SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.8 número2Calidad de vida y enfermedades crónicas no transmisibles en docentes que participan de programa de prevención y promoción de salud índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Eureka (Asunción) en Línea

versão On-line ISSN 2220-9026

Eureka vol.8 no.2 Assuncion  2011

 

RESEÑA DE LIBRO

 

"Resenã del libro: Elisabeth - Isabel Bongard. Migrante y protagonista de la reforma educacional alemana en Chile"

 

"Book review: Elisabeth - Isabel Bongard. Migrant and protagonist of the german educational reform in Chile"

 

 

Gonzalo Salas Contreras1

Universidad del Mar y Universidad Central, Sede la Serena
CDID "Centro de Documentación. Investigación y Difusión de la Carrera de Psicología" Universidad Católica "Ntra. Sra. De la Asunción"2

 

 

 

Elisabeth – Isabel Bongard. Migrante y Protagonista de la Reforma Educacional Alemana en Chile.
Autores: Adriana Alfonso Espinoza y Susana Pacheco Tirado.
Chile. Editorial Universidad de La Serena, año 2011, 286, pp.
ISBN: 978-956-7393-60-2.

La importancia cultural de Alemania, en la enseñanza, está fuera de toda discusión. Alemania, patria de pensadores y de poetas, país de una industria joven que alcanzó una capacidad directriz extraordinaria debe su crecimiento, su lozanía y su progreso, el perfeccionamiento extraordinariamente rápido de su cultura, así como su posición entre todos los pueblos de la tierra, principalmente a la capacidad fecunda de sus escuelas primarias y a la atención esmerada por parte de los estados, dio vida a los centros de educación del pueblo, haciendo obligatoria la instrucción escolar, preparando cuidadosamente sus programas, regulando su organización y tomando a su cargo una gran parte de sus gastos de sostenimiento (Dorsing, 1927).

Este preámbulo es importante para introducir el libro que me corresponde comentar. Las investigadoras Adriana Alfonso Espinoza y Susana Pacheco Tirado, realizaron el trabajo de indagar en la vida y obra de Elisabeth-Isabel Bongard. El libro tiene 286 páginas y está organizado en dos grandes partes, la primera es escrita por Adriana Alfonso y está relacionada con el contexto en el cual nació, creció y se modeló la personalidad de Elisabeth Bongard y la segunda parte escrita por Susana Pacheco, se refiere al trabajo de Isabel Bongard fundamentalmente en dos ciudades del norte de Chile.

La primera parte, se refiere al paisaje histórico Alemania-Prusia en el siglo XIX. En este contexto se plantea que la escuela como agencia de socialización refleja las condiciones y contradicciones de la sociedad y sus fines estaban orientados a dar un mantenimiento de esas relaciones. En este sentido Alfonso, aclara que todas las escuelas particulares como estatales, tenían fuertes valores conservadores. Valentín Letelier, ex rector de la Universidad de Chile y una de las figuras importantes en este período, también viajó a Alemania, lo cual trajo consigo esta influencia a Chile en su regreso y en este contexto, señala lo siguiente: "se nota una lucha entre la tendencia tradicional u ortodoxa, creada por los fundadores de la instrucción primaria en el siglo XVI y la nueva tendencia, creada por Pestalozzi y por los organizadores de esta rama del servicio público. Los primeros querrían conservar la escuela como una simple dependencia, los segundos querrían que en la escuela el niño fuera educado, no para la iglesia, sino para la sociedad, para el estado y para la patria".

Respecto a la jerarquización y diferenciación de la educación formal, Alfonso esgrime que tres tipos de escuela marcan la diferenciación sobre la clase social. El sistema escolar del siglo XIX rige en sus rasgos principales hasta hoy. De acuerdo con la clase electoral de Prusia, correspondía a cada clase social un tipo de escuela. Esto se resumía en la ley de educación 1864/71, que planteaba escuelas primarias del pueblo (Volksschulen), escuelas medias (burgerschulen) y liceos o escuelas secundarias (Gymnasien).

Ya entrando en la vida de Isabel Bongard, hay que comenzar planeando que nació en Armsberg, Alemania el 8 de Septiembre de 1854, titulándose como maestra de escuela primaria y luego como profesora de estado desempeñándose en la Escuela Normal de Berlín (Pacheco, 2007). Elisabeth, consiguió ejercer el cargo de directora en Alemania de forma excepcional ya que en el siglo XIX, la profesión de profesor era masculina, lo que comenzó a cambiarse con el tiempo con las mejoras salariales que la industria ofreció a los hombres, entonces comenzó la feminización de la profesión, pero el director de la escuela continuó siendo hombre.

Incluso las profesoras vivieron el celibato con una reglamentación que les prohibía casarse, estaba determinado que perderían el empleo, si contraían matrimonio. El decreto del 9 de Marzo de 1880, se estableció para todo el imperio. Esta norma la aplicaron también en Chile a los profesores alemanes contratados. El celibato continuó ejerciendo en Alemania en algunos estados hasta el año 1956.

Paralelamente a la educación autoritaria oficial, el libro se concentra en explicar las corrientes progresistas influenciadas por el pensamiento esclarecido ilustrado refiriéndose al trabajo de Jean Jacques Rousseau, Johann Pestalozzi, Friedrich Froebel, Johann Herbart y Friedrich Diesterweg. Se plantea que es muy probable que Elisabeth haya escuchado algo de estos pedagogos y filósofos en las escuelas de las congregaciones religiosas donde ella estudió. De los tres primeros, De Alcantara (1900) esboza que la finalidad de la educación es "preparar para la vida completa" (Rousseau), "desenvolver natural, progresiva y sistemáticamente todas las facultades" (Pestalozzi) y "dirigir las actividades naturales hacia fines útiles" (Froebel). Valentín Letelier, agrega que Herbart desarrolló de forma extensa y sistemática la doctrina que establece el principio de que sin base psicológica no puede haber ciencia pedagógica (Letelier, 1912).

En la segunda parte, desarrollada por Susana Pacheco, se hace alusión al recibimiento de Elisabeth Bongard como Isabel en Chile, comenzando por el devenir de la pedagogía en Chile en el siglo XIX para ir conformando el árbol genealógico de la actividad docente. Bajo el gobierno de Don. Manuel Bulnes, el mismo año 1842 en que se funda la Universidad de Chile se habría organizado la Escuela Normal de Preceptores, primera en Latinoamérica, la cual organizó Domingo Faustino Sarmiento, quien se encontraba desterrado en Chile. Esta escuela se pasó a llamar Escuela Normal Superior y más tarde José Abelardo Núñez; posteriormente en 1854 se fundaría la primera Escuela Normal de Preceptoras. Ya en 1874, se funda la Escuela Normal de La Serena, escuela que junto a la de Chillán se vieron obligadas a cerrar las puertas en 1878 a causa de la crisis económica de esos años y la inminencia de la guerra del pacífico.

En 1884, Isabel Bongard, fue contratada en Berlín, por José Abelardo Núñez y ya en 1890 cuando en gobierno de Don. José Manuel Balmaceda se reabren las puertas de la Escuela Normal de La Serena, Isabel Bongard es erigida como directora y entregó su saber aprendido en la formación con las monjas ursulinas. Después de una importante obra, donde contribuyó a mejorar la enseñanza antigua, teórica y escolástica, transformándola en racional, objetiva y científica; no valorándose ello fue destituida de su cargo en 1898, lo cual se cree que fue un golpe dirigido a la estabilidad misma del establecimiento, con el objeto de dar auge y preponderancia a los colegios de enseñanza religiosa. Como contraparte en 1889, Eduardo de La Barra, planteó que en Chile, existió lo que el denominó "El embrujamiento alemán", ya que muchos de los profesores alemanes traídos a Chile eran incompetentes, ya que a su juicio varios de ellos en el recién creado Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, no formaron discípulos, ni siguieron sistemas racionales de enseñanza.

Susana Pacheco, agregaría que Isabel Bongard, decidió ir a residir a Iquique, donde desde 1900 trabajaría en el Liceo de Niñas de Iquique, con carácter fiscal, donde la habrían designado como directora en 1904, luego de la jubilación de Teresa Knikemberg, su primera directora. Isabel Bongard permaneció en este cargo hasta Marzo de 1909, cuando regresa nuevamente a la Escuela Normal de La Serena, cuando se comienza a cimentar las bases para un nuevo sistema escolar primario basado en la pedagogía de la Escuela Nueva de John Dewey, quien planteaba una de sus máximas "Educar para la cooperación y el servicio" y propuso enfatizar la relación democracia y educación, por lo que era fundamental tener un pueblo educado. En el libro posteriormente, se detallan temas como los exámenes de admisión a las aspirantes a normalistas, temas relacionados con los planes de estudio, actividades sociales y celebratorias de la escuela.

En la presente obra se citan varias frases que resumen el pensamiento de Isabel Bongard, en este espacio es que opté por seleccionar la siguiente: "En las escuelas normales se preparaban las maestras, no se instruían las jóvenes normalistas, sólo para su vida, sino para tener una influencia benéfica en las masas populares a cuyos miembros debían educar en la escuela primaria, de ahí que la profesora de una escuela normal, no solo debe preocuparse del adelanto general de cada sección, sino que fijar su atención en cada alumna en particular, para formarse conciencia exacta del grado de saber, de la individualidad, carácter y aptitudes especiales de cada una de las alumnas".

El adiós de Isabel Bongard, se produce cuando cumplió 78 años de vida y 43 años al servicio de la docencia en Chile y por su delicada salud fue llamada a retiro y dos meses después falleció dejando un gran legado, quien fuera, promotora de la cordialidad y articuladora de todo el engranaje administrativo educacional para las provincias del norte chileno.

El libro, es un testimonio histórico crucial para la educación y psicología chilena, ya que entrega el contexto y las bases institucionales bajo las cuales se desarrolló la educación a través de las escuelas, con anterioridad y posterioridad a la creación del Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, donde llegaría una segunda generación de intelectuales alemanes a forjar el desarrollo de la psicología que comenzaba a ser una ciencia autónoma, aunque las relaciones con la educación, permitieron el desarrollo de una psicología educacional que muy incipientemente avanzaba en el Chile de finales del siglo XIX y principios del XX.

Por otra parte, parece fundamental el relevamiento que hacen las autoras Alfonso y Pacheco, de la vida y obra de Elisabeth-Isabel Bongard, una de las mujeres que ha permanecido oculta en los anaqueles de la historia educacional de Chile. Traerla al presente y valorar sus aportes desde la actualidad permite al lector comprender un crucial fragmento de la educación chilena y su relación con la pedagogía alemana.

 

Referencias

De Alcantara, P. (1900). Teoría y práctica de la educación y la enseñanza. Madrid: Librería de Hernando y Compañía.         [ Links ]

Dorsing, H. (1927). La enseñanza primaria en Alemania. Buenos Aires: Librería de A. Santos.         [ Links ]

Letelier, V. (1912). Filosofía de la educación. Santiago: Imprenta Cervantes.         [ Links ]

Pacheco, S. (2007). Escuela Normal de La Serena. Testimonios de una vocación. Coquimbo: Imprenta Silva.         [ Links ]

Silva, R. (1943). Don Eduardo de La Barra y la pedagogía alemana. Santiago: Imprenta Universitaria.         [ Links ]

 

 

1 Correspondencia puede ser remitida a info@gonzalosalas.cl Universidad del Mar y Universidad Central, Sede la Serena
2 Correspondencia puede ser remitida editor@psicoeureka.com.py Centro de Documentación Investigación y Difusión de la Carrera de Psicología, Universidad Católica de Asunción-Paraguay