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Vínculo

versão impressa ISSN 1806-2490

Vínculo v.4 n.4 São Paulo dez. 2007

 

ARTIGOS

 

Producciones sociales solidarias y produciones por obligación1

 

Produções socias solidárias e produções por obrigação

 

Solidary social productions and productions under obligation

 

 

Janine Puget2

APA – Associação Psicanalítica Argentina
AAPPG – Associação Argentina de Psicologia e Psicoterapia de Grupo

Endereço para correspondência

 

 


RESUMO

Parto da idéia que os conjuntos sociais dentro dos quais as pessoas adquirem qualidades subjetivas são de duas ordens. Uns seguem o modelo de Estruturas organizadas, fechadas, com lugares requeridos por tal estrutura, como são as Instituições, o Estado e a Estrutura edípica. Outros são conjuntos ad-hoc, que só têm vida e consistência em função de um problema a resolver, e, portanto, de um fazer juntos. A estes os chamarei Comunidades. Esta maneira de encarar o tema responde a um modo de pensar a organização vincular, hierarquiza ontologias diferentes e uma topologia própria a cada uma. Cabe perguntarmos se a solidariedade tem a ver com uma definição ontológica, com um problema ético (compromisso), com um problema moral (conduta ou obrigação), com um ato-fazer baseado em um saber anterior de alguma das partes, com uma prática criada no momento e em função de um problema, com um mecanismo psíquico, etc. Tentarei para responder a estes múltiplos interrogantes, recorrer a um caminho, um dos possíveis, para entender a solidariedade como recurso e como prática referente ao sofrimento psíquico, mais ainda em nosso tempo.

Palavras-chave: Globalização, Solidariedade, Eficácia, Conjuntos ad-hoc, Estruturas determinadas.


ABSTRACT

I begin from the supposition that the social groups in which people acquire subjective qualities are of two orders. Some of them follow the model of organized, closed structures that define fixed places, such as in the Institutions, the State and the Oedipal structure. Some others are ad-hoc groups, wich life and consistency depend on having a problem to solve and, therefore, on a doing acting together. I call them Communities. This approach to the subject theme answers to a way of thinking the linking organization, ranks different ontologies and a proper topology to each one. It is possible to ask if solidarity has to do with an ontological definition, an ethical problem (commitment), with a moral problem (behavior or obligation), with an act/doing based on a previous knowledge of some of them parts, with a practice created at the moment and based on a problem, with a psychic mechanism etc. In order to try to answer to these manifold questions, I chose a path, one among many possible ones, to understand the solidarity as a resource and as a practice referring to the psychic suffering, specially in present time.

Keywords: Globalization, Solidarity, Efficiency, Ad-hoc groups, Determined structures.


RESUMEN

Parto del supuesto que los conjuntos sociales dentro de los cuales las personas adquieren cualidades subjetivas son de dos órdenes. Unos siguen el modelo de Estructuras organizadas, cerradas, con lugares requeridos por dicha estructura como lo son las Instituciones, el Estado y la Estructura edípica. Otros son conjuntos ad-hoc, que solo tienen vida y consistencia en función de un problema a resolver y por ende de un hacer juntos. A estos los llamaré Comunidades. Esta manera de encarar el tema responde a un modo de pensar a organización vincular, jerarquiza ontologías diferentes y una topología propia a cada una. Cabe preguntarnos si la solidaridad tiene que ver con una definición ontológica, con un problema ético (compromiso), con un problema moral (conducta u obligación), con un acto-hacer basado en un saber anterior de alguna de las partes, con una práctica creada en el momento y en función de un problema, con un mecanismo psíquico etc. Intentaré para contestar a estos múltiples interrogantes recorrer un camino, uno de los posibles, para entender a la solidaridad como recurso y como práctica referido al sufrimiento psíquico y para más en nuestro tiempo.

Palabras clave: Globalización, Solidaridad, Eficacia, Conjuntos ad-hoc, Estructuras determinadas.


 

 

Narcisismo y cultura

Para hablar de temas como el narcisismo y la cultura, o las culturas es necesario partir de algún concepto o vértice dado que la amplitud del tema abre numerosos caminos.

Es entonces que partiendo del concepto de globalización intentaré pensar lo que el psicoanálisis puede decir de esto. Y solo me ocuparé de este término en tanto que ocupa el lugar de forma de pensamiento de las relaciones humanas políticas económicas en lo atinente a mi disciplina. Un colega, Ignacio Lewkowicz me sugirió que la globalización impuso una condición d pensamiento para lo político, económico y social. Dado que vivimos en una sociedad globalizada es de suponer que en ésta se fue dando un contexto de significación que debe imponer un determinado tipo de marcas que hacen a la subjetivación social de cada uno. Y ello, en consecuencia tendrá alguna influencia en como pensamos la teoría la práctica y la técnica psicoanalítica.

En una Jornada a la cual participé, los organizadores habían ensamblado dos términos: solidaridad y globalización que en un primer momento no parecían conexos. Veremos estos términos por separado dado que ambos podrían ser pensados como una manera de concebir modos de relación en las que entra a jugar el narcisismo social.

Y por supuesto cuando digo narcisismo social estoy haciendo una traslación de un concepto que fuera pensado para la mente singular a lo que debe ser pensado como relación entre dos o más otros.

En la medida en la que se ha planteado acá como título el narcisismo y la cultura, o el concepto de contrato narcisista de Piera Aulagnier veremos sus alcances y limitaciones así como la posibilidad de preguntarnos la validez de este tipo de formulación.

 

Globalización

El término globalización instauró un modo de pensar y resolver el problema de la caída del poder del Estado/Nación creando un nuevo poder, el Imperio, que dará cuenta de la diversidad de intereses y capitales. Para Álvarez G. (1998), por ejemplo, la globalización inaugura una “nueva época imperial en la cual los banqueros del mundo desplazan sus capitales de un lado a otro para su propio beneficio”. Para Aldo Ferrer, un economista argentino, se trata de un desafío y propone distintos tipos de respuestas a este desafío.

La globalización ha instaurado sin duda una nueva dimensión que conlleva a la abolición de las fronteras anteriores entre los países. Este es un espacio que no tiene afuera-adentro dado que como lo indica su nombre, es global. Aquellas fronteras de antaño promovían luchas territoriales y ciertas maneras de encarar las diferencias culturales. Atravesarlas requería un trabajo. Ahora en la era de la globalización la diversidad se articula ahora sobre la base de un denominador común:la eficacia y un manejo de la competitividad para el rendimiento económico. Esto parece ser una de las maneras posibles de solucionar los inconvenientes de la diversidad de culturas, de la singularidad, de lo particular produciendo novedosas modalidades de intercambio regidas por la idea de integración, reunión, harmonización sostenida por la competitividad.

¿Se trata de una nueva forma de lo mismo que pasa de Estado/Nación a Imperio como también lo diría Negri? o ¿es una nueva manera de organizar las relaciones entre los países y por lo tanto entre diferentes intereses? ¿Se trata del reconocimiento que el Estado/Nación ha perdido parte de su poder y funciones y ello es reemplazado por un nuevo poder, el Imperio, que hace a un estilo de comunicación y posibilidades de intercambio acorde a los medios actuales?

¿Se origina a partir de una situación caótica? como lo piensan muchos algo así como la explosión del modelo de Estado/Nación o ¿es producto de una evolución natural? Pero lo que parece ser cierto es que la globalización crea el monopolio de la riqueza en manos de algunos y más pobreza para otros.

Dado que este concepto reúne posturas políticas e ideológicas de distinto orden tanto puede ser visto como un nuevo sistema de explotación o como un sistema que favorece la competitividad útil, la producción, el intercambio, lo que se suele llamar el progreso.

 

¿Dos dimensiones superpuestas o una?

De todas maneras si bien el concepto Global abarca una totalidad sin un afuera, cabe preguntarse si otra manera de pensarlo no sería desde la idea de que instaura una división tajante entre lo globalizado y otra dimensión.

En un sentido literal pareciera que global no admite dos dimensiones sino personas, conjuntos afectados diferentemente por el flujo económico. Algunos adquiriendo mayores riquezas y otras mayores pobrezas.

Pero si se piensa en dos dimensiones es posible concebir que una parte del mundo está regido por las condiciones de pensamiento de la globalización y otra por otros valores, algo así como desenganchados de dichas condiciones de pensamiento para la cual la eficacia económica no tiene sentido. En ese caso pensaría que dichas dos dimensiones solo toman contacto en una interfase cuyos efectos me serían difíciles de precisar hoy. Tan solo podría mencionar que una parte del mundo, el globalizado dispone de una fuerte desmentida que tiene la capacidad de despojar el horror de la pobreza de su cualidad y significado. Se sabe el texto, hay un conocimiento de la existencia de una situación extrema pero se trata de un saber que ha despojado el horror,la pobreza, la desigualdad de su cualidad y de su significado y por ende no promueve acciones.

Este tema, el de un cierto saber que no promueve acciones es también algo de nuestro tiempo.

Desde la perspectiva de dos dimensiones trataré de ubicar modalidades subjetivas.

Para los que tienen su lugar en el flujo de capitales y se concentran en nuevos conjuntos, Multitud como diría T. Negri, se produce la disolución de lazos sociales conocidos instaurando otros basados en pura competitividad y eficacia económica. Sin embargo cabe preguntarnos si en ellos no podrían cohabitar algunos conjuntos donde se restablezcan lazos sociales si bien con algún carácter de obligatoriedad.

Una consecuencia podría ser que los sujetos singulares o los conjuntos como los atinentes a la vida familiar se vean afectados y se susciten vivencias de soledad a las que debemos calificar. Estas son muchas veces denunciadas cuando aparecen quejas acerca de costumbres cotidianas como por ejemplo que en una casa cada uno tiene su TV, que comen delante del televisor, que la relación con la computadora etc., en general comentados negativamente.

Los que quedan desenganchados o no enganchados por el flujo económico y forman aquellos conjuntos, pueblos, que no han sido absorbidos por el flujo económico. Estos mantienen alguna forma de relaciones sociales tradicionales que dependen de la cultura de cada conjunto o país. En estos conjuntos es probable que el tipo o forma que adquieren las creaciones productivas corresponda, en algunas circunstancias, una formación espontánea donde el concepto de solidaridad tiene un sentido básico. Estos son conjuntos que se constituyen sobre un “hacer junto con otros” que va creando pertenencias que no necesariamente son definitivas.

En síntesis se trataría de dos dimensiones de producción subjetiva:

– una de producción subjetiva potenciada por relaciones económicas que algunos piensan como disolución subjetiva o por lo menos de las formas conocidas de subjetivación. Un sujeto vale por lo que produce, algo así como un objeto de consumo.

– otra de producción subjetiva potenciada por la posibilidad de un hacer junto con otros a partir de un problema que constituye la Comunidad de este momento.

Así pensado globalización no implica solidaridad si bien puede, como en cualquier conjunto humano ser uno de los componentes que hacen a la producción de dicho conjunto.

Entonces cabe pensar en dos funcionamientos de solidaridad:

– el uno por obligación y
– el otro por un hacer junto con otros en función de un problema.

 

Globalización y psicoanálisis: concepto de eficacia

Y ahora: ¿cómo ubicar al psicoanálisis en el marco de las condiciones de pensamiento impuestas o creadas por la globalización?

Como punto de partida creo necesario un cuestionamiento o ubicación del concepto de eficacia. Y de esta manera vería lo que la globalización aporta como valor a algunas maneras de pensar el psicoanálisis.

1- por un lado en el rendimiento económico
2 - para luego ocuparnos del rendimiento en nuestro marco de trabajo a partir de nuestro trabajo analítico.
3- y por fin ocuparnos de eficacia de la representación y eficacia de la presentación.

De esta manera lo económico retiene su polisemia que incluye un espectro que va desde lo más concreto referido al producto del trabajo a lo puramente simbólico e imaginario que depende del trabajo analítico sobre la representación y el trabajo analítico sobre la presentación o sea sobre el vínculo tengan su debido lugar. Aquí introduzco la idea de producción psíquica intrasubjetiva y producción psíquica intersubjetiva o vincular.

a. Dado que los psicoanalistas pertenecen en la mayoría a la población que forma parte de este nuevo Imperio o Multitud como la llama Toni Negri, los valores que hacen a dicha forma de pensamiento y los valores que conlleva deben también ser incorporados conscientemente e inconscientemente.

Probablemente parte de nuestra manera de encarar las dificultades económicas de nuestros pacientes tiene que ver con el criterio de eficacia. Tendremos que volver a pensar como encaramos el valor del trabajo en el hoy. Ello se puede observar en el lugar que ocupa en las entrevistas o en el material de los pacientes el rendimiento económico y la eficacia. Claro que una cosa es que se asocie trabajo con rendimiento y placer y otro que el único criterio sea el económico. Esto propone un dilema. Otra consecuencia es como abordamos el tema de la desocupación, o desempleo, o des-existente o expulsados de la red laboral.

b. Algunas teorías centran sobre todo sus criterios de curación en la capacidad de rendimiento económico de sus pacientes y capacidad de adaptación al medio social en el que viven. Ello merece ser pensado dado que podría tener que ver con la interferencia de la globalización en la forma de pensar una cura.

c. El concepto de eficacia ha cambiado de significación y valor con el tiempo y hoy los psicoanalistas se ven exigidos a producir mayor eficacia. ¿Qué se entiende por ello? En general más rapidez en la solución sintomática, en la resolución de problemas, en adecuaciones horarias y honorarias etc. en muchas ocasiones Ello es vivido como un conflicto, o como si plantear una oposición con las formas de pensamiento tradicionalmente adquiridas. Lenta elaboración por ejemplo parece contrapuesta a eficacia. Eficacia suele ser asociado también a duración de un tratamiento y muchas veces cuesta aceptar o hacer algo con las nuevas condiciones impuestas por la globalización.

d. Eficacia es también posibilidad de aliviar el sufrimiento, de producir mejoras en las relaciones entre las personas, en incrementar el potencial vincular. En ese caso hay que encarar el tema desde la producción intrapsíquica y la producción intersubjetiva.

Estas producciones se relacionan con la diferencia entre el concepto de representación y el de presentación.

Para ubicar rápidamente como entiendo cada uno de estos conceptos diría: representación es lo que ocupa el lugar de otro momento, de otras vivencias, de algo no posible de ser conocido. Aparece en los tratamientos como representante de algo pasado que tiende a repetirse. Es lo clásicamente conocido como poblando el mundo interior.

Presentación es un término que hemos venido introduciendo con Berenstein y que hace a la vincularidad concebida como la puesta en relación de dos o más otros, que se presentan desde su alteridad produciendo en el otro un descoloque, interferencia en lo que sería un sujeto único.

Eficacia de la representación es lo que posibilita el trabajo analítico y que permite a paciente y analista descubrirse escenas que tienden a repetirse y otorgan al presente un significado anterior. Claro que hay representaciones que bloquean la subjetividad y otras que producen transformaciones y nuevas representaciones.

Mientras que eficacia de la presentación se reconoce al comprobar los efectos de la alteridad que deben necesariamente producir transformaciones permanentes en aquellos componentes del vínculo. Ello posibilita el incremento de la capacidad de pensar lo que el otro aporta, un mayor conocimiento de lo que la situación puede dar, y el despertar del interés y curiosidad por el otro y por sí mismo. Un signo perturbador de la dificultad de tolerar la presencia es por ejemplo frases como “no me interrumpas”, “espera que termine”, “esto no es lo que quise decir”, etc...

 

Globalización de la cultura

Estas reflexiones deben llevarnos a pensar qué se entiende por globalización de la cultura ¿de qué se trata? Se refiere a la anulación de diferencias o al resultado de las nuevas tecnologías que sin duda producen nuevas formas de subjetivación. Estas incluyen algún tipo de pérdida de particulares.

Creo que uno de los dilemas actuales es el de ubicarnos ante este tema desde lo que sucede y no desde lo que le falta en relación con sistemas anteriores. Y al mismo tiempo ser muy cauto en detectar por donde pasan las diferencias, o la Diferencia con mayúscula irreductible que hacen a la subjetivación.

Algunas consecuencias de la globalización de la cultura se relacionan no solo con velocidad de comunicación, sin con el quiebre entre generaciones, nuevos lenguajes, y una producción de un saber que va tragándose el significado de algunos conceptos. Así como estamos en la era de lo descartable, he notado que en nuestra ciencia los conceptos nuevos pierden rápidamente su fuerza significativa. Por otra parte también he notado que el mundo científico psicoanalítico está dividido en grandes zonas que se definen por el uso de conceptos no transferibles de una zona a otra que además se basan en filosofías absolutamente diferentes.

 

Globalización y socialización

En la medida en la que considero y vengo haciendo desde hace ya bastante tiempo una serie de hipótesis acerca de las modalidades de constitución de la subjetividad social, me ha sido necesario revisar el concepto que hemos manejado hasta ahora y cuestionarlo.

Hemos pensado durante mucho tiempo en la subjetividad social siguiendo el modelo propuesto por Freud desde Psicología de las Masas. Dicho rápidamente se trataría de concebir los conjuntos sociales y la socialización de un sujeto como transformación de los primeros modelos familiares. Parto de un supuesto: los conjuntos sociales dentro de los cuales las personas adquieren o construyen sus cualidades subjetivas son de dos órdenes.

- Unos siguen el modelo de Estructuras organizadas, con lugares necesarios para dicha estructura como lo son las Instituciones, el Estado y la Estructura Edípica. Y ahora agrego globalización o mundo globalizado. A. Negri (2003) habla de “multitud” como el contenido de la globalización, como potencia del ser común. Tal vez sea lo más que pueda hacerse con la globalización.

- Otros son conjuntos ad-hoc, que solo tienen vida y consistencia en función de un problema a resolver y por ende de “un hacer juntos”. Es el hacer el que crea el conjunto y da consistencia a un espacio donde fluyen los vínculos. A estos los llamaré Comunidades. Hablar de Comunidad se relaciona con mi modo de pensar la producción de subjetividad. Ello me lleva jerarquizar ontologías diferentes y una topología propia a cada uno de los espacios de constitución subjetiva. Tal vez no sea imposible que dentro del marco de la globalización surgieran comunidades pero no pienso que las origina la globalización.

 

Estructuras cerradas y espacio que fluye

Las estructuras cerradas, preestablecidas como lo son el Estado, las Instituciones y la Familia, se organizan a partir de la lógica de funcionamiento binaria. En ellas se delimitan fronteras por lo cual hay un interior-exterior que lleva a introducir categorías tales como inclusión-exclusión y todas las que de ellas derivan. Las categorías tienen sus propias reglas y leyes constitutivas en función de factores diversos tales como ideologías, condición del conjunto, diferencias irreducibles, racismo, religiones. Y para la estructura edípica la exclusión a la cual se personifica con el tercero excluido, promueve la constitución de un triángulo, el triángulo edípico a partir del cual los miembros de dicho triángulo definirán su identidad sexual, su manera de ir siendo padre-madre-hijo etc. La característica de los intercambios tiene una cualidad de obligatoriedad que no necesariamente se contraponga a la de solidaridad si bien no son complementarias. La solidaridad en todo caso se instala en exceso y fácilmente se torna beneficencia o deber.

Su condición de obligatoriedad corresponde a una vivencia constitutiva de deuda, de deber y en algunas ocasiones de culpa. Existe el deber de dar continuidad al conjunto, ocupar el lugar de un muerto, etc. Y entonces ello conlleva la idea que el ir haciendo, el ir ocupando lugares tendrá un carácter reparatorio, mantiene vivo y activo en la mente el pasado que actúa como motor de las producciones. Estas producciones funcionan solamente en el marco de la globalización pero dado que vengo proponiendo que globalización no tiene adentro-afuera va a ser necesario pensar si parte de la crisis de las Estructuras cerradas no tiene que ver con las condiciones de pensamiento impuesto por la globalización.

¿Será que este concepto de estructura cerrada tiene que superponerse al de globalización o que por el contrario la globalización instaura nuevas cualidades a las estructuras cerradas? Quedaría como interrogante para discutir.

Mientras que vengo proponiendo que también los sujetos forman conjuntos a los cuales llamo Comunidad que son de constitución espontánea, de duración efímera cuya lógica es la de la complejidad y una manera peculiar de resolverla. Las producciones sociales inherentes a la Comunidad dependen principalmente de un presente, se basan en un sentimiento de solidaridad y solo otorgan una permanencia efímera. Descansan sobre el hacer junto con otros y nada más.

Aquí ya no se trata de desmentir, excluir la insoportable ajenidad del otro, sino que es el problema, lo alter, que impone y propone la cualidad que adquiere la situación.

Para la Comunidad dado que solo la constituye un hacer efímero, actual, no se establecen bordes claros no rige el par exclusión-inclusión. La pertenencia la da el hacer junto con otros. La lógica ya no es binaria sino que es la de la complejidad. Lo imprevisible ocupa un lugar central ya que hace a la misma constitución de la comunidad. No se constituye en función de una historia previa, de un posicionamiento en un dado conjunto sino que depende del azar del encuentro. La pertenencia otorga una marca específica, por ejemplo tiene un nombre, pero incluye desde su inicio su posible disolución. Es a partir de este planteo que fui llevada a diferenciar dos modalidades de producción social.

 

Solidaridad y psicoanálisis

Las acciones que generan solidaridad pertenecen al espacio público, tienen varias dimensiones y es así es como discrimino la dimensión política, por ejemplo Hannah Arendt habla de solidaridad positiva cuando va acompañada de una dimensión política (p.69) y de solidaridad negativa cuando se basa en el temor de la destrucción global. Otra es la dimensión ética que es la que designa cuál es el problema en base a los valores de un contexto.

En estados totalitarios el concepto solidaridad no tiene cabida ya que hay una orden de agrupamiento sostenido por valores e ideales impuestos. Mientras que en regímenes democráticos los problemas puedan suscitar nuevos agrupamientos de cierto nivel de estabilidad sin por ello interrumpir la fluidez vinculante. Llegado a este hagamos jugar como oposición totalitarismo y solidaridad dado que, como lo piensa Enzo Traverso citando a Miguel Abensour (p.14), el totalitarismo aplasta y disuelve la singularidad para crear una masa. En ese sentido la solidaridad se ubica entre disolver y aplastar y el individualismo a ultranza.

También me gustaría diferenciar aquellos grupos que se constituyen sobre la base de la caridad y los que se constituyen a partir de un problema del cual se hacen solidarios.

En los grupos atravesados por una relación de caridad hay siempre una asimetría y uno o varios sujetos que ayudan a otros que son los que sufren. Unos están dotados de un saber-poder mientras otros están en la posición de desvalimiento o desposesión.

La solidaridad transforma, como dice Rorty (1991) desde una concepción donde la condición solidaria es esencial en la constitución de humanidad, un “ellos” en “un nosotros” y así incluye en la categoría de “nosotros” a personas muy diferentes de nosotros. Para quienes asociarían cooperación y solidaridad tales como Toni Negri y Dardo Scavino se transforma “lo propio en común” y se diferencian aquellos vínculos que se basan en mecanismos de identificación de aquellos que se generan a partir de participación.

¿Por qué la solidaridad no ingresó en tanto concepto psicoanalítico y cómo hacerlo ingresar? Una respuesta fácil lleva a pensar que el psicoanálisis se ha ocupado principalmente de la constitución de un aparato psíquico y no tanto de la relación entre dos otros irremediablemente diferentes.

Solidaridad entró por la puerta del psicoanálisis aplicado, de la fenomenología y de la mano de teorías que se ocupan de cuestiones de psicoterapia de grupo o de psicología social. Freud menciona el concepto en diversos textos tales como Tótem y Tabú, El porqué de la guerra, Escritos acerca de Ferenczi, Los sueños, Psicología de las Masas, Psicoanálisis y Telepatía, etc. Allí pensó a la solidaridad en tanto mecanismo de defensa que se emparienta con la formación reactiva y por lo tanto con la culpa o como un sentimiento gregario. En este contexto se supone que la solidaridad provee un alivio a un malestar, una protección y da un sentimiento de pertenencia a un conjunto.

Otros autores mencionan la solidaridad para hablar de relaciones necesarias entre dos elementos. Así es como por ejemplo, Lacan habla de solidaridad entre significantes o como un juego de tensiones entre diferentes elementos.

En escritos pertenecientes a la literatura norteamericana el concepto ocupa también su lugar como mecanismo ligado a la dinámica de los grupos.

Para otros autores como por ejemplo entre nosotros Esther Czernikowsky y Sara Moscona, la solidaridad es pensada como transformación que otorga una nueva cualidad al concepto de fraternidad, fratria del cual sería un derivado. En estas circunstancias tiene que ver con un sentimiento o una emoción que tiende, identificación mediante, a ligar los sujetos entre sí en un estilo de horizontalidad a diferencia de los conjuntos organizados verticalmente.

Hasta aquí en síntesis varios significados son relevantes y en general están ligados o a un concepto ético, moral o a emociones y sentimientos de una cualidad particular donde se reconoce la importancia de la relación con otros, radicando un origen en un complejo que encuentra su lugar dentro del Edipo y en un mecanismo donde entra la identificación-empatía. Solidaridad como:

* deber-obligación
* Dependencia recíproca, o
* Solidaridad como dependencia unilateral
* Mecanismo que hace a la dinámica de los vínculos
* Modo de relación horizontal

A ello habría que agregar que la solidaridad pensada como sustento de grupos comunitarios, de conjuntos efímeros mantiene unidas las partes entre sí mediante la articulación de esfuerzos diversos.

Entonces si sigo pensando que la solidaridad se integra tanto en la dimensión globalizada como en la Comunitaria, podría ser interesante pensar que en cualquier conjunto se superponen las dos dimensiones. Y ello daría lugar a que por ejemplo en una familia se pueda pensar en dicha superposición en la que por un lado la generación parental exija solidaridad a la generación hijos y que por otro lado haya una organización de las relaciones familiares y quehaceres que tienen que ver con la vida cotidiana que pase por una formación ad-hoc, simétrica que se base en solidaridad espontánea.

Por último cabe preguntarnos si la solidaridad tiene que ver con una definición ontológica, con un problema ético (compromiso), con un problema moral (conducta u obligación), con un acto-hacer basado en un saber anterior de alguna de las partes, con una práctica creada en el momento y en función de un problema, con un mecanismo psíquico etc. Hoy pienso en la solidaridad como recurso y como práctica referido a un dado tipo de sufrimiento psíquico y social.

 

Comentario final

En resumen algunas de las consecuencias del pensamiento de la globalización en nuestra práctica diaria y en las vicisitudes de la teoría deben ser pensadas.

Llevan a revisar y detectar cuales son las marcas que impone que la globalización o sea lo que entiendo por ello o sea las relaciones humanas pensadas desde la vertiente eficacia económica y la competitividad.

Empezando por el concepto de eficacia seguir buscando conceptos que den cuenta de la interferencia de la globalización en nuestra práctica.

Aceptar la instauración de dos dimensiones que no desaparecerían con la globalización. Pero entonces la dimensión Comunidad llevaría la marca de la globalización en un esfuerzo por diferenciarse.

 

REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Endereço para correspondência:
E-mail: janine@fibertel.com.ar

Recebido em: 16/03/2007
Aceito em: 27/03/2007

 

 

1Este texto fue en parte leído en un encuentro rioplatense, Uruguay 2003.
2 Psicanalista, membro da APA – Associação Psicanalítica Argentina e da AAPPG – Associação Argentina de Psicologia e Psicoterapia de Grupo. Diversos trabalhos publicados em livros e revistas.

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