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Estudos e Pesquisas em Psicologia

versão On-line ISSN 1808-4281

Estud. pesqui. psicol. vol.12 no.1 Rio de Janeiro abr. 2012

 

ARTIGOS

 

Inicios de la terapia familiar en la Argentina. 1960-1979.

 

Beginnings of family therapy in Argentina. 1960-1979.

 

 

Florencia Adriana Macchioli*

Universidade de Buenos Aires – UBA, Buenos Aires, Argentina

Endereço para correspondência

 

 


Resumen

La investigación se centra en los inicios de la terapia familiar en la Argentina, a partir de su constitución y expansión dentro de las disciplinas "psi" (psiquiatría, psicoanálisis y psicología). Sus objetivos se dirigen a estudiar el modo de implantación, configuración y desarrollo de la terapia familiar al abordar tanto las teorías, prácticas e investigaciones llevadas a cabo en el país; así como su profesionalización, institucionalización y relación con diversas disciplinas. Para ello se configuran en la presente investigación cuatro conjuntos: la familia-grupo, la familia-sistema, la familia-estructura y la familia-múltiple. Estos cuatro conjuntos diseñan la especialidad a nivel local hacia fines de la década de 1970, cuando se institucionaliza dicho dominio.

Palabras clave: familia, psicoterapia, historia, Argentina.


Summary

The research focuses on the beginnings of family therapy in Argentina, as from its formation and expansion within the "psy" sciences (psychiatry, psychoanalysis and psychology). It is aimed at studying the introduction, shaping and development of family therapy while dealing with the theories, practices and research carried out in the country, as well as its professionalization, institutionalization and connection with different disciplines. For such purpose, four groups are considered in this research: family-group, family-system, family-structure and family-multiple. These four groups outlined the speciality at a local level by the end of the 70's, when such field was institutionalized.

Keywords: family, psycotherapy, history, Argentina.


 

 

El presente trabajo se ocupa de plantear una introducción a la investigación doctoral "Los inicios de la Terapia Familiar en la Argentina. Implantación, configuración y desarrollo de un nuevo campo disciplinar. 1960-1979" (MACCHIOLI, 2010a). Esta primera historia sistematizada de la terapia familiar en la Argentina, se ocupa en principio de abordar la implantación de diversas ideas europeas y norteamericanas que permitieron constituir una zona específica de problemas alrededor de la familia como objeto de intervención terapéutico. En segundo lugar, se ocupa de configurar el objeto de estudio y las primeras intervenciones "psi" relativas a él, que permite organizar cuatro conjuntos a nivel local: la familia entendida como grupo, la familia como sistema, la familia como estructura y la familia múltiple representados respectivamente por Pichon-Rivière, Carlos Sluzki, Isidoro Berenstein y Jorge García Badaracco.

Acerca del marco teórico y metodológico, la presente investigación se asienta sobre un abordaje histórico múltiple, que permite visibilizar distintas facetas de la familia como objeto de intervención psicoterapéutica. El presente desarrollo se inspira en la historia crítica de la psicología, recapitulada y reelaborada por Hugo Vezzetti (2007). A partir de dicha perspectiva se traza una historia del campo disciplinar que permite dar cuenta de la constitución de la especialidad. Sin embargo, plantear la historia desde esta óptica supone extender los límites disciplinares a zonas difusas en las que diversos saberes y prácticas se conjugan, superponen y recubren. De este modo, dicho enfoque histórico permite - como la lente de una cámara - ampliar, focalizar, desplazar e incluso incorporar nuevas y múltiples formas de abordar el objeto de estudio para otorgarle la complejidad y el espesor que él amerita.

Así, la familia como objeto de intervención psicoterapéutica se inscribe en una trama cultural, social e individual, a la vez que científica, institucional y profesional, tanto a nivel local como extranjero. En la presente investigación, aunque se hace hincapié en el ámbito disciplinar, merece señalarse el carácter complejo que adquiere su abordaje histórico. Para ello, entre algunos de los instrumentos metodológicos utilizados se encuentran la historia disciplinar y de las prácticas articuladas con la historia social y cultural desde la mirada de M. Foucault y N. Rose, los aportes de P. Bourdieu sobre "campo científico", la historia de los conceptos (fundamentalmente desde los desarrollos de L. Daston y M. Gauchet), los estudios de recepción (entre ellos, los de H. Vezzetti, A. Dagfal y H. Tarcus) y la historia de la profesionalización, a partir de los desarrollos de K. Danziger.

Los objetivos específicos de la investigación se centran en el modo de implantación, configuración y desarrollo de la terapia familiar en la Argentina. Para ello, se analizan en principio, las teorías, clínica e investigaciones a nivel internacional y nacional sobre la familia como objeto de intervención terapéutica.

Paralelamente, ubicar una especialidad incipiente obliga a plantear las características del campo disciplinar y las tradiciones locales en las que se inscribe. Con este fin, un segundo objetivo consiste en trazar un mapa que permita diferenciar el abordaje familiar de otros abordajes (análisis individual, psicoterapia y psicoanálisis de niños, psicoterapia grupal, tratamiento de psicosis y neurosis graves, etc.), que demarcará su posterior profesionalización e institucionalización.

Finalmente, es necesario mencionar que el presente desarrollo se instala en el campo disciplinar "psi" de las décadas de 1960 y 1970, que, por supuesto, posee sus propias especificidades. El pasaje de la higiene mental a la salud mental fue determinante para la extensión de la familia como objeto de intervención terapéutica ya que, a partir de ese momento, se colocará frente a la mirada de los expertos con el afán no sólo de entenderla sino también de modificarla.

Se presentará a continuación el conjunto de hipótesis que guían este artículo. En primer lugar, el nacimiento de la terapia familiar en la Argentina a partir de la década de 1960 se conforma en la confluencia de diversas teorías, fundamentalmente en la del psicoanálisis local de corte freudokleiniano y la teoría de la comunicación norteamericana, en sintonía con los desarrollos internacionales sobre psicoterapia grupal. Allí, Enrique Pichon-Rivière se ubica como figura precursora, primer autor que articula esas tradiciones al concebir a la familia desde una doble vertiente: la perspectiva grupal entre los miembros de la familia y las relaciones primarias que la familia imprime en el individuo. Su concepción abre el surco que continúan las posteriores investigaciones sobre la familia.

En segundo lugar, puede afirmarse que las instituciones específicamente dedicadas a la terapia familiar a fines de la década de 1970 se sustentan en las bases psicoanalíticas -resultantes de la anterior confluencia- a pesar de haber intentado diferenciarse de ese corpus originario con otros aportes teóricos. Éstas deben, inevitablemente, dialogar con y desde el psicoanálisis presente no solo en el campo "psi", sino también en sus derivaciones intelectuales tan peculiares a nivel local. En este sentido, es indispensable tener en cuenta que los primeros profesionales que fundan dichas instituciones pertenecen, desde su formación, sus producciones, filiaciones institucionales y ejercicio clínico, a ese clima psicoanalítico.

En tercer lugar, los primeros aportes originales para el abordaje terapéutico familiar desde el psicoanálisis debieron reformular varios conceptos, principalmente el complejo de Edipo freudiano (conjunto organizado de deseos amorosos y hostiles que experimenta el niño hacia sus padres) que inscribe la organización familiar en el aparato psíquico. Otro de los conceptos que transversalmente debió modificarse fue el de inconsciente que jugó un papel determinante respecto a la distinción, en el marco de las ideas, entre la familia-sistema y la familia-estructura. 

En cuarto lugar, los profesionales que intervienen terapéuticamente en familias y parejas poseen creencias subyacentes respecto a la salud y enfermedad individual y grupal, creencias que inciden en la dirección y evaluación del tratamiento. En algunos casos, estas ideas son explicitadas desde un discurso científico, mientras que en otras ocasiones puede reconstruirse la representación de salud y enfermedad del terapeuta en función de sus intervenciones clínicas.

Por último, puede sostenerse que la especialización continúa por caminos que la alejan de su matriz originaria. La institucionalización de la terapia familiar se enmarca en la última dictadura (a partir de 1978) en un campo disciplinar que es prácticamente obligado a retirarse del ámbito público (caracterizado por una cultura psicoanalítica articulada con las ciencias sociales, fuertemente instalada), quedando así relegada al ámbito privado. Simultáneamente a dicho desplazamiento, para la familia como objeto de intervención "psi" se da el pasaje de un psicoanálisis de corte social a un predominio de la vertiente sistémica.

El período de la investigación se centra fundamentalmente entre 1960 y 1979, a partir de ciertos acontecimientos asociados a la especialidad que permiten de modo arbitrario circunscribir el objeto de estudio para abordarlo. Sin embargo, dicho ámbito específico de saber e intervención se inscribe en la historia sociopolítica y disciplinar que presenta una periodización más extensa, y que incide fuertemente en la constitución de lo que más tarde se delimitará como especialidad. En esta dirección se circunscriben tres períodos: el primero de 1942 a 1957, el segundo de 1957 a 1966 y el tercero de 1966 a 1979.  

El primer período corresponde en el plano de la historia política local básicamente a la década peronista (1945-1955). A nivel disciplinar, en 1942 se funda la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), lugar en el que Pichon-Rivière ocuparía un lugar destacado. Durante este período el psicoanálisis se consolida como una práctica clínica individual. Más tarde, en 1954 se funda la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo (AAPPG), con parte de los miembros de la APA. El clima psicoanalítico y psiquiátrico de la segunda posguerra ya anunciaba el pasaje de la higiene mental a la salud mental, que se instituye en 1957 con la creación del Instituto Nacional de Salud Mental (INMS).

En relación a la terapia familiar, durante la década de 1940 Pichon-Rivière inicia las primeras prácticas con grupos familiares en el Hospicio de las Mercedes (actual hospital "José T. Borda" situado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) y escribe los primeros artículos alrededor de 1946, situando en el vínculo intrauterino los primeros esbozos del grupo interno. En 1948 debe retirarse del Hospicio e inicia un largo recorrido por instituciones que se irán desplazando de la psiquiatría psicoanalítica a la psicología social. Hacia el final de este período pueden localizarse diversas prácticas que se aproximan a la familia como objeto de intervención terapéutica: el abordaje pediátrico de Florencio Escardó, la Escuela para Padres, el psicoanálisis de niños, el análisis individual (que en ciertos casos hallaba dificultades para circunscribir al paciente de su pareja y su familia) y las psicoterapias grupales. A fines de este período, en 1957, Pichon dicta en la APA las clases que se publican como Teoría del vínculo (1985), Jorge García Badaracco gana por concurso la Jefatura de un Servicio del Hospital Neuropsiquiátrico de Buenos Aires (actual hospital "José T. Borda"), y Carlos Sluzki e Isidoro Berenstein se incorporan a los recién inaugurados Servicios de Psicopatología de los Hospitales Generales.

El segundo período, que va de 1957 a 1966, se enmarca a nivel político con la destitución de Juan Domingo Perón por la autodenominada "Revolución Libertadora" en 1955, el programa desarrollista de Frondizi a partir de 1958 y la instauración de la dictadura de Onganía a partir de 1966. En el plano de la historia intelectual y disciplinar, durante este lapso se produce una significativa renovación social y cultural, que se extendió a las universidades públicas.  A fines de la década de 1950 la Universidad de Buenos Aires (UBA) crea nuevas carreras, entre ellas Psicología. La modernización cultural se expande a los círculos académicos, en los que se combinan lecturas psicoanalíticas y marxistas que profundizaron el cruce entre disciplinas "psi" y ciencias sociales. Una de las primeras producciones en esta dirección es Psicoanálisis y dialéctica materialista (1958), de J. Bleger. A la par, la temprana posición de esta figura como docente en las recién inauguradas carreras de Psicología desde 1959 sería una de las vías fundamentales para el encuentro entre psicología, psicoanálisis y marxismo. Simultáneamente, su mentor, Pichon-Rivière, que desde la década anterior había difundido un psicoanálisis que combinaba los aportes de M. Klein, G. Mead y K. Lewin, realiza junto a otros colegas en 1958 la Operación Rosario1, a la vez que juega un importante papel en la difusión del psicoanálisis en la cultura porteña a través de sus diversas participaciones en el Instituto Torcuato Di Tella2, sus columnas en Primera Plana3 y su aporte en diversos medios de comunicación. Poco después, hacia mediados de la década de 1960, Eliseo Verón se ubica como uno de los difusores del estructuralismo francés en la Argentina, a partir de la traducción de Antropología estructural de Lévi-Strauss en 1961, publicado por EUDEBA en 1968, y de su libro Conducta, Estructura y Comunicación (1967). Tanto Verón como Oscar Masotta difunden el pensamiento estructuralista althusseriano y lacaniano, respectivamente.

Entretanto, la profunda renovación psiquiátrica que traía la implantación de la salud mental a nivel local, ofrece desde fines de la década de 1950 un nuevo escenario. Hacia 1957 se funda el Instituto Nacional de Salud Mental (INSM), se crea los primeros Servicios de Psicopatología en Hospitales Generales y se inaugura la primera Residencia de Becarios de Perfeccionamiento en el Hospital Neuropsiquiátrico de Buenos Aires, a cargo de García Badaracco. Poco después, se crea en 1962 la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires (APBA).

En este marco, respecto a la terapia familiar pueden localizarse en 1960 los primeros artículos publicados por Pichon-Rivière sobre grupos familiares que demarca las dos vías de acceso a la familia como grupo: por una parte "Técnicas de los grupos operativos", en el que ubica a la familia como un grupo operativo, por otra "Empleo del Tofranil en Psicoterapia individual y grupal", en el que se postula la medicación de todo el grupo familiar a partir de su teoría de la enfermedad única (MACCHIOLI, 2010b).

En los comienzos de la década de 1960 se inicia distintos desarrollos que tenían por objeto al grupo familiar, que da lugar en 1965 al Coloquio Acta Familia y Enfermedad Mental. Dicho año marca la maduración de ciertos modelos. Por una parte, las concepciones de Bleger sobre simbiosis y ambigüedad que ubica en el grupo familiar una etapa simbiótica como condición necesaria para la constitución del individuo. Por otra parte, el encuentro de Carlos Sluzki con los desarrollos del Mental Research Institute (MRI) en el marco de un proyecto de investigación dirigido por Verón, lo lleva a Estados Unidos en 1965 para entrenarse en terapia familiar. Dicho encuentro produciría en los años posteriores la implantación del paradigma sistémico a nivel local. Por último, también en 1965, García Badaracco inaugura la Comunidad Terapéutica Psicoanalítica de Estructura Multifamiliar sobre la base de la primera comunidad terapéutica psicoanalítica que se funda en 1962 en el Hospital Borda.

El tercer período, que va de 1966 a 1979, inicia desde la historia política con el gobierno de facto de Juan Carlos Onganía, en el que se producen dos acontecimientos de repercusión en el ámbito disciplinar: "La noche de los bastones largos" en 19664 y el "Cordobazo" en 1969.5 Una creciente politización del ámbito social dibuja un escenario de luchas políticas caracterizado por enfrentamientos cada vez más violentos, que desemboca en la dictadura en 1976 a cargo de Jorge Rafael Videla. Este último suceso inicia una etapa signada por la instalación del terrorismo de Estado que deja como saldo miles de desaparecidos, la derrota en la Guerra de Malvinas y el exilio externo e interno de una considerable cantidad de intelectuales. Recién en 1983 se reestablece la democracia con la asunción de Raúl Alfonsín.

En el ámbito disciplinar, "La noche de los bastones largos" marca la intervención de las universidades públicas, hecho que reconfigura el escenario a partir de las numerosas renuncias que se produjeron en el ámbito académico. Particularmente, en el caso de Psicología, Omar Ipar (responsable de la carrera en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA durante aquel momento) propone como solución corporativa otorgar un tercio de los cargos docentes a los psiquiatras, otro tercio a los psicoanalistas y el tercio restante a los psicólogos. La APBA organiza los concursos para la selección docente de este último grupo, decisión que la colocó en una posición privilegiada. Al mismo tiempo, continua el incremento de diversas experiencias terapéuticas como las psicoterapias breves, las experiencias piloto de comunidades terapéuticas, la psicología institucional y la psicoterapia del grupo familiar.

Entretanto, la creciente politización del ámbito científico, que desde mediados de la década de 1960 había desarrollado importantes debates sobre ideología y ciencia, desemboca a principios de la década de 1970 en un "estallido de las instituciones" (CARPINTERO; VAINER, 2005). En 1971 se produce la primera ruptura dentro de la APA con la partida de los grupos "Plataforma" y "Documento".6 Masotta, hacia principios de la década de 1970 se ubica como el referente de las ideas de Lacan en la Argentina. Se publican a partir de 1971 los Cuadernos Sigmund Freud y en 1974 se funda la Escuela Freudiana de Buenos Aires. Estos espacios se posicionarían como la oposición a la hegemonía kleiniana para proponer una relectura de Freud desde el estructuralismo de Lacan, y en 1977 se funda la segunda institución argentina reconocida por la Asociación Internacional de Psicoanálisis (IPA): la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires (APDEBA).

En relación a la terapia familiar, el año 1970 marca un cambio de época representado por el Primer Congreso de Patología y Terapéutica del Grupo Familiar. Por una parte, Pichon presenta su último artículo dedicado al grupo familiar. Por otra parte, Isidoro Berenstein expone por primera vez sus ideas sobre la "estructura familiar inconsciente", modelo que se consolida a lo largo de la década de 1970. Asimismo, cobra gran visibilidad el modelo creado por García Badaracco sobre Comunidad Terapéutica Psicoanalítica de Estructura Multifamiliar que en el marco del primer congreso expone varios trabajos. Por su parte, Carlos Sluzki presidió el acto de apertura del congreso y tiene una posición consolidada de reconocimiento en el área. El mismo año publica junto a Verón Comunicación y neurosis (1970), resultado de sus investigaciones durante casi una década que propone, entre otras cuestiones, un modelo que combina teoría sistémica y psicoanálisis. En 1971 Sluzki compila los principales textos de la Escuela de Palo Alto en Interacción Familiar, que fortalece la implantación del paradigma sistémico en la Argentina.

No obstante, así como 1970 plantea un desplazamiento en el plano de las ideas (de la familia-grupo a la familia-sistema, la familia-estructura y la familia-múltiple), también representa un deslizamiento geográfico. En 1971 Eliseo Verón se establece en Francia y Carlos Sluzki emigra a Estados Unidos, movimiento que coincidió con un desmembramiento del Servicio del Lanús. Por su parte, García Badaracco y su equipo se retiran del Hospital Borda en 1968 para fundar el mismo año una clínica psiquiátrica que reprodujo el dispositivo implementado en el Hospital. Asimismo, muchos profesionales deben retirarse de los ámbitos públicos debido a la inestabilidad y cierre creciente de dichos espacios, lo que lleva a un repliegue en el ámbito privado.

Durante los siguientes años, exceptuando algún título como Familia y enfermedad mental (1976) de Berenstein, no se producen importantes desarrollos. Recién en 1978, con la publicación de la revista Terapia Familiar -primera publicación hispana sobre la especialidad-, la creación de la fundación de la Sociedad Argentina de Terapia Familiar (SATF), ambas con Alfredo Canevaro como referente, y la fundación del Centro de Familia y Pareja (CEFYP) con profesionales expulsados del Centro de Salud Mental Nº2, comienza el período de institucionalización y profesionalización de la terapia familiar en la Argentina. A partir de allí, se despliegan diversas actividades, instituciones, publicaciones periódicas específicas y una formación sistemática de profesionales dedicados exclusivamente al área, que sería promocionada y efectuada en y desde las instituciones mismas (fundamentalmente las privadas).

Se refieren a continuación algunas de las conclusiones derivadas de las hipótesis que guiaron la investigación. En primer lugar, la terapia familiar en la Argentina se gestó en el particular cruce entre la psicoterapia grupal, el psicoanálisis kleiniano, el estructuralismo francés y la teoría de la comunicación norteamericana en el marco del pasaje de la higiene mental a la salud mental. Este tránsito posibilitó el desplazamiento de una psicoterapia básicamente individual, encerrada en el consultorio y el hospicio, a un dispositivo de intervención "psi" que tomó como objeto al grupo y como escenario a la sociedad. Allí, la familia, entendida como grupo primario, pasó a constituirse en uno de sus dominios. No obstante, a partir de la década de 1950 la Escuela Inglesa (fundamentalmente a partir de las ideas de M. Klein) se transformó en la matriz interpretativa fundamental de la APA. Durante los sesenta, el proceso de modernización cultural favoreció que los analistas se tornaran figuras públicas y, entre ellos, Pichon-Rivière se constituyó en uno de sus principales difusores al tender puentes entre el psicoanálisis y diversos ámbitos sociales y culturales. Allí, la familia como nexo entre el individuo y la sociedad se instauró como foco de las tecnologías "psi" en el cual el individuo enfermo era sencillamente el reflejo de un grupo familiar y social enfermo pero, así como era condicionante de la enfermedad, también lo era de la cura. Dicha concepción del abordaje grupal se expandirá rápidamente entre las disciplinas "psi" en diversos ámbitos propicios para su despliegue, como las carreras de Psicología y los Servicios de Psicopatología en Hospitales Generales. En éste último, se destacaron varias figuras como la de Carlos Sluzki, Isidoro Berenstein y Jorge García Badaracco. De modo tal que las tramas gestadas entre el psicoanálisis kleiniano local, la concepción grupalista de Pichon, el estructuralismo francés y la introducción de los desarrollos sistémicos, crearon un campo disciplinar de superposiciones, permeabilidades y confluencias que establecieron un terreno propicio para el despliegue de la terapia familiar a nivel local.

Por otra parte, el abordaje de la familia como objeto de intervención terapéutica precisó de la reformulación de ciertos conceptos psicoanalíticos, fundamentalmente el complejo de Edipo y el inconsciente. Esta operación pudo rastrearse en los cuatro modelos desarrollados. Respecto a la primera de las nociones, en la matriz conceptual de Pichon-Rivière el complejo de Edipo opera como situación triangular, concebida en su teoría del vínculo (1957), en la que extiende la intervención de lo individual a lo social. A partir de esta base, se formulan otras variantes del complejo, fundamentalmente la de Berenstein (1976a, 1976b) y la de García Badaracco (GARCÍA BADARACCO; ZEMBORAIN, 1979).

Algo similar ocurre con la cuestión del inconsciente, aunque fue un proceso más inadvertido. El particular ensamble que Pichon-Rivière traza entre las ideas de Freud y Klein extiende las concepciones freudianas, a partir de las kleinianas, a una clave vincular intrapsíquica. Allí, las relaciones objetales son la clave de acceso entre el interior y el exterior del sujeto, en lo que se constituye como una suerte de "inconsciente vincular" anidado en el grupo interno (noción que refiere a las relaciones familiares internalizadas). Esta concepción sirvió de soporte a partir de la década de 1960 para las intervenciones psicoanalíticas con familias, que en cada modelo presentó sus propios devenires. Uno de ellos, dividir aguas entre la familia-sistema y la familia-estructura: la primera desestimó al inconsciente, la segunda lo situó como piedra angular de la teoría.

En tercer lugar, las diversas ideas de salud y enfermedad, así como subyacen a la clínica individual, también conllevan efectos en la clínica de parejas y familias. A pesar de que generalmente los referentes de los cuatro modelos hicieron alusión a los aspectos culturales en relación a la familia, esta dimensión raramente fue cuestionada en la clínica y nunca pensada críticamente respecto a los presupuestos de los profesionales sobre lo normal o lo patológico. En ninguno de los aportes aparece cuestionado en qué sociedad, cultura, espacio o momento histórico teorizaron Freud, Klein, Bateson o Lévi-Strauss. Las ideas de estos intelectuales en los cuatro modelos argentinos llevaron a diversos híbridos en la clínica que desembocaron en una situación paradojal. Por una parte, aunque la salud mental se pronunciara sobre la "salud", en realidad se ocupó básicamente de la enfermedad. En este sentido, si se retoman los aportes de Foucault (2001, 2005) acerca de la "familia-célula medicalizada", puede observarse que en la Argentina la extensión de las tecnologías "psi" al ámbito familiar fue amplia y heterogénea. Ya sea desde el grupo, la estructura, el sistema o la comunidad, las intervenciones "psi" adquirieron un carácter polimorfo sobre la familia que instaló en el núcleo familiar diversos criterios de  normalidad y anormalidad en un espacio afectivo e íntimo que se vio atravesado por el saber médico y sus tecnologías de poder. De este modo, el proceso de psicologización (ROSE, 1990) puesto en marcha en la Argentina a través de la extensión del psicoanálisis a la cultura y la implementación de la salud mental a partir de políticas públicas que la expandieron tanto al ámbito público como privado, halló en la familia un terreno fértil para propagar los criterios de normalidad y anormalidad que modelarían la subjetividad en el futuro.

Por último, la institucionalización de la terapia familiar se llevó a cabo luego del repliegue del ámbito público al ámbito privado durante la última dictadura, lo que favoreció el desplazamiento de un psicoanálisis de corte social a la preeminencia de la corriente sistémica. Hasta aquí, el primer modelo de intervención familiar, la familia-grupo, que se configuró en la década de 1950, plantea en la década siguiente un proceso de diversificación hacia la familia-sistema, la familia-estructura y la familia-múltiple. No obstante, a pesar de los diversos intentos de apertura y diálogo entre los distintos modelos, la producción conjunta y los espacios de encuentro cada vez fueron más exiguos. Esta situación se produjo por dos razones pertenecientes a distintos ámbitos. Por una parte, las ideas que se despliegan en los cuatro modelos tienen puntos de encuentro, pero a la vez múltiples zonas de desencuentro, que llevan a que cada modelo genere sus propios ámbitos de producción científica. Por otra parte, los espacios institucionales en que se llevaron adelante las intervenciones familiares fueron en sus inicios predominantemente públicos (el Hospital Borda, el Hospital Rawson, el Policlínico Lanús, los Centros de Salud Mental, etc.). Luego, desde fines de la década de 1960, comienza a generarse un progresivo desplazamiento al ámbito privado, repliegue acentuado en la última dictadura. Los desmembramientos institucionales, así como los exilios internos y externos, reestructuraron el campo disciplinar en un retraimiento que colaboró en el encierro en las instituciones y el cierre de fronteras entre las ideas.

Ambos motivos establecen las condiciones en las que transcurriría la siguiente década en la especialidad. Así, se conforman dos vías paralelas: una psicoanalítica y otra sistémica. La primera, representada por los modelos de la  familia-estructura y la familia-múltiple, que al recluirse fundamentalmente en instituciones psicoanalíticas (APA, APDEBA o AAPPG), fueron obligadas a convivir nuevamente con una ortodoxia psicoanalítica. La segunda, se establece como marco teórico-clínico y de entrenamiento profesional para las nuevas instituciones de terapia familiar (como SATF O CEFYP, entre otras), modelo que se propagó rápidamente, incluso al interior del país. De modo tal que el repliegue de los primeros y la expansión de los segundos favoreció el predominio de la terapia sistémica como modelo hegemónico para el abordaje familiar.

Sin embargo, las ideas psicoanalíticas profusamente extendidas en la cultura argentina desde la década de 1960  así como, a nivel disciplinar, la formación de los profesionales en ámbitos en los que el psicoanálisis de corte social tiñó prácticamente todas las intervenciones "psi", imprimirán un sello que no será fácilmente sustituido en las siguientes décadas. Aunque su visibilidad fuera mucho más sutil, operará en ciertas zonas difusas (como el trabajo con familiares de desaparecidos o excombatientes de la guerra de Malvinas), que se visibilizará años más tarde. No obstante, el "grupo" ya no será un leitmotiv para las sociedades occidentales de la misma manera que lo había sido a mediados del siglo XX. Y la familia, que como objeto de intervención terapéutica había nacido como grupo, alcanzará múltiples formas hasta nuestros días.

 

 

Referencias

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Endereço para correspondência
Florencia Adriana Macchioli
Maipú 631, 5º59, CP C1006ACG, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
Endereço eletrônico: famacchioli@yahoo.com.ar

Recebido em: 21/09/2011
Reformulado em: 15/04/2012
Aceito para publicação em: 15/04/2012
Acompanhamento do processo editorial: Ana Maria Jacó Vilela

 

 

Notas

* Dra. en Medicina (Fac. de Medicina, UBA). Prof. Adjunta Regular, Historia de la Psicología I (Fac. de Psicología, UBA), Investigadora Postdoctoral (Fac. de Psicología UBA – CONICET), Especialista en Psicoterapia Familiar (Fundación Aiglé, Universidad Maimónides), Lic. en Psicología (Fac. de Psicología, UBA).
1 La "Operación Rosario" fue la aplicación inaugural del ensamble entre los grupos operativos y el Esquema Conceptual Referencial y Operativo (ECRO) postulados por Pichon-Rivière. Esta experiencia se realizó en 1958 en la ciudad de  Rosario, Provincia de Santa Fé, en el marco del Instituto Argentino de Estudios Sociales (IADES). Dicha intervención intentó convertir a Rosario en un laboratorio social, inspirado en los desarrollos de K. Lewin. Allí, con la ayuda de jóvenes médicos, estudiantes y el aval de varias instituciones, desarrollaron la experiencia durante un fin de semana en el que participaron más de mil personas coordinadas por una veintena de analistas. Entre sus conclusiones se aboga por la aplicación de la técnica de grupos operativos a la familia. Para ampliar esta intervención puede consultarse: "Técnicas de grupos operativos" (PICHON-RIVIÈRE, 1971, p.159), Carpintero & Vainer (2004, p.203), Dagfal (2009, p.287) y Vezzetti (1998), entre otros.
2 La Fundación Di Tella organizó en 1958 el Instituto Di Tella en el centro de la ciudad de Buenos Aires dedicado a la investigación cultural. Hacia 1960 ya funcionaban en la institución el Centro de Investigaciones Económicas y el Centro de Arte. Entre 1965 y 1970 alcanzó su máximo reconocimiento como representante de las vanguardias artísticas del momento en el país. Además de teatro, música y pintura, entre otras artes, el centro se dedicó a la investigación social incluyendo en su seno diversas ciencias sociales.
3 El semanario argentino Primera Plana fue fundado en 1962 por J. Timermann. Esta revista planteaba un nuevo estilo de periodismo que, poco después de inaugurado, alcanzó un nivel de difusión masiva (por ejemplo, hacia 1966 su promedio de ventas semestral era de 50.000 ejemplares). Sus lectores provenían principalmente del sector de mayor poder adquisitivo y cultural. En sus páginas Pichon-Rivière publicó diversas columnas entre abril de 1966 y mayo de 1967 que más tarde fueron reunidas en Psicología de la vida cotidiana (1985).
4 Un mes después de haber asumido el gobierno, Onganía decide intervenir las universidades públicas para anular el régimen de cogobierno que hasta entonces se basaba en los principios de la Reforma Universitaria argentina de 1918 que fundaba la autonomía universitaria en un cogobierno tripartito compuesto por estudiantes, docentes y graduados. La Noche de los Bastones Largos fue el nombre que se le dio a la noche del 29 de julio cuando se desalojaron violentamente por parte de la Policía Federal Argentina cinco facultades de la UBA ocupadas por estudiantes, graduados y profesores en oposición a la decisión del gobierno. Entre ellas se encontraba la Facultad de Filosofía y Letras donde se cursaba la Carrera de Psicología desde 1957. 
5 A partir de una serie de medidas económicas y laborales tomadas por el gobierno de Onganía, en mayo de 1969 se produjeron diversos actos de protesta y huelgas en todo el país. Sin embargo, fue en la ciudad de Córdoba (una de las ciudades industriales más importantes del país) donde se produjo el mayor movimiento de protesta, duramente reprimido por la policía. En respuesta, los manifestantes se adueñaron de la ciudad al levantar barricadas contra la fuerza policial, que debió replegarse a sus cuarteles dejando la ciudad en manos de los trabajadores, estudiantes y vecinos enardecidos. Una de las consecuencias inmediatas del Cordobazo fue a la caída del gobierno de facto.
6 "Plataforma Internacional" fue un movimiento que se creo en el Congreso Internacional de Psicoanálisis (Roma, 1969). Éste cuestionaba el poco compromiso social e ideológico de la institución psicoanalítica. Armando Bauleo y Hernán Kesselman fueron sus principales representantes en la Argentina. En noviembre de 1971, este grupo renuncia a la APA conjuntamente con el grupo "Documento", liderado por Fernando Ulloa, con pocos días de diferencia. Para ampliar este tema puede consultarse: Carpintero & Vainer, 2005; Vezzetti, 2009.