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Revista Psicologia Política

versão impressa ISSN 1519-549Xversão On-line ISSN 2175-1390

Rev. psicol. polít. vol.18 no.41 São Paulo ajn./abr. 2018

 

ARTIGOS

 

La articulación de las ciencias sociales en la obra de la Salas Edwards: "Balmaceda y el Parlamentarismo en Chile, un Estudio de Psicología Política Chilena"

 

The articulation of social sciences in thework of the Salas Edwards: "Balmaceda y el Parlamentarismo en Chile, un Estudio de Psicología Política Chilena"

 

A articulação das ciencias sociais na obra de Salas Edwards: "Balmaceda y el Parlamentarismo en Chile, un Estudio de Psicología Política Chilena"

 

L'articulation des sciences sociales dans les travaux de Salas Edwards: "Balmaceda y el Parlamentarismo en Chile, un Estudio de Psicología Política Chilena"

 

 

Iván Godoy

Licenciado em Administração de Empresas - Universidade de Tarapacá, Arica - Chile. Mestrado em Ciências Sociais Aplicadas pela Universidade de Tarapacá. Pesquisador da Universidade de Tarapacá. igodoyflores@gmail.com

 

 


RESUMEN

La obra Balmaceda y el Parlamentarismo en Chile, un Estudio de Psicología Política Chilena de Ricardo Salas Edwards de 1914, es considerado como un texto fundacional de la psicología política en Chile. Una de las premisas de este planteamiento hace referencia a la interdisciplinariedad de las ciencias sociales como carácter epistemológico de la psicología política. En este sentido, se plantea que Salas desarrolló una articulación entre las disciplinas de las ciencias sociales de inicios del siglo XX, para narrar sobre uno de los episodios más importantes de la historia de Chile: el Conflicto Político - Militar de 1891. Este artículo aborda una de las perspectivas del origen de la psicología política chilena: la interdisciplinariedad de las ciencias sociales.

Palabras claves: Balmaceda, ciencias sociales, Salas Edwards, Chile, psicología política


ABSTRACT

The work Balmaceda y el Parlamentarismo en Chile, un Estudio de Psicología Política Chilena by Ricardo Salas Edwards of 1914, is considered as a founding text of political psychology in Chile. One of the premises of this approach refers to the interdisciplinarity of the social sciences as an epistemological character of political psychology. In this sense, it is stated that Salas developed an articulation between the disciplines of the social sciences of the early twentieth century, to narrate about one of the most important episodes in the history of Chile: the Political - Military Conflict of 1891. This article addresses one of the perspectives of the origin of Chilean political psychology: the inter-disciplinarity of the social sciences.

Key words: Balmaceda, social sciences, Salas Edwards, Chile, political psychology


RESUMO

O trabalho Balmaceda y el Parlamentarismo en Chile, un Estudio de Psicología Política Chilena, de Ricardo Salas Edwards, de 1914, é considerado um texto fundador da psicologia política no Chile. Uma das premissas dessa abordagem refere-se à interdisciplinaridade das ciências sociais como um caráter epistemológico da psicologia política. Nesse sentido, afirma-se que Salas desenvolveu uma articulação entre as disciplinas das ciências sociais do início do século XX, para narrar um dos mais importantes episódios da história do Chile: o Conflito Político-Militar de 1891. Este artigo trata de uma das perspectivas da origem da psicologia política chilena: a interdisciplinaridade das ciências sociais.

Palavras-chave: Balmaceda, ciências sociais, Salas Edwards, Chile, psicologia política


RÉSUMÉ

L'ouvrage Balmaceda y el Parlamentarismo en Chile, un Estudio de Psicología Política Chilena de Ricardo Salas Edwards de 1914, est considéré comme un texte fondateur de la psychologie politique au Chili. L'une des prémisses de cette aproche faitréférence à l'interdisciplinarité des sciences sociales en tant que caractère épistémologique de la psychologie politique. En ce sens, ilest indiqué que Salas a développé une articulation entre les disciplines des sciences sociales du début du XX esiècle, afin de raconterl'un des épisodes les plus importants de l'histoire du Chili: le conflit politico-militaire de 1891. Une des perspectives de l'origine de la psychologie politique chilienne: l'interdisciplinarité des sciences sociales.

Mots-clés: Balmaceda, sciences sociales, Salas Edwards, Chili, psychologie politique


 

 

Introducción

La obra del político chileno Ricardo Salas Edwards: Balmaceda y el Parlamentarismo en Chile, un estudio de psicología política chilena, editada en dos tomos (1914 y 1925), es un relato histórico testimonial de gran relevancia sobre el Conflicto Político-Militar de 1891 ocurrido en Chile, donde se registra la primera mención sobre un estudio de "psicología política chilena". Salvo por menciones de carácter histórico, poco se sabía sobre esta obra y menos aún sobre su valor y contribución a la psicología política. Pese a que algunos autores sitúan el origen de la psicología política chilena como una respuesta vinculada a la intervención clínica compensatoria de las consecuencias de la represión de la dictadura militar del 73 (Guzmán, 1997) y con sus estudios sobre la memoria y los efectos sociales de la violencia, lo que constituiría "la primera línea de investigación, que podría ser considerada la tradición fundacional de la psicología política en Chile" (Sandoval, 2015, p. 111).

Sin embargo, en la obra de Salas en cuestión, el simple hecho de subtitularla: "un estudio de psicología política" podría no ser suficiente para considerarla como tal. No obstante Godoy & Romero (2018) sostienen que se trata de una obra precursora de la psicología política chilena, al constatar que ésta cumplía con al menos dos premisas hipotéticas que caracterizaron las obras de psicología política desde Le Bon (1910): las materias tratadas en la psicología política como los conflictos, el autoritarismo, la violencia política, la psicología de los políticos, entre otras; y la interdisciplinariedad (Soares da Silva, 2016), la multidisciplinariedad (Montero, 2009) e incluso la pluridisciplinariedad (Dorna, 2016) en un campo de estudios de las ciencias sociales para explicar los comportamientos políticos y sociales, como ilustración aproximada de la disciplina. De esta forma, proponen Godoy & Romero (2018), "Salas, siguiendo a Le Bon (1910), construyó una obra con distintos materiales como analogía a las distintas ciencias sociales, identificadas en esta investigación, como una forma de comprender, de manera interdisciplinaria, el Conflicto Político-Militar de 1891" (2018, p. 457). Así, se observó que Salas, pese a las simplificaciones teóricas empleadas en este texto en particular, dispuso de estas disciplinas para comprender los fenómenos sociales y políticos que se suscitaron antes y durante el Conflicto Político-Militar de 1891

La obra Balmaceda y el Parlamentarismo en Chile, de Salas Edwards fue un esfuerzo por narrar un episodio psicohistórico crucial de la política en el Chile del siglo XIX, donde a raíz de un conflicto de intereses políticos y económicos, la oligarquía plutocrática se escindió en dos bandos: el Poder Ejecutivo liderado por el presidente José Manuel Balmaceda que contó con el apoyo del Ejercito y el Parlamento con el apoyo de la Armada. Por casi nueve meses se suscitó un conflicto armado que concluyó con el suicidio del presidente Balmaceda en la legación argentina en Santiago donde se refugiaba. Según estimativas del Archivo Nacional de Chile (2018), en este confrontación fratricida, habrían muerto entre 15.000 y 20.000 chilenos, mucho más de lo que habría dejado, como saldo de muertos, la Guerra del Pacífico años atrás.

En la obra, una de las primeras referencias de Salas a la psicología política, es cuando, citando a Bañados (1894), ministro de Balmaceda, menciona al progreso social como una clara alusión al positivismo y al evolucionismo:

No había preocupado a Balmaceda el estudio de la psicolojía (sic) política contemporánea y en su concepto de progreso social no había lugar como hemos visto para la acción de las causas inmanentes y anónimas que producen las evoluciones de los pueblos (Salas, 1914, p. 280).

Sin embargo, en esta investigación, cabe interpelar sobre la articulación interdisciplinaria de las ciencias sociales en la obra Balmaceda y el Parlamentarismo en Chile para considerarla como un "estudio de psicología política chilena". Es decir, la revisión narrativa deberá poner en evidencia la presencia de las disciplinas de las ciencias sociales identificadas en este texto específico de Salas. Para tal fin se deberá conceptualizar cada disciplina y en seguida comparar su talante con las referencias encontradas en esta narrativa.

 

Metodología

Para caracterizar específicamente la obra Balmaceda y el Parlamentarismo en Chile de Ricardo Salas Edwards, como un estudio de psicología política, tal como el campo de estudios interdisciplinarios que conocemos en la actualidad, fue preciso determinar, el carácter articulador de las ciencias sociales referenciadas en la obra. Para ello se emplearon métodos propios de la investigación cualitativa de carácter exploratorio.

En primer lugar, se empleó el análisis de contenido (Ruiz Olabuénaga, 2012; Rapley, 2014), sobre esta narrativa, discriminando y codificando manualmente las disciplinas de las ciencias sociales como categorías de interés para esta investigación, con la finalidad de obtener, de esa forma, una visión conceptual. Posteriormente se describieron las relaciones entre las categorías con las materias tratadas en cada disciplina (Rodriguez, Gil, & García, 1996).

En segundo lugar se realizó una triangulación de autores (Ruiz Olabuénaga, 2012) que reforzó el planteamiento hipotético para cada disciplina abordada. Es decir, se buscaron autores de distintas épocas que pudieran plantear similitudes o discrepancias sobre lo abordado por Salas; observando, cuando fue considerado necesario, su vinculación con otras ciencias sociales y sus materias de estudio.

Por lo tanto, metodológicamente, el resultados e organiza de la siguiente manera: descripción somera de cada disciplina de las ciencias sociales abordadas por Salas, evidencias en forma de citas del contexto narrativo, variables reconocidas en cada disciplina, una descripción de la relación con demás disciplinas, los autores que refuerzan o refutan lo planteado por Salas y una breve conclusión por disciplina.

 

Resultados

Elementos de la filosofía política

La historia de la política y de quienes la practican, dice Pasquino (2011), se entrelazan irremediablemente y fecundamente con las de otras disciplinas, como la filosofía política, la historia de las doctrinas y del pensamiento político entre otras. Otro autor, Sartori (2000), plantea que la filosofía política y más precisamente las filosofías de la política "han sido la principal fuente de inspiración de la teoría política hasta hace alrededor de un siglo" (2000, p. 15).

Por su parte, Mella (2012) describre que durante la Antigüedad, el concepto de política esgrimía dos significados básicos a los cuales Aristóteles definió como la dimensión "arquitectónica" y la dimensión "agonal". La dimensión arquitectónica de la política entendió el conjunto de interacciones cooperativas interesadas en construir instituciones, en cambio, por dimensión agonal comprendió el conjunto de relaciones tendientes a manifestar los confictos subyacentes a toda organización social.

De esta forma, la psicohistoria política narrada por Salas en Balmaceda y el Parlamentarismo en Chile es un relato nutrido de elementos políticos que el autor consideró necesarios para comprender los episodios que antecedieron el Conflicto Político - Militar de 1891. Los elementos políticos arquitectónicos identificados en esta obra fueron:gobierno, partidos políticos, poderes políticos, administración del Estado, coaliciones políticas y gestión pública, entre otros. A su vez los elementos políticos agonales contenidos en la obra fueron: violencia política, fraude electoral, diatribas políticas, intervención electoral, corrupción política y hostilidades políticas entre otros.

Salas también aludió a Aristóteles, recordando un discurso de Balmaceda en La solución política en la libertad electoral (1875).

Los olvidos de los beneficios recibidos, amonestando al Presidente Errázuriz a poner los ojos solamente en el bien patrio, "son terribles para el corazón del hombre público más inclinado a mandar que obedecer; porque el corazón, cuando se cree desdeñado, se irrita, en opinión de Aristóteles, más violentamente contra los amigos que contra los adversarios (Salas, 1914, p. 173).

En los episodios narrados por Salas (1914) son frecuentes las referencias de lo que hoy conocemos como filosofía política. Nótese, en este pasaje, la referencia a Platón en un discurso del principal ministro de Balmaceda.

A Platón - dice - Bañados - le fue hacedero "trazar entre las cuatro paredes de su gabinete las líneas de una república impracticable y absurda", y es precisamente de ese filósofo y soñador de quien Balmaceda hace elogios que ningún otro pensador antiguo ni moderno le merecieron. "Platón, exclama en uno de sus escritos, el divino Platón, el más grande entre todos los filósofos" (Bañados Espinoza (1894) citado por Salas, 1914, p. 89).

Para comprender la filosofía política, conforme lo dilatadamente manifestado por Salas, sobre el liberalismo y el positivismo, el historiador Heise (1974) dice: "El racionalismo pasó a ser el gran fundamento sobre el cual descansaba toda la vida burguesa. (...). La filosofía rompe también las ataduras que la unían a la iglesia y se transforma en una interrogación directa a los fenómenos del mundo. Con el racionalismo, el positivismo y el evolucionismo, el hombre logra una experiencia de sí mismo completamente nueva" (Heise, 1974, p. 146). Y agrega: "En la segunda mitad del siglo XIX la clase alta chilena lee a Comte, a Darwin, y a Spencer. Este último, conocido por sus admiradores como el Aristóteles moderno, representó en grado eminente la postura positivista, el espíritu científico y la filosofía evolucionista que caracterizaron a los últimos decenios del siglos pasados (s. XIX)" (1974, p. 147).

Siguiendo el raciocinio de Heise (1974), al igual que la clase alta chilena, se evidencia en la obra de Salas, la influencia de Spencer, reforzada por la lectura de Darwin, Latourneau, Nordau, Taine, Boutmy, Wilson y Le Bon. Pero la influencia de Spenser no se limitó al ámbito puramente espiritual del pensamiento filosófico. También se hace presente en el campo político-social. "El liberalismo y el individualismo spencerianos fascinaron a los intelectuales chilenos que vivieron la crisis política de 1891" (1974, p. 147).

En este pasaje por ejemplo, también se evidencia la preocupación del el autor por la rigurosidad científica de las ciencias sociales cuando expone:

Dentro de la falsa situación en que el gobierno se hallaba colocado, la fuerza lógica de las cosas había obligado a Balmaceda y a los que propagaban ese novísimo horror al gobierno del Parlamento, predicado con espíritu dialéctico por Bañados, a ir avanzando a pasos agigantados en sus teorías que al principio pudieron tener un dejo científico y después llegaron a extremos verdaderamente indefendibles dentro de la ciencia y de la experiencia política, del todo opuesto al progreso democrático de los pueblos (Salas 1914, p. 295).

La filosofía política, dice Bobbio (1989): "Están comprendidos tres tipos de investigación: a) sobre la mejor forma de gobierno o sobre la óptima república; b) sobre el fundamento del Estado, o del poder político; c) sobre la esencia de la categoría de lo político o de la politicidad (...)" (1989, p. 71). En los episodios, analizados por Salas, el autor pareció atenerse al fundamento del Estado y del poder político entre dos poderes del Estado: el Ejecutivo y el Congreso, los antagonistas de su relato.

Respecto a la ciencia política, Easton (1965) afirma que cualquier sistema político cuenta con tres componentes: La comunidad política, el régimen y las autoridades. Entretanto, Pasquino (2011), citando a Easton, la define como el estudio de las modalidades complejas y mutables con las cuales los diversos sistemas políticos proceden a la asignación imperativa de valores. Cuando se observa detenidamente la obra Balmaceda y el Parlamentarismo en Chile, se pueden identificar fácilmente estos aspectos. De la misma forma, la comunidad política, el régimen y las autoridades son innegablemente, fuentes de la narrativa. Así, por ejemplo, citando al ministro Bañados, Salas (1914) expresa sus juicios sobre el sistema constitucional en Chile, en contraposición de un modelo de dos sistemas (parlamentario y representativo): "Según aquel joven tratadista chileno, nuestro sistema constitucional no encuadraba en ninguna de las dos que él consideraba sometida la organización política de todos los países: era un sistema mixto y pernicioso". (1914, p. 161).

En la ya mencionada interdisciplinaridad de las ciencias sociales, la ciencia política, dice Pasquino (2011), se nutre ampliamente por aportaciones de la filosofía política, pero también de doctrinas antropológicas y sociológicas, en particular por lo que concierne a estructura y función. Al respecto, Montero (1999) propone una perspectiva estructural - funcional para el estudio de la psicología política, que supone la organización en los individuos de un patrón o de un sistema de relaciones entre pensamiento, lenguaje y acción que cumple la función de integrar racionalmente conocimientos, intenciones, disposiciones a la acción y comportamientos políticos, cuyas hipótesis suelen proponer nexos entre procesos psicopolíticos o comportamientos políticos y formas de organización económicas o sociales.

Como antecedente de lo anterior, uno de los subsectores importantes que se ha desarrollado recientemente en la ciencia política, describe Blondel (1996), es el comportamiento político, derivado de la erupción de la política de masa en la sociedad moderna, en particular en el occidente. La sociología y la psicología han dado una substancial ayuda al desarrollo del análisis del comportamiento político. Así también, el estudio del comportamiento político se ha ampliado para el análisis de las elites, en particular de los miembros de partidos, legisladores y funcionarios públicos. El objetivo es descubrir las motivaciones de los que pertenecen a esos grupos y ver cómo tales motivaciones se traducen en comportamiento. Todas estas materias, ligadas al comportamiento de los políticos, son abordadas en una forma de psicologización de los políticos por el estudio de psicología política de Salas, como referencia a un temprano conductismo político.

En esta dirección, el conductismo de Easton, nacido y desarrollado en la psicología, con el acento puesto sobre la necesidad de observar y analizar las conductas concretas de los actores políticos (individuos, grupos, movimientos, organizaciones) (Pasquino, 2011), se ve reflejado tempranamente en la narrativa del conflicto escrita por Salas, como materias tratadas por la actual ciencia política.

En la filosofía política del conservador Salas, subyace el antagonismo con la política de gobierno del liberal Balmaceda. La filosofía política del autor fue una herramienta argumentativa usada para sostener sus juicios y los orígenes filosóficos del conflicto político inicial entre el Parlamento y el Ejecutivo. Pero por sobre todo, se trató de un esfuerzo por dar testimonio de su propia posición política respecto al conflicto, cuando a diferencia de los primeros textos inmediatamente finalizado el conflicto, la opinión pública y política se inclinaba ya por la causa de Balmaceda en la época en que Salas escribió este texto.

Elementos de la antropología política

Pese a la obra Los Sistemas políticos africanos de Fortes & Evans-Pritchard de 1940 (citado por Swartz, Turner, & Tuden, 1994, p. 101), como punto de referencia, la antropología política solo tomó impulso a fines de los años cincuenta y principios de los sesenta. La antropología política, dicen (Swartz, Turner, & Tuden, 1994), se originó a partir de la preocupación sobre la taxonomía y la estructura y función de los sistemas políticos, hasta los estudios relativos a los procesos políticos. La antropología política ya no estudiaría exclusivamente - en términos estructural-funcionalistas - instituciones políticas de sociedades cíclicas y repetitivas sino su campo político y no tan solo la "sociedad" aislada. "Su unidad temporal ya no será el 'tiempo estructural', sino su tiempo histórico. La unidad combinada es un continuum espaciotemporal" (1994, p. 105).

Los antropólogos se ocupan de cuestiones políticas como las fuentes del conflicto social y de los dispositivos integradores para silenciarlo; la naturaleza y función del derecho y de los procesos legales, diría Easton (1959), en Political Anthropology, al observar que la antropología, junto con la sociología, contenían una fuente importante de espacios de estudio de la política desde una ciencia formal. Obsérvese, en la definición Easton (1959), los conceptos de conflicto (socio-político por cierto), la naturaleza y la función del derecho y de los procesos legales; materias ampliamente abordadas por Salas en Balmaceda y el Parlamentarismo en Chile donde cada una de las partes en conflictos estaba convencida de la legitimidad de sus convicciones.

La obra de Salas, ya se decía, es una narración de acontecimientos históricos que transita por las ciencias sociales incluida la antropología como hoy se conoce. Hace un tiempo atrás, la idea de acontecimiento y de historia, agrega Brandão (1996), parecía poco importante para la antropología, pero hoy, para comprender a los pueblos y a los grupos sociales, los antropólogos aprenden con los historiadores a incorporar estas categorías a sus estudios. La antropología dice Laplantine (1987), es el estudio de lo social en condiciones históricas y culturales determinadas. Y que, para el investigador, estas condiciones nunca son neutras.

Respecto a la antropología política, es interesante observar como Salas se refiere a algunas materias (etnia, género, grupo etario, credo, costumbre y cultura, entre otras) que son hoy objeto de estudio de una disciplina que, por esa época, aún no se asomaba explícitamente en las ciencias sociales. Pero que, sin embargo, permite reflexionar el carácter interdisciplinario de la obra Balmaceda y el Parlamentarismo en Chile, como un estudio de psicología política.

Otras materias antropológicas, referenciadas por Salas (1925), fueron el género y el grupo etario de los jóvenes. El autor dedicó, en ambos tomos de este relato, referencias acerca del rol de la mujer y de la juventud en el contexto político del conflicto:

Una de las características de la situación de la capital era la actuación de las mujeres y de la juventud. La lucha había sacudido tan hondamente a la sociedad, que estas dos entidades que solo se mueven a impulsos generosos de su corazón iban tomando una participación cada vez más efectiva en la resistencia: las persecuciones y vejámenes personales, absolutamente desconocidas en la vida política anterior de Chile, habían excitado los sentimientos de la mujer chilena (...) (1925, p. 106).

Así también, como una de las tantas referencias antropológicas, Salas (1914) se refirió a las "reformas teológicas" llevadas a cabo por el entonces Ministro Balmaceda en el gobierno del presidente Santa María:

Planteada así la lucha, en forma que afectaba profundamente a la vez a las conciencias religiosas y a las libertades cívicas, tomó caracteres hasta entonces desconocidos en nuestra patria, y dio origen a la colosal campaña de resistencia con que la opinión católica sacudió al país de un extremo a otro del territorio. La ardiente participación que en ella cupo al clero, al pueblo y a la mujer chilena; los meeting, las protestas y manifestaciones públicas de todo orden, el ardor de los ataques de la prensa y el espíritu de persecución que dominaba, produjeron en la sociedad chile na profundas y dolorosas divisiones, que hicieron reaccionar en breve el espíritu sensato de nuestra raza e indujeron al abandono de aquellas luchas ingratas y apasionadas (1914, p. 53).

De la misma manera, Salas (1925) se refiere a la vocación religiosa de Balmaceda en su aspiración de tornar a Chile un Estado secular, al recordar que éste había sido un seminarista religioso, como una forma de desprestigiarlo. "Las reformas político religiosas arrojadas a los debates parlamentarios habían excitado el celo del partido conservador católico, que acababa de descender ruidosamente de la Moneda (...)" (1925, p. 38).

Desde el punto de vista de la antropología, que hoy se conoce, Salas (1914) también menciona a las costumbres como elemento político-cultural presente cuando se refiere a lo propuesto por Balmaceda en lo concerniente a la descentralización político administrativa y la autonomía de los municipios. "Verdad que la unidad de raza y de costumbre no parecía exigir la creación de estos diversos y grandes centros de autonomía que ninguna provincia reclamaba; pero ¿acaso comprenden siempre los pueblos, por sí mismo, sus verdaderas necesidades? (...)" (1914, p. 241).

Finalmente, en este pasaje, Salas (1914) hace una crítica a Balmaceda en términos de las ciencias sociales, confirmando el carácter interdisciplinario de su estudio de psicología política: "... el hecho es que jamás había comprendido con los ojos de sociólogo, ni de economista, la organización natural de las fuerzas sociales, verdaderos factores de la historia de la humanidad" (1914, p. 99).

Mucho tiempo después, Wright Mills (1975) recomendaría en La imaginación sociológica: "En la tentativa de análisis de cualquiera de las cuestiones significativas de nuestra época, [se requiere] una visión integradora que lleve en cuenta el momento histórico, (...) la visión de conjunto; que parta de la problemática, (...) con la apertura (...) a las demás ciencias sociales" Mills (1975, citado por Marcellino, 1996, p. 109).

De esta forma Salas se refirió, en gran medida, a los temas tratados hoy por la antropología política como: derecho consuetudinario, movimientos sociales y cambio constitucional, entre otros. Se cumple, por tanto, que la obra de Salas contiene elementos de la antropología política como hoy se conoce.

Elementos de la psicología social

La definición de psicología social es, según Rodríguez, Leal Assmar, & Jablonski (2015), el estudio de manifestaciones comportamentales de carácter situacional suscitadas por la intervención de una persona con otras personas, o por la mera expectativa de tal intención. Esta definición termina por comprobar que, el episodio psicohistórico narrado por Salas, responde también a una incipiente referencia a la psicología social como se conoce en la actualidad.

Labra (1992), entretanto, considera como definición basal de la psicología social, la "conducta social", y las "relaciones entre los grupos" el objeto de estudio. Y en su crítica a la psicología social, Labra (1992) argumenta que: "El carácter de clase de la psicología social puede afirmarse desde dos puntos de vista: El primero de ellos es que sus autores provienen de la pequeña burguesía intelectual. El segundo es que los conceptos por ellos acuñados tienen por objeto la defensa de los intereses del gran capital" (1992, p. 51). Esta crítica cobra mucho sentido cuando se analiza el texto de Salas como narrativa basada en la defensa de la oligarquía conservadora y plutocrática de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. En la obra de Salas se puede observar la preeminencia de este fundamento como expresión de una clase burguesa intelectual, predominante en la política chilena, cuyo objeto fuera el resguardo de los intereses capitalistas.

En la misma línea crítica, lo planteado por Labra (1992), también cobra sentido en la narrativa discursiva de Salas (1914) cuando el autor toma parte en la defensa de los intereses oligárquicos sobre la industria salitrera, de manera explícita, durante el conflicto político-militar de 1891:

No hacía muchos días que un diputado que con razón se suponía inspirado en la Moneda, había recordado públicamente a Zegers las contrariedades que le habría ocasionado la anulación por obra del Presidente de la República, del importante monopolio de los ferrocarriles salitreros de Tarapacá cuyos intereses judiciales y administrativos representaba (Salas, 1914, p. 318).

La psicología social, a pesar de no haber estado constituida como disciplina en la época de Salas, está presente en forma transversal a lo largo de la obra como "psicología de las masas" con conceptos tales como: "Conflictos", "temperamento político y social", "violencia social", "movimientos revolucionarios", "manifestaciones públicas", "opinión pública", "fuerzas sociales" y "perturbaciones sociales", entre otras expresiones.

Para Salas, se trataba de la psicología de los grupos políticos, objeto de gran alusión en su narrativa. El autor se refiere a los trastornos, que no solo se limitaban al ámbito individual, sino también en el ámbito social de los acontecimientos.

Obsérvese por ejemplo este pasaje, al inicio de esta narrativa de Salas (1914), que da cuenta de estas manifestaciones de la conducta en situaciones anómalas como las "épocas revolucionarias": "Hay hombres buenos y queridos en su hogar que actúan en la vida pública como políticos indignos de estima, sobre todo en épocas revolucionarias en que se trastornan, con frecuencia, hasta los más sólidos caracteres" (1914, p. 10).

El siguiente episodio histórico, relatado psicologizadamente por Salas, revela una interpretación psicosocial para cada grupo involucrado. Así se refirió sobre el general Orozimbo Barbosa en el dramático episodio de Lo Cañas, donde unos jóvenes montoneros vinculados al movimiento congresista pretendían destruir el puente ferroviario sobre el río Maipo:

No había sido aquello un combate, sino una sorpresa nocturna en que los jóvenes e inexpertos montoneros, desprovistos casi todos de cabalgaduras y armados deficientemente, habían sido ultimados por fuerzas considerablemente superiores, sin que les fuera dable a muchos huir, ni oponer otra resistencia que la de unos cuantos ineficaces disparos. Perseguidos por entre las quebradas y matorrales fueron cogidos treinta de ellos, por la soldadesca excitada por las órdenes de su jefe que era un militar de depravados instintos, uno de esos tipos pseudo-criminales que acuden a ofrecer servicios en épocas de trastorno social (Salas, 1925, p. 284).

Por un lado, la conducta del ejército, al mando del General Barbosa, recuerda las conclusiones de un estudio realizado por el psicólogo social Philip Zimbardo sobre el comportamiento de individuos en una posición de autoridad con poder absoluto, probando que se pueden inducir conductas perversas en personas buenas por inmersión en "situaciones totales" con una ideología legitimadora y normas y funciones aprobadas. Al respecto, Dorling Kindersley Ltd. (2012, citado por Zimbardo, 2012) afirma que las repercusiones son inmensas: "El acto más horrible que haya cometido jamás un ser humano (...), podría cometerlo cualquiera de nosotros bajo las presiones contextuales idóneas" (2012, p. 255).

Mientras que, el grupo de jóvenes montoneros mencionados en el relato, al ocultarse tras una conducta social (de multitud), eran propensos a exhibir dicha conducta temeraria. Concordando con esta conducta, Rodrigues y cols. (2015) plantea que: "En situaciones de anonimato es posible que los agresores piensen que no serían vistos o responsabilizados por sus acciones violentas". La desindividualización, sugiere Rodrigues y cols. (2015), "es siempre mayor en situaciones en las cuales se puede actuar en relativo anonimato porque los individuos no pueden ser identificados o singularizados" (2015, p. 341).

Otro aspecto abordado por la psicología social actual y referenciada en el análisis de Salas, es lo relacionado al conflicto. El conflicto, por ubicarse en el ámbito de las relaciones intergrupales, es un interesante objeto de estudio de la psicología social actual. Lo anterior se refleja en su obra, en los siguientes pasajes, meses antes del inicio del conflicto:

Se diría que en aquellos días en que no se veía otra solución legal para aquel doloroso conflicto que un peligroso enjuiciamiento del Ministerio que podía agitar aún más la sociedad, los dos grandes poderes en lucha hubieran querido asegurarse la espontánea simpatía o la forzada adhesión de esas fuerzas sociales que se llaman el pueblo, el clero, el ejército y la banca (Salas, 1914, p. 291).

Nótese la lucidez del autor al distinguir al pueblo, el clero, el ejército y la banca como grupos sociales a los que denominó fuerzas sociales en el texto, tal como se distingue en la psicología social de hoy, pero que tienen origen en las distinciones de la sociología.

La psicología social que esgrime el autor, dado los antagonismos marcados entre los grupos políticos, sustrae su carácter social y político para ser abordado como un conflicto de tipo psicológico individual enfocado en el Presidente Balmaceda. Nótese que, aun cuando el título de la obra incluye el parlamentarismo, son en extremo escasos los retratos psicológicos de los parlamentarios, como coprotagonistas de esta historia de luchas políticas que decanta finalmente, en una lucha armada.

Actualmente, dice Lima (1996, p. 79), la psicología social reúne condiciones para estudiar el individuo y sus manifestaciones específicas, grupales y sociales en un contexto histórico, concibiendo el hombre como sujeto, transformador no solo de su propia vida, pero también de la sociedad donde vive.

Tanto la sociología como la psicología social, señala Labra (1992, p. 41), han sido fundadas sobre la base de tendencias filosóficas del positivismo y el pragmatismo. Ambas utilizan el método experimental tomado de las ciencias naturales. En ambas, los conceptos de "grupos", "conducta social", o "relaciones entre los grupos" aparecen como objeto de estudio. Agrega señalando que la Psicología Social es, en realidad, una sociología subjetiva, pues mientras la sociología tiene como fundamentos materiales a la estructura social, la Psicología social sitúa su fundamento en las relaciones subjetivas.

Elementos de la economía política

En el siglo XIX, dice Ansaldi (2012), los sectores dominantes en América Latina - propietarios, intelectuales y militares - optaron por el liberalismo, pero solo en el campo económico, pues, como se ha visto, en los campos como el político, ideológico y cultural se lo desplazó de su lugar hegemónico para dar lugar a un extraña combinación de liberalismo y positivismo.

A lo largo de su carrera política, Ricardo Salas Edwards había sido Ministro de Hacienda en dos oportunidades, lo que le permitió, en diversos pasajes de su obra, describir las condiciones de la economía política liberal y positivista de su época: "La pauta de los viejos economistas fijaban al gobernante con el 'dejad hacer, dejad pasar', era algo que no se acordaba ni con su temperamento, al que repugnaba la indolencia, ni con su elevado concepto de la misión gubernativa" (Salas, 1914, p. 98).

Con la expresión "viejos economistas", Salas se refiere a un grupo de economistas conocidos como la escuela fisiocrática, es decir, un tratado de economía mediante la "acción de la naturaleza". El principio de no intervencionismo del Estado quedó formulado como: Laissez faire, laissez passer, le monde va de luimême (dejar hacer, dejar pasar, el mundo se mueve a sí mismo). Este principio representó, en gran medida, el liberalismo y el positivismo del siglo XVIII y XIX, época donde se acuñó la frase laissez faire, laissez passer por el fisiatra francés Vincent Gournay (1712-1759), creador de la economía económica, durante el reinado de Luis XV.

A los fisiócratas, dice Fergunson (2001) se les atribuye haber sistematizado los fenómenos económicos. Bajo la influencia de las enseñanzas de los filósofos, los fisiócratas, intentaron en el momento oportuno, reducir a principios todos los fenómenos sociales y económicos, y dieron forma a un cuerpo doctrinal tan orgánico y sistemático que, según muchos especialistas, es preciso reconocerles el honor de haber fundado la economía como ciencia (social). Entre los liberales del siglo XIX, destaca el eclético economista Stuart Mill, quien publicó la obra Principios de economía política (1848), donde defiende férreamente el laissez faire, a pesar de introducir varias excepciones posteriormente (Covarrubias, 2005).

La economía política, define Soares (1976), es una ciencia social, que trata de la producción material bajo la forma históricamente determinada, sobre las leyes económicas peculiares a cada modo de producción. Las leyes económicas expresan la esencia de los fenómenos y procesos económicos, los nexos internos causales y las relaciones de dependencia que existen entre ellos.

El término economía política, dice Mohun (1996), ha sobrevivido en la ortodoxia no-marxista en dos sentidos. Primero como expresión ocasional en las finanzas públicas - obvia referencia a sus orígenes históricos. Segundo en la investigación de la interacción de los procesos políticos democráticos y en las relaciones económicas del libre mercado.

En Chile de fines del siglo XIX, el positivismo tuvo un perfil bien crítico de la política tradicional dominante de tono centralista y conservador en momentos en que el Estado ya estaba consolidado y las clases dominantes ya habían diseñado sus propios artilugios de legitimación de la dominación (Ansaldi, 2012). En este contexto, Salas fue perspicaz al distinguir aspectos relevantes sobre la economía política como en este relato, atribuido al diputado Urzúa respecto a Balmaceda, en una carta publicada en el diario El Ferrocarril, referente a la crisis comercial de 1878: "No solo creía, como todos los proteccionistas, que el Estado podía y debía crear industrias en un país, sino que censuraba a los capitalistas por que (sic) no cobraban, en medio de una crisis comercial, un interés más soportable al industrial" (Salas, 1914, p. 99).

Sin embargo, para el autor era preciso incorporar el contexto económico que vivía el país, durante el gobierno de Balmaceda previo al Conflicto Político-Militar de 1891, con el advenimiento de nuevos ingresos a las arcas fiscales, provenientes de los territorios que pertenecieron a Bolivia y a Perú, anexados a Chile por ocasión de la Guerra del Pacífico: "El desarrollo de nuestro territorio y la holgada situación fiscal producida por el triunfo de la guerra y la anexión de las ricas provincias salitreras del norte, ponían en su mano resortes hasta entonces desconocidos" (Salas, 1914, p. 49).

Nótese en el siguiente pasaje la amplia y cuidadosa descripción que desarrolla sobre los ingresos públicos posguerra del Pacífico:

Las entradas fiscales, que antes de la guerra con el Perú no llegaban a quince millones de pesos anuales, de 38 peniques, habían venido aumentando durante la Administración Santa María, a la cual correspondió liquidar con ellas los compromisos de la campaña; y se calculaba que en el año rentístico de 1887, el primero que entró de lleno bajo la acción del nuevo Presidente, excederían de cuarenta y cinco millones, para seguir incrementándose en los años subsiguientes hasta cincuenta y cinco millones, fuera de los ingresos extraordinarios de empréstitos y de otros ramos, en pesos que pueden estimarse a un término medio de 27 peniques en los cuatro primeros años de la Administración de Balmaceda. Lo que importaba un crecimiento extraordinario a pesar de la diferencia del cambio (Salas, 1914, p. 119).

Respecto a la dimensión económica como aporte a la comprensión historiográfica del proceso que conllevó al conflicto, Mayorga (2008) postula que en la medida que Ramírez Necochea incorporó la variable económica al estudio de la Guerra Civil de 1891, más que reducirlo, lo que hizo fue ampliarlo, invitando al investigador a observar una dimensión del conflicto, que la interpretación político-constitucional había dejado casi por completo de lado, permitiendo abrir una nueva vertiente para observar este proceso de la historia chilena con mayor complejidad y profundidad.

El economista clásico Stuart Mill, en su obra Principios de Economía Política de 1848, un reputado tratado de la época de la temática abordada por Salas, sobre teoría económica clásica, económica política y filosofía social, proponía que la economía política se ocupase solo de los problemas de consumo, cambio y distribución, problemas examinados en forma estrictamente científica (Fergunson, 2001).Todas estas materias fueron abordadas por Salas (1914) cuando se refiere a la economía política en los episodios previos al Conflicto Político - Militar de 1891. Pero por sobre todo, el fenómeno de las fluctuaciones del cambio monetario internacional fue su principal preocupación:

El cambio internacional que, antes de la inconvertibilidad del billete bancario, que precedió algunos meses a la guerra del 79, fluctuaba entre los 40 y 41 peniques, y que emitido ya el papel moneda y después de haber bordeado los 24 peniques en los momentos más inseguros de la campaña marítima del Pacífico, se había mantenido durante los primeros años que siguieron a las victorias de Lima en los alrededores de los 35 peniques, sufría, desde los dos años antes que Balmaceda llegara al poder, nuevas y considerables fluctuaciones, perjudiciales a la fijeza de los negócios, que iban a hacerle remontar a 29 peniques, para descender hasta 25 peniques más tarde (Salas, 1914, p. 124).

Para entender este fenómeno se debe aclarar que durante gran parte del siglo XIX prevaleció en Chile, un sistema monetario basado en la convertibilidad del peso en oro y plata. Sin embargo, en 1878 se declaró la inconvertibilidad con el fin de salvar el sistema bancario de la bancarrota, lo que significó el fin del sistema bimetálico y el comienzo del régimen del papel moneda y la inflación (Memoria Chilena, 2016).

Es común encontrar en el relato de Salas (1914), una relación entre las disciplinas de las ciencias sociales que expone, entre ellas, la economía y la psicología, cuando se refiere a los políticos y a los inversionistas. Nótese por ejemplo la siguiente cita:

Revelaban estas declaraciones la rectitud y el buen sentido patriótico que inspiraban todos los actos gubernativos de aquel mandatario; pero había tan manifiesta animosidad en los términos con que desde la tribuna presidencial se hacía referencia al inmenso capital extranjero invertido en la industria salitrera, y que era calificado en su discurso "a la faz de la República entera" de egoísta, codicioso y autor de la dictadura de Tarapacá, que desde entonces el elemento extranjero predispúsose (sic) en su contra (1914, p. 154).

El factor económico crítico del conflicto giró en torno a la industria del salitre, cuya explotación por esos años se realizaba con capitales extranjeros, principalmente británicos y alemanes, que veían amenazadas sus inversiones con las ideas de nacionalización de Balmaceda.

Esta relación, entre la economía política y la psicología, ya había sido descrita por el economista William Stanley Jevons en su obra Teoría de la Economía Política de 1871, en ella manifiesta su teoría conocida hoy como utilidad marginal, enfoque que tiempo después sería conocido como la escuela psicológica. Jevons, dice Fergunson (2001), creó su sistema basándose expresamente en la psicología. Jevons creía que era necesario volver a interpretar los fenómenos del consumo, la producción, el cambio, y la distribución desde el punto de vista de la psicología.

Como se pudo observar, Salas en Balmaceda y el Parlamentarismo en Chile, abordó intensamente elementos de la economía política, en tanto disciplina de las ciencias sociales en su obra. Pero además, contrastó estos elementos con otras disciplinas, demostrando, en esta línea de pensamiento, el carácter interdisciplinario del estudio de las ciencias sociales, muy propio de psicología política.

Elementos de la sociología política

La sociología política estudia la génesis y el funcionamiento de las instituciones políticas, la homología de los órganos políticos en los diversos tipo de civilización, el nacimiento y formación de las opiniones públicas, los procesos según los cuales los desequilibrios sociales y las diversas especies de coyunturas son inconscientemente sentidos o conscientemente percibidos, esta percepción puede revelarse inexacta o ilusoria, las maneras por las cuales las sociedades interpretan en el plano político sus necesidades, experiencias y perturbaciones; las relaciones entre las estructuras materiales y mentales, a las jerarquías y las instituciones; las varias categorías de eventos políticos y las formas de acción política (Bouthoul, 1967). De la misma forma, esta interpretación de la sociedad en el plano político, sus perturbaciones, las relaciones entre las estructuras materiales y mentales, fueron objeto de estudio de Salas (1925) durante los diversos eventos políticos que antecedieron al conflicto de 1891.

Así se refiere el autor, por ejemplo, a la situación socio-política que se vive previo al conflicto, atribuido a la evolución (desarrollo) de la sociedad chilena.

Esta evolución de tan lejano origen, que Balmaceda miraba como hija de pasajeras ambiciones, no era sino la consecuencia natural e irresistible del crecimiento de las clases dirigentes, del desarrollo de la cultura nacional, y de la vigorización de la opinión pública, lo que constituía el perfeccionamiento democrático de la República; la resistencia que le ponía el Ejecutivo provocaba su crisis y la sangrienta lucha de aquellas horas no era sino el alumbramiento doloroso que anunciaba el afianza miento de la libertad electoral y de la independencia absoluta del Parlamento (Sa las, 1925, p. 175).

Otra definición, que se relaciona con los fenómenos políticos ampliamente interpretados por Salas bajo la sociología política, es la planteada por Bottomore (1993): "Esta disciplina se ha interesado primordialmente por el estudio de partidos, sistemas electorales e comportamiento del elector al votar, movimientos sociales, liderazgo político y elites, burocracia, nacionalismo y formación de estadosnaciones, tipos de sistemas políticos y cambio político" (1993, p. 748). Así también lo plantea Max Weber en (Atria, 2012, p. 138): "En tanto las clases tienen su base en el 'orden económico' y los estamentos la tienen en el 'orden social', los partidos se mueven primariamente dentro de la esfera del 'poder'". Y respecto al conflicto, como materia de la sociología política largamente descrito en la obra de Salas, Weber amplia la idea que los partidos se desenvuelven en un escenario de conflictos porque la lucha o pugna por el poder no se resuelve nunca de forma pacífica. El conflicto por el poder, dice, puede ser abierto o encubierto, pero independientemente de la forma que tome en sus experiencias manifiestas, el factor de disenso o conflicto acompaña invariablemente el desarrollo y la acción de los partidos.

Obsérvese como Salas (1914) refleja este comportamiento político, abiertamente conflictivo, en el gobierno del presidente Manuel Montt (1851-1861): "El gobierno necesitaba usar más violencia que antes para hacer triunfar a sus candidatos, pues la opinión independiente comenzaba a tener un poder efectivos" (1914, p. 33).

El argumento contextual descrito por Salas puede ser definido como un Evento de alcance histórico, pues entre los descriptores de Bouthoul (1967), el conflicto como el Político-Militar de 1891, condujo a una alteración en las relaciones de fuerza, sin rupturas profundas de las estructuras o de las concepciones políticas fundamentales, pues el Estado de Derecho se estableció inmediatamente concluido el conflicto y en rigor, los poderes del Estado siempre estuvieron separados. También se cumple lo planteado por Bouthoul (1967), el hecho que el conflicto en cuestión, trajo a sus actores políticos, un máximo de tensión psicológica y emocional y; las batallas militares trajeron consigo, modificaciones en su composición demográfica.

La obra de Salas Edwards también, considera elementos de un estudio de los fenómenos propios de la sociología política si se contrasta con lo señalado por (Bottomore, 1993):

Los sociólogos políticos han prestado mucha atención a los (...) nuevos sistemas políticos que surgieron en países en desarrollo poscolonial. Estos últimos estudios estaban íntimamente relacionados con teorías de cambio y conflicto político, englobando también cuestiones tan amplias cuanto a los orígenes del capitalismo moderno (los que pueden ser concebidos en términos marxistas, weberianos o schumeteriano) o aún más ampliamente, del moderno sistemamundo (Bottomore, 1993, p. 749).

De acuerdo con lo anterior, nótese la enorme similitud de esta descripción con el contexto narrativo de Salas para relacionarla con la sociología política: El contexto es el conflicto político del Chile poscolonial de la segunda mitad del siglo XIX.

Salas (1925), en su narrativa, se aventura con la mención de esta disciplina que por esos años gozaba de una orientación generalmente evolucionista y positivista: "Despojado de su envoltura legal, presentábase (sic) pues ahora, con caracteres definidos, un fenómeno de sociología política que, desde tiempo atrás, venía poniendo en juego las fuerzas más vitales de la nacionalidad chilena" (1925, p. 31).

Según Gaston Bouthoul, en su libro Sociología Política (1967), estos fenómenos sociopolíticos son inseparables de la psicología social que resultan en acciones y reacciones colectivas, determinando conductas comunes. Al final, agrega, "la sociología política atiende mayormente a las funciones durables, a las estructuras, as las jerarquías y a las mentalidades" (1967, p. 7).

De manera temprana, la conducta ha estado vinculada a la sociología. Así lo observan Ferréol & Noreck (2008) en el libro Introdução à Sociologia, cuando señalan: "Max Weber no define los hechos sociales como cosas o mecanismos, sino como interacciones entre comportamientos individuales que obedecen a motivaciones y a intereses que requieren ser reconstituidos" (2008, p. 42). Y esta conducta individual, agregan, se torna social cuando el sentido de la acción individual está relacionado con las acciones de uno o de varios actores.

Obsérvese como Salas (1925) analizó las instituciones que se enfrentaron en la lucha de poder que antecedió al conflicto e intentó relacionar los fenómenos políticos de su época con la sociedad que la definió como agraria y de escaza participación política, incluso durante el conflicto:

En efecto, jamás afirmaron, en aquella época, los partidarios de Balmaceda que las clases populares apoyaran su causa; su prensa y muchos de sus políticos se lamentaron por el contrario, en público, repetidas veces, de la indiferencia con que los elementos proletarios de que se forma el soldado, miraban esta lucha, como lo he mos de ver en el cursos de esta historia (1925, p. 138).

Además coincide con Bouthoul (1967) cuando se refiere al análisis del comportamiento de las "sociedades humanas", porque fue el comportamiento de los grupos de poder, durante el conflicto, lo que Salas dedica en gran parte de la obra.

Respecto a la interdisciplinariedad entre las ciencias sociales, la sociología, de la misma forma como lo hace Salas en la obra, se vincula con otras disciplinas para comprender los fenómenos sociales. Según "uno de los conceptos mejor forjados por Marcel Mauss es del fenómeno social total (...) conviene aprender de la integridad. Es preciso que los sociólogos se esfuercen en recomponer el todo". Prosigue Mauss (1960), diciendo que los fenómenos sociales son "antes sociales, pero también conjuntamente y al mismo tiempo fisiológicos y psicológicos". Demostrando así, la necesidad inter-disciplinaria de los estudios de las ciencias sociales para la comprensión de los complejos fenómenos sociales.

Como resultado, se constata que esta obra de Salas abordó materias clásicas de varios campos de las ciencias sociales; materias que se repiten, al ser estudiadas por diversas disciplinas de las ciencias sociales. Hoy, esto es reconocido como una característica de la psicología política, tal como lo constata Dorna (2013) al concluir sobre los materias que enfrenta la psicología política: no habría materias específicos de la psicología política, sino de todas las disciplinas de las humanidades y las ciencias sociales.

 

Conclusión

En la actualidad, pese a las diversas definiciones de psicología política, existen puntos de convergencia que apuntan hacia un campo de estudios, desde distintas relaciones entre las disciplinas de las ciencias sociales, para comprender la naturaleza del comportamiento social y político o, dicho de otra manera, de la conducta resultante de la relación entre los fenómenos de sociedad y la política.

Este estudio, metodológicamente resultado de un análisis de contenido, provee evidencias de estos elementos provenientes del texto "Balmaceda y el Parlamentarismo en Chile" de Salas Edwards, situando este autor como un precursor de la psicología política chilena.

La obra Balmaceda y el Parlamentarismo en Chile contiene un conjunto de referencias de las disciplinas de las ciencias sociales que la configuran como un estudio psicopolítico, como hoy conocemos. Es por ello que se evidencian disciplinas tales como la ética, filosofía política, historiografía, economía, psicología, psicología social, sociología política y ciencia política, entre otras.

En la obra Balmaceda y el Parlamentarismo en Chile, pesa irrefutablemente la vinculación interdisciplinaria de las ciencias sociales y la política de la época, construyendo una obra psicopolítica con distintas disciplinas, identificadas en esta investigación, como una forma de comprender desde varias perspectivas, el Conflicto Político-Militar de 1891. Por cuanto, como se ha observado en la actualidad, los complejos fenómenos políticos van, desde un proceso investigativo, hacia un campo de estudio mucho más amplio e interdisciplinario para su comprensión.

Sin embargo, es preciso ponderar el hecho de que, al tratarse de una obra escrita a inicios del siglo XX, las disciplinas de las ciencias sociales aún dibujaban sus fronteras entre unas y otras, lo que se consolidó solamente a mediados del siglo XX.

En síntesis, la psicología política de Salas nació no solo de un campo de estudios de las ciencias sociales, sino como una importante y original obra de carácter interdisciplinario, que se ocupó de la intervención filosófica, antropológica, historiográfica, sociológica, económica, geográfica, psicológica - principalmente en su subdisciplina política para observar un fenómeno psicopolítico, constitu-yéndose en un texto relevante para la historia de la psicología política chilena.

Con todo, observamos que la psicología política chilena se presenta como una disciplina de orígenes remotos, que tuvo como tema central en su génesis, los fenómenos políticos que aquejaban a la sociedad de su época, como el conflicto político oriundo de intereses económicos, de la mano de un precursor, que encontró, en esta naciente disciplina, una herramienta para comprender su tiempo. En la actualidad, la psicología política contribuye a la reflexión crítica de los fenómenos sociales y políticos, propio de un campo de investigación como posibilidad de interrelación entre las disciplinas de las ciencias sociales.

 

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Submetido em: 25/07/2018
Aprovado em: 24/10/2018

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