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Vínculo

versão impressa ISSN 1806-2490

Vínculo vol.10 no.2 São Paulo jul. 2013

 

ARTÍCULOS

 

Parejas de hoy: conflictos y diversidad

 

Casais de hoje: conflito e diversidade

 

Couples today: conflicts and diversity

 

 

María Cristina Rojas1

Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo

 

 


RESUMEN

Este artículo propone algunas temáticas en relación con las parejas de hoy, cuyos vínculos, marcados por la diversidad y la singularidad de los contratos, se entraman en las lógicas del mercado neoliberal. Propone prácticas clínicas vinculares que tomen como uno de sus puntos de partida el cuestionamiento de tales lógicas, que sitúan al otro humano como amenazante y descartable. Un campo usual en esta clínica se abre a partir de consultas ligadas al divorcio y sus vicisitudes, algunas de las cuales expone brevemente. Relaciona una concepción solipsista de la libertad con los juegos de poder y la dominación en los vínculos. Destaca la necesidad de pertenencia y reconocimiento mutuo coexistente con el requerimiento de autonomía y singularidad en los vínculos significativos. Por último, analiza las distintas dimensiones que se anudan en el vínculo de pareja, ligadas entre otras cuestiones a la tendencia a la fusión y la imposición de la otredad.

Palabras llave: diversidad; amor; dominio


RESUMO

Este artigo propõe alguns tópicos sobre os casais de hoje, cujos vínculos, marcados pela diversidade e a singularidade dos contratos, compõem a lógica do mercado neoliberal. Propõe práticas clínicas vinculares para tomar como um dos seus pontos de partida o questionamento de tais lógicas, que colocam o outro humano como ameaçador e descartável. Um campo usual nesta clínica se abre a partir de consultas relacionadas ao divórcio e suas vicissitudes, algumas das quais brevemente expostas. Relaciona a uma concepção solitária de liberdade com os jogos de poder e dominação nos vínculos. Salienta a necessidade de pertença e reconhecimento mútuo, coexistente com a exigência de autonomia, e singularidade nos vínculos significativos. Finalmente, analisa as diferentes dimensões que se juntam no vínculo de casal, ligadas entre outras questões, à tendência à fusão e à imposição da alteridade.

Palavras-chave: diversidade; amor; domínio.


ABSTRACT

This article proposes some themes in relation to couples today, whose bonds, marked by diversity and singularity in the contracts, are complicated by the logic of the neoliberal market. It proposes bonding clinical practices which have as one of the starting points the questioning of such logic, which tend to interpret another human as menaceable and disposable. An usual field in this clinic is open from the consultation linked to divorce and its aftermath, some of those characteristics are exposed briefly. It relates a solipsistic concept of freedom with power and domination games within the bonds. It also emphasizes the need for belonging and mutual recognition coexistent with the requirements of autonomy singularity in significative bonding. At last, it analyses the different dimensions which appear in the couple's bond, linked among other questions to the trend in the fusion and imposition of the other.

Keywords: diversity; love; domination.


 

 

Nuestro tiempo nos presenta formas vinculares y subjetivas novedosas, que convocan de modo constante al pensamiento y la investigación.

Dice Agamben: "Pertenece verdaderamente a su tiempo, es realmente contemporáneo aquel que no coincide perfectamente con él ni se adapta a sus pretensiones, y es por ello, en este sentido, no actual; pero, justamente por ello, justamente a través de esta diferencia y de este anacronismo, él es más capaz que los demás de percibir y entender su tiempo". (Agamben, 2009).

Pienso, en relación con esto, en prácticas clínicas vinculares con la pareja y la familia, que tomen como uno de sus puntos de partida el cuestionamiento de las lógicas consumistas y paranoides del mercado, las que sitúan al otro humano como amenazante y descartable. Pese a las transformaciones, persisten con nuevas formas y sentidos las alegrías y penas del amor, la búsqueda del par, el establecimiento de vínculos que se hunden, para bien o para mal, en las raíces más profundas de los afectos. Recorramos algunas vicisitudes de las complejas parejas humanas de hoy.

Al introducirse, avanzado el siglo XVIII, el amor/ pasión como nueva dimensión del matrimonio, a las expectativas anteriores se agregan otras; múltiples e intensas aspiraciones confluyen así en un solo vínculo. Esto dio paso a nuevas, en su momento, formas de decepción y afectó la perennidad del lazo. ¿Es el amor demasiado fluctuante para ser base de una institución vitalicia?

Otra cuestión que incide en los cambios de la vida en pareja son las modificaciones en el lugar de la mujer, que entre otras cosas, empezara años ha a ser considerada como ser sexuado, a la vez que se iba insertando en el mundo laboral y cultural, más allá de su reducto hasta entonces "natural", el ámbito doméstico. Una consiguiente mayor autonomía económica respecto del proveedor masculino modificó la dinámica del poder en la pareja. Feminidad y masculinidad no pueden sino transformarse en simultaneidad.

Llegan hoy a la consulta variadas parejas amorosas; en mi caso, parejas urbanas que habitan una de las ciudades densamente pobladas de América Latina, Buenos Aires.

Las parejas actuales organizan acuerdos vinculares de marcada singularidad. Nos compete analizar cuidadosamente cada situación clínica en la que nuestras ideologías pudieran operar como obturantes. Quienes trabajamos con familias y parejas, en tanto integrantes de una sociedad donde rigen aún lógicas binarias y excluyentes asumimos, hace años, la responsabilidad de un cambio subjetivo que encuadre nuestra clínica en una ética de la diversidad (Rojas, 2011).

Desarrollos tecnológicos habilitan distintos modos de procreación, antes inexistentes. Aparecen así otras problemáticas en familias y parejas ligadas a la fertilización asistida: ovodonación, espermodonación, maternidad subrogada, constituyen hoy un vasto campo del accionar clínico.

Por lo demás, llegan a la consulta cada vez con mayor frecuencia parejas homosexuales, a partir de las cuales van naciendo las familias que han dado en denominarse homoparentales. Las polémicas desencadenadas por la conformación de estas parejas y su legalización, derivan de la falta de aceptación, persistente en algunos sectores sociales, de la homosexualidad como otra orientación sexual, no ya desviación o enfermedad.

Un campo usual en nuestra clínica con parejas y familias se abre a partir de consultas ligadas al divorcio y sus vicisitudes. Asistimos tanto parejas conyugales en proceso de divorcio como otras que consultan por crisis posteriores al mismo, generalmente vehiculizadas a través de diferencias acerca de los hijos y los bienes. También consultan parejas que encabezan familias ensambladas, es decir, conformadas por divorciados con hijos que suelen agregar, a los hijos previos de cada uno, los hijos en común.

En estos casos, puede ser pertinente el trabajo tanto con la pareja actual como con la ex pareja, divorciada. En la clínica de estas últimas quedan por fuera de las sesiones ciertas zonas de intimidad que ya han ido dejando de existir. Ponemos a trabajar, en cambio, procesos de filiación, funciones de sostén y regulación de los hijos; modalidades de la comunicación, siempre en función de elaborar los saldos penosos acarreados por la disolución conyugal y habilitar de tal modo el trabajo de coparentalidad. Cuando los rencores o los miedos son intensos y esto produce sufrimiento, a ellos mismos y a sus hijos, propondré trabajar con los padres divorciados por separado, promoviendo la reflexión y los procesos elaborativos singulares.

A partir del divorcio se separan conyugalidad y parentalidad; a la vez, las tecnologías favorecen disociar sexualidad de procreación.

Numerosos y disímiles son entonces los desafíos y novedades que nos plantea la clínica con parejas, tanto en relación con la diversidad de configuraciones, que aquí abrevio y simplifico, como con la originalidad de los contratos singulares

 

Ser una pareja, hoy

Cuando muchas mujeres organizan un proyecto extrafamiliar, aparecen en las parejas otros modos de intercambio y de conflicto, antes ocultos por la sumisión de la mujer al proyecto masculino. No obstante, aún son mayoría las parejas parcialmente adecuadas a moldes tradicionales. Y muchas las jóvenes que postergan desarrollos propios para priorizar especialmente la maternidad.

Ciertos rasgos de época acentúan la dificultad para establecer acuerdos, ya que con frecuencia la libertad es sinónimo de un "soy libre" solipsista. "Yo tengo mi proyecto y lo elijo desde mi libertad personal e individual". Nuestro tiempo, y por ende sus habitantes, dejan de lado la autonomía interdependiente e impulsan lineamientos que tienden a considerar que el otro coarta las propias realizaciones. Desde estas perspectivas, tan propias de las formas vinculares paranoides que propone el mercado neoliberal, los márgenes del desacuerdo y el malentendido –propios de la comunicación humana- parecen acrecentarse.

Dice J. Benjamin (1996):

"el ideal de libertad lleva consigo las semillas de la dominación". De tal modo, si los dos son absolutamente libres, lo que cada uno puede hacer es tratar de imponerle al otro su proyecto para mantener su libertad individual a ultranza. Es interesante analizar esta cuestión: se infiltra la dominación pero de modo sutil, ya que se formula como ideal libertario. La autora aborda en este texto un tema que, por mi parte, considero fundamental en el estudio de los vínculos humanos: la necesidad de pertenencia y reconocimiento mutuo coexistente con el requerimiento de autonomía y singularidad. Esto se relaciona con las modalidades de pertenencia de los sujetos a cualquier vínculo, ya que pertenecer implica adquisición pero también renuncia. Entonces, ¿de qué modo se vive eso en cada pareja? ¿cómo se juega en un particular vínculo dicha paradoja? "El hecho de que el otro sujeto está fuera de nuestro control y sin embargo lo necesitamos", esto sugiere un aspecto irreductible, no es posible que cada uno disponga del otro siempre, cómo y cuándo quiera. "Acoger esta paradoja es el primer paso para desenredar las cadenas del amor" (Benjamin, op.cit.).

Tomando en cuenta lo antedicho, en la clínica es pertinente trabajar acerca de cómo se piensa cada sujeto en la pareja, de qué manera cada uno pertenece y de qué modo cree pertenecer. Suelen ponerse de manifiesto en la situación clínica ideologías, concepciones acerca de qué es una pareja para cada uno, con raíces inconcientes, y distintos grados de desencuentro. Aceptar todo esto como inseparable de cualquier forma de relación, rompe el ideal de una vinculación siempre armónica, sin desniveles ni matices. Un ideal elevado e inalcanzable obstaculiza la metabolización de los momentos de desacuerdo o desavenencia, y puede conducir a la devaluación del vínculo.

Por otra parte, surgen nuevas y amplias formas de encuentro y de relación amorosa ligadas a las tecnologías de la comunicación y al cierto nomadismo característico de la época. Hay entonces "amores a distancia", caracterizados por la separación geográfica: los amantes viven en distintos países o incluso en distintos continentes. Los encuentros presenciales suelen ser esporádicos.

Internet ocupa ya uno de los primeros lugares como fuente del encuentro amoroso. Cuando quienes se conocen por este medio culminan en el encuentro presencial y este colma las expectativas creadas en la virtualidad, siguen adelante con las vicisitudes de todo vínculo, siempre de modo singular.

 

Dimensiones del vínculo

En el trabajo clínico con parejas se ponen en juego, en heterogéneas configuraciones, distintas dimensiones del lazo: el estar o no enamorados, los modos de vivir la sexualidad o la no sexualidad, el deseo o no de permanencia en el vínculo, el deseo o no de hijo, la disposición o no a compartir, la propensión o no a conformar un proyecto compartido…

Una pareja está integrada por dos sujetos. Cada uno tiene su historia, su singularidad, pero en ese encuentro habrá una dimensión creativo-productiva ineludible, que llamaré aquí producción vincular. Esta tiene que ver con el encuentro mismo y genera la posibilidad de hacer un corte y pensar que estos dos acaban de nacer como sujetos: son un otro sujeto que el que fueron hasta ahí porque este encuentro, en tanto significativo, adquiere capacidad de transformación y construcción. Entre dos crean un vínculo, pero a la vez son transformados por ese "entre" que han generado. Tal encuentro permite que en cada sujeto aflore algo que existía bajo el modo de la potencialidad, pero también se generan nuevas dimensiones.

Que el otro sea un sujeto implica además que cada uno deba aceptar y soportar su otredad. Un modo por tanto de pensar cualquier pareja es concebirla como un "dos irreductible" (Effron, 2001) Por más que cada uno ponga a menudo gran esfuerzo por hacerlo reductible, ya que el psiquismo lucha para que el dos devenga uno, y esto nunca puede completarse.

Pese al ansia de una fusión que sostenga al otro como parte de cada uno, propia especialmente del estado inicial del enamoramiento, en tanto el otro es un sujeto singular y separado se impone una dimensión de alteridad. La otredad del otro implica para cada uno una exigencia de trabajo psíquico y modificación. La diferencia deviene imposición inevitable a ser tramitada por cada cual. El otro es, en alguna dimensión, tan familiar y al mismo tiempo tan ajeno, y por ende inquietante.

Como vamos viendo, en el vínculo de pareja se juegan al mismo tiempo distintas dimensiones: una de ellas, la vertiente de la ilusión. Ilusión de unidad, de fusión narcisista, tendencia a la semejanza. Esto no es necesariamente patológico, deviene tal si la pareja lleva al extremo la fusión afectando singularidades. No obstante, si desaparece totalmente la ilusión no hay pareja. Es ficticio pensar evolutivamente, primero la pareja está enamorada y después, en una segunda etapa, aparece el amor, casi alteridad pura. El amor reconoce al otro, sí, incluye la alteridad, pero implica también momentos de ilusión, de plenitud narcisista. Estas dimensiones conviven en cada vínculo en todos los momentos de la vida; van siempre anudándose y desanudándose, con distintos predominios.

Para finalizar, señalaré que ni analistas ni pacientes podemos sustraernos al espíritu de época, en todo caso sí es posible abrir puntos de reflexión que reviertan la pasivización y sumisión acrítica a los imperativos socioculturales.

 

BIBLIOGRAFIA

AGAMBEN, G. (2005) Profanaciones. Bs. As., Adriana Hidalgo Ed., 2009. P. 7 124.         [ Links ]

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1 Psicóloga psicoanalista. Miembro titular de la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo. Ex presidente de esa institución y de la Federación Latinoamericana de Psicoterapia Analítica de Grupo. Docente de posgrado de la Universidad de Bs. As. y de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales.