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Cuadernos de neuropsicología

On-line version ISSN 0718-4123

Cuad. neuropsicol. vol.6 no.1 Santiago  2012

http://dx.doi.org/10.7714/cnps/6.1.101 

EDITORIAL

DOI:10.7714/cnps/6.1.101

La ciencia en un cuerpo pintado.

 

 

Roberto Polanco - Carrasco

 

 

Como parte de las celebraciones de los 200 años de vida independiente, en la plaza de la ciudadanía de Santiago de Chile - frente al palacio de gobierno - se instalaron grandes fotografías del trabajo de Roberto Edward. El trabajo de este fotógrafo se basa en cuerpos desnudos pintados. Durante uno de los días de la muestra, una pareja de mediana edad que pasaba por el lugar se quejaba en voz alta sobre la inmundicia y pornografía que se permitía en estos tiempos en la calle y más encima frente al palacio de gobierno.

Esta anécdota real es relatada por Roberto Edward como uno de los comentarios que más le duele escuchar de su obra, sorprendiéndose de la ignorancia, prejuicio y, sobretodo, la falta de conocimiento sobre este tipo de trabajo.

Si bien su primera presentación pública se registra a inicio de los 90, los orígenes de Cuerpos Pintados (proyecto cultural sin fines de lucro) se remontan a mediados de los años 70. Influencia clave para el autor fueron los registros de la fotógrafa alemana Leni Riefenstahl sobre la vida de los Nuba, una cultura del noreste de África que tenía el cuerpo como protagonista. La tradición de aplicar colores y diseños sobre sus cuerpos no se circunscribía a los rituales, como es habitual en la mayoría de las tribus; los Nuba se pintaban diariamente el cuerpo según su estado de ánimo.

La motivación de los Nuba para pintarse el cuerpo sumado a los trabajos de Lehndorff y Trülzsch confluyeron en lo que sería luego conocido como el proyecto Cuerpos Pintados. La pegunta a la base de este proyecto, en palabras del propio Roberto Edward, sería ¿Qué podría crear un pintor contemporáneo utilizando el cuerpo humano como soporte?. Luego de una investigación sobre el tipo de pinturas posibles de utilizar y la búsqueda de modelos dispuestas a ser pintadas, fue la década de los ochenta la que ve nacer los primeros intentos de la mano de artistas locales como Mario Toral y Carmen Aldunate. Aquellos experimentos iniciales, espontáneos y sencillos, fueron los que motivaron a seguir adelante con el proyecto hasta llegar a ser como es conocido actualmente.

"El nerviosismo natural que hasta el día de hoy embarga por igual a modelos y pintores en su primer encuentro, siempre ha sido minimizado por un entorno en el que prima el profesionalismo. En salas blancas con paredes con espejos, una experta maquilladora ha estado presente en todo momento ofreciendo asistencia y generando confianza al pintor y su modelo, quienes muy pronto superan sus inhibiciones para concentrarse en el trabajo creativo". Roberto Edward.

Volviendo a nuestra pareja frente al palacio de la Moneda y su queja sobre la inmundicia expuesta, queda preguntarse si ellos sabrán todo el trabajo que hay detrás de pintar esos 4 metros cuadrados de tela móvil que significa un cuerpo vivo.

Lo más probable es que se deba a simple ignorancia o desconocimiento acompañado de un franco desinterés en conocer ideas o propuestas nuevas. Este desinterés no solo se puede observar en el ámbito del arte, también podemos advertirlo en el campo de las ciencias, no resultan extraño ver cómo, tanto en lo profesional como en lo docente, siguen circulando ideas del pasado, verdaderos "mitos docentes" que se resisten a dejar paso a nueva evidencia resultado de los modernos estudios del cerebro.

La ignorancia, como herramienta de base para juzgar las nuevas ideas, resulta entonces ser un problema central dentro de la formación en ciencia psicológica. El analfabetismo científico suele ser la traba más difícil de superar dentro de nuestra formación inicial, no basta con citar bien en estilo APA para ser alfabetizado científicamente..

La tarea de dar paso a nuevas ideas, resulta todavía más difícil si el vehículo por el cual estas se mueven, no tiene el espacio requerido dentro de los planes básicos de formación profesional. Las revistas científicas, en general, no tienen ni el espacio ni el nivel de uso como herramienta pedagógica que deberían en los programas de estudio de psicología de numerosas universidades a nivel latinoamericano. Lo anterior resulta preocupante, sobretodo en esta época donde se observa un fuerte movimiento que reivindica el acceso abierto a la información científica, sumado al cada vez más organizado trabajo de nuestras revistas latinoamericanas para mejorar nuestra gestión y visibilidad, allí tenemos uno de los primeros desafíos.

¿Debemos desarrollar nuestra labor editorial solo dentro de los márgenes que son posibles de medir o cuantificar, o será necesario desarrollar nuevas tareas que con el tiempo obligarán a generar métodos de medición acordes a la importancia de estas acciones. Más allá de índices de citación y factor H, Ezequiel Benito en este número busca instalar en la discusión un índice S, de relevancia social de las investigaciones publicadas en revistas de latinoamérica. Junto con apoyar su propuesta, nosotros proponemos el estudio y desarrollo de un índice L, de lectura y uso de los artículos publicados a nivel de la academia, como un primer indicador dentro del desarrollo de nuestros investigadores. Este podría consistir en un índice que señale el número de veces que han sido usados los artículos de un determinado autor dentro de la labor docente, tanto de pregrado como post grado, dividido por la cantidad de artículos que publica dicho autor en dos años.

Ser usado en los programas básicos de las asignaturas, ser ocupado para las tareas de investigación del pregrado, ser conocidas y leídas a nivel de los cuerpos docentes son los primeros pasos para un importante incremento en la tasa de alfabetización científica en psicología. Serán ellos los futuros investigadores que nutrirán las publicaciones de la especialidad.

El camino no es fácil ni popular, así como los trabajos de Roberto Edward. Para salir exitosos debemos apoyarnos en la creencia firme de que estamos avanzando en la dirección correcta y además en que solo en la medida en que trabajamos de manera generosa y en conjunto podremos avanzar más allá de obtener un mezquino y siempre cuestionado (pero necesario) factor de impacto.

La portada de este número va dedicada a la investigación, atrevimiento y trabajo en conjunto, libre y generoso que busca que el cuerpo deje de ser un tabú, así como nosotros buscamos que la ciencia deje de ser vista como algo ajeno e incluso inmoral dentro de la praxis de la psicología.