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Revista Mexicana de Orientación Educativa

versão impressa ISSN 1665-7527

Rev. Mex. Orient. Educ. vol.8 no.21 México  2011

 

 

Visiones y Representaciones de Estudiantes a Través del Dibujo

 

 

César Jiménez YañezI; Yessica Martínez SotoII*

Centro de Investigaciones Culturales-Museo de la Universidad Autónoma de Baja California, México
Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Autónoma de Baja California, México

 

Estudiar o no estudiar (para ser profesor), ésa es la cuestión…

 

 


Resumen

La relación entre discurso y práctica pedagógica no siempre van de la mano, lo que genera en sí una gran paradoja. La concordancia y/o desacuerdos entre ambas esferas del quehacer educativo y la orientación de los estudiantes que optan por estudiar alguna carrera relacionada (educación, pedagogía y docencia) es donde se centra nuestro trabajo, que con el objetivo de conocer la visión y percepción de lo que es y representa la educación para ellos, realizamos un taller de semiótica de la imagen donde les solicitamos a alumnos de distintas escuelas normales del estado de Baja California en México, nos retratarán su particular visión de la educación a través de un dibujo. Así, a través de estas representaciones gráficas logramos darnos cuenta bajo qué parámetros conciben el proceso y labor educativa. Al mismo tiempo, gracias a los elementos simbólicos que usaron para representarlos, pudimos identificar y relacionar el contenido de sus discursos frente a este proceso de construcción social sobre la educación.

Palabras clave: Educación, dibujo, representación social, formación profesional.


Abstract

The relationship between discourse and pedagogical practice is not always coherent, which generates in itself an important paradox. The agreements and/or disagreements between discourse and practice within the field of education and the orientation of the students that choose to pursue a career in education (pedagogy, teaching) are where our work is mainly focused. The objective is to get to know the vision and perception of what is and what education represents for these students for which we carried out a semiotics workshop in which students from several teaching schools throughout the state of Baja California in Mexico were asked to express their particular perception on education through a drawing. By analyzing these graphic representations we are able to determine how the students conceive the education process and their role in such process. In same way, thanks to the symbolic elements that were used by the students in their drawings we can identify and relate those elements to the content of their discourses in regards to the process of social construction about education.

Keywords: Education, drawing, social representation, professional training.


Resumo

A relação entre o discurso e a prática pedagógica nem sempre estão relacionados, o que gera um grande paradoxo. A concordância e/ou os desacordos entre ambas as esferas dos afazeres educativos e a orientação dos estudantes que optam por estudar algum curso relacionado (educação, pedagogia e docência) é o ponto onde se centra nosso trabalho. Com o objetivo de conhecer a visão e a percepção do que é e representa a educação para eles, realizamos uma oficina de semiótica da imagem onde solicitamos a alunos de diferentes escolas normais do estado de Baja Califórnia, no México, que reproduzissem sua visão particular da educação através de um desenho. Assim, através destas representações gráficas, conseguimos nos dar conta sobre que parâmetros concebem o processo e o labor educativo. Ao mesmo tempo, graças aos elementos simbólicos que usaram para representá-los, pudemos identificar e relacionar o conteúdo de seus discursos ante este processo de construção social sobre a educação.

Palavras chave: Educação, desenho, representação social, formação profi ssional.


 

 

INTRODUCCIÓN

Cuando decidimos ingresar a alguna universidad o escuela para seguir una carrera profesional muchas veces las motivaciones varían de lo insólito a lo absurdo o de lo conocido a lo práctico, pero casi nunca tomamos una decisión basados en información detallada, de calidad y menos, en lo que realmente sentimos por vocación hacer. Éste es el caso de estudiar pedagogía, educación o docencia, carreras que suscitan gran preocupación e importancia en la sociedad porque de ella depende el "buen" desarrollo social y cultural de un pueblo. Pues bien, si hoy, como lo ha sido por siglos, la apuesta educativa de enseñar y aprender es fundamental, entonces serán los futuros profesionales (nuevamente) los encargados de orientar y llevar a cabo en la práctica estos procesos. De este modo los profesores (como ya sabemos) pasan a tener un papel muy importante, pues son quienes dan, en gran medida, el impulso y la orientación a la labor educativa. De ellos depende, en gran medida, modificar al mundo a través de sus alumnos. Pese a ello existe un gran vacío acerca de cómo los futuros profesores conciben y reflexionan sobre lo que será su labor y con base en qué elementos la construyen.

Justo aquí es donde se produce la gran paradoja en la educación, ya que cuando una generación busca imprimir su particular sello de entender e interpretar el mundo a otra no hace más que perpetuar una visión específica que se solidifica en sus representaciones; es decir, existe una continuidad social y cultural que se considera aceptable, por lo que la nueva generación tendrá la misma base que la anterior. Así, nuestra forma de construir socialmente la educación no variará a pesar del paso inexorable del tiempo y de los distintos espacios sociales en los cuales nos desenvolvamos, puesto que nuestra realidad; o sea, nuestra particular forma de ver vendrá determinada y se convertirá para nosotros en una realidad absoluta.

En México cada año miles de estudiantes ingresan a las carreras de educación, docencia o pedagogía de las escuelas normales y universidades públicas y privadas del país, resumiéndose en ellos las expectativas de un país que busca generar un gran cambio social. En este sentido, la educación, para muchos docentes y teóricos sobre el tema, es sinónimo de formación, superación y transformación individual y social por lo que la formación académica en esta área sintetiza las grandes posibilidades de cambio personal y colectivo que tiene por finalidad contribuir a que la sociedad pueda construir (elaborar) su propio desarrollo.

En el presente artículo iremos presentando el sustento contextual, teórico y metodológico en el cual se basó nuestro trabajo para finalizar con la presentación de los resultados y análisis de un ejercicio práctico que se realizó con estudiantes del área de la educación en el estado de Baja California en México y que da cuenta, en específico y de forma particular, la visión que ellos tienen de la educación formal y sobre la cual, de forma consciente e inconsciente, trabajarán, reforzarán, transmitirán y reproducirán durante sus prácticas en la vida laboral.

 

EL DIBUJO COMO MÉTODO DE INVESTIGACIÓN

Regularmente asociamos el dibujo a los niños como una herramienta natural de expresión y desarrollo psicopedagógico, por lo que pensar en utilizarlo como soporte metodológico en jóvenes y adultos no es algo común. Sin ir más lejos, en la propia escuela el dibujo va desapareciendo paulatinamente de los programas y tareas escolares, llegando a desaparecer ya en los niveles de media superior y superior. Así, cuando les solicitamos dibujar a jóvenes universitarios la mayoría advierte que "no sabe dibujar" ya que asocian el dibujo por una parte con la presentación gráfica de réplicas casi exactas de los objetos que quieren dibujar y por otra, conocidos los parámetros culturales del sentido estético, piensan que les va a quedar "feo". El dibujo no es un recurso exclusivo de los niños, por lo que su dimensión de análisis puede abarcar a toda la población incluyendo niños, jóvenes y adultos. Todos saben dibujar.

En este sentido el dibujo nos ofrece una opción ilimitada de interpretación y nos da cuenta de los procesos cognitivos, culturales y afectivos a los cuales una persona recurre para ordenar y dar forma en un soporte limitante (hoja de papel, cuaderno, pared, cuadro) los elementos simbólicos que representarán su visión de lo que se le pide. Es así, que para Jiménez, Mancinas y Martínez (2008), este discurso pictográfico, que en lo individual tiene y otorga un sentido particular expresado de manera lógica y ordenada, vendrá determinado por un contexto cotidiano que impone el uso regular de ciertos elementos y competencias propias de la cultura, sus interacciones, su estructura biológica y de sus capacidades cognitivas, fenómeno que Antezana (2003) reconoce, principalmente en el dibujo infantil, como la construcción lógica que debe hacer el niño a partir de la combinación de su constitución biológica y sociocultural.

Indudablemente el dibujo como método de representación del pensamiento nos ofrece un recurso de análisis invaluable para introducirnos a un mundo particular de percepción e interpretación de la realidad. El dibujo nos entrega más información de la que podemos observar por lo que hacer un sólo tipo de análisis en este sentido reduce la riqueza de éste. Para un buen aprovechamiento del contenido de este discurso gráfico, de acuerdo a Jiménez y Martínez (2009), se hace necesario considerar distintas dimensiones disciplinarias para explicar lo que cada dibujante nos ofrece a través de este medio de comunicación. Desde esta perspectiva, podemos darnos cuenta de la riqueza informativa que cada dibujo nos brinda y que necesariamente para entenderlos en su totalidad se deben considerar distintos elementos que con una sola mirada disciplinaria no es posible abarcar y comprender toda la carga simbólica y de relaciones que hace el dibujante respecto de un tema. Para los autores, las personas son capaces de representar los conceptos que hasta el momento han añadido a su esquema de pensamiento y pueden convertirlo a dibujos con sentido lógico sin importar la calidad del mismo.

Dado lo anterior es posible considerar al dibujo como un recurso, estrategia, herramienta o técnica incorporada al plano didáctico, basándonos en la fi losofía del autoaprendizaje o del aprender a aprender, pues proporciona una visión al menos general en primera instancia, del manejo o captación de contenidos, así como el grado de significancia y aplicabilidad que para el estudiante representan. De acuerdo con González (2006) para interpretar un dibujo hay que tomar en cuenta factores como el contexto del dibujante, situación familiar, social e historia personal entre otros factores; es decir, ser conscientes de la naturaleza psicológica y sociocultural del sujeto, aunque ello resulte sólo una aproximación a la realidad particular del mismo y no lo defina todo por sí mismo.

 

REPRESENTACIONES SOCIALES Y EDUCACIÓN

La socialización según Berger y Luckmann (1968), como modo de reproducción de identidad a través de la comunicación social, trata de la integración de imágenes o contenidos culturalmente significativos y específicos en una visión del mundo y de la sociedad por lo que la realidad social nace de una construcción dialéctica (conceptos y prácticas), depurada por el consenso de sus actores, que es el que da identidad a la estructura social. Todos vivimos en espacios sociales en los cuales experimentamos una cierta realidad como si fuese la realidad misma; es decir, la mayoría de las veces asumimos que nuestra particular forma de ver es la forma de ver real.

En este sentido sabemos que todo individuo desarrolla representaciones sobre la realidad. Dentro de las teorías que explican el proceso de pensamiento de las personas se encuentra la teoría de las representaciones sociales, las cuales son una forma de pensamiento socialmente compartido. Estas representaciones, que contemplan tanto el ámbito social como el personal, provienen en buena medida, de sus intercambios comunicativos con otros miembros de su comunidad. Cuando una interpretación es compartida por todos los miembros de una comunidad, se entiende que es una representación social, la cual resalta unos datos y no otros, y ciertas evaluaciones (en lugar de otras) para dar cuenta de algún aspecto de la realidad. Según Revilla (1996) para que un relato participe en los procesos de control social, debe contener representaciones sociales que se presentan como imágenes que condensan un conjunto de significados; sistemas de referencia que nos permiten interpretar lo que nos sucede.

En este sentido la educación es parte fundamental del proceso ya que tiene una estrecha relación con la sociedad y sus formas pedagógicas (estrategias, contenidos, métodos) se corresponden íntimamente con los sistemas sociales. La educación como factor social y socializante comunica al ser humano con su entorno y reproduce la estructura social. De acuerdo a Durkheim es a la sociedad a quien le corresponde recordar al maestro cuáles son las ideas, los sentimientos que hay que imprimir en el niño para ponerlo en armonía con el medio en el que debe vivir. Por esto es que se torna relevante conocer las nociones y pensamientos, de los alumnos que estudian educación, sobre la educación misma, ya que éstos definitivamente determinarán, en algún grado, los comportamientos que se verán en el futuro.

En este ámbito aparece la educación formal -que se institucionaliza en la escuela- que se caracteriza por una relación personal regulada técnicamente entre el que educa y el educado (García, 1960). La importancia que ésta posee es la de transmitir y lograr la internalización de los patrones culturales de una sociedad, entregando aparte de los conocimientos y habilidades prácticas básicas, un código cultural que ordena el modo de pensar y vivir la realidad. Para Ibarrola (1998: 21) "cada sociedad en un momento determinado de su desarrollo tiene un sistema de educación que se impone a los individuos con una fuerza generalmente irresistible". De acuerdo a la autora el proceso educativo tiene que ver con la presencia de una generación de adultos y una de jóvenes donde los primeros ejercen ciertas acciones sobre los segundos; es decir, le imprimen un particular sello social y cultural transmitiendo los mismos códigos que le darán sentido a su actuar.

 

PARADOJA EN LA EDUCACIÓN

El conocimiento común para Moscovici (1986) se constituye a partir de nuestras experiencias, relaciones, aprendizajes, informaciones y modelos de pensamiento que recibimos a través de la tradición, la educación y los medios de comunicación social. De este modo, este conocimiento es, en muchos aspectos, un conocimiento socialmente elaborado y compartido que bajo sus múltiples aspectos intenta dominar esencialmente nuestro entorno. En el caso de la educación, de acuerdo a Bernstein (2001), uno de sus objetivos es propiciar la construcción social, generar la transformación de la cultura a través de los principios de orden y desorden, estos principios son los que permiten crear un discurso pedagógico y mantener su pertenencia dentro de un contexto favoreciendo la transmisión de conocimientos donde el vínculo que utiliza es el lenguaje, un lenguaje amplio y rico en significados y significantes, un código que aún los mismos profesores (quienes tienen la tarea educativa en sus manos) no perciben el mensaje implícito u oculto que se esconde en esa comunicación.

Para el autor, hablar hoy del discurso pedagógico es hablar de un discurso definido con un significado institucional; sin embargo, dicho discurso está regulado por otros significantes. La comunicación aquí permite la transmisión de una historia que poco a poco se va construyendo y que en un contexto dado apoya a adquirir herramientas que facilitan la labor de la enseñanza y de los contenidos en sí; es decir, de todo un discurso pedagógico, transfiriéndose a través de las prácticas pedagógicas que permiten regular la adquisición, producción, reproducción, transmisión y organización de sus contextos. En el fondo, se repite y refuerza lo que ya se sabe y no se crea nada nuevo.

La comunicación pedagógica está marcada por una reproducción de poder y ésta se da por medio de las relaciones sociales. Todo es codificado y transmitido a través de significados que nos ayudan a entender e interpretar nuestra realidad. En este sentido, según Bernstein (2001) podemos decir que la reproducción cultural que realiza la educación es esencialmente una teoría de la educación sesgada, que en realidad quiere decir que tiene una doble interpretación donde se ve reflejado en las relaciones sociales a través de un poder y control que opera en distintos niveles de análisis que crean, justifican y reproducen los limites entre distintas categorías de grupos, género y clase social aún cuando se dice que el lenguaje debe revelar un proceso de interacción y el potencial al cambio (p. 37). En este sentido la educación no puede formar individuos competentes, libres y autónomos.

Para Ibarrola (1998) la sociedad encuentra en cada nueva generación una tabla casi rasa sobre la cual debe construir con nuevos esfuerzos donde a través de la educación se percibe toda su maquinaria. La educación debe perpetuar y reforzar la homogeneidad de la sociedad fijando por adelantado en el "alma" del niño las similitudes esenciales que reclama la vida colectiva. "La educación es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre las que no están aún maduras para la vida social" (p. 25).

El discurso y la práctica pedagógica están disociados, sin ir más lejos, somos constantes testigos que muchos profesores les piden a sus alumnos (en este caso estudiantes del área de educación) que son ellos quienes deberán modificar el sistema, ser agentes de cambio, que deben revolucionar la sociedad, que deben ser autónomos, que serán los constructores de un nuevo paradigma cuando vemos en realidad que todo lo relacionado (planes, programas, prácticas, tareas, lecturas e incluso la forma de actuar del docente) apuntan a repetir el tradicional, desgastado y clásico modelo educativo, no hay nada nuevo y gracias a este trabajo podemos darnos cuenta de ello, vemos que después de siglos de cambios y avances la educación sigue descansando en personas que aún la conciben sobre parámetros tradicionales.

En este sentido, si todos ven y entienden lo mismo ¿de qué cambios en la educación podemos hablar? Es aquí donde el discurso y práctica pedagógica se vuelven una verdadera paradoja.

 

ASPECTOS METODOLÓGICOS

El presente trabajo se realizó en las dependencias de la Universidad Estatal de Estudios Pedagógicos (UEEP) de la ciudad de Mexicali en México donde se invitó a distintos estudiantes de escuelas normales del estado de Baja California a participar de un taller sobre semiótica de la imagen en el cual participaron (de forma libre) 44 estudiantes de la zona pertenecientes a distintas especialidades en educación e instituciones (ver tabla 1). El taller se realizó en el mes del abril del año 2009 participando 35 mujeres y 9 hombres.

Para realizar este trabajo utilizamos el método de acción directa frente al método de coleccionamiento para la recolección de los dibujos y el método de tema sugerido frente al método libre; esto debido a que al dibujar sobre un tema determinado y específico nos priva de los beneficios puro y libre del dibujo, pero nos sirve para poder compararlo con otros que contienen una información común; además, un tema específico hace que el dibujante recurra a todo su material mental (vivencias, experiencias, representaciones, interpretaciones, ilusiones, imaginaciones e imágenes mentales) para dar forma a lo que quiera comunicar al respecto.

 

 

Cada participante realizó un solo dibujo donde la propuesta a dibujar fue "La educación en México", para lo cual se dispuso de un salón amplio para que pudieran trabajar libremente. El taller tuvo una duración de cuatro horas, donde en las dos primeras los asistentes dibujaron y respondieron un cuestionario en relación a su dibujo y las dos siguientes se les instruyó sobre la importancia de la imagen y sus elementos, finalizando con la socialización de sus trabajos. Para realizar esta actividad se les entregó una hoja blanca tamaño carta (21,59 x 27,94 cm.), lápiz grafito, goma de borrar y variedad de lápices de colores. Al terminar cada uno respondió una encuesta con dos preguntas que apuntaban básicamente a la explicación de sus dibujos y a conocer los elementos más importantes del mismo.

Cada dibujo y respuestas presentaron ciertas características que nos dieron las pautas para el análisis. Ante la pregunta ¿Qué significa para los estudiantes de educación la educación y cuáles son sus representaciones? Gracias a los dibujos podemos dar algunas respuestas concretas al respecto.

 

PRESENTACIÓN DE RESULTADOS

Cada dibujo dejó plasmada una visión particular acerca de lo que los propios estudiantes de educación tienen sobre "la educación en México". Definitivamente el resultado del ejercicio nos entregó bastante información respecto a los discursos gráficos que complementados con las explicaciones de los mismos pudimos plantearnos hacer los primeros análisis al respecto. El primer hallazgo importante ha sido identificar en más de la mitad de los dibujos, cerca del 78% en promedio, (ver tabla 2) encontrarnos con tres de los elementos "fundamentales y básicos" en la educación: escuela, profesor y alumnos, donde este último ha sido dibujado en 40 de los 44 dibujos (90,9%). Sin ellos, de acuerdo a la mayoría de los dibujantes, no podría hablarse de educación. Este acierto no hace más que respaldar la clásica concepción donde, a través de muchas generaciones, se nos presentado la tríada educativa como pilar fundamental para el desarrollo del buen proceso educativo.

 

 

 

 

Otros hallazgos relevantes han sido la inclusión también de libros y cuadernos (50% de los dibujos) para complementar la representación de la idea de educación. Como el tema a dibujar era respecto al país de origen de los dibujantes evidentemente el hecho que aparezca la bandera y el territorio mexicano graficado (50%) habla de esa pertenencia que más adelante analizaremos en detalle. Sin embargo, llama la atención que sólo en 8 de los 44 dibujos (18,2%) los estudiantes dibujaran la figura de la familia como parte de este proceso ya que es por todos sabido la importancia que se le ha dado a este elemento en la última década, sobre todo a las nuevas generaciones de docentes, destacándose la participación e intervención activa de la familia en el proceso educativo. En este caso vemos que la familia no se encuentra dentro de los elementos "más importantes" del proceso educativo para los futuros profesionales de la educación. Por otra parte, un peldaño más bajo encontramos la tecnología y computadores como parte de la representación de algunos estudiantes sobre la idea y proceso educativo(13,6%), correspondiendo a un elemento, que si bien se ha hablado mucho de la importancia e inclusión en la tarea pedagógica vemos que en este ejercicio pasa a tener un papel secundario.

 

 

 

Al momento de revisar las respuestas acerca de la explicación de sus dibujos nos dimos cuenta que a nivel de discurso se reiteraban algunos patrones que pudimos resumir en algunos conceptos (ver tabla 3) afines con la idea de agruparlos e identificar desde qué ámbito conciben la educación. En este sentido la imágenes no representan prioritariamente el detalle de la materialidad de los objetos, sino ante todo el significado cultural de éstos. Si bien cada dibujo contiene elementos que podemos identificar, tienen un orden lógico para quien dibuja y quizás también para el observador; el dibujante quiere, al poner esos elementos ahí, formar un todo, un todo con sentido, un todo que significará "algo", un "algo" que tendrá, quizás para los observadores, un nuevo sentido. Este sentido es subjetivo por lo que solicitar al dibujante explicar su obra nos sirve de anclaje para hacer una interpretación más acertada acerca de lo que quiso comunicar a través de él.

 

 

 

En el primer punto podemos observar que tanto la pobreza como la desigualdad (conceptos muchas veces relacionados) fueron las ideas gráficas más representadas (80% en promedio de ambas), destacando que cerca de 36 dibujos de 44 quisieron comunicarnos que estos dos conceptos están fuertemente ligados a la educación en México. Esto significa que los dibujantes conocen y observan que en el país el proceso educativo debe mejorar en esos aspectos más si relacionamos el tercer concepto que va de la mano con los dos anteriores donde se presentan 27 dibujos (61,4%) donde en algunos de ellos se hace alusión directa al artículo tercero constitucional donde se garantiza el derecho a la educación, el laicismo y la obligatoriedad en los niveles básicos. Estos tres conceptos sumados al de inversión (40,9%) nos dan una idea más concreta de cómo los estudiantes de educación ven cómo ésta no es inclusiva donde además advierten que se necesita mayor inversión para abrir espacios y generar oportunidades para todos, esto con el fin de aplacar la pobreza tanto en el sistema educacional como en el país.

 

 

 

Con respecto al concepto de patriotismo que se presenta en 25 de 44 dibujos (56,8%) tiene que ver con la idea de que es en la escuela donde se deben fomentar ciertos valores nacionales, el propio artículo tres constitucional advierte en uno de sus párrafos que "la educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia". Al mismo tiempo, el hecho de pedirles dibujar respecto a la educación en el propio país es lógico (porque así se nos ha enseñado) que una de las formas de representarlo es a través de la bandera y el dibujo del territorial nacional, el hecho que llama la atención en este punto es que algunos dibujaron a los niños saludando a la bandera, rito y costumbre mexicana que se reitera lunes a lunes en las escuelas del nivel básico. Esta cuestión no es menor porque primero habla de la eficiente construcción social sobre el patriotismo que obtuvieron los dibujantes en sus procesos educativos primarios y segundo porque algunos de ellos serán los encargados, en su momento, de llevar a cabo todas estas prácticas culturales establecidas por ley.

 

 

 

 

Uno de los puntos más llamativos y controversiales es el que destaca el concepto de los problemas sociales (38,6%) donde 17 estudiantes dibujaron elementos relacionados a cuestiones de delincuencia, drogadicción y deserción entre otros, con la idea de representar la educación en México. No cabe duda que hoy el proceso educativo se da con actores muy diferentes a los de otras décadas ya que en la actualidad muchos de los alumnos que toman la decisión de desertar no sólo lo hacen para dedicarse al trabajo y así apoyar al sustento de su hogar, sino también lo hacen para insertarse en grupos delictivos que se dedican al consumo y tráfico de drogas, y a la delincuencia. Como en algunas otras zonas del País, Baja California no es la excepción, surgen casos de niños y jóvenes que dejan la escuela para iniciar la travesía de la migración hacia Estados Unidos en la búsqueda de mejores oportunidades.

 

REFLEXIONES FINALES

Estudiar al sujeto y la realidad social, con todo lo que esto conlleva, siempre es un sano desafío, más allá de lo complejo e intrincado del camino. En este trabajo se han presentado algunos elementos básicos para el análisis de discursos pictográficos de jóvenes-adultos que se preparan para la vida laboral en el ámbito de la educación donde de forma innovadora hemos utilizado la técnica del dibujo como método de investigación para adentrarnos al mundo de la simbolización y representación del individuo con el objetivo de conocer la visión y la forma en que conciben lo que será su profesión.

 

 

 

Cabe resaltar lo interesante de poner en práctica un ejercicio en adultos que regularmente y casi exclusivamente se asocia a los niños. Lamentablemente la mayoría de las personas "grandes" asocia el dibujo con la representación casi exacta de la materialidad de las cosas asociándolos siempre con cuotas de subjetiva calidad y de sentido estético, por lo tanto asumen que no saben dibujar y no lo hacen. En este taller muchos de los participantes se atrevieron a aceptar el desafío, poniéndose a dibujar libremente en tanto otros utilizaron mejor el método de los mapas mentales para graficar y representar lo que se les solicitaba. Aún así, el resultado ha sido muy valioso ya que cada dibujo nos ha entregado información inestimable para su comprensión y análisis.

Al momento de analizar los dibujos y sus elementos llama la atención que de forma precisa y clara aparezcan los tres símbolos clásicos para representar la idea de educación, tanto la escuela como ícono de la institucionalización de la educación formal, como los profesores y alumnos quienes son sólo algunos de los actores que intervienen en el proceso. Esta situación da cuenta de cómo se ha internalizado una forma de ver y entender el proceso educativo, donde a pesar de los constantes discursos sobre el cambio, vemos como transcurren los años, avanza la ciencia, se profundiza la teoría, se forman nuevos grupos sociales, el mundo cambia en casi todos sus aspectos y aún así sigue impregnada la idea desgastada y tradicional de la educación, donde de acuerdo a los resultados de este trabajo, sólo se da si se presentan estos tres elementos.

La vida social no es sólo una cuestión de objetos e incidentes que se presentan como hechos en el mundo natural sino también son acciones y expresiones significativas de enunciados, símbolos, textos y artefactos de diversos tipos, y de sujetos que se expresan por medio de éstos y buscan comprenderse a sí mismos y a los demás mediante la interpretación de las expresiones que producen y reciben. Cuando hablamos de paradoja nos referimos a las contradicciones que se dan tanto en el discurso como en la práctica educativa. No podemos cerrar los ojos y no ver que existe una disociación tremenda tanto en la construcción de la idea educativa y la práctica pedagógica. No olvidemos que por una parte siempre habrá alguien (grupo dominante, estado, autoridades, entre otros) que regularmente estarán definiendo, controlando y modelando nuestra conducta donde para ello el proceso educativo es fundamental. Así, nuestra forma de construir socialmente la educación no variará a pesar del paso inexorable del tiempo y de los distintos espacios sociales en los cuales nos desenvolvamos, puesto que nuestra realidad; o sea, nuestra particular forma de ver vendrá determinada y se convertirá para nosotros en una realidad absoluta.

La educación es uno de los mejores mecanismos de control social, puesto que se adentra en el ser humano desde pequeño creando en él un nuevo ser, en este caso un ser social funcional que actuará acorde a los parámetros previamente adoptados y aprendidos. Cuando un alumno del nivel medio superior decide ingresar a las carreras relacionadas a la educación, pedagogía o docencia no lo hace con el ánimo de cambiar el sistema ya conocido sino lo hace porque sabe la importancia que tiene éste para el buen desarrollo social ya que su mirada al respecto es la misma de varias generaciones anteriores, su concepción de fondo no varía, sólo modificará algunas formas que se van acomodando de acuerdo a las necesidades sociales y económicas del país o del mundo.

 

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* César Enrique Jiménez Yañez es docente e investigador del Centro de Investigaciones Culturales-Museo de la Universidad Autónoma de Baja California, México. Candidato a maestro en Estudios y Proyectos Sociales UABC; periodista y licenciado en Comunicación Social por la Universidad de La Frontera, Chile. Correo: jimenez.cesar@uabc.edu.mx. Yessica Martínez Soto es docente y coordinadora de Formación Básica de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Autónoma de Baja California, México. Doctoranda en Docencia Universidad Abierta de Tlaxcala; maestra en Docencia y Administración Educativa, licenciada en Psicología por la UABC. Correo: yessicams@uabc.edu.mx.