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Natureza humana

versão impressa ISSN 1517-2430

Nat. hum. vol.19 no.2 São Paulo dez. 2017

 

ARTÍCULOS DE FLUJO CONTINUO

 

Observaciones sobre el estatuto epistemológico del Psicoanálisis y de la investigación psicoanalítica

 

Remarks on the epistemological statute of Psychoanalysis and of psychoanalytic research

 

 

Ricardo Navia*

Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República, Uruguay

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Este trabajo fue motivado por un cierto debate ante el uso de la expresión "investigación en psicoanálisis" para designar – casi en exclusividad – a los estudios empíricos extra-clínicos sobre el proceso o los resultados de tratamientos psicoanalíticos. Creo que, en la medida en que esos estudios se realizan desde fuera del encuadre clínico-analítico y en base a categorías que la mayoría de las veces son también no analíticas, deberían llamarse más bien "investigación sobre psicoanálisis". Parece claro que, como en toda disciplina autónoma, la denominación "investigación en psicoanálisis" debería reservarse para las investigaciones que se realizan desde la teoría, el encuadre, la metodología y las categorías propias de la disciplina; es decir, para las investigaciones clínicas o teóricas típicamente psicoanalíticas. Pretendo aquí reivindicar el espesor, la especificidad y la consistencia epistemológica de dicha investigación.

Palabras-clave: epistemología del psicoanálisis; investigación clínica psicoanalítica; investigación empírica.


ABSTRACT

This work was motivated by a certain debate in face of the use of the expression "research in psychoanalysis" to designate – almost exclusively – the extra-clinical empirical studies on the process or results of psychoanalytic treatments. I believe that, to the extent that these studies are carried out from outside the clinical-analytical framework and based on categories that are also often non-analytical, they should be called "research on psychoanalysis". It seems clear that, as in any autonomous discipline, the denomination "research in psychoanalysis" should be reserved for the investigations that are carried out from the theory, the framing, the methodology and the proper categories of the discipline; that is, for clinical or theoretical investigations typically psychoanalytic. I intend here to claim the thickness, the specificity and the epistemological consistency of this investigation.

Keywords: epistemology of psychoanalysis; clinical psychoanalytic research; empirical research.


 

 

Psicoanálisis: teoría, técnica e investigación

En la medida en que el objetivo central de este trabajo es básicamente de índole epistemológico, en el mismo nos referiremos exclusivamente al Psicoanálisis freudiano original, aunque la mayoría de sus consideraciones valen también para formas posteriores del mismo.

Todos sabemos que el Psicoanálisis es a la vez: una teoría sobre la actividad psíquica, especialmente en lo que hace a su raíz inconsciente; un método clínico terapéutico de tratamiento de las alteraciones emocionales, concebido en consistencia con la teoría anterior y un método de investigación para profundizar y desarrollar los dos primeros aspectos (Freud, 1922). Como tal, tiene, al menos en principio, un aspecto general epistemológicamente bastante parecido a las disciplinas científicas.

Sobre todo, si consideramos que la teoría antedicha supone, a su vez, un conjunto estructurado de teorías sobre: la estructura y el desarrollo de la sexualidad y el psiquismo, sobre los factores que en las series complementarias influyen sobre dicho desarrollo, sobre los niveles de expresión de dicho psiquismo y sus manifestaciones simbólicas, sobre los mecanismos de defensa y la resistencia, etc.; todo ello sujeto a ciertas regularidades bastante especificadas.

Una característica del Psicoanálisis es que en él, el tratamiento de sujetos concretos se identifica en gran medida con la investigación. Esto evidencia el propósito que tuvo desde sus inicios de preservar la singularidad de su objeto. Otra característica que lo distingue es que en la relación analítica – tanto en lo terapéutico como en lo investigativo – confluyen elementos cognitivos y elementos emocionales. Sin embargo, ambas particularidades son explicadas y trabajadas epistemológicamente – en un nivel que podríamos llamar de "epistemología primaria" – por la teoría y dieron lugar a la creación de ciertos procedimientos técnicos para evidenciarlas y manejarlas conservando un cierto nivel de control externo en aras de conseguir ciertos niveles de "objetividad".

La técnica, forjada en consistencia con la teoría, se basa – en grandes rasgos – en la libre asociación, la atención flotante, la regla de abstinencia, ciertas pautas para la interpretación, un encuadre requerido para la aplicación de la técnica, los conceptos de transferencia y contratransferencia y las técnicas clínicas sobre comienzo, desarrollo y conclusión del análisis, basadas tanto en la teoría de la neurosis como en los conceptos de transferencia y contratransferencia (esta última tematizada explícitamente más adelante).

Un aspecto particularmente destacable del Psicoanálisis freudiano es la alta coherencia que guardan entre sí sus distintos componentes: tanto al interior de la teoría, como entre las distintas pautas metodológicas, o entre la teoría y los componentes del método o, aún, entre los componentes del método y los objetivos terapéuticos, e, incluso, entre la teoría, la técnica terapéutica y los requisitos de formación de los nuevos psicoanalistas. Veamos sólo algunas de esas consistencias.

El abandono de la hipnosis y de la inducción guiada y el descubrimiento de la asociación libre y de la atención flotante fue de algún modo el doble mojón fundacional del método psicoanalítico. Consecuentemente, a partir de ese momento, el análisis de la resistencia y el manejo de la transferencia van a ser los dos ejes del tratamiento analítico, que ya no se va a dirigir a los síntomas sino a la modificación de la propia realidad psíquica.

Por su parte, la regla de abstinencia y la neutralidad analítica preparan el terreno para la interpretación de la transferencia, que junto con la interpretación-construcción, van a constituir las acciones centrales del proceso analítico. A su vez, el requerimiento de la regla de atención flotante y de abstinencia motiva la insistencia en la necesidad de análisis del analista y la generación de una capacidad de autoanálisis como condición para ejercer el método.

Por cierto, esta profunda y generalizada consistencia e interdependencia entre sus componentes, determinará después que las modificaciones propuestas deban tener en cuenta la necesidad de cambios en otras partes de este todo orgánico.

El método de investigación, por su parte, que no es más que el método terapéutico con cierto asentamiento y metarreflexión teórica, consiste en la aplicación consecuente de la técnica que podrá contrastar las hipótesis sobre un caso si se cumplen los desarrollos y evoluciones que la teoría prevé. Es, a su vez, un método para testear la propia teoría porque de producirse una refutación de lo previsto, algo debe cambiarse: en principio las hipótesis particulares, pero si el desacuerdo persiste, puede llevar – como varias veces llevó en el propio trabajo de Freud – a cambiar elementos de la teoría e incluso de la técnica.

Entre estos tres elementos no ha habido un orden claro de justificación ni de cambio. Se ha cambiado la técnica por hallazgos clínicos, se ha cambiado la práctica clínica por hallazgos en la investigación o en la propia clínica. Más que la preeminencia de uno de los elementos parece que hay una interrelación, donde quizás lo preeminente es mantener algunas ideas muy básicas que están a la base de la concepción psicoanalítica de la actividad psíquica; quizás: la idea de inconsciente, la idea de simbolismo, la idea de la transferencia y la contratransferencia.

Todo lo anteriormente manejado, es muy parecido a lo que ocurre en las disciplinas científicas, en las técnicas derivadas y en sus modalidades investigativas. Y, no sólo es parecido, sino que parece cumplir con sus requisitos básicos de: construcción teórica coherente y estructurada, prácticas consistentes con la teoría, previsiones legaliformes a ser particularizadas en cada situación concreta, que aparentemente logran explicar de manera coherente muchos de los hechos que se pretendían explicar.

Sin embargo, básicamente dos aspectos han sido objeto de reparos epistemológicos respecto al estatuto cognitivo del Psicoanálisis, por el lado de la validación de las interpretaciones y los enunciados teóricos del psicoanálisis. A saber:

1 – ¿De qué modo se valida la corrección de las interpretaciones psicoanalíticas? Tanto en el sentido más estrecho de validar una interpretación particular realizada durante una sesión o en el sentido más amplio de validar todo un conjunto de interpretaciones o una forma general de entender un caso clínico.

Desde la fundación del Psicoanálisis Freud respondió a ambas cuestiones. Por ejemplo, en Construcciones en psicoanálisis, (1) Freud trata de tipificar qué tipo de reacciones o consecuencias debe generar en el paciente una interpretación particular para que podamos considerarla correcta. Trata de deslindar esas reacciones de las reacciones producidas por evitación del paciente o por mera sugestión. A su vez, la corrección general también tiene su criterio de validación, desde que según la teoría solo tal acierto puede generar un cambio psíquico profundo y duradero.

2 – El otro reparo es el de ¿cómo podemos constatar las reacciones del paciente cuando la única fuente de información de que disponemos es el testimonio del analista que está claramente involucrado en el proceso y en el vínculo terapéutico? Esto parece negar las exigencias mínimas del carácter público y pluri-observable de los datos científicos. Sin embargo, creo que podemos considerarlo como siendo lo que quisiéramos llamar un proceso "estructuralmente público", esto es: son privados los datos filiatorios particulares y la recepción primaria de los dichos del paciente, pero la estructura y contenidos significativos de los mismos (aún en sus metáforas y fantaseos), así como los del analista, pueden hacerse, a través de la exposición del caso, públicos a la comunidad de investigación y sujetos a chequeo de coherencia, relevancia y significatividad en acuerdo con la teoría y el proceso del análisis de ese paciente en particular. En este sentido, la clave es aquí que sólo las interpretaciones que generan ciertas reacciones y un proceso general integrado y posibilitado por aquellas interpretaciones, formuladas en ciertos momentos de un determinado encuadre y con cierta relación transferencial y contratransferencial, pueden generar un proceso de cambio y que esa configuración es tan específica que no podría ser forjada sino por quien la vivió y de alguna manera la condujo técnicamente.

 

Psicoanálisis e investigación externa

Sin embargo, casi desde la década de 1920 se ha desarrollado toda una serie de estudios empíricos sobre diversos aspectos de la teoría y los tratamientos psicoanalíticos, sobre todo a partir del compendio colectivo de Eysenck y Wilson (1952). Se trata de estudios extraclínicos que buscan contrastar ciertas hipótesis psicoanalíticas, comparando lo observado con ciertas hipótesis o con ciertos resultados clínicos. Más recientemente se han hecho estudios empíricos sobre características de desarrollo del proceso analítico, que buscan tipificar modalidades clínicas y correlacionar determinadas modalidades (p.e. formas de interpretar o de manejar la transferencia) con los resultados terapéuticos intermedios o finales. Uno de los más conocidos es el de Lester Luborsky sobre los patrones transferenciales. Pero también el de H. Kaechele en la Universidad de Ulm, el de la Clínica Menninger y el de Howard y Orlinky en la Northwestern University de Chicago.

Los estudios de resultados han evolucionado en su evaluación desde una posición inicial muy escéptica (Eysenck y Wilson) sobre los resultados comparativos de los tratamientos analíticos, hasta una posición más reciente mucho más favorable sobre los mismos.

A su vez, en el campo de la clínica típicamente psicoanalítica, dos modalidades han venido perfilándose en las últimas décadas: una que insiste en la teoría y en la necesidad de entrenar a los profesionales en ciertos criterios de acierto metodológico y otra que hace hincapié en el polo subjetivo e intuitivo de la práctica clínica psicoanalítica y cree que los éxitos dependen mucho más de la comunicación de inconsciente a inconsciente que de los supuestos aciertos técnicos.

En base a este panorama muy sucintamente presentado, algunos de los problemas que se plantean en torno a estas modalidades investigativas parecen ser:

– ¿Constituyen ambas modalidades diversos tipos de "investigación en psicoanálisis"? o ¿es la primera más bien un procedimiento de control o validación externo que, más que contribuir al desarrollo de la teoría y la técnica psicoanalítica, contribuye a su validación social y económica? o ¿en el mejor de los casos, a su validación epistemológica pero no a generar nuevos descubrimientos relevantes para la disciplina?

– ¿Podría quizás la investigación empírica contribuir al menos a descartar ciertas hipótesis o teorías clínicas que fueran claramente incorrectas?

– ¿La exclusividad de alguna de las modalidades investigativas podría entrañar algún riesgo de desviación para el desarrollo del psicoanálisis como teoría y como práctica sobre la conducta y el psiquismo humano: sea de recaída en categorías preanalíticas en el caso de la investigación empírica, sea de intuicionismo subjetivista en el caso de la investigación clínica?

– ¿Podría, en cambio, una dualidad de modalidades investigativas mantener a la comunidad psicoanalítica protegida de dichas desviaciones?

– ¿Son conciliables estas dos modalidades de investigación?

– ¿Es posible evaluar una teoría usando categorías no propias de esa teoría a condición de que dichas categorías no sean directamente contradictorias con ella? O ¿Quizás sólo lo sea a condición de que tales investigaciones empíricas usen categorías psicoanalíticas?

– ¿Tiene sentido el uso de categorías psicoanalíticas fuera de contextos clínicos?

– ¿Hay una modalidad investigativa que sea más importante que la otra en la formación de los futuros psicoanalistas?

– ¿Cómo se podría instrumentar la supuesta conciliación de modalidades?

Mi parecer inicial es que, dado que ambas modalidades implican una muy distinta actitud del profesional y muy distintas categorías conceptuales, en principio no parecen conciliables en la formación de un mismo profesional. Quizás fueran conciliables a nivel de la comunidad psicoanalítica como un todo, donde, luego de una formación básica común, algunos profesionales se especializaran en una modalidad de trabajo y otros en otra; pero parece claro que la modalidad básica de investigación analítica no puede ser otra que la que se realiza en el contexto analítico. Freud, hacia el final de su carrera fue bastante enfático al respecto:

[…] el psicoanálisis nació como terapia; ha llegado a ser mucho más que eso, pero nunca abandonó su patria de origen y en cuanto a su profundización y ulterior desarrollo sigue dependiendo del trato con enfermos. No puede obtenerse de otro modo las impresiones acumuladas a partir de las cuales desarrollamos nuestras teorías. (Freud, 1932)

En segundo lugar, parece importante advertir que no es adecuado pensar que la Investigación Empírica monopoliza un rigor científico de la cual la Investigación Clínica Psicoanalítica carecería totalmente. Por un lado, porque hoy en Epistemología se concibe la investigación científica a partir de criterios bastante más complejos que los de la llamada "concepción heredada" rígidamente matrizada por un empirismo inductivista y por el modelo de la física clásica. Por otro lado, repárese en que la propia creación y toda la evolución de la teoría psicoanalítica ha sido el producto – no de hallazgos empíricos externos – sino básicamente de su propio desarrollo como resultado de la interacción mutuamente controlada entre una teoría de la estructuración psíquica, una técnica para la práctica clínica con sus criterios de validación y los propios hechos clínicos. Ha sido ella, la investigación básicamente clínica – con el agregado de la interacción evaluativa y polémica en la comunidad psicoanalítica - la que produjo la teoría y el método inicial y también sus agregados y drásticas reformas posteriores, consiguiendo logros explicativos sobre la conducta humana que superan en mucho al de todo estudio empírico.

Muchas veces, la propuesta de investigar en psicoanálisis mediante observación empírica extraclínica se ha fundamentado en el estudio de Adolf Grünbaum de 1984 The Foundation of Psychoanalysis. Allí Grünbaum sostiene que toda la pretensión de validez del psicoanálisis se apoya en el llamado "argumento de la coincidencia" (tally argument), esto es, la posición desarrollada por Freud en Lecciones introductorias sobre psicoanálisis (1917), según la cual los éxitos terapéuticos psicoanalíticos en conjunto garantizan la verdad de la teoría freudiana y la corrección de la técnica terapéutica. Dado que, a su vez, Grünbaum toma como consolidado que la terapia analítica no poseería una eficacia terapéutica claramente superior a los demás abordajes, entonces, según él, el psicoanálisis quedaría sin su único apoyo epistemológico originario y debería recurrir a estudios extraclínicos.

Tampoco este argumento parece convincente porque los estudios experimentales, ya desde la época de Foundation pero sobretodo los posteriores, que no usan categorización muy divergente de la analítica, no arrojan el mencionado resultado negativo sobre la eficacia de la terapia analítica, sino que son mucho más favorables. Claro que: si se recurre a estudios con categorías muy divergentes, los resultados pueden ser adversos, pero entonces la refutación es circular porque las categorías con que se va a la evaluación son demasiado divergentes y por tanto el resultado no podía ser sino desfavorable.

La teoría psicoanalítica, sin nunca pensar que pueda estar exenta de críticas y cambios, provee: ciertas regularidades en la estructuración psíquica y su sobredeterminación causal, una metodología y unas técnicas de trabajo, una situación controlada de validación (encuadre) y un fundamento teórico y práctico para la formación de sus profesionales. Todos ellos, elementos sujetos a evaluación crítica y reforma. (Sin descartar por cierto las consabidas resistencias corporativas al cambio, del que quizás ningún grupo esté exento ¡!).

Por otro lado, desde el punto de vista epistemológico, ambas investigaciones se mueven en distinto nivel. 1 – La Investigación Clínica Psicoanalítica, respaldada por la Teoría Psicoanalítica tiene un poder explicativo del que la Investigación Empírica, que meramente mide correlaciones fácticas (teóricamente aisladas), no dispone, evaluando en todo caso relaciones teorizadas desde otras matrices teóricas. 2 – La característica de racionalidad puede ser observada por ambos tipos de investigación, con la diferencia de que en la Investigación Clínica Psicoanalítica la racionalidad puede llegar hasta el nivel de la auto crítica en tanto la propia teoría postula (y descubre) mecanismos sistemáticos de distorsión, mientras que en la Investigación Empírica, en la medida en que no está respaldada por una teoría específica de ese tipo, la criticidad queda reducida a las pautas básicas del rigor intuitivo en la observación o experimentación empíricas. 3 – Quedaría por ser evaluada la característica de contrastabilidad, en la cual: si pensamos en una contrastabilidad holística y dinámica – como las que hoy concibe la epistemología – la teoría psicoanalítica está provista, como ya vimos, de tales criterios, estructuralmente verificables aún a través de la privacidad de la práctica analítica.

Repárese en que uno de los resultados del desarrollo de las ciencias humanas y de su epistemología en el último medio siglo, es que muchas de las dicotomías metodológicas que regían durante la etapa positivista han sido hoy radicalmente devaluadas por el propio desarrollo de dichas disciplinas, lo cual abre todo un nuevo panorama para la evaluación epistemológica del Psicoanálisis. A saber: la dicotomía entre estudios de caso único y estudios estadísticos, la dicotomía entre causas y razones, la dicotomía entre cualitativo y cuantitativo, la dicotomía entre estudios de campo y estudios de laboratorio, la dicotomía entre experimentación y observación, la dicotomía entre explicación y comprensión e incluso la dicotomía entre el contexto público y el privado, en tanto hay indicadores, al menos estructurales, que nos permiten contrastar incluso los hechos originariamente privados. Y, un dato en el que creo se ha reparado poco, es que el Psicoanálisis y muy especialmente la obra de Freud – incluso más allá de su autocomprensión naturalista - contribuyeron decisiva y pioneramente a esta nueva imagen epistemológica.

Queremos finalmente llamar la atención para cierto tipo de investigaciones empíricas que, sin embargo, se han cuidado muy especialmente de no desnaturalizar las categorías analíticas y paralelamente darle rigor a estudios clínico-cualitativos, como creo son los de Edelson (1984) y los de Mahrer (1988).

 

Referencias

Bernardi, R. (1996). "Investigación clínica e investigación empírica sistemática en psicoanálisis", Revista Uruguaya de Psicoanálisis, 84-85.         [ Links ]

Edelson, M. (1984). Hypothesis and Evidence in Psychoanalysis. Chicago & Londres, The University of Chicago Press.         [ Links ]

Eysenck, H. & Wilson, G. (1980). Estudio experimental de las teorías freudianas. Madrid, Alianza.         [ Links ]

Freud, S. (1976). Psicoanálisis y teoría de la libido. In Obras completas, 3. Madrid, Biblioteca Nueva. (Trabajo original publicado en 1922.         [ Links ])

Freud, S. (1932). Nuevas conferencias de Introducción al Psicoanálisis. Buenos Aires, Amorrortu, XXII.         [ Links ]

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Mahrer, A. R. (1988). "Discovery-oriented Psychotherapy Research". American Psychologist, 43, 694-702.         [ Links ]

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Wallerstein, R. (2010). "Qué tipo de investigación para la ciencia psicoanalítica?". In Libro Anual de Psicoanálisis, XXV, 187-206.         [ Links ]

 

 

Dirección para correspondencia
Ricardo Navia
E-mail: naviamar@adinet.com.uy

 

 

* Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República, Uruguay. Sistema Nacional de Investigadores, Anii, Uruguay.
1 En "Construcciones" Freud establece los criterios básicos de verificación de la corrección de una construcción comunicada: 1) la subsiguiente emergencia de recuerdos, 2) la reacción tipo "yo nunca pensé eso" y 3) el agravamiento de los síntomas en los pacientes con sentimiento de culpa.

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