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Metaphora

versão impressa ISSN 2072-0696

Metaphora (Guatem.)  n.1 Guatemala nov. 2002

 

DEL PSICOANÁLISIS Y OTROS DISCURSOS

 

"¡Ser o no ser, he aquí el problema!": hacia la filopsicosofía dialéctica del ser*

 

 

Marie Hélene Guay; Carlos Seijas

 

 

"¡Ser o no ser, he aquí el problema! ¿ Qué es más levantado para el espíritu: sufrir los golpes y dardos de la Insultante fortuna, o tomar los armas contra un piélago de calamidades y, haciéndoles frente, acabar con ellas? ¡Morir..., dormir, na más! ¡Y pensar que con un sueño damos fin al pesor del corazón y a los mil naturales conflictos que constituyen lo herencia de la carne! ¡He aquí un término para ser devotamente deseado! ¡Morir..., dormir! ¡Dormir!... ¡Tal vez soñar ¡Sí, ahí está el obstáculo!, porque es forzoso que nos detenga el considerar qué sueños pueden sobrevenir en aquel sueño de la muerte, cuando nos hayamos librado del torbellino de lo vida. He aquí la reflexión que da existencia tan larga al Infortunio! Porque, ¿quién soportaría los ultrajes y desdenes del tiempo, la injuria del opresor, las contumelias del soberbio, las congojas del amor desairado, las tardanzas de la justicia, las Insolencias del poder y las vejaciones que el paciente mérito recibe del hombre Indigno, cuando uno mismo podría procurar su reposo con un simple estilete? ¿Quién querría llevar tan duras cargas, gemir y sudar bajo el peso de una vida afanosa, si no fuera por el temor de un algo después de la muerte -esa Ignorada región cuyos confines no vuelve a traspasar viajero alguno -, temor que confunde nuestra voluntad y nos Impulsa a soportar aquellos males que nos afligen antes que lanzarnos a otros que desconocemos? Así, la conciencia hace de todos nosotros unos cobardes: y así, el motivo de la resolución se torna enfermizo bajo los pálidos toques del pensamiento, y empresas de grande aliento e importancia, por esta consideración, tuercen su curso y dejan de tener nombre de acción."

Shakespeare, Hamlet Acto III Escena I, 65.

Por doquier, y en especial en todos los "talk shows" donde se suele exhibir toda la gama de manifestaciones emocionales humanas, resalta un tema, o más bien una reivindicación que muy a menudo es lanzada a gritos, frente a millones de teleespectadores y que se formula invariablemente en términos como: "Quiéreme y respétame por lo que soy". Lo más extraño de la situación es que cieno reclamo o argumento es aceptado "ipso facto" y todos los presentes parecen estar muy entendidos de lo que está implicado por el mentado reproche y, más aún, el que lo enarbola es también invariablemente aplaudido unánimemente por todo su auditorio, cual pugilista que acaba de acertar un "knock out" definitivo a su adversario. Pero, ¿qué es eso de se? ¿Cuál es esa verdad que todos parecen conocer come por ósmosis, y que se explica aparentemente por sí sola?

Las reflexiones anteriores nos llevaron a emprender la revisión de los peripecias de dicho vocablo a través del tiempo, y luegodehaber condensado lo información en su mínima expresión, se desprendió que en el lenguaje usual la palabra castellana "ser" tiene el mismo sentido que la palabra "ente" por lo que una exposición más elaborada de los principales hitos históricos relativos al ente se hizo necesaria:

Al elaborar su concepción del ente. Platón (trad. 1966) llegó a la conclusión de que laverdadera realidad está en lo que siempre es lo que es, o en lo que es idéntico a sí mismo. En esta concepción existe una vinculación muy estrecha entre los conceptos de "ente" y de "uno". Sin embargo, la identificación del ente con lo uno, trae notables paradojas. En efecto, si la condición del ente es que sea "él mismo", la condición del no ente será que sea "lo otro", y como toda cosa. Idéntica a símisma, es, a la vez, distinta de las otras, resultará que el ente será al mismo tiempo no ente:

"El no-ser, por consiguiente, se encuentra por necesidad en el movimiento y en todos los géneros. Porque la naturaleza de lo otro, presente en todos los géneros, hace quecada uno de ellos sea otro que el ser y le haga no-ser; de suerte que, desde este punto de vista, puede decirse con exactitud que todo es no-ser; así como también por la participación en el ser, se puede decir igualmente que todo es ser" (Pág. 375).

¿Quedará resuelto el enigma del "ser" con la aportación de Platón? Quizás algunos de los oyentes más doctos de este pequeño ensayo queden satisfechos con aquella explicación. En lo que a nosotros concierne, seguirnos sin lograr obtener acceso a "Topus Uranus", y por más esfuerzos tendientes a favorecer nuestras reminiscencias, nos quedamos en la más absoluta oscuridad.

Aristóteles (Trad. 1966), por su parte, acuñó el nombre de ousía a la verdadera realidad y toda auténtica realidad se manifestó por susoperaciones, el fondoúltimo de la realidad propiamente dicha, siendo elacto y no unacto accidental o segundo, sino sustancial o primero. Asimismo, afirmó que le esencia de las coses no se distingue ce las cosas mismas, que son lo propiamente existente, más que de una manera accidental. Esta concepción aristotélica del ser intenta ser realista, pero termina ligándose a le esencia. Asimismo, consideró que los seres antes de existir se hallan en el estado de posibilidad, de lo cual se derivan sus conceptos de acto y potencia. Consecuentemente, para Aristóteles el único ser que representa la perfección es el ser en acto.

San Agustín, postula que la razón tiene límites, límites en los que comienza la fe. Así que, llegar a ser es llegar a conocer a Dios, yesto sólo es posible a través de la fe.

El pensamiento Aristotélico se prolongó hasta la época de Santo Tomás (1987) y ocupa un puesto de excepción en lahistoria de las concepciones del ente. En otras palabras, Santo Tomás retoma la corriente aristotélico en la filosofía. Si bien es cierto que en él permanece todavía, en un primer plano, la concepción del ente como idéntico a la esencia, subyace otra concepción más profunda que se liga al acto de existir, lo que considera como la perfección de todas las perfecciones. A partir de él, el ente queda definido como "aquello que tiene ser o existir. La noción tomista del ente entraña consecuentemente, que en las criaturas haya una composición real de esencia yexistencia. En "Initiation a la Phylosophie", G.D. Gardell (1954) transcribe el punto de vista tomista:

"Cuando uno se pregunta si una cosa puede ser conocida por su esencia, esto puede entenderse de dos maneras. Primera, de manera que la expresión 'por su esencia' sea referida a la cosa conocida en sí: se dice entonces que es conocida por su esencia .... Segundo, cuando la expresión susodicha se refiera a aquella por medio de lo cual unoconoce: uno quiere decir entonces, que una cosa es conocida por su esencia cuando la esencia misma es aquella por lo cual uno conoce". (pág. 223).

Para aclarar, para San Agustín ser era conocer a Dios a través de la razón (fe entanto razón en su extrema), por lo que el actuar se limitaba la contemplación y de allí se derivan las órdenes contemplativas, tales como los benedictinos, los Cistercienses y los Trapenses. En cambio, para Santo Tomás llegar a ser era experimentar a Dios, a través de la acción. Dios por ende, se materializaba en sus obras y de allí se originaron los órdenes religiosas -religorum- que buscaban volver a unir al hombre con Dios, por ejemplo, los franciscanos, los dominicos entre otros.

Los mejores discípulos de Santo Tomás: Cayetano yel Ferrariense (en Gran Enciclopedia Rialp, 1987), recogieron y asimilaron esta noción, propugnando que el ente no es solamente la sustancia, ni solamente la esencia, sino un cierto complejo que tiene una referencia necesaria al acto de existir; es una esencia que existe o a la que le compete existir en sus obras.

Con Francisco Suárez (en Cran Enciclopedia Rialp, 1987), se adentra en la distinción clásica del ente como participio y el ente como nombre. El ente como participio expresando la esencia actualmente existente, y el ente como nombre, la esencia real prescindiendo de la existencia actual. Se llega, según dicho autor, a que el ente como participio implica una cierta concreción, por lo que el ente como nombre es la expresión del ente como tal, la esencia real. En Suárez se plasma la tendencia esencialita que inició Platón.

Descartes (en Amurrio, 1983) no admite tampoco la distinción real de esencia y existencia. Lo que marca es tan sólo una distinción de razón . De hecho, la concepción cartesiana del ente sigue siendo esencialista. Sin embargo, para él, el ser es el ser pensante -Cogitans- lainteligencia, es autónoma y parte de las ideas innatas que el hombre descubre en sí mismo -cogitare- implica ser pensado y por ende existir.

Con Kant (trad. 1969) asistimos a un intento de contrarrestar esa anulación de la existencia en favor de le esencia. En efecto, postula que la esencia de una cosa es la posición absoluta de la casa, por lo que en la simple posibilidad, no es la cosa misma. Dicha posición absoluta de una cosa sitúa ésta en el contexto de la experiencia. Sin embargo, Kant termina neutralizando su postulado con su idealismo trascendental, sometiendo así la existencia al "yugo" de la razón. En efecto, después de haber inicialmente afirmado la existencia, ésta termina diluida en un puro concepto.

En efecto, Kant en un principio partió del empirismo ce Hume, para carse cuenta que los sentidos tienen un limite y que seguir a la experiencia como fuente de conocimiento nos llevará al error. Por ello buscó la solución en el racionalismo, dándose cuenta que la razón también presenta límites. Redacta entonces la Crífica a la Razón Pura ylaCrifica a la Razón Práctica, creando un sistema de ideas en el cual el ser no es ni pensamiento ni acción, sino ambas cosas, es decir, pensamiento -actuado o un actuar pensante. A esto le llama trascendental, pues el ser a través de las categorías a priori (razón), hace suyo aquello que los objetos le dan (la experiencia) formando una síntesis: la esencia, el ser, mi ser, mi subjetividad para con las cosas en sí (das ding an sich) se transforman en las cosespara mí (das ding für mich).

Hegel (Trad.1963) o su vez, represento la depreciación mayor en cuanto al acto de existir. En efecto, con él, el ser es privado de la existencia Idealizándose completamente y convirtiéndose en la más pura abstracción pare terminar en definitivo, confundiéndose con la nada, pues, para él. el ser puro es la abstracción pura, y por consiguiente lo negativo absoluto, expulsando así el ente, no sólo de la existencia sino también de la realidad misma. Con Hegel se puede decir que se da una completa volatilización de le existencia. El ser se convierte en uno pura abstracción: "Este concepto equivale, en su ausencia de contenido, a la nada. Inversamente, como pensamiento de este vacío, la nada es un ser, y en razón de su pureza, lo mismo que el ser" (Pág. 133).

Dicho de otra manera, Hegel definió al ser como una suerte de "espíritu universal" o de "razón universal". Con esto apuntaba a que la razón es dinámica y por ende cambiante. Así mismo, el ser o la razón universal, es el resultado de todas las reflexiones de la humanidad. Por ende, el ser de Hegel no es, sino que se va construyendo, cual una cadena de reflexiones pero que se rige sobre ciertas reglas. De allí que propuso que cualquier idea se sustenta sabré la base de otra idea anterior, de modo que una idea (tesis), será contradicha por otra (antítesis), produciéndose una fusión o síntesis entre las dos maneras de pensar. No obstante, esta síntesis una vez alcorzada, no tardará en convertirse a su vez en una nueva tesis que será necesariamente contravenida por una nueva antítesis que dará lugar a la evolución dialéctica.

Después de esta breve revisión de la evaluación del concepto del ser desde Platón a Hegel, nos preguntamos si se nos ha aclarado el misterio del ser, si finalmente tenemos una idea más acertada de lo que se reclama para sí, cuando se blande con audacia el reclamo de ser amado y respetado por lo que se es. En este punto de su recorrido histórico no nos queda más que admitir que el ser se nos sigue escapando e incluso podría decirse que se ha "esoterizado" a tal extremo que hará surgir una reacción, un grito de alerta y es en la figura enigmática de Sóren Kierkegaard que se nos presenta el antídoto al sistema hegeliano de la "idea absoluta".

En la primera mitad del siglo XIX Kierkegaard (trad. 1987) define el concepto existencialismo, que entendía como un rechazo de la lógica científica, afirmando que la filosofía "debe ser vivida" Cabe considerar al existencialismo como una reacción contra laEdad de la Rozón, pues los racionalistas consideraban a larazón como la facultad absoluta: el existencialismo, en cambio, acepta al hombre como un compuesto de razón y sentimientos. Asimismo, el existencialismo es uno de los movimientos filosóficos más representativos de la cultura contemporánea y su rasgo principal consiste en cuestionar conceptualmente los principales problemas que se le plantean al hombre durante su existencia concreta, perdiendo importancia todos los temas tradicionales de la especulación. De esta corriente se destacarán nombres como el de Martín Heidegger (Schaffer, sin fecha) quien define al hombre por su provisionalidad, siendo ésta la posibilidad de realización de sus potencialidades infinitas. Jean-Paul Sartre (en Lagarde & Michaud, 1965) quien consideró que el estudio del hombre exige y presupone actividades éticas, definiendo dicha ética como un imperativo: el de la libertad como un fin, advirtió que el hombre se halla inmerso en el reino de la necesidad y que sólo se liberará cuando consiga sustituirlo por el reino de la libertad, Albert Camus (en Lagarde y Michaud, 1965), otro existencia lista renombrado, apuntó a que la vida era absurda: el hombre no viene de ninguna parte, y no va a ninguna parte por lo que debe optar por el suicidio o la vida. Si opta por ésta, debe comprometerse. Aquí encontramos también una crítica a la filosofía metafísica como saber absoluto (1965, Lagarde y Michaud).

Friedrich Nietzsche, reaccionó ante la filosofía de Hegel o sea, ante el Idealismo alemán de la época, pues consideraba que la tradición filosófica había reñido con el mundo real, en pos de un mundo de las ideas. Pea éste el "Topus Uranus" de Platón no era sino una elucubración por la que nos exhortó a través de su Zaratustra a "ser fieles a la tierra". Con su enunciado "Dios ha muerto", abrió e! camino a una nueva corriente o tesis cuyas repercusiones siguen dándose hoy en día, puesto que destruyó la distinción platónica entre el mundo de las ideas y el mundo material, la distinción cristiana entre la tierra y el cielo. Se enfrentó violentamente contra la visión ascética cristiana, por lo que el ser en Nietzsche es un ser vital, entendido como un ser en potencia, jubiloso incluso ante la muerte, por lo que el vitalismo de Nietzsche alcanza una Importancia metafísica. A partir de él, surge el pensamiento existencialista que incluye al voluntarismo (Shopenhauer) y al irracionalismo (Kierkergaard). Nietszche surge como un materialista metafísico. puesto que promulga una adhesión al mundo real y un modelo plasmado en el superhombre, que más tarde retomaron Camus en su concepción del "Santo si Dios" y Jean Paul Sartre en su "Ser y la Nada" dejando al hombre con la responsabilidad de crear su propio ser.

¿Dónde encajar le psicología con la filosofía o más bien dónde se marca la separación o la unión entre la filosofía y la psicología?

El gran Friedrich Nietzsche (trad. 1971), en su Ecce Homo nos reta:

"¿Quién, antes de mí, ha sido entre los filósofos, psicólogo y no más bien lo contrario de éste, "farsante superior", "idealista"? Antes de mí no ha habido en absoluto psicología. -Ser en esto el primero puede ser una maldición, es en todo caso un destino..."(pág. 129).

Para Nietzsche la esencia del ser apunta a una trasformación continua, el conocimiento de sí mismo por la pérdida de sí mismo, es decir un eterno devenir y no un ser rígido o asentado. El único imperativo que se encuentra en todos sus escritos es 'Transfórmate en lo que tú eres . Pero ese transformarse se realiza siempre violentamente gracias a la vehemencia impetuosa de la voluntad. Por ende, para Nietzsche el ser es el ser de las metamorfosis siempre impelido a destruirse para reconstruirse por completo (Zweig, 1978).

No obstante, la psicología como objeto de estudio, aún a mediados del siglo XIX era una rama de la filosofía. Más tarde la filosofía empezó a volverse psicológica. De hecho., la nueva psicología científica del siglo XIX no fue sino la fusión de dos psicologías: la psicología de los filósofos y la psicología sensorial de los fisiólogos. Así es como a mediados del siglo XIX, con Gustav Theodor Fechner y en especial con Wilhelm Wundt se logró desdibujar la identidad esencial inherente a las dos psicologías: la psicología de los filósofos y la psicología sensorial de los fisiólogos. En otras palabras: el miembro filosófico era realmente psicología y el otro, el científico, era llamado fisiología.

Wundt quien ha sido considerado como el padre de la psicología experimental dio a la apercepción un lugar central en su psicología a la vez que señaló su naturaleza voluntarista. En efecto, para Wundt, lo que llamamos nuestro yo tiene carácter de volición. El voluntarismo de Wundt sostiene la premisa de que controlamos nuestra mente, lo que se manifiesta en la práctica de la apercepción y la atención. Con Wundt, la psicología era la ciencia de la conciencia. El ser, por ende, para Wundt, es un ser consciente que llega a conocerse o a apercibirse por medio de la introspección y la volición. Wundt había descartado al inconsciente como un 'mito' metafísica ya que difícilmente se puede analizar introspectivamente.

Por su parte, Sigmund Freud recopiló todas las pruebas clínicas en apoyo a su concepción del inconsciente; empero, no fue el primero en teorizar acerca de éste. Otros habían admitido que algunas ideas son conscientes, mientras que otras no están en la conciencia pero estos teóricos anteriores a Freud consideraron a la inconsciencia como un estado rápidamente superable, esto sí, desde una óptica puramente fisiológica. En efecto, científicos como Gustav Theodor Fechner quien postuló el concepto del umbral de conciencia en tanto sensaciones negativas (Inconscientes) que no eran detectadas por sentido alguno. Asimismo, anterior a él, Gottofried Wiehelm Leibniz había acuñado el término de 'petites perceptions' a las ideas que Johann Friedrich Herbart llamaba ideas inhibidas, Todos conceptos que hacían referencia a una cierta génesis del inconsciente.

Por el contrario, Freud resaltó al inconsciente dinámico en tanto que las representaciones inconscientes son inaceptables a nuestra conciencia por lo que las mantenemos inconscientes. Al conservar su intensidad dichas representaciones pugnan incesantemente en sus intentos de penetrar en nuestra conciencia de manera que la "represión" debe actuar permanentemente. Freud redujo así toca la conducta y la vida mental a determinantes inconscientes. Asimismo, Freud nos exhorta a ser. a que nos enfrentemos al inconsciente para conquistarlo; es decir, hacer consciente lo inconsciente.

Los antecedentes de los puntos de vista de Freud pueden encontrarse en la filosofía alemana del siglo XIX. En efecto, Arthur Schopenhauer compartió la concepción pesimista que Freud tenía de la naturaleza esencial de los hombres. Por su parte, tanto Nietzsche como Freud creían que caca persona tiene una naturaleza indómita, pulsiones que se intenta mantener inconsciente en respuesta a ¡as exigencias de la civilización, por lo que concebían la dimensión cultural de los hombres como una transformación o "sublimación" de su naturaleza más baja.

Llegados a este punto es menester revisar someramente los acontecimientos más sobresalientes que marcaron el devenir de la psi­cología a partir de aquel principio de siglo.

La psicología del acto, que encuentra su representante en Max Brentano estaba en desacuerdo en que la psicología científica fuera psicología fisiológica. La psicología de Brentano era empírica, pero no experimental. Se separó del laboratorio y enfocó su atención en el acto psíquico (en el Acto en sí). Del acto, pasó a los fenómenos. Los fenómenos psíquicos, que según éste, deben entenderse como actos. Más concretamente, todos los procesos mentales pueden calificarse como algún tipo de acto. A partir de esta noción se desarrolló más tarde el Funcionalismo cuyos representantes más destacados fueron William James y John Dewey.

El acto implica siempre un objeto; se refiere siempre a un contenido, pero en forma intencional (la meta forma parte de su acto). Por intencional se enriende: dirigido a la aprehensión del objeto por conocer. Así, se aprehende el fenómeno en sí. No se trata de la presentación en sí, sino del acto de presentación: el acto de escuchar un sonido, el acto de ver un color. Esto es diferente del fenómeno físico: un sonido, un color. Así, el fenómeno mental se percibe como una unidad.

Como para Brentano, los fenómenos psíquicos deben entenderse como actos, se deriva la noción de que un acto psíquico no se contiene a sí mismo, sino que contiene a su objeto dentro de sí mismo en forma Intencional; esto es: se caracteriza por la objetividad inmanente. En otras palabras, la meta forma parte de nuestro acto. La existencia del contenido mental es menos importante que el acto mental que aprehende el fenómeno (p.e. el hecho de que exista el color rojo no es tan importante como el hecho de que yo lo pueda percibir). Cuando uno ve un color, éste no es por sí mismo mental. Es el ver, el acto de ver lo que es mental. Sin embargo, ver no tiene sentido alguno a menos que estemos viendo algo. El concepto filosófico subyacente a esta psicología se remonta al trabajo del Obispo inglés George Berkeley. quien en el siglo XVIII partió del principio esse est percipi, ser es ser percibido, negando así la existencia de un mundo material fuera de la conciencia del hombre (solipsismo). Enfatizó que lo único que existe es lo que se percibe.

Dentro del marco de la psicología norteamericana se destaca el pensamiento filosófico de William James que consistió en llamar la atención en el funcionamiento del ser en vez de su esencia, tarea en la cual lo acompañaría James Rowland Angelí, James McKeen Cattel y John Dewey. Esta corriente filosófica, rápidamente influyó en la psicología norteamericana dando sus primeros frutos en la psicología educativa. Sin embargo, no pasaría mucho tiempo, cuando en fecha tan temprana como 1918 un joven llamado John B. Watson, siguiendo los pasos de la escuela reflexológica rusa gestada por Ivan Petrovich Pavlov. Vladimir Bechterev y Ivan Mijailovich Sechenov, desterraría por mucho tiempo al "ser" de la psicología americana; reduciéndolo o la mera conducta observada, dando origen a la corriente psicológico conocida como Conductismo. Pues como diría el enfant terrible del conductismo radical, B. F. Skinner: "La conducta no es lo que se observa, sino, más bien lo que un organismo observa que otro hace". Al contrario de Wundt quien intenta que la psicología fuera una explicación de procesos Internos que producen conducta, Skinner sigue, en cambio los pasos de Watson al situar rotundamente la responsabilidad de la conducta en el entorno. Para Skinner una persona no merece alabanzas ni reproches por lo que haga, pues es el entorno que controla su conducta. Asimismo, los estados mentales son para Skinner irrelevantes pera la conducta legando a considerar que los sentimientos son actividad glandular o endurecimiento y ablandamiento de los tejidos genitales (Boring, 1992). Por otra parte, Skinner daba por supuesto que toda conducta está determinada y por ello una noción tal como la libertad, carece de sentido. Desde ese punto de vista el deseo de libertad no sería sino una respuesta al castigo. Podríamos aventurarnos a concluir que paro el conductismo, ser es hacer.

De manera similar, la fenomenología del siglo XX aparece como un método, basado en la descripción de los fenómenos, en concebir las cosas tal y como se aparecen al sujeto (subjetivismo). La fenomenología se separa completamente del positivismo emplasta. ya que su objeto de estudio son los hechos en mí.

Dentro de la filosofía, la corriente subyacente a la fenomenología es el Existencialismo alemán, del cual se considera a Martin Heidegger su principal representante. Pero Heidegger da un paso más en su fenomenología particular. Reconoce que "ser" se ha convertido en una palabra filosófica vacía, y por consiguiente intenta re-crear un lenguaje muy diferente, en el cual "ser", lejos de ser una palabra estéril, es el concepto más rico y más Importante. Este lenguaje es el lenguaje usado por los filósofos presocráticos.

De acuerdo con Heidegger, la naturaleza y la vocación del hombre es preguntarse "¿qué es ser?" Sin embargo, fallamos en hacernos dicha pregunta. El despertarnos en nuestra vocación y el prevenirnos contra nuestro fracaso ha sido su único fin. Su influencia se marca dentro del ámbito Ce la psicología sobre todo en el extenso movimiento del psicoanálisis existencial para el cual el psiquiatra suizo Ludwig Binswanger fue un pionero.

El Daseinanalyse de Ludwig Binswanger es una teoría que mezcla la fenomenología, el existencialismo heideggeriano y el psicoanálisis. Binswanger es un fenomenólogo en el sentido de que postula una disciplina sin presupuestes, en la cual el investigador pueda aprehender el mundo del paciente tal como es vivida, y estar en la experiencia del paciente. Para este fin, se debe limitar el análisis solamente a aquello que está presente en la conciencia del paciente. La meta es lograr que los fenómenos hablen por sí mismos. Considera con igual valor a todos los aspectos de la vida del paciente y su mundo. Esto no significa que Binswanger hace a un lado la cadena causal en sí misma (visión científica), sino que se tiene que percibir al individuo tal cual y en todo su contexto. De esta manera, el pasado se torna en cuente en el sentido de que se visualiza el pasado de un paciente como existente en su presente. El individuo es, pues, su contexto. Asimismo, Ortega y Gasset dirá "Yo soy yo y mis circunstancias".

La postura de Binswanger cambia un poco el tono psicoanalítico, en el sentido de que es el presente, o el consciente, o el contenido manifiesto de los sueños, y las expresiones verbales manifiestas, que apuntan hacia una unidad, y esto es la base del mundo del paciente. En otras palabras, el ser humano no puede percibir un evento puro fuera de su contexto de significados. El Daseinalalyse implica pues, comprender al hombre: (a) como criatura de la naturaleza, (b) como ser social o históricamente determinado, (c) por medio de un entendimiento ontológico que evita la separación de cuerpo, mente y espíritu.

En términos de Kierkegaard, quien desprecia los límites de la existencia (muerte, falta de libertad, etc.) está en desigualdad con los fundamentos de su existencia. El que es libre o no neurótico, es aquel que sabe de la falta de libertad, de la existencia finita humana, y que obtiene poder sobre su existencia, dentro de su falta de poder.

No obstante, es innegable que no es hasta el surgimiento de la corriente existencia lista y en especial con Martín Heidegger, que el hombre finalmente es visto como el "guardián del ser". Asimismo, los psicólogos de la Gestalt, cuya raíz filosófica al igual que con la corriente existencialista, se encuentra en la Fenomenología, propusieron una vuelta a la experiencia inmediata y son ellos los meros precursores de la Psicología Humanística o "Tercera Fuerza" cuando el ser "humano" cobró nuevas dimensiones con una psicología centrada en la persona y un enfoque en lo. libertad y la dignidad humanas. Así, Abraham Maslow (1982) propuso una psicología transpersonal cuyo objetivo apunta a perfeccionar a la humanidad por medio de experiencias trascendentes. John B.P. Shaffer (sin fecha) en su obra Humanistic Psychology enfatiza que la psicología humanística no implica un área de contenido específica, sino más bien una actitud o una orientación hacia la psicología como un todo. También, al igual que con la Psicología Ganzheit de Wilhelm Wundt y su método introspectivo, Shaffer (sin fecha) ha marcado que la psicología humanística es conocida por su fuerte interés en los eventos psicológicos subjetivos. Apuntó claramente a las raíces filosóficas de la Psicología Humanística en el pensamiento existencial, subrayando cuatro temas principales: (a) confrontación con la nada y la muerte; (b) la libertad de escoger, (c) la situación: (d) la intencionalidad.

Rollo May (1961), por su parte, en Existencial Psychology aclaró el surgimiento de la Psicología existencial en los Estados Unidos, apuntando al filósofo William James y c conceptos tales como (a) un énfasis en la inmediatez de la experiencia y la unión de pensamiento y acción; (b) la voluntad y la decisión: (c) el hombre en tanta ser vital, decisivo y que experimenta.

A medida que hemos ido avanzando en nuestro análisis del significado del ser, éste ha ido tomando una dimensión cada vez más humana, a la vez que individual, llegando a Abraham Maslow, para quien el ser toma un aspecto puramente teleológico, que consiste en un proceso natural por lo que inherente a su propia naturaleza, el hombre tiende hacia a una actualización cada vez más perfecta de su "humanidad".

Paralelamente, a mediados del siglo XX en Europa, se estaba desarrollando un movimiento encabezado por Jacques Lacan el cual postuló con energía el "retorno a Freud" y fundó su propio centro psicoanalítico: La Escuela freudiana de París, al ser expulsado de la Sociedad Internacional de Psicoanálisis. Lo imaginario, lo simbólico y lo real, constituyen la trilogía lacaniana, a través de la cual se trata de explicar toda la experiencia individual. Lacan sostiene que el inconsciente está estructurado como un lenguaje de lo cual se desprenden dos cosas: que el individuo es un ser hablante a la vez que un ser hablado; por ende, el discurso del ser que habla está sujeto a la acción significante de ciertos mecanismos de los que participan el inconsciente y el lenguaje. Esta doble función estructura al sujeto, transforma su cuerpo y necesidades y define sus afectos. Lacan hace usa de ciertos elementos y conceptos de la lingüística, las matemáticas, la lógica, la topología de superficies y, finalmente, de la topología nodal para el despliegue de sus lecturas del texto freudiano. Por medio de esa topología nodal, articula los tres registros con el nudo borromeo y, por ende, cuestiona el espacio kantiano, es decir, la estética kantiana plantea un espacio previo a que el hablante se instale en él, es un espacio a priori. Una intuición pura, una intuición que permite una aprehensión fuera de toca experiencia. Lo que Lacan propone con las «dit-menciones» no es un espacio previo donde el sujeto luego se inserta., si no por el contrario un espacio fundado por el decir, es el dicho el que funda el espacio. Por lo que es un espacio del decir Inconsciente. Cuestiona también el dualismo cartesiano ya que Descartes plantea que hay una res cogitans y una res extensa, proponiendo al sujeto como una cosa pensante y como una cosa extensa lo que implica que el cuerpo es reducido a la extensión. Este dualismo entre organismo y psique tiene una profunda incidencia en nuestro pensamiento cotidiano y en el científico. Margarita B. Hes (1995) enfatiza que tampoco el psicoanálisis ha quedado exento de su influencia, ya que señala una ambivalencia no resuelta en la propuesta de Freud la cual sostiene un interior y un exterior de lo cual se deriva una realidad psíquica y una realidad material, tributaria del dualismo cartesiano que fue subvertido por la Topología lacaniana. Lacan al unir sus tres registros al nudo borromeo, marca un hito en su enseñanza porque los hace equivalentes (Hes, 1995).

 

 

El lugar del calce nos dice Margarita B. Hes (1995), ese lugar del objeto a (objeto causa de deseo), que implica una equivalencia y necesidad de los tres registros con respecto al objeto. Es un vacío producido por tres «dit-menciones» y un goce producto, también, de dichas tres dit-menciones. El contenido del desea, es fundamentalmente inconsciente y la hipótesis freudiana del deseo, según la interpretación lacaniana, es la de un deseo que, al igual que la pulsión es indestructible, es decir, inagotable, y por tanto nunca se le puede satisfacer. Por otra parte para el deseo, no hay una única cosa sino que muchas a través de las que circula. En otras palabras, lo que llamamos nuestros objetos, no son nunca más que objetos vueltos a encontrar. Son los objetos supeditados al principio del placer, los cuales han sido introyectados y por medio de los cuales reproducimos imaginariamente la primera percepción. Por ende la realidad es compuesta por el sujeto, pero en cuanto a \o real, está ahí antes ce que haya un sujeto para hablar de ello. Para Lacan la realidad es Imaginarla: el sujeto tiene una Imagen de la realidad. En resumen, la realidad es lo real tal como se lo imagina y tal como se lo cuenta uno a uno mismo. Lo real, sin embargo, sería aquello de lo que se tiene una clara conceptualización simbólica.

En su seminario número 7 La ética del psicoanálisis, Lacan (1959-60). señala que: "el arroyuelo donde se sitúa el deseo no es solamente la modulación de la cadena significante, sino lo que corre por debajo de ella, que es hablando estrictamente, lo que somos y también lo que no somos, nuestro ser y nuestro no-ser..." (p. 382). Sobre la base de lo anterior, podemos modificar la frase shakesperiana a saber "to be or not to be that is the question" por "to be and not to be that is the answer".

Para regresar a nuestra pregunta inicial, podemos preguntarnos si los conceptos revisados son los que subyacen a la pretensión de ser aceptado y querido por lo que se es, o si se trata de un simple "cliché" aprendido y repetido a diestra y siniestra. Dejamos esta pregunta abierta para que cada quien elabore una construcción del ser y a la postre de su ser partiendo de las diferentes posturas psicofilosóficas según el deseo o fantasma de cada uno, a la usanza de Lacan o de acuerdo a la realidad psíquica individual, como lo postulara Sigmund Freud.

 

Bibliografía

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Aristóteles. (Trad. 1966). Obres Selectas (3a ed.). en Colección Clásicos inolvidables (Dirs,). Buenos Aires: "El Ateneo" Pedro García, S.A.        [ Links ]

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* Trabajo presentado en PSICOFER, 2001.

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