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Revista Psicologia e Saúde

versão On-line ISSN 2177-093X

Rev. Psicol. Saúde vol.13 no.4 Campo Grande out./dez. 2021

http://dx.doi.org/10.20435/pssa.v13i4.1371 

ARTIGOS

 

Depresión y ansiedad en estudiantes que ingresan a la universidad y factores de estrés asociados

 

Depression and anxiety in students who enter the university and associated stress factors

 

Depressão e ansiedade em alunos que entram na universidade e fatores de estresse associados

 

 

Nora Helena Londoño Arredondo; Liliana Catalina Calle Restrepo; Zulma Berrio Rojas

Universidad de San Buenaventura, Medellín

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RESUMEN

Teniendo en cuenta el grupo de población elevado que representan los estudiantes universitarios, se reconoce la importancia de los estudios sobre salud mental realizados en esta población. El presente estudio tuvo como objetivo identificar la prevalencia de la depresión y la ansiedad en estudiantes que ingresan a la Universidad y establecer la relación con el estrés.
METODOLOGÍA: participaron 878 estudiantes (49.5% hombres y 50.5% mujeres), edad media 18.96 (DT 4.2) de tres ciudades de Colombia, entre el 2017 y el 2019, inscritos a psicología, educación, ingenierías, ciencias empresariales, arquitectura y artes integradas y derecho. Los instrumentos utilizados fueron CES-D, SCL-90 y la escala de acontecimientos estresantes.
RESULTADOS: la prevalencia de los síntomas de depresión fue del 26.8%; de angusta, 23%; de agorafobia, 7.3%. Los estresores se establecieron como factores de riesgo para la depresión (
χ2 = 22.9; p = 0.00; OR = 2.356, intervalo de confanza 95%, 1.651- 3.564), la angusta (χ2 = 55.246; p = 0.00; OR = 5.813, intervalo de confanza 95%, 2.644 - 5.498) y la agorafobia (χ2 = 55.246; p = 0.00; OR = 5.813, intervalo de confanza 95%, 2.644 - 5.498; hombres: χ2 = 24.176; p = 0.00).
CONCLUSIÓN: las cargas de estrés, tanto vital como interpersonal, tenen un peso significativo en la aparición de síntomas de depresión y ansiedad en estudiantes universitarios.

Palabras clave: depresión; ansiedad; estrés; estudiantes universitarios; detección temprana


ABSTRACT

Taking into consideration the high population of university students, is recognized the relevance of research about mental health done over this population. This research aimed to identify the depression and anxiety prevalence in students who begin the university, and establishing the relationship with stress.
METHODOLOGY: 878 students asked (49.5% men and 50.5% women), average age 18.96 (DT4.2) from the three Colombian cites. Study done between 2017 and 2019 to students enrolled in the carriers of psychology, educaton, engineers, business science, architecture, integrated arts, and law. The instruments used were CES-D, SCL-90 and measurement of stressful events.
OUTCOMES: The prevalence of symptoms of depression, anguish, and agoraphobia were 26.8%, 23%, and 7.3% respectively. Stress was established as a risk factor for depression (
χ2 = 22. 9; p = 0. 00; OR = 2.356, 95% confdence interval, 1.651 - 3.564), anguish (χ2 = 55.246; p = 0. 00; OR = 5.813, 95% confdence interval, 2.644 - 5.498), and agoraphobia (χ2 = 55.246; p = 0.00; association value OR = 5.813, 95% confdence interval, 2.644 - 5.498; men: χ2 = 24.176; p = 0. 00).
CONCLUSIONS: The loads of stress, both vital and interpersonal, have a significant weight in the appearance of symptoms of depression and anxiety in university students.

Keywords: depression; anxiety; stress; college students; early detection


RESUMO

Levando em consideração a alta população de estudantes universitários, é reconhecida a relevância de pesquisas sobre saúde mental realizadas sobre essa população. Esta pesquisa teve como objetivo identificar a prevalência de depressão e ansiedade em estudantes que ingressam na universidade e estabelecer a relação com o estresse.
METODOLOGIA: 878 estudantes solicitados (49,5% homens e 50,5% mulheres), com idade média de 18,96 anos (DT4.2) nas três cidades colombianas. Estudo realizado entre 2017 e 2019 para estudantes matriculados nas áreas de psicologia, educação, engenharias, ciência de negócios, arquitetura, artes integradas e direito. Os instrumentos utilizados foram CES-D, SCL-90 e mensuração de eventos estressantes.
RESULTADOS: A prevalência de sintomas de depressão, angústa e agorafobia foi de 26,8%, 23% e 7,3%, respectivamente. O estresse foi estabelecido como fator de risco para depressão (
χ2 = 22,9; p = 0,00; OR = 2.356, intervalo de confança de 95%, 1.651 - 3.564), angústa (χ2 = 55.246; p = 0.00; OR = 5.813, 95% de intervalo de confança, 2.644 - 5.498) e agorafobia (χ2 = 55.246; p = 0.00; OR = 5.813, intervalo de confança de 95%, 2.644 - 5.498; homens: χ2 = 24.176; p = 0,00).
CONCLUSÕES: As cargas de estresse, tanto vitais quanto interpessoais, têm um peso significativo no aparecimento de sintomas de depressão e ansiedade em estudantes universitários.

Palavras-chave: depressão; ansiedade; estresse; estudantes universitários; detecção precoce


 

 

Introducción

El número de estudiantes universitarios para el 2018, de acuerdo con el reporte del Ministerio de Educación Nacional en Colombia, fue de 44,756 estudiantes; 22,713 (50.8%) hombres y 22,043 (49.3%) mujeres (Ministerio de Educación, 2019). La detección temprana de problemas en salud mental en estudiantes que ingresan a la universidad se constituye en una oportunidad para hacer una atención oportuna y activar los protocolos de intervención en los servicios de Bienestar institucional. El presente artículo ilustra el procedimiento en el transcurso de dos años para lograr la detección temprana de síntomas de depresión y ansiedad, la prevalencia y la identificación de los estresores asociados (sucesos vitales y eventos menores) en estudiantes universitarios de Colombia.

Los sucesos vitales alteran las actividades sociales del individuo causando cambios y reajustes sustanciales en la vida. También los eventos menores generan ajustes en la medida que suelen ser más frecuentes y próximos temporalmente al individuo, como por ejemplo pequeñas disputas familiares, demandas sociales estresantes, desaprobaciones sociales, y para los adolescentes disputas con la autoridad como los profesores (Calvete & Connor-Smith, 2006). La tolerancia al estrés puede variar de unos individuos a otros y de unas condiciones a otras. Por encima de los niveles tolerados, el estrés se vuelve agudo y aparecen los daños fisiológicos y/o psicológicos que no siempre son fáciles de detectar (Belloch, 2008). Como reacciones emocionales, se presentan síntomas de depresión y ansiedad y afecto negativo relacionado con agresividad, hostlidad y pérdida de control de impulsos (Thompson-Hollands, Carl, Gallagher, & Barlow, 2012).

El trastorno depresivo se describe como un trastorno con la presencia de un ánimo triste, vacío e irritable, acompañado de síntomas somáticos y cognitivos que afectan significativamente la capacidad funcional del individuo (American Psichiatric Association [APA], 2013). El trastorno de depresión mayor se manifesta con un estado de ánimo deprimido, disminución importante del interés o el placer por todas o casis todas las actividades y además síntomas psicofisiológicos como pérdida importante o aumento de peso, insomnio o hipersomnia, agitación o retraso psicomotor, fatga o perdida de energía, y síntomas cognitivos como sentimientos de inutilidad y culpabilidad, disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o para tomar decisiones, y pensamientos de muerte recurrente. La prevalencia es del 7%, con notables diferencia entre los grupos de edad; entre 18 y 29 años es tres veces mayor que en los pacientes de 60 años o mayores, y en las mujeres 1.5-3 veces mayores que la de los hombres. En relación con el desarrollo y curso del trastorno, las cronicidades de los síntomas depresivos aumentan sustancialmente la probabilidad de que existan trastornos subyacentes de personalidad, ansiedad y consumo de sustancias. El riego de recurrencia se vuelve mayor en pacientes cuyo episodio anterior fue grave, en las personas jóvenes y en las personas que han presentado múltples episodios (APA, 2013).

En relación con los factores de riesgo y pronósticos, Palacio (2018) hace referencia a los siguientes factores: a) la afectividad negativa: es un factor de riego bien establecido para el comienzo del trastorno depresivo mayor en respuesta a los acontecimientos vitales estresantes; b) acontecimientos adversos en la infancia: en especial pérdidas, abandonos, negligencia; c) la heredabilidad: se considera que se hereda el umbral de susceptbilidad, modulada por un gran número de factores ambientales (Hernández, Marañón & Mato (2020); y d) el desarrollo en el contexto de otros trastornos como el consumo de sustancias, la ansiedad, el trastorno límite de la personalidad, enfermedades medicas crónicas o incapacitantes, como la diabetes, la obesidad mórbida, la patología cardiovascular. La posibilidad de una conducta suicida existe durante todo el tempo que duran los episodios de depresión mayor, incrementando el riesgo ante intensos sentimientos de desesperanza y el rasgo de impulsividad que se reporta en el trastorno de personalidad limite y antsocial (Palacio, 2018).

Los trastornos de ansiedad se caracterizan por la presencia de ansiedad, preocupación, miedo o temor excesivos, tensión o activación, que provoca un malestar notable o un deterioro clínicamente significativo de la actividad del individuo (First, 2004). Los trastornos de ansiedad se diferencian entre sí según el tipo de objeto o situaciones que inducen el miedo, la ansiedad o las conductas evitativas y la cognición asociada. Las personas con trastorno de ansiedad suelen sobreestimar el peligro en las situaciones que temen o evitan. Pueden sentirse asustados o ansiosos ante las separaciones por aquellas personas por las que sienten apego (ansiedad por separación); presentar miedo hacia situaciones u objetos precisos y los evitan (fobia específica); sentir miedo o ansiedad ante las interacciones sociales, la posibilidad de ser examinado, asociado con ideas de ser evaluado negativo por los demás, de sentirse avergonzado, humillado o rechazado (fobia o ansiedad social); experimentar crisis de pánico, caracterizado por la situación súbita de síntomas de miedo o malestar intenso que alcanza su nivel máximo en cuestón de minutos, acompañados de síntomas físicos y/o cognitivos (trastornos por angusta); sentirse temerosos ante situaciones donde pueda presentarse síntomas similares a la crisis de pánico como ante el transporte público, espacios abiertos, lugares cerrados, hacer fla o estar en una multitud etc. (agorafobia); o experimentar una ansiedad persistente y excesiva y una preocupación sobre varios aspectos como el trabajo y el rendimiento escolar (ansiedad generalizada). Varios factores contribuyen al desarrollo y manteamiento de estos trastornos, tales como factores genéticos (cercanos al 40%), neurobiológicos (hipersensibilidad en los quimio-receptores) y psicosociales (errónea interpretación catastrófica de sensaciones corporales) (APA, 2013).

Frente a los estudios de salud mental, la revisión sistemática realizada por Leselot, Mathew y Tait (2006) en estudiantes de medicina, identificó 40 artículos entre enero de 1980 y mayo del 2005 sobre temas relacionados con depresión, ansiedad, agotamiento y problemas relacionados con la salud mental que cumplían los criterios de los autores. El método de estudio más utilizado fue cross-sectonal, intentando identificar prevalencia, asociación, características demográficas, rasgos de personalidad, rendimiento académico y estrés. Algunos estudios longitudinales identificaron factores que influían en el estrés de los estudiantes a través del tempo de permanencia. Los instrumentos más utilizados fueron el inventario de depresión de Beck (BDI), y el del centro de estudios epidemiológicos para la depresión (CES-D), la escala de síntomas (SCL-90), la escala de síntomas de Hopkins (HSCL), y la de Zung (SDS), la escala de ansiedad (STAI). Los estudios sugieren una alta prevalencia de depresión y ansiedad entre los estudiantes de medicina, con niveles de sufrimiento psicológico general más altos que la población general y los compañeros de la misma edad en los últimos años de entrenamiento. En general, los estudios sugieren que la angusta psicológica puede ser mayor entre las mujeres.

Algunos estudios evidencian la importancia de explorar el estado de salud mental en estudiantes universitarios, considerándolos elementos de salud pública. Los trastornos de ansiedad suelen ser los diagnósticos más usados en la atención primaria en contextos educativas (9.7%), seguidos por la depresión (4.9%) (García-Pedrajas, Marsó, Perez, Ochoa, & Ventura, 2018). En otros estudios, los trastornos de mayor prevalencia fueron los trastornos adaptativos (23%), afectivos (20%) y de ansiedad generalizada (15.4%) (Martn, Garriga, Egea, Díaz, Campillo, & Espinosa, 2018). El rendimiento académico hacia las matemáticas ha sido relacionado con la ansiedad de manera negativa (B = -.009; Beta -.135; T = -4.15; p = .000) entre otras variables como la autoeficacia, la aptitud y el rendimiento (Recber, Isiksal, & Koҫ, 2018).

En el estudio realizado por Eisenberg, Gollust, Golberstein y Hefnef (2007), en una muestra de 1,181 estudiantes universitarios y 166 egresados, el 15.6% de los estudiantes y el 13% de los egresados presentaron al menos uno de los trastornos de depresión o ansiedad, siendo más elevado en las mujeres (16.6%) que en los hombres (14.6%). Específicamente en los estudiantes, la depresión mayor se reportó un 5.2%, otro tipo de depresión 8.6%, ideación suicida 2.5%, trastornos de pánico 1.8%, trastorno de ansiedad generalizada 2.9%. El 44.3% de los estudiantes plantearon que el estado mental les afectó el rendimiento académico en las últimas cuatro semanas, y los estudiantes que informaron dificultades financieras estaban en mayor riesgo de problemas de salud mental (Odds ratos 1.6-9.0).

El estrés en los jóvenes no solamente se presenta frente a la carga académica, el tempo con el que cuentan para realizar las actividades y los recursos disponibles de información, competencias y apoyos profesionales y de compañeros. También los factores de tipo familiar suelen presentarse por los confictos característicos de la edad, dado que la calidad de las relaciones afectivas con sus padres, en especial con las madres. Los padres que critican y rechazan a sus hijos adolescentes tenen mayores confictos con ellos (15-17 años: r = .56) (Fuentes, Motrico & Bersabé, 2003).

Se evidencian mayor sintomatología en las mujeres en especial por los efectos de las asimetrías de género y la repercusión en la salud física y mental, en cuanto a las responsabilidades que se duplican en casa y estudio, y las expectativas a querer ser "atractivas" y "buenas estudiantes y profesionales" y en ocasiones las demandas de la maternidad, los sentimientos de culpabilidad ante las dificultades para responder a las demandas en la familia en especial cuando hay hijos y las actividades sociales, referido como conficto de rol. Los síntomas depresivos y de ansiedad tene una mayor presencia en las mujeres, y los síntomas de consumo de sustancias, trastornos de personalidad antsocial, paranoide, esquizotpico, narcisista y obsesivo-compulsivo son más frecuentes en hombres (Martnez, 2003).

En un estudio realizado con 1,617 estudiantes universitarios turcos, además de examinar la depresión y la ansiedad evaluaron el estrés. Para la depresión mayor reportaron medidas psicométricas de media 10.03 (DE 6.88), ansiedad: media 9.83 (DE 5.94) y estrés: media 14.92 (DE 6.71). En relación con la severidad, para la depresión: moderado 19%, severo 6.1% y extremadamente severo 2%; para la ansiedad: moderado 26.6%, severo 14.5% y extremadamente severo 6.3%; y para el estrés: moderado 20.1%, severo 6.1% y extremadamente severo 0.8%. Con relación a las diferencias entre género, las mujeres tuvieron puntuaciones significativamente más elevadas que los hombres en ansiedad y estrés (Bayram & Bilgel, 2008).

De manera similar, se analizó el nivel de correlación entre la depresión, la ansiedad y el estrés a través de un estudio cross-sectonal con 506 estudiantes entre los 18 y los 24 años, en Malacia y China. Los análisis reportaron un nivel moderado de depresión en el 27% de los estudiantes, y el 9.7% con depresión severa o extrema; el 34% con ansiedad moderada y el 29% con ansiedad severa o extrema. Se identificaron correlaciones significativas entre la depresión, la ansiedad y el estrés con la edad, siendo mayor la correlación en el grupo de mayor edad. No existó diferencias significativas con relación al género (Shamsuddin et al., 2013). Por otro lado, en 374 estudiantes universitarios, se analizó la relación entre depresión y ansiedad. Los resultados reportaron un 11% de síntomas de estrés severo o extremadamente severo, 15% de ansiedad severa o extremadamente severa y 11% de depresión severa o extremadamente severa. Los resultados también indicaron que las diez principales fuentes de preocupación fueron: rendimiento académico, presión frente al éxito, planes posteriores a la graduación, preocupaciones financieras, calidad del sueño, relación con amigos, relación con la familia, salud general, imagen corporal y autoestima. Demográficamente, los estudiantes más estresados, ansiosos y deprimidos fueron los de transferencias, estudiantes de último año y aquellos que vivían fuera del campus (Beiter et al., 2015).

En un estudio realizado con 400 estudiantes universitarios en Francia en su primer año, se encontraron tasas de prevalencia de niveles moderados a extremadamente severos de depresión y ansiedad de 69.5% y 61%, respectivamente, sin diferencias de género significativas. Los principales factores de riesgo de depresión fueron la calidad del sueño insatisfactoria y la falta de ejercicio físico y el principal factor de riesgo de ansiedad fue el uso excesivo de Internet (Islam et al., 2020).

Estudios recientes exploran el impacto de la pandemia del COVID 19 en los estudiantes universitarios. Algunos resultados muestran que el 82.4% de estudiantes manifestaron síntomas depresivos de leves a severos, y 389 (87.7%) estudiantes tenían síntomas de ansiedad de leves a severos (Islam, Barna, Raihan, Khan, & Hossain, 2020). Similares resultados se encontraron en el estudio con estudiantes universitarios en Francia, donde dos tercios de los estudiantes informaron un aumento de la ansiedad durante el confinamiento. Las personas que no se mudaron se vieron particularmente afectadas por un mayor estrés y las estrategias de confinamiento pudieron tener un impacto importante en la salud mental. Las estrategias de confinamiento pueden exacerbar las desigualdades sociales (Husky, Kovess-Masfety & Swendsen, 2020).

Teniendo en cuenta la importancia de la salud mental en los estudiantes universitarios para favorecer las experiencias interpersonales y académicas, la Universidad ha estructurado un programa de prevención en salud mental cuyo principal logro ha sido la detección temprana de síntomas de depresión y ansiedad, y los estresores como factores de riesgo. Para este artículo, los objetivos del estudio se centraron en identificar estudiantes que ingresan a la Universidad con indicadores significativos de depresión, ansiedad y estrés, estableciendo la relación entre las variables.

 

Metodología

Estudio descriptivo-correlacional de corte transversal. El universo objeto de estudio fueron los estudiantes que ingresan a las universidades de Colombia. Participaron 878 estudiantes universitarios (49.5% hombres y 50.5% mujeres), en tres ciudades de Colombia: Medellín (57.2%), Armenia (8.5%) e Ibagué (2.1%), entre los períodos de inscripción a la universidad: enero del 2017 (28.9%), julio del 2017 (18.7%), enero del 2018 (21.2%), julio del 2018 (14.1%) y enero del 2019 (17.1%), en diferentes programas académicos (Tabla 1).

 

Instrumentos

Escala de Depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos, Center for Epidemiologic Studies Depression Scale (CES-D; Radlof y Locke, 1986): evalúa síntomas de depresión a través de 20 ítems, dentro de los cuales cuatro se formulan de manera invertida (ítems 2, 7, 12, y 16). Las opciones de respuesta son tipo Likert, en función de la frecuencia en que los síntomas se han experimentado en el último mes: 0 (raramente o nunca) a 3 (la mayor parte del tempo). El tempo de aplicación es de aproximadamente de 5 minutos. La puntuación total oscila entre 0 y 60, y se obtene sumando las puntuaciones obtenidas en cada uno de los ítems previa inversión de los ítems invertidos ya nombrados. Puntuaciones altas indican mayor gravedad de la sintomatología depresiva, y a partr de 16 se considera significativo para el trastorno depresivo (González, Stewart, Riter y Loring, 1995; Loeinf, Locke y Putiman, 1986; Radlof & Locke, 1986). Para Colombia, se sugieren puntos de corte de 20 para tamizaje y 30 para diagnóstco de depresión. La escala reporta niveles elevados de confabilidad, con Alfa de Crombach alrededor de .85 para población en general, y .90 para población clínica; fabilidad test-retest: 0.51-0.67; fabilidad dos mitades: 0.77-0.92 (Camacho et al., 2009).

Cuestonario de 90 Síntomas Revisado: Symptom Check List 90 (SCL-90R; Derogats, 2002): se evaluaron las subescalas de angusta y ansiedad fóbica (agorafobia). Las opciones de respuesta de la escala es tipo Likert de 0 a 4, de acuerdo con la gravedad de los síntomas en las últimas semanas; 0= si no ha tenido esa molesta en absoluto, 1= si la ha tenido un poco presente, 2= si la ha tenido moderadamente, 3= si la ha tenido bastante, y 4= si la ha tenido mucho o extremadamente. Los síntomas de angusta se exploran entre las preguntas de 1 a 10, y las de agorafobia de la 11 a la 17. Los resultados pueden presentarse de manera directa o promediándolos de acuerdo con el número de respuestas para identificar los niveles de severidad. En el estudio realizado por Londoño (2011), la escala de síntomas de angusta reportó una validez de Alfa de Cronbach de .898, y para la escala de agorafobia de .898.

La escala de Acontecimientos estresantes (Connor-Smith y Calvete, 2004): evalúa en los primeros 11 ítems Acontecimientos vitales y del 12 al 21, el Estrés social. Los participantes deben indicar si los acontecimientos han sucedido en sus vidas recientemente (en los últimos seis meses). En caso afirmativo deben además evaluar en qué medida fueron estresantes o problemáticos, empleando una escala que va desde nada estresante (0) hasta muy estresante (3). Para la sumatoria, los puntajes se transformaron de la siguiente manera: los datos perdidos representan los eventos que no se han experimentado, y se les asignó un valor de cero. El puntaje valorado por cero en percepción pero que se había experimentado, se transformó a un valor de 1, y así el 1 se transformó en 2, el 2 en 3 y el 3 en 4. En el estudio realizado por Londoño (2011), se identificó un Alfa de .78 para la escala de acontecimientos vitales, Alfa .87 para acontecimientos interpersonales, y Alfa .81 para el cuestonario integrado.

 

Procedimiento

Para lograr la detección temprana de estudiantes con factores de riesgo, los aspirantes debían responder los cuestonarios antes de generar el formulario de las matrículas, garantzando el 100% de los matriculados. El tempo estimado fue de 30 minutos. Específicamente, para la detección temprana de los trastornos, se identificaron valores atpicos o valores extremos para depresión, ansiedad, y estrés, a través del programa SPSS 25, procedimiento descriptivo del diagrama de caja. También se realizaron los análisis descriptivos de frecuencia para establecer la prevalencia, y la media, mediana, desviación tpica y varianza para los análisis comparativos. Para establecer el nivel de asociación se hicieron cálculos de Odds Rato (OR) con sus respectivos intervalos de confanza del 95% (IC95%), y además se estimó el valor de Chi-cuadrado y su respectiva significancia estadística (valor p). Se realizaron análisis de regresión para identificar los modelos para cada los trastornos.

 

Resultados

Análisis descriptivos y detección temprana

De acuerdo con los valores p, los datos analizados no siguieron una distribución normal de acuerdo con la prueba de normalidad Kolmogorov-Smirnov (K-S) (valor p=.000 para todas las escalas). Para la escala CES-D de depresión se obtuvo un valor de K-S ,094, curtosis 1.149, y asimetría .842. Para la escala de SCL-90 de angusta y agorafobia, los valores K-S .142 y .232 respectivamente, curtosis 2.719 y 6.751 respectivamente, y asimetría 1.485 y 2.344 respectivamente. Para la escala de estrés vital e interpersonal, los valores K-S fueron .058 y .073 respectivamente, curtosis .708 y .035 respectivamente y asimetría .316 y .202 respectivamente.

En relación con la prevalencia de síntomas y estresores, se consideró como punto de corte el percentl 75; puntuaciones superiores se establecieron significativas; para depresión: 20 o más; angusta: 11 o más; agorafobia: 4 o más; estrés vital 20 o más y estrés interpersonal 19 o más (Tabla 2).

La prevalencia de los síntomas fue: depresión 26.8%, angusta 23%, agorafobia 7.3% y para los estresores la prevalencia fue de 17.5% para los estresores vitales y 18.4% para los estresores interpersonales.

Para la detección temprana de individuos con puntuaciones atpicas, se utilizó el diagrama de caja que identifica puntuaciones extremas. De esta manera, se detectaron 8 hombres y 11 mujeres con síntomas significativos para la depresión, 13 hombres y 13 mujeres para los síntomas de angusta y 18 hombres y 12 mujeres para los síntomas de agorafobia. Las detecciones de las puntuaciones en acontecimientos vitales se identificaron en 6 hombres y 6 mujeres y para los estresores interpersonales, se detectaron 4 hombres y 5 mujeres (Tabla 3).

Los estresores que se reportaron con mayores niveles en la población de estudio (mediana 2.0) fueron: estresor 1: "Problemas o cambios en tu situación económica"¸ estresor 8: "Algo malo sucede a alguien que te preocupa"; estresor 11: "Problemas de salud importantes en familiares cercanos o amigos"; y estresor 17 "Problemas o discusiones con los miembros de la familia".

Análisis comparativo con relación al sexo

Al realizar el análisis comparativo entre las variables clínicas con relación al sexo, no se presentaron diferencias significativas, y si bien para la depresión se reportaron diferencias significativas, la magnitud del efecto fue pequeño por lo que no se consideró representativo (hombres: media 14.75, DE 6.96; mujeres: media 16.00, DE 7,33; p=0.006, d = -0.20) (Tabla 4).

Se reportaron diferencias con relación al sexo en los siguientes estresores: estresor 3: "Experimentar problemas de salud" (puntuaciones mayores en las mujeres; U-MW = 95452,000, p=.040; d=.28; hombres = 1.32; mujeres = 1.47); estresor 8: "Algo malo sucede a alguien que te preocupa" (puntuaciones mayores en mujeres; U-MW = 92286,000, p=.04; d=.30; hombres = 1,51; mujeres = 1,73); estresor 14: " Te gusta alguien a quien no gustas" puntuaciones mayores en hombres; U-MW = 89129,000, p=.001; d=.26; hombres = 1,23; mujeres = 1,00) (Tabla 5).

Relación entre las variables

La correlación de Spearman identificó correlaciones significativas entre las variables, siendo la más representativa entre los estresores (0.738**), en segundo lugar, entre los síntomas de angusta y la agorafobia (0.593**), y en tercer lugar entre la depresión con los síntomas de angusta (0.480). Las correlaciones entre el estrés vital y la depresión y la agorafobia también fueron representativas (0.294** y 0.277** respectivamente) (Tabla 6).

Los estresores como factores asociados a la depresión y a la ansiedad

Al establecer el riesgo del estrés con la depresión, se identificó un 39% de estudiantes que desarrollaron depresión ante el estrés total (38% en hombres y 40% en mujeres), siendo dicha relación significativa (chi cuadrado 22.9; p =0.00;valor de asociación OR= 2.356, intervalo de confanza 95%: 1.651- 3.564; hombre: chi cuadrado 13.714; p =0.00; valor de asociación OR= 2.590, intervalo de confanza 95%: 1.550 - 4.328; mujeres: chi cuadrado 9.485, p =0.001, valor de asociación OR=2.157, intervalo de confanza 95%, 1.315 - 3.539). Al analizar específicamente el estrés vital, se identificó un 37% de personas (31.7% en hombres y 42.4% en mujeres), siendo la relación significativa (chi cuadrado 13.3, p =0.00, valor de asociación OR= 1.987, intervalo de confanza 95%: 1.369 - 2.883; hombres: chi cuadrado 3.662, p =0.019, valor de asociación OR= 1.690, intervalo de confanza 95%, 0.984 - 2.904; en mujeres: chi cuadrado 9.485, p =0.001, valor de asociación OR = 2.321, intervalo de confanza 95%, 1.384 - 3.895). Y al establecer el riesgo del estrés interpersonal, se identificó un 40% (igual para hombres y mujeres) (chi cuadrado 24.7, p =0.00; valor de asociación OR=2.478, intervalo de confanza 95%: 1.722 - 3.566; hombres: chi cuadrado 18.917; p =0.000; valor de asociación OR= 3.038, intervalo de confanza 95%, 1.818 - 5.078; en mujeres: chi cuadrado 7.665, p =0.003; valor de asociación OR = 2.071, intervalo de confanza 95%, 1.229 - 3.487).

Con los trastornos por angusta, al establecer el riesgo del estrés total se identificó un 43% de estudiantes que desarrollaron el trastorno (38% en hombres y 46% en mujeres), mostrándose dicha variable como significativa (chi cuadrado 55.246; p =0.00; valor de asociación OR=5.813,intervalo de confanza 95%, 2.644 - 5.498; hombres: chi cuadrado 24.176; p =0.00; valor de asociación OR= 3.613,intervalo de confanza 95%, 2.125 - 6.142; mujeres: chi cuadrado 30.998, p =0.000; valor de asociación OR= 4.013, intervalo de confanza 95%, 2.416 - 6.667). El estrés vital se identificó en un 40% ( igual para hombres como mujeres), e identificándose esa variable como significativa (chi cuadrado 38.118; p =0.00; valor de asociación OR= 3.174, intervalo de confanza 95%, 2.175- 4.630; hombres: chi cuadrado 26.259; p =0.000, valor de asociación OR= 3.906, intervalo de confanza 95%, 2.269 - 6.723; mujeres: chi cuadrado 13.464, p =0.000, valor de asociación OR= 2.634, intervalo de confanza 95%, 1.553 - 4.467). El estrés interpersonal se identificó un 43% de estudiantes (42.4% en hombres y 43% en mujeres), identificándose esta variable como significativa (chi cuadrado 53.380; p =0.00; valor de asociación OR=3.808, intervalo de confanza 95%, 2.624 -5.523; hombres: chi cuadrado 37.298; p =0.008;valor de asociación OR= 4.849, intervalo de confanza 95%, 2.845 - 8.266; mujeres: chi cuadrado 18.894, p =0.002; valor de asociación OR= 3.125,intervalo de confanza 95%, 1.842- 5.300).

Y para la agorafobia, al establecer el riesgo del estrés total se identificó un 17.7% de estudiantes que la desarrollaron (16% en hombres y 19% en mujeres), mostrándose dicha variable como significativa (chi cuadrado 45.117; p=0.00; valor de asociación OR= 6.082, intervalo de confanza 95%, 3.394 - 10.901; hombres: chi cuadrado 17.789; p =0.00; valor de asociación OR= 5.047, intervalo de confanza 95%, 2.228 - 11.434; mujeres: chi cuadrado 27.703, p =0.000;valor de asociación OR= 7.342, intervalo de confanza 95%, 3.172- 16.996). Al establecer el riesgo del estrés vital se identificó un 17% (16% en hombres y 20% en mujeres), mostrándose esa variable como significativa (chi cuadrado 38.860; p =0.00; valor de asociación OR= 5.306, intervalo de confanza 95%, 2.992 - 9.407; hombres: chi cuadrado 13.931; p =0.001; valor de asociación OR= 4.246, intervalo de confanza 95%, 1.885 - 9.567; mujeres: chi cuadrado 25.764, p =0.000; valor de asociación OR= 6.614, intervalo de confanza 95%, 2.930 - 14.926). Y con el estrés interpersonal se identificó un 17% (15% en hombres y 20% en mujeres), mostrándose esta variable como significativa (chi cuadrado 38.978; p =0.00; valor de asociación OR= 5.328, intervalo de confanza 95%, 3.003 - 9.456; hombres: chi cuadrado 13.990; p =0.001; valor de asociación OR= 4.248, intervalo de confanza 95%, 1.888 - 9.556; en mujeres: chi cuadrado 26.360, p =0.000;valor de asociación OR= 6.742, intervalo de confanza 95%, 2.986 - 15.223) (Tabla 7).

Al analizar los estresores que más nivel de asociación tenían con cada uno de los trastornos, la regresión lineal identificó para la depresión un modelo con 8 factores: R cuadrada = 164; Durbin-Watson de .870, F 20.765, p = .000: estresor 20 (β=.121), estresor 2 (β=114), estresor 8 (β=.99), estresor 21 (β=.141), estresor 12 (β=.103), estresor 10 (β=-.090), estresor 19 (β=-.088), y estresor 17 (β=.077).

Para la angusta, un modelo con 6 factores: R cuadrado =.139; Durbin-Watson de .824, F 23.298, p = .000: estresor 21 (β=.154), estresore12 (β=.122), estresor 2 (β=.102), estresor 3 (β=.097), estresor 20 (β=.087), estresor 10 (β=-.078).

Y para la agorafobia, un modelo con 6 factores R cuadrado .133; Durbin-Watson de .968, F 22.117, p = .000: estresor 21 (β=.185), estresor 20 (β=.134), estresor 3 (β=.089), estresor 5 (β=.082), estresor 15 (β=-.098), estresor 13 (β=.082).

Con lo anterior, los ítems 20 y 21 se incluyen tanto en la depresión, la angusta y la agorafobia, el ítem 3 se incluye en los síntomas de ansiedad (angusta y agorafobia), y los ítems 2, 10 y 12 se incluyen en los síntomas de depresión y ansiedad. En este sentido, son discriminativos exclusivamente de depresión los estresores 8, 19 y 17; y para agorafobia los estresores 5, 15 y 13. Los estresores para la angusta se comparteron bien para la depresión o para la angusta (Tabla 8).

 

Discusión

El propósito de la presente investgación fue identificar el estado de salud mental de los estudiantes que ingresan a programas de formación universitaria y establecer el grado de relación con los estresores. A través del estudio se evidenció una prevalencia alta, alrededor de una cuarta parte de la población, tanto para síntomas de depresión como para angusta (26.8% y 23% respectivamente) y no tantos para síntomas de agorafobia (ansiedad aguda) (7.3%). Altas prevalencia de depresión y ansiedad en estudiantes universitarios también han sido reportadas en otras investgaciones (Eisenberg et al., 2007; Fuentes et al., 2003; García-Pedrajas et al., 2018; Leselot et al., 2006; Recber et al., 2018). Los altos niveles parecen confirmar la noción de que los estudiantes universitarios de primer año son un grupo vulnerable a las enfermedades mentales (Bayram & Bilgel, 2008; García-Pedrajas et al., 2018; Islam et al., 2020b; Martn et al., 2018).

Factores de estrés se asocian con la aparición de estos síntomas, en especial estresores vitales e interpersonales (Palacio, 2018). En la presente investgación, se evidenció que tanto el estrés vital como interpersonal se constituyen en factores de riesgo para la depresión y la ansiedad en hombres y mujeres. Esta asociación es dada por mecanismos cognitivos y fisiológicos que se presentan ante el estrés y alteran el estado emocional (Fernández-Abascal & Palmero, 1999; Thompson-Hollands, Carl, Gallagher & Barlow, 2012). Dichas manifestaciones pueden alteran el estlo relacional entre los grupos y representar un impacto en el desempeño académico (Calvete & Connor-Smith, 2006; Eisenberg et al., 2007; Recber et al., 2018), el tejido social (Ospina, 2018), y en la calidad de vida de los estudiantes (Palacio, 2018).

En la investgación, los problemas académicos se asociaron de manera predictiva con la depresión y la angusta, al igual que eventos donde pudo haber estado en peligro la vida y ambientes hostles. Otros eventos que se asocian específicamente con la depresión hacen referencia a preocupaciones hacia personas cercanas y problemas o discusiones con los miembros de la familia. Y los eventos asociados específicamente con agorafobia fueron tener problemas de salud, muertes de familiares o amigos, discusiones o problemas con amigos, y romper o ser rechazado por la pareja. Estos resultados fueron similares a los reportados en el estudio de Beiter et al. (2015), quienes identificaron como las principales preocupaciones de los estudiantes universitarios, estresores relacionados con el rendimiento académico, la presión frente al éxito, los planes posteriores a la graduación, las preocupaciones financieras, la calidad del sueño, la relación con amigos, la relación con la familia, la salud general, la imagen corporal y la autoestima.

Si bien las prevalencias de depresión y ansiedad en estudiantes universitarios suelen reportarse más elevadas en mujeres que en hombres (Eisenberg et al., 2007; Martnez, 2003), en el presente estudio no se presentaron diferencias significativas, similar al estudio de Shamsuddin et al. (2013). Con relación a los estresores como factores de riesgo para la depresión y la ansiedad, la asociación si bien fue significativa, con puntuaciones más elevadas en mujeres para el estrés vital, en especial experimentar problemas de salud personal y experiencias que suceden a otros cercanos, y para los hombres el estrés interpersonal, en especial no ser correspondido afectivamente ("te gusta alguien a quien no gustas"), el tamaño del efecto no fue representativo. Por lo tanto, es necesario continuar con los estudios para aclarar estas diferencias. Los hallazgos sugieren la necesidad de programas de intervención, junto con servicios de apoyo adecuados y apropiados para los estudiantes universitarios, tal como lo sugiere el estudio de Islam et al. (2020b).

Como conclusiones, las cargas de estrés, tanto vital como interpersonal, tenen un peso significativo en la aparición de síntomas de depresión y ansiedad en estudiantes universitarios. Por lo tanto, es necesario buscar mecanismos para identificarlos y lograr una intervención temprana. Las limitaciones del estudio hacen referencia a la dificultad para hacer seguimiento de los indicadores de depresión, ansiedad y estrés a través de estudios longitudinales y realizar análisis comparativos con relación a las variables sociodemográficas como lugar, edad, estado civil, entre otras.

 

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Recebido em 11.06.2020
Ultima revision: 27/10/2020
Aceito em 5.12.2020

 

 

Sobre las autoras:

Nora Helena Londoño Arredondo: Doctora en psicologia de la Universidad del Norte, Barranquilla, Colombia. Magíster en Psicología de la Universidad de San Buenaventura, Medellín, Colombia. Especialista en Psicología Clínica y Docente investgadora. Psicóloga de la Universidad de San Buenaventura
E-mail: nora.londonno@gmail.com
Orcid: http://orcid.org/0000-0001-6016-1955

Liliana Catalina Calle Restrepo: Psicóloga Universidad de San Buenaventura, Medellín, Colombia.
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Orcid: http://orcid.org/0000-0002-1153-8653

Zulma Berrio Rojas: Especialista en Terapia Cognitiva y Psicóloga de San Buenaventura, Medellín, Colombia. Psicóloga de Bienestar Institucional en la Universidad de San Buenaventura, Medellín.
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Orcid: http://orcid.org/0000-0003-0372-359X

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