SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.16 número1Las emociones positivas: su importancia en el marco de la promoción de la salud mental en la infanciaCalidad de red como variable moduladora de depresión en adolescentes estudiantes de nivel medio índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Liberabit

versión impresa ISSN 1729-4827

Liberabit vol.16 no.1 Lima  2010

 

ARTÍCULOS

 

Evaluación de la autoestima en un grupo de escolares de la gran Caracas

 

Evaluation of the self-esteem in a group of studentes of the great Caracas

 

 

Miren De Tejada Lagonell*

Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Caracas, Venezuela.

 

 


RESUMEN

Esta investigación se considera importante la autoestima para el desarrollo socio afectivo de los escolares; por ello se considera su evaluación. Tuvo como objetivo analizar las respuestas emitidas por niños de Educación Básica, ante una prueba de autoestima; indagar la composición del puntaje; determinar desde cual dimensión de la prueba, se aporta más a la composición del mismo; establecer comparaciones posibles según niveles de escolaridad y género.Los resultados indican que el puntaje global de autoestima está conformado a expensas de los ítemes referidos al componente socioafectivo; asimismo se encontraron diferencias entre los grupos, con correlaciones significativas entre edad y autoestima. Se concluye que la autoestima de este grupo de escolares está basada en la dimensión socio afectiva; se apoya la idea de la existencia de un cambio evolutivo en la variable, lo cual obedece a aspectos de tipo madurativo y experiencial. Se recomienda conformar un clima emocional favorable en la escuela para facilitar el desarrollo socio afectivo de los escolares.

Palabras clave: Autoestima, escolares, evaluación.


ABSTRACT

This investigation considers the self-esteem for the affective development of the students important; for that reason its evaluation is considered. It had like objective to analyze the answers emitted by children of Basic Education, before a test of self-esteem; to investigate the composition of the punctuation; to determine from what dimension of the test, more to the composition of the same is contributed; to establish possible comparisons according to schooling levels and sort.

The results indicate that the global punctuation of self-esteem is conformed at the expense of items referred the affective component; also were differences between the groups, with significant correlations between age and self-esteem. One concludes that the self-esteem of this group of students is based on the affective dimension; the idea of the existence of an evolutionary change in the variable leans, which obeys to aspects of maturity and experiential type. The development is recommended to conform a positive emotional climate in the school facilitating affective partner of the students.

Key words: Self-esteem, Students, Evaluation


 

 

Introducción

El ser humano necesita del otro para sobrevivir; el hecho de convivir socialmente demanda de él la necesidad de establecer vínculos afectivos que le provean seguridad, un sentimiento de pertenencia a su grupo social de referencia. Para todo ello precisa de otros, quienes se convierten en sus principales proveedores de mensajes, informaciones y conocimientos que le permiten construir su propia imagen. Requiere en síntesis, cimentar su Sistema del Yo.

Según León (1995), el Sistema del Yo está constituido por tres elementos: el autoconcepto (punto de vista que se hace el individuo sobre lo que él es), el autocontrol (conciencia de sus destrezas para dirigir su propia conducta) y la autoestima (reconocimiento de sus propios sentimientos).

Para la construcción del Sistema del Yo el individuo se sirve de los mensajes que, de manera permanente, recibe de los demás y los cuales llegan a él por medio de la relación social que establece con padre y madre, hermanos/as, maestros/as, amigos/as, compañeros/as de estudio y otras figuras significativas de su mundo socio afectivo.

Los entornos naturales donde nuestros niños y niñas se desenvuelven (familia y escuela), se convierten en los contextos propicios para fomentar dicho Sistema.

Esta investigación se ha planteado como objetivo evaluar uno de los indicadores de ese Sistema del Yo: la autoestima.

Dado que la autoestima está presente a lo largo del ciclo vital humano, en esta investigación la hemos circunscrito a un grupo de estudiantes de la 1º Etapa de Educación Básica de una escuela urbana de Caracas, con la finalidad de conocer y describir cómo se estructura particularmente en dicho grupo y su posible vinculación con el contexto escolar.

 

Sustentos y nociones teóricas

Concepto de autoestima

Exponer argumentaciones sobre la autoestima conduce a transitar por un conjunto de conceptos con ella relacionada. Es así como al referirnos a ella se piensa en autoconcepto, autovaloración, auto percepción, imagen de sí mismo.

En relación a lo expuesto, Fleming y Courtney (1984) afirman que ha existido una confusión conceptual por la proliferación de tales términos, todos ellos empleados como sinónimos por diferentes autores para referirse al autoconcepto.

Por su parte, Gorostegui y Dörr (2005) aseveran que la falta de una definición precisa, acotada y unívoca en torno al uso de términos como autoestima o autoconcepto, autovaloración, persiste hasta la fecha usándose como sinónimos términos que en rigor, no lo son.

Briceño (2004) por su parte, asegura que el autoconcepto, como tema de investigación, ha sido objeto de estudio en diferentes ámbitos de las ciencias que estudian al ser humano, de ahí su diversidad y complejidad de significados. En líneas generales, se acepta que el autoconcepto y la autoestima son partes del Yo en cada persona.

En ese mismo orden de ideas, Palacios (2000) expone que el autoconcepto remite a la dimensión cognitiva y descriptiva del yo: ¿Quién soy?, ¿Cómo me describo y me defino?, ¿A quién me parezco? o ¿A qué grupo pertenezco? Necesita para complementarse una dimensión valorativa: ¿Qué siento respecto a cómo soy?, ¿En qué medida valoro mis características?, ¿Hasta que punto estoy orgulloso de mis capacidades? Continúa afirmando que a ese conjunto de sentimientos y valoraciones con respecto a uno mismo es lo que se llama autoestima.

Gamargo (1997), la define como una energía; la considera como un proceso más que un estado permanente que refleja la visión general de nuestra valía personal la cual es una representación, de naturaleza individual, que nos hacemos de nosotros mismos. Puede ser concebida como una fuerza propulsora que permite utilizar, de la mejor manera posible, los recursos psicológicos con los que se cuenta para crear, afrontar las dificultades, buscar nuevas alternativas de solución ante situaciones problemáticas, expresar actitudes de aprobación o desaprobación; indica el grado en que la persona se considera así misma como capaz, destacada, próspera y meritoria.

Existe otra visión acerca del concepto de autoestima relacionado con el reconocimiento de las propias capacidades; es decir basado en resultados y visto como dinamizador del ciclo de crecimiento psicológico (Romero, 2005). Afirma, asimismo, que existen un conjunto de competencias asociadas al crecimiento psicológico las cuales permitirían alcanzar sueños y desarrollar proyectos personales. Entre ellas se mencionan: autodeterminación, esperanza activa, motivación al logro, asertividad, manejo de la incertidumbre y del fracaso y la autoestima basada en resultados.

Según el autor, la autodeterminación le permite al individuo establecer el control de su propia conducta; la esperanza activa implica la aplicación de un conjunto de estrategias conductuales que aseguran el logro de los resultados. Por su parte la motivación de logro conduce al individuo a concentrarse en la obtención de metas con significado personal; la asertividad le permite expresar y defender opiniones, emprender acciones basadas en el respeto a sí mismo y hacia los demás.

Seguidamente menciona el manejo de la incertidumbre y el fracaso. Con la primera se da orden al caos exterior a través de un conjunto de acciones que aseguran los resultados buscados, mientras que la segunda implica un proceso de identificación de acciones ineficientes, para ser sustituidas por otras eficientes, que permitan la obtención de los objetivos perseguidos.

Finalizando el ciclo, se menciona la autoestima basada en resultados, la misma constituiría un motor dinamizador, una síntesis de todo el ciclo de crecimiento psicológico expresada en un conjunto de pensamientos y sentimientos de valoración personal los cuales emergen de los resultados obtenidos.

«Cuando la autoestima está basada en resultados ella contribuye a disparar nuevas conductas autodeterminadas …. mantiene vivo el ciclo de crecimiento psicológico» (Romero, 2005. p.6).

La autoestima puede ser considerada como un producto psicológico que a veces se acompaña de un signo positivo (+) y en otros momentos negativo (-). Cuando la distancia entre los datos de la realidad y las aspiraciones y deseos es corto o inexistente, la evaluación de sí mismo es favorable entonces nos sentimos exitosos y motivados a proseguir proyectos y conseguir metas; por el contrario, cuando percibimos que lo que hemos conseguido o lo que somos capaces de hacer está alejado de nuestras metas e ilusiones, la evaluación es desfavorable y en consecuencia detenemos nuestra prosecución en la búsqueda del éxito o la excelencia (Palacios, 2000).

En esta investigación se define la autoestima como el conjunto de vivencias y sentimientos generados en el individuo a partir de las experiencias que comparte con personas significativas de su entorno (padres, maestros, hermanos, amigos) y de la autoobservación de sus propias habilidades, a través de las cuales elabora su seguridad, confianza, sentido de pertenencia a un grupo, grado de aceptación y percepción de ser competente ante las actividades que se le plantean; todo lo cual, además, le permite construir de manera adecuada su sistema del Yo.

Desarrollo evolutivo de la autoestima

Desde un punto de vista evolutivo, puede decirse que en las edades más tempranas hay una cierta dificultad para tener una visión realista de uno mismo. Durante los primeros años escolares, la valoración y exactitud de sí mismo es típicamente positivo. Hasta los 8 años se encuentra una tendencia a valorarse a sí mismo de forma idealizada y no siempre ello coincide con los datos de la realidad.

Es así como el perfil de la autoestima presenta oscilaciones normativas:

- Se muestra elevada de manera irreal en las edades tempranas.

- Se sitúa de manera real en torno a los 8 años; edad a partir de la cual tiende a bajar.

- Poco después aumenta pero al llegar a los 11-13 años tiende a bajar coincidiendo ello con las transformaciones de la pubertad.

- Durante la adolescencia tiende a mejorar, con un nuevo descenso alrededor de la 2ª década (Palacios, 2000).

La autoestima está también sujeta a oscilaciones circunstanciales, relacionadas con experiencias concretas que cada quien tenga en un momento determinado y que sean para el o ella significativas.

Al respecto Padrón (1992) manifiesta que la autoestima se desarrolla en forma continua a lo largo de todo el ciclo evolutivo influenciada por el contexto sociocultural en donde el individuo se desarrolla; tiene un carácter relativamente permanente, cambia, evoluciona, se transforma guardando un núcleo fundamental que permite el reconocimiento de sí mismo, en relación con las interacciones que se establecen con los integrantes del entorno.

La autoestima se pude desarrollar mejor cuando se experimentan positivamente cuatro aspectos:

1. Vinculación: el reconocimiento de ser importante para otros.

2. Singularidad: conocimiento y respeto que sienten por aquellas cualidades o atributos que le hacen especial o diferente.

3. Poder: consecuencia de la disponibilidad de medios, de oportunidades y de capacidades para modificar las circunstancias de su vida de manera significativa.

4. Modelos o pautas los cuales le sirven de referencia para proyectarse ante los demás (Gamargo, 1997).

La Autoestima en la escuela

La autoestima es un constructo importante en el ámbito educativo porque lo atraviesa horizontalmente. Se relaciona con el rendimiento académico, con la motivación para aprender, con el desarrollo de la personalidad, con las relaciones sociales y con el contacto afectivo de los niños y niñas consigo mismo (Hausller & Milicic, 1996).

Hausller y Milicic, (1996) plantean que por lo general los niños y niñas con buen rendimiento escolar, tienen una buena autoestima, tienden a confiar en sus capacidades y a sentirse autoeficaces y valiosos. Reportan que la autoeficacia académica, es decir cómo ellos o ellas se perciben a sí mismo en su actuación escolar, tiene un peso importante dentro de la autoestima global.

Durante la etapa escolar los y las escolares que tienen un buen desempeño académico, por lo general no presentan problemas con su autoestima, puesto que dados sus logros escolares y la importancia de éstos, tienden a sentirse satisfechos con ellos mismos.

Por el contrario, los y las escolares con bajo rendimiento académico, tienden a presentar baja motivación para aprender, a esforzarse poco para alcanzar sus metas, a quedarse con una sensación de frustración por sus experiencias de fracaso, a sentirse poco eficaces y evitar los desafíos escolares ya que parten de la creencia errada de que no les irá bien.

Es por ello por lo que Miranda y Andrade (2000), aseveran que en el contexto escolar, la autoestima es considerada una fuerza que impulsa hacia el éxito académico y favorece la conformación de entornos educativos orientados hacia la excelencia.

Por todo lo anteriormente expuesto se consideró pertinente emprender esta indagación con los siguientes objetivos:

Objetivo General

Evaluar la autoestima de un grupo de escolares en una escuela pública de la ciudad de Caracas.

Objetivos Específicos

1. Analizar desde una dimensión cuantitativa, las respuestas emitidas por niños y niñas ante una Escala de evaluación de autoestima para escolares de la 1° Etapa de Educación Básica

2. Indagar la composición del puntaje de la prueba en sus dos dimensiones: socio afectivo y académica.

3. Determinar desde cual dimensión de la prueba, se aporta más a la composición del puntaje total.

4. Establecer comparaciones y asociaciones entre autoestima, niveles de escolaridad, género y edad.

5. Derivar la importancia de la relación maestro-alumno para la conformación de la autoestima de los escolares.

 

Metodología

Tipo y diseño de Investigación

La presente investigación se concibe de carácter descriptivo con un diseño no experimental de corte transversal - correlacional (Hernández, Fernández & Baptista, 2003; Kerlinger & Lee, 2002 y Salkind, 1998).

Población y muestra

La población de la siguiente investigación estuvo conformada por 866 niños y niñas cursantes de la 1º Etapa de Educación Básica en una escuela pública ubicada en la Gran Caracas, Venezuela. Los datos fueron tomados durante el año escolar 2005- 2006.

La muestra se escogió a través de un muestreo no probabilístico intencional y quedó conformada por 301 escolares organizados de la siguiente manera: 104 cursantes de 1° grado; 106 de 2° grado y 91 estudiantes de 3° grado. La evaluación del nivel socioeconómico permitió ubicarlos en el estrato Obrero según el Método Graffar-Méndez de evaluación socioeconómica (Méndez, H. 1992; Méndez, H. y Méndez, C. 1994).

Instrumentos y materiales

La autoestima fue evaluada con una prueba diseñada específicamente para esta investigación, la cual fue sometida a un proceso de análisis técnico-psicométrico en el marco de una investigación de carácter doctoral. Los criterios de construcción estuvieron soportados por lo planteado por Hair, Anderson, Tatham y Black, (1999) y Ruiz, (2002).

Se presenta como una Escala aditiva, tipo likert, de administración individualizada; conformada por 30 ítemes organizados en dos dimensiones: académica y socio afectiva (Anexo 1).

El puntaje total esperado en la prueba es de 90 puntos mientras que el mínimo es de 30. Del mismo modo, el puntaje mínimo del ítem es de 1 punto mientras que el máximo se ubica en 3.

Como materiales para la aplicación de la prueba se requirieron las hojas con el instrumento así como lápices.

Procedimiento

Para la administración de la Escala se recurrió a la entrevista clínica las cuales fueron realizadas en un área especialmente organizada para tal fin.

 

Resultados

Los datos fueron examinados utilizando el Programa para análisis de datos en las Ciencias Sociales (SPSS) versión 11.5. Para su presentación se recurrirá a la estadística descriptiva y correlacional. Finalmente se hará un análisis comparativo de los resultados en atención a género, niveles de escolaridad y edad.

Estadística descriptiva

En atención al puntaje de la prueba y su composición por dimensiones: Los puntajes de la Escala fueron descompuestos para determinar desde cuál dimensión de la prueba se aportó más para la conformación del puntaje total; en ese sentido se muestran dos tipos de puntaje para la Escala de Autoestima:

- Puntaje de autoestima global: muestra los resultados de la prueba de Autoestima sin descomponer el puntaje.

- Puntaje de autoestima según la dimensión de la prueba: muestra los puntajes de autoestima descomponiéndolos en sus dos dimensiones: académica y socio afectivo.

En atención a la conformación de los grupos evaluados se consideró organizar los grupos de la siguiente manera:

- El grupo visto como una totalidad: los 3 grados son examinados en conjunto, es decir como un sólo grupo dado que la prueba administrada fue la misma para todos.

- El grupo visto como una particularidad: los 3 grados son examinados según nivel de escolaridad; en ese sentido se muestran resultados por separado, para cada uno de los grados evaluados.

1. Autoestima Global

1.1. Grupo Total

La Tabla 1 refleja el puntaje obtenido por los/as escolares en la Escala aplicada. Se muestra que el puntaje promedio mínimo registrado para todos los grados fue de 55, mientras que el máximo fue de 90. De la misma manera se reporta un puntaje promedio de 78 en la prueba, con una desviación estándar de 6.49 y una asimetría de -.73

 

 

 

1.2. Grupo Individual

A continuación se muestran los puntajes obtenidos en la Escala, según el nivel de escolaridad:

 

 

 

Al organizar los grupos por nivel de escolaridad se evidencia que el promedio de autoestima registrado para los estudiantes cursantes de 2º y 3º grado (80) es mayor al obtenido por los del 1º grado (75) y para el grupo visto como una totalidad (78).

2. Autoestima según dimensión de la prueba

2.1. Grupo Total

En la Tabla 3 se expresa que para el grupo visto como una totalidad el puntaje de autoestima se conformo con 40 puntos aportados desde la dimensión socioafectiva y 38 desde la dimensión académica de la Escala.

 

 

 

2.2. Grupo Individual (por nivel de escolaridad)

En la Tabla 4 se muestra el resumen de la composición del puntaje obtenido en la Escala de Autoestima puede verse que los valores registrados en el componente socio afectivo, fueron mayores tanto para el grupo total como por nivel de escolaridad. Así, se muestra que el puntaje en el componente socio afectivo para el grupo total es de 40 mientras que en el componente académico se registra un promedio de 38. De la misma manera los puntajes desagregados para 1º, 2º y 3º grados en ese mismo orden de componentes son: 38 vs. 37; 41 vs. 39 y 41 vs. 39 respectivamente.

 

 

 

Se evaluaron las diferencias entre los promedios de la prueba de autoestima según género y nivel de escolaridad. Para tal fin se aplicaron las pruebas t de Student (autoestima según género) y Análisis de Varianza de una vía (autoestima según nivel de escolaridad).

En relación con los puntajes de autoestima según género, no se encontraron diferencias significativas entre los grupos evaluados. En contraste, se observó una diferencia significativa entre los grupos según el nivel de escolaridad. El análisis de comparación múltiple de los grupos (post hoc) utilizando el método de Scheffé refleja que todos los grados difieren entre sí en la variable autoestima, al menos a un nivel de significación de 0,05.

Se indagó la correlación entre las variables fundamentales de este estudio: género, nivel de escolaridad, edad autoestima. Los resultados obtenidos se muestran a continuación.

Estadística correlacional

Para determinar las correlaciones se recurrió al método de correlación por rango de Spearman y Producto Momento de Pearson (Siegel, 1979). Los resultados obtenidos son los siguientes:

1. Puntaje de autoestima según género: se obtuvo una r = -0,044, no significativa.

2. Puntaje de autoestima según nivel de escolaridad: se encontró una asociación entre los puntajes de autoestima y el nivel de escolaridad de .30, significativa a una p< 0,01. Al descomponer el puntaje de la prueba de autoestima y correlacionarla con el nivel de escolaridad, se encuentra que las correlaciones se mantienen, pero varían en magnitud y significatividad estadística según sea la dimensión de la prueba. En ese sentido se encuentran correlaciones de .15 significativa a p< 0,05 entre el nivel de escolaridad y la dimensión socioafectiva de la prueba y de .38 significativo a p< 0,01 entre el nivel de escolaridad y la dimensión académica de la prueba de autoestima

3. Puntaje de autoestima según edad de los participantes: se obtuvo una r = 0,169 (significativa a una p < 0,01). Al descomponer el puntaje de la prueba en sus dimensiones, se encuentra que la correlación se mantiene entre edad y componente académico de la prueba (.23 significativo a p< 0,01); mientras que con el componente socioafectivo y su correlación según la edad, no se encuentra correlación significativa.

 

Discusión

1. La autoestima como variable de estudio

La autoestima como variable ha sido evaluada en diferentes latitudes (Chile, México, Perú, Venezuela) y relacionada con rendimiento académico (Fuenmayor, 2000; >González, 2001; Villarroel, 2001); dificultades de aprendizaje (Pequeña & Escurra, 2006); comprensión de la lectura (Padrón, 1992; Briceño, 2004; De Tejada, 2009); inteligencias múltiples y currículo del hogar (Miranda & Andrade, 2000); percepción del stress y afrontamiento en la edad escolar (Verduzco, Gómez & Duran, 2004), entre otros. Constituye una variable a ser considera dentro del contexto educativo para comprender los procesos que tienen lugar tanto en el aula como en la escuela.

2. Importancia del vínculo socioafectivo en el ámbito escolar

En esta indagación uno de los primeros elementos a destacar es el relacionado con la composición del puntaje de la prueba. Al observar la Tabla 4 se evidencia que el puntaje global para cada grado y para el grupo total, está conformado a expensas de los ítemes referidos al componente socioafectivo. Este dato podría ser sugestivo de la importancia de las relaciones afectivas que se sostienen con figuras significativas del entorno (madre, padre, maestros, hermanos, amigos), las cuales aportan información, experiencias y generan vivencias y cogniciones que le permiten al escolar estructurar ese elemento tan trascendente para su Sistema Yoico, como lo es la autoestima.

Es así como pudiera afirmarse que en este grupo de niños y niñas, su autoestima está conformada por elementos que surgen desde la afectividad de (o por) sus padres, madres, amigos, amigas, compañeros y maestros/as. Expresiones recogidas en los ítemes de la prueba tales como «Le gusto a mis compañeros y compañeras de juego» (3) o «Le importo a las demás personas» (7) se constituyen en referentes importantes para estos escolares al momento de evaluar su posición como individuo ante otros.

3. La dimensión académica de la autoestima

Al establecer correlaciones entre nivel de escolaridad y autoestima se encuentra que es la dimensión académica la que presenta mayor fuerza en la correlación, con una significatividad estadística de p< 0,01. Asimismo, la variable edad en correlación con la dimensión académica de la prueba mantiene una fuerza de .23 significativa estadísticamente a p< 0,01, no evidenciándose ello con la dimensión socio afectiva.

En ese sentido, pareciera que la dimensión académica cobra mayor jerarquía en la medida en que se avanza en edad y experiencia escolar. Lo cual le da a la escuela y a las relaciones, circunstancias, vivencias, experiencias se despliegan en ella, un connotación especial por lo que debe ser considerada como generadora de autoestima.

4. La autoestima como variable evolutiva

Otro elemento a analizar es el vinculado con las diferencias de los puntajes de autoestima según nivel de escolaridad. Al examinar la Tabla 4 se encuentra que existen mayores puntajes de autoestima en 2º y 3º grado (80 y 80), que en el 1º grado (75) y en la muestra total (78). Igualmente se encontraron diferencias significativas entre los grupos (1º, 2º, 3º grados y grupo total), al realizar el contraste de las medias.

Lo anteriormente expuesto podría quedar apoyado por la correlación r = 0,169 (baja pero significativa al p < 0,01) encontrada entre las variables edad y autoestima y de r = 0,304 (moderada pero también significativa) entre autoestima global y nivel de escolaridad.

Con tales resultados, podría apoyarse la existencia de un criterio evolutivo en la variable la cual cambiaría en la medida en que los escolares maduran sus estructuras cognitivas, se apropian más de los criterios de otros en relación con ellos, logran establecer relaciones socio afectivas más duraderas y significativas y/o avanzan de manera favorable en sus logros académicos.

 

Conclusiones

La autoestima constituye una variable importante a ser considerada en el contexto escolar. La escuela se presenta como un centro propicio para desarrollarla a partir de la vinculación afectiva entre compañeros/as de estudio, y maestros/as.

En el caso que nos ocupa, la autoestima de este grupo de escolares está basada en la dimensión socio afectiva, elemento este que puede constituirse en un punto de partida para emprender nuevas experiencias y seguir desarrollándose.

A partir de los hallazgos de esta investigación, se apoya la idea de la existencia de un cambio evolutivo en la variable autoestima lo cual obedecería a aspectos de tipo madurativo (cogniciones, reflexiones en torno a sí mismo) y experiencial (eventos y experiencias concretas).

Asimismo, la escuela con su mundo de relaciones, juega un rol especial por lo que debe ser considerada como generadora de autoestima.

Recomendaciones

En el contexto escolar, el desarrollo de habilidades académicas debe estar acompañado de un docente que reconozca las potencialidades y necesidades individuales de sus alumnos, cree y fomente un clima social - afectivo básico que permita la comunicación de la información académica y favorezca una atmósfera emocional satisfactoria para el aprendizaje. Debe promover el espíritu cooperativo entre los alumnos, intentar comprenderlos estableciendo con ellos empatía (Hernández, 1998; Nelsen & Lott ,1999).

Finalmente, se hace necesario rescatar la trama de emociones que subyacen en la escuela, ya que en la misma se han mantenido ocultas; la escuela ha sacrificado la educación sentimental, lo cual constituye una de las prioridades de la escuela para el desarrollo emocional de los educandos y el aprendizaje de la convivencia, ya que «…una buena relación afectiva constituye un medio sine qua non para el aprendizaje» (Santos, 2006, p. 15).

 

Referencias

Amar, L.; Abello, R. & Acosta, C. (2003). Factores protectores: Un aporte investigativo desde la psicología comunitaria de la salud. Psicología desde el Caribe. Revista del Programa de Psicología de la Universidad del Norte. 11 enero – julio, 107- 121. Disponible en la World Wide Web: www.redalyc.org. [Consulta realizada en febrero de 2008].

Briceño, L. (2004). Efecto de la metacognición y el autoconcepto en la comprensión de la lectura. Universidad Simón Bolívar. Tesis de Postgrado. No publicada.         [ Links ]

De Tejada, M. (2009). Factores socioculturales y competencias para la lectura de textos narrativos. Tesis de Doctorado en Psicología. No publicado. Universidad Central de Venezuela; Caracas. Venezuela.         [ Links ]

Fleming, J. & Courtney, B. (1984). The dimensionality of selfesteem: I I: Hierarchical facet model for revised measurement scaled. Journal of Personality and Social Psychologist, 46 (2) 404-421.         [ Links ]

Fuenmayor, H. (2000). Autoestima y rendimiento escolar en niños que cuidan de sí mismo. Trabajo de Especialización en Medicina de Familia. No publicado. Universidad de Los Andes: Mérida. Venezuela Gamargo,         [ Links ] C. (1997). Autoestima. Venezuela: ILAH        [ Links ]

González, E. (2001). Rendimiento académico, autoestima y normalidad psicológica. Tesis de Maestría en Ciencias de la Educación. No publicado. Universidad Bicentenaria de Aragua. Maracay: Venezuela.         [ Links ]

Gorostegui, M. & Dörr, A. (2005). Género y autoconcepto: un análisis comparativo de las diferencias de sexo en una muestra de niños de Educación General Básica. Psyke 14 (1) 151-163.         [ Links ]

Hair, J., Anderson, R., Tathan, R. & Black, W. (1999). Análisis Multivariante. Madrid: Prentice Hall.         [ Links ]

Hausller, I. & Milicic, N. (1996). Confiar en uno mismo: programa de autoestima. Chile: Dolmen Educación.         [ Links ]

Hernández, G. (1998). Paradigmas en psicología de la educación. México: Paidos.         [ Links ]

Hernández, R., Fernández, C. & Baptista, L. (2003). Metodología de la investigación. México: Mc Graw Hill.         [ Links ]

Kerlinger, F. & Lee, H. (2002). Investigación del comportamiento. México: McGraw-Hill.         [ Links ]

León, Ch. (1995). Secuencias del desarrollo infantil. Caracas: UCAB.         [ Links ]

Méndez, H. & Méndez, C. (1994). Sociedad y Estratificación. Método Graffar Méndez Castellano. Caracas: FUNDACREDESA.         [ Links ]

Méndez, H. (1992). Método Graffar. Manual de procedimientos para encuestadores. Caracas: FUNDACREDESA.         [ Links ]

Miranda & Andrade, (2000). Influencia de las inteligencias múltiples, el rendimiento académico previo y el currículo del hogar sobre la autoestima de los alumnos de II medio comuna de Santiago-Chile. Revista Digital de Educación y Nuevas Tecnologías 10 Agosto. Disponible en la red: http:// www.contexto-educativo.com.ar/2000/8/nota-02. [Consulta realizada en mayo 2007].         [ Links ]

Nelsen, J. & Lott, L. (1999). Disciplina con amor en el aula. Bogota: Planeta         [ Links ]

Padrón, L. (1992). Autoestima y comprensión de lectura en niños de tercer grado. Tesis de Maestría en Psicología. No publicado. Universidad Central de Venezuela; Caracas. Venezuela.         [ Links ]

Palacios, J. (2000). Desarrollo del Yo. En López, F. Desarrollo Afectivo social. Madrid: Ariel.         [ Links ]

Pequeña, J. & Escurra, L. (2006). Efectos de un Programa para el mejoramiento de la autoestima en niños de 8 a 11 años con problemas de aprendizaje. Revista de Investigación en Psicología 9 (1). Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 9-22        [ Links ]

Romero, O. (2005). Competencias para el crecimiento psicológico. ICONE EDUCACAO 11(2) pp1-5        [ Links ]

Ruiz, C. (2002). Instrumentos de Investigación Educativa. Procedimientos para su diseño y validación. Venezuela: Centro de Investigación y Desarrollo en Educación y Gerencia.         [ Links ]

Salkind, N. (1998). Métodos de investigación. México: Prentice Hall.         [ Links ]

Santos, M. (2006). Arqueología de los sentimientos en el aula. Argentina: Bonum         [ Links ]

Siegel, S. (1979). Estadística no paramétrica. México: Trillas.         [ Links ]

Verduzco, M., Gómez, E. & Duran, C. (2004). Influencia de la autoestima en la percepción del estrés y el afrontamiento en niños en edad escolar. Salud Mental 27 (4).18-25. Disponible en la World Wide Web: http://www.redalyc.uaemex.mx [Consulta realizada en mayo 2007].         [ Links ]

Villarroel, V. (2001). Relación entre autoconcepto y rendimiento académico. Psykhe Revista de la Escuela de Psicología 10 (1). 3 -18         [ Links ]

UNESCO (1990). Conferencia Mundial sobre Educación para todos. Jomtien -Tailandia www.unesco.org [Consulta realizada 2002 Agosto 04].         [ Links ]

 

 

Recibido: 17 de enero de 2010
Aceptado: 21 de junio de 2010

 

 

* Profesora Agregada Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Dirección Postal: Esquina de Puente Anauco; Edf. Puente Anauco, apto 90 La Candelaria, Caracas Venezuela. Zona Postal 1010 E Mail: tejadalagonell@gmail.com - mtejada@upel.edu.ve

Creative Commons License