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Natureza humana

versão impressa ISSN 1517-2430

Nat. hum. v.5 n.1 São Paulo jun. 2003

 

RESENHAS

 

 

Leticia Olga Minhot

Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Córdoba. Dra. en Filosofía

 

 

James E. McGuire e Barbara Tuchanska, 2000: Science Unfettered. Ohio, Ohio University Press. ISBN: 0-8214-1351-1*

El título del libro sugiere la posibilidad de concebir una ciencia liberada, esto es, libre de perspectivas que la ven desde modelos objetivantes. Se trata de un proyecto que propone liberar la ciencia de la ilusión generada por una civilización que se funda en una razón instrumental. Sólo los filósofos de la ciencia pueden llevar a cabo esta tarea, pues su comprensión es diferente a la de los científicos, los cuales no logran, en tanto científicos, ir más allá de sus teorizaciones. Concebir una ciencia liberada es concebir al conocimiento científico desde la perspectiva de la vida, lo que hace imposible una reducción a operaciones linguísticas y lógicas, a actos mentales o a manipulación física. Desencantarla significa ver a la ciencia como una empresa en la que el conocimiento es social e históricamente construido. Para lograrlo, los autores destacan la necesidad de una óptica eminentemente filosófica, la cual consiste en la elaboración de una ontología fundamental - no fundacionalista - cuyos rasgos principales sean la sociabilidad, la historicidad, la autoconstitución y la apropiación de la tradición. Se propone así, una ontología que busca las bases de la ciencia en el modo humano de ser, tanto individual como social, sin presuponer conceptos epistemológicos.

En el primer capítulo se establecen las bases para una ontología hermenéutica, que destaca los rasgos sociales, históricos y holísticos de la ciencia para alcanzar la idea de un círculo hermenéutico óntico-ontológico. El carácter hermenéutico de esta ontología señala que se trata de una comprensión de nosotros mismos en tanto que somos quienes la elaboramos. El rasgo social de la ciencia significa no sólo trabajos en equipo, sino ver a la ciencia como una empresa discursiva constructiva. El resultado es una reconstrucción de la ciencia como una forma de práctica humana. El rasgo histórico, por su parte, significa que los modos de ser de la ciencia están históricamente condicionados. Histórico tiene aquí el sentido heideggeriano, es decir, aquello que permite un distanciamiento de la inmersión en lo inmediato. Además, la ciencia es una práctica holística porque no es sólo una suma de actos individuales o de prácticas particulares.

Este proyecto se encuadra dentro de una hermenéutica, ya que parte de una autorreflexión que permite reconocer la propia historicidad y problematizar la dicotomía sujeto-objeto al no considerarlos como algo fijo, sino como constituidos dinámicamente en el curso del conocimiento.

No se pretende ni una explicación de ciencias específicas ni una sociología del conocimiento. Aquí, la distinción entre descripción y explicación objetiva y comprensión hermenéutica es lo crucial. Lo último significa una comprensión de la ciencia como elemento de la vida y de la cultura.

De Heidegger se toma la idea de que cualquier ontología fundamental debe comenzar con la tematización de lo humano sin relativizarlo a la razón, la divina trascendencia, la vida biológica o leyes de la naturaleza. Se adopta la distinción que propone entre la aproximación óntica y la ontológica. La primera permanece en la dicotomía sujeto-objeto y trata a la entidades entendidas objetivamente. La investigación ontológica problematiza tal dicotomía. Seguir la distinción óntica-ontológica significa que se aceptan tres ideas principales de la filosofía hermenéutica de la ciencia: la prioridad del significado sobre la técnica, la primacía de la práctica sobre lo teórico, y la prioridad de la situación sobre la formalización abstracta.

En los capítulos 2, 3 y 5 se señalan los puntos en los que esta perspectiva se aparta de la ontología de Heidegger y de la hermenéutica de Gadamer. La apropiación de ambos autores no acepta la naturaleza reduccionista de la interpretación existencialista de Heidegger de la historia y la pretención de una interpretación descontextualizada de Gadamer.

Desde una apropiación crítica de la ontología de Heidegger y la hermenéutica de Gadamer se articula, en los capítulos 4 y 6, la ontología sociohistórica de la ciencia. Esta ontología no comienza considerando los aspectos epistemológicos de la ciencia, el concepto de conocimiento científico es concebido como una empresa sociohistórica, que no agota la totalidad de las actividades científicas. En el capítulo 4 se desarrolla también el concepto hermenéutico de diálogo, el cual es previo a cualquier punto de vista epistemológico. El diálogo es la estructura ontológica del conocimiento. Mas, a diferencia de la filosofía, la investigación científica no es un puro diálogo, ella está constituida por diálogo, experiencia y tecnología, los tres son fenómenos históricos y sociales.

En el capítulo 5 se establecen los presupuestos bajo los cuales se concibe una comprensión histórica de la ciencia como opuesta a una explicación histórica. Siguiendo los lineamientos básicos de Nietzsche, Foucault, Heidegger, Gadamer; Ricoeur y Margolis, la visión de la historicidad envuelve al sujeto de la investigación histórica. El eje desde el que el historicismo historiza el pasado es transformado en un proceso hermenéutico dinámico. La historicidad es un rasgo ontológico de nuestra práctica, entendida como modos humanos de ser. Siguiendo a Heidegger, el tiempo siempre es correlativo a nuestras prácticas y, siguiendo a Foucault, el sujeto se constituye a sí mismo en campos de acciones, las propias y las de los otros. Desde esta perspeciva el llegar a ser es un proceso destinado a no completarse nunca.

En el capítulo 6 la comprension histórica de la ciencia se diferencia claramente de los puntos de vista nomológicos. Y se diferencia a su vez de aquellos modelos filosóficos de la historia de la ciencia llamados "modelos del cambio de la teoría" que descomponen la ciencia en unidades que sufren la transformación histórica. Aquí, por el contrario, la historicidad se refiere a la ciencia como un sistema sociocultural, dinámico.

En el capítulo 7, el punto central es la construcción social de la objetividad. De acuerdo a Heidegger la ciencia no tiene un acceso especial a una realidad última. Desde la perspectiva constructivista sociológica no hay un mundo objetivo independiente de la práctica. Para demostrar la existencia de un objeto debemos apelar a cierta forma de representación. Los objetos son construidos como si fueran externos a la representación, pues el mundo es siempre un objeto cultural. La ontología realista, en cambio, es una justificación post hoc de arreglos institucionales existentes.

Siguiendo los análisis de Latour y Fleck, la construcción científica de los hechos puede ser entendida sólo sobre la base de la existencia presupuesta de alguna cosa que ofrece resistencia. El supuesto que se acepta de Fleck es el rechazo de la creencia realista: los hechos que existen y son intepretados teoréticamente por los científicos. El hecho es una señal de resistencia en el pensamiento caótico inicial, entonces, un pensamiento definido constriñe y, gracias a ello, una forma puede ser percibida. Latour también apela a la noción de resistencia, lo real son grados de resistencia. Para ambos autores la objetividad de los hechos es social, histórica y relativa a las comunidades científicas.

La perspectiva de los autores intenta establecer las condiciones ontológicas de la investigación científica, y, de esa forma, liberarla de aquellas visiones que sólo buscan ver las condiciones de su necesidad. Esto ya bastaría, además de otras virtudes, para hacer de este libro un texto de lectura obligada para aquellos que se interesan por una auténtica reflexión filosófica sobre un tema tan controvertido como lo es el de la ciencia actual. A lo que hay que agregar todo lo que no se puede decir en una reseña, que, en comparción, hacen del libro una fuente casi inagotable de ideas que el potencial lector no debiera desechar.

 

 

Endereço para correspondência
E-mail: leminhot@hotmail.com

Recebido em 18 de março de 2003
Aprovado em 20 de maio de 2003

 

 

* Versão modificada da resenha anteriormente publicada na revista Theoria, v. 18, n. 46, pp. 109-10, 2003.