EDITORIAL
DOI: 10.11606/issn.1806-6976.v12i3p137-138

Salud mental y trabajo

Ana Maria Pimenta Carvalho

Coeditora, SMAD - Revista Eletrônica Saúde Mental Álcool e Drogas. Profesor Asociado, Escola de Enfermagem de Ribeirão Preto, Universidade de São Paulo, Centro Colaborador de la OPAS/OMS para el Desarrollo de la Investigación en Enfermería, Ribeirão Preto, SP, Brasil, e-mail: amalmeid@eerp.usp.br

Relatos muestran que Freud, cuando indagado por un oyente sobre lo que sería ser normal o tener salud mental, contestó que una persona saludable mentalmente es aquélla que es capaz de amar y trabajar. El amor era visto por el autor como producto final de un largo proceso de desarrollo⁽¹⁾. Una respuesta corta, que compuerta dos esferas delicadas y complejas de nuestras vidas humanas: el afecto y el trabajo. De esa manera, el autor muestra que cuerpo y psiquismo son integrados e inseparables en la lectura freudiana, pues la subjetividad que vive (sufre y se regocija) tiene un cuerpo y es en él que dolor y placer si enraízan⁽²⁾. Ambas acciones son los ejes de nuestro vivir con sus infinitas formas de expresión en contextos también diversos desde aquéllos más moderados y desarrolladores de la expresividad humana hasta aquellos restrictivos. De forma análoga, grupo de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se refieren a la salud mental como el estado de bienestar en el cual el individuo realiza sus capacidades, puede hacer pese al estrés normal de la vida, trabajar de forma productiva y fructífera y aportar para la comunidad en la cual se insiere⁽³⁾.

La definición freudiana enfatiza las relaciones afectivas, pero sin olvidar que existe el sujeto y su cuerpo, a pesar de una parcela considerable de la comunidad analítica percibir sujeto y cuerpo como una "dualidad insuperable" y acepte quedar con la "parte noble" de la subjetividad, o sea, el psiquismo, dejando para la psiquiatría cuidarlo del cuerpo. Sin embargo, en la teoría, tal separación no se sostiene, pues lo que exista es un "cuerpo sujeto" con sus manifestaciones de afectividad para más o para menos. Esa separación, según y conforme la desvalorización del afecto, retira grande parte de las manifestaciones de malestar actual de los seres humanos fuera de la escucha de la psicoanálisis. Cuerpo y afecto tienen un lugar imprescindible en la interpretación de la subjetividad humana y es también base para comprender la psicoanálisis como una escucha del psiquismo y una modalidad de acción⁽³⁾. Perfectamente en sintonía con la visión de Freud a respeto de las perturbaciones del espíritu, para quien ellas serían imposibilidades de acción⁽⁴⁾, provocadas por "agravios y heridas" de la autoestima del individuo y cuyos desdoblamientos podrían ser alterados a través de la psicoanálisis⁽⁵⁾.

Mientras la definición freudiana da énfasis a las relaciones afectivas este extracto de la OMS atribuye al trabajo un papel de relevancia, como su principal eje, visto que éste confiere a nosotros un sentido de que somos útiles, necesarios y conectados al mundo. En un mundo en el que las relaciones hombre y trabajo se encuentran convulsionadas, se entiende el porqué de crecientes quejas de sufrimiento y enfermedad mental^(6-7).

 Al buscar divulgar conocimiento sobre salud mental la SMAD se esfuerza por comportar relatos de estudios que abordan el continuum salud y enfermedad mental. En ese sentido, inicia este nuevo fascículo trayendo artículo sobre la enseñanza de enfermería psiquiátrica y salud mental y sus limitaciones pese a la complejidad del fenómeno salud-enfermedad mental.

 En la secuencia, el estudio llama la atención para la salud mental del estudiante de enfermería, comprendiendo que este futuro profesional necesita estar bien para cuidar de aquéllos que están bajo su atenciones.

 Oficinas terapéuticas como vehículos de la expresión de la subjetividad de individuos con trastornos mentales son el foco del artículo siguiente. Por medio de actividades artísticas y artesanales se busca rescatarse y valorar los aspectos saludables de las vidas de sus participantes.

Dos otros artículos tratan del problema del uso abusivo de drogas, sea de su comprensión, desde ponderaciones ancladas en el referencial psicanalítico, sea al describir el trabajo de comunidades terapéuticas para promover el fortalecimiento de las relaciones familiares e inserción en el trabajo. En cuanto a este último, los autores encontraron como un de los resultados de su pesquisa cierta fragilidad en las acciones relacionadas a la inserción de los usuarios en el trabajo. Lo último artículo, centrado en los aspectos psicosociales del trabajo en salud mental, llama la atención para el cuidado con la salud del trabajador del área.

Ése es un desafío que dice respeto no apenas a los profesionales de salud, pero a sectores de la sociedad que tratan de la economía y actividades laborales. En momentos donde las configuraciones del trabajo pueden interferir de forma negativa en las relaciones sociales y en el propio ejercicio de las actividades laborales, la salud mental de las personas puede ser afectada y el resultado del embate tanto puede ser el fortalecimiento como la vulnerabilidad, a depender de la calidad del apoyo que esas personas reciban.

Una vez más invitamos el lector a recorrer este fascículo de la SMAD ciertos de que su lectura traerá añadiduras al pesquisidor y al profesional de asistencia, así como fomentará ponderaciones que podrán generar otros estudios.

SMAD, Rev. Eletrônica Saúde Mental Álcool Drog.