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Alternativas en Psicología

versão impressa ISSN 1405-339X

Altern. psicol. v.14 n.20 México mar. 2009

 

 

“Cuídame, soy propenso”

 

 

Yael Karakowsky Fascovich1

Universidad Iberoamericana, Ciudad de México

 

 


RESUMEN

La investigación tiene como principal objetivo definir si existe una correlación entre el nivel de educación sexual recibida y la protección prevista por los padres de familia ante una situación de abuso. Se recurrió a una muestra de 50 sujetos, 18 hombres y 32 mujeres. El promedio de edad de los hijos de dichas familias es de 14 años. El cuestionario “Protégeme” está constituido por 69 reactivos. Para 15 de ellos, se utilizó una escala tipo Likert. El resto de los reactivos tuvieron nivel de medición nominal. Una vez aplicado el instrumento, se procedió con el análisis estadístico mediante el uso del SPSS. Se buscaron las correlaciones correspondientes entre educación sexual recibida y protección prevista, obteniendo como resultado una correlación positiva.

Palabras clave: Educación sexual, Protección, Abuso sexual.


ABSTRACT

The investigation objective is to find if there is a correlation between the level of received sexual education and the protection anticipated by the parents of family before an abuse situation. One resorted to a sample of 50 subjects, 18 men and 32 women. The average of age of the children of these families is of 14 years. The questionnaire “Protégeme” is constituted by 69 reagents. For 15 of them, was used a Likert scale. The rest of the reagents had level of nominal measurement. Once applied the instrument, results were showed with the statistical analysis by means of the use of the SPSS. The corresponding correlations between sexual education received and anticipated protection looked for, obtained as a result a positive correlation.

Keywords: Sexual education, Protection, Sexual abuse.


 

 

Problema de Investigación

¿Existe relación entre la educación sexual recibida y el nivel de protección preventiva por parte de los padres de familia ante un abuso sexual en el verano del 2007 en el Distrito Federal?

 

Justificación

El 20 de noviembre de 1989 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la creación de la Convención por los Derechos del Niño. Por medio de este documento jurídico internacional y de carácter vinculante, todos los Estados Nacionales que lo conformen y apoyen con sus firmas se comprometen a cumplir y respetar a los niños de una forma legalizada. (Convención Internacional por los Derechos del Niño, 1989).

Lo cierto es que aún teniendo dicha convención, cada día en miles de hogares y a puerta cerrada, se comete uno de los más perversos crímenes: el abuso sexual de menores. Las cifras reales se desconocen ya que el miedo y el rechazo superan la capacidad de confrontación en denuncias legales. (Lammoglia, 2004).

Es indispensable tomar conciencia, informar y prevenir a los padres de familia así como a los niños a enfrentar situaciones delicadas. El abuso sexual en menores, consiste con mayor frecuencia en la relación establecida desde temprana edad y a largo plazo con una persona cercana a la familia. Es por esto que la información sobre sexualidad personal debe brindarse sin tabues y propiciando el estado de alerta. (Finkelhor, 2005).

 

Objetivos

Analizar el conocimiento que tienen los padres sobre el comportamiento y las señales que da un niño que fue o esta siendo abusado sexualmente. Para a futuro, diseñar un programa preventivo.

 

Limitaciones

Se encontró como limitación el poco análisis o acceso que se tiene al perfil de un acosador. El tiempo de la investigación fue breve, por lo que se optó por realizar una exploración de mayor calidad y con menor cantidad de información.

 

Marco de Referencia

El abuso sexual en menores es un tema de preocupación mundial. Es un problema frecuente que basándose en la cultura, región y población afecta de un 2 a un 62% de mujeres y de un 3 a un 16% de hombres. El dolor físico podrá sanar con el tiempo, pero las consecuencias psicológicas permanecerán para siempre. (Felzen, 2004).

 

Definición

El abuso sexual en menores se define como cualquier actividad que sea gratificante sexualmente y se realice a un niño sin su consentimiento y antes de llegar a una edad legal, para obtener beneficios personales. (Felzen, 2004).

Se considera abuso sexual cuando utilizando la coerción (fuerza, presión psicológica o engaño para someter a la víctima) se realiza alguna de las siguientes conductas abusivas: violación - penetración en vagina, ano o boca con cualquier objeto, penetración digital - en vagina, ano o boca, exhibicionismo, coito - vaginal o anal con el pene, caricias - en genitales o masturbación, sodomía, contacto genital oral y/o contactos sexuales con animales. (Martínez, Figueroa, 2000).

 

Números

Muchos expertos creen que el abuso sexual es una de las formas de maltrato con mayor subregistro debido al secreto o “conspiración para el silencio” que tan frecuentemente rodea estos casos. La incidencia real del abuso sexual es desconocida. (Ludwing, 2001). Es más frecuente en niñas que en niños, especialmente en el período prepuberal y se da en todas las clases sociales y familiares, con riesgo de recurrencia alto. (Martínez, Figueroa, 2000).

A través de investigaciones y con ejemplos de casos, se dio a conocer que la mayoría de los abusos eran cometidos por gente cercana a la familia, conocidos que podían ganarse la confianza del niño y continuar con una relación a largo plazo. (Bolen, 2003).

A través de investigaciones y con ejemplos de casos, se dio a conocer que la mayoría de los abusos eran cometidos por gente cercana a la familia, conocidos que podían ganarse la confianza del niño y continuar con una relación a largo plazo. (Bolen, 2003).

 

Características de Vulnerabilidad

- En la víctima: carencia afectiva, dócil, sumiso, educado para obedecer y callarse frente a los adultos, con autoestima pobre, aislamiento social y falta de personas cercanas en quien confiar o que supervisen sus actividades.

- Madre: ausente, sumisa, carente de poder.

- Padre o adulto agresor: falta de aprendizaje para diferenciar entre caricias sexuales y no sexuales, pobre autoestima, considera el sexo como tabú. (Martínez, Figueroa, 2000).

 

Indicadores

- Algunos indicadores generales: Bajo rendimiento escolar, ansiedad, problemas de comportamiento o psicológicos, depresión, problemas emocionales, VIH, hostilidad, comportamiento obsesivo compulsivo, paranoia, embarazo en adolescencia, desorden de estrés post-traumático, comportamiento sexual activo, abuso de sustancias, suicido o intento. (Felzen, 2004).

- Indicadores Físicos específicos - presencia en genitales y/o ano de: equimosis, laceraciones, sangrado, prurito, inflamación, himen perforado, dificultad para caminar, semen, infecciones, somatización, dispareunia, embarazo, enfermedades de transmisión sexual. (Santana-Tavira, Sánchez- Ahedo, Herrera-Basta, 1998).

- Indicadores físicos inespecíficos &- Anorexia, dolor abdominal, enuresis, disuria, encopresis, flujo vaginal, supuración uretral. (Ludwing, 2001).

- Indicadores Psicológicos - miedo, ansiedad, culpa, desconfianza, enojo, atracción homosexual, anorgasmia, pérdida o disminución de la libido, autodevaluación. (Santana-Tavira, Sánchez-Ahedo, Herrera-Basta, 1998).

- Comportamientos específicos - Conocimiento inapropiado del comportamiento sexual adulto, masturbación compulsiva, curiosidad sexual exagerada. (Ludwing, 2001).

- Comportamientos inespecíficos - Miedos excesivos, fobias, temor a dormir solo, miedos nocturnos, fugas, comportamiento agresivo, intento de autoeliminación, cualquier cambio brusco de conducta. (Ludwing, 2001).

 

Programas

Los programas preventivos previenen educar a los padres de familia cómo brindar un ambiente seguro a sus hijos. Al mismo tiempo, enseña a los niños herramientas útiles para protegerse del agresor.

A los padres se les brinda información sobre el comportamiento de un niño que fue abusado, las señales que muestra y la forma en que piden apoyo. Así mismo, se debe invitar a crear un ambiente cómodo en el hogar. (Spungen, Jensen, Finkelstein, and Satinsky, 1989).

Con los niños se discuten temas sobre sexualidad, el cuerpo humano y la privacidad. Se les enseña a protegerse y a saber decir: “NO”. (Spungen, Jensen, Finkelstein, and Satinsky, 1989).

En los programas se enseña que no todos los adultos son personas de confianza y que alguien querido y de confianza puede ser un agresor. Sin embargo, las respuestas de los niños a las fallas en moralidad o rompimiento de reglas responden a consecuencias de corto plazo y tangibles. (Boyle, 2005).

Aún cuando los programas sigan en evaluación, cada día crece el número de reportes de abuso sexual. Lo mismo, no señala que el número sea mayor con el tiempo, si no que probablemente, los menores se estén sintiendo más apoyados y por lo mismo, han tomado la ardua decisión de compartir y exponerse contando su experiencia. (Bolen, 2003).

 

Prevención

Prevenir el abuso sexual en menores es una tarea difícil para todos. Si los niños fuesen educados y previamente advertidos sobre las 3 R’s: “Reconocer, Resistirse y Reportar” o el hecho de saber decir “no” ante una situación peligrosa, dichas medidas podrían prevenir desde el abuso hasta el trauma que lo acompaña. (Rowan, 2006).

Método.- Se propone prevenir con los niños a la menor edad posible. Si es posible se debe intervenir desde edad preescolar y reforzar durante la pre-adolescencia, momento en el cual se descubre la sexualidad y formas de manifestarlo. (Bolen, 2003).

Una sugerencia que hacen los expertos a quien educa un niño, sería implementar las siguientes reglas:

• “Ayuda a proteger a tu hijo, estableciendo un ambiente familiar en dónde se sienta seguro y en confianza de decir todo lo que quiera y sienta, sin miedos, pena, ridículo o castigo”.

• “Asegúrate de que tu hijo sepa que su cuerpo es sólo suyo y que nadie debe hacerle algo que lo haga sentirse incómodo, triste o mal. Él (ella) tienen derecho a decir “no” si alguien trata de tocarlo(a) y no mantenerlo en secreto.

• Es importante dejar claro a los niños, que si un secreto los hace sentir triste, mal o con miedos, es un secreto que no debe guardar.

• Es importante dejar claro a los niños, que si un secreto los hace sentir triste, mal o con miedos, es un secreto que no debe guardar.

• Explicar la diferencia entre expresiones de cariño y caricias sexuales. (Medina, 2007)

• Se recomienda otorgar confianza al niño.

• Hablar claramente sobre sexualidad con los hijos.

• “Al contratar una persona que cuide de tus hijos, pide referencias de la misma”. (Rowan, 2006).

 

Propuestas

Es importante en todos los casos, no multiplicar las actuaciones repitiendo interrogatorios o exploraciones físicas que incomoden al niño. Cuanto menor sea el niño más necesario y más difícil es salvaguardar su integridad física y psíquica. (Martínez, Figueroa, 2000).

La intervención social y el tratamiento psicológico deben ofrecerse en todo momento, son prioritarios cuando se detectan alteraciones psicosociales preexistentes en el ámbito familiar. (Martínez, Figueroa, 2000).

Con la finalidad de prevenir e identificar el abuso sexual en menores es necesario difundir el conocimiento sobre este problema en todos los ámbitos e iniciar su abordaje terapéutico temprano. (Santana-Tavira, Sánchez-Ahedo, Herrera-Basta, 1998).

 

Método

Hipótesis Conceptual

Dependiendo de la educación sexual que reciba en el hogar un niño, el mismo podrá protegerse en el futuro en situaciones propensas al abuso sexual.

Hipótesis Metodológicas

Ho: No existe relación estadísticamente significativa entre la educación sexual propiciada y el nivel de prevención ante un abuso sexual infantil.

Ha: Si existe relación estadísticamente significativa entre la educación sexual propiciada y el nivel de prevención ante un abuso sexual infantil.

Variables:

Educación - Independiente

Prevención - Dependiente

Sujetos: Se aplicó a 50 sujetos, 18 hombres y 32 mujeres. Los sujetos son padres de familia de distintas edades. El promedio de edad de los hijos de dichas familias es de 14 años. Se realizó un tipo de selección no probabilística, casual.

Escenario: El instrumento se aplicó en 3 diferentes espacios; en las instalaciones de una universidad privada al poniente de la ciudad de México, en un edificio privado al norte de la ciudad de México y en un centro comercial localizado en el sur de la ciudad de México.

Instrumento: El instrumento usado para la investigación es un Instrumento mixto que consta de 69 reactivos. El mismo fue previamente validado y confiabilizado. El autor del instrumento es Yael Karakowsky Fascovich.

Tipo de Estudio: De acuerdo al lugar, se realizó un estudio de campo. En relación al tiempo, se ejecutó un estudio transversal. Con respecto a las metas, fue un estudio de correlación.

Diseño: El diseño utilizado en el instrumento fue no experimental.

 

Resultados

Se utilizó la prueba correlación de Pearson para revisar si existía una relación entre la educación brindada a los hijos y la forma de protección que ellos mostraban. Al realizar dicho análisis, se obtuvo una significancia bilateral de 0.000 y una correlación de 0.700, lo que indica que se rechaza la hipótesis nula por lo tanto sí existe correlación entre estas variables. Lo mismo señala que a mayor educación sexual en infantes, mayor es su protección.

Al comparar la diferencia de hombres y mujeres que contestaron la encuesta, se obtuvo como resultado con la prueba T para muestras independientes, utilizando la prueba de Levene dónde se han asumido las varianzas iguales con 4.092, una significancia bilateral de .364, misma que señala que no hay una diferencia estadísticamente significativa entre las respuestas de los papás y las mamás.

Al contrastar la diferencia de sexo y protección en los resultados de la encuesta, se obtuvo como deducción con la prueba T para muestras independientes, utilizando la prueba de Levene dónde se han asumido las varianzas iguales con 4.113, una significancia bilateral de .486, misma que señala que no hay diferencias estadísticamente significativas entre el género de los padres y la protección de sus hijos.

Al medir la diferencia de sexo y educación en los resultados de la encuesta, se obtuvo como deducción con la prueba T para muestras independientes, utilizando la prueba de Levene dónde se han asumido las varianzas iguales con 1.593, una significancia bilateral de .335, misma que señala que no hay una diferencia estadísticamente significativa entre el género de los padres y la educación que imparten a sus hijos.

 

Discusión

Al analizar que son los mismos padres quienes marcan los límites de afectividad, es polémico encontrarse con que 6 de cada 44 niños, con un promedio de 14 años, darían un beso de despedida en los labios a papá. Apoyando a Felzen (2004), es debido a estas muestras de afecto que resulta difícil para un niño reconocer cuando una persona traspasa el límite y abusa de su privacidad.

Tal como lo señalan Spungen, Jensen, Finkelstein y Satinsky (1989) muchos niños son cuidados durante el día por una persona ajena a los padres, en la investigación, 16 de cada 50 menores. A partir de esto, se reporta que el 88% de quien los cuida, los besa, el 96% los abraza y un 78% les hace cosquillas. Llama la atención como 1 de cada 5 niños besa en los labios a su empleada doméstica al despedirse.

Al estudiar los indicadores psicológicos que muestra un niño que ha sufrido abuso sexual Santana-Tavira, Sánchez-Ahedo y Herrera-Basta (1998) mencionan el miedo, la ansiedad, la desconfianza y el enojo, entre otros estados de alerta. En comparación con esto, los resultados reportan que un 56% de los niños están acostumbrados a decir palabras sucias. Por otro lado, 23 de cada 50 niños se han mostrado introvertidos y 11 de cada 50 muestra temor hacia los adultos.

Ludwing (2001) señala como comportamientos específicos el tener conocimiento inapropiado del comportamiento sexual adulto, una masturbación compulsiva y una curiosidad sexual exagerada. Al tomar esto en cuenta, se reporta que un 70% de los niños toca sus genitales, 33 de cada 50 niños hacen preguntas acerca de su sexualidad, 5 de cada 50 niños juega con los genitales de otras personas y 5 de cada 50 niños juega con los genitales de sus padres.

Lammoglia (2004) propone como características de un probable agresor, entre otras: que el adulto vigile al (la) menor cuando éste (a) se desviste, se baña, orina o defeca y que el adulto bese al (la) menor en forma prolongada e íntima, propia de manifestaciones entre adultos. Es alarmante reportar que 2 de cada 50 niños besa en los labios al tío/a al despedirse. 18% de los tíos pueden ver a sus sobrinos en ropa interior y 5 de cada 50 tienen la libertad de ver desnudos a sus sobrinos sin problema alguno. Sin embargo, el 92% de los tíos no permite que los niños entren al baño mientras ellos están ahí mientras 5 de cada 49 niños permiten que su tío/a entre al baño sin tocar mientras ellos están ahí.

Boyle (2005) apoya la idea de enseñar a los menores conocimientos y otorgarle herramientas para evitar un abuso. Al evaluar si existía una relación entre la educación brindada a los hijos y la forma de protección que ellos mostraban se demostró que si existe una relación, por tanto, la educación es eficaz.

Spungen, Jensen, Finkelstein y Satinsky (1989) proponen crear un ambiente cómodo en el hogar. Sin embargo a 4 de cada 50 papás les parece indiferente hacer un esfuerzo por mantener un ambiente sano en su hogar, contratando gente con referencias y observando el comportamiento con sus hijos.

Spungen, Jensen, Finkelstein y Satinsky (1989) sugieren la importancia de discutir temas sobre sexualidad, el cuerpo humano y la privacidad. De enseñar a protegerse y a saber decir: “NO”. En contraste, 8 de cada 50 papás no habla con sus hijos sobre sus genitales y 5 de cada 50 papás creen indiferente o poco importante enseñar a sus hijos a decir “No me puedes tocar ahí” cuando alguien lo intente y a decirles de inmediato.

Boyle (2005) señala que los programas pretenden enseñar que no todos los adultos son personas de confianza y que alguien querido y de confianza puede ser un agresor. Sin embargo, a 4 de cada 50 papás les parece indiferente o no están alerta de cualquier adulto que los haga sentirse incómodo con sus acercamientos a sus hijos. Aunado a esto, sólo 30 de 50 papás cree importante recordar a sus hijos quiénes son las personas de confianza para ellos.

 

Conclusiones

Al realizar esta investigación, se cumplió con el problema planteado. Se encontró una relación entre las variables presentadas: la educación que se le brinda a los hijos sobre su sexualidad y las herramientas que tienen para protegerse ante un probable abuso. Al mismo tiempo, se encontraron controversias en el tema.

El objetivo general de la investigación, se propone como trabajo para la siguiente fase de la misma. A partir de los resultados obtenidos y con un mejor conocimiento del tema.

Por ser el abuso un acontecimiento que pocas veces sucede con violencia, el menor puede dudar de la intensión del agresor. Así mismo, por ser personas cercanas al niño quienes lo cometen, el acuso es casi imposible. A los menores les parece poco creíble que alguien que los quiera, intente afectarlos.

Los objetivos se cumplieron en medida que con respuestas honestas, se reporta en la investigación un límite pobre en afectividad por parte de los padres. Esto es, son los mismos padres de familia quienes por temor, falta de conocimiento o simples muestras de cariño, olvidan demarcar un límite con sus hijos y señalar hasta donde llega una muestra de afecto saludable o permitida.

Con datos históricos y actualizados se intentó hacer un recorrido a través de la historia, dando un abordaje general desde el maltrato infantil. A partir del mismo, se especifica el abuso sexual en menores, sus consecuencias y las posibles víctimas. Así mismo, se exponen probables características de un agresor y las posibles patologías que se ven involucradas.

Las hipótesis se relacionan con el problema, tratan de indagar la relación entre educación y protección. Las mismas fueron evaluadas con el instrumento, mostrando una correlación positiva.

El instrumento se aplicó a 50 sujetos, todos dispuestos a contestar la encuesta sin problema alguno. Se aplicó en tres espacios diferentes: en una universidad al poniente de la ciudad de México, en un edificio privado del norte de México y en un centro comercial del sur de la ciudad de México.

El instrumento se construyó poco a poco. Constó de dos evaluaciones, mismas que le otorgaron validez por análisis factorial y confiabilidad de Cronbach. Para próximas evaluaciones se propondría agregar reactivos que cuestionen la relación del menor y la confianza de los padres con maestros y personal escolar.

Como conclusión, llama la atención como aún y cuando es un hecho que existe relación entre la educación que recibe un niño y las herramientas que tiene el mismo para protegerse, muchos padres de familia siguen sin estar alerta. No sólo esto, sino que incluso existen varias familias en donde los límites no son importantes y en dónde son los mismos miembros de la familia quienes abusan de los menores.

 

Referencias

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1 Yael Karakowsky Fascovich, Universidad Iberoamericana yaelkf@hotmail.com Celular: 0445510784575

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