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Cuadernos de neuropsicología

versão On-line ISSN 0718-4123

Cuad. neuropsicol. v.1 n.1 Santiago jun. 2007

 

RESEÑA

 

Fernanda Cerda S.*

U. Central

 

 

“La Universidad Desafiada” El ataque Postmodernista en las Humanidades y las Ciencias Sociales.

No puedo menos que comenzar señalando que al momento de leer por primera vez este libro tuve la sensación inquietante de que algo muy potente se escondía tras esas palabras. Tuve que releerlo para asegurarme que nada se me había pasado. Y tras esa segunda lectura caí en la cuenta que, en mi historia de lecturas, nunca había llegado a mis manos nada siejante. Contingente, osada, muy directa y triendamente consistente, “La universidad desafiada” constituye en esencia una contestación sólida e informada a lo que algunos han dado en denominar postmodernismo, constructivismo o deconstruccionismo.

Es un hecho que estamos en presencia de una fuerte discusión epistiológica entre ciencia y constructivismo. En honor a la verdad, hasta el momento se ha tratado de una disputa antes que de una discusión, planteada adiás de un modo fundamentalmente unidireccional y generalmente en tono de descalificación en dirección a la ciencia y sus productos. En mi opinión una de las dificultades mayores ha radicado en el modo en que se ha utilizado el lenguaje para dichos fines: a la tradicional argumentación lógica respecto de ciertos fenómenos – con peso propio – se ha intentado oponer con fines personales, o grupales, un lenguaje amanerado destinado a invalidar a quien formule afirmaciones que pretendan sustentarse en sí mismas por razones externas, esto es: objetivas.

En la actualidad casi gozan de prestigio – podríamos decir- afirmaciones que se utilizan para contra argumentar o, derechamente invalidar, argumentos que, o no nos gustan o no preferimos, del tipo “Todo lo dicho es dicho por alguien” (lo cual se traduce en “...Y quién es Ud. para sostener lo que sostiene?...”) o “Toda observación refiere al observador” (lo que se traduce más o menos en “...Sea responsable, para Ud. se tratará de un hecho objetivo: para mí, sólo se trata de su propia interpretación del fenómeno... no trate de imponerse avalándose en supuestas “pruebas” que Ud. elige entre otras...”). En síntesis, como decimos los chilenos, una lata... y digo una lata porque en parte eso explicaría el hecho que sea poco lo que hoy avanzamos en conocimiento al interior de las Ciencias Sociales: ya no reflexionamos o discutimos en torno de ningún tia en particular.

Todas las conversaciones terminan personalizándose y, por tanto, terminan centrándose en la validez de los interlocutores, desviándose à jamais del tia que las convocaba. En síntesis terminan transformándose en discusiones epistiológicas que no siipre conducen a algún puerto fructífero. Si se considera el hecho que al interior de cada dominio de conocimiento en las ciencias sociales existen dos “bandos”, científicos y constructivistas, no resulta sorprendente que los unos y los otros sólo conversen con los “suyos” y sólo de esa manera logren acuerdos respectos de tias de interés comunes.

Como es lógico, dado el modo como estas reuniones suelen desarrollarse, una conversación entre grupos termina resultando agotadora adiás de estéril. Una precisión última: no quiero decir con esto que no surjan nuevas propuestas, lo que quiero decir es que finalmente, al momento de intentar abordar una tiática particular – por ejiplo la esquizofrenia – uno tiene que optar por alguna de estas miradas. Una vez hecha la elección podrá inclinarse por una propuesta u otra, considerando lo diametralmente opuestas que éstas puedan resultar entre sí.

Es precisamente éste el tia de fondo del libro que comentamos. Si bien contextualiza la argumentación en torno de la Universidad, lo hace en favor del pensamiento racional occidental. Y como corresponde a una argumentación que se precie de tal, lo hace de manera sólida: esto es, desde la lógica más pura, en un lenguaje claro, directo y sin oscurantismo.

A modo de muestra: el postmodernismo cuestiona la capacidad del ser humano para acceder al conocimiento objetivo y verdadero, por tanto, el acceso a la verdad.

Para éste todo texto tiene el mismo valor de texto que otro cualquiera.

Si se considera que la Universidad fue creada con el fin que sus estudiantes accedieran de manera privilegiada al conocimiento verdadero, desde la lógica postmodernista esta institución - tal como. fue concebida - ya no debiera entonces existir como tal

De lo contrario, ¿qué contenidos correspondería responsabliente a los docentes enseñar o compartir con sus alumnos, si todo conocimiento tiene igual valor en relación a otros? ¿qué enseñar? y ¿porqué elegir esos contenidos antes que otros, si no podios hablar de valores diferenciados? Desde la lógica que proponen, las tradicionales aspiraciones de “calidad” académica quedan inválidas sin riedio.

Sin duda: lectura obligada para aquellos que hios terminado con una maraña en la cabeza en lugar de un conjunto razonado de ideas. Y para qué decirlo si nos dedicamos también a la docencia.....

 

 

*Psicologa, Docente Neurofisiologia, U. Central, Jefa de Reinserción Social Cárceles Grupo 3
“La Universidad Desafiada” El ataque Postmodernista en las Humanidades y las Ciencias Sociales.
Autor: John Searle. Traducción y presentación Edison Otero B.
Bravo y Allende Editores – Universidad Central de Chile.
2da Edición 2003. ISBN: 956 - 7003 – 72 – 6 . Páginas: 169.

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