RESEÑA

La vida comenzó allí: una historia de repercusiones corporales

Sylvia Mello Silva Baptista

Psicóloga e Analista junguiana pela SBPA/IAAP, escritora com livros publicados na área de Psicologia Analítica (Venenos e Antídotos - ensaios sobre a clínica junguiana e mitologia grega, O Arquétipo do caminho, entre outros) e em Literatura (Ganga, Segunda Pedra)

BARBA, Fernando Barba; TORRES, Renata Ferraz. São Paulo: Stacchini Editorial, 2019.

Tum-plic-pof, pecho-chasquido-palma. ¿Cuál es el sonido que tiene el cuerpo? Fernando Barba siempre ha buscado esa respuesta. Ahora, los descubrimientos son otros, no menos emocionantes y estimulantes. Otros.

Fernando Barba vivió 45 años, murió y renació. A principios de 2007, comenzó a sentir mareos, malestar y dolor intenso en el cuello que terminó llevándolo abruptamente a la neurocirugía para extirpar un tumor cerca del cerebelo. La operación fue exitosa, pero se despertó con secuelas, incluidas dificultades en el habla y la locomoción.

Hoy, los 47 en su tarjeta de identificación traen 2 años de reinvención, resistencia y amor a la vida. Esto no es algo para nadie. Los héroes griegos suelen tener dos nacimientos. Visitan los Infernos, conocen a Hades y regresan al mundo de los humanos transformados. El dios del renacimiento es Dionisos, una deidad compleja e intrincada, que vive del brazo de Apolo, el dios de la música. Es en este territorio que camina Barba, es a partir de este material que está hecho. Su testimonio es conmovedor, al igual que los discursos de aquellos que besaron la cara de la muerte y nos dan el privilegio de escucharlos y aprender sobre la vida con ellos.

El libro tiene un juego de palabras en el título. Es con la nota La que se afinan los instrumentos, y es allí, lá en portugués, donde se hace vida. Nietzsche testifica en un epígrafe: "Sin música, la vida sería un error". La invitación es dejar que su historia resuene en nuestros cuerpos.

Barba hace esta provocación acompañado de su hermana, Tata, tomados de la mano. Ella lo alentó y trabajó con él para que se materializara la idea del libro. El ingrediente principal de este proyecto: el más puro amor y admiración mutuos.

Fernando y Renata se quedan atrás, y es con Barba y Tata, en la privacidad, que haremos esta gira. La construcción del texto es simple y directa. Los capítulos se presentan en una sola palabra delgada. No hay florituras. Es así mismo. En el bote. En el cuerpo. Pa tchi cum bum.

Partiendo de las raíces, conocemos a los antepasados, bisabuelos, abuelos, padres, hermanos y a él mismo, Barba, en este contexto. Quién es quién en su vida, las casas donde vivió, las escuelas donde estudió, la panadería, las tiendas de discos, la música en silencio, los deportes y los amigos. Ah, los amigos... En cada capítulo impresiona el número de ellos, apareciendo, desbordándose de las páginas, una multitud. Conocemos a Barba a través de sus elecciones, las canciones que disfrutó, los maestros de los que aprendió, los instrumentos que tocó. Hubo muchos. Comenzando con el piano, seguido de la guitarra, la guitarra eléctrica, la cítara, la flauta, el pífano, la tabla ... Y hubo la universidad, el cambio de ciudad, las primeras bandas, las clases rítmicas, la primera escuela musical, el descubrimiento de la percusión corporal como un interés y la inmersión en el estudio de este universo.

También vino el cuidado del cuerpo y del espíritu, el yoga, la filosofía del autoconocimiento, el nacimiento del Barbatuques, grupo y método ganando más espacio en el corazón del autor, contaminando a los socios y el entorno musical. Tum-tum, tum-tum, tum-tum. Lo que comenzó como una broma ganó esquemas de trabajo. Pero nunca dejó de ser juguetón. Barba casó la percusión corporal con la educación y enseñó a niños, jóvenes y adultos a hacer vibrar la música y, por lo tanto, la alegría de sus cuerpos. Simples así; cada uno con su instrumento a la distancia de un dedo. ¡Esto es enorme! Es revolucionario.

Llegaron CDs, la fama, invitaciones, conciertos, giras internacionales, perfeccionamiento de bases, talleres, semillas. Pero también las dificultades con el dinero, con las relaciones en el grupo, con los compromisos, la vida tal como es. Verso y revés.

El orden de los informes no es exactamente cronológico. Los temas se presentan y Barba visita su historia allí, dibujando una imagen de su presencia en ese tema, en la cita de los amigos que lo acompañaron, en las fotos de diferentes momentos, en los recuerdos de los músicos con quienes tocó. Algunos de ellos también cruzaron nuestra historia, o la historia de cada brasileño, paulistano o no, que ama la música y ha prestado atención a la escena musical de la ciudad y del país en los últimos 20 años. Dudo que cualquier lector lea el libro sin reconocer al menos a una persona, un lugar, un espectáculo, una pareja o un amigo de Barba. Nuestra vida también se describe allí, hasta cierto punto. Si no es en situaciones o relaciones, ciertamente en emociones y pasajes, tan sonoros y humanos, tan cercanos como la palma de la mano. Es emocionante ver la construcción, paso a paso, de un camino hacia uno mismo, tan personal y colectivo.

Y como en la realidad de la existencia - o en vinilo -, hay un lado B: la descripción del proceso de la enfermedad, el shock con el diagnóstico, el sufrimiento frente al límite más grande de todos; pero también la movilización de amigos y familiares para devolver todo lo que Barba ofreció en su lado A, y quién hizo y es parte de su biografía: médicos, fisioterapeutas, cuidadores y la presencia constante de Tata entregándole un hilo de Ariadna para salir del laberinto en el que el tumor intentó atraparlo. La depresión, la tristeza, el duelo son visibles allí, así como el movimiento hacia la vida y al renovarse, redescubrirse.

Su fiel compañera, la música, tomó lugar a su lado. En sus palabras: "La música juega con la contradicción de ser nosotros mismos y, también, alguien más". Barba es otra persona, y él es él mismo; ¡Y muchos! Y, si hay un denominador común en esta diversidad que lo habita y que él supo cultivar con tanto talento, es la generosidad y la capacidad de escuchar a los demás. Es desde el corazón y las manos que viene el toque que nos alcanza cuando lo escuchamos, el toque que nos enseña a buscar en nuestro cuerpo: pecho-chasquido-palma. La vida comenzó allí es un libro viviente, emocionante en su simplicidad al contar una historia que podría ser nuestra, al mismo tiempo con el tono singular de alguien tan sensible y brillante, cuyo informe termina venerando el misterio de la vida. Esa conversación es realmente un privilegio. ■

Recibido em: 12/2019
Revisado em: 20/06/2020