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Universitas Psychologica

versão impressa ISSN 1657-9267

Univ. Psychol. v.7 n.1 Bogotá abr. 2008

 

 

Propiedades psicométricas del inventario de situaciones y comportamientos agresivos y del inventario de motivos para la agresión*

 

Psychometric properties of the situation and aggressive behavior inventory and the motives for aggression inventory

 

 

Fernando Juárez Acosta; Maribel Montejo Hernández**

Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia - UPTC

 

 


ABSTRACT

Psychometric properties of the Situation and Aggressive Behavior Inventory and the Motives for Aggression Inventory were examined in a sample of 373 students of Medicine and Psychology in the city of Tunja in Colombia. In the Situation and Aggressive Behavior Inventory, most common aggressive behaviors were verbal aggression and attitudes or rage gestures, with physical aggression, verbal aggression and threatening showing the highest correlations; most common situation were study problems, family and interpersonal relations, and familiar or personal economy, no high correlations were found among situations or situations with behaviors. In the Motives for Aggression Inventory, most common motives were rage, emotional discomfort, self-defense and defending values. A Cronbach´s Alpha of 0.91 was obtained. Both of the questionnaires showed a single dimension (construct validity) and satisfactory divergent validity, with the Psychopathy subscale of the Clinical Analysis Questionnaire by Krug (1987), and convergent validity, with the Aggression Questionnaire by Buss and Perry (1992). Homogeneity coefficients were appropriated. Motives in the IMA, specially the pleasure of being aggressive, getting what you want, something makes you feel bad, and valuing aggressive persons, were predictors of the behaviors in the ISCA.

Key words Authors: Aggression, Behavior, Situation, Motivation, Prediction, Concurrence.

Key words plus: Clinical Protocols, Quality of Life, Time series studies.


RESUMEN

Se examinaron las propiedades psicométricas del Inventario de Situaciones y Comportamientos Agresivos (ISCA) y del Inventario de Motivos para la Agresión (IMA) en 373 estudiantes de Psicología y Medicina de la ciudad de Tunja en Colombia. En el ISCA, los comportamientos más frecuentes fueron la agresión verbal y las actitudes o gestos de ira; las correlaciones más altas se encontraron entre agresión física, verbal y amenazas; las situaciones mas frecuentes fueron los problemas en los estudios, las relaciones familiares, interpersonales, y la economía familiar o personal, no observándose correlaciones elevadas entre las situaciones, o entre las situaciones con las conductas. En el IMA, los motivos más frecuentes fueron la ira, el malestar emocional, el tener que defenderse y el defender los valores; se obtuvo un Alfa de Cronbach de 0.91. En ambos cuestionarios se obtuvo una sola dimensión (validez de constructo) y una buena validez discriminante, con la subescala de Psicopatía del Cuestionario de Análisis Clínico de Krug (1987), y convergente, con el Cuestionario de Agresión de Buss y Perry (1992). Los coeficientes de homogeneidad resultaron adecuados y los ítems del IMA, especialmente el placer que produce agredir, conseguir tener lo que se quiere, que algo haya producido malestar y el valorar a las personas agresivas, fueron predictores de las conductas del ISCA.

Palabras clave: Agresión, Comportamiento, Situación, Motivación, Predicción, Coocurrencia.

Palabras clave descriptores: Protocolos Clínicos, Calidad de vida, Estudios de series temporales.


 

 

La violencia tiene consecuencias graves en la comunidad (Lamberg, 2003) y constituye una de las principales causas de muerte en todo el mundo (Hall, 2004), siendo en Colombia el principal problema de salud pública (Brundtland, 2002). Agresión y violencia son conceptos que con frecuencia se utilizan como sinónimos (Zarza & Froján, 2005), entendiéndose en ocasiones la violencia como una agresión ejercida sobre otro (Vanegas & Benavides, 2004) y considerándose consustancial a la condición humana (Horne, 2005), algo más que un hecho que provoca daño o causa la muerte (Herrenkohl, et al., 2000). Se ha señalado que la violencia consiste en hechos cotidianos y rutinarios (Farrington & Loeber, 2000), que se puede producir como resultado del uso del poder (Richman & Fraser, 2001) del cual es inseparable (George, Larson, Koenig & McCullough, 2000; Pedersen, Wichstrom & Blekesaune, 2001), que tiene una base biológica (Aluja, 1991; Holmes, Murphy & Crawley, 2002) o cognitiva (Elliott & Mirsky, 2002), y que se adquiere mediante el aprendizaje social (Bandura & Ribes, 1978) o instrumental (Buss, 1961), entre otras explicaciones.

De este modo, la violencia o la agresión son fenómenos multicausales (Hall, 2004), y los motivos para cometer actos agresivos son numerosos, produciéndose dichos actos en diferentes tipos de relaciones y contextos, tales como el matrimonio (Kinnunen & Pukkinen, 2003), la relación entre padres e hijos (Marcus, Lindahl & Malik, 2001), en la relación con niños (Galen & Underwood, 1997), en instituciones educativas (Hudley, 1993), o el lugar de trabajo (Glomb, 2002). Estas formas de violencia se han clasificado como violencia personal, en la comunidad, social, o estructural, entre otras (Rivera, 2003).

Desde diferentes perspectivas, se han diseñado instrumentos para evaluar el comportamiento agresivo (Poulin & Boivin, 2000), se han elaborado cuestionarios breves, de uso clínico, para detectar situaciones de violencia (Majdalani, Alemán, Fayanás, Guedes & Mejía, 2005), o maltrato (Avilés & Monjas, 2005). No obstante, existe la necesidad de evaluar los componentes individuales de la agresión (Buss & Perry, 1992), así como de construir instrumentos fiables (Sobral, Romero, Luengo & Marzoa, 2000). De acuerdo con esto, y con base en los resultados obtenidos en estudios previos (Juárez, 2000, 2002, 2003; Juárez, Dueñas & Méndez, 2006; Juárez, García & Tovar, 2002), se construyeron el Inventario de Situaciones y Comportamientos Agresivos (ISCA), el cual recoge situaciones y comportamientos identificados en diversas poblaciones, y el Inventario de Motivos para la Agresión (IMA), el cual se compone de los elementos motivacionales presentes en definiciones y teorías aceptadas y con evidencia empírica, tales como la teoría instrumental (Buss, 1961), del interaccionismo social (Tedeschi & Felson, 1994), de la impulsividad (Plutchik & Van Praag, 1995), del afecto negativo (Berkowitz, 1996), del autoestima (Baumeister & Boden, 1998), de los valores (Axim, 1999) o del conflicto (Ogley, 1999). Al mismo tiempo tiene en cuenta algunos aspectos psicofisiológicos de la agresión (Le Marquand, Benkefald & Phil, 1999; Raine, 1993).

El presente estudio se llevó a cabo con el fin de verificar las propiedades psicométricas del ISCA y del IMA; dichas propiedades son importantes en los instrumentos que evalúan agresión (Quimette, Shaw, Droza & Leader, 2000), debido al hecho de que se ha incrementado la investigación en este campo (Sobral et al., 2000).

 

Método

Participantes

Se seleccionaron por conveniencia 373 estudian tes de Medicina y Psicología de la Facultad de Ciencias de la Salud, en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia en la ciudad de Tunja; 200 participantes correspondían a la carrera de Psicología y 173 a la de Medicina.

Instrumentos

Se utilizó una encuesta de datos sociodemográficos para obtener información sobre la edad, el sexo, el estado civil, la carrera y el semestre que cursaban los participantes.

Se aplicó el Inventario de Situaciones y Comportamientos Agresivos (ISCA) de F. Juárez (Anexo A), el cual consta de dos subescalas: a) la subescala de comportamientos agresivos, la cual se compone de nueve ítems que caracterizan diferentes clases de agresión, y en la que el individuo elige entre tres opciones de respuesta (casi nunca o nunca, a veces y bastante), para determinar el grado en que la persona ha incurrido en estos comportamientos; b) la subescala de situaciones, la cual consta de trece ítems que describen diferentes situaciones en las que se manifiestan los comportamientos agresivos anteriores; el individuo, de nuevo, elige entre tres opciones de respuesta (casi nunca o nunca, a veces y bastante) para determinar la frecuencia con la que se han producido los comportamientos agresivos anteriores en esas situaciones. El inventario tienen una base empírica, y está derivado de investigaciones anteriores (Juárez, 2000, 2002, 2003; Juárez, et al., 2006; Juárez, et al., 2002), en las cuales los participantes llevaban a cabo autorregistros anotando los acontecimientos que les ocurrían en un periodo de cuatro semanas. Igualmente, las reacciones ante los mismos. Estos estudios se realizaron en muestras de individuos pertenecientes a la población general y desplazada (Juárez, 2000, 2002, 2003; Juárez, et al., 2002). La categorización de dichas situaciones o contextos y de las conductas de los individuos permitió elaborar un inventario el cual se aplicó en un estudio posterior con participantes pertenecientes a la Policía Nacional de Colombia (Juárez et al., 2006). Se obtuvieron resultados similares a los estudios anteriores, lo que confirmó la bondad de su utilización y dio lugar al instrumento actual.

Anexo A

Asimismo, se aplicó el Inventario de Motivos para la Agresión (IMA) de F. Juárez (Anexo B), el cual consta de 26 ítems. El sujeto puede elegir entre tres opciones de respuesta (casi nunca o nunca, a veces, bastante) para indicar la frecuencia con que cada uno de esos motivos le impulsa a realizar actos agresivos. Este cuestionario está fundamentado en definiciones y teorías de gran respaldo empírico, las cuales atribuyen a algunas características específicas la motivación fundamental para cometer actos agresivos. Dichas características son la que se ha incluido en este inventario. Así, por ejemplo, la teoría instrumental (Buss, 1961) propone que la agresión se debe al refuerzo que obtiene el individuo, ya sea en bienes materiales, prestigio social, etc. (e. g. ítem 1, "Así consigue tener lo que quiere"); la teoría del interaccionismo social (Tedeschi & Felson, 1994) considera que un individuo agrede debido a que se siente agraviado, toma una decisión equivocada o tiene la necesidad de defender o promocionar su identidad social (e. g. ítem 17, "Han sido injustos con ud."); la teoría de la impulsividad (Plutchik & Van Praag, 1995), asegura que la misma favorece la ejecución de actos agresivos (e. g. ítem 3, "No se puede controlar"); la teoría del afecto negativo (Berkowitz, 1996) señala que diversos acontecimientos pueden producir malestar e impulsar a las personas a realizar actos agresivos (e. g. ítem 2, "Algo le ha producido malestar emocional"); la teoría de la autoestima (Baumeister & Boden, 1998) indica que la necesidad del reconocimiento personal puede convertir a una persona en agresor (e. g. ítem 9, "Tienen que respetarle"); la teoría de los valores (Axim, 1999) parte de la idea de que un individuo se puede sentir obligado a defender ciertos valores (e. g. ítem 19, "Es necesario defender los valores"); la teoría del conflicto (Ogley, 1999) apunta a que la conducta agresiva es una forma de resolución de conflictos (e. g. ítem 8, "Tiene que resolver algún conflicto"); las teorías fisiológicas y biológicas (Le Marquand, et al., 1999; Raine, 1993) indican que la actividad fisiológica, bioquímica, o, incluso, la disposición anatómica de un organismo, hacen que se convierta en agresor, lo que puede llevar a que muchos individuos consideren la agresión como un fenómeno natural (e. g. ítem 25, "Muchas veces es natural reaccionar así"). En el inventario también se han incluido elementos motivacionales correspondientes a definiciones de la agresión presentes en las teorías mencionadas; por ejemplo, la acción coercitiva como mecanismo de control, propia del interaccionismo social (Tedeschi & Felson, 1994) (e. g. ítem 10, "Así consigue controlar a otros").

Anexo B

Con el fin de obtener la validez convergente del ISCA y del IMA, se utilizó el Cuestionario de Agresión (CA) (Buss & Perry, 1992), el cual se compone de cuatro dimensiones, las cuales miden agresión física (AF), agresión verbal (AV), ira y hostilidad (HO). Este cuestionario consta de 29 ítems en una escala de tipo Likert que va de 1 (muy poco característico) a 5 (muy característico). Dichas escalas muestran una consistencia interna de 0.85 para AF; 0.72 para AV; 0.83 para Ira; 0.77 para HO y 0.89 para el total del cuestionario. Asimismo, el cuestionario arroja una puntuación total de estabilidad de 0.80 (Buss & Perry 1992). Se ha comprobado la validez estrutural y convergente de este cuestionario en poblaciones ofensoras (Williams, Boyd, Cascardi & Poythress 1996), entre otras, y en países tales como Italia (Fossati, Maffei, Acquarini & Di Ceglie, 2003) y España (García, Reyes & Vila, 2002; Porras, Salamero & Sender, 2002). En esta ocasión se aplicó la adaptación realizada para estudios anteriores (Juárez, 2002; Juárez et al., 2002; Juárez et al., 2006).

Finalmente, para observar la validez discriminante del ISCA y del IMA, se utilizó la subescala de Desviación Psicopática (Pp) del Cuestionario de Análisis Clínico (CAQ) (Krug, 1987), la cual arroja altas puntuaciones en las personalidades antisociales o en casos de abuso de narcóticos. Esta subescala consta de doce afirmaciones con las cuales el sujeto debe identificarse eligiendo entre tres niveles de respuesta (casi nunca, a veces, a menudo) y tiene una fiabilidad de 0.82. El cuestionario completo presenta una fiabilidad de 0.89 y una validez de 0.94.

Procedimiento

La aplicación de los instrumentos se llevó a cabo en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia en la ciudad de Tunja. Previa explicación de los objetivos de la investigación a los estudiantes, se aplicó la encuesta de datos sociodemográficos, el CA, el Pp, el ISCA y el IMA de manera grupal. La participación de los sujetos fue voluntaria, y se tuvieron en cuenta las normas éticas en la investigación en salud establecidas por el Ministerio de Salud de Colombia (1993) y por la American Psychological Association (2002).

 

Resultados

En la Tabla 1 se indican las características sociodemográficas de la muestra utilizada. Se observa que el 61.9% (231) de los participantes son mujeres y el 38.1% (142) hombres, la mayoría son solteros (96.0%, 358 participantes) y un número reducido de los mismos vivían en unión libre (2.9%, 11 participantes), estaban casados (0.8%, 3 participantes) o separados (0.3%, 1 participante). La edad promedio de los sujetos era de 20 años (Desviación Estandar = 2.57). Los participantes pertenecían a las carreras de Psicología (53.6%, 200 participantes) y de Medicina (46.4%, 173 participantes). Los semestres con mayor número de participantes fueron cuarto (18.5%, 69 participantes), primero (17.7%, 66 participantes) y segundo (14.7%, 55 participantes). Los que menor número tenían fueron octavo (2.7%, 10 participantes), décimo (1.3%, 5 participantes) y noveno (0.5%, 2 participantes).

 

 

Propiedades psicométricas del ISCA

En la Tabla 2 se observan los valores de la media, desviación estándar, mínimo y máximo para cada uno de los ítems del ISCA. Como se puede apreciar, la conducta más frecuente es la del ítem 2 (agresión verbal) con una media de 1.72 (DE = 0.69), seguida por el ítem 5 (actitudes o gestos de ira), con una media de 1.64 (DE = 0.69). Las situaciones en las que son más frecuentes los comportamientos agresivos son las dificultades en los estudios (ítem 10), con una media de 1.59 (DE = 0.66), problemas en las relaciones familiares (ítem 2) con una media de 1.58 (DE = 0.66), las relaciones interpersonales (ítem 5) con una media de 1.54 (DE = 0.65) y los problemas en la economía familiar o personal (ítem 1), con una media de 1.44 (DE = 0.62).

 

 

Las conductas recogidas en el ISCA pueden correlacionar entre sí, al igual que las situaciones y las conductas con las situaciones, poniéndose así de manifiesto qué conductas se asocian entre sí, en qué situaciones se producen de manera preferente unas conductas u otras, o bien si los individuos que se comportan agresivamente en una situación, lo hacen también en otras. En la Tabla 3 se muestran estas correlaciones.

Tabla 3

En general, los coeficientes en dicha tabla no son muy elevados, aunque se aprecia, en la parte superior, que la agresión física (AF), la agresión verbal (AV) y las amenazas (AM) mantienen unos coeficientes superiores a 0.50. Se destaca también el coeficiente de AF y arrojar objetos (AO) (0.50), así como el de la AV con las actitudes o gestos de ira (AI) (0.53). A su vez, AM también se relaciona con AO y coacción verbal (CV) (0.54), aunque AO se relaciona poco con CV (0.32); AI también mantiene unas relaciones moderadas con AM y CV (0.45), las otras correlaciones (IA, NC y OC) son inferiores a los valores indicados. La subescala de situaciones, en la parte media de la Tabla 3, no presenta correlaciones elevadas; únicamente los problemas de salud personal (SP) se relacionan moderadamente con los problemas de salud de algún ser querido (SQ) (0.45). Igualmente las correlaciones entre las conductas y las situaciones (parte inferior de la tabla) arrojan unos coeficientes bajos, siendo el más elevado el de AM con los problemas de salud personal (0.42).La Tabla 4 muestra el análisis de fiabilidad y validez del total del ISCA, así como de las subescalas de conductas y situaciones. En cuanto al total de la escala, las medias de las respuestas a los ítems difieren significativamente (F= 520.114, p = 0.00), observándose un alto coeficiente de fiabilidad (Alfa de Cronbach= 0.87). En la subescala de tipos de conductas agresivas, las medias de los ítems difieren entre sí (F = 71.25, p = 0.00), y se observa un Alfa de Cronbach de 0.81. En la subescala de situaciones las medias de los ítems también difieren entre sí (F = 462.183, p = 0.00) y se obtiene un Alfa de Cronbach de 0.79.

Tabla 4

Para determinar la validez de constructo del ISCA se realizó un análisis factorial; mediante la prueba de Bartlertt se comprobó que las correlaciones entre las medidas son adecuadas (?2 = 2324.372, gl = 231, p = 0.00); de igual forma la prueba de Kaiser-Meyer-Olkin indicó que la muestra es también adecuada (p = 0.87); la extracción de factores se obtuvo mediante la factorización alfa sin rotación. El primer factor explicó el 28.25% de la varianza siendo el resto de los factores poco explicativos (Tabla 4), por lo que el inventario mide una sola dimensión. Para determinar la validez discriminante y convergente del total del inventario, así como de las subescalas de tipos de conductas y situaciones, se obtuvieron las correlaciones con el CA y la subescala Pp; las subescalas y el total del ISCA mostraron una correlación muy reducida con la subescala Pp. De este modo se puso de manifiesto que dichos instrumentos evalúan dimensiones diferentes, ya que la subescala Pp lo hace con una dimensión de personalidad, mientras que el ISCA evalúa comportamientos y situaciones específicas. Por el contrario, se obtienen correlaciones moderadas con la escala AF del CA (conductas = 0.56, situaciones = 0.48, total = 0.56), y ligeramente inferiores en las de AV, Ira y HO, también del CA, las cuales oscilan entre 0.30 y 0.42; para el total del CA también se obtuvieron correlaciones moderadas (conductas = 0.54, situaciones = 0.51, total = 0.57), lo que refleja que aunque ambos cuestionarios evalúan la agresión, ponen el énfasis en diferentes características de la misma.

El coeficiente de homogeneidad de cada ítem se obtuvo mediante su correlación con el total del inventario (Tabla 5); los valores más elevados se obtuvieron en la subescala de conductas, para los ítems 3 (Amenazas = 0.65), 2 (Agresión verbal = 0.59), 6 (Maltratar objetos = 0.59), 1 (Agresión física = 0.58) y 5 (Actitudes = 0.53). Los que obtuvieron una correlación más baja fueron el ítem el 6 de la escala de situaciones (Situación del país = 0.30) y el ítem 8 de la subescala de conductas (No colaboración = 0.28); no obstante, las correlaciones son adecuadas para todos los ítems del cuestionario.

 

 

Propiedades psicométricas del IMA

En la Tabla 6 se observan los valores de la media, desviación estándar, mínimo y máximo para cada uno de los ítems del IMA. Los que obtuvieron medias más altas son el 6 (Algo le ha producido ira) con una media de 1.99 (DE = 0.66), el 2 (Algo le ha producido malestar emocional) con una media de 1.97 (DE = 0.65), el 5 (Le han agredido y tiene que defenderse) con una media de 1.75 (DE = 0.67) y el 19 (Es necesario defender los valores) con una media de 1.72 (DE =0.78). Los que obtuvieron puntuaciones más bajas son el 4 (Le produce placer agredir) con una media de 1.17 (DE = 0.47), el 26 (Otros motivos) con una media de 1.14 (DE = 0.46), el 13 (Quiere hacer daño) con una media de 1.11 (DE = 0.37) y el 11 (La gente valora a las personas agresivas) con una media de 1.09 (DE = 0.35).

Tabla 6

La Tabla 7 muestra el análisis de la fiabilidad y la validez del IMA. Como se puede observar, las medias de los ítems difieren entre sí (F = 138.7971, p = 0.00), y se observa una alta fiabilidad (Alfa de Cronbach = 0.91). La validez del constructo se determinó realizando un análisis factorial; mediante la prueba de Bartlertt se comprobó que las correlaciones entre las medidas son adecuadas (? 2= 3573.667, gl = 325, p = 0.00) al igual que la muestra (Kaiser-Meyer-Olkin, p = 0.91). La extracción de factores se obtuvo mediante la factorización alfa sin rotación; el primer factor explicó el 31.39% de la varianza, siendo el resto de los factores poco explicativos, por lo que el inventario mide una sola dimensión. A su vez, se estableció la relación con el CA y la subescala Pp. Los análisis de validez discriminante y convergente de la Tabla 7 muestran que el IMA no presenta correlación con la subescala Pp, indicando de este modo que dichos cuestionarios miden dimensiones diferentes; por el contrario el IMA presenta correlaciones moderadas con las escalas del CA (AF = 0.52, AV = 0.40, Ira = 0.49, HO = 0.46) y con el total de la escala (0.63); de este modo, estos cuestionarios evalúan diferentes características de un mismo constructo de agresión.

Tabla 7

Los coeficientes de homogeneidad de los ítems están determinados por la correlación de cada uno con el total del instrumento. Dichos coeficientes se muestran en la Tabla 8, destacándose el ítem 15 (No le dejan conseguir lo que quiere) con 0.64; el 8 (Tiene que resolver algún conflicto) y el 23 (Tiene que defender sus ideas), ambos con 0.61; el 22 (Siempre se ha comportado así) con 0.59; el 21 (Le gusta que le obedezcan) y el 18 (Lo que funciona es la ley del más fuerte), ambos con 0.58; el 14 (Tiene que agredir antes de que le agredan) con 0.57; el 19 (Es necesario defender los valores) con 0.56; el 17 (Han sido injustos con usted) con 0.55; el 9 (Tienen que respetarle) con 0.54; el 26 (Otros motivos) es el que menor correlación presenta con un coeficiente de 0.13, lo que puede deberse al reducido número de personas que contestaron al mismo. En general, las correlaciones obtenidas para todos los ítems son satisfactorias.

 

 

Predicción de las conductas del ISCA a partir de los motivos recogidos en el IMA

Los comportamientos agresivos recogidos en el ISCA se pueden predecir a partir de los aspectos motivacionales del IMA. La Tabla 9 muestra los coeficientes de un conjunto de ecuaciones de regresión lineal, sin interceptal, realizadas con los ítems del IMA sobre cada uno de los ítems de la subescala de conductas del ISCA. Se observa que los ítems 5, 8, 9, 10, 12, 16, 17, 18 y 23 no arrojan coeficientes significativos en ninguno de estos modelos. Por otra parte, el ítem más frecuentemente representativo en las diferentes conductas es el 4 (Le produce placer agredir), pues está presente en todas, excepto en la última (Otras conductas). Otros ítems frecuentemente significativos, aunque en menor grado, son el 1 (Así consigue tener lo que quiere), el 2 (Algo le ha producido malestar emocional) y el 11 (La gente valora a las personas agresivas). Todos los modelos resultaron explicativos (ANOVA, p = 0.00).

Tabla 9

 

Baremos del ISCA y del IMA

En la Tabla 10 se muestran los baremos del ISCA y del IMA correspondientes a la muestra utilizada, los cuales se obtienen mediante la transformación de las puntuaciones directas en puntuaciones T (Media = 50, DE = 10) y percéntiles.

Tabla 10

 

Discusión

La bondad de los cuestionarios depende de sus garantías científicas (Carretero-Dios & Pérez, 2005); debido a esto, hemos obtenido las propiedades psicométricas del ISCA, el cual está basado en estudios anteriores, y del IMA, elaborado a partir de definiciones y teorías empíricamente validadas, como instrumentos que pueden ser de interés en el estudio del comportamiento agresivo. Las puntuaciones del ISCA reflejan lo obtenido mediante autorregistros o la aplicación piloto del cuestionario en los estudios anteriores, ya que las conductas violentas más frecuentes son las de tipo verbal, seguidas por las actitudes o gestos de ira (Tabla 2). Igualmente, entre las situaciones más frecuentes se encuentran las relaciones familiares o interpersonales, lo que también coincide con lo arrojado por los estudios de los cuales se deriva este instrumento (Tabla 2). Algunas situaciones son más específicas del tipo de muestra estudiada, tal como ocurre con la relacionada con problemas en los estudios (ítem 10), bastante frecuente en esta muestra. En general, las relaciones entre los diferentes tipos de conductas, situaciones y conductas con situaciones muestran que las conductas de mayor contenido agresivo, como pueden ser las físicas, se relacionan con otras de menor intensidad, por ejemplo las verbales o las amenazas; por otra parte, las de menor intensidad, como la agresión verbal, se asocian con otras de menor intensidad, como las actitudes o gestos de ira. Igual ocurre con las amenazas que se relacionan con maltratar o dañar objetos y con coacción verbal (Tabla 3). Esto es, en cierto modo, coincidente con otro estudio en el cual se observaba precisamente el solapamiento entre las diferentes conductas agresivas en una gran muestra en la ciudad de Bogotá, donde se ponía de manifiesto que, de manera general, los individuos que cometían acciones de mayor intensidad también cometían actos de menor intensidad (Duque, Klevens & Ramírez, 2003). Por otra parte, las bajas correlaciones obtenidas en cuanto a las situaciones y las conductas con las situaciones, nos dice que estos componentes son independientes y que los individuos pueden manifestar comportamientos agresivos en muy diferentes contextos, sin que exista necesariamente una asociación con uno en particular.

El ISCA mostró unas adecuadas propiedades psicométricas. Específicamente se ha recomendado una fiabilidad superior a 0.5 ó 0.7 en instrumentos de investigación (Esteban, Ruiz & Cerezo, 1996). En este caso se ha obtenido un coeficiente para la puntuación total del cuestionario de 0.87; para la subescala de conductas, de 0.81 y para la de situaciones, de 0.79 (Tabla 4). Un aspecto de interés es el hecho de que la puntuación total del cuestionario se obtenga mediante la suma de dos subescalas que en principio son diferentes, la de conductas y la de situaciones. Aunque esto puede requerir mayor investigación, la validez del constructo del cuestionario arroja una sola dimensión (Tabla 4) en la cual están comprendidas ambas subescalas, lo que apoya la utilización de esta puntuación total, independientemente de que se utilicen las puntuaciones de cada una de las subescalas de manera separada. El ISCA mide comportamientos y situaciones constituyentes de un constructo de agresión de manera diferencial a otros cuestionarios, lo que se pone de manifiesto en la validez discriminante que presenta con la subescala Pp y en la validez convergente con el CA (Tabla 4). Estos buenos resultados están justificados, ya que la subescala Pp evalúa una dimensión de la personalidad que incluye aspectos indirectamente relacionados con el comportamiento agresivo manifiesto, mientras que las subescalas del CA están específicamente asociadas a la conducta agresiva o la evalúan directamente, aunque no sean iguales a las del ISCA. En este sentido, se ha señalado que si la validez convergente es alta y la validez discriminante es baja, se puede considerar que la medida tiene validez de constructo (Blasco, 2001), lo que se pone de manifiesto en el caso del ISCA. Finalmente, los coeficientes de homogeneidad de cada ítem son también altamente satisfactorios (Tabla 5).

Resultados similares se obtienen para el IMA, el cual, con un coeficiente de fiabilidad de 0.91, se sitúa en el nivel de lo recomendado para instrumentos clínicos (Esteban, et al., 1996) (Tabla 7). El IMA recoge una sola dimensión de la agresión, la dimensión motivacional, lo que se refleja en la validez del constructo obtenida mediante el análisis factorial (Tabla 7). Esta dimensión se mide de manera diferencial a otros instrumentos, reflejándose en la buena validez discriminante obtenida con la subescala Pp y en la validez convergente obtenida con el CA, por lo que el IMA, al igual que el ISCA, constituye una evaluación de aspectos diferenciales de la agresión no contenidos en los otros cuestionarios utilizados como criterios. De nuevo, en este caso los coeficientes de homogeneidad de los ítems se muestran altamente satisfactorios (Tabla 8).

Los motivos para cometer actos agresivos recogidos en el IMA predicen, en esta muestra, los comportamientos descritos en el ISCA (Tabla 9), aunque es de esperar que en otras muestras adquieran una relevancia diferencial. Esta capacidad predictiva hace complementarios estos instrumentos, dando lugar así a una evaluación comprensiva que incluye conductas, situaciones y motivos para llevar a cabo la agresión. Finalmente, el ISCA y el IMA tienen las cualidades que se han indicado como deseables en un instrumento, es decir, que sea corto y rápido de diligenciar, que pueda ser respondido por el participante solo, que la puntuación sea fácil de obtener y que sea sensible en la variable que mide (Cox, Donohue, Brown, Kataria & Judson, 2003).

 

Referencias

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Recibido: octubre 30 de 2007
Revisado: septiembre 16 de 2007
Aceptado: octubre 23 de 2007

 

 

*Producto del trabajo de la línea de investigación "Estudio de los patrones de comportamiento agresivo y de los factores explicativos" del grupo de investigación "Clínica y Salud", de la Facultad de Ciencias de la Salud, de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC) en Tunja, quien prestó su apoyo logístico para la realización de este proyecto.
**Los autores pertenecen al Grupo de Investigación en Clínica Salud de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Apartado Aéreo 17467, Bogotá. Correo electrónico: fernando_juarez2@yahoo.com

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