SUGESTÕES PRÁTICAS

 

Consideraciones generales sobre el uso del texto informativo en la formación académica del estudiante a nivel de escuela básica

 

 

Hermínia Vicentelli de Castillo¹

Universidade Pedagógica Experimental Libertador Maracay – Venezuela

 

Uno de los propósitos fundam entales de la Escuela Básica, debe ser la formación de lectores eficientes, con dominio de habilidades que permitan al estudiante aprovechar al máximo de forma autónoma, los recursos que ofrece el texto adquirir conocimientos despejar dudas, retener información específicas, verificar hipótesis, aclarar confusiones y relacionar la nueva información con conocimientos y experiencias previas.

La interación lector-texto sólo será posible en la medida en que el proceso de formación del estudiante como lector incentive el ejercicio de las habilidades cognitivas que favorezcan una actitud crítica y creativa (Carter, 1995; Callado y García, 1997; Dreher 1993).

Dada la relevancia del nivel de lectura autónomo para el desarrollo intelectual y académico del alumno, de quien la sociedad demanda una elevada eficiencia para estar actualizado ante el vertiginoso avance del mundo científico y las tecnologías de la comunicación, se impone la necesidad de un cambio, en los procedimientos didácticos para la formación de lectores.

No obstante, observamos con preocupación, que en las postrimerías de este milenio aún predomine, dentro del ámbito escolar, la tendencia a formar lectores pasivos, conformistas, indiferentes ante los contenidos leídos; en otras palabras, decodificadores de caracteres, incapaces de estructurar un modelo de la realidad a partir de las informaciones del texto.

Son muchos y variados los factores que obstaculizan ai desarrolllo del estudiante como un lector consolidado, que posea las competencias para obtener informaciones de diferentes fuentes bibliográficas. En este sentido, merece mención especial las siguientes circunstancias:

▪ Polarización de los docentes hacia el uso casi exclusivo de textos literarios (cuentos, fábulas, novelas, poesías para ejercitar los niveles de comprensión lectora y lectura crítica.

▪ Uso del libro-texto, como fuente principal para la obtención de informaciones en las diferentes áreas del saber.

▪ Escasa preparación de los docentes y demás miembros de la comunidad educativa para la acertada escogencia de textos informativos.

▪ Deficiente dotación de las bibliotecas escolares y públicas.

Dentro de este contexto, se harán algunos planteamientos sobre la importancia del uso del texto informativo como un recurso, no sólo para adquirir conocimientos sino también como fuente de lecturas agradables, que ponga en contacto a los niños y jóvenes com autores y expelios en las diferentes áreas del saber.

Com este propósito se refiere en primeira instancia, al concepto de texto informativo.

En relación a este aspecto Baró (1996) opina que la diversidad de propuestas editoriales imponen la revisión de las definiciones tradicionales a fin de adoptar una más amplia. En este sentido, define los libros de conocimientos, como aquellos que tienen la finalidad de relacionar a los lectores con los conocimientos específicos de una disciplina, a la vez que estimulan la curiosidàd y el deseo de aprender más.

Una definición más explícita, nos la ofrece Alfonzo (1997), este autor, considera que texto informativo es todo discurso que se refiera a noticias, instrucciones, conocimientos, textos que sirvan para enseñar, orientar y divulgar resultados de investigaciones.

En síntesis, se puede considerar como textos informativos, aquellos que se refieren a conocimientos teóricos o prácticos sobre un assunto determinado; y los que se ocupan del acontecer inmediato.

La estructura de estos textos debe responder a las siguientes variables: propósito y naturaleza del texto, así como a la características del público a quien va dirigido.

Cabe destacar además, que a pesar de existir, una amplia variedad de libros informativos en el mercado, ésto no se refleja en el ámbito escolar, donde se continúan empleando, casi en forma exclusiva, el libro-texto, diccionario de lengua, enciclopedias, guias de estudio y folletos elaborados por el docente en una área específica del conocimiento. Dentro de esta situación de suyo preocupante, merece mención especial el uso dellibrotexto como fuente única de todos los saberes, cuestión ésta muy negativa para la formación de un lector activo.

Los textos escolares son producidos intencionalmente para cubrir los objetivos programáticos correspondientes a un determinado nivel de escolaridad. Estos textos, si bien resuelven un problema de índole económico (son ediciones comerciales de costo accesible al estudiante) a la vez que "cubren" de cierta manera, las deficiencias de las bibliotecas escolares. También es verdad que por las características estruturales dellibro escolar, se convierte en un manual de informaciones extraídas de varias fuentes, sintetizadas, yuxtapuesta, sin cohesión interna. Por otro lado su presentación física, generalmente, es poco atractiva y de dificil manipulación. Por estas razones es indispensable ampliar las posibilidades de entrar en contacto con otras fuentes informativas.

Este estado de cosas debe ser revertido, para ello, es necesario la acción conjunta de la comunidad educativa y del docente en particular, quien tiene la responsabilidad de incentivar y orientar la lectura, así como la selección de los textos informativos que leerán sus alumnos.

Para tales efectos, conviene que el maestro reflexione sobre las siguientes interrogantes: ¿

Los textos informativos, se planifican en función del nivel de desarrollo cognitivo de los lectores potenciales?, ¿Despiertan curiosidad y deseo de leerlos?, ¿Estimulan una lectura interactiva?, ¿Los recursos comunicacionales utilizados, son los adecuados en función ai propósito o intencionalidad del texto, naturaleza del tema y características del própio lector?

En este sentido, presentaremos un conjunto d criterios que a juicio de varios autores, deben ser tomados en consideración, tanto por quienes escriben libros informativos, como por aquellos que tienen la responsabilidad de validarlos. Los lineamientos se refieren a: presentación física del texto, contenido, lenguaje y estilo y autor.

 

Presentación Física del Libro

▪ Tanto la portada del libro como el título deben ser pensadas con el propósito de llamar la atención del lector potencial sin caer en sensacionalismo o antropomorfismo.

▪ Procurar equilibrio entre los diferentes sublenguajes: verbal, ² cono, diagramación y recursos condensadores de información (gráficos, tablas, recuadros, esquemas, etc).

▪ El tamano de las letras y su grosor debe corresponder a las características del público a quien va dirigido.

▪ Datos bibliográficos del autor(s)

▪ Ilustraciones como apoyo para complementar y visualizar el discurso informativo.

 

Discurso Informativo (Contenido)

▪ Debe satisfacer las expectativas que se forma el lector a través del titulo o introducción del libro.

▪ Informaciones precisas y actualizadas

▪ Explicaciones lógicas y fáciles de entender.

▪ Despeliar entusiasmo sobre el tema.

▪ Organizar la información en unidades coherentes y cohesionadas (ideas globalizadoras ).

▪ Evitar ambigüedades. ▪ Atención especial sobre los conocimientos que aún están en discusión.

▪ Obviar posiciones moralistas cuando se trata de temas controversiales (sida, homosexualidad, prostitución, drogadicción).

 

Lenguaje y Estilo

▪ Claridad, exactitud, sobriedad, sencillez y naturalidad

▪ Evitar la monotonía y redundancia ▪ El tono debe ser directo, sin caer en simplismos o paternalismos

▪ El énfasis de la comunicación debe estar orientados a trasmitir, describir o explicar algo.

▪ Adecuar los elementos de la comunicación verbal al nivel de desarrollo cognitivo y escolar del lector.

 

Autor

▪ Quien escribe debe tener un buen domínio del tema.

▪ Tener conocimiento sobre recursos comunicacionales para transmitir la información

▪ Ser honesto y objetivo en relación a sus limitaciones como estudioso del área del conocimiento.

▪ Señalar las fuentes primarios de donde obtuvo la información.

Los autores de textos informativos deben seleccionar las formas de comunicación verbal y gráficas según el grado de desarrollo cognitivo de los lectores potenciales.

Así tendríamos que:

 

 

Referendas

Baró, M. (1996). Libros de Conocimientos: Evolucionar o morir. Cuardernos de Literatura Infantil y juvenil Vol. 9, N° 7-18.

Belisle, A. (1984). La escogencia de um libro de Información. Revista Para para, N° 10.

Carreras, C. (1989). Libros Científicos, Actuales y Comprensibles. Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil N° 10, 20-23.

Carter, B. y Abrahamson, R. (1991). Nonfiction in a read-alaud program Jaurnal of Reading 34:8.

Crago, H. (1984). La Prehistoira en libros para niños. Revista Parapara N° 10.

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Chõn, L y Ber5kin (1996). El Libro de conocimiento Introducción a la Literatura Infantil y Juvenil, Newatk, IRA 1996, 118-146.

Heeks, P. (1996). Information Books. lntemational Compation Encyclopedia of Childrens Literatura Editor Hunt.

Kulhavy. T. Y Stock. W. (1996). Text Learning Using Scientific Diagrams: Implications for class-room Use. Contemporary Education Psychology N° 21 487-499.

Larralde, O. y Garcia, A. (1984). Selección de Libros de Información. Revista Parapara N° 10.

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Padrón - Guillén (1995). Elementos para un análisis del texto instruccional. Informe de Investigaciones Educativas Vol: IX, N° 2 11-33.

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¹ Endereço: Calle Libertad. Res. Tamarindo. ap. 12 D. Torre a. 2101 - Maracay - E. Aragua - Venezuela.
² Alfonzo (1997) Bélisle (1984) Shõn y Barkin (1996) Carter (1995) Sánchez (1993, 1995) Padrón-Guillén (1994) Baró (1996) Kufman y Rodriguez (1993) Newton (1994) Yussen y Staight (1993)