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Revista de Psicología Universidad de Antioquia

versão On-line ISSN 2145-4892

rev. psicol. univ. antioquia vol.4 no.1 Medelin jun. 2012

 

ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN

 

Proyección y construcción de la identidad en los asentamientos de origen informal de la ciudad de Bogotá1

 

Projection and Construction of Identity in Bogotá City's Informal Settlements

 

 

Sergio Alejandro Rodríguez Jerez2

 

2 Psicólogo (Universidad Piloto de Colombia). Maestrante en Docencia (Universidad de la Salle). Investigador - Maestría en Gestión Urbana (Universidad Piloto de Colombia).

 

 


Resumen

Este artículo presenta los resultados de un estudio realizado en asentamientos consolidados de origen informal de la ciudad de Bogotá, en la cual se analizó mediante un enfoque fenomenológico, la proyección y construcción de la identidad a través de la construcción de la vivienda. Se concluyó que existen diversos elementos constitutivos de la identidad que pueden ser analizados mediante los símbolos inmersos en los hogares de las personas. A su vez se logró argumentar la importancia de repensar las políticas de gestión urbana, en función del entendimiento del ser de las personas que están inmersas en los diversos fenómenos que componen una realidad social.

Palabras Clave: Identidad, Asentamientos informal, Fenomenología, Historia de vida.


Abstract

This paper presents the main findings of a study on informal settlements in Bogota city. By using the phenomenological approach this study analyzed the construction of an identity through the building of a house in informal settlers. It was concluded that there are some identity components that can be analyzed by the symbols embedded in people's homes. On this paper it is also argued that it is important to rethinking urban management policies, they should be based on people's own understanding about the phenomena that make up a social reality.

Key Words: Identity, Informal Settlements, Phenomenology, Life History.


 

 

INTRODUCCIÓN

Los asentamientos informales son definidos como aquel proceso de urbanización marginal,

surgida al margen del planeamiento urbanístico, carente inicialmente de dotaciones y servicios urbanos y con construcciones de baja calidad. Es una modalidad clásica de ocupación del suelo en los procesos de autoconstrucción que acompañan las grandes oleadas inmigratorias en las ciudades de los países más pobres. El concepto de marginalidad también suele referirse a la posición excéntrica o marginal de tales barriadas e inclusive a la marginalidad social en ellas ocasionalmente imperante. A pesar de la provisionalidad de sus comienzos, dichas barriadas suelen acabar integrándose en el tejido residencial de las ciudades, dotándose de los servicios urbanos y aumentando la calidad de sus construcciones (Zoido; de la Vega; Morales & Lois, 2000, p. 89).

La problemática de los asentamientos informales en Bogotá, surge a raíz de una serie de fenómenos que están inmersos en diferentes dimensiones de carácter social, económico, político y psicológico de la ciudad. En esta medida los problemas de desplazamiento rural, la centralización de la población, y la búsqueda de nuevas oportunidades de mejora por parte de la población rural, llevan a consolidar en los habitantes de los asentamientos informales, unas dinámicas específicas que al parecer impactan en la construcción y proyección de identidad de los sujetos.

Esto quiere decir, que gracias a una serie de sucesos y acontecimientos específicos, los sujetos pertenecientes a los asentamientos informales construyen una identidad psicológica gracias al contexto en el que viven. Pero no solamente está inmerso el contexto; en tal construcción de la identidad también se empieza a ver cómo la historia de vida personal y los patrones de crianza se conjugan con lo anteriormente dicho, proyectando una identidad que se ve reflejada en la forma cómo se construye la casa. Recordemos la postura de Godelier (1989), la cual menciona que la realidad debe ser comprendida en el plano material e ideal a la vez, es decir, que la materialidad y la idealidad tienen un puente conector en el sujeto. Cada acción, cada obra que el sujeto realice es llevada a cabo gracias a un ideal, que estaría en el plano subjetivo.

La subjetividad del individuo es una dimensión muy amplia donde encontramos procesos y esquemas mentales de un sujeto, que se autodefine con sus obras. Según Heiddeger (1988), la identidad solo puede analizarse cuando se vuelve a pensar sobre lo ya pensado, y esta analogía pareciera arrojar una lógica interpretativa en donde el sujeto proyecta su identidad, sobre lo que ya ha realizado, reafirmando las intenciones, objetivos y fines con lo que realizó la obra, identificando patrones de acción específicos correlacionados con su forma de ser, de ver y de actuar en el mundo.

''... gracias a una serie de sucesos y acontecimientos específicos, los sujetos pertenecientes a los asentamientos informales construyen una identidad psicológica gracias al contexto en el que viven...''

La casa y su construcción, puede ser vista como una manifestación de los acontecimientos personales de los sujetos, en donde se pueden analizar la forma en cómo ellos perciben el mundo y se definen a sí mismos. Recordemos que según la psicología ambiental, los contextos permiten desarrollar y proyectar características propias y personales de los individuos. Cuando el sujeto pueda repensar sobre lo que él hizo, existirá la hipótesis donde se podrá comprender su propia identidad reflejada en lo que el sujeto realizó. Este análisis permitirá repensar lo que el sujeto es, y cómo esto afectó en la construcción de su vivienda.

Desde una perspectiva epistemológica la ciencia positivista se encarga de trasformar la complejidad del fenómeno, en una simple categorización, en función del constructo establecido mediante la operacionalización reduccionista del fenómeno. Por tal razón, y gracias a los cambios de los paradigmas científicos, lo que se busca ahora, es entender la complejidad del fenómeno gracias a lo simple de la manifestación. ''Dicho de otro modo, esa cosa tan simple surge de un hinterland de una complejidad asombrosa'' (Morin, 1980, p. 56).

Desde esta mirada el conocimiento científico no busca una creación de constructos categorizados donde se simplifiquen con un término asignado, se busca más una conexión con las complejidades buscando el principio, o la esencia de la complejidad; ya que lo fenomenológico manifiesta lo simple, lo material, lo que se ve en primera instancia, pero la intencionalidad, su causación, es lo que forma y hace complejo al fenómeno.

A pesar del cambio de paradigma hacia la complejidad en Estados Unidos y Europa, las ciencias en Colombia (como la urbanística), no han manifestado una relevante preocupación por entender al sujeto como elemento activo, existencial y complejo del fenómeno. Las preguntas que se han hecho han sido muchas, pero todas han buscado respuestas en la descripción de la realidad, mediante el método científico positivista el cual reduce la posibilidad de entender la complejidad del sujeto y la complejidad del fenómeno.

''Dicho de otro modo, la complejidad parece primero desafiar nuestro conocimiento y, de algún modo, producirle una regresión. Cada vez que hay una irrupción de complejidad precisamente bajo la forma de incertidumbre, de aleatoriedad, se produce una resistencia muy fuerte'' (Morin, 1980, p. 57).

La ciencia en busca de la consolidación y generalización del aparente conocimiento, ha dejado atrás a la concepción del ser, relevando la importancia de la existencia y la autonomía, como elementos fundamentales en la interacción compleja del sujeto. Una posible contradicción surge en la comprensión del ser o abstracción del mismo (qué es el ser) y de esta forma aparece el eje epistemológico de la presente investigación; se entiende al ser, como un ser existencial que manifiesta su existencialidad a través de símbolos, y es a partir de estos símbolos que llamamos entes, en donde existen propiedades de ese ser al parecer invisible o abstracto (Heidegger, 1988).

En este sentido, el presente trabajo busca como tal, encontrar aquellos símbolos que permitan identificar la forma en cómo los sujetos, construyen y proyectan su identidad a través de su mismo hogar. Es decir, la forma en cómo la misma construcción y consolidación de su casa, devela aquellos procesos de identificación propios del ser humano. Todo esto con el fin, de ver la importancia que tiene los procesos internos de los sujetos, sus necesidades, sus mismas comprensiones, para poder entender las problemáticas complejas como las que están inmersas en las personas que se encuentran en los asentamientos informales.

Por otra parte, esta necesidad de entender más la individualidad de los sujetos, y cómo su entorno afecta en la construcción de procesos personales como la identidad, permite replantearse la idea acerca de cuál es la mejor forma de investigar una problemática para darle posibles soluciones. Tales necesidades de comprensión y búsqueda de posibles intervenciones de mejora, es la razón de ser de los procesos de mejora en las políticas de intervención pública.

Las políticas de intervención pública, permiten la normalización de las condiciones necesarias que deben poseer las diversas comunidades para su libre desarrollo. Según Sáenz (2010), las políticas públicas en Colombia deben garantizar el libre desarrollo y cumplimiento de los derechos constitucionales de la población. Cualquier política que no tenga en cuenta tal objetivo, según el autor, debe ser repensada, en pos de consolidar un verdadero sistema normalizador del libre desarrollo personal y social. Las comunidades deben ser tenidas en cuenta, y se deben comprender todas sus necesidades, para que los planes de intervencionismo público sean eficaces y efectivos a la hora de ejercer el mencionado trabajo normalizador.

''... el presente trabajo busca como tal, encontrar aquellos símbolos que permitan identificar la forma en cómo los sujetos, construyen y proyectan su identidad a través de su mismo hogar...''

Por estas razones, la comprensión del componente intersubjetivo de los sujetos en las diversas comunidades, ampliaría el campo de visión de comprensión de los fenómenos sociales, y así dar inicio a una reconfi guración de la forma en cómo se está interviniendo las diversas poblaciones, buscando siempre la realización y desarrollo integral de las personas que hacen parte de dicha comunidad.

La identidad es de vital importancia en la conformación de individuos y comunidades, ya que es la forma en cómo se proyecta la auto-comprensión de la existencia misma en un espacio y tiempo claramente defi nidos. Desde una perspectiva ontológica, la identidad es la misma comprensión del ser mismo. Es decir, que la identidad es la razón y causa de la existencia misma. Por tal motivo, el alejarnos de esta dimensión del ser humano, llevaría a un sesgo en la verdadera complejidad de los mismos fenómenos que hacen parte de las diversas situaciones y problemáticas que viven los individuos.

En síntesis, el presente trabajo, busca abrir una nueva perspectiva en los estudios urbanísticos en Colombia, en donde se comprenda de manera compleja las diversas problemáticas de la ciudad, y se puedan establecer planes de mejora, ya sea desde las mismas políticas de intervención pública, teniendo en cuenta al individuo como tal y sus procesos internos, los cuales hacen parte de la misma existencia de las personas y las comunidades.

Por otra parte, la presente investigación busca incentivar la creación de un nuevo modelo, o una nueva generación de investigación urbanística, la cual comprenda los fenómenos sociales urbanos, con epistemologías de carácter complejo, que permitan el entendimiento de los diferentes sujetos que componen la realidad, como seres existenciales que poseen una serie de características e identidades propias, que afectan y están inmersas en la misma realidad.

Para lograr esto, la investigación utiliza un método multimodal o de triangulación en el cual se estudia el fenómeno de los asentamientos informales con sus sujetos, entendiendo la complejidad del mismo a través de un ente compartido, buscando una meta-categorización compartida de la identidad de los sujetos. En conclusión, lo que se busca es innovar en modelos investigativos en la urbanística, que incite a la comunidad científica en Colombia a entender al sujeto como un ser complejo, que interactúa en una realidad que no tiene linealidad, y el cual posee una serie de componentes existenciales.

 

1. Marco teórico

El sustento teórico del presente trabajo, se basa en las diversas concepciones epistemológicas y fi losófi cas acerca de los procesos de construcción de los individuos mediante un enfoque fenomenológico. Por tal razón, en primera medida se realizará una aproximación al fenómeno de los asentamientos informales, para que en una segunda instancia se enfatice en los procesos de construcción de identidad, y de esta manera profundizar en las diversas posturas fenomenológicas que sustentan la importancia de entendimiento del ser, a través de los símbolos en el mismo entendimiento del fenómeno, símbolos que están inmersos en el relato y las historias de vida que sirven como instrumento de recolección de la información, mediante el cual se estructura el presente trabajo.

 

2. Asentamientos informales

Los asentamientos informales en Bogotá como en otros lugares del país, surgen de diferentes necesidades sociales, las cuales van acompañadas por la pobreza del hábitat y la de sus habitantes. Estos asentamientos se empiezan a construir en los anillos periféricos de las grandes ciudades, generando una segregación física y social, marcado por una serie de características propias de los individuos y el contexto (García, 2006).

Las características físicas de los asentamientos informales en Bogotá se han venido estudiando desde la década de 1990; época en la cual se empezaron a incorporar políticas de formalización urbana. Estudios del estado del arte de los asentamientos informales, como el realizado por el grupo de investigación de la Maestría en Gestión Urbana, de la Universidad Piloto de Colombia, muestran que en este momento hay una serie de investigaciones de las problemáticas de los asentamientos informales, las cuales están direccionadas a sus causales y manifestaciones, pero no hay ''insumos recurrentes para la obtención de información que permita un seguimiento de políticas''; en donde se analiza que en el estudio de ''las formas de tratamiento del problema'', se ''presentan varias y en algunos casos propuestas diferenciadas'' (Miranda, Rodríguez & Camargo, 2012, p. 17).

En el análisis previo de las condiciones sociodemográficas (Miranda, Camargo & Rodríguez, 2012), se determinó que los individuos de estos asentamientos no visualizan sus propiedades como un elemento generador de ingresos o como una oportunidad de mejoramiento personal. Su proyecto de vida, al parecer no entiende a la vivienda como recurso físico para la mejora de sus áreas: económicas, sociales y personales.

Los habitantes de asentamientos de origen informal, poseen una serie de características psicológicas que pueden estar directamente relacionadas al contexto en donde viven. Este contexto posee una serie de condiciones tipológicas y socio demográficas que determinan patrones conductuales específicos y esquemas mentales defi nidos.

Los asentamientos de origen informal fueron consolidados por una serie de fenómenos sociales en donde uno de los principales motivos en Colombia, fue el desplazamiento forzado; estudios realizados en Colombia por Sánchez y Jaramillo (1999), muestran cómo este fenómeno interviene en un cambio de estructuración mental creando una serie de patrones y conductas anormales. El cambio de contexto por un evento aversivo empieza a reestructurar la mentalidad e identidad del migrante, debido a un proceso cognoscitivo donde el sujeto entra en crisis en el intento de identifi car las causas por las cuales abandonaron su sitio de origen, proyectando posibles motivaciones para desplazarse al nuevo lugar.

''... Los asentamientos informales en Bogotá como en otros lugares del país, surgen de diferentes necesidades sociales, las cuales van acompañadas por la pobreza del hábitat y la de sus habitantes...''

2.1. El sujeto y el entorno complejo

TresLa sociología defi ende la idea de que el ser humano depende del otros para su desarrollo, si miramos de forma más general esta premisa, tendremos que decir que más que necesitar de otros, el sujeto necesita de todos los componentes que estructuran la complejidad del ente para su desarrollo (Macionis & Plummer, 1999).

El estudio social clásico siempre se ha focalizado en tres problemáticas: la primera busca siempre entender la estructura, ya sea de forma sistemática y/o organizada de las sociedades por medio de su interrelacionamiento de sus componentes; la segunda busca como tal ubicar en un espacio socio temporal a la sociedad a partir del desarrollo histórico y cronológico de la misma; y la tercera busca categorizar la conducta de los individuos que componen la sociedad. El estudio de las tres lleva a la consolidación de la imaginación sociológica. La imaginación sociológica surge en el individuo a partir de la necesidad psicológica de ''pasar de las transformaciones más impersonales y remotas a las características más íntimas del yo humano, y de ver las relaciones entre ambas cosas'' (Mills, 1961, p. 57).

El ser humano busca su significación individual a través del entendimiento del ente, ya sea este compartido o aislado, generando aprendizaje. El aprendizaje se da a través del ente y se hace signifi cativo a través de la auto-reflexión o interiorización. Es decir, que el ser, se hace consciente a través del ser ahí, gracias a la resignificación de lo experiencial.

''... el ser humano es un cazador en busca de signos. Signos que lo llevarán a conseguir en su proceso de vida, una trascendencia, una evolución que le permita vivir en un constante entendimiento de su existencia...''

La investigación científica busca la solución, abordaje, comprensión o descripción de una problemática específica; tal problemática surge de una imaginación sociológica, esa imaginación sociológica nace en la búsqueda de respuestas en el ente, debido al conflicto interno de su ser. En esta medida si el ser humano busca respuestas a sus problemas propios a través de la comparación, correlacionalidad y generalidad de los sucesos, ¿por qué la ciencia, en especial la ciencia positivista, se queda en la exterioridad en mirar cuántas veces se repite un fenómeno sin preocuparse por la resignificación y entendimiento del ser, que se encuentra en conflicto? La ciencia busca una linealidad para no perder su rigurosidad y es tal rigurosidad la que hace perder la complejidad de fenómeno y conocimiento.

Según Ibáñez (1997), el ser humano es un cazador en busca de signos. Signos que lo llevarán a conseguir en su proceso de vida, una trascendencia, una evolución que permita para vivir en un constante entendimiento de su existencia. De esta forma podrá dar reflexión a sus hechos para después resignificar los sucesos cambiando o manteniendo su forma de actuar. Tal proceso, como se puede notar, es cíclico más que direccional, en donde el ser se conjuga con su entorno, buscando su significado al generar patrones de conducta que se arman de una gran complejidad, denominada existencia.

2.2. La historia de vida como proyección del sí mismo

La historia de vida puede ser definida como la mayoría de datos históricos recopilados por medio de diarios, o narraciones orales que cuentan lo sucedido frente a un hecho. La historia de vida, como abstracción individual de un fenómeno desde la experiencia personal, nos muestra dos dimensiones definidas: la primera tiene relación con las características descriptivas del fenómeno como tal o acontecimiento, y la segunda tiene relación con la perspectiva e interacción del sujeto ante este contexto, el cual es manifestado en una atemporalidad. Es decir, que el sujeto como actor partícipe en el fenómeno, interactúa con él mismo, partiendo de sus condiciones individuales, transmitiendo esta información por medio del lenguaje, describiendo las características del fenómeno, manifestando a su vez su individualidad y componente existencial (Bertaux, 1981).

A través de la historia han existido dos interrogantes en función de la comprensión de la historia de vida como metodología científica: el primer interrogante se basa en la historia de vida como elemento cultural de convergencia intersubjetiva, y el segundo toma la perspectiva de la historia de vida como instrumento metodológico de recolección de información. La historia de vida como instrumento metodológico intenta desaparecer en los años 20 debido a las corrientes positivistas de la época, la mirada funcionalista no encuentra relevante la mediación del sujeto, sino que se preocupa por las acciones observables del individuo en función del comportamiento; en respuesta a tal perspectiva epistemológica, surge en Estados Unidos un grupo de intelectuales de Chicago, los cuales empiezan a estudiar los elementos estructurales del interaccionismo simbólico, volviendo a retomar esta metodología, que al parecer solo estaba presente de forma continua en Polonia (Bertaux, 1981).

Estos intelectuales forman la escuela de Chicago adoptando una postura fenomenológica, donde contribuyen al análisis de la relación intersubjetiva del sujeto en la complejidad de la realidad. De tal forma, la teoría fenomenológica aporta a la historia de vida, una epistemología donde se analiza al sujeto como elemento articulador de conciencia en relación con su ente, siendo elemento sistemático de una realidad (Kohli & Günther, 1984).

Esta mirada emergente de la realidad que nace en la de la posguerra, trae una serie de críticas y posturas contrarias debido a la tendencia científica de la época. Ferraroti (1991), plantea que uno de los principales problemas del uso de autobiografía o historia de vida como metodología, es la falta de linealidad y aporte al conocimiento nomotético. Esto acontece debido a que la biografía posee un carácter heurístico donde sale de lo ontológico, y busca la relación del sujeto con el ente. Las historias de vida parten de un conocimiento dialéctico donde miramos la relación subjetiva del individuo, en función de un contexto específico recapitulado a través de la historia.

Por otra parte, una de las ventajas de la historia de vida (como herramienta metodológica), es la posibilidad de abstracción de información del elemento primario del sistema, donde interactúan las diferentes dinámicas que conjugan la realidad del sujeto y el contexto.

Psicológicamente la historia de vida refiere en primera instancia los procesos cognitivos internos, donde existe una representación interna, en función de la variabilidad de la perspectiva individual del tiempo, o la orientación futura. A su vez esto puede convertirse en una auto-sistematización del individuo que denote la ''teoría del sí mismo''. Lo cual se puede argumentar desde la funcionalidad de la narrativa, según Labov y Waletsky (1967); para estos autores la narrativa cumple dos funciones: la primera es de tipo referencial y la segunda de tipo evaluativo. Las de carácter referencial consisten en la parte descriptiva de eventos acontecidos en un orden temporal; y la evaluación refiere a la traspolación de esos eventos al presente, generando un análisis sobre las causas y acciones tomadas en el momento pasado por el sujeto.

Para muchos críticos, en la historia de vida y en la autobiografía, existe un problema coyuntural sobre si tal herramienta metodológica puede manifestar la realidad, o si lo único que hace es manifestar la perspectiva del individuo, partiendo de que la rememoración de los eventos de un solo sujeto no puede garantizar la confi abilidad de lo sucedido, debido a que no hay un punto de comparación; entonces cómo garantizar la ''verdad'' y el método científico.

Desde la perspectiva personal, los críticos de la teoría pueden estar en lo correcto pero hasta cierto punto; la hermenéutica contemporánea plantea que ni siquiera el lenguaje es capaz de mostrar la complejidad de una realidad dada, entonces ¿cuál sería en sí la intención de la autobiografía; mostrar el carácter intersubjetivo las dinámicas sociales ''ente o DASEIN'', o mirar en trasfondo cuáles son componentes del ''ser o SEIN'' a través de la exploración estructural discurso autobiográfico? Según Giele J. & Edler G. (1998), las dinámicas sociales y los procesos internos del ser, pueden establecer posibles conexiones entre una dimensión y la otra.

En la actualidad algunos estudios culturales y los antropológicos partieron de una mirada psicoanalítica con la cual se pudo identifi car componentes existenciales del ser abstraídos en las dinámicas sociales, por medio de la historia de vida y la narrativa. Uno de los ejemplos más representativos es el trabajo realizado por Lacan, y hasta el mismo Freud en su Psicología de las masas.

Otros ejemplos de tal tipo de estudios, en donde parten del análisis de los procesos sociales o antropológicos para entender el componente existencial, son los recopilados por Bertaux (1981). En los estudios publicados por Bertaux (1981), se puede ver un ejemplo de cómo los niños crean su identidad por medio del proceso ontológico del ser. Tales resultados fueron obtenidos a través de la historia de vida, analizando cómo algunos sujetos comparten procesos internos debido a esta interacción con el ambiente.

''Para muchos críticos, en la historia de vida y en la autobiografía, existe un problema coyuntural sobre si tal herramienta metodológica puede manifestar la realidad, o si lo único que hace es manifestar la perspectiva del individuo...''

2.3. Suceso, acontecimiento y la regresión crítica en la historia de vida

Hay que distinguir, como bien lo hace Popper, citado por Ferraroti (1991), entre el suceso y el acontecimiento, agregando un tercer elemento, el proceso. Según Popper citado por Ferraroti (1991), el suceso es aquello que está descrito por una afi rmación singular, mientras que el acontecimiento es aquello que hay de típico o universal en el suceso, es decir, que el suceso sería la percepción de lo ocurrido por el sujeto y el acontecimiento es el carácter general de esta perspectiva, donde mediante un proceso articulador, interactúan el uno con el otro, percibidos por el individuo en su interioridad. De tal forma el científi co debe preocuparse por distinguir aquello particular y aquello singular, y mirar cómo hilar las dos o dividirlas dependiendo de su intención de estudio.

Popper pertenece al positivismo lógico, es decir, que la linealidad debe ser preponderante en el método y estudio científico, pero según una mirada emergente y analizando al fenómeno en su complejidad; tal linealidad es reduccionista en la comprensión sujeto en su interacción con el ente. Desde esta perspectiva, y siguiendo lo aportado por Popper, lo que se busca es partir de esa experiencia singular, consiguiendo una comprensión de la esencialidad o construcción ontológica, para después devolverse y comparar esa singularidad con otras, analizando la viabilidad de convertirlas en ''acontecimientos''. Es decir, mirar la relación del ser con su entorno a través de su historia de vida, para que en una segunda instancia se haga una evaluación sobre los caracteres particulares de sus acciones, buscando la ontología, y después mirar si aquella esencia es colectiva, debido a una serie de condiciones externas compartidas.

Otro de los modelos propuestos en esta perspectiva emergente, que se pueden utilizar en el estudio de la Historia de Vida, es la regresión crítica, la cual tiene como función el análisis de la repetitividad de un fenómeno, a partir de la deconstrucción de una realidad compleja. La repetividad del fenómeno lleva a dos doctrinas científicas según Hume, citado por Ferraroti (1991), las cuales obedecen a una doctrina de la primacía lógica y a una doctrina de la primacía temporal y psicológica. La doctrina de la primacía lógica de las repeticiones se da cuando la repetición del fenómeno forma un carácter universal, y la doctrina de la primacía temporal y psicológica se da cuando, a pesar de que no se genere universalidad, tales tendencias suscitan un estado compartido.

La autobiografía o historia de vida relatan una serie de sucesos que construyeron una realidad, en donde un sujeto interactuando con el ente genera una serie de trasformaciones que bien podrían llamarse aprendizajes; tales trasformaciones construirían una identidad, y así estas constantes interacciones consolidarían una personalidad del sujeto. Compartir una situación, así no sea la totalidad, y teniendo en claro que cada sujeto percibe de forma diferente, supone pensar que tal proceso puede afectar al sujeto creando esencialidades compartidas o colectivas.

Según Allport citado por Magrassi (1980), la historia de vida busca la ''autojustificación mediante defensas específicas'' que exteriorizan motivaciones, e intenciones que son delimitadas por un contexto, es decir, por un ente o sistema especifico.

La historia de vida es entonces ''un intento deliberado de definir el crecimiento de una persona dentro de un medio cultural'', la cual permite establecer multirrelaciones y dinámicas específicas. Es decir, que no debe confundirse la historia de vida como material terminado, sino más bien como un método o enfoque que puede abstraer la realidad vivida por el sujeto en un contexto definido a través de una temporalidad (Magrassi, 1980).

''... La autobiografía o historia de vida relatan una serie de sucesos que construyeron una realidad, en donde un sujeto interactuando con el ente genera una serie de trasformaciones que bien podrían llamarse aprendizajes...''

 

3. Antropología dinámica - estructural

Con el estructuralismo se busca encontrar la relación entre lo concreto y lo abstracto, buscando la relación lógica de lo real. Se podría decir que uno contiene al otro y así de forma recíproca. Lo que se debe buscar en primera instancia es el análisis con calidad del fenómeno para que después de forma clara y concreta establezcamos relaciones. El estructuralismo posee un método definido y sin la síntesis proveniente de un proceso analítico adecuado, las relaciones no contemplarían la realidad, es decir, la abstracción no llevaría lo concreto (Levi-Strauss, 1973).

Por otra parte, la antropología, en especial los trabajos realizados por Espina Barrio (1990), han permitido mostrar la complementariedad entre la antropología psicoanalítica y la antropología estructural. Según esta mirada, el hombre freudiano y el sujeto de Levi-Strauss, entran en complementariedad por la función semántica de la representación del signo en donde se proyecta la realidad inconsciente o del sujeto. Esto se lleva a cabo gracias a la concepción freudiana de la cultura como mundo propio del hombre, el cual conduce a un proceso evolutivo, pero sin dejar atrás que dicho proceso también puede llevar al caso contrario. De tal forma, la antropología estructural sigue también este camino en donde el sujeto busca su desarrollo, pero lo que al parecer las distingue, es en sí, lo que las hace complementarias: la renuncia del yo, como método de estudio del etnógrafo. Tal renuncia no es nada más que una

renuncia del sí mismo ... La finalidad del antropólogo no es sí misma, ni la de disolver su personalidad, no la de trastocar su cultura. Es... acercarse al otro y aprender de ese otro, para lo que debe existir un momento negativo de renuncia, pero con la finalidad de enriquecerse y aportar alternativas a la sociedad donde procede (Espina Barrio, 1990, p. 97).

En conclusión, se puede decir que aunque el método estructural nos lleva a buscar relaciones, por medio de un análisis de síntesis, tales síntesis estructurales nos pueden dar la significación del sujeto a partir de su existencialidad. Levi-Strauss (1973), dice concretamente que la intención del análisis no es la búsqueda de considerar términos o definirlos, sino más bien buscar la relación. Es decir, que se debe buscar por medio de la estructuralidad las dinámicas del sujeto, pero complementado con el trabajo psicoanalítico; esto nos podría llevar a la comprensión de la existencialidad del sujeto.

3.1. Espacio, lugar y la fenomenología de la percepción

El lugar y espacio entendido desde la antropología es aquel en donde convergen una serie de dinámicas especiales de una comunidad definida, para la mirada estructuralista y apoyándose en el psicoanálisis, el lugar es analizado mediante los discursos de los sujetos, los cuales generan dispositivos espaciales que expresan la identidad del grupo o sistema. Esta concepción del espacio como expresión de la identidad del sujeto es generada por el hecho de que el ''cuerpo humano mismo es concebido como porción del espacio, con sus fronteras sus centros vitales, sus defensas y sus debilidades'' (Augé, 1993, p. 42).

Ponty (1957) en su fenomenología de la percepción, hace la aclaración de que el espacio antropológico, es un espacio existencial en donde el ser humano experimenta una relación con el mundo a partir de su ser esencialmente situado. El autor plantea que no existe división entre el sujeto y el objeto, ya que la racionalidad de la experiencia del individuo no se distingue entre un sujeto que conoce y un objeto conocido.

Según Ponty (1957), el mundo fenomenológico explica la fundación del ser, no busca la explicación de la instancia previa del ser, sino que pretende ver el ser ahí, en un espacio y tiempo definidos. El ser se puede hacer consciente gracias a la resignificación de lo que es el hecho, de la acción. Hacer consciente mis hechos, intentando poner en perspectiva mi acción, en un espacio y temporalidad, podría conducir al entendimiento de mi ser ahí, de la existencia.

La psique según el psicoanálisis se puede concebir independiente del espacio, por medio de una comprensión estructural de las instancias representadas por el sujeto. Es decir, que el espacio y el tiempo ''son proyecciones operadas por el aparato psíquico a partir de su propia espacio temporalidad'' (Sami-Ali, 1990, p. 65). La psique y el espacio empiezan a desarrollar, en la interioridad y exterioridad del individuo, una serie de elementos conscientes e inconscientes que denotan la existencia del individuo. Cuando el ser humano hace consciente su espacio, aparece una posesión del sí mismo; según Bachelard (1965), estos espacios de posesión son defendidos por el valor humano frente a las fuerzas adversas. Estos valores de posesión, se adhieren a los valores imaginativos, identificando al espacio como su propia individualidad. El conocimiento de tales espacios permiten entrever la dinámica del ser, por medio de la acción mediática entre la imaginación, la acción y el espacio.

En síntesis, la importancia de tomar en cuenta el espacio, el sujeto y su existencia, lleva a reestructurar la teoría socio cultural, en donde entendamos el fenómeno social como un proceso simbólico, móvil y emergente del individuo, enmarcado en un espacio y en una temporalidad; esto genera una acción, la cual transmite la existencia, el ser, y la identidad del sujeto. ''Así, el análisis de una sociedad especializada admite pensar desde una óptica distinta temas recurrentes como el tránsito humano y de símbolos'' en las relaciones sociales, a partir de la expresión individual del sujeto, que lleva a una acción de cambio en el fenómeno (Ramírez, Aguilar & Aguilar, 2006, p. 120).

''La concepción del espacio como expresión de la identidad del sujeto es generada por el hecho de que el 'cuerpo humano mismo es concebido como porción del espacio, con sus fronteras, sus centros vitales, sus defensas y sus debilidades'...''

3.2. La importancia del símbolo

El ser humano utiliza los símbolos y signos como manifestación inconsciente y/o consciente de su propia existencia. El símbolo y el signo difieren en su definición; cuando se utiliza el símbolo, la significación es entendida por una gran cantidad de personas gracias a una proyección arquetípica. El signo por su parte es un término que representa algo vago, desconocido y oculto para muchos (Jung, 1995).

El verdadero símbolo aparece cuando el pensamiento, o la psique tienen la necesidad de proyectar lo que la razón no puede determinar de forma consciente en ese momento (Jung, 1995).

El símbolo surge con la necesidad de presentar conceptos que no podemos definir o comprender del todo. El símbolo también se proyecta según la percepción de la realidad del sujeto. Los sentidos del hombre reaccionan ante fenómenos reales, los cuales no son percibidos de forma entera; lo que se abstrae siempre es llevado a la mente para darle una significación comprensiva (Jung, 1995).

En los símbolos y su manifestación se alcanza a determinar el proceso de individuación, el hecho de que el desarrollo psíquico no puede llevarse a cabo de una voluntad consciente, sino que su accionar es natural e independiente, no limita la posibilidad de que en el símbolo y en el signo no se proyecte la identidad del ser. Según Jung (1995), el sí mismo puede identificarse como un factor interior que puede captarse e investigarse sólo a través de los símbolos y signos (Jung, 1995).

El sí mismo solo puede entenderse en su totalidad cuando el propio individuo se da cuenta de su proceso, es decir, que si el sujeto no interpreta y analiza sus símbolos y signos, el proceso de individuación interna no logra su máxima comprensión (Jung, 1995).

El Hombre posee la necesidad de trasformar su interioridad en símbolos, al parecer este proceso se da por la complejidad del ser y su representación. Según las diferentes teorías de desarrollo psicológico, en la etapa concreta del pensamiento se encuentran los niveles bajos de la escala, mientras que la parte abstracta se encuentra en la cúspide del proceso de trasformación interior de símbolos. Alcanzar un desarrollo implicaría el entendimiento complejo de un símbolo o signo que es en sí un fenómeno de la realidad (Jung, 1995).

Toda obra del ser humano parte de su necesidad de proyectar su sí mismo, un vivo ejemplo de ello son las obras arquitectónicas,

todo edificio, sea religioso o secular... es la proyección de la imagen arquetípica que surge del inconsciente humano hacia el mundo exterior. La ciudad, la fortaleza y el templo se convierten en símbolos del completamiento psíquico y de ese modo ejercen una influencia específica que entra y vive en ellos... es necesario subrayar que... en arquitectura, la proyección de contenido psíquico era un proceso puramente inconsciente (Jung, 1995, p. 73).

La necesidad del ser humano de saber y entender quién es, proviene del análisis e interpretación de sus símbolos y/o signos. Los símbolos y signos están inmersos en todo, en su habla, en la vestimenta, en la arquitectura, en el arte; es decir, en toda acción que el sujeto efectúa. El símbolo y el signo se encuentran en el fenómeno. La conciencia tiene toda la facultad de poder entender su sí mismo, determinado el significado de sus signos y símbolos, comprendiendo la realidad concreta del presente (Jung, 1995).

''El Hombre posee la necesidad de trasformar su interioridad en símbolos, al parecer este proceso se da por la complejidad del ser y su representación...''

En conclusión, los símbolos y signos son una gran huella, donde se pueden encontrar el sentido y función del sí mismo, del ser cuanto al ser, de su identidad. Estas huellas forman en el individuo las emociones y su carácter ético, lo cual se puede considerar como elemento materializador de la acción del sujeto (Jung, 1995).

3.3. Ser, existencia e identidad

La identidad según Heidegger (1988), aparece en el proceso de pensar en sí mismo, cabe anotar que el hecho de que el pensamiento conduzca a una identidad, tal concepción no defi niría al ser como tal, pero sí permitiría una comprensión del ser mismo, ya que la identidad funciona como ente. Pero según el autor serían dos ideas encontradas, y desde la primera afi rmación donde el principio de la identidad ''es la suprema ley de pensar'' (Heidegger, M. 1988), el ser y la identidad alcanzan la unidad consigo mismo, aplicable desde luego a todo ser. Si seguimos el precepto de Heidegger (1988), en donde ''sólo cuando volvemos con el pensar hacia lo ya pensado, estamos al servicio de lo por pensar'', y si entendemos la identidad como la mismidad a partir de la relación con el otro, deduciremos que la identidad es el ser mismo para sí mismo, y al mismo tiempo ser para los demás. El ser está en todo, también en el ente, es decir, que la identidad tendría las propiedades del ser, en donde mediante el método del pensar superaríamos el dualismo ser-ente, gracias a la lógica aristotélica aplicada en el mismo pensamiento de Heidegger. Con esta lógica y siguiendo los parámetros estructurales de análisis dados por el autor, el ser se puede identifi car mediante introspección de lo ya pensado, gracias a que la ''identidad es la ley suprema del pensar'', mediante el cual se alcanza la unidad consigo mismo (Sancen, 2006).

 

4. Método

4.1. Participantes

El presente estudio se realizó con tres personas que habitan en asentamientos de origen informal. Cada participante hace parte de tres diferentes localidades y barrios ubicados en diferentes sitios de la ciudad de Bogotá. El primer participante hace parte del asentamiento de origen informal ubicado en el centro oriente de Bogotá, específicamente en el Barrio Juan XXIII. El segundo es un habitante del asentamiento de origen informal que se encuentra ubicado en el barrio Isla del Sol, el cual está localizado en la zona sur oriental de Bogotá. Y el tercer participante, hace parte del asentamiento de origen informal ubicado en la localidad de Bosa, el cual se halla en la zona sur occidental de la ciudad.

''La proyección y construcción de identidad se analizó mediante los relatos inmersos en la historia de vida de los participantes...''

4.2. Variables e instrumentos

La proyección y construcción de identidad se analizó mediante los relatos inmersos en la historia de vida de los participantes. Para permitir el desarrollo de las historias de vida, se realizó una entrevista no estructurada que permitiera identificar los diferentes componentes que están inmersos en la construcción de identidad de las personas, a través de la misma construcción y consolidación de los hogares de los participantes. A su vez, se hizo un análisis interpretativo de los símbolos de la casa, mediante una observación detallada a todos los elementos constitutivos de la casa.

4.3. Procedimiento

Técnica del trabajo distributivo (estructural/dialéctico)

Con esta técnica se busca analizar de forma cíclica, a través del lenguaje, y estructurando semiológicamente, la realidad translingüística. Según Cañón (2005), este enfoque facilita y ayuda a la distinción del componente semiótico y el simbólico. En este orden de ideas, el método permite un análisis estructural y a la vez pragmático que ayuda a la identificación simbólica de la realidad plasmada en una estructura narrativa.

Por su parte, con la distribución podemos hacer las regresiones críticas buscando correlaciones y ''repeticiones'' de las fenomenologías de la realidad, esto se hace con el fin de categorizar y distribuir la realidad con algunos datos predefinidos o ya establecidos, que para este caso servirá para hacer la primera aproximación al fenómeno, distinguiendo algunas categorías especificas que se han dado a través del estudio de la problemática de los asentamientos informales.

Con la estructuración conseguimos por medio del discurso la esquematización de una realidad proyectada por un sujeto, como lo dice Barthes (1971), el discurso tiene unas reglas, unas unidades que llevan a un estudio del mismo por medio de la lingüística, según el autor este estudio plantea una ''hipótesis homológica'' donde el relato es una construcción constatativa de una realidad, es decir, que tenemos que buscar y organizar la complejidad del relato y no buscar la suma de sus partes, o la división de las mismas.

Y con la dialéctica logramos la socio-construcción, de tal forma que encontramos una proyección del mundo objetivo, que según la ontología sería el Ser. Ser que está en constante interacción con el Ente. Así pues, el socioconstruccionismo permite llegar a aproximarse al entendimiento de la realidad a través del discurso del otro, además de construir un entendimiento mutuo de tal realidad (Cañón, 2005). Se podría decir que el socio-construccionismo es un tipo de hetero-investigación de un fenómeno compartido con otro o varios sujetos.

Según Ibáñez, citado por Cañón (2005), la socioconstrucción no es evidente hasta que se es develado el mundo de significados que envuelven la realidad pragmática. De esta manera, es preciso entender que aquello que se está desarrollando en el fenómeno obedece a una serie de propiedades y características que han sido construidas conjuntamente a través de la comunicación de unos sujetos que enmarcan esa ''Realidad Social''.

 

5. Resultados

Los asentamientos de origen informal surgen a raíz de una serie de fenómenos que están inmersos en las problemáticas sociales del país. En muchas ocasiones, la invasión informal de terrenos es el resultado de condiciones económicas adversas. En el análisis de las historia de vida, se puede observar cómo la búsqueda de una mejor condición económica y social, obliga a las personas que habitan en los asentamientos de origen informal, a tomar la decisión de invadir terreno con el ánimo de subsistir, en una ciudad donde al parecer existe la posibilidad de tener un mejor desarrollo personal y familiar.

En este orden de ideas, los asentamientos de origen informal son el resultado de una crisis social, que está mediada por las dimensiones políticas, económicas, y psicológicas del país. Las personas que habitan dichos lugares, se encontraron en diversas condiciones de adversidad, viendo como necesidad única la apropiación ilegal, como resolución al problema de subsistencia.

Por tal razón, los asentamientos de origen informal son un fenómeno que está directamente relacionado con las problemáticas sociales de la nación, en donde se puede identificar la estrecha relación que tienen tales fenómenos, con los problemas multidimensionales que consolidan las dinámicas internas del país. En este orden de ideas, se puede inferir que el fenómeno mencionado corresponde a un efecto de los procesos de equilibrio social, que son generados por la reestructuración territorial, a partir de la necesidad de subsistencia. Cubides & Domínguez (1998) denominan estos efectos, el resultado tangible de la realidad marginal y violenta de una nación en conflicto, que busca mediante estrategias de migración, satisfacer sus necesidades básicas de vida.

Por otra parte, también se puede identificar cómo las condiciones de adversidad generan vínculos y redes sociales que posibilitan el desarrollo de diversas personas que componen la realidad, y es en esta medida como se corrobora la idea sociológica que defiende la necesidad social del ser humano para su desarrollo. En los asentamientos de origen informal, tales redes son identificables, y hacen parte de la misma identidad y es proyectada por los sujetos que habitan en dichos espacios. En las tres historias de vida analizadas vemos cómo el trabajo colaborativo, hace parte de la constitución existencial del ser, siendo un elemento articulador estructural de la identidad construida por las personas.

Por tal razón, la construcción y proyección de la identidad de las personas surge en la medida en que las personas permiten una comprensión de la relación entre el componente social y el componente individual del ser humano. Según Mills (1961), tal proceso es el resultado de identificación mediante la imaginación sociológica, donde el individuo pasa de una transformación impersonal y remota, a una transformación más íntima con el yo humano, relacionado el componente social y el componente individual que constituyen la existencialidad del propio individuo.

En esta medida, las relaciones sociales hacen parte del Ente en donde se desarrolla el Ser, tal proceso de desarrollo es consolidado por un tipo de aprendizaje, en donde se realiza el proceso de resignificación otorgada a la misma experiencia acontecida en el ente, permitiendo en alguna medida, hacer consiente el mismo Ser-Ahí, el cual interactúa con todos los componentes de dicha realidad experimentada. Por tal motivo, se puede observar, cómo las mismas personas de los asentamientos de origen informal, buscan a través de los signos y símbolos de su casa, trascender su identidad, donde es manifestada la existencia misma. Según Ibáñez (1977), tal proceso se constituye mediante cuatro fases donde el ser humano, percibe, interpreta, comprende y resignifica la realidad, proyectando su misma existencia en símbolos que constituyen la identificación de la existencia del mismo sujeto, la cual es el resultado de la relación entre el mismo entorno y el ser como tal.

Tal proceso de identificación simbólica puede ser analizado mediante las estructuras que lo componen, y el análisis simbólico de los mismos. Por tal motivo, el análisis dinámico estructural permitió ver que cada participante posee unos elementos estructurales definidos que son constituidos en su proceso de identidad. A su vez, se pudo observar como cada elemento es el resultado fenomenológico de una serie de sucesos. En dichos fenómenos, vemos como la experiencia, las pautas de aprendizaje y los diversos aprendizajes se conjugan para constituir una proyección del ser, que se manifiesta en todas las acciones que realiza el propio sujeto. Acciones como lo son la forma en cómo construye, configura y constituye su hogar, el cual es el resultado de un proceso de proyección simbólica de su propia existencia. En otras palabras, la casa se convierte en un símbolo complejo, donde se proyecta una identidad personal y colectiva del mismo sujeto.

''...la construcción y proyección de la identidad de las personas surge en la medida en que las personas permiten una comprensión de la relación entre el componente social y el componente individual del ser humano...''

Por eso, el lugar y el espacio se hacen importantes en el entendimiento de los mismos individuos que componen una realidad social. Como se pudo ver, el espacio y el lugar donde habitan las personas que hacen parte de los asentamientos de origen informal, permiten la interacción de los diversos elementos que consolidan la misma existencia del individuo. Según Ponty (1993), el espacio y el lugar permiten el desarrollo y la proyección de la propia existencia del sujeto. Cada espacio, y cada lugar de su casa y hasta del mismo barrio, configuran una proyección de la misma identidad de los sujetos, gracias a la interacción de ellos mismos con esos espacios situacionales.

En síntesis, la identidad como proyección del ser ahí, según Heidegger (1988), se manifiesta a través de símbolos en el mundo objetivo de las personas. En este sentido, uno de los símbolos más representativos para la construcción y proyección de la identidad en los habitantes de los asentamientos de origen informal, es el mismo hogar. Ramos (2009) plantea la importancia simbólica del hogar, como el componente estructural exteriorizado de la misma identidad de las personas. Esto se da, ya que la casa y el hogar se convierten para los sujetos en una necesidad fundamental para el desarrollo de su propia existencia. Por tal razón un hallazgo que se sale del sustento teórico presentando en el presente trabajo, es que para los habitantes de dichos asentamientos, la identidad se construye debido a las necesidades personales y familiares de cada persona.

Las necesidades personales y familiares se convierten en una de las causales interventoras en el proceso de construcción y proyección de la misma existencia. Por eso el entendimiento de las necesidades individuales y colectivas de las comunidades, debe ser prioridad a la hora de establecer aquellas políticas urbanas que intervienen, con el objetivo de mejorar las condiciones que posibiliten un desarrollo social de las mismas. Schteingart (1989), señala que el direccionamiento urbano mediante políticas estatales debe partir por un análisis individual y social de las necesidades poblacionales. A su vez, la autora plantea que situaciones críticas en el margen político, económico y social, como las que se viven en países latinoamericanos, demandan especial interés a la hora de indagar e investigar las necesidades reales poblacionales en busca de una mejora de la calidad de vida.

''...el entendimiento de las necesidades individuales y colectivas de las comunidades, debe ser prioridad a la hora de establecer aquellas políticas urbanas que intervienen, con el objetivo de mejorar las condiciones que posibiliten un desarrollo social de las mismas...''

En el trabajo realizado se pudo identificar cómo las diversas necesidades del sujeto, se convirtieron en factores motivacionales de la acción, contribuyendo a un entendimiento propio de la existencia misma. Y aunque la identidad es individual en alguna medida, pareciese que las necesidades que viven las personas de los asentamientos informales son colectivas. En este sentido, la regresión crítica de los sucesos y acontecimientos de las historias de vida analizadas en la presente investigación, permite entender el grado de relación que tienen dichas necesidades en el plano colectivo de los sujetos que hacen parte de los asentamientos de origen informal. En otras palabras, pareciese que las necesidades son colectivas, y en alguna medida, iguales para las diversas personas que conforman dichos asentamientos.

Por tal razón la importancia de entender las diversas necesidades de las personas, permitiría promover políticas urbanas de mejora, que impactarían en la misma existencia de los sujetos, siendo verdaderamente significativas, garantizando el verdadero desarrollo de las personas que consolidan las diversas comunidades de la ciudad.

El ser humano es un ser complejo donde convergen diversos factores que posibilitan su propia existencia; en los asentamientos de origen informal, esto es claramente observable en las historias de vida. Por tal razón, cada suceso, cada acontecimiento, cada aprendizaje y cada reflexión otorgada a los mismos, permite una comprensión personal de la misma existencia. Bolívar, Domingo & Fernández (2001) plantean que la misma narrativa puede resignificar la misma existencia gracias al componente práctico y holístico que se consolida en las historias de vida. En este sentido, la existencia como tal, es determinada por una serie de necesidades que consolidaron patrones motivacionales que permitieron un actuar específico, dependiendo de la situación, en un espacio y en un lugar claramente definidos.

 

6. Discusión y conclusiones

El estudio fenomenológico de los asentamientos de origen informal, mediante un análisis estructural dialéctico de las historias de vida, permitió el hallazgo de una serie de comprensiones que giran en torno a la realidad social de la informalidad urbanística en Bogotá. Desde esta perspectiva, se pudo llegar a cuatro ideas fundamentales, que permiten la interpretación del fenómeno social mencionado, tomando como referencia el proceso de proyección y construcción de la identidad del ser humano. En este sentido, las ideas argumentativas y discursivas que plantea la investigación como resultado del estudio realizado, son:

Definitivamente la casa es un símbolo que proyecta y permite la construcción de la identidad en las personas que habitan en los asentamientos de origen informal. Esto se puede corroborar en los resultados, los cuales manifestaron que cada elemento estructural de la identidad de los participantes, afectó directamente la forma en cómo cada participante construyó su hogar. A su vez, vemos cómo cada elemento surge por medio de un aprendizaje experiencial, donde diversos fenómenos acontecidos afectaron las acciones que realizaron cada uno de ellos.

Los elementos estructurales de la identidad, se pudieron identificar gracias a la historia de vida de los participantes. Definitivamente esta herramienta permitió mediante un análisis dinámico estructural, comprender fenomenológicamente la forma en cómo cada sujeto de los asentamientos de origen informal, proyectaron y construyeron su identidad. En otras palabras, la historia de vida ayuda a develar la existencia misma de los individuos; los cuales mediante un relato, resignifican las experiencias vividas dándoles un sentido propio, permitiendo, como bien decía Heidegger (1988), ''pensar sobre lo ya pensado'', construyendo un proceso de identificación frente a lo acontecido y lo sucedido en las diversas experiencias de vida.

Aunque la identidad es individual, el vivir un fenómeno compartido, permite que algunos elementos constitutivos de la identidad sean colectivos en las personas. En otras palabras, el vivir el fenómeno de los asentamientos informales, permitió en alguna medida que las personas generaran una identidad colectiva. Y aunque se sugiera realizar otras investigaciones que amplíen lo mencionado, podemos ver en los tres participantes, cómo el trabajo colaborativo y comunitario es de vital importancia, siendo parte de la identidad de los mismos sujetos. Al parecer la necesidad de poseer un hogar, debido a diversas situaciones, y el pertenecer a la población que vive en asentamientos de origen informal, construye en las personas una identidad claramente definida, donde el apoyo y compromiso con el otro es de vital importancia en el desarrollo personal.

Todo accionar del hombre devela su existencia, cada fenómeno vivido, cada acción realizada, proyecta su identidad y permite la construcción de la misma, mediante el transcurso de su vida. En los asentamientos de origen informal, la casa, como elemento prioritario, debido a unas condiciones de necesidad, proyecta la existencia de los habitantes que son parte de dicho fenómeno. La casa (para los habitantes de los asentamientos de origen informal) es una de las manifestaciones más grandes de su existencia, ya que se consolidó debido a una serie de necesidades y situaciones adversas de la vida de cada uno de ellos. Por tal razón la identidad, al parecer, surge en una u otra medida de la solución de las necesidades vividas por los habitantes de los asentamientos de origen informal. Por eso la casa, como un elemento prioritario, debido a la necesidad de vivienda de cada participante, permitió comprender como este elemento simbólico, reconstruye, plasma, proyecta y devela la existencia misma de los sujetos, permitiendo que mediante un proceso introspectivo, cada persona se identifique como ser humano.

En conclusión, el presente trabajo permite ver la importancia de repensar las políticas de gestión urbana, en función del entendimiento del ser. Es decir que, Colombia debería empezar a crear políticas que verdaderamente cumplan con el objetivo de promover el desarrollo de las personas, impactando en su existencia misma. Por eso, es de vital importancia estudiar e investigar los procesos constitutivos de los individuos, para mejorar la comprensión compleja de los fenómenos que conforman y consolidan las diversas realidades sociales.

''... Aunque la identidad es individual, el vivir un fenómeno compartido, permite que algunos elementos constitutivos de la identidad sean colectivos en las personas...''

Por tal razón y para terminar, se sugiere para próximas investigaciones, que se busque abordar de una forma más profunda, aquellos elementos fenomenológicos que configuran las problemáticas sociales, analizando la relación que posee tales fenómenos con la consolidación personal de los mismos individuos. Individuos que viven, experimentan, transforman, y se transforman mediante el desarrollo de las mismas realidades sociales, que consolidan dichos fenómenos.

 

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Recibido: 24-noviembre-2011
Aprobado: 13-marzo-2012.

 

 

1 Investigación del Grupo de Investigación de la Maestría en Gestión Urbana Gi-MGU