SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.52 número2O ato infracional como ato anti-hamletiano de adolescentes sob condição de indignação e revoltaTempos de incerteza: novas solidões? índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Tempo psicanalitico

versão impressa ISSN 0101-4838versão On-line ISSN 2316-6576

Tempo psicanal. vol.52 no.2 Rio de Janeiro jul./dez. 2020

 

DOSSIÊ

 

El porvenir de una desilusión. Desafíos psíquicos en tiempos de pandemia

 

The future of a disappointment. Psychic challenges in times of pandemic

 

O futuro de uma desilusão. Desafios psíquicos em tempos de pandemia

 

 

Cristina M. Ronchese*

Universidad Nacional de Rosario - Argentina

Endereço para correspondência

 

 


RESUMEN

Este trabajo aborda, en primer lugar, algunas de las particularidades de la situación actual de pandemia y confinamiento desde diversas dimensiones destacando la complejidad de la misma; luego, se señalan desde una perspectiva psicoanalítica ciertos aspectos del impacto psíquico que ambos generan en quienes se encuentran transcurriendo tiempos constitutivos del psiquismo y en quienes ejercen funciones parentales para con ellos; y, finalmente, se explicitan algunas apreciaciones acerca del posicionamiento del analista y su práctica clínica respecto a la problemática citada.

Palabras clave: pandemia, confinamiento, impacto psíquico, niños, funciones parentales.


ABSTRACT

This work addresses, firstly, some of the particularities of the current pandemic and confinement situation in various dimensions, highlighting its complexity; next, some aspects of the psychic impact that they generate both on those who are going through the constitutive times of the psyche and in those who exercise parental functions towards them are pointed out from a psychoanalytic perspective; and, finally, some observations about the position of the analyst and his clinical practice in relation to the mentioned problem are made explicit.

Keywords: pandemic, confinement, psychic impact, children, parental functions.


RESUMO

Este trabalho aborda, em primeiro lugar, algumas das particularidades da atual situação de pandemia e confinamento em várias dimensões, destacando a sua complexidade; a seguir, alguns aspectos do impacto psíquico que tanto geram naqueles que estão passando pelos tempos constitutivos do psiquismo quanto naqueles que exercem funções parentais para com eles são apontados a partir de uma perspectiva psicanalítica; e, por fim, algumas observações são explicitadas sobre a posição do analista e sua prática clínica frente ao problema mencionado.

Palavras-chave: pandemia, confinamento, impacto psíquico, crianças, funções parentais.


 

 

Como punto de inicio, cabe aclarar que la tarea de bosquejar algunas vías de análisis y reflexiones acerca de lo que está aconteciendo supone, para mí, un desafío intelectual de notable magnitud puesto que, inevitablemente, me encuentro atravesada por la situación que me propongo pensar. En este sentido, considero que el abordaje realizado basculará entre el instante de ver y el tiempo de comprender (Lacan, 1988), en tanto, estimo, que aún no estarían dadas las condiciones para el momento de concluir.

Es evidente que estamos ante una circunstancia sumamente compleja e inédita, que nos ha tomado por sorpresa, irrumpiendo con una velocidad que ha puesto en jaque nuestros recursos psíquicos de afrontamiento y defensa. Interpelando la supuesta omnipotencia del saber científico, este nuevo coronavirus, Covid-19 (SARS-CoV-2) ha perforado certezas y saberes que, de algún modo, venían funcionando de sostén para la humanidad.

La insistencia de las frases "no sé qué va a pasar...", "no sé cómo va a seguir esto..." que se escucha en los decires en diferentes ámbitos evocan, en mí, las siguientes preguntas: ¿cuándo lo supimos? ¿Cuándo contamos con el saber predictivo de lo que iba a ocurrir o de lo que advendría en el futuro? Pareciera que lo ilusorio de la certidumbre ha quedado al descubierto, pero... aún así necesitamos aferrarnos a la creencia engañosa de que en algún momento existió. La desilusión frente a la incerteza sin velo del porvenir pareciera que ha corroído hasta el último eslabón que nos mantenía enlazados a la propia cotidianidad. Y, a dicha conmoción, vino a sumarse la medida sanitaria de Aislamiento Social Preventivo Obligatorio1.

El virus emerge en el mundo portando un extraordinario poder de contagio y, cual nueva obra de la globalización, tiñe prácticamente todo como potencial transmisor. "El cuerpo del otro, ese espesor corporal sede de una dramática subjetiva e intersubjetiva, social y política se ha convertido en amenaza, en peligro mortal" (Volnovich, 2020; s/n). Como contrapartida, la distancia entre los cuerpos se ha impuesto como un acto de cuidado amoroso.

Al decir de Volnovich (2020, p. 01) "veníamos a la máxima velocidad prevista por los imperativos neoliberales y chocamos". El tiempo y el espacio quedaron fuera de la lógica convencional y resultaron, así, trastocados nuestros puntos de referencia. El presente se detuvo, y resistiéndose a ser historia, amenaza la posibilidad de avizorar un futuro. Intervención científico-tecnológica mediante, la reducción de los espacios y distancias engendró efectos inimaginables: mientras sólo con un clic hemos podido ingresar - en la virtualidad - a los sitios más remotos, simultáneamente, nuestros desplazamientos y movimientos corporales quedaron, casi, anulados (Volnovich, 2020).

El transcurrir diario se modificó frente a una nueva cotidianidad que se impuso, generando inquietud y obligando a reorganizarnos. Abruptamente, se fueron digitalizando los múltiples escenarios de nuestras vidas; Internet y las pantallas llegaron a mediatizar, así, los encuentros que al fin se tornaron posibles - escolares, familiares, laborales2, amorosos, eróticos, amistosos, académicos, etc. Ahora sí, "caímos en las redes". Terreno fértil para la mercantilización y el capitalismo voraz.

La inermidad y el desamparo quedaron al descubierto, sólo atenuadas por el respeto al aislamiento (Volnovich, 2020). Aislamiento social que, si bien en muchas familias propició el compartir nuevas experiencias intensificando los lazos, por momentos y/o en otros casos, desembocó en encierro y soledad afectiva. En esa línea, fiel a la directiva holofraseada del "quedátencasa3", muchos de los sujetos fueron - y siguen siendo - testigos de cómo se esfuma su condición de tal, al quedar objetivados, consumiendo, siendo consumidos y, más aun, cada uno quedándose a solas con-su-mismo. Entonces, así, la posibilidad de mitigar con otro ese punto inevitable de encuentro a solas con el dolor y la experiencia resultó coartado.

Podemos decir que esta pandemia junto con la medida de ASPO ponen a prueba nuestro psiquismo, al modo en el que Lacan (2014) plantea que el duelo pone a prueba la estructura psíquica. Como no podría ser de otra manera, las opciones, en los posicionamientos subjetivos, son variadas. En el espacio clínico, se escucha que el abanico va desde quienes reniegan de la situación, sosteniendo que nada les va a pasar, hasta la posición de quienes sienten exacerbados sus miedos y angustia, quedando paralizados frente a lo que acontece, pasando en el intermedio por diversos matices. Observándose, también, posicionamientos de registro, de reconocimiento de la importancia de los cuidados y aceptación de lo posible en este escenario, leído en su transitoriedad y valiéndose de los recursos creativos, con que se cuente, para transitarlo. Amarante (2020), por su parte, advierte al respecto tres tendencias o narrativas: los negacionistas (rechazan la existencia del virus o del contagio), los alarmistas (que plantean el incremento de trastornos mentales, de alcoholismo y suicidios desde investigaciones apresuradas y cuestionables) y quienes entienden la situación como una experiencia existencial que implica crisis y sufrimiento, pero no tomados como sinónimo de trastornos. Este investigador destaca que lidiar con la pandemia también ha generado resultados positivos, tanto en el plano individual como colectivo, en los casos de quienes han transformado esa experiencia en prácticas solidarias, en prácticas de autocuidado, buscando reorganizar la propia vida, sus relaciones familiares y personales. Desde el psicoanálisis sabemos que ello responde a la posición del sujeto frente a la muerte, a la vida, a las pérdidas, a la falta.

En su indagación acerca de la actitud del ser humano frente a la muerte, Freud (1915/1988, p. 2110) observa que los sujetos mostramos una inclinación a prescindir de la misma, a eliminarla de la vida, hemos intentado silenciarla, incluso en lo inconsciente "estamos convencidos de nuestra inmortalidad". Según Freud, quizás ese sea el secreto del heroísmo, el "no puede pasarme nada". En cambio, el miedo a la muerte sería algo secundario, procedente casi siempre del sentimiento de culpabilidad. Por otra parte, sabemos que en lo inconsciente existen impulsos destructivos-agresivos, pulsión de muerte, desde los cuales, en el plano del deseo, se suprimen constantemente a aquellas personas que estorban nuestro camino, nos han dañado, ofendido y/o perjudicado, e inclusive se acepta la muerte cuando se trata de un extraño. En este sentido, Freud (1915/1988) advierte que hay casos en los que a nuestro inconsciente se le presenta un conflicto entre dichas dos actitudes opuestas ante la muerte, esto es, la que la reconoce como aniquilamiento de la vida y la que la niega como irreal. Tal es el caso de la muerte o el peligro de muerte de una persona amada (familia, pareja, amigos/as), personas que son para nosotros, por un lado, un patrimonio íntimo, partes de nuestro propio yo ; pero también son, por otro lado, parcialmente extraños o incluso enemigos - dada la ambivalencia propia de nuestra vida psíquica. Claramente Freud (1915/1988) nos anoticia de la existencia del deseo de muerte involucrado en el "síntoma de una preocupación exacerbada por el bien de los familiares del sujeto" o "los autorreproches totalmente infundados, consecutivos a la muerte de una persona amada" (Freud, 1915/1988, p. 2116).

Sa bemos que, desde la tendencia posmoderna imperante no hay lugar para la falta, ni para las pérdidas, por ende, tampoco para la pregunta, ni para la reflexión, entre otras. En congruencia con ello, fue notoria la velocidad con la que, desde abrumadores discursos mediáticos, en un torbellino de hiperestimulación informativa y sensorial, circularon propuestas de actividades, objetos y relatos explicativos en el plano de taponamiento del agujero/vacío, causante de angustia y malestar, revelado por la peste. Un empuje a no discontinuar lo productivo, en pos de sostener un "como si nada estuviera pasando" y un "como si nada se hubiera perdido".

A su vez, se dibuja un nuevo paisaje discusivo4, desde donde urge abrir a la reflexión ¿cuáles han pasado a ser los nuevos estigmas de época? ¿Cuáles las etiquetas de moda? ¿Qué ropajes viste la lógica segregativa en la actualidad? Cuestiones ante las que, desde el campo psi, nos compete estar atentos a los fines de no sucumbir respondiendo con diagnósticos patologizadores de las manifestaciones subjetivas pertinentes a un escenario tan adverso. En apariencia, se reconfiguran las líneas divisorias entre incluidos y excluidos/peligrosos/enemigos; los discursos bélicos sobre la pandemia no tardan en aparecer y nos alertan que el enemigo puede estar encarnado en cualquiera... hasta en uno mismo. La necropolítica, en términos de Achille Mbembe (2020), cobra fuerza o, mejor dicho, visibilidad, en tanto lógica del sacrificio intrínseca al neoliberalismo - necroliberalismo -, a través de la cual se calcula quién goza del valor para pertenecer y permanecer, quiénes no y cómo serán descartados. El qué hacer con aquellos que se ha decidido que no valen nada es una pregunta que, asevera el autor, siempre afecta a las mismas razas, las mismas clases sociales y los mismos géneros. Se trata de un dejar morir y hacer morir. Desde esta vertiente, "se refuerza la xenofobia, el cierre de fronteras, el distanciamiento social, el aislamiento físico y moral. El temor al otro, en tanto el otro pasa a ser un agente contagiante y contagiado. Como así también uno mismo" (Centurión, 2020; s/n). Todos resultan potenciales enemigos.

En ese sentido, Achille Mbembe (2002) señala que la pandemia cambiará la forma en que nos relacionamos con nuestros cuerpos, en tanto se han convertido en una amenaza para nosotros mismos. Al respecto, advierte que ahora todos tenemos el poder de matar y que el aislamiento constituye precisamente una forma de regular dicho poder.

Stolkiner (2020), por su parte, plantea que la pandemia puso en evidencia que el cuidado es una construcción y una práctica colectiva, que no se puede cuidar al otro si uno a la vez no se cuida; es decir, pone en cuestión el supuesto unidireccional de que algunos cuidan y otros reciben los cuidados. Conmoción del narcisismo que nos interpela a todos, confrontándonos con la posición que cada uno tiene respecto del semejante - otro -, y de lo colectivo, posibilitando, así, visibilizar ciertas naturalizaciones y modalidades actuales de lazos entre pares e intergeneracionales.

Pero, fundamentalmente, se destaca que esta pandemia pone de relieve las profundas desigualdades materiales, tecnológicas, sociales, entre otras, que atraviesan a la humanidad. Como a todas las enfermedades, lo social impregna a la enfermedad por covid-19, dándole sentido, heterogeneidad y diferente impacto, tanto a nivel singular como territorial (Carballeda, 2020). En palabras de Carballeda (2020, s/n) señalamos que

el problema Macro (Pandemia) se singulariza en circunstancias Micro Sociales. De ahí que dialogue con la Vida Cotidiana, la Trama Social y la reconfiguración de diferentes Problemas Sociales en los escenarios que impone y transforma la Pandemia. Estas cuestiones se expresan en términos de Accesibilidad al Sistema de Salud, a las Políticas Sociales y a los Sistemas de cuidado en general, siendo estos últimos fuertemente singulares y territoriales. A su vez, la estructuración de la vida cotidiana también se singulariza en relación a la existencia de múltiples factores condicionantes desde lo social (s/n).

En líneas generales, entonces, citando a Stolkiner y Ferreyra (2020, s/n) podemos precisar que:

Hay distintas formas de posicionarse y actuar frente al COVID-19: una centrada en la lógica del cuidado solidario y colectivo con marco comunitario, y otra centrada en la preservación individual y el control poblacional, fácilmente derivable en estigmatizaciones y exclusiones motorizadas por el miedo y la moral policíaca. Ambas coexisten y eventualmente se articulan de diversas maneras. Asimismo, la metáfora bélica de la enfermedad convoca un fantasma que debe ser revisado en sus efectos, porque cristaliza en algunos la necesidad de un enemigo identificable y en otros una actitud sacrificial, grave en el caso de algunos agentes de salud (s/n).

De lo expuesto hasta aquí, decanta que lo intensamente conmocionante de esta pandemia reside en que, su acechanza, condensa de modos particulares las tres fuentes de sufrimiento puntualizadas por Freud (1930 [1929]/1988, p. 3025); estas son, el propio cuerpo - "que condenado a la decadencia y a la aniquilación, ni siquiera puede prescindir de los signos de alarma que representan el dolor y la angustia", el mundo exterior - capaz de encarnizarse en nosotros con fuerzas destructoras omnipotentes e implacables - y las relaciones con otros seres humanos en lo que hace a la "insuficiencia de nuestros métodos para regular las relaciones humanas en la familia, el Estado y la sociedad". Las dos primeras, subraya Freud (1930 [1929]/1988), nos confrontan a lo inevitable.

Veamos, a continuación, entonces, algunas consideraciones respecto de los desafíos psíquicos que esta situación plantea, tal como ha quedado explicitado. Específicamente, abordaremos ciertos aspectos de la afectación que la pandemia y el confinamiento preventivo obligatorio genera en quienes se encuentran transcurriendo tiempos constitutivos, incluyendo el impacto producido en quienes están en funciones parentales para con ellos, ya que tales funciones se hayan directamente involucradas en los procesos constitutivos. A tales fines, me valdré de ciertas manifestaciones recabadas en el ámbito clínico.

 

En los discursos de quienes están sosteniendo funciones parentales

- Se evidencia ansiedad, temores y angustia vinculados a la incertidumbre respecto de cómo va a continuar la situación de la pandemia y confinamiento, cuánto tiempo se prolongará y las diversas versiones que emergen como respuesta a la misma. Resuena, aquí, cierto recrudecimiento de lo que Zabalza (2020) denomina como "la otra peste, el terrorismo del ¿Y si... ?" refiriéndose a esa pregunta adictiva, contagiosa que, en pos de ir abriendo el abanico de alternativas que podrían ocurrir, conduce a crear monstruos diversos, generando ansiedades y paralización del trabajo psíquico. Al respecto, constituye una de las apuestas clínicas el intentar deslindar la pandemia/virus real, del "propio virus fantasmático" del sujeto, es decir, de su fantasma singular. Cuando el sujeto logra ubicar su virus fantasmático frente a esta contingencia, tiene la chance de salir del "¿y si...?", acceder al acto y hacer algo frente a eso (Zabalza, 2020).

- Se expresa la movilización propiciada por la incerteza acerca de lo laboral, del sustento económico y la agudización del riesgo para quienes ya estaban en situación de desamparo. Como así, también, cuestiones vinculadas a proyectos interrumpidos, postergados o que nunca se realizarán. El ensamble pandemia-cuarentena se constituye, de este modo, como amplificador del malestar sobrante (Bleichmar, 2010) tensando al máximo sus posibilidades soportables, en tanto, más allá de las renuncias pulsionales que posibilitan nuestra convivencia con otros, aquí está en predominancia la resignación de aspectos sustanciales del ser mismo como efecto de tales circunstancias sobreagregadas, además de estar en juego el despojo - o el riesgo del mismo - de algún proyecto trascendente que permita vislumbrar un futuro de salida que aminore el malestar.

- En cuanto al impacto en los cuerpos, se pueden situar diversas aristas:

• por un lado, las referencias a estados emocionales que entrañan cierta intensidad (en los discursos insisten el cansancio, desgano, tristeza, aburrimiento, dificultad en la concentración. Pero también aparecen estados de bienestar, relajación y alegría), por otro lado, las alusiones a desregulaciones pulsionales (alimentación, deseo sexual, impulsos agresivos) que, en algunos casos, se trata de agudizaciones de las mismas.
• Desregulación del ordenamiento temporal de las rutinas familiares (hablan de alternancias de sueño y vigilia, de períodos de trabajo/home-office y de horarios de alimentación, entre otros, trastocados).
• Dificultad en la delimitación de espacios (en relación a espacios compartidos con quienes se convive, espacios de privacidad, espacios que se reconfiguran vía la mediación tecnológica para llevar adelante trabajo/home-office, clases, etc. Las pantallas abren ventanas al exterior introduciéndolo, a su vez, en el interior del hogar y viceversa, desdibujándose las fronteras entre ambos; los espacios se multiplican y establecen entre sí relaciones múltiples y recíprocas).
• Se advierten indicios de que el riesgo ha teñido los contactos presenciales y que las manifestaciones de afecto - el darse la mano, un beso, abrazarse, conversar en cercanía, compartir un mate, etc - se han convertido en terreno propenso a la diseminación del virus. Se escuchan madres - preferentemente - que se muestran tomadas por miedo al contagio, miedo a enfermarse y/o a que se enfermen sus hijos/as y/o sus padres y madres, miedo a contagiarlos. Una experiencia de alteridad que despierta el riesgo de muerte, aún, en el lazo familiar, por un lado, remite a lo abordado por Freud, anteriormente citado, y por el otro, nos evoca los aportes del autor respecto de lo siniestro5 (Freud, 1919/1988, p. 2503). En tanto, "lo siniestro en las vivencias se da cuando complejos infantiles reprimidos son reanimados por una impresión exterior, o cuando convicciones primitivas superadas parecen hallar una nueva confirmación" - o sea, cuando lo que habíamos tenido por fantasía aparece ante nosotros como real. Freud señala, además, que el factor de la incertidumbre intelectual, esto es, de la incertidumbre del conocimiento científico tiene su importancia respecto del carácter siniestro de la muerte. Apreciación netamente pertinente al tema que nos ocupa.

- Por otra parte, surgen expresiones acerca de la mirada de juzgamiento social ligada al riesgo de contagio (de ser contagiado/ y contagiar a otros/as): el super-yo asoma en la escena.

- Resaltan quejas, particularmente, de mujeres en función materna sobre las tareas escolares que deben realizar en el hogar. En sus discursos aluden a escenas cotidianas cargadas de angustia, agobio, cansancio, malestar y conflictos, e insiste el subrayar lo excesivo que les resulta estar al cuidado de sus hijos/as durante todo el día. Expresan notables sentimientos de culpa por "las tareas pendientes", por lo que no llegan a cumplir, por "lo atrasado". Mujeres que a sus tareas laborales y domésticas se les ha agregado, en este tiempo, la enseñanza de contenidos escolares, encontrándose en muchas oportunidades sin contar con los recursos (materiales, pedagógicos, cognitivos, subjetivos, etc) necesarios para ello. Aquí, queda expuesto, al modo de un imperativo en esta situación excepcional, el trasfondo histórico, social, cultural y económico de esa asociación del cuidado como privado-familiar y predominantemente maternal, cuestión que emerge en las angustias registradas por la sobrecarga cotidiana que recae sobre las mujeres, tal como fue citado y como (Colangelo, M. et al., 2020). En relación a lo planteado, observamos que las siguientes fronteras entre familia y escuela, en este tiempo de pandemia, resultan desdibujadas: espacio familiar-espacio escolar, función parental - función docente.

Como se puede observar, en mayor o menor medida, las funciones parentales están en jaque.

 

Algunas puntuaciones surgidas del material clínico actual de niños y niñas en tiempos constitutivos

Podemos señalar que, por un lado, el afuera se tiñe de riesgo letal y, por el otro, se observa que tras la medida de confinamiento se cerraron notablemente los canales de goces, de satisfacciones exogámicas; en correspondencia con tal coyuntura se observa que en quienes están transitando tiempos constitutivos surgen indicadores del encierro en la endogamia (Flesler, 2020), como los siguientes: angustia de separación, síntomas fóbicos, irritabilidad, hablar como más chiquito/a, enuresis que parecían resueltas, regresiones en procesos que estaban en curso de resolución - ej. volver a querer tomar la mamadera, dormir nuevamente en la cama con la madre y/o el padre, no querer salir de la casa para ir a jugar a algún otro lugar, entre otros. Al respecto, resulta nodal la importancia de diferenciar el aislamiento social del "encierro psíquico en la continuidad de los goces, en el lazo con los otros primarios" (Flesler, 2020, s/n) en virtud de precisar el horizonte de la intervención clínica.

Por otra parte, en niños y niñas que se encuentran en el último año del Nivel Inicial (entre 5 y 6 años de edad) o cursando la escolaridad Primaria, se escucha iterativamente el pedido, el anhelo, el deseo de volver a la escuela, conjuntamente con la expresión de quejas y malestares en relación a tener que realizar las tareas escolares en el hogar, con quien esté a su cuidado. El intento de sostener la enseñanza y los lazos escolares desde la virtualidad se observa que no ha resultado fructífero con los más pequeños. La negativa, de los mismos, se ha hecho escuchar desde diversas formas. Claramente, la escuela para ellos es irremplazable.

Vinculado a lo dicho, comparto el siguiente diálogo que una niña inicia con su madre, luego de haber participado en una de sus clases de 1º grado por zoom, tras siete meses de estar en situación de pandemia-confinamiento:

- Niña: "Mami, yo ¿cuántos años tengo?"
- Madre: Seis.
- Niña: Y ¿en qué grado estoy?
- Madre: En primero...
- Niña: La seño ¿se habrá olvidado de mi nombre?

Considero que esta escena de diálogo, en línea con lo que venimos puntualizando, nos permite abrir fecundos interrogantes respecto de los aspectos subjetivos que pueden resultar afectados en esta situación tan excepcional. En ese sentido, las preguntas que la niña le dirige a su madre nos llevan a reflexionar acerca de la conmoción de las referencias narcisísticas que puede generarse en este tiempo y del estatuto que la presencialidad tiene en la experiencia de la escolaridad primaria - en la institución escolar- en virtud del proceso de constitución de las mismas. La restricción de la asistencia a la escuela, dada por la medida de ASPO, dio lugar a la visibilización - por su ausencia - de la vigencia que tiene la institución escolar en tanto espacio social exogámico privilegiado para la producción de subjetividad de niños y niñas.

A los fines de avanzar en este análisis acerca de las particularidades del impacto de la realidad actual en la subjetividad de adultos y niños/as, tomaremos algunos aportes de la psicoanalista argentina Silvia Bleichmar.

En primer lugar, entonces, siguiendo a Bleichmar (2010), indicamos que definir el impacto de la realidad en la subjetividad obliga a reconocer diversos tipos de realidad y a ubicar su incidencia en los diversos tiempos y modos de funcionamiento del aparato psíquico - considerando las diferentes relaciones entre inconsciente, yo y super-yo con la realidad. Dado que dicho desarrollo excedería el propósito de este trabajo, focalizaremos, meramente, en la relación del yo con la realidad. En primera instancia, partimos de situar al cuerpo y al otro como dos órdenes privilegiados de la realidad exterior, en tanto ambos generan las condiciones que propician la emergencia de toda representación. Una vez constituido el sujeto, la realidad exterior operaría desdoblada bajo dos modos: por un lado, como realidad significada y significable, capturada por el lenguaje; y por otro lado, como realidad no significada, exterior no sólo a la subjetividad sino a los modos con los cuales el discurso socialmente producido permite su captura pero que, sin embargo, ejerce impacto traumático en el borde mismo de lo significado (Bleichmar, 2010).

En cuanto a la relación del yo con la realidad, Bleichmar (2002) puntualiza dos cuestiones interesantes para retomar: por un lado, la relación del yo con el preconsciente y, por el otro, la función del yo de tomar a su cargo tanto la autopreservación como la autoconservación del sujeto. Según la autora, estos dos aspectos - la autoconservación y la autopreservación - conllevan una relación con la realidad que articula toda la relación social al mundo, en sentido estricto, esto es, amorosa y política. En dichos ejes se ensamblan los procesos mediante los cuales la realidad instituye o destituye formas de la subjetividad. La autoconservación se refiere al sistema de representaciones que determinan la posibilidad de la conservación del cuerpo en tanto organismo, es decir, los modos mediante los cuales el yo toma a cargo los intereses de la vida - conservación del cuerpo vivo, representación biológica de la supervivencia (Bleichmar, 2002). Por otra parte, la autopreservación remite a los aspectos identitarios del yo - lo que se es -, a diferencia del ideal que se articula con lo que se debe llegar a ser. Es decir, alude a la "forma mediante la cual el sujeto preserva la representación nuclear de sí mismo, bajo los modos de tensión narcisista que lo hacen plausible de ser amado por sí mismo, en su relación con las identificaciones y los ideales" (Bleichmar, 2002, p. 69).

A la luz de dichas nociones, y teniendo presentes las manifestaciones clínicas puntualizadas, podemos pensar que la situación de pandemia y confinamiento con sus efectos políticos, económicos y sociales compromete las subjetividades, considerando particularmente los modos con los cuales el yo se representa a sí mismo y se sostiene en su función integradora no sólo a nivel del psiquismo sino también social, es decir, queda afectado tanto en el plano de conservación de la vida como en el de la preservación de la identidad6 (Bleichmar, 2010). Al respecto, subrayamos lo que la autora señala al destacar que en situaciones límites se suele constatar la discordancia entre ambos aspectos del yo, puesto que se puede mantener el organismo con vida (autoconservarse) a costa de un arrasamiento narcisístico, de un desmantelamiento de los modos habituales con los cuales el yo considera válida su existencia misma. Por otra parte, también nos advierte que la autoconservación puede ser sacrificada en aras de preservar la representación narcisística, identificatoria del yo, y "el sujeto puede dejarse morir, o matar, antes que ceder estos aspectos sin los cuales siente que no podría seguir viviendo, ya que no podría seguir siendo" (Bleichmar, 2002, p.69). La autora indica, además, lo sutil y desgastante que puede resultar el modo con el cual se produce la subordinación de la autopreservación representacional a la conservación de la vida en ciertas situaciones cotidianas (a diferencia de aquellas extremas citadas). Podemos constatar distintas gradaciones y modalidades de ambos procesos en las diversas escenas, discursos y manifestaciones de los sujetos, que han sido explicitadas.

En este somero recorrido, hemos pesquisado las condiciones de vulnerabilización reinantes en este tiempo de pandemia, sujetos conmocionados en sus sostenes basales, niños y niñas vivenciando cierto desamparo de funciones parentales y un potencial trauma colectivo que asoma su anclaje en un presente que parece petrificado.

La prolongación en el tiempo de este estado de situación, con su complejidad, nos confronta a una experiencia de la que difícilmente alguien salga "inmune". Aun así, y precisamente por ello, nos compete tejer redes y aunar recursos desde nuestros campos disciplinares para hacer algo "con" y "desde" esta adversidad.

 

Consideraciones finales

Si bien esta pandemia constituye una situación de emergencia humanitaria globalizada, desde nuestra función, sostenida en la ética del psicoanálisis, nos atañe generar las condiciones singulares para la emergencia del sujeto y su deseo. Sabemos que hay discursos hegemónicos universalizantes al acecho y que estamos en un terreno fértil para que propaguen sus germinaciones. Por lo cual, resulta imprescindible estar atentos a no promover rápidos otorgamientos de sentido acerca del sufrimiento de los sujetos en este tiempo de pandemia. En esa línea, encuentro valioso el señalamiento de Rolnik (2020) respecto de que, si nos apresuramos a dar un sentido a lo que pasa en esta actualidad, es probable que la respuesta resulte ser una respuesta de consumo desde los discursos disponibles al momento.

En líneas generales, considero de importancia señalar dos riesgos que podemos advertir en las circunstancias actuales:

• que todo sufrimiento psíquico, síntoma y/o malestar subjetivo se ligue y explique velozmente por el estado de confinamiento y/o pandemia.
• que se patologicen los efectos que la pandemia y el confinamiento estén generando en los sujetos.

Entonces, por un lado, consideramos que no se trata de patologizar los efectos y las manifestaciones que la pandemia y el ASPO puedan estar produciendo en los sujetos (Stolkiner, & Ferreyra, 2020; Amarante, 2020), pero tampoco se trata de desconocer que algunas de dichas manifestaciones puedan requerir ser abordadas clínicamente (sin por ello ser patologizadas). Y, por otro lado, estar atentos a que la singularidad del sujeto no quede coagulada en "la pandemia".

Sabemos que los acontecimientos vitales lejos están de ser previsibles. Disponerse a dar lugar a la incertidumbre en su faceta propiciadora de lo nuevo, de lo inimaginable, de generación de cambios, es lo que tal vez podamos tomar de este tiempo de pandemia en términos de oportunidad, en virtud de construir desde el deseo colectivo nuevas condiciones de producción de subjetividad.

 

 

Referências

Amarante, P. (2020). É preciso cautela para não patologizar reações de tristeza e sofrimento na pandemia, Saúde mental no contexto. Centro de Estudos Estratégicos da Fiocruz, Brasil. Recuperado em 02 set. 2020 de <http://www.cee.fiocruz.br/?q=Paulo-Amarante-E-preciso-cautela-para-nao-patologizar-reacoes-de-tristeza-e-sofrimento-na-pandemia>         [ Links ].

Bleichmar, S. (2002). Dolor país. Buenos Aires: Libros del Zorzal.         [ Links ]

Bleichmar, S. (2010). La subjetividad en riesgo. Buenos Aires: Topía Editorial.         [ Links ]

Carballeda, A. (2020). Apuntes sobre la intervención del Trabajo Social en tiempos de Pandemia de Covid-19. Recuperado em 05 mai. 2020 de <https://www.margen.org/pandemia/>         [ Links ].

Centurión, N. (2020). Psicovid-19: Los que sobran, ecofascismo, necropolítica... y el miedo. Recuperado em 21 jun. 2020 de <https://www.nodal.am/2020/06/psicovid-19-los-que-sobran-ecofascismo-necropolitica-y-el-miedo-por-nicolas-centurion>         [ Links ].

Colangelo, M., Hernández, M., Davio, S., García, A., Garzaniti, R., Giudice, L., Rivas, S., Pallero, A., & Vallejos, M. (2020). Pensando (con) las infancias y el cuidado en tiempos de pandemia. Recuperado em 2/9/20 de <https://www.margen.org/pandemia/>         [ Links ].

Flesler, A. (2020). Convivir en cuarentena. Entrevista a Psta. Alba Flesler realizada por Infan Espacio Terapéutico, el 25/4/20. Recuperado em 25 abr. 2020 de <https://www.youtube.com/watch?v=HTvkd_J839k>         [ Links ].

Freud, S. (1988). Consideraciones de actualidad sobre la guerra y la muerte. In Freud, S [Autor], Sigmund Freud, Obras completas, v. 11. Argentina: Hyspamérica, distribución Ed. Orbis, S.A. (Original publicado em 1915)        [ Links ]

Freud, S. (1988). Lo siniestro. In Freud, S. [Autor], Sigmund Freud, Obras completas, v. 13. Argentina: Hyspamérica, distribución Ed. Orbis, S.A. (Original publicado em 1919)        [ Links ]

Freud, S. (1988). El malestar en la cultura. In Freud, S. [Autor], Sigmund Freud, Obras completas, v. 17. Argentina: Hyspamérica, distribución Ed. Orbis, S.A. (Original publicado de 1930 [1929]         [ Links ])

Lacan, J. (1988). El tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada. Un nuevo sofisma. In Lacan, J. [Autor], Escritos 1. Argentina: Siglo XX Editores.         [ Links ]

Lacan, J. (2014). El seminario: libro 6: el deseo y su interpretación. Buenos Aires: Paidós. (Seminario original de 1958-1959)        [ Links ]

Mbembe, J-A. (2020). La pandemia democratiza el poder de matar. Entrevista por Diogo Bercito. Recuperado em 11 abril. 2020 de <https://lavoragine.net/la-pandemia-democratiza-poder-de-matar/>         [ Links ].

Rolnik, S. (2020). Cartografiar el tiempo de la pandemia. Entrevista en el marco del Programa de Acompañamiento y Formación "Voces y Comunidades" Facultad de Psicología UNR - PARTE I. Recuperado em 21 mai. 2020 de <https://www.youtube.com/watch?v=0fxtmKsFH8c>         [ Links ].

Stolkiner, A. (2020). Participación expositiva online en el marco de la presentación del libro Escuchar las infancias, AAVV (2020) Argentina: Ed. Noveduc. Recuperado em 05 jun. 2020 de <https://www.youtube.com/watch?v=j8gGUuDrm94>         [ Links ].

Stolkiner, A., & Ferreyra, J. (2020). Psicopatologizar la cuarentena. Recuperado em 03 jul. 2020 de <http://lobosuelto.com/psicopatologizar-la-cuarentena-alicia-stolkiner-y-julian-ferreyra/>         [ Links ].

Volnovich, J. C. (2020). Presente continuo. Revista Topía. Bs. As. Recuperado em 20 jul. 2020 de <https://www.topia.com.ar/articulos/presente-continuo>         [ Links ].

Zabalza, S. (2020). La otra peste: el terrorismo del "¿y si...?". Conferencia online sobre los efectos del covid 19 en las subjetividades, organizada por la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo - AAPPG - (Psicoanálisis de las Configuraciones Vinculares). Recuperado em 30 mar. 2020 de <https://www.youtube.com/watch?v=ZEcVs1KpqEc>         [ Links ].

 

Endereço para correspondência
Cristina M. Ronchese
E-mail: crisronchese@yahoo.com.ar

 

 

*Magíster en Psicoanálisis (UNR), Especialista en Ciencias Sociales con mención en Psicoanálisis y prácticas socioeducativas (FLACSO), Psicóloga (UNR), Prof. de Enseñanza Media y Superior en Psicología (UNR). Prof. Adj. de la Cátedra Psicología del Lenguaje y del Desarrollo; Prof. Adj. de la Cátedra Intervenciones en Niñez y Adolescencia. Facultad de Psicología - Universidad Nacional de Rosario - Argentina; Membro Rede INFEIES e RUEPSY.
1Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (ASPO), se trata de la medida sanitaria implementada en Argentina desde el 17/3/20 con motivo de la pandemia declarada por la OMS en relación al coronavirus, Covid-19. Recuperado em 01 abr. 2020 de <https://www.argentina.gob.ar/noticias/medidas-tomadas-por-la-uif-en-virtud-del-aspo#:~:text=Resoluci%C3%B3n%20UIF%2032%2F2020%20prorroga,y%20Obligatorio%2C%20(ASPO)>.
2El ASPO también atravesó nuestra práctica y surgió el desafío de seguir ofreciendo un espacio de escucha y abordaje psicoanalítico desde la atención remota, inaugurándose, de ese modo, una dimensión de la experiencia clínica que, aunque no sin obstáculos, propició novedosas posibilidades respecto de las modalidades de intervención.
3Directiva asociada a la medida de ASPO planteada en Argentina en campañas masivas de prevención durante este tiempo de pandemia.
4Nuevos términos y/o nuevos sentidos resignifican los enunciados configurando un campo semántico y de significaciones que enhebran el acontecimiento de la pandemia y la actualidad. Es decir, hay un antes y un después, también, en el plano discursivo. Pasarán los años y quienes vivenciamos esta pandemia, estimo que no podremos dejar de evocar algo de ello al escuchar algunos de éstos significantes: pandemia, coronavirus, covid-19, Wuhan, emergencia sanitaria, cuarentena, cuarenterna (neologismo conformado con las palabras cuarentena y eterna), aislamiento preventivo, reuniones ilegales, actividades restringidas, encierro, números de contagiados/infectados, número de fallecidos, comorbilidades, hisopado, test, barbijo, cubreboca, anosmia, lavarse las manos, alcohol en gel, sanitizantes, desinfectar con lavandina, grupo de riesgo, personal esencial, saludarse con los codos, fase 1, fase 2, "volvemos a fase 1", el pico de la curva, vacuna para el coronavirus, etc.
5Freud se propone encontrar cuál es el núcleo particular, ese sentido esencial y propio que permite discernir, en lo angustioso, algo que además es siniestro. El prefijo negativo "un" de unheimlich está planteado por Freud como el signo de la represión. Lo familiar reprimido que retorna genera el efecto de lo siniestro. Pero el enigma de lo siniestro, según Freud, no queda resuelto con esta fórmula. Plantea, además, diferenciar lo siniestro que se vivencia de lo siniestro que únicamente se imagina o se conoce por referencias (ej. en la ficción o la poesía). Dentro del conjunto de factores que transforman lo angustioso en el sentimiento de lo siniestro ubica: el animismo, la magia, los encantamientos, la omnipotencia del pensamiento, las actitudes frente a la muerte, las repeticiones no intencionales y el complejo de castración. "Lo siniestro que mana de la omnipotencia de las ideas, de la inmediata realización de deseos, de las ocultas fuerzas nefastas o del retorno de los muertos". Aquí se trata exclusivamente de algo concerniente a la prueba de realidad, de una cuestión de realidad material. El carácter siniestro del "doble" también pertenece a este grupo. En lo siniestro debido a complejos infantiles reprimidos, del complejo de castración, de las fantasías intrauterinas, etc., la cuestión de la realidad material ni siquiera se plantea, allí aparece en su lugar la realidad psíquica.
6Por ejemplo, pensemos en las irrupciones de violencia acaecidas en éste tiempo, por otro lado, también, en la pérdida de trabajo que fue explicitada en este desarrollo, la misma en términos de Bleichmar (2010, p. 71) "conlleva no sólo el riesgo autoconservativo por la carencia sino también la deconstrucción de identidades producida a lo largo de generaciones, la ausencia de representación de futuro para los niños que impone a los padres el incumplimiento de su propia promesa generacional y una expulsión de la identidad acuñada a lo largo del tiempo, la descomposición de las relaciones al semejante a partir de la atomización y el aislamiento como efecto de la competencia laboral en los sectores laborales ocupados".

Creative Commons License