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Revista Brasileira de Psicodrama

Print version ISSN 0104-5393On-line version ISSN 2318-0498

Rev. bras. psicodrama vol.23 no.1 São Paulo  2015

 

ARTÍCULOS INÉDITOS

 

La multiplicación dramática en la enseñanza universitaria de lo grupal

 

The use of dramatic multiplication in university group education

 

A multiplicação dramática no ensino universitário no âmbito grupal

 

 

Ana María Fernández*

Universidad de Buenos Aires

Endereço para correspondência

 

 


RESUMEN

Este artículo presenta un modo de trabajo característico de la Cátedra de Teoría y Técnica de Grupos de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, denominado Jornada de Producciones Grupales. Dicho dispositivo pedagógico fue diseñado para el aprendizaje grupal a través de una experiencia colectiva prolongada de 8 horas, organizada alrededor de un recurso psicodramático: la Multiplicación Dramática. El dispositivo diseñado, en tanto crea condiciones para poner de relevancia la diversidad, hace necesarias algunas consideraciones metodológicas, filosóficas y políticas sobre las nociones de multiplicidad y diferencia. Estas nociones habilitan no sólo categorías, sino prácticas y procedimientos que abran visibilidad y por ende enunciabilidad a la diversidad de diversidades de un colectivo acción.

Palabras-clave: Diversidad. Multiplicidad. Colectivos en acción. Dispositivo. Multiplicación Dramática.


ABSTRACT

This article presents a work model applied by the Group Theory and Method, in Faculty of Psychology of the University of Buenos Aires: the Group Productions Session, pedagogical device designed for group learning through extended collective experience of 8 hours which is organized around a psychodramatic resource: the dramatic multiplication. The designed device, as long as it creates conditions to put relevant diversity, needs some methodological, philosophical and political considerations on the concepts of multiplicity, difference, diversity that enable not only categories, but practices, procedures that open visibility and hence enunciability the diversity of diversities of a collective action.

Keywords: Diversity. Multiplicity. Collective action. Device. Dramatic multiplication.


RESUMO

Este artigo apresenta um modelo de trabalho característico da disciplina Teoria e Técnica de Grupo, da Faculdade de Psicologia da Universidade de Buenos Aires: a Jornada de Produções Grupais, dispositivo pedagógico concebido para a aprendizagem em grupo por meio de uma experiência coletiva de oito horas, organizada em torno de um recurso psicodramático: Multiplicação Dramática. Esse dispositivo cria condições para apresentar a relevância da diversidade, com algumas considerações metodológicas, filosóficas e políticas sobre os conceitos de multiplicidade, diferença, diversidade que permitem não só categorias, mas as práticas e os procedimentos que deem visibilidade e, portanto, enunciabilidade à diversidade das diversidades de uma ação coletiva.

Palavras-chave: Diversidade. Multiplicidade. Ação coletiva. Dispositivo. Multiplicação Dramática.


 

 

INTRODUCCIÓN

En este artículo se presenta un modo de trabajar ya característico de la Cátedra I de Teoría y Técnica de Grupos de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Dicha cátedra reúne desde 1987 en cada cuatrimestre al conjunto de sus alumnos y docentes en un evento denominado Jornadas de Producciones Grupales (JPG). Es una actividad colectiva verdaderamente masivo (entre 400 y 800 participantes) que pone en acción un dispositivo psicodramático denominado Multiplicación Dramática (MD). En un principio, el diseño de estas jornadas tuvo como objetivo que los alumnos transitaran por experiencias grupales en su aprendizaje sobre lo grupal. A lo largo de los años el diseño se fue modificando.

Al día de hoy puede afirmarse que estas jornadas constituyen un hito fundamental en nuestro modo de encarar la enseñanza universitaria de lo grupal (FERNÁNDEZ et al., 2003, FERNÁNDEZ, 2007). Ya no se trata sólo de enseñar grupos "grupalmente" sino de crear las condiciones pedagógicas que hagan posible producir pensamiento sobre lo grupal, la subjetividad, las instituciones etc. Con el correr de esta experiencia fuimos advirtiendo que en sí misma constituía un potente analizador institucional. Lo acontecido en estas Jornadas presenta frecuentes referencias a situaciones institucionales respecto al contexto inmediato de la experiencia (facultad, carrera, institución educativa, aspiraciones respecto al futuro profesional, emblemáticas profesionales). También existen referencias, generalmente críticas, a las instituciones que atraviesan la vida cotidiana (justicia, gobierno, religión, salud, familia, pareja etc.) y a los acontecimientos históricos, políticos y sociales actuales y pasados. Es de destacar la frecuencia de recursos como el humor, la parodia, la caricatura que ponen en escena situaciones muy diversas. Lo lúdico en acción no excluye momentos angustiosos o afectaciones emocionales de intensidad.

Estas jornadas han demostrado ser un interesante dispositivo en el relevamiento de imaginarios sociales, malestares, disconformidades, asombros que circulan en latencia – latiendo allí todo el tiempo – en los estudiantes. Uno de los ejes centrales de su eficacia como analizador institucional ha radicado en la utilización de una forma particular de Psicodrama: la Multiplicación Dramática. Este dispositivo, con las variaciones correspondientes en su diseño, también ha demostrado ser de suma utilidad en intervenciones institucionales y/o comunitarias, como también en la clínica de grupos psicoanalíticos.

 

EL DISPOSITIVO DISPONE

La JPG tiene una conformación particular. Ha sido diseñada como una experiencia pedagógica y aunque a través de los años ha tenido modificaciones, mantiene un conjunto de procedimientos que apuntan al aprendizaje grupal a través de una experiencia acumulativa colectiva "prolongada" de 8 horas de linaje pichoneano. Como se señaló más arriba, uno de sus ejes centrales es el trabajo en talleres con Multiplicación Dramática. La MD es una modalidad de trabajo psicodramático inventada por E. Pavlovsky y H. Kesselman en los años 1980 (PAVLOVSKY, KESSELMAN, 2000). Estos autores incluyeron como referentes conceptuales la obra de G. Deleuze y F. Guattari, que continuamos. Básicamente consiste en presentar una escena inicial que opera como disparadora de una sucesión ininterrumpida de escenas que surgirán a partir de conexiones y desconexiones que operan en los participantes tanto con la escena inicial o algunos de sus elementos como con elementos de algunas posteriores.

Las escenas pueden ser dialogadas o mudas, con movimiento o sin él y no siguen otro orden más allá del que surge espontáneamente del deseo de pasar a escenificar algo que se ha imaginado en el momento, a partir de la consigna de producir escenas como flashes. Si bien desde una mirada ingenua lo que sucede en una MD es un fluir espontáneo de escenas en una secuencia desordenada y caótica que parecieran no tener mucha relación, ha sido posible distinguir cómo algunos elementos, palabras, gestos, acciones, movimientos, sonidos deslizan de alguna escena a una otra, componiendo distintos sentidos cada vez. Posteriormente, la elaboración colectiva va permitiendo establecer algunas líneas de sentido posibles. En palabras de Kesselman y Pavlovsky, es "una máquina de expresión que arrastra contenidos" (PAVLOVSKY, KESSELMAN, 2000, p. 131). En su movimiento, crea conexiones y desconexiones entre dos o más niveles diferentes; se trata de diferencias de potencial que generan intensidades y despliegan devenires. Velocidad es transitar un devenir que no es desarrollo ni evolución, implica trazar líneas quebradas que pliegan y despliegan, que pueden interrumpirse y recomenzar y/o abrirse a otras en su fluir.

La JPG consta actualmente de cuatro grandes momentos: a) En la reunión Plenaria inicial docentes y alumnos de la cátedra inauguran la actividad. Se dan las consignas de trabajo para toda la Jornada, se explicitan sus objetivos y sus distintos momentos y se remarca la importancia del registro escrito – las crónicas – de la experiencia como material para la reflexión y el análisis posterior. b) Los Talleres, coordinados por distintos docentes, se realizan en forma simultánea en diferentes aulas, sobre un diseño pautado y constan también de diversos momentos entre los que se destaca la producción de escenas en dispositivo de MD. Las escenas dramatizadas son luego nominadas por quienes las han propuesto, solicitándose también una breve alusión de cómo se les ocurrió. En ronda de comentarios sobre las escenas producidas se privilegian los sentidos otorgados en forma espontánea, los pensamientos, los sentimientos y los interrogantes que lo realizado dispare y/o conecte. También se interroga acerca de las escenas silenciadas, aquellas escenas evocadas que por diversos motivos no fueron dramatizadas. En el espacio del taller se producen los primeros esbozos de líneas de sentido, momento de suma importancia para las elaboraciones posteriores. Por último, los alumnos realizan en forma conjunta una producción gráfica al modo de un afiche, en el que expresan lo trabajado a lo largo del taller. Este momento se lleva a cabo en distintos espacios simultáneamente la coordinación de distintos integrantes del staff de la cátedra la reunión de voceros alumnos y la reunión de voceros docentes. c) El Plenario de cierre se realiza en un aula grande, empapelada con los afiches confeccionados en los distintos talleres. Alumnas/os y docentes circulan en ese espacio observando y preguntando. Luego, los voceros de cada taller comunican brevemente el trabajo realizado y presentan sus primeras impresiones al respecto; también realizan comentarios acerca del afiche producido. Al finalizar, el profesor a cargo de la coordinación del plenario cierra el evento con alguna breve reflexión sobre la actividad realizada. d) La Post-jornada se realiza en mesas redondas en los horarios y los días destinados a las clases teóricas, en las que algunos docentes de la cátedra exponen sus primeras reflexiones para las que suelen elegir distintas modalidades de exposición que, sin clausurar con interpretaciones comprensivas las producciones realizadas, puntualicen insistencias, deslizamientos, abran interrogaciones etc. Con respecto a los alumnos, las diferentes líneas de sentido sobre el material producido realizadas en los últimos tramos de la Jornada son reelaboradas a lo largo de la cursada tomando como base las crónicas tomadas en los talleres.

Las JPG se desarrollan bajo un diseño pautado de intervención (FERNÁNDEZ et al., 1999; FERNÁNDEZ, 2007), es decir, un modo de intervenir a través de acciones programadas elaboradas y llevadas a la práctica generalmente por un equipo entrenado en la coordinación. Suele recurrirse a este tipo de diseños cuando es necesario operar en actividades institucionales y/o comunitarias de cierta complejidad organizacional, y/o muy numerosas donde se considera pertinente incluir diversos recursos de trabajo y un número significativo de coordinadores. En el caso de las JPG que incluyen numerosos talleres simultáneos en los que a su vez se emplean recursos múltiples – estéticos, psicodramáticos, de reflexión – se considera necesario homogeneizar lo más posible el disparador, de modo tal que pueda visualizarse con claridad la singularidad de los devenires cada taller. Se trata de homogeneizar el punto de partida para garantizar la lectura de la producción de heterogénesis y su diversidad de producciones.

En el caso de las JPG, el diseño crea condiciones para poner de relevancia la diversidad; diversidad de producción en los talleres; diversidad de formas de implicación y registro; diversidad de modos de lectura de las producciones. Esta idea guía el diseño de todas las instancias de la Jornada. Parecería una paradoja, pero sabemos que, cuando se trabaja con muchas coordinaciones de talleres simultáneos, uno de los modos de garantizar la diversidad es pautar lo más posible el dispositivo de base. Tanto en el diseño como en los modos de coordinación y de lectura del material producido se ponen en acción qué pensamiento con respecto a lo grupal compartimos, qué ideas de la subjetividad desarrollamos y qué criterios hermenéuticos sostenemos (FERNÁNDEZ et al., 2011).

Uno de los momentos donde puede observarse la disposición al despliegue de la diversidad que propicia el dispositivo (FERNÁNDEZ, 2007) es desde la finalización de la MD propiamente dicha hasta el cierre de cada taller. Las intervenciones de la coordinación no interpretan contenidos, ni realizan explicaciones causales de lo acontecido en el taller. Por otra parte, un dispositivo como la MD no hace posible la comprensión; sólo tenemos una sucesión de escenas y narrativas que impiden la lectura de un sentido único y operan como condición de posibilidad para visibilizar la diversidad de las producciones. Se hace imposible entonces leer un solo sentido porque no se trata de una narrativa lineal.

Se guía a los alumnos en el distinguir y puntuar insistencias (MONTENEGRO, 2004; FERNÁNDEZ, 2007 y 2013a); estas son las operatorias puestas en juego en el trazado de líneas de sentido. En el procedimiento mismo de distinguir y puntuar, "algo" insiste en sucesivas y salteadas escenas. Esa insistencia cuando conecta en el magma de significaciones – que pueden ser dados por la institución, el social-histórico o una afectación personal – instituye sentido. Es decir que el trazar distinciones como el establecer puntuaciones de la corriente o flujo de experiencia que se produce en la MD permite demarcar insistencias y construir líneas de sentido posibles.

¿Qué insiste? "Aquello que necesita ser elaborado" contesta una alumna cuando preguntamos con respecto a un taller donde se presentaban escenas con reiterados conflictos "de pareja", amores gays y lésbicos, drogas etc. ¿Qué insiste, qué insiste para existir?

Otro momento a subrayar es el Plenario de cierre que permite al conjunto de los participantes de las Jornadas registrar la diversidad y la recurrencia en todos los talleres que constituyeron las Jornadas. Aquí cobra dimensión de colectivo el trabajo realizado por todos los participantes y se comienza a tomar registro de la diversidad de producciones de los talleres. Los alumnos concurren desde sus talleres con sus respectivos afiches. El Aula Mayor empapelada con sus producciones estéticas también trastoca los hábitos de tal espacio. Allí los voceros y las voceras de cada taller exponen la producción lograda. Están en la tarima habitualmente reservada a los profesores, usan el micrófono, dan sus opiniones. Tampoco es lo habitual en las rutinas pedagógicas de la institución universitaria donde se establece esta experiencia.

Este Plenario de cierre está caracterizado por expresiones de mucha alegría: los integrantes de cada taller apropiándose de su producción aplauden a sus voceros y a sus afiches. Han armado una suerte de pertenencia grupal, alientan a su vocero, aplauden con entusiasmo. Son "hinchada". El clima festivo con el que fueron entrando al Aula Mayor se acrecienta. Se divierten, se emocionan, festejan, agradecen. El Plenario de cierre es, sin duda, un momento de alto voltaje emocional. Nosotros también, hay que reconocerlo, solemos emocionarnos. Afectaciones, intensidades que en la alegría y el cansancio atraviesan un Aula Mayor disfrazada. Nunca hemos entendido del todo por qué tanto ahí.

Al ser ésta una experiencia "acumulativa", variados efectos de los procesos de agregación-desagregación-reagregación se acumulan sinérgicamente y parecen eclosionar al final. Algo se trastoca en acto. No lo buscamos. Acontece. Del anonimato al protagonismo, produce identidad y potencia del colectivo. Apropiación de los espacios físicos y simbólicos. Flujos de intensidades de afectaciones. Los cuerpos saltan. Alegría en las producciones de enunciación, en los actos de apropiación, en los rasgos identitarios trazados.

Un dispositivo que pone en acto una práctica donde se legitima la propia experiencia como base de un conocimiento. Multiplicidad de producciones de sentido y de afectaciones que habilitan un gozo intransferible en el tránsito por las diversidades (DELEUZE, 1970). Una jornada acumulativa que produce acontecimiento. Efímero instante que desrealiza los anonimatos institucionales que nos vulneran una y otra vez. Efímero, pero que deja marca. Breve instante donde el socius compone figuraciones inusuales a sus rutinas institucionales. Otras modalidades, otras marcas.

 

MÁQUINAS Y MULTIPLICIDADES

¿Cómo podríamos caracterizar a un dispositivo de estas particularidades? Es un artificio, un montaje que dispone a, que provoca. En ese disponer, en ese provocar – a través de su accionar – despliega líneas de visibilidad y de enunciabilidad particulares. Crea condiciones para conectar lo que operaba disjunto y para desconectar lo que estaba unido o emparentado. Agencia y fuga. Provoca a agenciar y a fugar. Cuando se instalan estos modos de agenciamiento, decimos "arma máquina". Es decir, que en estos colectivos en acción, a velocidad creciente, se crean conexiones y desconexiones entre elementos heterogéneos que generan intensidades, pliegues y despliegues instalando diversos devenires.

Las líneas diversas que lo componen no sólo le dan forma, lo componen sino que lo atraviesan, lo arrastran y lo transforman. De allí la importancia de comprender la exigencia de sostener su forma pautada en una actividad de estas características. Esto permite que esas fuerzas que lo atraviesan circulen y puedan transformarlo sin disolverlo; puedan alterarlo y volverlo a alterar sin dejar de ofrecer todo el tiempo lo que ha prometido: condiciones de posibilidad.

En nuestro caso, son unos dispositivos dentro de otros (la jornada, los talleres, la posjornada); en cada uno se establece un régimen propio que distribuye lo visible y lo que se mantendrá invisible, lo enunciable y aquello que se mantendrá silenciado (FERNÁNDEZ, 1986), lo evocado y lo dramatizado, lo imaginado, pero no dramatizado, lo expresado verbalmente o a través de los cuerpos. Lo escrito y lo dicho etc. Dicho régimen de distribuciones generalmente se instala por fuera de la voluntad de los participantes y de la coordinación. Si bien pueden ser potentes máquinas de enunciación, se expresan por recursos donde lo discursivo suele ser sólo un elemento entre otros y no el más relevante. En el tramitar de la puesta en acto del dispositivo, pueden producirse líneas de subjetivación aunque no es seguro que todo el dispositivo las implique necesariamente, ni por igual en cada participante.

El dispositivo tiene como componentes a poner en juego – cosa que sucederá o no – líneas de visibilidad, de enunciación, de afectación, de subjetivación, de poder, de implicación, de deseo. Líneas y fracturas. Líneas que insisten. Fracturas que se entrecruzan y mezclan mientras unas suscitan a otras o se distancian de ellas en agenciamientos maquínicos que conectan o en líneas de fuga en que algo siempre se escapa. Pliegues, despliegues y repliegues que en sus devenires instalan la multiplicidad, en una lógica colectiva específica (FERNÁNDEZ, 2013b).

Los regímenes que instalan no pueden ser pensados desde lo universal. Sus líneas no arman coordenadas conectantes estables o regulares. Lo uno, el todo, el objeto, el sujeto, son parte del dispositivo pero no operan como universales sino como momentos singulares de unificación, de totalización, de objetivación, de subjetivación. Se prefiere pensarlos como procesos inmanentes a un dispositivo específico que acontecen o no en la singularidad de una ocasión a dilucidar.

En la medida en que el artificio psico-dramático logra desarmar un poco las modalidades habituales de la sociabilidad, del aprendizaje formal en su ecuación saber-poder más clásica, y pre-dispone los cuerpos en los espacios de grupo, crea condiciones para que se invente alguna novedad. Por las características del dispositivo, ésta suele radicar más en los regímenes de expresión que en sus enunciabilidades. Esto marca asimismo su capacidad de dislocarse y rearmarse. En estos devenires azarosos pero no indeterminados se despliegan líneas de subjetivación que parecen capaces de trazar caminos de invención imaginante que despuntan, se despliegan, se cortan y/o se instalan anudando o re-anudando las líneas preexistentes y/o en conexiones, fugaces o insistentes, en nuevas fugas fugaces o persistentes.

Este tipo de diseños, como se señaló anteriormente, nos resulta también de suma utilidad en intervenciones institucionales, en investigación, en situaciones comunitarias etc. Por ejemplo, trabajar con "dispositivos" – en este caso grupales – pone en acto una serie de cuestiones metodológicas que se desmarcan de instrumentos metodológicos tradicionales en la investigación cualitativa (la entrevista, el registro etnográfico etc.) (SALAZAR VILLABA, 2004). Aún cuando, como en nuestro caso, el diseño comporta formas pautadas de intervención, el dispositivo no pre-viene, no prescribe, sino que dispone a la invención de los participantes que en un entre – muchos diagramarán sus devenires (FERNÁNDEZ, HERRERA, 1983). Presupone una relación de ida y vuelta entre investigación e intervención. El dispositivo opera intervención, más allá de la voluntad de quienes lo implementan. Su análisis, siempre singular, confronta con conocimientos pre-existentes. A su vez puede producir algún hallazgo inesperado. Dichos hallazgos suelen hacerse visibles en los lugares o momentos de dispositivo donde menos se los espera (FERNÁNDEZ et al.., 1999, FERNÁNDEZ, 2007). Estos agenciamientos o conexiones inesperados a veces pueden forzar pensamiento, provocar o predisponer a pensar. Esta modalidad de los dispositivos grupales, al crear condiciones de posibilidad de procesos abiertos exigen como criterio metodológico elaboraciones del caso por caso que no rehúyen la búsqueda de regularidades establecidas por insistencias pero que sí rehúyen la "explicación" y están abiertas a una idea positiva de incertidumbre que permita alojar lo inesperado.

Los dispositivos como la MD pueden considerarse máquinas de visibilidad. (SALAZAR VILLABA, 2004; FERNÁNDEZ, 2007) No descubren lo oculto sino que ponen expresivamente en acto, ahí, fragmentos frágiles, móviles que crean condiciones para posteriores operaciones de significación, básicamente en la constitución de líneas de sentido.

Con la idea de dispositivo como máquina quiere remarcarse que el dispositivo, puesto en acción, produce. Produce y no representa el dispositivo como máquina produce una secuencia de escenas-momentos que en las conexiones a posteriori produce líneas de sentido. Opera como disparador de material discursivo en circunstancias de mínimo control e intensidad expresiva y en la que participan todos los integrantes del taller y/o del equipo de investigación que posteriormente elucide los materiales producidos.

Asimismo, las producciones del dispositivo desbordan la capacidad de lectura. Al armar máquina, al disponer a la expresión, la intensidad y la participación, su elucidación no abarca la totalidad de lo que se produce ni prevé el rumbo de las escenas que dramatizan. Tampoco se ponen en escena la totalidad de las escenas que se imaginan. Generalmente produce un efecto de sorpresa frente a lo inesperado que acontece.

Son dispositivos que ponen en acto ya no la noción de diferencia como alteridad, sino que producen diferencias y en tal hacer multiplican multiplicidades. Ya no se trata solamente de resaltar los méritos de lo heterogéneo, sino de producir heterogénesis, es decir se trata de dispositivos que "producen diferencias provocados por la construcción de otras diferencias". El término de "heterogénesis" también es usado por las grupalistas brasileñas Heliana de Barros Conde Rodrigues y Regina Benevides de Barros (2003) con quienes encontramos mucha afinidades en las modalidades de conceptualización. Plantean que es justamente la heterogénesis ("diferencias provocadas por la construcción de otras diferencias") las que hacen posible la potencia del devenir de un colectivo en acción.

La potencia del dispositivo se halla en las capacidades que habilita para dar lugar a la expresión del devenir de las experiencias acontecidas durante la MD como a las modalidades de elucidación y reflexión sobre las mismas, es decir en su capacidad de configurar heterogénesis. Estas máquinas multilineales que constituyen los dispositivos con los que trabajamos llevan implícito un criterio que intenta conformar una metodología en acto (FERNÁNDEZ, 2007). Esta presenta por lo menos dos presupuestos: a) implica una búsqueda que no reniega de la indagación de regularidades pero a condición de evitar los universales. Como ya se dijo, aquí lo Uno, el todo, el objeto, el sujeto, no son pensados como universales sino en tanto singulares que pueden devenir en proceso de totalización, de objetivación, de subjetivación, inmanentes a un dispositivo específico. En función de lo antedicho es que puede pensarse que un dispositivo de estas características es también – en sí mismo – una multiplicidad; b) importa resaltar la importancia de la producción de novedades. Lo nuevo, en tanto creatividad, invención imaginante a veces se produce y otras no o por lo menos es una singularidad de la implementación cada vez que un dispositivo se pone en marcha. Cada dispositivo, cada vez tendrá una potencia de invención variable. Es una apuesta que se pone en marcha cada vez pero que desconocemos qué, cómo y cuánto de potencia imaginante se desplegará. No se trata de predecir, sino de estar atento a lo desconocido que llama a nuestra puerta.

 

MULTIPLICIDADES E INVENCIONES COLECTIVAS

Crear condiciones de posibilidad para el despliegue de diversidades implica trabajar instrumentalmente con la noción de multiplicidad. No se trata de indicar que hay o son muchos; tampoco pensar desde una idea de lo múltiple que necesariamente referirá a lo Uno. Hablar de multiplicidad en el sentido deleuziano es trabajar en una dimensión epistémica diferente al múltiple de lo uno. Una multiplicidad no se define por el número de términos. Siempre se puede añadir una tercera a una segunda, una cuarta a una tercera etc. sin que por ello se escape al dualismo, ya que los elementos de un conjunto cualquiera pueden relacionarse con una sucesión de opciones podrían ser, a su vez, binarias. No son los elementos ni los conjuntos los que definen la multiplicidad. Lo que la define es el Y. El Y como algo que ocurre entre los elementos o entre conjuntos. No se trata de esto o aquello, sino de esto y aquello y aquello… Es decir que lo fundamental son los modos de conexión y desconexión que se establecen. Aunque sólo haya dos términos, hay un Y entre los dos. No es ni uno ni otro, ni uno que deviene otro, sino que constituye precisamente la multiplicidad. Se trata de deshacer los dualismos desde adentro, siguiendo las líneas de fuga que pasan entre los dos términos o los dos conjuntos. Es, en ese sentido, un procedimiento que opera de modo diferente tanto con respecto a la dialéctica como en lo que refiere a la búsqueda de identidades ambas muy propias del pensamiento que han desplegado las filosofías del sujeto.

El relevamiento de lo idéntico, el modo de buscar sus regularidades se ha inscripto clásicamente en un modo particular de determinismo causal (DE BRASI, 1996) que ha "resuelto" la cuestión de la diferencia en una dialéctica de lo Uno donde lo otro, la diferencia, no pueden ser pensados en su especificidad sino como complemento o suplemento de lo Uno. En cambio, pensar desde la multiplicidad más allá de la relación uno-múltiple implica un modo de pensar que replantea la relación identidad-diferencia (FERNÁNDEZ, 2007 y 2009). La modernidad ha pensado la diferencia como lo negativo de lo idéntico. Es en tal sentido que no alcanza con operar con una idea de múltiple, que en todo caso siempre referirá a lo Uno (Lo uno y lo múltiple) y replicará una vez más la dupla idéntico-diferente (KÄES et al., 2006).

Se trata, entonces de pensar la diferencia sin identidad, las diferencias de diferencias (DELEUZE, 1995). Esto implica un complejo pasaje conceptual – de fuertes implicancias filosóficas y políticas – de la diferencia a la diversidad (FERNÁNDEZ, 2009, FERNÁNDEZ, PÉRES, 2013). De allí la importancia de pensar la multiplicidad como categoría.

Pero no se trata sólo de cuestiones teórico-filosóficas. En nuestro trabajo se trata también de habilitar no sólo categorías, sino prácticas, procedimientos que abran visibilidad y por ende enunciabilidad a las diversidades en acción, es decir se trata de operar con multiplicidades1. Se trata de un doble movimiento: producir dispositivos que provoquen condiciones de multiplicidad y al mismo tiempo construir herramientas conceptuales que permitan leer las operaciones de multiplicidad. Es decir, se trata de hacer y de pensar, de pensar y hacer en circuitos de problematización recursiva.

¿Cómo pensar la inagotable capacidad de invención de un colectivo en acción? Abrir esta pregunta implica interrogarse por las condiciones de posibilidad por las que un colectivo – una numerosidad social en términos de Fernando Ulloa (2011) – produce invención; es decir instala una situación donde despliega diversas – y muchas veces impensadas – capacidades de invención imaginante. Implica asimismo distinguir estos procesos de aquellos donde se repite o reproduce lo instituido y en consecuencia habilitar un pensamiento que dé cuenta de las distintas lógicas colectivas que animan uno y otro proceso (FERNÁNDEZ, 2007).

Si la inscripción política de la pregunta por las máquinas colectivas en acción puede resultar obvia no es menor su inscripción conceptual y su importancia en la construcción del oficio de quienes trabajamos en intervenciones grupales, institucionales y comunitarias.

Como ya se ha planteado, pensar las potencias de invención de un colectivo en acción implica una fuerte caución metodológica. Se trata de no psicologizar lo social ni sociologizar lo psíquico (FERNANDEZ, 2007). Esto implica considerar la dimensión subjetiva como un elemento imprescindible en el pensamiento de las lógicas colectivas y al mismo tiempo tomar el desafío de trabajar desde un pensar incómodo (FERNÁNDEZ, 2003, 2007, 2013a); su incomodidad radica en que deberá desplegarse en una permanente operatoria de desdisciplinamientos disciplinarios es decir situarse, más de una vez, en el límite de lo que no se sabe.

 

REFERENCIAS

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Tel.: (005411) 4899-0743.

 

Recebido: 24/06/2015
Aceito: 29/09/2015

 

 

* Profesora titular de Teoría y Técnica de Grupos de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires desde 1985 hasta 2014. Actualmente Profesora Consulta.
1 La importancia de abrir a dimensiones de multiplicidad ha sido ya señalada por A. Bauleo cuando en 1997 subrayaba que "la multiplicidad apuntaría a mostrar cómo lo subjetivo sería incomprensible si no se lo prolonga hasta alcanzar el campo colectivo de las determinaciones históricas", en Psicoanálisis y grupalidad, Buenos Aires, Paidós, 1997, p. 46.

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