EDITORIAL
DOI: 10.11606/issn.1806-6976.v10i3p110

Determinantes Sociales de la Salud y el uso de drogas psicoactivas

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los Determinantes Sociales de la Salud (DSS) son las condiciones locales en que las personas viven y trabajan⁽¹⁾ y, de esa forma, constituyen los factores sociales, económicos, culturales, étnicos, psicológicos y de comportamiento, que influencian la aparición de problemas de salud y sus factores de riesgo en la población⁽²⁾. El consenso sobre la influencia de los determinantes sociales en las condiciones de salud fue construido históricamente, reafirmándose en las discusiones para el establecimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, a finales del siglo XX, que enfatizarán las relaciones entre el proceso de desarrollo y la salud, centrándose en las injusticias en la salud, por medio del aumento de estudios sobre la pobreza y la salud y los mecanismos de producción de injusticias individuales, comunitarias y macro-ambientales. Las injusticias en la salud representan las desigualdades entre grupos poblacionales, que aparte de sistemáticas y relevantes, pueden ser consideradas evitables, injustas e innecesarias ⁽³⁾.

En ese contexto, el uso y abuso de drogas psicoactivas posee interconexión con varios determinantes sociales y debe ser enfrentado por medio de acciones y políticas que consideren su complejidad y las graves consecuencias que alcanzan en usuarios, familias y sociedad. De esa forma, los estudios apuntan la vulnerabilidad de los grupos de los más jóvenes, con baja escolaridad, sin referencia familiar, con antecedentes criminales y sin vínculo laboral, relacionados con el uso de drogas psicoactivas ⁽⁴⁾. Aún, en virtud de su ilicitud, se observa una tenue línea divisoria en la construcción de acciones para hacer frente al problema, ahora con interés en la seguridad, ahora en la salud pública.

Igualmente, como un aspecto de la salud pública, no hay como negar los determinantes sociales de este fenómeno: miseria, violencia, falta de recursos e inversiones del Estado; ausencia de políticas educacionales y culturales que mantengan a los niños en la escuela y fortalezcan lazos familiares y sociales, subsisten en la estructura del problema ⁽⁵⁾.

Es creciente, por tanto, la constatación de que el uso de las drogas supone un desafío, especialmente, debido a su carácter multifacético. En este cuadro, se impone la necesidad de miradas y acciones diferenciadas, fundamentadas en la comprensión de los usuarios como sujetos, construidos histórico-socialmente.

En suma, las intervenciones centradas en el uso de drogas, en los niveles macro, intermedios e individuales deben considerar los determinantes sociales e implicar una actuación intersectorial coordinada.  En ese sentido, este número de la Revista SMAD presenta estudios desarrollados en Brasil y en el exterior, que proponen diferentes perspectivas para la comprensión del uso de drogas y los trastornos mentales, aproximando esta discusión, directa o indirectamente, a los determinantes sociales de la salud.

Carla Aparecida Arena Ventura
Editora Asociada de la SMAD, Revista Eletrônica Saúde Mental Álcool e Drogas, y Profesora Asociada de la Escola de Enfermagem da Universidade de São Paulo, São Paulo, SP, Brasil, e-mail: caaventu@gmail.com.