentes, 2003). Las mujeres generalmente migran, ya sea para seguir al esposo, una vez que este ya se ha establecido en Estados Unidos o bien, migran junto con él, lo que hace que ellas de antemano cuenten con cierto apoyo social incluso antes de migrar, a diferencia de los hombres que generalmente migran solos. Los hombres crean nuevos lazos afectivos una vez se encuentran en Estados Unidos y han pasado por un período de adaptación suficiente, incluso, aunque vivan en grupos, tradicionalmente es adjudicado al hombre el rol de ser fuerte tanto física como emocionalmente y se manifiesta la prescripción de no demostrar necesidad de Consuelo o de manifestar de sus sentimientos, lo cual corresponde a roles tradicionales femeninos.

Los hombres que no cuentan con alguien que los consuele buscan apoyo a través de la iglesia o un consejero espiritual que les brindaría tal apoyo sin necesidad de exponerse ante los demás como una persona vulnerable o demasiado débil para enfrentar eventualidades, ya que según los roles tradicionales masculinos se espera que los hombres resuelvan sus problemas de manera independiente y no acudan a otros por ayuda o apoyo (Barbee et al., 1993; Belle, 1987; Díaz-Guerrero, 1990). A las mujeres, a diferencia de los hombres, tradicionalmente se les percibe como personas que dan y reciben consuelo y apoyo emocional a quién lo necesite, así como de ser aquellas que más lo requieren (Cohen et al., 2000; Monnier et al., 1998).

Los diagramas por reactivo indican que aquellas personas que no cuentan con alguien con quien consolarse, reportan acudir a la iglesia o a un consejero espiritual; por el contrario, aquellos que no acuden a la iglesia en caso de enfrentar un problema, son los que dicen tener alguien que los consuele. De esta manera los lugares de culto se pueden describir como agentes de consuelo incondicional; en cambio, aquellos que no requieren de la iglesia es porque cuentan con una persona que los ayude ante una eventualidad.

Haciendo referencia a la distinción entre el tipo de apoyo instrumental, emocional y espiritual (informativo-evaluación), se encuentra que el apoyo instrumental es más común entre la población migrante a diferencia del apoyo de tipo emocional. Esto es importante resaltarlo ya que gran parte de las aflicciones de tipo psicológico que presentan los migrantes tienen que ver con los sentimientos de soledad y desesperanza, mismos que se manifiestan a través de la falta de apoyo social (Hovey, 2000; Pantelidou & Craig, 2006). Este estudio pone de manifiesto la importancia de evaluar no sólo el apoyo instrumental, sino también el apoyo emocional y espiritual: no es lo mismo que una persona cuente con alguien a quien pueda pedirle un favor o pedirle dinero prestado pero que no cuente con alguien que lo consuele, a contar con alguien con quien consolarse, pero no tener quien le haga un favor o le preste dinero en caso de necesidad. En términos cuantitativos ambas personas tendrían igual nivel de apoyo, pero es claro que en términos cualitativos los dos casos difieren, razón por la cuál este tipo de estudios es importante realizarlos desde una perspectiva mixta.

Ambos sexos cuentan con el apoyo instrumental de tener a quien pedirle un favor, que puede ir desde lo más simple como es pedir que alguien haga una llamada a México o avisar al trabajo que se encuentra enfermo, hasta que le traduzcan del inglés al español. Debido a que esta variable pudo estar sujeta a muchas interpretaciones, el 98% de los participantes contestaron a la pregunta de manera afirmativa, por lo que esta variable no discriminó lo suficiente como para haber sido relevante en la solución espacial.

No hubo mayor claridad en la contribución de la variable Sentimientos en la solución espacial. Una posible interpretación a esto es que aunque la familia o amigos pueden encontrarse lejos se tiene la posibilidad de compartir con ellos lo que uno siente y piensa a través del teléfono, de Internet o de una carta, a diferencia del consuelo que puede percibirse como una necesidad inmediata de apoyo.

La variable Dinero que evaluaba la viabilidad de pedir apoyo económico, tampoco resultó ser relevante en el análisis. Una posible razón va en el sentido de que cada persona le dio una interpretación diferente a lo que se refiere necesidad económica, entendiéndose desde pedir dinero para comprar cosas para comer, hasta para un gasto mayor, como una hospitalización o un préstamo para comprar un carro. También hay que considerar la posibilidad que los migrantes consigan présta-mos de dinero utilizando otras estrategias: entidades, lugar de empleo, etc.

 

Conclusiones

La presente investigación tuvo como objetivo evaluar en migrantes mexicanos los tres tipos de apoyo más frecuentemente referenciados en la literatura científica. Tratando de utilizar un número mínimo de variables, se desarrollaron cinco reactivos que permitieron mediante un Escalograma de orden parcial por coordenadas base (POSAC), ubicar a los migrantes en cuanto a su nivel de apoyo social. El utilizar el POSAC como una alternativa novedosa para el análisis, amplía las posibilidades de exploración, ya que muchos estudios sólo han contemplado la posibilidad de evaluar el apoyo en términos cuantitativos, es decir, contabilizando simplemente la cantidad de respuestas a una escala y dejando de lado la cuestión de la cualidad del apoyo y sus posibles combinaciones para dar determinado perfil. No basta con saber si se tiene o no el apoyo, sino qué perfil de apoyo es el que es más frecuentemente está presente en la población migrante para construir estrategias de intervención frente a problemáticas relacionadas con la carencia de algún tipo de apoyo, que estuvieran basadas en los recursos de apoyo reales de esta población, lo cual aumentaría su eficacia.

En opinión de las autoras, utilizar el POSAC a manera de análisis exploratorio, constituye el primer antecedente en la utilización de la técnica en este tipo de población, la cual requiere de mejores alternativas de evaluación, más fáciles y rápidas que ayuden a la comunidad científica a proponer soluciones más eficaces en la planeación de estrategias preventivas en la población migrante, principalmente aquellas que tienen que ver con el apoyo social.

Limitaciones

Al ser esta investigación de carácter exploratorio, no se consideró un tamaño de muestra lo suficientemente representativo de la población de interés y al no considerarse cuotas para cada una de las variables se reconoce que las soluciones presentadas en el presente artículo podrían deberse a efectos en el tamaño de muestra y no necesariamente al tipo de apoyo real con el que cuentan los migrantes. Sin embargo, cabe decir que los datos son sustantivos y coherentes con hallazgos reportados en otras investigaciones. Asimismo se reconoce que el evaluar solamente cinco aspectos del apoyo social es una manera muy sencilla de medir dicho constructo; no obstante, los hallazgos presentados aquí nos dan elementos para considerar que se puede discutir el apoyo con el que cuenta este tipo de población, a partir de la medición de las cinco variables consideradas.

 

Referencias

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Received 14/08/2007
Accepted 18/08/2008

 

 

Alejandra Domínguez Espinosa. Realizó sus estudios de doctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México, en la Facultad de Psicología graduándose con mención honorífica en el 2003. Ingresa un año después a la Universidad Iberoamericana como profesor-investigador de tiempo completo en el Departamento de Psicología, en dónde realiza actualmente investigación en el campo de la psicología social y funge como coordinadora de la línea de investigación Cultura, Evaluación e Intervención Psicológica.
Irene Salas Menotti. Obtuvo su doctorado en Psicología Social en la Ciudad de México en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, graduándose igualmente con mención honorífica en el 2003. Regresa a Bogotá a colaborar en diversas instituciones educativas, dictando cursos a nivel de posgrado. En el 2008 ocupa una plaza en la Facultad de Psicología de la Universidad Santo Tomás en donde labora actualmente como profesor-investigador.
1 Dirección: Prolongación Paseo de la Reforma, 880, Lomas de Santa Fé, México, DF, Cp. 01210. E-mail: alejandra.dominguez@uia.mx