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Vínculo

Print version ISSN 1806-2490

Vínculo vol.11 no.1 São Paulo June 2014

 

COMENTARIOS

 

Comentario sobre lo libro Psicoterapia Grupal Vincular-Estratégica de Mario Campuzano Montoya

 

 

Carlos Pachuk1

Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo

 

 

Presentar un libro de un prestigioso referente de la escuela mexicana conlleva establecer una crítica y una reflexión respecto a que ideas trae Mario Campuzano que nos estimule a pensar nuevos pensamientos y que semejanzas y diferencias interroga la lectura de esta obra.

Para seguir un orden primero quiero señalar que entiendo por crítica desde distintas concepciones: Spinoza y Nietzsche se preguntarían si este texto aumenta o disminuye la potencia o el sentimiento de poder en el lector, a su vez Kant en la "Critica de la razón pura" plantea que su uso legítimo son los juicios a posteriori que provienen de la experiencia. Respuestas que intentaremos alcanzar mediante esta síntesis.

A mi criterio se trata de una obra densa, vasta y muy elaborada que demuestra la erudición del autor a través de un recorrido por la historia de las ciencias, el psicoanálisis y las instituciones, tránsito que considero un logrado relato científico y luego asoma hacia una producción original al exponer su propio esquema de trabajo y su aplicación clínica, momento de creatividad, aparición del Si-Mismo autoral ¡Aquí estoy yo¡ nos dice en muchos párrafos Mario Campuzano.

Comienza con la concepción de Kuhn respecto a los paradigmas científicos llevados al campo del psicoanálisis. Describe el pasaje de la modernidad a la posmodernidad donde cae el esquema tradicional del científico como observador distante que cumple la consigna del positivismo "los datos son neutrales" y conduce a un nuevo enfoque de la ciencia interaccional y constructivista con una deuda kantiana.

Analiza los grandes cambios desde un esquema triangular: la relación entre paciente y terapeuta que varía del determinismo a la co-construcción , el enlace entre pasado y presente , donde la noción de actualidad adquiere mayor importancia, y la relación entre lo bio-psicológico y la construcción social de subjetividad y de realidad.

Menciona a su compatriota Octavio Paz quien registra un giro en Occidente desde la unidad indivisible - léase el ser, el yo o la nación - cuyo enemigo es la otredad hacia, en términos deleuzianos, la univocidad del ser (el ser es la totalidad de conexión de los entes) cuya unidad es plural, heterogénea, contradictoria, paradojal en perpetuo cambio e insubstancial. Es decir asoma una nueva concepción de unidad y totalidad, en el devenir entre lo uno y lo múltiple.

Cuestiona una terapia donde el analista es neutral, se coloca afuera del campo, recibe en transferencia la proyección del paciente, interpreta con el determinismo de la infancia y donde la inserción social es un telón de fondo que no incide en el tratamiento.

El cambio de paradigma se apoya en dos elementos a primera vista contradictorios: la lucha contra el principio de autoridad en la etapa inicial que coexiste con un llamado a la fe frente a un sistema tan estructural como el viejo paradigma, Una decisión de cambio solo puede tomarse con fe, ser militantes del acontecimiento (Badiou), o al decir de Isidoro Berenstein convocar adeptos que pregonen las nuevas ideas. La ciencia tiene una dimensión política y forma parte de los sistemas de saber y poder como menciona Faulcault en sus períodos arquelógícos y genealógicos. El saber codifica el poder afecta ¿Cómo construir una subjetividad o un pensamiento singular con cierto grado de libertad?

Arribamos a otro inconsciente, abierto, deslocalizado, politópico y extratópico que puede estar tanto en lo intrapsíquico como en lo intersubjetivo y grupal y que abona la construcción de una tercera tópica, cuyo autor más relevante es R.Kaes.

Campuzano pone en primer plano y también como origen del psiquismo la cultura de época con sus luces (posmodernidad) y sus sombras (neoliberalismo). El autor nos dice que el contexto social es al mismo tiempo texto grupal y clínico y no renuncia a su abordaje. En consonancia con sus ideas entiendo que en los vínculos ser posmoderno apunta hacia la diversidad cultural y las configuraciones múltiples de familia, género y sexualidad, mientras que el neoliberalismo implica desempleo, adicción al consumo y tecnoesclavitud, producto de una situación paradojal donde cientos de miles de individuos no consiguen trabajo y otros laboran sin límites. Agregaría que en el siglo XXI estamos en presencia de dos revoluciones la biogenética y la informática que han transformado, sin retorno posible, la condición socio-política, la cultura y los vínculos humanos.

Regresamos a la crónica del psicoanálisis y de los grupos, recurso habitual para el autor ¿Que pasa en las instituciones con los cambios de paradigma? Es dable señalar que tanto la AAPPG (Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo.) y la AMPAG (asociación Mexicana de Psicoterapia Analítica de Grupo) tuvieron problemas con la IPA tanto en su versión argentina como mexicana, que se reflejaron en el nombre, ambas debieron renunciar por presiones políticas al significante psicoanálisis y reemplazarlo por el devaluado término psicoterapia.

Luego el autor se refiere al vínculo a partir del concepto de alteridad trabajado en la AAPPG en numerosos escritos incluidos en un número aniversario de los cincuenta años.de la institución con autores de línea estructural como Marcos Bernard y otros ligados al devenir y la otredad centrados en colegas de la segunda generación de analistas vinculares, posturas diferentes y opuestas que han podido coexistir en el mismo espacio institucional. Esta segunda lectura apunta a un inconsciente abierto capaz de nuevas inscripciones cercano a las ideas posmodernas de co-construcción de una nueva realidad en la relación terapéutica y solidario con el concepto de transferencia como un vínculo entre dos sujetos marcados por la ajenidad y la novedad radical. Surgen las preguntas sobre lo vincular: ¿Desde donde planteamos el vínculo? Desde el sí-mismo, la otredad, el entre, la diferencia?

Respecto al desarrollo del psicoanálisis grupal en Mèxico, mediante la AMPAG ha generado un psicoanalisis multipersonal, con una ténica kleiniana, junto al enfoque interdisciplinario y el modelo vincular estratégico de Campuzano. Se abren aquí también otra serie de interrogantes que formulara Carrillo uno de los fundadores ¿desde que lugar voy a leer el texto grupal constituido por significantes de toda índole? ¿ls psicosociología, el psicoanálisis, el psicodrama, o el análisis institucional?¿en que nivel voy a decidir mi intervención? ¿cómo voy a instrumentar mi intervención con técnicas verbales o técnicas de acción?

En la segunda parte plantea un modelo de trabajo que da cuenta de sus propias ideas.

La AMPAG surgió como institución en los sesenta con el sistema tomado de Bion y continuado por M-Langer- E.Rodrigué- L.Grinberg de psicoterapia del grupo, enfoque de la modernidad donde había que optar entre el sujeto y el grupo y se definía, como el nombre lo indica, por interpretar al grupo como totalidad. En los ochenta se desplegó en la práctica clínica el esquema vincular –estratégico, impulsado por nuestro autor, que buscaba superar la ausencia del sujeto y la historia personal, déficit de la técnica anterior que generaba la deserción de la terapia grupal de múltiples pacientes.

Sin embargo es importante reconocer, como señala Ana M. Fernández que los trabajos de Bion con la invención de los supuestos básicos habilitó el pasaje de un contexto de aplicación del psicoanálisis a los grupos a un contexto de descubrimiento de fenómenos del inconsciente en los grupos que solo se producen en grupo como la ilusión grupal de Anzieu,

La primera respuesta, ante los fracasos clínicos fue la psicoterapia en grupo de Slavson y Wolff que minimiza los fenómenos grupales y ubica en primer plano la problemática del sujeto. En Argentina esta técnica fue desarrollada por Gerardo Stein en su libro "Psicoanálisis compartido", continua un criterio binario interpretativo entre el sujeto y el grupo, eligiendo en este caso al primero de los polos , mientras el segundo forma parte del contexto pero sin un abordaje clínico del grupo.

Marcos Bernard y Ana M.Fernández realizan una acertada crítica al grupo como totalidad desde una concepción asociada a la complejidad donde rescatan el valor del sujeto pero también de la dinámica grupal y la interpretación alterna en forma recíproca del paciente al conjunto y a sus puntos de anudamiento como diría R.Kaes de acuerdo al momento y al timing de la terapia.

Ana M. Fernandez pone el acento en evitar narrativas totalizadoras o esencialistas de los discursos grupales pues el exclusivo trabajo sobre la transferencia central y del conjunto invisibiliza la riqueza de las transferencias laterales entre pares que son el eje de identificación y diferencias y contribuyen al armado de las escenas grupales.

Marcos Bernard desde el modelo de las configuraciones vinculares plantea que no existe un inconsciente del conjunto sino formaciones del inconsciente que se expresan en el conjunto, tema que luego será complejizado por R.Kaes y remite a su propio esquema de "doble estructura de roles" donde el sujeto arma una escena que obliga a los demás integrantes a ubicarse en determinados lugares que el grupo interno del paciente determina. En mis trabajos mencioné esta técnica como psicoterapia de grupo, que trabaja con los cuatro elementos: los polos adaptativos e inconsciente del grupo y la fantasía inconsciente y el polo yoico del sujeto.

El aporte de R. Kaes ha inaugurado una tercera tópica al establecer en la metapsicología de los conjuntos Grupo-Pareja- Institución un inconsciente extratópico por afuera de los límites corporales descarta el enfoque interno-externo del psiquismo relevado en su último libro por singular-plural. Sostiene que el inconsciente está estructurado como un grupo y el grupo es una realidad psíquica, el APG (aparato psíquico grupal) está formado por la proyección e introyección de los grupos internos de los sujetos que se encuentran en diferentes momentos de regresión ( opuesto al planteo bioniano donde todos los integrantes estaban en el mismo nivel de regresión)- A su vez las fantasías originarias que toma de Freud a través de Laplanche y que en última instancia son fusión (escena primaria) , investimiento (seducción) y falta (castración) son distributivas y permutativas de roles. El sujeto del grupo se constituye cuando el APG está en correspondencia con el API (aparato psíquico individual) en la isomorfia, mientras que el sujeto del inconsciente se produce cuando el APG no coincide con el API en la homomorfia. También hay fenómenos intermediarios que abrazan las dos caras del sujeto y el grupo como son Edipo, identificación e ideal.

El modelo vincular- estratégico aplicado a grupos y parejas agrega componentes que faltaban en el esquema kaesiano como el nivel interdisciplinario y el interés en la incidencia de la dimensión social. En ese sentido toma de Bejarano la escisión de la transferencia en central, lateral, grupal y societal. También tiene influencias del modelo de los tres espacios psíquicos intrasubjetivo, intersubjetivo y transubjetivo (referido a las representaciones sociales) de Janine Puget e Isidoro Berenstein. Incluye en un doble abordaje el aspecto discursivo junto a técnicas de dramatización.

La cura es concebida como una transformación evolutiva de lo indiferenciado a lo diferenciado, de la base fusional de donde parte la vida psíquica y la grupalidad a la diferenciación edípica, de los vínculos sincréticos a los discriminados. Aquí establezco otro punto de vista, pienso que este modelo secuencial no es evolutivo, el efecto del mecanismo de retroacción implica que no hay linealidad en su progresión o regresión sino saltos, reinscripciones, transcripciones, etc. Hay una tendencia bipolar que funciona simultáneamente desde lo originario a lo edípico y viceversa. Comparto la idea del cambio como objetivo central de la terapia en los grupos y en las parejas, pero la noción de cambio tiene diferentes dimensiones de acuerdo a los autores: aumentar el preconsciente y resolver problemas de lo originario mediante el apuntalamiento grupal (Kaés), y tres maneras que deduzco de las ideas de Mario:

  1. a través de las transferencias laterales poner en evidencia y modificar las formas de relación del sujeto
  2. catarsis y control de las pulsiones que se juegan en la intersubjetividad con el movimiento de los cuerpos y las escenas que generan fantasías
  3. desde lo sociocultural desnaturalizar ciertas visiones del mundo y aceptar la otredad. Esta obra tan compleja que recomiendo cumple con las condiciones mencionadas al inicio: amplía geométricamente la potencia intelectual y está basada legítimamente en la experiencia. Además me permitió captar el espíritu de su autor que definiría de esta manera:

Prefiero transitar la vida cercano a aquellos pensadores que tienen una visión dispersa y múltiple de la realidad y de los hombres, que no integran lo que existe en una explicación u orden coherente pues perciben el mundo como una compleja diversidad, donde si bien hay círculos imaginarios y centros fugaces que otorgan sentido y coherencia, el todo es tumultuoso, paradojal e inapresable.

 

 

1Psicoanalista. Miembro de la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo.

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