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Interamerican Journal of Psychology

versão impressa ISSN 0034-9690

Interam. j. psychol. v.41 n.3 Porto Alegre dez. 2007

 

 

Significado psicológico del amor pasional: lo claro y lo obscuro

 

Psychological meaning of passionate love: its clearness and darkness

 

 

Rozzana Sánchez Aragón1

Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad de México, México

 

 


RESUMEN

El Amor es un concepto complejo que ha sido objeto de atención, estudio y distinciones teórico-empíricas. Dentro de estas aproximaciones, se propone la existencia del amor pasional basado en la excitación y en una intensa emoción que tiene al menos dos matices: cuando la persona amada corresponde a nuestro amor provocando con ello un sentimiento de éxtasis (amor recíproco) y cuando nos rechaza, lo que favorece sentimientos de agonía y desesperanza (amor no correspondido). La literatura antigua, vincula al amor pasional al mito y a la realidad, y esto se evidencia en las historias de amantes atrapados en una ola de pasión y violencia como es el caso de Odiseo y Penélope o Romeo y Julieta. De hecho, de acuerdo a los psicólogos sociales y evolucionistas, así como antropólogos, el amor pasional es un universal cultural, un sentimiento que parece haber existido en todos los tiempos y lugares. Con base en esto, los objetivos del presente estudio fueron a) identificar los pensamientos, emociones y conductas positivas y negativas que se perciben de la pasión, b) y basados en los resultados previos, diseñar y validar una prueba que evalúe lo positivo y lo negativo de la pasión, en una muestra de hombres y mujeres de la Ciudad de México que habían reportado la experiencia de pasión. Los resultados muestran la gama de intensidades en lo que toca a las cogniciones y emociones involucradas con el ímpetu, felicidad, vulnerabilidad, obsesión y sufrimiento de estos tipos de pasión y la aportación de una prueba psicológica válida y confiable.

Palabras clave: Pasión, Amor no correspondido, Emoción.


ABSTRACT

Love as complex concept has been studied from different points of view. One of the most interesting theories about love proposes that passionate love is based on arousal and intense emotion. When the beloved person returns our passionate love (reciprocated), we feel ecstasy, when this person rejects our love (unrequited), we feel agony. The historical record tends to confirm the hypothesis that passionate love has always existed. The earliest literature, bound up between myth and reality, abounds in stories of lovers caught up is a swell of passion and violence, in western: Odysseus and Penelope and Romeo and Juliet. Based on these, the purposes of this study were: a) identify the positive and negative emotions and thoughts related to passionate love experience, b) based on first part, we develop a measure of positive and negative sides of passion in a Mexico City sample. Findings showed a wide range of intensities about cognitions and emotions involved as happiness, vulnerability, obsession, suffering, etc., and a valid and reliable test.

Keywords: Passion, Unrequited love, Emotions.


 

 

Desde la perspectiva histórica y antropológica parece ser que el amor pasional ha existido en numerosas sociedades y a través de cientos de años. De tal suerte que los psicólogos sociales y evolucionistas, así como antropólogos, consideran que el amor pasional es un universal cultural (Brown, 1991; Buss, 1988, Hatfield & Rapson, 1993). Ejemplo de esta afirmación es el estudio de Jankowiak y Fischer (1992), quienes seleccionaron 166 sociedades para explorar la existencia de hombres o mujeres que se hubieran enamorado apasionadamente. De entre sus interesantes resultados, parece que de 166 grupos culturales, en 147 la gente habló acerca del amor pasional, contaban historias de amor, cantaban canciones de amor y hablaban de la atracción, el deseo de pertenecer al otro y de la angustia que se siente en la pasión.

Ya casi en la década de los 80´s, Tweedie (1979) cita que la pasión se refiere a la licencia para complacer las propias necesidades y fantasías, un sustento para nuestras debilidades y un accesorio para nuestro tambaleante ego. Sternberg (1986, 1998) la ha definido como toda emoción que guía a la atracción y consumación sexual en una relación romántica; otros la han visto como la excitación y todo lo involucrado en las relaciones sexuales (Fletcher & Kininmonth, 1991), como un elixir mágico que hace que el ser humano se sienta realizado en la vida. Implica cierta prisa y precipitación por el placer en su versión más perfecta y un anhelo por la pasión erótica. Ha sido visto como un éxtasis vertiginoso que nos brinda momentos de felicidad apasionada, euforia, excitación, risa y satisfacción (Fehr, 1993). Contiene un deseo de que el amor y el sentido de unión con el otro permanezcan siempre, pues implica formas de sentirse entendido y aceptado totalmente. Es una expresión de afecto y calidez, felicidad y compartir actividades placenteras, cercanía física, excitación y disfrute sexual.

En este mismo tenor, Stendhal (1992, in Alberoni, 1992) ve al amor pasional como el único y verdadero que refleja al enamoramiento y que se desarrolla en siete etapas: admiración y atracción física, fantasías amorosas, esperanza, nacimiento del amor, cristalización de cualidades, la duda y la segunda cristalización que se traduce en el anhelo de ser correspondido.

Las delicias del amor son muchas y quizá han sido experimentadas por millones de personas. Esto ha sido confirmado por investigación que ha explorado la forma en la que es conceptualizada la pasión por hombres y mujeres de distintos grupos culturales. En el caso de México, se ha encontrado que los placeres de la pasión para los hombres se visualizan en amor, deseo, sexo, entrega, atracción, cariño, romance y respeto; mientras que para las mujeres, la pasión representa amor, deseo, atracción, cariño, besos, entrega, caricias y ternura con la pareja.

Por su parte, Hatfield y Rapson (1996) mencionan que el amor pasional es una emoción intensa y caliente, frecuentemente considerada aplastante, amor obsesivo, enfermedad del amor, estar locamente enamorado encaprichamiento o estar enamorado. Un estado intenso de anhelo y deseo de unión con el otro y un estado salvajemente emocional, una confusión de sentimientos, ternura y sexualidad, alegría y pena, ansiedad y alivio, altruismo y celos. Estos autores consideran que la esencia de dicho amor va a producir efectos más positivos o negativos dependiendo del tiempo en la relación y de la correspondencia entre los amantes. De tal suerte que el Amor Recíproco (unión con el otro) que es asociado con realización y éxtasis; o Amor no Correspondido (separación) que es aunado con vacío, ansiedad o desesperanza. De tal forma que el amor pasional refleja un sube y baja de emociones extremosas en un momento se sienten totalmente extasiados y en el siguiente, se sienten solos, asustados y ansiosos; sienten una gran felicidad y al mismo tiempo sufren (Hatfield & Rapson, 1993).

Esta visión se remonta al romanticismo en donde se desarrollan dos corrientes: la optimista y la pesimista. La primera con representantes como Kant, Shlenger, Hegel, Shelly y Byron cuya ideología se basa en la noción del amor como felicidad y consumación natural con tendencia a la perfección entre hombres y mujeres. La versión pesimista cuestiona la existencia del amor feliz entre el varón y la mujer. Sostiene que el amor incluye la necesidad de herir y de ser herido por lo que acepta el dolor y el sufrimiento como una condición ideal del amor. Entre sus seguidores se encuentran Goethe, Novalis, Schopenhauer y Wagner (Singer, 1992). Asimismo, Rougemont (1938) resalta la diferencia entre un polo y otro de un continuo, condenando el carácter destructivo y conflictivo del amor pasional-erótico y alabando el amor agápico.

Desde esta perspectiva dual clara y oscura de la pasión, Yela (2000) menciona que la pasión tiene dos matices y diferencia a la Pasión Erótica (referente al deseo y atracción sexual) de la Pasión Romántica (se refiere a los deseos y necesidades psicológicas respecto al amado); resaltando que ambos tipos comparten las características de intensidad (emoción muy significativa y saliente), desorden (emocionalmente turbador) y falta de control (aparece secretamente, independientemente de nuestra voluntad).

Por su parte, Valleran, Blanchcar, Koestner, y Gagné (2001, in Rousseau, Vallerand, Ratelle, Mageau, & Provencher, 2002) conciben a la pasión como la armonía entre dos seres y a la pasión obsesiva como el impulso de hacer una actividad que es difícil de resistir u oponerse; lo que puede crear conflictos porque los individuos se sienten atrapados entre el impulso de participar en su actividad apasionada y sus obligaciones. Cabe mencionar que el tipo de pasión que el individuo desarrolle dependerá del modo en que la actividad ha sido interiorizada en uno mismo (Rousseau et al., 2002). Así, en la versión oscura de la pasión, el amante puede sufrir tremendamente, sentir celos extremos, una sensación de vacío, desesperación, descontrol, ansiedad, mortificación, sentimientos de mortificación, de ser miserable y lastimado. De esta manera los amantes muestran una tendencia a vivir un amor neurótico, volviéndose adictos a la relación o dependientes.

La asunción de que los asuntos de la pasión tengan que terminar tristemente puede sonar extraño para la modernidad, no obstante las definiciones que han sido dictadas por sus estudiosos refieren matices intensos, desbordantes, incontrolables a la vez que angustiantes y perturbadores. Varios teóricos incluyendo a Freud (1953) han propuesto que la pasión y la ansiedad conforman una combinación explosiva. Cuando se está enamorado, es natural preocuparse por lo que vamos a decir o hacer para no echar todo a perder. Algunas veces dicha combinación produce pensamientos o emociones que afectan a la relación. Por ello varios teóricos (Freud, 1953; Reik, 1972) consideran que cuando las personas no están en su mejor momento (tienen baja auto-estima, se está estresado, ansioso o asustado) existe mayor vulnerabilidad para enamorarse.

En concordancia a esta visión, Sperling (1985) define al amor desesperado como un apego ansioso y altamente engañoso, un estilo que incorpora dimensiones conductuales y afectivas del amor pasional con una extraordinaria necesidad de interdependencia. Se posee un sentido de emergencia acerca de la relación o un deseo irresistible por la persona y por lograr la reciprocidad. Se idealiza al ser amado de tal manera que cuando no se tiene a la persona, se siente un sentimiento de inseguridad y ansiedad. Para quien experimenta este nivel de amor, hay dificultad para hacer compatibles la realidad y la idealización propias de la relación. Se experimentan extremos de felicidad y tristeza, se expresa el amor fácilmente, se engancha fácilmente en fantasías y en muchas ocasiones, se desea más amor del otro que lo que usualmente se tiene. Es difícil predecir, cuándo y con quién puede surgir, sin embargo, cuando ocurre es claro que algo muy poderoso pasa en la persona, y posiblemente se esté manifestando la posibilidad de entrar a una fase de amor obsesivo.

El amor obsesivo o amor no correspondido puede variar de un anhelo normal a una obsesión disfuncional. De acuerdo a Baumeister y Wotman (1992) este amor puede ser muy doloroso y destruir la auto-estima de la persona que no puede sobrellevarlo y por supuesto también de la persona que no corresponde. Pueden surgir emociones como enojo, molestia, sentimientos de impotencia, o culpa por no poder corresponder. Por su parte, Howard (2001) menciona que este tipo de amor es un sentimiento de estar incompleto, vacío, desesperado, triste, perdido y que la forma que tiene de remediar esto es la conexión con alguien fuera de sí mismo.

Este tipo de amor puede deberse a que los amantes no correspondidos mantienen un apego con su amor perdido. Quizá, se deba a que no pueden aceptar la realidad, a que sus pensamientos o emociones llegan a no tener ningún tipo de control, o bien a una incorrecta interpretación de lo que sucede. El amante obsesivo interpreta cada desplante o negativa como un pretexto para ser más perseverante. Baumeister y Wotman (1992), sugiere que este tipo de amor surge cuando una persona trata de relacionarse con alguien más atractivo, por quien se siente una gran pasión.

Un concepto no muy lejano a esta descripción es el acoso, ya que representa una situación de amor no correspondido, lo que impulsa al individuo a la búsqueda por interacción (no mutua), que implica _a diferencia del amor obsesivo- el uso de la fuerza y displacer entre dos personas. Al respecto, Cupach y Spitzberg (1998), lo definen como una forma severa de intrusión obsesiva pues involucra la persecución de otro en una forma amenazante, maliciosa, repetida y hostigante que pone en peligro la seguridad de otra persona (Meloy & Gothard, 1995). El acoso se vuelve violento cuando el ser amado no accede al deseo del acosador. Este desea control en sus relaciones y aparentemente siente que su "posesión" ha sido arrebatada de él o ella. Así, lo claro y lo oscuro de la pasión parece complementarse, continuarse o bien, reflejarse simultáneamente en una experiencia llena de pares de fuerzas contradictorias (Baxter & Montgomery, 1996): felicidad y sufrimiento, éxtasis y desesperación, placer y dolor.

Medición de la Pasión

Partiendo de las definiciones que han intentado dar sentido a la experiencia pasional, algunos autores han tratado de operacionalizar a la pasión y con ello lograr estimar su existencia e importancia en la vida de los individuos. Algunos ejemplos son:

Escala de Gusto y Amor de Rubin (1970): que mide en su primera parte afiliación positiva, respeto y similitud percibida del otro; y su segunda, versa sobre las necesidades personales de dependencia y afiliación, predisposición a la ayuda y exclusividad y absorción. Los coeficientes de confiabilidad oscilaron entre .81 a .86.

Forma de Estimación de las Relaciones de Davis y Latty-Mann (1985): Esta prueba se dirige hacia la evaluación del amor romántico partiendo de la idea de que el amor entre dos personas es un tipo particular de amistad. De los 68 reactivos diseñados por estos autores (1987), diez evalúan a la pasión que considera a su vez aspectos de fascinación (¿esta persona domina tus pensamientos?), intimidad sexual (¿es esta persona sexualmente atractiva para ti?) y exclusividad (¿tienes sentimientos hacia esta persona que no podías tener con alguien más?). Sus coeficientes de estabilidad oscilan entre .59 a .90 y su formato es tipo Likert.

Temas de Enriquecimiento y Cuidado de las Relaciones, Comunicación y Felicidad (ENRICH) de Olson, Fournier y Druckman (1985): Estos autores en 1985 identificaron como distorsión idealista (si mi pareja tiene faltas, no soy conciente de ellas) y relaciones sexuales (trato de encontrar las formas de mantener nuestra relación sexual interesante y disfrutable) como básicos en el funcionamiento de una relación. De entre sus características psicométricas, la prueba muestra un alpha promedio de .74.

La Escala de Amor Pasional de Hatfield y Rapson (1993): Esta medida fue diseñada para medir esta emoción tomando en cuenta: Pensamiento intrusivo o preocupación por el compañero, Idealización del otro o de la relación, Deseo por conocer al otro y que él te conozca, Atracción hacia la otra, particularmente atracción sexual. Sentimientos positivos cuando las cosas van bien, Sentimientos negativos cuando las cosas van mal, Anhelo por reciprocidad, Deseo por una unión completa y eterna, Excitación fisiológica, Acciones dirigidas a la determinación de los sentimientos del otro, Estudiar al otro, Servir al otro y Mantener cercanía física. Esta escala ha mostrado ser altamente confiable (alpha = 0.94) y se encuentra correlacionada con otras medidas de amor e intimidad (Sprecher, 1986).

Escala de Estilos de Amor de Hendrick y Hendrick (1986): Estos autores, basándose en la tipología de amor de Lee (1976), desarrollan una escala en la que se abarca desde un amor básicamente físico (Eros) y pasional, a uno basado en la obsesión (Mania). Dentro de esta tipología, el amor erótico se enfoca en la belleza relativa del objeto de amor y surge del llamado "amor a primera vista" como se le conoce comúnmente. El síntoma primario para este estilo es la atracción inmediata y poderosa hacia del otro, seguida de un periodo de miedo, anticipación y tensión; después surge un periodo de conocimiento, disfrute y éxtasis, y al final declina hacia el desencantamiento. Por su parte en el estilo maniaco, hay una mezcla de emociones que favorecen el surgimiento inesperado de preocupación excesiva por la otra persona, hasta que llega un punto en que siente que necesita de su amor, al grado que no podría vivir sin él. En términos de sus características psicométricas cuenta con 42 reactivos (7 reactivos por factor), posee buena estabilidad (coeficientes de .62 a .84).

Escala de la Teoría Triangular del Amor de Sternberg (1990): El fundamento de esta medida es la teoría enraizada en la psicología cognoscitiva con énfasis en tres componentes del amor: intimidad en la emoción, pasión en las reacciones físicas y decisión-compromiso en la cognición (Sternberg, 1990). De los 45 reactivos en formato Likert, 15 son para la pasión (p.e., ver a_____ me excita; Adoro a _____). Su consistencia interna es muy alta (más de .90) y su validez externa se basó en su correlación con la escala de Rubin (1970).

Escala de Pasión de Rivera Aragón y Díaz Loving-(2003): En México, estos autores, operacionalizaron a esta variable, obteniendo una medida válida y confiable para población mexicana en la que surgen dos dimensiones generales: Pasión y Romance. La primera incluye los factores de: pasión (se refiere al aspecto positivo y placentero que produce el contacto físico con la pareja), sexualidad (hace referencia al papel del gusto, placer y satisfacción que produce la frecuencia, intensidad y forma de interacción sexual), sensualidad (tiene que ver con la sensibilidad que se tiene para disfrutar emocional, cognoscitiva y físicamente la interacción amorosa y sexual), manía-obsesión (evalúa la desesperación, angustia, posesión, celos, deseo y obsesión por estar con la pareja) y platónico (valora la incertidumbre e inestabilidad en la relación como fuentes de emoción que da vida y combustible a la pasión). En el contexto del Romance aparecieron dimensiones como: Enamoramiento que se refiere a la idealización, admiración, ensoñación e ilusión propias del inicio de la relación, Admiración que es definida como la fascinación que se siente por el ser amado; y Romance Trágico se refiere al desamparo, angustia, desesperación, sufrimiento, desesperanza sentida al considerar la posible pérdida de la pareja.

Con base en el interés de explorar el lado claro y oscuro de la pasión, los propósitos del presente estudio fueron: a) identificar los pensamientos, emociones y conductas positivas y negativas que se perciben de la pasión; y b) con base en los resultados e investigación previa, diseñar y validar una prueba que evalúe lo positivo y lo negativo de la pasión.

 

Método

Muestra y Procedimiento

Para cumplir con el primer objetivo, se trabajó con una muestra de 230 participantes (110 hombres y 120 mujeres), de entre 18 y 67 años, con un promedio de edad de 26 años. La escolaridad mínima fue de bachillerato y la máxima de licenciatura. Para la fase de validación de la prueba que evaluara Pasión, se trabajó con una muestra no probabilística de sujetos voluntarios de 779 sujetos (367 hombres y 412 mujeres), con edades que oscilaban de entre 18 y 64 años con una media de 24; con escolaridad de preparatoria y licenciatura (siendo esta el nivel escolar más reportado).

Los sujetos fueron abordados en lugares públicos, oficinas y escuelas, en donde se les cuestionó - en forma individual - si habían experimentado pasión romántica para ser incluidos en el estudio, cuando la respuesta era negativa se agradecía su atención y se continuaba con otra persona. Posterior a eso se les aplicó el cuestionario abierto, o bien, la prueba diseñada. Se les habló del anonimato y la confidencialidad de las respuestas.

Instrumentos

Objetivo a. Con base en un estudio realizado por Rivera Aragón y Díaz Loving (2003), en el cual se exploró la definición de pasión usando la técnica de Redes Semánticas Naturales (Reyes Lagunes, 1993), se identificó que las personas, en México, responden únicamente la parte positiva de la pasión; y en la literatura cada vez más frecuente que considera a la pasión tanto positiva como negativa, se decidió examinar por separado lo positivo y lo negativo de la pasión. Esto se hizo a través de un cuestionario que incluyó una pregunta dicotómica y dos preguntas abiertas: 1. ¿Ha usted sentido pasión? Con forma de respuesta si-no, 2. Describa los aspectos positivos de la pasión y 3. Describa los aspectos negativos de la pasión.

Objetivo b. Se diseñó una escala en formato tipo Likert de 5 opciones de respuesta, considerando el valor 1 como total desacuerdo y el valor 5 como total acuerdo y que constó de 269 reactivos que reflejaban los matices claros y oscuros de la pasión (manejadas en la sección de teoría). La prueba incluyó: 61 reactivos sobre Atracción, 48 para Pasión, 46 ítems para Amor Desesperado, 66 para Amor Obsesivo y 48 reactivos para Acoso. De igual forma, se incluyó una parte de identificación del instrumento en donde se preguntó el sexo, la edad y la escolaridad.

 

Resultados

Para analizar los datos arrojados por las preguntas hechas a los sujetos, se procedió a realizar un análisis de contenido registrando las frecuencias de los aspectos reportados por cada individuo, y posteriormente, se agruparon en diferentes categorías tomando en cuenta la literatura sobre amor pasional y relaciones personales, así como a la similitud conceptual entre las mismas respuestas obtenidas. En lo que respecta a las categorías positivas se puede observar que hombres y mujeres presentan en general las mismas áreas, excepto porque ellas hablan de la exclusividad en la relación pasional y ellos mencionan como importante a la cercanía con la otra persona (Ver Tabla 1 y 2).

 

 

Como puede observarse, tanto en el caso de las mujeres como de los hombres, la pasión es felicidad en donde el éxtasis facilita la experiencia de la intimidad con el amante. Esta motivación es fuente de satisfacción, placer y optimismo ante la vida, de amor, de deseo y realización personal. La sensualidad y el sentirse parte del otro (hombres), permiten sentirse valioso en lo que se es como persona y en lo que se brinda al otro. La idea de que se está viviendo un sueño se conjuga con el deseo de ser parte exclusiva de la vida del otro (mujeres) para así relajarse y continuar con esa emoción no olvidando el misterio.

En términos de las categorías negativas, es clara la mayor similitud que existe excepto porque para las mujeres aparece una categoría (con muy baja frecuencia) llamada Ahogo, la cual se refiere a sentir que la pasión es demasiado, que rebasa las posibilidades emocionales de ellas (Ver Tablas 3 y 4).

 

 

De tal suerte que tanto mujeres como para hombres, el lado oscuro de la pasión se ve teñido de una necesidad insaciable de poseer al otro (dada la inseguridad que se tiene), ansiedad y desesperación, tristeza que se intensifica al sentir enojo por el rechazo o falta de correspondencia por parte del amante. El desenfreno y los extremos en la experiencia favorece el temor a no ser correspondido, a abandonar todo tipo de actividad por el otro; a sentir culpa, soledad y pérdida al igual que se siente cuando se tiene una adicción.

Con base en los resultados obtenidos anteriormente, se diseñaron una serie de reactivos que operacionalizaban algunas de las definiciones de pasión que figuran en la introducción. Una vez aplicado el instrumento, se efectuó - inicialmente - un análisis de discriminación de reactivos de los cuales fueron eliminados 115, quedando 154 que cumplieron con el criterio de sensibilidad a la muestra. Posteriormente, se realizaron 3 análisis factoriales de componentes principales con rotación ortogonal (de tipo Varimax) con el propósito de depurar cada una de las dimensiones teóricas.

El primer análisis, de tipo confirmatorio se forzó a cinco factores debido a que teóricamente son cinco las dimensiones por estudiar. Dichos factores con valor propio mayor a 3, explicaron el 41.98% de la varianza. En este análisis, el primer factor integró a las dimensiones negativas de amor desesperado, amor obsesivo y acoso (atracción fatal)., el segundo factor agrupó a los reactivos de atracción, el tercero de pasión, el cuarto de atracción y el quinto solo incluyó reactivos con pesos factoriales menores al .402.

Con estos resultados preliminares, se realizó un segundo análisis factorial donde solo se incluyeron los reactivos del primer factor (de las dimensiones de amor desesperado, amor obsesivo y acoso). Se obtuvieron tres factores con valor propio mayor a 2.89 que explican el 40.71% de la varianza. Aquí, el primer factor corresponde al amor obsesivo, el segundo al acoso (atracción fatal) y el tercero al amor desesperado. Así, los factores ya puros y sus coeficientes alfa de Cronbach fueron para:

• Atracción, reactivos como: La presencia de ____ llena mi vida de goce y enamoramiento, Me causa felicidad hacer planes con ____, ____ y yo nos complementamos, Existe algo casi "mágico" en mi relación con ___, Siento que ____ y yo tenemos química con un α =.94.

• Pasión incluyó reactivos como: Deseo intensamente a ____, Se me antoja ____, Explorar el cuerpo de ____ me excita, En la presencia de ____ anhelo tocarlo(a). y ser tocado(a), Fantaseo con ____ con un α =.92.

• Amor Desesperado constó de oraciones como: No sé que hacer si ____ no está conmigo, Me causa ansiedad estar separada de ____, Tengo una necesidad fuera de lo normal de estar con _____, Necesito intensamente a ______, para sentirme completo, Si me deja _____ no sería capaz de sobrevivir con un α =.90.

• Amor Obsesivo, contiene ítems como: Mi vida gira en torno a _____, Para mí, la necesidad de tener cerca a _____ es como la necesidad de tener aire para respirar, Mi felicidad depende totalmente de ______, Necesito de _____ como de una droga, A veces no puedo hacer mi vida normal por estar pensando en _____, con un α =.96.

• Acoso con reactivos como: Insisto en tener encuentros con ____ aunque él/ella dude en aceptar, Debo tener a ____ de cualquier forma, Perseguir a _____ es la única forma de obtener contacto con él/ella, Me aprovecho de ____ cada vez que tengo oportunidad, Siento que ____ no me corresponde porque no se ha dado cuenta de que me ama con coeficiente de α =.92.

 

Discusión

La pasión es una variable psicológica llena de controversia tanto en su experiencia como en lo conceptual, pues para los legos representa una emoción matizada de intensidades positivas y negativas que les llevan a la felicidad, éxtasis y optimismo al mismo tiempo que a un apego excesivo con el amante que lo lleva a la ansiedad, temor, decepción y tristeza; al mismo tiempo, que para los científicos sociales es vista en forma principalmente positiva (Fehr, 1993; Fletcher et al., 1991; Sternberg, 1986), mientras que sólo algunos reconocen su vertiente negativa (Hatfield et al., 1993; Rousseau et al., 2001; Yela, 2000). Dada esta polémica, el presente estudio se propuso indagar en dos muestras de hombres y mujeres de la Ciudad de México ¿cuáles eran los aspectos positivos y negativos de la pasión romántica? Y ¿cómo se podrían evaluar estos aspectos?

Así, se observa que cuando Tweedie (1979) menciona que la pasión es el consentimiento para complacer las propias necesidades y fantasías, un sustento para nuestras debilidades y un accesorio para nuestro tambaleante ego; se hace referencia a las categorías de Realización personal, Auto-estima y Satisfacción-Placer que abordan las ventajas personales que ofrece la experiencia de la pasión en términos de plenitud, seguridad y placer experimentado.

En lo que toca a la visión de Sternberg (1986, 1998) que dice que la pasión es toda emoción que guía a la atracción y consumación sexual en una relación romántica, los hallazgos revelan _por un lado _ a las dimensiones de Intimidad y Misterio que entremezclan el conocimiento con el cariño, la tolerancia y el compartir con el descubrimiento de emociones y sentimientos; y por otro al Deseo y la Sensualidad que retoman a la atracción, el deseo sexual y el deseo de explorar las sensaciones que ofrece el contacto físico.

Por su parte, Fletcher et al., (1991), señalan que la pasión es la excitación y todo lo involucrado en las relaciones sexuales, aquí la dimensión de Éxtasis integra la emoción con la excitación, la adrenalina, el arrebato, el estremecimiento y la locura aclara los elementos involucrados en la relación sexual. Mientras que Fehr (1993), al ver a la pasión como un elixir mágico que hace que el ser humano se sienta realizado en la vida, se ve apoyado por las categorías de Realización personal y Autoestima. Cuando esta autora menciona que la pasión Implica cierta prisa y precipitación por el placer en su versión más perfecta y un anhelo por la pasión erótica; la dimensión de Motivación (que aborda a la energía, fuerza e impulso por conseguir lo que apasiona) justifica su aparición. Ha sido vista también, como un éxtasis vertiginoso que nos brinda momentos de felicidad apasionada, euforia, excitación, risa y satisfacción, componentes manifestados en las categorías de Satisfacción-Placer y Éxtasis. Finalmente, cuando se dice que contiene un deseo de que el amor y el sentido de unión con el otro dure para siempre pues implica formas de sentirse entendido y aceptado totalmente. Es una expresión de afecto y calidez, felicidad y compartir actividades placenteras, cercanía física, excitación y disfrute sexual. se ve reflejado en las categorías de Felicidad, Amor, Cercanía, Éxtasis, Temporalidad y Satisfacción-Placer que abordan la emoción de inmensa felicidad, enamoramiento, unión eterna con el otro, excitación plena y satisfacción sexual.

Para Yela (2000) mencionaba ya que la pasión tiene dos matices y al hacer su distinción entre la Pasión Erótica y la Romántica solo se ve el lado positivo, sin embargo cita como características compartidas a la intensidad, el desorden y falta de control que dan cabida hacia un lado menos claro.

En el lado sombrío de la pasión, Sperling (1985) define a la pasión como un amor desesperado, un apego ansioso en el que predomina una extraordinaria necesidad de interdependencia. Se posee un sentido de emergencia acerca de la relación o un deseo irresistible por la persona y por lograr la reciprocidad. Se idealiza al ser amado de tal manera que cuando no se tiene a la persona, se siente un sentimiento de inseguridad y ansiedad. Para quien experimenta este nivel de amor, hay dificultad para hacer compatibles la realidad y la idealización propias de la relación. Se experimentan extremos de felicidad y tristeza, se expresa el amor fácilmente, se engancha fácilmente en fantasías y en muchas ocasiones, se desea más amor del otro que lo que usualmente se tiene. Aquí es interesante la pertinencia de las categorías negativas obtenidas de los sujetos; el Apego Inseguro, la Ansiedad, el Temor, la Tristeza y el Descontrol que expresan la dependencia emocional, desesperación, angustia, miedo a la posible pérdida, el desaliento y los extremos emocionales de felicidad e infelicidad que se viven durante la pasión romántica.

En lo tocante a la propuesta de Baumeister et al., (1992) y Howard (2001) sobre el amor obsesivo o no correspondido en donde el dolor y la destrucción de la auto-estima, el enojo, la molestia, sentimientos de impotencia, o culpa por no poder corresponder surgen; aunado a esto, se presenta un sentimiento de estar incompleto, vacío, desesperado, triste, perdido y que la forma que tiene de remediar esto es la conexión con alguien fuera de sí mismo; es patente que las categorías de Decepción, Ansiedad, Enojo-Agresión y Culpa-Remordimiento cubren ambas definiciones ahondando en otros sentimientos vinculados al amor no correspondido como lo son la desilusión, frustración, rechazo, insatisfacción, coraje y arrebato.

Lo que es evidente en este punto, es que a pesar de que el amor desesperado se ve como una forma de amor pasional y de que el amor obsesivo no es abordado en sí mismo como pasión, los elementos que las personas reportan como parte de ella lo confirman. En cuanto a las reflexiones hechas por Freud (1953) sobre la relación entre la pasión y la ansiedad como una combinación explosiva, estas se ven plasmadas en la existencia de lo positivo y lo negativo en una sola experiencia, haciendo alusión a las categorías de Felicidad, Éxtasis y Optimismo a la vez que en las de Ansiedad (que implica desesperación, nerviosismo, confusión y preocupación).

Desde esta perspectiva dual clara y oscura de la pasión Hatfield et al., (1993), afirmaron ya la existencia de una serie de síntomas del amor correspondido y otros del no correspondido3. Su propuesta es apoyada en general por las categorías obtenidas y enriquecida por más emociones y pensamientos que surgen ante esta experiencia. El lado positivo lleno de realización y éxtasis, se vuelve tremendamente Feliz, Optimista, Motivante, pauta hacia mayor Intimidad y fuente de Realización Personal. El lado negativo asociado al vacío, ansiedad y desesperanza se colorea de Obsesión, Temor, Tristeza, Descontrol, Enojo-Agresión, Abandono y gula por el sexo (Ninfomanía). En concordancia con esta visión, Valleran et al., (2001, in Rousseau et al., 2002) reconocen el lado claro y oscuro de la pasión dando cabida al Éxtasis y al Descontrol, al Enojo-Agresión y a la Felicidad, al la Motivación y al Abandono.

Concluyendo, desde la perspectiva de la literatura, la pasión ha sido conceptualizada y estudiada en forma parcial pues existe cierta falta de reconocimiento de sus vertientes positiva y negativa. Aún desde la perspectiva de los sujetos de esta investigación la pasión parece estar principalmente vinculada a la felicidad del ser humano y esto se observa cuando algunos de ellos mencionan que no existe algo negativo en la pasión (16 mujeres y 21 hombres).

Por otro lado, las categorías que aparecieron tanto del lado claro como del oscuro revelaron a una emoción llena de matices - en ocasiones - tocados tangencialmente por los autores. Por ejemplo, la Intimidad, la Satisfacción-Placer, el Optimismo, el Amor, el Dar, la Autoestima, la Exclusividad, la Relajación y el Misterio; y el Enojo-Agresión, el Abandono, la Culpa-Remordimiento, la Soledad, la Ninfomanía y el Ahogo.

Los resultados del segundo segmento de la investigación, revelan la creación de una prueba psicológica sensible a muestras mexicanas, con alta correspondencia teórica a las definiciones planteadas en la literatura, con coeficientes de estabilidad robustos que dan indicadores de confianza ante su administración y desde luego con la virtud de sencilla aplicabilidad y calificación.

El factor de Atracción, definido como la felicidad, goce, emoción, ilusión, plenitud sentida ante el pensamiento o presencia de la persona por la cual se siente enamoramiento. Asimismo plantea lo placentero de satisfacer sus necesidades mutuas, compartir actividades, conocerse, cuidarse, etc. Esta dimensión se apoyado por lo planteado por Sánchez Aragón (2000) que establece que lo afectivo de la atracción refiere un despertar de emociones intensas como agrado al estar con la persona, necesidad de acercarse físicamente a ella, nerviosismo, pena, locura pasional y placer; todas estas emociones son traducidas con la frase "sentir mariposas en el estómago" ante la presencia de la persona estímulo. Además surgen algunos sentimientos más profundos como cariño o afecto, alegría y cercanía emocional; no obstante puede haber cierto miedo al rechazo.

Por su parte el factor de Pasión, es conceptualizado como el deseo intenso por explorar, tocar, relacionarse sexualmente, en donde el fantasear e inquietarse por la posibilidad de ver a la persona estimulan la sensualidad y el antojo. Aquí se retoma toda la visión positiva y fascinante de la pasión referida en la literatura por Hatfield et al., (1993) al hablar del intenso anhelo de unión con el otro y a su definición de deseo sexual: intenso anhelo de unión sexual con el otro. Del mismo modo, Fletcher et al., (1991) integra el aspecto sexual de esta variable, mientras que Yela (2000) cita el papel del desorden y descontrol generado por la idea sola de la persona objeto de pasión. En este contexto, Hatfield et al. (1993), menciona que en términos cognoscitivos, la pasión se caracteriza por la preocupación e idealización de la pareja elementos clave que dan la pauta hacia el fantasear e inquietarse ante la persona objeto.

El factor de Amor Desesperado versa sobre la invalidez experimentada ante la ausencia del objeto de amor, misma que se manifiesta en la ansiedad,, urgencia de ver a la persona, agonía, inseguridad, miedo y deseos de no vivir. Esta dimensión refleja ampliamente el planteamiento de Sperling et al., (1991) quienes mencionan que este encaprichamiento es un apego ansioso, engañoso y que requiere del otro continuamente, hay emergencia hacia la persona y cuando no se tiene, la inseguridad y la desesperación surgen.

El Amor Obsesivo concentra la auto-percepción de desorientación, necesidad, angustia, tristeza, idea de fracaso y sentirse miserable, desesperación, intranquilidad, sufrimiento y descontrol que se experimenta ante el alejamiento o separación del ser amado. En concordancia con esto, la persona siembra toda expectativa de felicidad, tranquilidad y valía en la atención, contacto o correspondencia del otro. Este factor expresa más que obsesión y preocupación por el otro - como las definiciones lo indican (Baumeister et al., 1992; Cupach et al., 1998) - el desconsuelo emocional al no tener a la persona pues ella es la única fuente de gratificación y felicidad, al igual que el amor desesperado.

En el caso del Acoso, se conjugaron reactivos que se refieren a la búsqueda persistente de interacción con el objeto de amor, incluyendo estrategias de persecución, obligarle a hacerle compañía, acorralarle, imponiéndole su presencia, comprometiéndole a compartir espacios, presionándole, bromeándole sobre temas sexuales con el fin de impedir que algo se interponga entre ellos y así lograr la atención o correspondencia. En este factor, se agruparon en forma muy precisa aspectos de no mutualidad, búsqueda por la interacción amenazante, maliciosa, repetida, hostigante y por consiguiente displacentera que refiere Cupach et al., (1998) en su definición teórica.

En términos de las características encontradas entre la medida objeto de esta investigación y los instrumentos diseñados -ya sea para medir expresamente pasión o bien los factores de algunas pruebas que evalúan aspectos relacionados-, se puede decir que:

• La escala de Rubin (1970) apoya al factor de atracción pues retoma aspectos positivos, similitud, cumplimiento de necesidades, dependencia y afiliación. Asimismo, la escala de Olson et al., (1985) menciona aspectos de idealización de la persona amada.

• La escala de Davis et al. (1987) en su dimensión de pasión muestran tanto la parte positiva obtenida en el factor de pasión como la más intensa y de fascinación del amor desesperado.

• La prueba de Hatfield et al. (1993) muestra similitudes en lo emocional y cognoscitivo tanto con la dimensión de atracción, como con la de pasión y amor desesperado y obsesivo.

• La escala de Hendrick et al. (1986) y la de Ojeda García de 1998 en sus factores de amor erótico y manía retoman aspectos de la pasión, el amor desesperado y obsesivo.

• La escala triangular de Sternberg (1986) en su factor de pasión, así como la prueba diseñada por Rivera Aragón et al., (2003) ofrecen una buena alternativa a la medida desarrollada en este estudio, en términos generales y para las dimensiones de pasión, y amor desesperado y obsesivo.

Aunado a esto, se puede notar que el factor de atracción no ha sido muy evaluado, así como el de acoso que no ha sido operacionalizado por los autores cuando estudian a la pasión. Por otro lado, la presente escala tiene una aplicabilidad en diferentes áreas de la Psicología, por ejemplo, dentro del área clínica es una herramienta confiable para detectar en qué etapa se encuentra un sujeto con respecto al amor pasional que siente por otra persona, así como detectar si predominan aspectos negativos o positivos en su emoción. Por otra parte se vuelve un conocimiento de cada sujeto con respecto a su estado y de esta forma obtener ayuda con esas áreas donde se siente incómodo, si es el caso. Con lo antes mencionado, también sirve de herramienta para áreas como la de sexualidad humana y educativa.

Otra área de aplicación es la social (incluyendo p.e., sociología, antropología, transculturales y experimentales).

Con el fin de continuar con esta línea de investigación para observar de qué manera se vuelve de algo positivo a algo negativo, es decir en que momento pasa de ser una gran atracción y una situación romántica a algo obsesivo o totalmente acosante.

Así, este estudio da a conocer las múltiples facetas de la pasión romántica. Los cuestionamientos se abren y con ello la necesidad de argüir más en su esencia, manifestación e impacto en las relaciones románticas se hace patente. ¿Los siguientes pasos?, identificar la posible existencia de tipos de amor pasional o de un continuo de intensidades y descubrir el perfil del amante pasional.

 

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1Dirección: Chimalcoyotl 14 Casa 4, Col. Toriello Guerra, Delegación Tlalpan, C.P.14050, México, DF. E-mail: rozzara@servidor.unam.mx
2 Siendo este un criterio de rigurosidad estadística.
3 Cabe mencionar que el trabajo de Hatfield et al., (1993) es una aproximación a la interpretación de estos resultados, en ningún momento se implica que las características positivas, solo y únicamente se sientan ante la correspondencia… de hecho se podría explorar si los síntomas de cada una de estas versiones no están confundidas en la experiencia pasional.