SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número33Actualidad y pertinencia de la psicología de la liberación en la enseñanza y la investigación psicosociológicas índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Psicologia para América Latina

versión On-line ISSN 1870-350X

Psicol. Am. Lat.  no.33 México jul. 2020

 

Psicología de la liberación y feminismo: la potencia de un encuentro1

 

Psicología da libertação e feminismo: A potencia de um encontro

 

Liberation Psychology and feminism: The power of an encounter

 

 

Andrea Stefanía Sierra Bonilla2

Contato com a autora

 

 


RESUMEN

Me propongo a lo largo del articulo relatar cómo Ignacio Martín Baró inauguró una corriente psicológica, la Psicología de la Liberación, con características que hoy podemos percibir propias de la Psicología feminista. En necesarios tiempos  de deconstrucción, activismo y decolonialidad América Latina y el Caribe se nutren de estas dos corrientes. Así, nuestras praxis resultan situadas en el trabajo con mujeres, comunidades y subjetividades. De esta manera, no pretendo más que incitar a pensar escenarios otros, esos donde la liberación del pueblo vaya de la mano del feminismo para lograr una verdadera justicia social.

Palabras clave: Psicología de la Liberación, Feminismo, Justicia Social.


RESUMO

Ao longo do artigo, pretendo relatar como Ignacio Martín Baró inaugurou uma corrente psicológica, A Psicologia da Libertação, com características que hoje podemos perceber típicas da Psicologia Feminista. Nos momentos necessários de desconstrução, ativismo e descolonialidade, a América Latina e o Caribe prosperam nessas duas correntes. Assim, nossa práxis está situada no trabalho com mulheres, comunidades e subjetividades. Dessa forma, não pretendo mais do que incentivar outros cenários, aqueles em que a libertação do povo anda de mãos dadas com o feminismo para alcançar a verdadeira justiça social.

Palavras-chave: Psicologia da libertação, feminismo, justiça social


ABSTRACT

In this article I propose to tell how Ignacio Martín Baró inaugurated a psychological current, the Liberation Psychology, with characteristics that we can perceive today proper to feminist psychology. In necessary times of deconstruction, activism and decoloniality, Latin America and the Caribbean feed on these two currents. Thus, our praxis are located in the work with women, communities y subjectivities. In this way, I do not pretend more than incite to think other scenarios, those where the liberation of the people goes hand in hand with feminism to achieve true social justice.

Keywords: Liberation Psychology, Feminism, Social justice


 

 

Introducción

Sí, era varón, europeo, religioso y además sacerdote, algunas de las características por las que a muchxs nos costaría pensar y edificar puentes entre lo que él, Ignacio Martín Baró, denominó como psicología de la liberación y lo que conocemos como psicología feminista. Pero como de imaginar mundos otro se trata, me he propuesto relatar, mediante la escritura, una articulación que seguramente muchas y muchos hemos pensado ya, y que en la praxis de nuestras profesiones e implicancias nos viene muy bien para celebrar encuentros, forjar resistencias y acompañar luchas en una América que hoy lo pide a gritos.

Mi propuesta no es olvidar ni reconciliaros con la religión, particularmente con la Iglesia, que tanto  ha agredido nuestros cuerpos y derechos, de ninguna manera. La propuesta es detenernos en el legado de Baró el psicólogo, el migrante, el activista. La invitación es que nos atrevamos a repensar escenarios posibles en la articulación de corrientes, de experiencias, de luchas.

Estas letras emergen en el medio de mi trayectoria como migrante, y como mujer, como psicóloga habitada por ausencias y utopías en esto que llaman academia. Este texto no pretende, en lo absoluto, ser prueba irrefutable o guía definitiva de la muestra de dos corrientes teóricas que se potencian al encontrarse, tan sólo busca retratar, de forma breve y provocativa, dos palabras que nunca antes habían movilizado tanto a la disciplina psicológica: liberación y feminismo.

El inicio: de cómo la Psicología antecedió el concepto Liberación

Realizar una psicología de la liberación exige primero lograr una liberación de la psicología

Ignacio Martín Baró

Cerca de las últimas tres décadas del Siglo XX la Psicología logra un intercambio de gran relevancia, pues en medio de un álgido contexto latinoamericano, surge un encuentro entre la Psicología y la teología de la liberación, y es así como un hombre rodeado de sentires y vestido de psicólogo, revierte lo que hasta ese entonces se conocía como psicología. Era El Salvador, un lugar atravesado por las diferentes formas de desigualdad y guerra para ese entonces, y en el medio estaba Baró encarando la demanda por otro tipo de Psicología, denuncia que probablemente leía en las miradas de lxs salvadoreñxs en tiempos aquellos.

Si queremos que la Psicología realice algún aporte significativo a la historia de nuestros pueblos, si como psicólogos queremos contribuir al desarrollo de los países latinoamericanos, necesitamos replantearnos nuestro bagaje teórico y práctico, pero replanteárnoslo desde la vida de nuestros propios pueblos, desde sus sufrimientos, sus aspiraciones y luchas. (Baró, 2006: p. 11)

La anterior afirmación marcó sin duda otro comienzo para la psicología, sobre todo para la psicología social preocupada por grupos y pueblos, centrándose por sobre todo en las vidas cotidianas más desiguales y oprimidas, actuando en la realidad, alentando más a un intervenir en la acción, en la praxis, y no solamente aferrarse a la teoría. Son varixs lxs autores que coinciden en el significativo aporte de la psicología de la liberación para la comprensión de un proyecto amplio, de teoría y práctica liberadora que nace en contextos de trabajo para y con las poblaciones oprimidas en toda América latina; un proyecto que acentuó en el continente latinoamericano una corriente teórica pensada desde y para su propio contexto.

Replantearse el verdadero rol de una psicología en pos del bienestar de las comunidades significó una metamorfosis de gran valor para la disciplina, y con ella para cada unx de lxs psicólogxs que, a la voz de Baró, fueron despojadxs de un status científico ubicado en el laboratorio para comprender que en la calle y con  la gente también se hace psicología, pues como bien replicaba Baró: "la psicología latinoamericana debe descentrar su atención de sí misma, despreocuparse de su status científico y social y proponerse un servicio eficaz a las necesidades de las mayorías populares" (Baró, 2006: p. 11)

Asimismo, la psicología de la liberación sirvió como sostén, si se quiere, para la consolidación de otras áreas de la disciplina psicológica, como es el caso de  la Psicología Comunitaria, que en el accionar y pensar latinoamericano logró articulaciones importantes con la psicología de la liberación.

Feminismo en las calles y las universidades de América Latina y el Caribe: ¿puede hablarse de una psicología feminista?

Hemos borrado las fronteras recorriendo nuestros caminos, atravesando el mar, colando, para reencontrarnos aquí en la solidaridad de mujeres que luchamos, no sintiéndonos extranjeras por nuestras diferentes nacionalidades, nuestras culturas, nuestras lenguas. Hemos logrado romper estos esquemas de pertenencia a un país, a un padre: lo que nos puede hacer sentir extranjeras es el Discurso!

Mujeres en el I Encuentro Feminista de Lati-

noamérica y el Caribe Bogotá, Colombia. 1982

Lograr una conceptualización del feminismo no resulta una tarea fácil, ni del activismo, ni de la investigación feminista, para muchas mujeres son letras corporizadas ya, difíciles de trasladar a un papel, a un artículo, pero que sin duda vale la pena hacerlas escritura en el intento de dibujar miradas y escenarios otros. Los diferentes movimientos sociales en América Latina y el Caribe han tenido, sin duda, un papel protagónico en luchas y resistencias, pues en contextos de absoluta desigualdad son varios los que han levantado su voz pese a la profunda represión; así se han conformado, con décadas de historias, los movimientos de mujeres que bajo un ideal feminista encaran la exigencia y denuncia por la igualdad y equidad de género. Muchas de estas luchas condicen con algunos supuestos de la psicología habilitando así caminos de andanza conjunta "la relación entre psicología y feminismo ha sido persistente, continua y productiva en el tiempo, tomando distintas formas, dependiendo de las contingencias históricas y geográficas" (Reyes, Mayorga & Menezes, 2017: p. 1)

En palabras de Ferrer y Bosch (2003: p. 253):

Cuando hablamos de Psicología feminista nos referimos al intento de desmitificar la pretendida neutralidad del conocimiento psicológico y de cuestionar los valores, prejuicios y estructuras de autoridad académica y científica tradicionales, poniendo de manifiesto el androcentrismo subyacente a una buena cantidad de presupuestos de la Psicología tradicional y cuestionando por tanto sus resultados y conclusiones.

En este sentido, existe un escenario en el que convergen y se potencian de una forma muy interesante lineamientos claves de la psicología de la liberación, y la psicología feminista ya que, parafraseando a las autoras anteriormente citadas, investigar realidades emergentes en función de las transformaciones sociales, así como abordar contextos marcados por fuertes formas de violencias, desigualdades y opresiones es un desafío que demanda un gran compromiso ético-político, y en esta perspectiva la articulación feminismo y psicología condicen en consideraciones de tipo epistemológicas y metodológicas.

Como ya lo mencioné en apartados anteriores uno de los grandes intereses de la psicología de la libración fue el trabajar en pos de los pueblos oprimidos, acento que retomó parte de la psicología comunitaria en su trabajo con comunidades, y que hoy fundamenta, también, gran parte de la intervención feminista en contextos cuyas realidades de diversas mujeres son marcados por múltiples violencias y desigualdades. Cualquiera de las formas de trabajo y acompañamiento con estas personas y comunidades requiere ese compromiso ético y político, también enunciado ya por la psicología de la liberación, la psicología comunitaria y el feminismo.

El concepto de género, central para los feminismos, también ha permitido otras lecturas y articulaciones con la psicología, tal es el caso, por ejemplo, de la categoría interseccionalidad definida a la voz de Crenshaw (1989) como "la expresión de un sistema complejo de estructuras de opresión que son múltiples y simultaneas con el fin de mostrar las diversas formas en que la raza y el género interactúan para dar forma a complejas discriminaciones de mujeres" (p. 139). Concepto aportado por los feminismos y que permite dimensionar la relación con la psicología comunitaria, pues en nuestro trabajo con comunidades y grupos nos encontramos con personas rodeadas de múltiples opresiones, muchas de estas mujeres que hoy son lideresas sociales, cabezas de hogar, víctimas de conflictos armados, guerrilleras o miembras de grupos armados al margen de la ley, víctimas de crímenes de Estado, referentes sociales importantes en sus pueblos, presas políticas; y esas tantas que inventan mareas verdes para gritar que aquí estamos, en la defensa de nuestros cuerpos y de nuestras vidas. Realidades que, sin duda, modificaron el panorama de lo que años atrás observaba Baró alentando su llamado por otro tipo de psicología, esa pensada por y para la liberación del pueblo, pero que no dista tanto de lo que hoy sentimos llamar también psicología, o bien, psicología comunitaria.

Liberar al pueblo sugiere entonces armarse contra los efectos y vestigios del neoliberalismo que hoy nos atraviesa; el feminismo no es solo una forma de operar en contra de la opresión de género, hoy es también una estrategia para repensar el racismo, la xenofobia, la pobreza. Acciones que acompañaría muy bien la psicología, potenciándose así una perspectiva teórica que busca entonces ya no sólo la liberación sino la justicia social.

Montenegro y Balasch en el año 2011 enunciaron la relevancia de adoptar en nuestras miradas una "perspectiva situada", que más que un modelo de intervención, propone una lectura crítica de los aspectos básicos relacionados con qué significa intervenir, qué agentes están definidos como adecuados para intervenir y para ser intervenidos, cómo se define el conocimiento válido para poder legitimar ciertas formas de intervención social y cuáles son las principales implicaciones que pueden tener los modelos imperantes de intervención social. Perspectiva que consolida la praxis de una verdadera psicología de la liberación actual; quizá si tuviésemos presente esta lectura crítica en nuestras acciones o en nuestros modos de intervenir tendríamos otra forma de relación con la comunidad, probablemente esa que soñó Baró, pensada por y para la liberación del pueblo.

Revertir prácticas para existir y construir

No son numerosas las ocasiones en las que nos detenemos para repensar y deconstruir nuestras prácticas; este termina siendo un ejercicio cada vez más necesario para el trabajo con comunidades, con subjetividades. Encuentro en otras apuestas teóricas aportes interesantes para la permanente construcción de la psicología social comunitaria, recrear la apuesta de Baró por una psicología contextualizada en y desde nuestro continente requiere una lectura permanente de nuestra realidad, y esto conlleva, fundamentalmente, una crítica por la ola Neoliberal que amenaza vidas diversas: la libertad de migrar, el derecho a ser mujer-es, el derecho a vivir dignamente aun cuando continúan llamándonos 'minorías', el derecho a una auténtica justicia social.

Baró descentralizó la idea de una psicología pensada desde las "ciencias duras" caracterizada por adjetivos propios del universo de lo masculino: objetiva, distante, fuerte. Conmovido por la realidad en la que se hallaba inmerso logró pensar en una psicología otra, capaz de acercarse, de estar en la calle, de ir a lo que el Estado abandona en la periferia de lo marginal. Hoy quizá sea momento de conmemorar la lucha de esa persona que habitó los barrios de El Salvador, y celebrarlo en el intento de ver desde sus anteojos pero décadas después: una América que hace cuerpo su lucha pese  a la represión en las calles, un continente que día a día en sus luchas cotidianas busca deconstruir la categoría género, habilitando escenarios, y aunque no gubernamentales, sí necesarios para las luchas de mujeres y otras disidencias sexuales, una América que se descoloniza y abraza eso de lo que fuimos despojados.

Hoy dimensiono la relevancia de apostar por otras formas de pensar, de accionar, de participar y acompañar, o en términos de las epistemologías feministas: "la capacidad de soñar e imaginar con otras formas de pensar que nos ayuda a desarrollar nuevas formas de resistir a la imposición de la normalidad, los binarismos y la invisibilidad, que forman parte inherente de las sociedades capitalistas." (Platero, 2015, p. 90) Formas otras para pensar-nos conjuntamente un mundo posible, ese donde predomine una verdadera justicia social, quizá esto esté más cerca de una Psicología de la liberación y feminista en América latina y el Caribe.

 

Referencias

Baró, I. (1986). Hacia una psicología de la liberación. El Salvador: Departamento de psicología, universidad centroamericana.         [ Links ]

Baró, I. (2006). Hacia una psicología de la Liberación. Revista Electrónica de Intervención Psicosocial y Psicología Comunitaria, 1(2), 7-14. ISSN 1851-3441        [ Links ]

Barrault, O (2010). Vida intensa y Psicología Comunitaria. Presentado en V foro Trabajo. Facultad de Psicología. UNC.         [ Links ]

Contreras, P & Trujillo, C (2017). Desde las epistemologías feministas a los feminismos decoloniales: Aportes a los estudios sobre migraciones. Athenea Digital, 17(1), 145-162.         [ Links ]

Crenshaw, K (1989). "Demarginalizando la intersección de la raza y el sexo: una crítica feminista negra a la doctrina de la antidiscriminación, la teoría feminista y la política antirracista", Foro Legal de la Universidad de Chicago: vol. 1989, artículo 8. Disponible en: https://chicagounbound.uchicago.edu/uclf/vol1989/iss1/8        [ Links ]

Ferrer Pérez, V. A. y Bosch Fiol, E. (2004). Violencia contra las mujeres. En E. Barberá e I. Martínez Benlloch (coords.) Psicología y género. Madrid: Pearson.         [ Links ]

Montero, M. (2004). Introducción a la psicología comunitaria. Desarrollo, conceptos y procesos. Buenos aires: Editorial Paidos.         [ Links ]

Platero, R. (2015). ¿Es el análisis interseccional una metodología feminista y queer? En I. Medina, M. Luxán, M. Legarreta, G. Guzmán, I. Zirion & J. Azpiazu (Eds.), Otras formas de (re)conocer: Reflexiones, herramientas y aplicaciones desde la investigación feminista. (pp. 79-96). Donostia-San Sebastian: Hegoa.         [ Links ]

Reyes, M.I., Mayorga, C., & Araújo Menezes, J. (2017). Editorial Sección Temática Psicología y Feminismo: Cuestiones epistemológicas y metodológicas. Psicoperspectivas. Individuo y Sociedad, 16(2), 1-8.         [ Links ]

 

 

Contato com a autora:
Guerrico 1500
Plottier Neuquén
Patagoni
Argentina, 8316

Recebido em: 10/01/2020
Reformulado em: 28/03/2020
Aceito em: 06/04/2020

 

 

1 Dos versiones anteriores a este artículo fueron publicadas en: Revista Cruce (2018) Puerto Rico y en Revista Patagónica de Bioética (2019) Argentina.
2 Psicóloga
Sobre a autora:
Andrea Stefanía Sierra Bonilla
Psicóloga. Maestranda en Investigación e Intervención Psicosocial (UNC). Docente de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo). Integrante docente del proyecto de investigación "Trayectorias migratorias y laborales en territorios rurales y urbanos del Norte de la Patagonia" perteneciente a la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNCo. Docente en nivel Medio de Educación Sexual Integral (ESI).
Orcid.org/0000-0002-6347-4583
E-mail: andrea.sierra@hotmail.es

Creative Commons License