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Revista Latinoamericana de Psicología

versão impressa ISSN 0120-0534

Rev. Latinoam. Psicol. v.37 n.3 Bogotá dez. 2005

 

LIBROS

 

Dennys Andrea Cortés Ramírez

Universidad Nacional e Colombia

 

 

Musitu Ochoa, G., Herrero Olaizola, J. Cantera Espinosa, L. M. & Montenegro Martínez, M. (2004). Introducción a la psicología comunitaria. Barcelona: UOC, pp. 305.

La globalización de las condiciones de pobreza, hambre y guerra demandan de las distintas ciencias una mirada que contribuya a la transformación de estas condiciones. De esta manera, la psicología comunitaria se proyecta dentro de la psicología, y más ampliamente dentro de las ciencias sociales, como una disciplina capaz de incidir sobre estas problemáticas y el psicólogo/a comunitario/a como un/a profesional comprometido/a con esta misión, como se evidencia considerablemente en este libro.

Si bien el texto refleja una posición "societarista" de la psicología comunitaria, no se niegan los aportes fundamentales que desde contextos más individualistas, como el de Estados Unidos, se han legado a la disciplina. Independiente de esta tendencia más social, la intención manifiesta del libro es la de presentar un marco teórico común, de la psicología comunitaria, el cual se ha venido aplicando en Europa, Latinoamérica y Estados Unidos.

Principalmente, el libro propone unos fundamentos teóricos y de investigación dentro de la disciplina, brindando herramientas conceptuales, de intervención y orientaciones de tipo ético y político para los profesionales de la misma, aunque su carácter de introducción no permita el desarrollo profundo, pero si suficiente, de los temas abordados.

A través del libro, se refleja el carácter de sus autores y autoras, un grupo de especialistas en el área, con un importante bagaje académico e investigativo, que ejercen su acción práctica y docente en universidades de España. Ellos/as son: Gonzalo Musitu Ochoa, Catedrático de Psicología Social de la Universidad de Valencia; Juan Herrero Olaizola, Doctor en Psicología Social de la Universidad de Oviedo; Leonor Cantera Espinosa, Doctora en Psicología y Máster en Psicología Social Comunitaria de la Universidad de Puerto Rico; y Marisela Montenegro Martínez, Doctora en Psicología Social de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Las y los autores desarrollan el contenido del libro en ocho capítulos, que van desde una introducción histórica y conceptual de la disciplina hasta la presentación de perspectivas, modelos, metodologías y reflexiones éticas para el profesional de la psicología comunitaria.

El primer capítulo, "Surgimiento y desarrollo de la psicología comunitaria", plantea la estrecha relación entre la manera como se origina y evoluciona la disciplina y su contexto de emergencia y desarrollo, dependiendo esto de las demandas sociales que el entorno cultural realiza a la disciplina. Para fundamentar esta premisa, se exponen tres casos del avance de la psicología comunitaria en distintas realidades: la anglosajona, la latinoamericana y la española. Sin embargo, a pesar de las particularidades propias de cada contexto, estos desarrollos comparten unos principios básicos que los identifican como un mismo campo disciplinar.

El capítulo dos, "Comunidad y bienestar social", desarrolla conceptos básicos (comunidad, acción comunitaria, bienestar social, calidad de vida, entre otros) que a lo largo del libro son necesarios para la comprensión de medios y fines de la práctica comunitaria, haciendo énfasis en su carácter psicosocial.

Enseguida, el capítulo tres "Psicología comunitaria de la salud", expone esta área, presente desde los orígenes de la psicología comunitaria, señalando algunas transformaciones de la misma. También muestra el uso, que en un campo como el de la salud, se da a los principios, modelos teóricos y metodologías propios de la disciplina. Este enfoque psicosocial comunitario de la salud, como lo evidencia el capítulo, representa un avance ante los modelos tradicionales patologizantes, e incide en mayor grado en el bienestar de las personas y comunidades.

Posteriormente, los capítulos cuatro a siete muestran los principales constructos teóricos y metodológicos que guían la práctica comunitaria desde un enfoque psicosocial. El capítulo cuatro, "La perspectiva ecológica", plantea este enfoque como un modelo teórico para la psicología comunitaria, considerando a la comunidad como el entorno ecológico donde vive la persona y al análisis de las influencias e interacciones entre los contextos e individuos como una herramienta fundamental para la intervención comunitaria.

El capítulo cinco presenta una de las principales metodologías, de extracción latinoamericana, utilizadas para la intervención e investigación comunitaria: la "Investigación Acción Participativa" (IAP). Aquí se expone el concepto de participación, algunas de sus características y tipificaciones, y a esta como uno de los objetivos de la intervención en comunidad. Siguiendo la misma línea, se muestra cómo la IAP contribuye a este objetivo, a través de sus principios metodológicos y éticos, además, se citan dos rumbos diferentes que ha tomado la IAP: uno en Latinoamérica, con Orlando Fals Borda, y el otro en España, con Tomás Villasante, ambos orientados a lograr la participación comunitaria de forma autogestionaria.

El capítulo seis, "Desarrollo comunitario y potenciación (empowerment)", desarrolla quizás uno de los planteamientos más interesantes dentro del área, el del potenciación (traducido en otros contextos como empoderamiento) como un constructo multinivel, cuyo análisis permite el fortalecimiento, desde el individuo hasta la comunidad, constituyendo una de las metas de la intervención de la psicología comunitaria.

Otra de las formas de comprensión y acción en lo comunitario es expuesta en el capítulo siete, "Redes sociales y apoyo social". Retomando la perspectiva ecológica, que es tenida en cuenta a lo largo del libro, se considera la influencia que las relaciones sociales ejercen sobre la salud y el bienestar de las personas. Allí se exponen los principales aportes que a lo largo del tiempo han realizado distintas disciplinas y profesionales a este concepto, y dos de las principales formas de intervención comunitaria desde sistemas informales, los grupos de apoyo y los grupos de autoayuda, en donde se cuestiona, una vez más, el rol tradicional que han ejercido los profesionales sobre los problemas de salud y en general sobre los problemas sociales.

Siguiendo esta línea de debate, se desarrolla el capítulo ocho, "Ética, valores y roles en la intervención comunitaria", en donde se avanza sobre el para qué de la psicología comunitaria. Planteando una diferenciación entre una tendencia ideológica más individual y otra más societaria, marcadas por los contextos de origen de las mismas (Estados Unidos y Latinoamérica), se definen cuestiones fundamentales sobre la naturaleza y manera de atención a los problemas sociales, incluyendo los roles que sigue el profesional de la psicología comunitaria. Se destaca entonces el papel comprometido que debe seguir la disciplina y el profesional de la misma, además se destacan los objetivos de acción sobre la ideología que encierra la psicología social comunitaria (de tradición latinoamericana), como lo son la desideologización y el cambio social.

Además, al final, el libro ofrece un par de anexos: "Actividades" y "Ejercicios de autoevaluación" (con su respectivo "Solucionario"), que lo convierten en una herramienta, aún más útil, para la docencia y el autoaprendizaje.

Es de destacar la coherencia teórico-práctica del libro con el sentido mismo de la psicología social comunitaria. También, su estilo, que permite una lectura por capítulos, que va desde los orígenes y contextos históricos del surgimiento de los conceptos allí expuestos hasta su desarrollo y aplicación actual en los procesos de intervención comunitaria.

Otra de las virtudes del libro se refleja en la insistencia permanente sobre el rol de facilitador/ a que debe ejercer el o la profesional de la psicología comunitaria dentro de los contextos de intervención y sobre todo la actitud científica, democrática y comprometida hacia la transformación de la realidad social.

Aunque el libro no pretende ser un recetario para el profesional de la comunidad, constituye un manual básico para el psicólogo comunitario, que enmarca los principales desarrollos teóricos y metodológicos dentro de la disciplina, los más relevantes para la intervención comunitaria y social.

Su carácter de introducción, más que una falencia, representa una bondad, porque permite su acceso, no sólo a profesionales o estudiantes de la disciplina, sino también a otros especialistas académicos o empíricos, que realizan investigación e intervención en comunidad, como los trabajadores sociales, sociólogos, animadores socioculturales y otros profesionales interesados en el conocimiento y comprensión de los aspectos psicosociales del desarrollo comunitario y la acción social.