SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número1 índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Metaphora

versão impressa ISSN 2072-0696

Metaphora (Guatem.)  n.1 Guatemala nov. 2002

 

PRESENTACIÓN

 

El analista y la institución:

 

 

Más que un escrito, he buscado cierto orden para mis reflexiones. Reflexiones que se renuevan cada vez con la pregunta sobre la formación del psicoanalista y sobre la institución psicoanalítica. Reflexiones que se anudan al desafío de embarcamos nuevamente en un proyecto que, en algún momento, nombramos GEP Guatemala.

Si esto se inicio entre 1994 y 1995, cuando Ana Roson llegó al país, es verdad que hemos necesitado resituarnos una y otra vez. Por ello es que, esta primera publicación, más allá de ser la cristalización de una presencia del psicoanálisis freudo-lacariano en Guatemala, puede ser también el espacio para un balance sobre cuál fue nuestra ilusión y cuál nuestra realidad; cuánto hubimos de negociar entre nuestro deseo y lo que de real hizo contrapunto; cuánto de nuestras inhibiciones, impedimentos, actings, síntomas, etc. dejaron sus huellas en el proceso por el que hasta ahora ha transitado el GEPG.

En mis reflexiones -como lo ha sido con tanta frecuencia- he necesitado volver a las fuentes, retomar la referencia de los textos de Freud y Lacan para buscar cuál es su propuesta de institución que forme analistas.

En "Sobre la enseñanza del psicoanálisis en la universidad" (1919) Freud dice: "...el psicoanalista puede prescindir de la universidad sin menoscabo alguno para su formación. En efecto, la orientación teórica que le es imprescindible la obtiene mediante el estudio de la bibliografía respectiva y, más concretamente, en las sesiones científicas de las asociaciones psicoanalíticas, así como por el contacto personal con los miembros más antiguos y experimentados de las mismas. En cuánto a su experiencia práctica, aparte de adquiriría a través de su propio análisis, podrá lograria mediante tratamientos efectuados bajo control y la guía de psicoanalistas más conocidos".

En "Análisis profano" (1926) ocho años después, ratifica estos conceptos y agrega: "La preparación para la labor analítica no es, ciertamente, sencilla: el trabajo es duro y grande la responsabilidad. Pero aquel que ha seguida las enseñanzas descritas ha sida objeto, a su vez, de un análisis, etc, etc, aquél ya no es ningún profano en el terreno del psicoanálisis". Continúa Freud: "... habrán de aprender a comprender el análisis siguiendo el único camino abierto para ello: esto es, sometiéndose por sí mismos a un análisis"... Pero hay un agregado más: "... estos analistas habrán. de ser objeto de una formación particularmente cuidadosa y si no se quiere mutilar su preparación, habrá de proporcionárseles ocasiones de practicar el análisis en casos instructivos y probatorios... bajo el más cuidadoso control, para la enseñanza práctica de tales analistas".

Como ven, la concepción freudiana sobre la formación del analista no da lugar a concesiones, a la arbitrariedad ni a la improvisación. Pero tampoco la da la concepción del otro maestro, Jacques Lacan, que inicia su "Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el Psicoanálisis de la Escuela" del siguiente modo: "Se tratará de estructuras aseguradas en el psicoanálisis y de garantizar su efectuación en el psicoanalista". Dos renglones que ratifican la proposición freudiana. Dos renglones que son el punto inicial para que Lacan nos introduzca en lo que aparenta ser una paradoja: por un lado, "el psicoanalista se autoriza a partir de él mismo"; y, por otro, "esto no excluye que la escuela garantice que un psicoanalista surge de su formación".

La invitación que sigue a esto es para el caso en que el analista acepte dicha garantía Si es así, Lacan lo invita a ir más allá, volverse responsable del progreso de la escuela, volverse psicoanalista de su experiencia misma.

De los textos de ambos rescatamos la insistencia de algo que tiene un carácter axiomático, que no deja lugar a dudas: la formación analítica implica dar cuenta, fundamentalmente, de la experiencia que es, específicamente, experiencia analítica.

Este carácter axiomático no es arbitrario. Todos los que transitamos por los caminos del psicoanálisis no desconocemos que el analista se produce en un análisis, que un analista es quien conduce un análisis. Nunca es suficiente reiterar la implicancia recíproca entre acto analítico y analista; no hay analista si no hay agente del discurso analítico, si no hay dirección de una cura analítica. Es aquí donde debe poner el acento una institución que se quiere formadora de analistas, que pretenda mantener el estilo analítico en cada una de sus producciones. Y eso va más allá de un "slogan" o del brillo agálmico de la palabra analista. Va más allá del Principio del Placer. Porque sostener el lugar de analista es soportar que hay un punto imposible en la cura, que la pulsión de muerte viene ercaramada a los significantes y que esto no exime al analista de tener que posicionarse allí donde su deseo lo comprometía: en el lugar de rehén de un saber inconciente. De un saber que na sólo circula por el orden del deseo, sino que impondrá las jugarretas de lo real y que producirá los impasses en la cura.

¿Estamos los analistas dispuestos a pagar con nuestra libra de carne en la dirección de una cura, pero también en el momento de dar evento de ella en el marco de una institución psicoanalítica? ¿Estamos dispuestos a enfrentar el aprés-coup, ese efecto de tiempo en que podremos ubicar el acto, el acting, el pasaje al acto a simplemente ... que no hubo operación analítica?.

Aprés-coup en el decir de un analista en su análisis, en la supervisión, en la relación con los otros analistas. El aprés-coup del escrito, del testimonio clínico que se produce bajo el peso de lo real, en los impasses en la clínica ... escrito que es testimonio del límite de un saber.

El lugar del analista no es lo mismo que afirmar una esencia de analista; no es lo mismo que afirmar que hay El analista. No hay dudas sobre eso ni tampoco sobre su formación, que hace lugar a lo particular, al caso por caso, a la producción del sujeto ... que soporta lo real del objeto.

El lugar del analista, su presencia en la cura, es el de soporte del discurso analítico. Pero también es el lugar que se juega en el testimonio, en el escrito. Lugares donde puede situar su lugar. Porque, ya sea por su fracaso o por su eficacia, el analista escribe desde ese real. No en vano la clínica freudiana existe por el escrito y hace posible allí su enseñanza o, por lo menos, su transmisión.

Cuando Jacques Alain Miller habla de la política del psicoanálisis (1998) y se refiere al temprano Lacan de "La dirección de la cura ..." hace una precisión: "... la política del psicoanálisis concierne a los destinos del trabajo de transferencia. Pero allí también, de manera complementaria, existe otra política del psicoanálisis, la política de la transferencia de trabajo referida a la enseñanza del trabajo que se transfiere a otros, cómo otros retoman el trabajo hecho por uno (...) A partir de esa transferencia de trabajo se constituye, de manera necesaria, un grupo de transmisión. Además, el pase instalo la institución analítica en el corazón mismo de la experiencia analítica, porque en determinado momento hace que el analizante refiera su análisis a una instancia de la institución analítica, la misma que plantea una pregunta: "¿Qué es un analista?". Una institución que incluye el pase está constituida alrededor de una falta, alrededor de un A barrado, alrededor de una saber al que Lacan llama Escuela" y que encierra una paradoja en tanto "lo más precioso del saber de la Escuela es que ella sabe que no sabe".

Por no ceder ante nuestro deseo estamos hoy frente al desafío de esta primera publicación que deseamos sea un paso más en la búsqueda de nuestra inscripción en "una institución que pudiese favorecer el discurso analítico".

Susana Dicker, noviembre, 2002

 

REFERENCIAS

FREUD, S. (1919) "Sobre la enseñanza del psicoanálisis en la universidad" en "Obras Completas"         [ Links ]

FREUD, S. (1926) "Análisis profano" en "Obras Completas"        [ Links ]

LACAN, J. (1967) "Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el Psicoanálisis de la Escuela"        [ Links ]

MILLER, J. A. (1998) " La Escuela de Lacan" en, "Elucidación de Lacan", EOL Paidós        [ Links ]

Creative Commons License