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Revista Psicologia Política

versão On-line ISSN 2175-1390

Rev. psicol. polít. vol.22 no.53 São Paulo jan./abr. 2022

 

ARTIGO ORIGINAL

 

El análisis crítico del discurso, una mirada a la protesta social en un diario colombiano

 

Critical discourse analysis, a look at the social protest in a colombian newspaper

 

A análise crítica do discurso, um olhar para o protesto social em um diário colombiano

 

 

Carlos Andres Sanchez-JaramilloI; Laura Moscoso-LlanosII; Carlos Mario Bernate-VásquezIII; Miguel Ángel CastilloIV

 

IProfesor Tiempo Completo y director del Semillero de Investigación Psicología Crítica en Contextos Sociohistóricos. Universidad de San Buenaventura, Cali, Colombia. casanchezj@usbcali.edu.co
IIIntegrante del Semillero de Investigación Psicología Crítica en Contextos Sociohistóricos. Universidad de San Buenaventura, Cali, Colombia. laura.moscoso.llanos@gmail.com
IIIIntegrante del Semillero de Investigación Psicología Crítica en Contextos Sociohistóricos. Universidad de San Buenaventura, Cali, Colombia. mario_9619@hotmail.com
IVIntegrante del Semillero de Investigación Psicología Crítica en Contextos Sociohistóricos. Universidad de San Buenaventura, Cali, Colombia. miguelcasti77@gmail.com

 

 


RESUMEN

Este artículo indaga la relación entre prensa escrita, lo político y el ejercicio del poder, en un diario digital colombiano, desde una perspectiva de psicología crítica y un abordaje centrado en análisis del discurso, teniendo presente que el lenguaje estructura la experiencia, el pensamiento y la conducta, para lo que se pregunta por cómo son las formas en que es presentada la protesta social en un diario colombiano de distribución nacional y las significaciones asociadas a esta presentación, profundizando en dos movilizaciones sociales particulares, se trata de la protesta indígena llevada a cabo entre marzo y abril de 2019 y la universitaria de octubre del mismo año; el análisis de discurso realizado permite determinar los aspectos ideológicos asociados a la presentación de la protesta y devela las estrategias empleadas en este proceso por parte de la prensa escrita.

Palabras claves: Protesta social; Análisis de discurso; Poder, Ideología; Prensa Escrita.


ABSTRACT

This article investigates the relationship between the written press, politics and the exercise of power, in a Colombian digital newspaper, from a critical psychology perspective and an approach focused on discourse analysis, bearing in mind that language structures experience, thought and behavior, for which one wonders how are the ways in which the social protest is presented in a Colombian newspaper with national distribution and the meanings associated with this presentation, delving into two particular social mobilizations, it is about the indigenous protest carried out held between March and April 2019 and the university student protest in October of the same year; the discourse analysis carried out allows us to determine the ideological aspects associated with the presentation of the protest and reveals the strategies used in this process by the written press.

Keywords: Social protest; Discourse analysis; Power; Ideology; Newspapper.


RESUMO

Este artigo indaga sobre a relação que se estabelece entre a imprensa escrita, o pensamento político e o exercício do poder, a partir de uma perspectiva da psicologia crítica e uma abordagem focada na análise do discurso. Tendo em atenção que a linguagem estrutura a experiência, o pensamento e o comportamento, para os quais se pergunta pela forma em que o protesto social é apresentado num jornal colombiano de distribuição nacional e os significados associados a essa apresentação, investigando duas mobilizações sociais específicas, é sobre o protesto indígena realizado entre março e abril de 2019 e o protesto da universidade em outubro do mesmo ano; a análise do discurso realizada permite determinar os aspectos ideológicos associados à apresentação do protesto e revela as estratégias empregadas neste processo pela imprensa escrita.

Palavras-chave: Protesto social; Análise do discurso; Poder; Ideologia; Jornais.


 

 

INTRODUCCIÓN

Este artículo tiene por objetivo indagar cómo son las formas de presentar la protesta social en un diario digital colombiano, en particular la protesta indígena llevada a cabo en marzo y abril de 2019 y la universitaria de octubre del mismo año.

Por lo que busca dar cuenta de algunos fenómenos de la realidad social contemporánea y su relación con lo político, el ejercicio del poder y la presentación de noticias en un diario colombiano, en su versión digital, esto desde una perspectiva de la psicología crítica y un abordaje centrado en el Análisis Crítico del Discurso (ACD), teniendo en cuenta que el ACD, según Ian Parker (2009), se pregunta por el lenguaje como elemento que estructura tanto la experiencia, como el pensamiento y la conducta.

La búsqueda de antecedentes dio cuenta de investigaciones que de estudios de perspectiva historiográfica sobre la protesta social a mediados de los 50s y los 70s, y sobre el nacimiento de la protesta social, encontrando investigaciones sobre movilizaciones de trabajadores agrarios, transportadores, campesinos, y arrojando un mayor número de investigaciones en países como México y Argentina, que en Colombia.

Fueron notorias las investigaciones de Carlos Velásquez (2004), que indaga sobre las formas en que se presentan las protestas sociales en el primer semestre de 2004, analizando los noticieros de televisión de alto rating, planteando que hacer investigación desde un observatorio de medios, puede permitir futuras investigaciones sobre el tema y favorecer el mejoramiento de la calidad de la información pública.

Por otro lado, Isaías Tobasura y Felipe Rincón (2007), investigaron sobre los actores sociales de la protesta rural en Colombia, describen sus repertorios de acción y evidenciando las transformaciones que han sufrido entre 1990 a 2005; dando cuenta de las políticas económicas que han modificado las relaciones sociales entre los actores involucrados, encontrando modelos de desarrollo asociado a lo rural, que tienen que ver con la modernización y apertura económica, que favorecieron a grandes productores y propietarios de tierras en detrimento de la población campesina, frente a los que surgen múltiples maneras de protesta que articulan campesinos, indígenas, población afro y movimientos afines.

En esta misma lógica histórica se encuentra el trabajo de Marcela Velasco (2007), en el que se indaga si la reforma constitucional de 1991 en Colombia, ha reducido las huelgas, protestas y tomas realizadas por trabajadores, residentes urbanos, campesinos y estudiantes, encontrando que la contestación social aumenta en la medida en que se deterioran las capacidades ciudadanas y del Estado, concluyendo que la Constitución de 1991 no ha afectado el comportamiento de la política contestataria, pero si ha hecho que la contestación social sea mucho más sensible al deterioro de las capacidades ciudadanas.

Por su parte, Sandra Bautista (2012), plantea la movilización social como una acción colectiva de alto riesgo, proponiendo un abordaje conceptual a dos procesos de movilización campesina ocurridos en los municipios de El Líbano y Chaparral en el Tolima, para lo que se recurre a trabajo de campo, revisión documental y de prensa.

En cuanto a la revisión de investigaciones centradas en el impacto de los medios de comunicación en diferentes ámbitos de lo social, Pablo Blesa (2006), plantea que estos terminan sometidos a intereses concretos, debido a la interacción, coexistencia, filiación y convergencia de intereses de partido políticos y capitales económicos, haciendo que primen los intereses por encima de los ciudadanos, que en cierta medida es el mismo planteamiento de Bernadette Califano (2015), quien indaga sobre cómo se posicionan los medios de comunicación como actores sociales y políticos con intereses particulares, encontrando que tienen por objetivo lucrar e influir a través de sus diferentes roles, en tanto se encargan de la "selección, inclusión o exclusión, tematización y jerarquización de los acontecimientos" (Califano, 2015, p. 76), según intereses particulares.

Una investigación realizada por Sindy Mora y Anthony García (2008), analizó cómo la prensa costarricense representó a los actores colectivos en la coyuntura política de 2007 y que se relacionaba con el referéndum del Tratado de libre comercio, entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos, a través de un análisis cuantitativo de los medios La Nación y Diario Extra y sus tendencias noticiosas, y que seleccionó una muestra de 297 noticias discriminadas por las variables: Aprobar TLC, rechazar TLC y acciones colectivas relacionadas con otras problemáticas, encontrando que lo que más se evidenció fueron las otras demandas, es decir, noticias no relacionadas al proceso popular del TLC. Asimismo, "se reportaron más noticias en contra que a favor del TLC" (Mora & García, 2008, p. 103), y que los reportes que hablaban de oposición solo se presentaron al momento de las marchas más concurridas (febrero, mayo y septiembre); también se encontró que El Diario Extra y La Nación, utilizaron estrategias de particularización e individualización de actores colectivos y exaltación de figuras políticas.

En el mismo sentido, en un estudio bibliográfico crítico fundamentado en el materialismo histórico-dialéctico, Juberto Souza y Ana María Jacó (2019), buscaron comprender cómo la prensa brasileña y su acción ideológica, especialmente relacionada con la Masacre de la Chacara São Bento construyó una imagen de terrorista de la psicóloga y militante de la Vanguardia Popular Revolucionaria (VPR) Pauline Reichstul. Los autores concluyeron que la mediación ideológica de la prensa se sirvió de la deshumanización de la psicóloga y militante Reichstul para construir tal imagen.

A su vez, Claudia Acevedo, Jouliana Nohara y Carmen Ramuski (2010), tuvieron el objetivo de comprender cómo los medios de comunicación en Brasil contribuyen a la estigmatización de las poblaciones negras, encontró que, a través de estrategias como la falsa proyección, la ideología del blanqueamiento, el mito de la democracia racial, la exclusión entre otros, se reproducen las relaciones de dominación sobre los negros por parte de los grupos dominantes, los blancos.

Por otro lado, María Barreto, Henry Borja, Yeny Serrano y Wilson López (2009), en un estudio documental sobre legitimación social como proceso en la violencia política, buscó analizar el papel de los discursos de grupos como generadores de creencias en las personas (legitimación y deslegitimación), que favorecen o no la imagen de los mismos, a través de los medios de comunicación, encontrando que estos funcionan como instrumento de los actores armados en su accionar bélico y psicológico, a través de procesos de agenda y encuadre de la información, seleccionando imágenes y palabras que explican los fenómenos sociales, teniendo un efecto importante de influencia en la percepción de los individuos de la realidad.

En cuanto a investigaciones centradas en análisis crítico del discurso se puede plantear que Eva Salgado (2007), abordó el discurso de la prensa escrita en México en diez periódicos nacionales, en el periodo entre el 3 y el 7 de julio del 2000 en relación a las elecciones presidenciales del 2 de julio del mismo año, y se propuso hacer un análisis del discurso político, alrededor de una muestra de 838 noticias, encontrando que los diferentes diarios apelaban en mayor medida a la vida individual más que a lo colectivo.

Otra investigación es la de Yoan Acosta (2014), quien presenta indicadores de una propuesta metodológica de análisis crítico de discurso interdisciplinar, al analizar las características de la construcción del discurso periodístico sobre Cuba, aparecidos en The New York Times, durante 2010 y 2011, exponiendo relaciones entre los recursos discursivos que develan el fenómeno de la argumentación y otros como la manipulación y el abuso de poder en el discurso.

La investigación de Andrés Prieto (2017), analizó cómo seis diarios españoles: El País, El mundo, ABC, Heraldo de Aragón, El periódico de Aragón y La vanguardia, presentaron discursos políticos de diferentes actores sociales alrededor de la Ley de extranjería entre 2003 y 2016, analizando 3.428 piezas que incluían los términos ley y extranjería, categorizando los discursos políticos en discursos proactivos y reactivos, encontrando que el discurso proactivo ofrece recursos para gestionar los conflictos y acepta los hechos, mientras el reactivo se caracteriza por cierta resistencia al cambio pero, se encontró con igual la cantidad de discursos proactivos y reactivos, lo que para el autor representa una visión divida y contradictoria de los medios que reflejan los diferentes posicionamientos.

Otra de las investigaciones es la de Eugenia Urra y Sandra Sandoval (2018), quienes desarrollaron un artículo de revisión sobre el análisis crítico del discurso (ACD), con el fin de determina los preceptos más importantes que lo distinguen, focalizándose en el modelo 3D de Fairclough para detallar su metodología y su desarrollo de análisis descriptivo, interpretativo y social, con algunos ejemplos de su modelo aplicados en salud; recordando que para el ACD el lenguaje es una práctica social, implicando una relación dialéctica entre un evento discursivo particular y la situaciones, instituciones y estructuras sociales que lo enmarcan, que

Se basa en algunos supuestos del discurso que emanan de la teoría crítica y reúne una serie de preceptos que la determinan: lo crítico, lo ideológico, el poder y la hegemonía. Tiene un carácter multidisciplinar y disidente. La metodología de investigación se centra en el análisis discursivo para ver de qué manera el abuso de poder y la desigualdad social se representan, reproducen, legitiman y resisten en la expresión del lenguaje hablado y escrito, se consideran los contextos sociales y políticos en los que se desarrollan dichos discursos. (Urra & Sandoval, 2018, p. 208)

Esta revisión de antecedentes permite dar cuenta de diversas formas en que la protesta social, los medios y el análisis de discurso han sido abordados, mostrando que la relación entre política, medios y análisis de discurso es una relación frecuente, en tanto la política y los medios buscan tanto lectores como electores, que operen como seguidores, teniendo presente que los medios no solo dan cuenta de noticias, sino también de realidades, las cuales pueden llegar a crear en la medida de sus intereses o posibilidades, revelando que el discurso político y el de los medios termina atravesado por características y formas similares.

Por otro lado, es claro que la realidad social es compleja, por lo que su abordaje debe ser igualmente complejo, abierto y diverso, con el fin de comprender tal complejidad, con lo cual se busca acercarse a elementos que permitan el análisis crítico del discurso de las piezas elegidas y su relación con los elementos de la ideología y poder; así, es innegable que sujeto y sociedad se construyen dialécticamente, a través de un proceso de interrelación constante, sustentado en una dimensión histórica y contextual, atravesado por elementos ideológicos, que según Ignacio Martín-Baró (1989), favorecen la construcción de una realidad mediada por intereses sociales concretos, que dan forma a la objetivación de ciertas realidades sociales, establecidas por la razón de la clase dominante.

Lo que, según Van Dijk (1996), permiten la organización de las actitudes de los grupos sociales a través de opiniones generalizadas organizadas esquemáticamente acerca de temas sociales considerados relevantes, haciendo que la ideología permita construir categorías que definen a un grupo, en relación a sus normas, valores, metas, acciones, repercutiendo en las relaciones entre los miembros del grupo, su proceso de identidad grupal y su acceso, o no, a recursos sociales de su contexto.

En esta medida, la ideología, permite que lo históricamente situado se convierta en categoría natural, proceso que no puede lograrse sin un ejercicio de poder concreto, lo que remite a Michael Foucault (2008), para quien el poder tiene que ver con múltiples relaciones de fuerzas que forman un sistema concreto que emplea estrategias que lo hacen efectivo y lo formalizan en instituciones, aparatos estatales, leyes y hegemonías sociales.

Haciendo que el poder, según Foucault (2008), sea una situación estratégica socialmente compleja, que se produce en cada instante, en toda relación y en toda parte, por lo que opera como productor de estructuras y se enlaza con otras relaciones, económicas o de conocimiento, y tiene que ver con desigualdades y desequilibrios en las relaciones; por lo que la dominación, producto del ejercicio del poder, se debe a los efectos hegemónicos repetidos constantemente.

Esto implica que el poder, se ejerce con objetivos claros, tácticas explicitas y precisas, como lo afirma Foucault (2008), por lo que no es una relación subjetiva, sino que sucede entre grupos e instituciones que distribuyen, separan y homogenizan, con el fin de generar efectos específicos, tal vez por tal razón Parker (2009), afirma que hay que atender las diferentes formas en las que nos han dicho cómo o en qué pensar, por eso el análisis del discurso es una alternativa metodológica que permite indagar sobre el lenguaje y su relación con la experiencia, la conducta y el pensamiento, desde una perspectiva crítica que da cuenta de las razones e implicaciones de lo dicho, teniendo presente que:

Un discurso es un conjunto de prácticas lingüísticas que mantiene y promueven ciertas relaciones sociales. Su análisis consiste en estudiar cómo estas prácticas actúan en el presente manteniendo y promoviendo estas relaciones: es sacar a la luz el poder del lenguaje como una práctica constituyente y regulativa. (Iñiguez & Antaki, 1994, p. 63)

El análisis de discurso busca relacionar las estructuras del discurso con las estructuras sociales y las relaciones sociales de clase, en tanto "los usuarios del lenguaje como miembros de comunidades, grupos u organizaciones y se supone que hablan, escriben o comprenden desde una posición social específica" (Van Dijk, 1996, p. 15), por lo que examina las ideologías asociadas a cada posición sin embargo, el discurso no puede ser entendido adecuadamente sin atender al contexto en el que aparecen tales elementos, por lo que es necesario "¿Qué fenómeno social se está intentando aclarar? ¿Qué relaciones sociales se quiere explicar? ... ¿Qué relaciones sociales mantenida y promovidas a través del lenguaje se quiere explicar?" (Iñiguez & Antaki, 1994, p. 64).

De hecho, Van Dijk (1996), recuerda que todo discurso depende de la pertenencia a grupos, la identificación con otros con los que se comparten aspectos sociales que favorecen formas de interacción y entendimiento del mundo, que se verán reflejadas en el discurso, aunque no de manera explícita, por lo que hay que atender a los diferentes actos de habla para identificar el momento en el que lo ideológico empieza a operar en la interacción social cotidiana; y es que

En relación con las ideologías, las estructuras del discurso tienen siempre la doble función de poner en juego o "ejecutar" ideologías subyacentes por una parte, pero por la otra pueden funcionar como medios de persuasión más o menos poderosos, esto es, como medios estratégicos para influir en modelos mentales preferentes e -indirectamente- en actitudes e ideologías favorecidas. Es así que la formación, cambio y confrontación de las ideologías es también una función de la estructura del discurso. (Van Dijk, 1996, p. 27)

Como discurso e ideología están tan interrelacionados es complejo determinar sus límites, por lo que Van Dijk (1996), propone preguntas que permiten comprender la pertenencia intergrupal, desde la que se puede estar hablando

¿Quiénes somos nosotros?, ¿Quiénes (no) pertenecen a nosotros?, ¿Qué hacemos nosotros?, ¿Cuáles son nuestras actividades?, ¿Qué se espera de nosotros?, ¿Cuáles son las metas de estas actividades?, ¿Qué normas y valores respetamos en tales actividades?, ¿Con qué grupos estamos relacionados: quiénes son nuestros amigos y quiénes nuestros enemigos?, ¿Cuáles son los recursos a los que típicamente tenemos o no acceso (privilegiado)? (p. 28)

Estas preguntas se unen a lo que Van Dijk (1996), llama Análisis Ideológico del Discurso que busca dar cuenta de las descripciones autoidentitarias, tanto de actividades como de propósitos, de normas y valores, a la vez que indaga por las relaciones con otros grupos, y el acceso a recursos, en tanto calidad y cantidad necesarios para mantenerse como grupo.

Estos elementos presentados permiten dar cuenta de las características del grupo, sus formas de interactuar y de entender el mundo, favoreciendo la identificación de elementos ideológicos asociados, con el fin de profundizar en aspectos identitarios, los prejuicios, estereotipos y aspectos ideológicos asociados a cada grupo, buscando comprender las formas en que lo ideológico se generaliza, normaliza y naturaliza, y se expresa en el discurso.

 

DESCRIPCIÓN DE LA PROBLEMÁTICA

La república de Colombia es un Estado Social de Derecho, presidencialista y democrático, lo que no ha impedido que sus gobiernos, generalmente de derecha, sea hayan resistido a los cambios sociales, que sumado a situaciones económicas y políticas ha favorecido un clima de descontento y polarización cada vez más generalizado, que se agrava por un conflicto armado de larga data, en el que se involucran multitud de actores armados que luchan por el control del territorio y el monopolio de las armas, derivando en múltiples movilizaciones sociales y formas violentas de abordar la conflictividad.

Parte de la movilización social del país, se debe no solo al descontento generalizado por ciertas formas de gobierno, sino que según el Grupo de Memoria Histórica (2013), tiene que ver con "la modernización económica del campo, el estímulo a la agricultura capitalista, la seguridad jurídica sobre la gran propiedad rural y el proteccionismo arancelario frente a la competencia externa" (p. 130), a lo que se le agrega la represión política y militar a toda acción de reivindicación por parte del campesinado, indígenas, estudiantes, maestros y sindicatos, que se mezcla con las estrategias de terror de terratenientes, grupos paramilitares y la muerte de dirigentes campesinos y el desplazamiento forzado.

Esta complejidad social, aunada a diferentes situaciones asociadas a la calidad y el costo de la vida y de salud en general, los problemas de tenencia de la tierras, las problemáticas de la educación especialmente la pública, la lucha de las víctimas por ser reconocidas, la exigencia de protección a los líderes sociales, el asesinato de diferentes actores sociales, la persecución de desmovilizados, la inequidad de género, la discriminación a la población LGBTI, el aumento de la presencia de actores armados ilegales internacionales, la continuación de las ejecuciones extrajudiciales, eufemísticamente llamados falsos positivos, otras situaciones que el gobierno no ha sabido abordar, han generado cada vez mayor descontento, haciéndose más frecuente la protesta social, que ha ido ampliando su convocatoria y tamaño.

Particularmente dos movilizaciones se han hecho significativas en el país, una surgida de las universidad, especialmente las públicas de las ciudades principales, otra de origen indígena y rural; escenarios en los que se han mezclado aspectos de la autonomía universitaria y la tenencia de tierra indígena, y aunque surgen de poblaciones distintas, en ambas hay una exigencia frente a asuntos relacionados con lo económico y lo político, el reclamo por la protección a la vida en general y el descontento por las maneras en las que el actual gobierno aborda diferentes problemáticas asociadas a la conflictividad urbana y rural.

Así, la protesta; pacifica o no; se ha hecho frecuente en el país, e independientemente que se esté de acuerdo o no, la prensa escrita muestran una única forma de la misma, por lo que esta investigación busca analizar cómo la protesta social es presentada en los medios digitales, especialmente en el diario EL Tiempo, de circulación nacional, y en su versión digital, centrándose en la movilización indígena que ocupó los diarios a finales de marzo e inicio de abril de 2019 y la protesta universitaria de octubre de este mismo año.

La búsqueda de noticias sobre protesta social en Colombia encontró 2.866 resultados, sin embargo, la mayoría de estos no están relacionados directamente con protestas sociales, e incluso no todos son de Colombia, entre los temas también aparecen noticias que tienen que ver con campañas electorales, exigencias de líderes sociales y su asesinato, la discusión social y política sobre ejecuciones extrajudiciales, llamados falsos positivos y otros temas.

Esta búsqueda reveló que lo entendido como protesta social en Colombia, es asociado con temas que tienen que ver con lo económico, lo deportivo, la disidencia de las guerrillas de las Farc y los procesos electorales en curso; además que no solo se hace mención de las protestas internas, sino también se asociaron con protestas de Chile y Ecuador; por lo que hablar de protesta social en Colombia, hace referencia tanto a manifestaciones pacíficas como a aquellas que se tornan violentas, sin una diferenciación clara.

 

MÉTODO

Esta investigación parte de un modelo hermenéutico interpretativo, sustentada cualitativamente en el Análisis Crítico del Discurso (ACD), desde una perspectiva crítica, para lo que se seleccionó un corpus documental, que es analizado según planteamientos de Lupicinio Íñiguez y Charles Antaki (1994), que incluyen la identificación de palabras, frecuencias y significados, para luego profundizar en la interpretación crítica del discurso, identificando elementos relacionados con el poder y la ideologías, teniendo en cuenta planteamientos de Van Dijk (1996), y Parker (2009).

Para esto se elige un cuerpo documental basado en la búsqueda de noticias aparecidas en el Diario El Tiempo, en su versión digital, con la categoría principal Protesta social en Colombia, determinando la aparición de 2.866 entradas asociadas a esta búsqueda.

La plataforma digital del diario permite la búsqueda desde el día en curso hasta el año 1990, que es el límite de la base de datos del diario, por tanto la búsqueda se afinó para el año 2019, arrojando 218 resultados, de estas se eligieron las que tenían relación directa con el país, las que trataban sobre protesta social, específicamente las relacionados con protesta estudiantil (11 resultados), universitaria (10 resultados), e indígena (47 resultados), se evitaron las columnas de opinión, en tanto no son consideradas noticias propiamente dichas sino la postura de columnistas frente a tales eventos, se evitaron aquellas que correspondían a noticias en video (el diario tiene un canal de video y coloca actualizaciones en vivo de algunas de las noticias en su portal digital), se evitaron las noticas repetidas o aquellas que solo correspondían a un enlace que llevaba a una notica en desarrollo, dejando seis noticas explícitamente relacionados con el tema a tratar y a analizar.

Las noticias seleccionadas tienen los siguientes titulares y fechas: Movimiento estudiantil convoca a marchas para el 31 de octubre (28 de octubre); Marchas estudiantiles terminaron en desmanes (24 de octubre); Semana de la indignación universitaria en Popayán (24 de octubre); Cantos y fogatas en marchas de estudiantes en Cali y Popayán (10 de octubre); Indígenas de minga, estudiantes, centrales obreras y afros, en paro (25 de abril); La minga del Cauca, de la protesta social a la transgresión de la ley (6 de abril).

Como dato a resaltar, puede decirse que, entre las noticias encontradas en esta búsqueda documental, en el periodo de tiempo seleccionado y con los criterios establecidos, no se halló ningún reporte de prensa que estuviese a favor de la protesta social.

 

ANÁLISIS

Este análisis arroja un primer dato de interés, tiene que ver con que no todo lo que aparece bajo el nombre de protesta social, indígena, universitaria o estudiantil, realmente obedece a tal categoría, debido a que esta búsqueda arroja noticas relacionadas con protestas de cualquier índole y en diferentes contextos, incluso internacionales.

La relación que sí aparece frecuentemente establecida es la asociación entre marcha social o protesta social, con protesta estudiantil y con encapuchados, presente en las noticias encontradas del periódico digital de distribución nacional El Tiempo, estableciendo que las protestas sociales son llevadas a cabo por encapuchados. En ese mismo orden de ideas se asocia protesta estudiantil con el ámbito universitario y se agrega la noción de movimiento estudiantil, asumiéndolo en sinónimo con movilización estudiantil, como si el movimiento estudiantil solo existiera para llevar a cabo protestas sociales.

Otra relación presente en las noticias en este diario, es la afectación al espacio público, especialmente si es vandalizado, con lo que las menciones a protesta universitaria asocian a quienes marchan, protestan o se congregan, con vándalos, independientemente que partan de las universidades, lleguen a las universidades o pasen por estas; asociación entre protesta social y vandalismo se hace más explícita si está implicada la universidad pública.

En este caso, se agrega la connotación de encapuchados, presentados como extremistas de izquierda o guerrilleros infiltrados; asociación estigmatizante muy frecuente, y aunque no todas las protestas terminan en acciones vandálicas, sin embargo, el diario analizado si presenta las protestas estudiantiles relacionadas con el vandalismo, por ejemplo:

Al finalizar la tarde, dos marchas estudiantiles llegaron a la Universidad Nacional sobre la entrada de la calle 26. Estudiantes de la Universidad Distrital y Pedagógica ingresaron al campus de la Nacional y en ese momento algunos encapuchados comenzaron a lanzar piedras a efectivos del Esmad1. En este momento, las autoridades responden con gases lacrimógenos. (Diario El Tiempo, 24 de octubre, 2019)

No deja de ser particular la identificación de todos los marchantes como estudiantes universitarios, asumiendo que todos los que protestan, en este caso hacen parte de la universidad Distrital o la Pedagógica, la noticia también establece la relación entre Universidad Nacional, encapuchados y agresiones, que se abordan con más agresión en tanto la alternativa de resolución es el gas lacrimógeno. En esta misma línea otra noticia dice:

Con algunas escaramuzas entre estudiantes y policías, en Cali y Popayán se vivieron el jueves las movilizaciones universitarias.  Las marchas provocaron trancones, desvíos de rutas del sistema masivo de transporte, MIO, y algunas escaramuzas con las autoridades. (Diario El Tiempo, 10 de octubre, 2019)

En este fragmento es clara la relación entre protestas universitarias y enfrentamientos, aunque también es suficientemente ambiguo para que no quede claro, ni el lugar, ni la forma, ni el tamaño de los enfrentamientos, incluso el usar el término escaramuza, es decir, un escenario de guerra, hace de tales enfrentamientos poco claros, pero además establece una lógica militarista, en tanto quienes se enfrentan en una escaramuza son ejércitos en conflicto, lo que le da un tono bélico a la protesta, a la vez que busca validar el uso de la fuerza y de los excesos de esta especialmente si son provenientes de organismos del Estado.

Como, cuando en la noticia del Diario El Tiempo (28 de octubre, 2019), se menciona que "Los estudiantes todavía no han definido las rutas de la movilización, pero señalan que se tomarán las principales plazas del país.", en este fragmento se puede evidenciar el uso del término "tomarán", el cual tiene una clara relación, con un evento histórico que marcó la historia de Colombia: La toma del Palacio de Justicia en la capital del país, Bogotá, en 1985.

Se puede plantear, desde Martín-Baró (1989), que el sujeto y la sociedad, al construirse dialécticamente, es decir, en un proceso conjunto de interrelación constante, los aspectos históricos y contextuales inciden en la forma en cómo se constituye la realidad social, atravesada por elementos ideológicos. En este caso puntual del contexto colombiano, al emplear el término "toma" que se relaciona con dicho suceso histórico violento, se podría entender que los manifestantes literalmente tomarán de forma militar y violenta estos sitios.

Por lo tanto, el término es empleado para tergiversar la intencionalidad de los manifestantes y generar en el lector, de este periódico digital de distribución nacional, una errónea interpretación de la protesta social, en este caso puntual, en la que los manifestantes se reunirían en determinados puntos emblemáticos de la ciudad con el objetivo de manifestar su inconformidad sobre temas gubernamentales y exigir el cumplimiento de sus peticiones.

Por otro lado, y con respecto a la protesta indígena aparecen otras asociaciones, pues se asume que si se trata de una protesta relacionada con tierras esta es netamente indígena, teniendo presente que las noticias sobre protesta indígena se centran en el sur del país, mientras la protesta campesina se enfatiza en el centro del país, separando la protesta indígena de la campesina.

En este caso se repiten palabras como: Líderes, voceros, y minga (forma de organización colectiva indígena del sur del país), ilegal, violencia, actores armados, pérdidas millonarias; como por ejemplo cuando se dice: "una protesta más de los indígenas, se convirtió en un escenario crítico de violencia con resultados lamentables en sacrificio de vidas humanas, heridos, pérdidas económicas" (Diario El Tiempo, 6 de abril, 2019).

En adición a esto, a uno de los aspectos que mayor importancia se le atribuye es a las pérdidas económicas para las empresas, luego se presentan las afectaciones a la distribución de mercancías, las dificultades de traslado de medicamentos, y solo cuando los temas económicos se agotan se hace mención a la pérdida de vidas humanas o de heridos asociados a las protestas, como es el caso de la noticia de Diario El Tiempo (6 de abril, 2019) que menciona "Aunque hay muchas cifras que hablan de los estragos de la crisis, solo el sector agrícola calcula sus pérdidas por la acción de los indígenas en 80.000 millones de pesos."

También, priman las menciones a las heridas en la fuerza pública y se desconocen los informes o las menciones que voceros indígenas hacen de las heridas o muertes causadas por estamentos estatales en el desarrollo de las protestas, un ejemplo es el siguiente titular y encabezado de una noticia "La minga del Cauca, de la protesta social a la transgresión de la ley. La protesta dejó pérdidas millonarias. El presidente Iván Duque denunció que estuvo infiltrada" (Diario El tiempo, 6 de abril, 2019).

Elementos que revelan que la presentación de noticas asociadas a la protesta indígena no solo es ambigua sino imprecisa, en donde se mezclan elementos que van de lo económico a lo militar, pues en esa misma noticia, pasan de hacer referencia a la protesta indígena a la vinculación de un número de indígenas con un grupo de disidencias de las antiguas guerrillas de las Farc, haciendo que la intensión de la noticia vaya de la descripción de la protesta indígena, que exigen atención del Estado para evitar el asesinato constante de líderes indígenas, a la vinculación de algunos con un grupo de actores armados ilegales.

Según informes de inteligencia, un grupo de 250 hombres, en su mayoría indígenas, hace parte de la estructura de las disidencias de las Farc en la región, bajo el mando de Johany Noscué Bototo, alias Mayimbú. Este grupo sería el responsable de por lo menos 12 ataques contra la Fuerza Pública y la infraestructura. (Diario El tiempo, 6 de abril, 2019)

Ese fragmento muestra la ambigüedad de la noticia, entendiendo que la única relación que tiene tal párrafo con la protesta indígena es que hay algunos indígenas que hacen parte de una organización criminal que operan en algún lugar del país, pues la noticia no lo dice.

Dichas ambigüedades en las noticias sobre protesta indígena permiten que la noticia presente generalidades confusas, en tanto se asumen elementos que magnifican el impacto de la misma, como cuando se dice: "Los 1,8 millones de colombianos que viven en Cauca y Nariño, y en zonas aledañas de Huila y Putumayo, estuvieron 25 días bloqueados, sin acceso a medicinas, alimentos ni combustibles" (Diario El tiempo, 6 de abril, 2019), elementos como estos dificultan el entendimiento de las razones de la protesta y el desarrollo de la misma, especialmente si es leída por alguien de un departamento diferente al que se lleva a cabo.

Los fragmentos presentados reflejan la relación entre lenguaje y creación de la realidad, en tanto las noticias sobre la protesta universitaria o indígena, en el periódico digital de distribución nacional seleccionado, logran asociar las exigencias validas de la población civil con agresión, vandalismo y violencia, recordando que "el conocimiento del mundo no radica en las ideas, sino en los enunciados que circulan" (Santander, 2011, p. 209); esto implica que el lenguaje no solo expresa las ideas sino que también da forma a la realidad, no en vano si "se concibe el discurso como unja forma de acción. Entonces, en ese sentido, analizar el discurso que circulan en la sociedad es analizar una forma de acción social" (Santander, 2011, p. 210).

Elementos que recuerdan a Parker (2009), quien afirma que hay que atender las formas en las que nos han dicho cómo o en qué pensar, que se puede relacionar con los planteamientos de Iñiguez y Antaki (1994), sobre el discurso en tanto "es un conjunto de prácticas lingüísticas que mantiene y promueven ciertas relaciones sociales" (p. 63), se hace visible entonces que la noticia busca la asociación entre las exigencias justas de la población con vandalismo, agresión y violencia, logrando que tal asociación se naturalice y se asuma como verdadera en función de la repetición sistemática de la misma.

En este orden de ideas, en la noticia Diario El Tiempo (6 de abril, 2019) se menciona que "La idea noble de la protesta social fue distorsionada", se puede analizar que la protesta indígena se convierte en un escenario crítico de violencia; la protesta está infiltrada de actores armados ilegales; se logra que se organicen actitudes concretas, y no en vano Van Dijk (1996), afirma que a través de un grupo de opiniones generalizadas organizadas esquemáticamente acerca de temas sociales se puede lograr hacer que emerjan ideas concretas que dan forma a elementos ideológicos, construyendo categorías que definen a un grupo. Por lo tanto, la protesta indígena, justa, en tanto exige atención estatal y protección a la vida, se asocia con agresiones contra el Estado, las instituciones o las organizaciones económicas, invalidando las exigencias y logrando implantar la idea que protesta equivale a violencia de unos pocos contra el Estado.

En consecuencia, Iñiguez y Antaki (1994), platean que para dar cuenta de lo que implica el discurso hay que buscar las relaciones estructurales del fenómeno, preguntando por las estructuras sociales y las relaciones de clase asociadas al discurso, siendo necesario preguntar "¿Qué fenómeno social se está intentando aclarar? ¿Qué relaciones sociales se quiere explicar? ... ¿Qué relaciones sociales mantenida y promovidas a través del lenguaje se quiere explicar?" (p. 64).

Siguiendo esta lógica se pueden responder tales preguntas con el fin de comprender los elementos que el discurso devela, así la primera pregunta, referida al fenómeno social que se busca entender, tiene que ver con la protesta social como manifestación legitima de descontento frente a las decisiones gubernamentales actuales y como una forma de organización valida de personas que sienten vulnerados sus derechos, así el fenómeno es la protesta social.

La segunda pregunta equivale a dar cuenta de las relaciones sociales existentes entre los actores involucrados, en donde hay una multiplicidad de actores que se pueden agrupar fundamentalmente en dos: El Estado, o más claramente el gobierno actual, y la población civil, específicamente aquella que queda lejos de las decisiones gubernamentales pero que es afectada por las mismas, en este caso, la población estudiantil y la indígena, afectados por diferentes políticas sociales, económicas, agrarias, educativas, jurídicas, e incluso policiales y militares, se entiende que no participan directamente en tales decisiones, aunque los implica severamente.

Es claro que la población indígena son receptores directos de decisiones gubernamentales que se hacen desconociendo las exigencias y reclamos de la población civil, quienes reclaman equidad económica y acceso a educación, uso adecuado de recursos económicos del Estado, protección para líderes y grupos sociales organizados tanto indígenas como estudiantiles, reducción de la corrupción y cumplimiento del proceso de paz iniciado en el gobierno pasado. Pese a lo anterior, incluso en la noticia Diario El Tiempo (25 de abril, 2019) se menciona que "aún hay temas no resueltos con el presidente Iván Duque, pese a que se levantaron los taponamientos en la Panamericana, el pasado 6 de abril.", pues el Estado hasta el momento, no cumplía con establecer una mesa de diálogo con la población indígena.

En adición, Iñiguez y Antaki (1994), plantean que se debe comprender las relaciones sociales mantenidas y promovidas a través del lenguaje, aquí hay un elemento clave en el discurso de este medio de comunicación en particular, en tanto se emplean generalizaciones, juicios de valor y justificaciones que hacen ambigua la presentación de la noticia, por ejemplo la noticia Diario El Tiempo (6 de abril, 2019), hace afirmaciones que buscan la naturalización de la asociación de la protesta con agresión y violencia, a través de diferentes frases como: "Aunque hay muchas cifras que hablan de los estragos de la crisis, solo el sector agrícola calcula sus pérdidas por la acción de los indígenas en 80.000 millones de pesos"; donde se hace énfasis a las pérdidas del sector financiero pero no a las pérdidas de vidas asociadas al asesinato de líderes de grupos indígenas, desmovilizados o líderes de procesos de restitución de tierras u otras organizaciones sociales, que es una de las causas de estas protestas.

Otras frases buscan la asociación directa de los grupos indígenas con enemigos del Estado, así en el mismo artículo señala la pertenencia de "250 hombres, en su mayoría indígenas, hace parte de la estructura de las disidencias de las Farc en la región", pero el artículo no confirma que tal grupo armado haga presencia en las protestas, aunque si aparece sus mención en la noticia, buscando la asociación entre indígenas del sur del país y guerrillas; asociación que se fortalece con frases, como "además, ocho indígenas murieron en Dagua el pasado 21 de marzo por una presunta manipulación de explosivos" (Diario El Tiempo, 6 de abril de 2019), zona ubicada a más de 100 kilómetros de dónde se llevan a cabo las protestas.

Así, el medio digital no queda por fuera de elementos ideológicos, pues para Van Dijk (1996), todo usuario de lenguaje habla, escribe y comprende el mundo desde su posición concreta, su pertenencia a grupos y su proceso de identificación con otros, lo que en este caso revela la distancia establecida entre la periferia y especialmente los grupos indígenas y el centro del país, no en vano el Diario El Tiempo, aunque es de distribución nacional y tiene alto número de suscriptores, no deja de ser del centro del país.

Para Van Dijk (1996), el discurso y la ideología están tan unidos que es muy complejo determinar límites, así como discurso e ideología están tan interrelacionados que es complejo determinar sus límites, entonces el discurso permite revelar no solo procesos identitarios, sino también prejuicios, estereotipos y aspectos ideológicos asociados a cada grupo, revelando entonces cómo lo ideológico se generaliza, normaliza y naturaliza.

Así emerge en los discursos de las noticas de prensa un elemento ideológico que permite que lo contextual, lo históricamente situado se asuma como usual y por tanto cotidiano y natural, logrando que ante las exigencias de la población civil solo quede mención no de la movilización sistemática de sujetos sino de algunas agresiones concretas, lo que recuerda que los medios de comunicación, y los diarios, no dejan de ser empresas con intereses económicos, revelando elementos asociados a los medios, en este caso al diario, y al poder, lo que remite a Foucault (2008), para quien el poder es una situación estratégica que opera como productor de estructuras, que logra procesos de dominación debidos a los efectos hegemónicos repetidos constantemente, así el efecto producido por la asociación entre vandalismo, agresión y violencia con la protesta social, se convierte en una estrategia concreta del ejercicio del poder.

En tanto para Foucault (2008), el poder se ejerce con objetivos claros y tácticas explicitas y precisas; en este caso los reportes de prensa y las formas en las que están escritos y que establecen la estrategia mediática de asumir que las protestas son llevadas a cabo por sujetos ilegales, en tanto el cubrimiento mediático de la protesta social se debate entre dar datos de pérdidas económicas asociadas al mundo de los negocios y la presentación de las exigencias de las personas que protestas como requerimientos inválidos en tanto provienen de vándalos infiltrados por actores armados ilegales, convirtiéndose en una estrategia concreta, como lo plantea Foucault (2008).

Para finalizar, las noticias presentadas sobre este tema buscan invalidar tanto la protesta social como las exigencias de la población que la lleva a cabo, pudiéndose establecer que más que informar sobre el evento, describiéndolo concretamente, se convierten en estrategias comunicacionales hechas con la intención concreta de descentrar la atención de los temas álgidos que causaron la protesta social y centrarse en actos vandálicos llevados a cabo por unos pocos, que se convierten en el centro de la noticia, olvidando las razones de la protesta y las exigencias justas de la población civil implicadas.

 

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Recebido em: 28/11/2019
Aprovado em: 23/07/2020
Financiamento: Semillero de Investigación Psicología crítica en contextos sociohistóricos, Universidad de SanBuenaventura Cali, Colombia

 

 

1 Esmad, son las siglas de Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía Nacional de Colombia

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